espinas Numero II . Marzo 2012
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una dimensión eclesial y los ojos siempre en Vuestro Esposo. ¡Lo que les tenemos que Teresa se siente invadida por dentro y sumeragradecer por la maravilla de proclamar todos gida por fuera en la presencia de Dios: “Tenía los días las maravillas de Dios! yo algunas veces comienzo de lo que ahora dirá: acaeciame en esta representación que hacía Tras la muerte de la santa, acaecida en 1581, de ponerme cabe Cristo, y aún algunas veces llegan a Ávila los carmelitas descalzos proceleyendo, venirme a deshora un sentimiento de dentes de Duruelo, primera fundación mascula presencia de Dios, que en ninguna manera lina de la Orden, con la idea de establecer casa podía dudar que estaba dentro de mi o yo toda en la ciudad. Tras superar diversas dificultaengolfada en El” (Vida 10,1). Bajo esta expe- des adquieren los restos de la vivienda que hariencia profunda, junto a algunas de las mon- bía pertenecido a la familia de la Santa con la jas jóvenes de la Encarnación de Avila, en la idea de edificar la iglesia y el convento, para lo celda de Teresa, sueñan regresar a los Oríge- cual cuentan con el arquitecto carmelita nes, a aquella Fuente, a la pobreza, a la DES- Fray Alonso de San José, que elaborará unas trazas, a todas luces barrocas, pero siguiendo CALCEZ… tanto la estética de su tiempo como la tipología Pero la decisión le viene de lo alto: “Habiendo de la Orden. un día comulgado, mendema mucho Su Majestad lo procurase con todas mis fuerzas, hacién- Llegados a este punto debemos enlazar con el dose grandes promesas de que no se dejaría de inicio de estas líneas para expresar que el Conhacer el monasterio, y que se servicio mucho en vento y la Iglesia de Nuestra Señora de la Paz el, y que se llamase San Jose … y que Cristo de Daimiel responde plenamente, con las partiandaría con nosotras, y que sería una estrella cularidades propias del lugar, a esa estética, a que diese de si gran resplandor, que dijese a mi la tipología carmelitana nacida desde el auspicio de Santa Teresa; y llegado este instante confesor esto que me mandaba” (Vida 32,11). quisiera contestar a tantas personas que poNace el Carmelo Descalzo: “ …todas ocupanen en boca de nuestra visitadora el desprecio das en oración por los que son defensores de la por Daimiel y por los daimieleños cuando diIglesia, y predicadores y letrados … no es tiemcen que no siendo atendida como ella compo de tratar con Dios negocios de poca imporprendía el 14 de Febrero de 1575, lunes de tancia…. Estando encerradas peleamos por El”. Carnaval, día en el que hizo noche en nuestra (Camino de Perfección 1,2.5, 3.5). ciudad (para unos autores en una casa de la A esta gran aventura que nació el 24 de Agosto daimieleña calle que lleva su nombre y para de 1562 se une muy pronto Juan de la Cruz otros en las afueras, junto a la desaparecida también con grandes deseos de beber en la Ermita de la vera Cruz)se sacudió el polvo de Fuente del Monte Carmelo. Será el primero de las sandalias y, según algunos, apostilló que los descalzos y el mejor poeta y místico de la “De Daimiel ni el hombre ni la mujer, ni el polvo lengua castellana. si puede ser”. Pero el hecho cierto es que no Entre ambos conseguirán devolver a la orden tardó demasiado desde su visita en fundar en su carácter de oración y espiritualidad, aun- Daimiel otro palomarcito. Y de hecho alguno de que para ello se tuviera que producir la esci- sus biógrafos, como Bertoldo Ignacio, afirman sión de “los descalzos” durante el Capítulo Ge- que recibió buen trato y muchos objetos de una mesonera de Daimiel llamada Narcisa. neral de Cremona en 1593. Una de ellas es Teresa de Cepeda y Ahumada.
La reforma "teresiana" será el avance, el anun- Y así avanzamos hasta los días finales de junio cio, de la nueva tipología de vida cristiana que de 1599 (después de que el 7 de Enero de ese será propuesta luego por el Concilio de Trento. mismo año el general de la Orden, Elías de San Martín, aceptara la fundación) bajo el caLas monjas de la santa quieren vivir como la lor de justicia propio de La Mancha, ocho Virgen María, abiertas a la voluntad de Dios, monjas carmelitas descalzas, llegan a la villa proclamando su amor desde la clausura. Para de Daimiel. Proceden de los Conventos de San ello se alejan de la multitud del Convento de la José de Valencia ( Inés de San Agustín, María Encarnación, proponiendo Monasterios pe- de la Visitación, Isabel de la Visitación e Isabel queños donde se pueda vivir la fraternidad, no de la Concepción), de Villanueva de la Jara mas de 21 monjas, ocupadas en Oración, con (Elvira de San Angelo), de Cuerva (Francisca