blanco. La noche en que, en la soledad de la árida tierra roja,
cualquier viajero que se aventura en la tierra del hombre-creador, del
Israel luchó con el ángel (¿o tal vez haya sido la inspiración?) es
hombre-dios, hacia la montaña Sion de la creación humana. Al subir
el momento del nacimiento de la humanidad creadora y cons-
el Sion de Martínez, descubrimos en sus vertiginosas alturas el más
ciente. Es la noche de Héctor Martínez y, a la luz de la alborada,
simple de los objetos: un espejo. Pero hay que subir el sendero más
el nacimiento está terminado y el escritor-guerrero recibe un
abrupto hasta el fin para poder encontrarlo.
nuevo nombre-título: Pentágono. Héctor Martínez Sanz nos invita a una incursión en el pensamiento de Escribir sobre el autor de este libro, por conocerlo personalmen-
estos creadores, a un descubrimiento sutil de las referencias de estos
te, es una tarea, si no incomoda, por lo menos difícil, debido a su
monstruos sagrados del arte y de la cultura universal. Si Sócrates nos
personalidad compleja. Héctor Martínez es filósofo, poeta, escri-
incita a que nos conozcamos a nosotros mismos, Héctor Martínez
tor, crítico de arte, poseedor de una inteligencia lúcida capaz de
Sanz, con base en una armoniosa estructura filosófica personal, nos
marcar para nosotros las “escaleras” que subieron los miembros
llama a que conozcamos a los que han logrado subir hasta la cumbre
del Pentágono hasta alcanzar la apoteosis de los dioses, pero
del genio humano. Después de haber recorrido la radiografía del pen-
también de un espíritu romántico y de un talento nato como con-
samiento de estos cinco grandes hombres, descubrimos con asombro
tador de historias. Héctor Martínez es un escritor de contrastes,
nuestra propia esencia: “y habiéndose quedado Jacob solo, estuvo
uno de los pocos que logran escribir un ensayo con un ritmo
luchando alguien con él hasta rayar el alba.” (Génesis 32:24)
capaz de mantener alerta el interés del lector, a veces adornado con flores de sensibilidad poética, ejemplos de pensamiento lúcido y armonías épicas.
Prólogo al libro “Pentágono” de Héctor Martínez Sanz, Niram Art Editorial, Madrid , 2010
En “Pentágono”, Héctor Martínez nos revela un alma de novelista, nos cuenta una historia, una parábola, mejor dicho, con cinco personajes. “Érase una vez” podría ser el mejor comienzo, “érase una vez un artista, un filósofo, un poeta, un dramaturgo y un historiador”. El cuento fluye suavemente, las frases son despeja-
aportan una calurosa sensación de intimidad al tono de la narración. Se trata de un cuento con héroes, con dioses, con seres humanos como tú y yo, lector. Hasta podría decir que es un libro de aventuras. Paso a paso, conocemos a pájaros que son inmortalizados en el vuelo, a un héroe que subió hasta las cumbres del desespero, a una cantante calva y a un joven que juega recortando y reordenando palabras o a un mago que se propone
De Chirico: El Poeta y su musa, 1925
das, el ritmo ágil está puntuado con impresiones personales que
estudiar a todos los dioses de los hombres. El libro “Pentágono”, lejos de ser un ejercicio del estilo ensayista, es una guía para
11