Diario Castellanos 03 12 19

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EDITORIAL ENFOQUES

MARTES 3 DE DICIEMBRE DE 2019

Lo que nadie puede llevarse Claudio Zuchovicki Rafaela, Martes 3 de Diciembre de 2019

Con la verdad no ofendo ni temo Fundado por Francisco Peréz Torres y Juan B. Audenino el 7 de Setiembre de 1938. Director: Jorge Raúl F. Milia Es una publicación de: Agencia DC de Publicidad S.A. Propiedad Intelectual Nº 84.363 Adherido a ADEPA (Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas) y a ADIRA (Asociación de Diarios del Interior de la República Argentina)

La violencia recrudece en Chile Transcurridos más de 40 interminables jornadas de violencia, los hechos vandálicos, los incendios y una ola de constantes saqueos continúan apoderándose de Chile, aún a pesar de las importantes concesiones del gobierno de Sebastián Piñera frente a los reclamos sociales. Las calles y plazas son cruentos escenarios de los disturbios que enfrentan desde hace semanas las indiscutiblemente democráticas autoridades del país hermano, no solo en la ciudad capital, sino también en distintas regiones del país andino en las que se desplegaron escenas de inenarrable vandalismo. Las fuerzas de seguridad, presumiblemente agotadas por tener que actuar sin pausa y esforzadamente ante los constantes enfrentamientos y desmadradas protestas, están siendo objeto de críticas, entre ellas, de la organización no gubernamental Human Rights Watch (HRW). Como era de suponer, el clima de encendida violencia impacta sobre la economía chilena y el dólar se ha venido apreciando velozmente respecto del peso chileno, que ha perdido aquella atractiva fortaleza que lo caracterizaba. Chile, de ser aparentemente una nación que se modernizaba muy rápidamente, es hoy objeto de extendida y comprensible preocupación, dentro y fuera de sus fronteras. Por todo ésto, el presidente Piñera ha reconocido que "es momento de decir basta", sugiriendo que la paciencia de su gobierno está llegando a su fin. Compenetrado con su mandato específico

de mantener la paz social, el primer mandatario presiona al Congreso para que endurezca las leyes antiencapuchados, antisaqueo, antibarricadas y de resguardo de infraestructura crítica, de modo de reforzar la capacidad de las fuerzas del orden para asegurar la paz. No hay espacio para que las fuerzas políticas sean meras observadoras. La hora es ciertamente dramática y deben participar en el diálogo convocado por el gobierno con sinceridad y honestidad. Solo así se evitará el derrumbe colectivo que algunos, lamentablemente, pusieron en marcha. El diálogo es, por cierto, el camino irreemplazable que deben transitar todos los chilenos, sin demoras y con la dosis indispensable de buena fe y tolerancia por parte de quienes finalmente sean sus participantes. Sin olvidar que es cierto que quienes alimentan el terrorismo no actúan como generales en un ejército sino, mas bien, como productores de una interesada pieza teatral dramática o de un proyecto cinematográfico de similar naturaleza. Ante lo que sucede del otro lado de los Andes, nuestro país debe extender sin retaceos su mano a toda iniciativa pacificadora. Entre ellas, la de denunciar enérgicamente cualquier intromisión externa que pueda estar alimentando destructivos activismos. En este momento particularmente difícil de su historia contemporánea, confiamos en que los ánimos se serenen prontamente en la nación hermana. editorial@diariocastellanos.net

El desafío es crecer Por Dardo Chiesa – Presidente de CRA Argentina se enfrenta a un nuevo proceso político - socioeconómico. Variadas son las tensiones en las que debe darse el debate para encontrar la solución definitiva al crecimiento y desarrollo, que ponga fin a la marginación y la pobreza. Argentina debe generar exportaciones crecientes de alto valor agregado para proveer las divisas que el país necesita. El sector agroindustrial es por excelencia el motor que debe empujar este proceso aportándole a la mesa de los argentinos. Teniendo conciencia del impacto del precio como disparador de los procesos proactivos para el crecimiento, la inversión y la creación de empleos de

