Cuevas de Marchal. Memoria del Tiempo Las cuevas de Marchal son testigos y memoria del tiempo. Tiempos duros donde las familias a golpe de pico, de azadón, hacían su casa en los taludes arcillosos que rodean el pueblo, creando un conjunto singular, mágico y vivo que aun se conserva.
la lumbre se hablaría del campo, de como vendría la cosecha, del tiempo, de las cosas que sucedía en cada pueblo y también - sin duda - se contarían historias que los niños atenderían curiosos y sorprendidos y así, día a día, con más faltas que abundancia, pasaba el tiempo en esta tierra que siempre ha sido dura, a la vez que bella, para vivir.
Tiempos donde la cueva se ampliaba, según las necesidades de cada familia, ...un dormitorio más, una alacena, un nuevo espacio ganado a la tierra. Cada cueva es memoria del tiempo, nos dice todo de sus moradores, como vivían, como pasaban la vida en lo profundo de la tierra y queda reflejado en las chimeneas donde se hacía la comida, donde en torno a
Utensilios tradicionales que aun se conservan y usan en muchas casas-cueva
Distintas estancias de una cueva tradicional en Marchal
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Alacenas, pesebres, columbarios, bazaretas, arcos de tierra que nos llevan de una estancia a otra. En las cuevas se conserva la memoria del tiempo, muchas veces en simples alcayatas, en clavos que penden de las paredes, donde otrora hubo algún utensilio de cocina, algún almanaque, quizá algún santo al que pedir.