BOLETÍN MENSUAL DE LA ORDEN MÍNIMA FRANCISCANA

Page 3

Cuando meditamos en los sufrimientos de Nuestro Señor, es esencial recordar que su Pasión física no comenzó en la Última Cena ni en el Huerto de los Olivos, sino en el momento de su Encarnación en el seno de María Santísima. Después de Nuestra Señora, nadie estuvo más íntimamente unida a la Pasión del Salvador que San José. Con razón la fiesta de este glorioso Santo siempre cae en el corazón de la cuaresma. La pasión de San José incluye una larga y dolorosa cadena de sucesos, y aunque no fue la voluntad de Dios que presenciara el sacrificio sangriento de la Víctima Divina en el Calvario, desde la Encarnación, comenzó su pasión.

La Prueba de San José Contraídos los desposorios entre María Santísima y José, pusieron su vivienda en Nazaret, y ahí fue donde el Arcángel San Gabriel se apareció a la Virgen Madre y el Verbo Divino se cubrió de nuestra carne. San José, al reflexionar que su esposa había concebido por virtud del Espíritu Santo, sintiose acosado de aquellas angustiosas du-

das, que le sumían en un mar de tristeza. El motivo fue su profundísima humildad, que le hizo tenerse por indigno de ejercer derechos de esposo sobre tan excelsa Señora y de hacer oficios de padre para con el Hijo Divino, que había Ella de dar a luz. En aquellos tiempos se consideraba como próxima la venida del Mesías y no lo podía ignorar nuestro Santo, adornado, según San Francisco de Sales, de mayor sabiduría que Salomón sobre todo en la ciencia de los santos, constando por las profecías de aquel tan suspirado acontecimiento. Había llegado ya la plenitud de los tiempos señalados para el nacimiento del Deseado de las Naciones. Veía San José a su esposa en cinta, y le constaba que era castísima; y porque había leído: “Nacerá una flor de la raíz de Jesé”, de la cual sabía que María había brotado, y porque había leído también: “He aquí que una Virgen será madre”, por esto no desconfiaba que esta profecía se había de cumplir en su virginal consorte. El Omnipotente, que dispuso que su Madre se desposara con San José, para que nadie, ni remotamente pudiera desconfiar de su íntegra y casta vida, no


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.