Revista Patrimonio N° 21 - Marzo 2020

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Los pobladores de las comunidades del distrito de San Jerónimo (Cusco) consideran al apu Pachatusan como un ser sobrenatural, espíritu que habita en las entrañas del cerro, cuyo comportamiento es muy parecido al de los hombres; es decir, tiene deseo y necesidad de alimentarse, beber, dar y recibir afecto, respeto, pero tiene cólera y castiga. Es también símbolo de la vida ideal, es venturoso, poderoso, hace milagros, se especializa en el arte de la sanación y el pastoreo; por ello es muy respetado y temido. Actualmente, para el inicio de cualquier actividad agrícola, caminata, viaje de carácter religioso o cualquier acción de otra índole, se debe t’inkar al apu, esto es asperjar con las puntas de los dedos cualquier líquido a manera de bendición, puede ser chicha u otra bebida, asimismo se le ofrece hojas de coca pidiendo permiso y deseando que la actividad del día salga del todo bien.

Abra Atasqhasa hay tres cruces, ubicado estratégicamente pues todos los que hacen peregrinaje se detienen y rezan de rodillas. También en la cima del Pachatusan se encuentran varias ofrendas, refieren que le gusta las frutas

Por su parte, los paqos o curanderos del Cusco, San Jerónimo, Huasao, Oropesa y San Salvador tienen permanentemente viajes hacia el apu Pachatusan en el mes de agosto para realizar rituales de purificación y limpieza de las energías negativas acumuladas durante el año, renovar los poderes y la energía desgastada. Es un tiempo para realizar ofrendas a la madre tierra y al apu, combinando elementos andinos y oraciones católicas con la libación de bebidas alcohólicas. El Qhapaq Ñan, Camino de los Apus o Camino de Peregrinación: Camino prehispánico de 48 kilómetros de longitud que se inicia en la Plaza de armas del pueblo de San Jerónimo, asciende por las faldas del Pachatusan hasta la comunidad campesina de Huacoto, de allí continúa hasta llegar al abra de Ataskhasa, lugar donde se realiza un descanso obligado después de una caminata de cuatro horas. En este sector se encuentran plantadas tres cruces de madera que son guardianes y protectores de los caminantes, que a su vez personifican al apu Pachatusan a quien le rinden culto. En el lugar también se construyen pequeñas casitas y edificios de piedra pirqada con la intención de materializar sus peticiones como: carros, animales, televisores, tiendas, negocios, entre otros y las bautizan con el nombre de intención, según el parecido de las piedras; así también, encienden velas para pedir la cura de algún tipo de mal.

Sitio Arqueológico Rakayrakaynniyoq, ubicado en el abra de Ataskhasa, considerado como Waka y/o o Usno donde realizan rituales al apu Pachatusan y al Señor de Huanca

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