La divina comedia dante alighieri

Page 33

me dijo: No temas, que nuestro paso nadie impedirlo puede: del tal nos fue dado. Mas aquí espérame, y el espíritu perdido conforta y alimenta de esperanza buena, que no te dejaré en el mundo bajo. Y así se va, y allí mismo me abandona el dulce Padre, y yo quedé en la incierta duda, que el si y el no en la mente me combaten. Oír no pude lo que a ellos dijo: mas no estuvo con ellos mucho tiempo, que adentro todos a seguro se metieron. Cerraron nuestros adversarios las puertas ante el pecho de mi Señor, que quedó afuera, y volvió hacia mi con lentos pasos. Bajos los ojos y las cejas sin osadía llevaba, y entre suspiros decía: ¿Quién me ha negado a las dolientes casas? Y a mí medijo: Tú, porque irritado me ves no te inquietes, que venceré la prueba, fuese quien fuese el que la prohibición opuso. Esta insolencia no es nueva que ya la usaron ante una secreta puerta que aún sin cerradura se encuentra. Sobre ella has visto ya la escritura muerta: Pero más acá de ella descendiendo el camino, viene por los círculos sin escolta, uno por quien se nos abrirá la puerta. Canto IX

www.FreeLibros.me


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.