Monitor Magazine August 2020 issue

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El Anzuelo

En el Señor Jesús, caminamos en la verdad

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Imagen por Pixabay.com

de Trenton, le pueden brindar ayuda con la aplicación en caso de que se lo necesite. El señor Idowu cuenta que a muchos de los propietarios les gusta participar de este programa porque se van con la seguridad de que recibirán el pago del arriendo sin necesidad de involucrar abogados; de esta manera tanto el propietario como el arrendatario podrán tener un acuerdo, (contrato de pago) por escrito y no solo verbal y “bajo la mesa” como pasa mucho en la comunidad hispana. Como caso particular, Idowu compartió que conoció a una madre de familia, quien tenía un muy buen trabajo en el estado de Pennsylvania, alguien le contó sobre un trabajo en la ciudad de Trenton, al parecer mucho mejor del que tenía, ella lo dejó todo y se mudó para Trenton. A raíz de la pandemia, la compañía para la cual trabajaba cerró, se quedó sin trabajo y por poco pierde su casa. Ahora, gracias al programa de ayuda económica para personas sin vivienda, esta mujer puede diligenciar la aplicación y recibir la ayuda que ofrecemos. Como nota personal, el señor Idowu compartió que: “cada que hablo con estas personas en necesidad, me doy cuenta de que son iguales a mí; somos iguales”. Para más información sobre el programa económico para personas sin vivienda de Caridades Católicas de la Diócesis de Trenton, visite: catholiccharitiestrenton.org/services/ housing-food o llame al 1-800-360-7711.

odos conocemos bien el momento tenso entre Poncio Pilato y Extractos del mensaje del el Señor Jesús cuando Pilato OBISPO DAVID M. demanda “¿qué es la verdad”? después O’CONNELL, C.M. de la revelación del Señor Jesús: “He venido al mundo para atestiguar a la verdad” ( Juan 18: 37-38). Pilato no era el primero de lanzar esa pregunta y el Señor Jesús tampoco era el primer recipiente. “La verdad” ha sido el enfoque del estudio, investigación y debate de por la mayoría de la historia grabada. Los filósofos, teólogos, académicos, estudiantes, personas de fe, personas de ninguna fe se han cuestionado y discutido su significado por los tiempos. En algún momento, simplemente nos toca aceptar una idea o definición de la verdad y seguir adelante. Cuando yo estudiaba la filosofía escolástica en el seminario hace muchos años, recuerdo leer varias definiciones de la verdad. La que tenía más sentido para mí era de San Tomás Aquino en su Summa Teologiae (ST): “la verdad es conformar la mente a lo que existe en la realidad” (ST I.16.1). Hay dos partes de su definición: (1) lo que existe en la realidad – en otras palabras, lo que es; y, (2) conformar la mente, el intelecto, a él. Sin entrar en las reacciones de filósofos por los siglos, ambos por y contra, a esa idea de San Aquino porque a mí me parece tan obviamente correcto. Como cristianos católicos, creemos que no solamente las Sagradas Escrituras sino también la enseñanza y tradición de la Iglesia sean fuentes de la verdad revelada de Dios. Conocer la verdad, confiar en la verdad debe crear una diferencia en nuestras vidas. El Catequismo nos recuerda: En Jesucristo la verdad de Dios se manifestó en plenitud. “Lleno de gracia y de verdad”, él es la “luz del mundo”, la Verdad. … Seguir a Jesús es vivir del “Espíritu de verdad” que el Padre envía en su nombre y que conduce “a la verdad completa”. Jesús enseña a sus discípulos el amor incondicional de la verdad … El hombre busca naturalmente la verdad. Está obligado a honrarla y atestiguarla: “Todos los hombres, conforme a su dignidad, por ser personas [...], se ven impulsados, por su misma naturaleza, a buscar la verdad y, además, tienen la obligación moral de hacerlo, sobre todo con respecto a la verdad religiosa. Están obligados también a adherirse a la verdad una vez que la han conocido y a ordenar toda su vida según sus exigencias” (CIC 2466-2467). Por esto la Iglesia una, santa, católica y apostólica cree lo que cree, profesa lo que profesa, enseña lo que enseña, practica lo que practica; esto se conoce como “el depósito de fe”. Este “depósito de fe” en la Iglesia Católica incluye una declaración comprensiva de verdad(es) además de un equipo de enseñanzas y expectativas válidas basadas en ella con esta meta: guiar a los fieles cristianos católicos por “esa puerta estrecha” de que habla San Pablo. La verdad no es la verdad porque la creemos. La verdad es verdadera, creamos o no. Vivimos en tiempos confusos, tiempos de duda, tiempos de división en casi cada ámbito humano. Yo creo que, de vez en cuando, es importante recordarnos de que haya una verdad mayor que las opiniones y agendas que parecen dividirnos. La verdad es el Señor Jesús y su Evangelio. La misión de nuestra Iglesia es compartir esa verdad con el mundo. Para leer el mensaje del obispo O’Connell por completo, visite PecesdeTrenton.org. Agosto 2020    REVISTA EL MONITOR   23


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