OCTOBER 4, 2018 • TrentonMonitor.com
V ENCUENTRO • S3
Encuentro nacional, una lección sobre la esperanza, el llamado Nota del editor: Ambas, Juliana Cano y Diane Cardona, trabajan en el ministerio juvenil y fueron entre los 10 delegados de la Diócesis de Trenton que participaron en el V Encuentro Nacional en Grapevine, Texas. Ellas comparten las siguientes reflexiones sobre el encuentro histórico que duró cuatro días:
VIAJE A TEXAS
• De izquierda a derecha, José Ludizaca de la Parroquia Nuestra Señora de Ángeles, Trenton; Juliana Cano de la Parroquia Nuestra Señora de Fátima, Keyport; Adela Cruz Madrigal de la Parroquia San Antonio Claret, Lakewood; y Diane Cardona de la Catedral Santa María de la Asunción, Trenton, se paran con la Cruz del Encuentro de la Región 3.
Una ‘historia hermosa’ Por Juliana Cano
D
urante la preparación que nos alistó para Texas yo rezaba mucho – no por mí misma sino por todos los demás que iban a participar porque el proceso era mucho más de una sola persona. El V Encuentro demostró que fuera más grande que todos nosotros juntos. Fue la culminación (o por lo menos así pensaba yo) de años de mucho trabajo, preguntas, respuestas, preocupaciones y hasta quejas. Yo uso la palabra ‘culminación’ porque fue el final de un largo camino que nos preparaba como líderes para servir a nuestras comunidades. ¡Pero yo estaba equivocada! Fue el principio de una historia hermosa escrita por multitudes de personas que se reunieron tener muchas lluvias de ideas y expresar sus miedos como ministros servidores. A pesar de trabajar en nuestras propias parroquias en diversos ministerios con nuestras diferentes perspectivas, todos nos pusimos de acuerdo que nuestra Iglesia es una Iglesia joven y vibrante y nosotros somos una llama que prenderá fuego adentro de nosotros para tener la fortaleza de invitar al desconocido, y de hecho hasta el no-católico, para compartir todo lo que tenemos. Algún día, mi tiempo como coordinadora de ministerios juveniles se acabará y yo espero haber construido algo tan fuerte y firme para que siga adelante. Cuando eso pase, yo sabré que hice una diferencia en las vidas de las personas que participaban. No solo buscamos crear comunidad, sino formar líderes – líderes que asumirán posiciones de liderazgo
Foto / Mateo Greeley
en nuestras parroquias y sus ministerios para sacarlos adelante. No se trata de mí. Yo soy solamente un instrumento que Dios usa para formar a estos líderes maravillosos. Nosotros solemos hablar de nuestros jóvenes como “las familias de nuestro futuro”, y sí, por una parte lo son, pero como jóvenes, nosotros SOMOS las familias del día de hoy. Tenemos ideas, esperanzas, preocupaciones y desafíos. Pero algo que aprendía a través de este proceso es que los jóvenes tienen esperanza, son positivos y listos para demostrar todo que tienen. Como adultos, hay que darles más crédito y darnos cuenta que, tal vez, a veces debemos intentar ver por sus ojos para poder ver nuestra meta final. El obispo Daniel E. Flores, S.T.D., de la Diócesis de Brownsville, Texas, dijo que “La fe de los pobres es la que nos va a salvar”. A lo mejor él hablaba de la pobreza en cuanto los recursos, pero yo creo que las personas que luchan más con su fe se harán los líderes más fuertes que he conocido… porque al entregar sus corazones a Dios, no se puede volver para atrás. Cano, feligresa de la Parroquia San José, Trenton, es la coordinadora del ministerio
juvenil en la Parroquia Nuestra Señora de Fátima, Keyport.
