Cuba Sindical Año 3 - Numero 6

Page 25

CRÓNICA DE UN CHANTAJE ANUNCIADO } VÍCTOR MANUEL DOMÍNGUEZ

de trabajo, arbitrariedades y violaciones sindicales y administrativas, en un contexto donde todo está prohibido. Ningún trabajador puede portar un cartel con demandas individuales o colectivas; convocar a una huelga, crear un sindicato no afiliado a la CTC oficialista; o siquiera exigir su derecho a no ser comparsa en un carnaval ideológico donde los trabajadores son los tamboreros. En medio de un caos que amplía y profundiza su alcance con el cierre de empresas, la extinción de subsidios y estímulos, la cesantía de más de 1 millón 300 000 trabajadores (iniciada en el 2010 y prevista para concluir en los próximos cinco años), no se concibe un desfile que no exija reivindicaciones obreras. Los cantos a la estabilidad laboral, el pleno empleo y otras supuestas conquistas enarboladas por más de cincuenta años se apagaron con el surgimiento fortuito del timbirichismo de los trabajadores por cuenta propia, lanzados a subsistir en un mercado medieval sin un comercio mayorista que lo sostenga. Nadie puede vivir de rellenar fosforeras, forrar botones, chapear hierbazales, desmochar matas de palmas, vender pan con jamón, ni siquiera con el alquiler de habitaciones, entre otros empleos de consuelo autorizados a ejercer de forma privada. Además, la pequeña empresa es un mito insostenible por la falta de voluntad política, recursos financieros,

estructuras e insumos que dan continuidad a la decadencia y preludian la caída del régimen. La sindicalización de miles de cuentapropistas que vieron desaparecer su empleo en el sector oficial en los últimos años, demuestra que a los trabajadores cubanos los compulsa el miedo. Si el sindicato que hoy les exige afiliación es el mismo que ayer no los defendió del despido o la racionalización del puesto de trabajo, ¿cómo confiar en él? ¿En qué cabeza cabe integrarse a un sindicato que fue copatrocinador de su desempleo junto a las organizaciones políticas del centro? ¿Hasta qué punto conceder su defensa a quien, siempre que las autoridades quieran, los considerarán culpables? Si los trabajadores cubanos se afilian es sólo porque las leyes draconianas que a veces se aplican en el país pueden revocarles el derecho al empleo, o las licencias para trabajar por cuenta propia. Si marchan, es por temor a perder la única posibilidad de sustento en un país bajo un sistema social que les prometió la luna y los dejó en el pantano. Mientras en Europa millones de desempleados se indignan y ejercen su derecho a decir no a los recortes sociales o exigir un empleo, miles de cubanos que desfilan presuntamente con todo garantizado, sueñan con ser ciudadanos de un país europeo. (Cuba Sindical). ◊

CUBA SINDICAL

25


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.