El Plan se basa en una serie de consultas realizadas entre 2015 y 2016 con representantes de los
Pueblos Indígenas, academia, medios de comunicación y cooperación internacional, en las que se
identificaron los principales problemas y acciones para su resolución.
Además, se enmarca dentro de lo acordado en la Conferencia Mundial de Pueblos Indígenas,
celebrada en 2014, en el sentido de avanzar en la formulación de planes nacionales a través de
esfuerzos participativos, amplios y concretos. Se inscribe por tanto en los esfuerzos que a nivel
global se han estado realizando derivados de la suscripción de la Declaración sobre los Derechos de
los Pueblos Indígenas de 2007.