Ahora es el momento para los jóvenes en la Iglesia Por Diane Cardona
E
l V Encuentro ha sido una experiencia como ninguna otra, una que tendrá peso en la historia, no solamente para la Diócesis de Trenton sino para todo el país. Por ser una mujer joven, yo no esperaba ser escogida para un rol tan importante. Sin embargo me encontré en el estado “Lone Star” entre miles de líderes fuertes de la Iglesia Católica. Yo exclamo con tanto amor que nosotros, los jóvenes, somos una de las principales prioridades de este movimiento. Parecía que cada tema o punto compartido en el Encuentro Nacional terminaba enfocado en la necesidad e importancia de los jóvenes, no solamente de nivel parroquial sino de nivel diocesano y nacional también. El fuego del Espíritu Santo verdaderamente iluminó a cada líder joven. Para mí fue
Un paso grande en el camino Continua de • S2
a las fuertes leyes de inmigración del estado. Fue un momento conmovedor en el que el público aplaudió en solidaridad con ellos. “Tengo muchas esperanzas con los resultados de este Encuentro, de que regresaremos a casa y realmente traeremos conciencia al mundo entero, que vamos a hacer una diferencia en las vidas de aquellos que nos necesitan”, dijo la hermana Norma Pimentel, delegada del Encuentro, a CNS. Como hermana de las Misioneras de Jesús, la hermana Pimentel es directora ejecutiva de Catholic Charities of Rio Grande Valley en Texas. Otros temas incluyeron apoyar a las mujeres hispanas en liderazgo; la necesidad de continuar el papel de una iglesia misionera que llega a los demás; más acceso a puestos de liderazgo a todo nivel; y guiar,
ser mentores para jóvenes adultos como líderes del ministerio. A diferencia de Encuentros anteriores donde se desarrolló un plan pastoral nacional después de la reunión nacional, los resultados del Quinto Encuentro, o V Encuentro, se reunirán en un documento final que se compartirá con todas las diócesis, para que las parroquias y diócesis puedan utilizarlo para reforzar y fortalecer sus grupos de ministerio hispano. La razón es que la comunidad hispana católica en la iglesia se ha vuelto grande y diversa en sus necesidades y realidades, y lo que tiene sentido en San Antonio tal vez no tiene sentido en otras diócesis como Green Bay, Wisconsin o Tulsa, Oklahoma, explicó el arzobispo Gustavo García-Siller de San Antonio en una entrevista con CNS. El
arzobispo preside el Comité de Diversidad Cultural en la Iglesia de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos. “Cada diócesis ha estado en un proceso diferente incluso en el (quinto) Encuentro”, dijo el arzobispo García-Siller. También señaló que la participación de los obispos de la mayoría de las diócesis y arquidiócesis muestra su apoyo a la comunidad hispana y el compromiso de seguir adelante. “Lo principal es que los obispos, y lo ven con la presencia de los obispos (en esta reunión), estamos asumiendo este caminar junto con el pueblo de Dios en la Iglesia Católica en la que muchos, muchos, muchos son católicos por el bien de toda la iglesia “, dijo el arzobispo García-Siller. El personal del Monitor contribuyó a este reportaje.
muy interesante ver esta multitud de jóvenes de todo el país compartiendo sus opiniones sobre los mismos asuntos dentro de la Iglesia: la falta de representación, el déficit de entrenamiento para nuestros líderes del ministerio juvenil (para los más jóvenes y los más veteranos también), la necesidad de contratar a coordinadores juveniles remunerados, y más que nada, el vacío que se siente en nuestros corazones que solo se puede llenar con el apoyo de nuestro clero – además de todos nuestros hermanos y hermanas que trabajan dentro de nuestras propias parroquias. El fuego dentro del corazón de cada uno de los jóvenes adultos ha resonado no solo este fin de semana sino en todo ese proceso. Este Encuentro, sin duda, ha brindado muchos frutos a nuestra querida Iglesia en medio de los problemas que la afrontan hoy en día. Entre los frutos está que se han surgido líderes, los jóvenes han sido llamados a la vida religiosa y a una reforma integral de nuestra imagen como generación. Hemos logrado mostrar claramente que no somos los jóvenes descritos siempre como inmaduros, superficiales, y amantes de la atención de los medios sociales. Compartimos nuestros muchos dones y talentos en paneles, discusiones y en el escenario. Atestiguamos nuestra preparación para la reforma y el trabajo que nos queda por delante en este proceso, con el apoyo de nuestros mayores.
“Les imploro a todos ustedes apoyar y confiar en los jóvenes, porque les van a sorprender”. El miedo de la deportación, el peso de trabajar sin descansar, el rechazo y la creencia que uno/a no puede seguir sus sueños y ser activo en la Iglesia ya no son cosas que nos asustan. De ninguna manera dejaremos que se apague ese fuego, no solo por nuestro bien sino por los jóvenes que están en las periferias que aún no alcanzamos. Pido disculpas si ofendo a cualquier persona con lo que voy a compartir, pero tengo que decir que los jóvenes adultos presentes durante este proceso han confirmado que somos unidos y que trabajamos aún más fuertes que los adultos, y esto es algo que digo con orgullo. Hemos demostrado que ya no merecemos el título de ser “El futuro de la Iglesia” porque ¡somos el presente! Con esto, les imploro a todos ustedes apoyar y confiar en los jóvenes porque les vamos a sorprender y porque nosotros seremos el cambio que se necesita para hacer diferencia en esta Iglesia que Jesucristo mismo nos entregó. Cardona, 19, es feligresa de la Catedral Santa María de la Asunción, Trenton. Ella trabaja con el ministerio juvenil y canta en el ministerio musical de Getsemaní y más.