Confelanyd revista

Confederación Latinoamericana y del Caribe de Nutricionistas

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Enfoques de aprendizaje y rendimiento académico en estudiantes universitarios.

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Características de la alimentación consideradas como factores de riesgo del cáncer de próstata en hombres adultos residentes en Costa Rica.

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¿ La tendencia de recién nacidos macrosómicos va en ascenso en el Uruguay?

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Desarrollo y evaluación de la aceptabilidad de barras de cereal con agregado de fitoestrógenos.

Nro. 1 - Diciembre 2014

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Índice Nro. 1 - Diciembre 2014

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Enfoques de aprendizaje y rendimiento académico en estudiantes universitarios.

Esta 1a. Edición estuvo a cargo de la Asociación Uruguaya de Dietistas y Nutricionistas, entidad responsable de presidir la Confederación Latinoamericana y del Caribe de Nutricionistas, CONFELANYD, en el período 2012 – 2015.

Edición semestral Año 1, No 1 Diciembre de 2014 ISSN: 2393-5987 Presidente CONFELANYD: Lic. María Rosa Curutchet M.Sc | Coordinación de la Publicación: Lic. Sofía Verdier | Comité Editorial: Lic. Maritza Castro (Costa Rica); Dra. Marina Laura Wallinger (Argentina); Lic. Joseline Martinez (Uruguay); Lic. Zenia Toribio (Uruguay) | Colaboración especial: Lic. Beatriz Agazzi | Diseño y realización: Carla Del Pup | Secretaria Administrativa: Adriana Arrozagaray

AUDYN Asociación Uruguaya de Dietistas y Nutricionistas Duvimioso Terra 1880, Montevideo.

Tel +598 24025101

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Características de la alimentación consideradas como factores de riesgo del cáncer de próstata en hombres adultos residentes en Costa Rica.

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¿ La tendencia de recién nacidos macrosómicos va en ascenso en el Uruguay?

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Desarrollo y evaluación de la aceptabilidad de barras de cereal con agregado de fitoestrógenos.

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Índice de autores

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Requisitos de publicación

Carta de bienvenida Ponemos a vuestra disposición este primer número de la Revista Electrónica de la Confederación Latinoamericana y del Caribe de Nutricionistas y Dietistas -CONFELANYD. Esta es una revista escrita por Nutricionistas, que tiene como principal objetivo contribuir a la difusión de investigaciones y experiencias de trabajo en todos los ámbitos del ejercicio de la profesión, en el entendido de que ampliar nuestras redes de comunicación nos fortalece como Confederación y nos enriquece como Profesionales.

Esta publicación ha sido editada por la Asociación Uruguaya de Dietistas y Nutricionistas-AUDYN, como entidad responsable de presidir la CONFELANYD durante el período 2012-2015 y tendrá una frecuencia semestral.

En esta oportunidad, encontrarán artículos de autores de Argentina, Costa Rica y Uruguay en diversos temas y que fueran propuestos por las organizaciones que integran CONFELANYD en cada país.

Invitamos a los Nutricionistas de Latinoamérica y el Caribe a proponer sus trabajos para futuras ediciones.

Deseamos que esta publicación sea de vuestro interés, les enviamos un cálido saludo desde Uruguay, María Rosa Curutchet Presidente de Confelanyd

Enfoques de aprendizaje y rendimiento académico en estudiantes universitarios.

Autora: Witriw, Alicia Magdalena.

Lic. en Nutrición.

Magíster en Educación.

Profesor Titular de Evaluación Nutricional, UBA. Nombre de la Institución donde se realizó el trabajo: Escuela de Nutrición, Universidad de Buenos Aires, Argentina.

Correo electrónico de la autora awitriw@gmail.com Dirección: La Pampa 2679, 7ºB (1428EAU) - CABA Télefono: 4706-3095/ 15-33414481 Este trabajo es fue publicado en la Revista Argentina de Educación Superior. Año 6, Nº7, noviembre 2013.

Palabras clave: Enfoques de aprendizaje. Intensidad de enfoque. Alumnos universitarios.

Resumen: Con el objeto de conocer los enfoques de aprendizaje y su intensidad

utilizados por los alumnos durante la carrera de Licenciatura en Nutrición de la UBA y relacionarlos con el rendimiento académico (promedio final de la carrera), es que se propuso el presente estudio.

Material y Métodos: Fueron evaluados 85 alumnos del último año de la carrera que realizaron la encuesta voluntaria y anónima. El estudio fue transversal y correlacional. Se aplicó el cuestionario diseñado por Biggs traducido y validado al contexto español por Saucedo y col.(R-CPE-2F). Se aplicó el Test T, la R de Pearson y el alfa de Cronbach para medir la fiabilidad del instrumento.

Resultados: La mayoría de los alumnos adoptó un enfoque de aprendizaje profundo (92.9%). Sin embargo, dos estudiantes (2.35 %) utilizaron ambos enfoques por igual y cuatro de ellos, (4.70 %) el enfoque superficial .En relación a la intensidad del enfoque, el 45.9% adoptó el enfoque profundo con intensidad Media, el 43.5% a intensidad Baja y el 3.5% intensidad Alta. La relación entre los enfoques empleados, el promedio final de la carrera y la intensidad del enfoque no ha mostrado correlación. Los alfa de Cronbach resultaron similares a los descriptos por Biggs.

Conclusiones: A pesar que el 92.9% de los alumnos adoptó un enfoque profundo de aprendizaje solo el 3.5% lo hizo con una intensidad alta. Se sugiere aplicar este instrumento para evaluar los diferentes enfoques y su intensidad en las áreas de formación profesional: Básica, Clínica y Gestión-Alimentos que conforman la curricula.

