'l,a máscara do Anlimxtti
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tean alegremente por la hierba. Han dejado de preocuparse por el ave rapaz que, majestuosa, planea sobre sus cabezas. De este modo, Nietzsche nos ayuda a vislumbrar un mundo en el que, más allá de sus diferencias, los corderos y las águilas comparten una misma voluntad de potencia. A pesar de que su aristocratismo moral nos parezca rechazable, el filósofo nos señala algo valioso que de otro modo pasaría inadvertido: la posibilidad de que todos los in dividuos desplieguen su existencia de forma autónoma y en armonía con las fuerzas activas de la vida.