La situación de los niños y las niñas en el mundo
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odos los niños y las niñas del mundo, sin importar dónde vivan, quiénes sean sus padres o qué capacidades tengan, tienen los mismos derechos, que deben respetarse y cumplirse por igual. Todos, sin excepción, tienen derecho a la vida, a la identidad y a la familia; a la expresión, la información y la participación; a la salud, la alimentación, la educación y la seguridad social, así como a la cultura, el arte y la recreación. Sin embargo, a pesar de los progresos alcanzados, estos derechos están lejos de ser una realidad para muchos de ellos. En el mundo, casi 10 millones de niños y niñas menores de 5 años mueren cada año por enfermedades que se pueden evitar fácilmente, como la neumonía y la diarrea. Muchos más no reciben la nutrición adecuada en los primeros años de su vida, lo que provoca que no puedan desarrollar su pleno potencial. Unos 165 millones de niños, de 5 a 14 años de edad, tienen que trabajar para aportar al ingreso familiar, perdiendo la oportunidad de aprender y de obtener un mejor trabajo en la edad adulta. Muchos de ellos trabajan durante largas horas y en condiciones peligrosas. Cerca de 75 millones de niños y niñas en edad escolar no van a la escuela. Aproximadamente 300 millones de niñas y niños del mundo están expuestos a la violencia, la explotación y los abusos, incluidas las peores clases de esclavitud laboral, en las comunidades donde viven, en sus escuelas o en sus familias. El compromiso de Unicef (Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia) es que todos los niños y las niñas del mundo puedan crecer en un entorno donde reciban educación, servicios de salud, buena nutrición, protección contra la violencia y el maltrato, y donde se les brinde el amor y los cuidados que necesitan.
Los niños y las niñas en situación de calle
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uchos niños, niñas y adolescentes de nuestro país viven o trabajan en la calle. Algunos de ellos son víctimas de explotación: trabajan para alguien que les paga poco o nada y que no se preocupa por su salud, su integridad ni su futuro. Lo deseable sería que todos ellos pudieran ir a la escuela y se mantuvieran alejados de lugares donde sus derechos pueden ser fácilmente violados. Hay instituciones de asistencia social que ayudan a los menores de edad en situación de calle a reincorporarse a la vida familiar y escolar. Con acciones de prevención fortalecen los núcleos de muchas familias y evitan que los niños y las niñas abandonen la escuela. Al mismo tiempo, ofrecen becas y apoyos para que los menores de edad en situación de calle regresen al colegio y se reintegren a su familia.
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Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia
Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia
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