Cuentos para convivir
ZONA DE CONFLICTO La zona de los pelusillas estaba siempre llena de pelos. Los pelusillas eran holgazanes y no les gustaba recoger sus pelusas. Las casas se iban llenando de hebras sueltas, se hacían motas de polvo con pelo en los rincones y aquello a los pelusillas ni les daba asco ni les importaba. El pelo llegaba hasta la calle, y era peligroso si alguien se enredaba con un mechón suelto, sobre todo para los zigotos que podían quebrar sus caras de huevo muy fácilmente. Cuando pasaban por allí los neutrinos se hacían los desentendidos. Miraban por arriba, miraban por abajo y les daba lo mismo pisar pelos. Los neutrinos pasaban por locos volátiles. Pero no ocurría lo mismo con los zigotos. Los zigotos mutantes eran un poco poetas, un poco soñadores, y siempre estaban muy atentos al paisaje y sus alrededores. Para ellos caminar con los brazos abiertos era como respirar aire puro en una montaña. Por eso les 11