calidad, como así también, el impacto del precio de los alimentos, sobre todo en los segmentos más bajos o carenciados, es imprescindible armar una política agroindustrial exportadora que a su vez contemple el acceso a una dieta de calidad de todos los argentinos. El mundo recibe de la Argentina: carne vacuna, carne de cerdo, ovina, pollos, maíz, soja, harinas, aceites, vinos, jugos, limones, arándanos, ajo, cebollas, peras y manzanas, cerezas, lana y otros tantos alimentos y productos de alto valor agregado. A fin de evitar distorsiones de mercados, intervenciones y/o manipulaciones que solo llevarán a la destrucción de valor del sector productivo, desde CRA ponemos todo nuestro compromiso para encontrar la estrategia adecuada, que encamine a la Argentina a ser un país próspero para todos.

"Todo pasa", decía una especie de padrino de nuestro país. Pero hay formas de actuar que quedan muy arraigadas en nuestra sociedad, como una típica profecía autocumplida, que ni el tiempo ni el viento logran llevarse. En el mundo de las inversiones, hay una matriz decisoria que se repite constantemente. Nuestra forma de pensar en el corto plazo destruye las posibilidades de largo plazo. En términos financieros lo resumiría diciendo que "la especulación mata a la inversión". Hay momentos en la vida financiera en la que una persona tiene que tomar decisiones de largo plazo, decisiones estratégicas que pueden terminar cambiando el rumbo de nuestro destino económico. Y solo el tiempo va diciendo luego si las decisiones fueron correctas o no. El actual no es uno de esos momentos, entendiendo por tal el período que va hasta el 11 de diciembre o hasta el día en que conozcamos el plan económico del próximo gobierno y los nombres de sus ejecutores. No tiene mucho sentido especular sobre el largo plazo. Por eso, propongo repasar las cosas que ni con el nuevo gobierno, ni con el paso del tiempo, ni con el viento, van cambiar. 1) Dejamos de ser una tierra de oportunidades para convertirnos en una tierra de oportunistas. Esto ya no solo pasa aquí, sino en casi todos los países. El oportunista no vive de la inversión de largo plazo o de la planificación ordenada. Al contrario, necesita un mar revuelto. 2) En el mundo financiero hoy gana el más rápido y no el más grande. Hay una famosa fábula en la que dos cazadores están solos en la selva y ven que se acerca un león gigante; entonces uno le dice al otro: "Tenemos un problema. El león es más rápido que nosotros". A lo que el otro responde: "No. El verdadero problema es saber quién es el más veloz de los dos porque va a agarrar solo a uno". 3) Es importante entender que los ciclos del inversor no cambian; siguen los impulsos emocionales que pasan del pánico bajista a la euforia alcista sin escalas. La televisión, internet, la radio y las redes sociales han acelerado la forma de comportarnos en los mercados. Se potenciaron los procesos, pero no cambiaron sus fundamentos. Esto sigue igual: ni el tiempo, ni el viento lo transformó. ¿Alguna vez se preguntó por qué una crisis nos sucede en el mejor momento? Es que cuando a uno le va bien no quiere cambiar, no tiene por qué. Es más, uno pierde el miedo e insiste con más de lo mismo. Para ejemplificarlo se me ocurre un cuento de Nasim Taleb (autor de El cisne negro). El autor narra un reportaje que le hace a un pavo (de esos que se comen en Navidad) un 24 de diciembre. "¿Cómo se siente, señor Pavo?", le pregunta. "Genial - responde él-. Vivo en el mejor de los mundos, todos me dan de comer, me decoran, los niños no me pueden tocar, me suavizan con cremas, hasta me dedican canciones. ¡¡¡Este año pinta de maravillas!!!". Busquen al Pavo un día después... Muchas veces el problema no es el cambio de tendencia, sino la velocidad con la que avanza tal cambio. Un comerciante tiene un local atendido por él mismo y le va genial. Conoce a todos sus clientes y proveedores y tiene un manejo absoluto de su negocio. Se convierte en un empresario muy eficiente. Para bajar sus costos fijos, abre otro local atendido por su hijo y eso mejora la situación, porque hay otra boca de expendio y con casi los mismos costos. Abre un tercero, un cuarto local... Llega a un décimo local. Todo es una fiesta. Pero cuando viene una de las recesiones típicas de nuestro país, cae la facturación y la situación lo encuentra casi sin ventas y con 150 empleados; además, ya no

