SOCIEDAD
Jueves 8 de marzo de 2018
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Fotos Crónica / Juan LOW
El reclamo insistente en barrio Máximo Abásolo que no encuentra una respuesta definitiva
Una plaza rodeada de lodo y basura La desidia y el abandono se apoderaron de la plaza Hernán Soto en el barrio Máximo Abásolo, donde una vez más, una pérdida de agua rodea el espacio público que recuerda al niño desaparecido hace 21 años en Comodoro Rivadavia, que residía a pocos metros de allí. Cuenta con unos pocos juegos infantiles que no pueden ser disfrutados porque los chicos se encuentran impedidos de llegar por las dos grandes lagunas que flan-
quean la plaza. Tanto por la avenida Bruno Pieragnoli como por Rucci, es imposible acceder a la plaza. Solo la calle Porcel, contraria a la primera, se encuentra parcialmente despejada del líquido contaminado. Además del agua sucia y del barro, grandes cantidades de residuos quedan “pegados” en la insalubre pérdida. Principalmente bolsas, pero también otros envases volátiles flotan entre el lodo. La situación es histórica:
no solamente hace un par de meses este mismo medio informó sobre el reclamo de los vecinos, sino que año a año, lo que fuera una plaza fue empeorando hasta convertirse casi en un basural. En ese sentido, quienes viven en ese sector del Abásolo solicitaron hasta el cansancio a las autoridades que se destine una cuadrilla para limpiar el espacio “verde” que en realidad es gris, porque solo es atravesado por unas sendas de cemen-
to. A eso se suma la pérdida de agua que cada tanto la Sociedad Cooperativa Popular Limitada se encarga de reparar, pero que en realidad no se termina de recomponer. Como resultado, no solo las familias no pueden disfrutar del espacio público sino que además, todo el sector se transforma en un obstáculo para los peato-
nes que pasan por el lugar. Los vecinos del lugar dijeron estar cansados de reclamar una solución definitiva
que, además del mal estado de la plaza, provoca serios inconvenientes para la transitabilidad del barrio.