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Quisqueya están por locos la astronomía
A
Alzar los ojos al cielo en la inmensidad nocturna era una práctica común en nuestros ancestros. Las antiguas civilizaciones nos legaron su particular cosmogonía con sus mitos y leyendas que nos revelan cómo interpretaban el origen del mundo. Hoy el hombre no ha dejado de mirar al firmamento ni ha perdido su capacidad de fascinación. Algunos lo escudriñan con los más avanzados instrumentos, como parte de su labor en el campo de la astronomía; para otros es una afición con la que satisfacen esa curiosidad de acercarse a la magia de la bóveda celeste. En República Dominicana no estamos ajenos a esa pasión. De hecho, el 2020, a pesar de ser un año convulso, marcó un antes y un
después en la historia de la Semana Mundial del Espacio (World Space Week), un evento que en octubre pasado contó por primera vez con la participación de nuestro país, gracias a la coordinación nacional del Club Astronómico de Santiago.
Con la mirada puesta en las estrellas Si hablamos de hitos en la astronomía dominicana tenemos que remitirnos al 2001, cuando se funda la Sociedad Astronómica Dominicana (Astrodom), una iniciativa de un grupo de egresados del Colegio Loyola que en sus años de estudiantes participaban de las actividades del club de ciencias y de observación