conoce a todos sus clientes ni a todos sus proveedores, ya hay cheques que les vienen de vuelta y unos costos fijos que lo llevan al borde del knock out en pocos meses. Construyó un imperio en diez años y se le evaporó solo en un par de meses. Así es el ciclo típico de una pyme argentina que se esfuerza por dejar de ser pyme. Esto sigue igual: ni el tiempo ni el viento lo transformó. 4) No se puede dejar de ser lo que uno realmente es. Tarde o temprano aflora la verdad (vale recordar el cuento del escorpión y la rana al cruzar el río). Pasa con nuestros dirigentes políticos, sindicales y empresariales. Y pasa en las finanzas también. El defaulteador de su deuda, tarde o temprano vuelve a no honrar su palabra. Cuenta la historia que un magnate del petróleo llega a las puertas del cielo y cuando se encuentra con San Pedro, le dice a que se dedicaba y el santo le contesta: "Vaya, lo siento. Parece que cumples con todos los requisitos para entrar al cielo, pero hay un problema. ¿Ves esa hoja? Es el listado con las plazas libres para magnates del petróleo y está llena, no cabe ni uno más". Entonces, el magnate se pone a pensar y le dice: "¿Te importaría si les hablo a los magnates?". Como San Pedro no se opone, se dirige adonde están todos y les cuenta que se descubrió petróleo en el infierno. Inmediatamente estos dejan lo que estaban haciendo y salen corriendo hacia allí. San Pedro, impresionado, le dice: "¿Sabés? Fue un truco muy bueno. El sitio es tuyo, hay espacio de sobra ahora". Entonces el magnate mueve su cabeza y agrega: "No. Si no te importa, creo que voy a ir detrás de ellos. A fin de cuentas, debe de haber algo de cierto en el rumor. Nadie deja de ser lo que es: esto sigue igual, ni el tiempo ni el viento lo transformó. El Estado cobrando impuestos parece que tampoco puede dejar de ser lo que es: voraz. El que decide invertir en el país, ahorrar en deuda estatal, invertir en empresas argentinas, en propiedades, es el que siempre tiene que pagar las cuentas que van dejando las administraciones públicas. Hace unos días alguien exponía en Twitter que tenía un departamento de US$ 80.000. Pagaba de Bienes Personales cerca de $ 25.200 al año. Eso representa tres meses de alquiler, que se los lleva el Estado; no lo recibe el que arriesga. Además, paga impuestos inmobiliarios y municipales que ahora ajustan mensualmente por inflación, pero ellos deben pactar la renta anualmente. Al final, el propietario resultó ser inquilino del Estado. Esto sigue igual, ni el tiempo, ni el viento lo transformó. Luego de tantas historias que se repiten, algunas conclusiones: *Se puede ser inversor de corto plazo comprando mercaderías, acciones y bonos, porque la expectativa de alguna mejora es más importante que el poder de autodestrucción. Pero cuidado con el largo plazo, porque finalmente formamos una sociedad donde lo importante es ir rápido y no lejos. Porque armamos un país óptimo para oportunistas. *Se puede ser inversor de corto plazo, porque los precios de nuestros activos están muy baratos comparados con nuestra historia y con los países de la región; esto simplemente porque el mercado descontaba tragedia y finalmente será solo una gran recesión más. Pero cuidado con el largo plazo, porque no aprendimos que la verdadera distribución justa se hace generando más riqueza y no sacándole a unos para darle a otros. Una vez, el dueño de un teatro del interior le dijo a un actor de amplia trayectoria -que con tres actores más (Continúa en pág. 10)


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