Cuentos para el Andén Nº70

Page 10

andéndos

La novia de Drácula Óscar Sipán

«Siempre hace falta un golpe de locura para desafiar un destino». Marguerite Yourcenar

DE no ser una mujer reservada, en el barrio todos la hubiesen conocido como «la novia de Drácula». Un amigo de un amigo me puso en contacto con un tipo que podía proporcionarme ciertos documentos que incriminaban a un político local en la contratación, previa comisión, de nueve depuradoras de agua en la provincia de Zaragoza. No quiso contarme nada por teléfono, quedamos en vernos en su casa. El periodismo de investigación es lo más parecido a una jaula de monos: huele mal porque está lleno de mierda. El confidente vivía a las afueras, cerca de las vías del tren, en un bloque de viviendas de protección oficial. Era la típica casa sin ascensor, de cinco plantas y ladrillo caravista, que se construía a finales de los años cincuenta del siglo pasado; la placa del Instituto Nacional de la Vivienda con las flechas franquistas así lo atestiguaba. Subí hasta el último piso con la firme promesa de abandonar el tabaco, pero deseché la idea y encendí un Camel. Nervioso, paladeando la futura noticia, llegué con diez minutos de antelación. Llamé a su puerta, nadie contestó. Decidí esperar sentado en las escaleras, fantaseando con terminar esa novela que me sacaría del agujero triste de la redacción del periódico y me devolvería el optimismo, la candidez, la primera juventud.

10