Del mismo modo, muchas veces los ingenieros funcionan como productores, pero nadie quiere admitirlo, porque si así lo hicieran, los ingenieros podrían exigir más dinero, regalías y beneficios por los discos. La verdad es que cualquiera que tome algún tipo de decisión con respecto a la calidad de algún aspecto de una sesión de grabación está, al fin de cuentas, produciendo. El trabajo del productor es uno de los más importantes dentro del proceso de grabación. Por lo tanto, es el mejor pago. Si Bob Ezrin fuera a producir el próximo disco de Pink Floyd, el sello discográfico probablemente le pagaría por adelantado una considerable cantidad de dinero, mucho antes de que siquiera ingresara al estudio. ¡Es posible que haya ganado una suma de siete cifras por el último disco que les produjo! Es sabido que Quincy Jones también ganó muchísimo dinero. Se estima que recibió una cifra superior a los 10 millones de dólares sólo por el álbum de “Thriller”. Es más que seguro que si como productor logra un Top Ten tendrá dinero de por vida. En cambio, la mayoría de los ingenieros no recibe ninguna regalía por realizar su trabajo: sólo cobra una tarifa fija por hora. Eddie Kramer probablemente ganó 35 dólares por hora como ingeniero de la mayoría de los temas de Jimi Hendrix. EL PRODUCTOR EJECUTIVO El productor ejecutivo (PE) es el responsable de la financiación del proyecto y puede también serlo de su organización. Inclusive puede encargarse de contratar a un músico o a un productor ingeniero. Quien disponga de capital suficiente a menudo financiará un proyecto con sus propios recursos. En tal caso, el PE estará convencido de que tanto el artista como el producto bien valen la inversión de tiempo y dinero, y tendrá como único propósito cosechar los beneficios de las ventas y obtener un considerable retorno de su inversión. No hay que confundirse: se trata de un negocio. Esta clase de PE también puede administrar el presupuesto y el tiempo. Otro tipo de productor ejecutivo es el portavoz de una compañía discográfica o de un grupo de inversores que financian proyectos. Esta especie de productor además es responsable de manejar los presupuestos y, ocasionalmente, los tiempos de todo el proceso. Por lo general, su objetivo principal es velar por los intereses de la compañía. El problema más común surge cuando quien financia el proyecto no tiene sentido estético de lo que el arte, con mayúsculas, significa. El peor de los casos se presenta cuando se tiene a un productor ejecutivo que sabe poco o nada de música pero que quiere dirigir el resultado creativo sólo porque es quien lo paga. Este tipo de productor cree que el hecho de financiar el proyecto le da derecho a tener todo el control. Por supuesto, esto puede ser una pesadilla, especialmente cuando el productor sabe sólo lo suficiente como para convertirse en una amenaza. Entonces, comenzará a decir cómo deben ser las cosas sin poseer la experiencia necesaria como para tener una perspectiva de todas las posibilidades. Este tipo de productor no sólo sabe muy poco de música, sino que también carece de las habilidades diplomáticas que son tan importantes para lograr una producción efectiva. Esto no significa que los PE no tienen sentimientos. En realidad, algunos de ellos pueden llegar a tener gustos artísticos muy refinados. Es importante conocer al PE tanto como sea posible. Si tiene la oportunidad, trate de establecer una relación cercana. Muchas veces llegar a conocer qué piensa su PE le permitirá crear un vínculo más fuerte que lo ayudará durante los tiempos difíciles. Además, al conocerlo sabrá cómo reaccionará si alguna vez tiene que ponerle límites. Si en cambio es usted quien funciona como productor ejecutivo y tiene determinados deseos, es mejor que, desde un principio, los manifieste por escrito. De esta manera evitará futuras confrontaciones que pueden ser desagradables. Y lo cierto es que, como veremos más adelante, si tiene una sensibilidad estética refinada, pagar por un proyecto puede ser una opción para obtener su primer trabajo como productor. Además, muchos propietarios de estudios, se valen del tiempo del estudio como un atractivo para obtener un trabajo. Por algún lado siempre se empieza.
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