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Introducción El principal desafío para la educación en las profesiones relacionadas con la salud en el siglo XXI reside en la contribución por parte de las instituciones educativas, a la prevención, promoción y mantenimiento de la salud de la población.

La Universidad cumple un rol sumamente importante para lograr esos objetivos. Desde la integración de los conocimientos, la incorporación de estrategias que permitan una adquisición suficiente de las competencias propias del ejercicio profesional, el empleo de nuevas técnicas y recursos educativos, hasta la utilización de métodos de evaluación adecuados al caso y a una enseñanza con objetivos redefinidos en función de las nuevas circunstancias. En el proceso evaluativo hay que considerar no solamente el alumnado, sino también al docente y la propia curricula de la carrera. (Núñez-Cortés, 2010) A pesar del trabajo que se realiza en forma continua, teniendo en cuenta la articulación de esas variables, se suele observar, un logro dispar en el aprendizaje de los alumnos. Esta disparidad en los conocimientos alcanzados, se manifiesta en que mientras unos son capaces de resolver con soltura y eficiencia determinadas situaciones teóricas propias de las disciplinas de base, existen otros que llegan al final de la carrera con escasos recursos teóricos para desempeñarse eficazmente.

Esta conducta puede ser el resultado de causas multifactoriales, como ser las dependientes del alumno, del entorno, del medio educacional u otras, pero la resultante es la presencia de alumnos que al final de la carrera muestran un aprendizaje diferente.

Mientras unos adquieren conocimientos de manera superficial, existen otros que en el mismo medio educacional adoptan los conocimientos de una manera profunda.

Por considerar la importancia de saber cómo piensan los alumnos o como conceptúan los diferentes fenómenos en el contexto de aprendizaje, para realizar modificaciones factibles y tendientes a mejorar el contexto de aprendizaje, es que se plantearon los siguientes objetivos: Valorar los enfoques de aprendizaje utilizados por los alumnos durante la carrera de Licenciatura en Nutrición de la UBA y relacionarlos con el rendimiento académico (promedio final de la carrera). Categorizar la intensidad del enfoque elegido por los alumnos durante la carrera y relacionarlo con el rendimiento académico (promedio final).

Antecedentes sobre el estudio de los enfoques de aprendizaje A partir de las investigaciones pioneras de William Perry (1968) se han desarrollado diferentes líneas de investigación sobre el tema, con diferentes modelos y dando lugar a distintas escuelas, con perspectivas diferentes, pero con un objetivo en común: conocer en el ámbito universitario, las diferentes formas que tienen los estudiantes de enfrentarse a las diversas situaciones de aprendizaje y su relación con el rendimiento académico.

Algunos estudios se han focalizado en investigar las concepciones personales sobre el aprendizaje desde el procesamiento de la información, desde la intencionalidad del alumno o desde el contexto que lo determina.

Dentro de estas perspectivas se mencionan las investigaciones del grupo de Marton y Säljö, en Suecia; del grupo de Entwistle y Ramsden en Gran Bretaña y Biggs en Australia.

Basado en la teoría de las conductas de

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estudio, Biggs (1987a,1987b) propone una interpretación de cómo los estudiantes actúan en situaciones de aprendizaje, considerando sus estrategias de codificación y sus sistemas de autorregulación. La estrategia de codificación de un estudiante en un contexto de aprendizaje, o de la institución como un todo, está representada por sus motivos (obtener una calificación, perseguir intereses académicos, obtener notas más altas, o cualquier otra combinación de estas). Los sistemas de autorregulación de un estudiante están representados por sus estrategias adoptadas (reproducir un contenido limitado, etc.) (1987a,1987b). Para valorar los enfoques de aprendizaje utilizados por los alumnos, Biggs (1978) sugiere, desde la teoría de la congruencia de motivo-estrategia, un instrumento denominado SPQ - Study Process Questionnaire (Cuestionario del Proceso de Estudio). El SPQ propuesto por Biggs (1987b) es un cuestionario autoadministrado compuesto por 42 ítems. Emplea un formato de escala de Likert para medir hasta qué punto los alumnos de educación superior hacen suyos diferentes enfoque de aprendizaje, identificando los motivos y estrategias que abarcan esos enfoques. Kember y Leung (1988,2001) demostraron que, utilizando un análisis factorial confirmatorio, el SPQ puede ser descrito considerando sólo los dos factores profundo y superficial, con las subescalas de motivo y estrategia.

Intensidad de enfoque.

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A partir de ese concepto se diseñó una versión más corta del SPQ denominada SPQ-2F, que quedó conformada por escalas de estrategias y motivos profundos y superficiales cada uno con 5 ítems, (10 para cada enfoque).

Dicha versión final fue evaluada utilizando procedimientos de confiabilidad y análisis factoriales confirmatorios. Para su aplicación en el contexto español el mismo fue traducido y aplicado por Barca Lozano (1999) y se denominó: Cuestionario de Evaluación de Procesos de Estudio y Aprendizaje (CEPEA).

La versión de dicho cuestionario reducida y validada para el contexto español se denominó R-CPE-2F. (Saucedo,2005) Además se evaluó la intensidad de enfoque utilizado por los alumnos considerando los siguientes aspectos: 1. La máxima puntuación que un alumno puede obtener en cada escala principal (Enfoque profundo o superficial) es de 50.

2. La mínima puntuación que un alumno puede obtener en cada escala principal (Enfoque profundo o superficial) es de 10.

3. La mayor diferencia que puede haber entre los puntajes otorgados a cada una de las escalas es de 40 y la mínima es de 1.

4. Se definió el concepto de “Intensidad de Enfoque” a partir de las diferencias obtenidas entre los puntajes creando la siguiente categorización: (Saucedo,2005)

Material y Métodos Del total de los alumnos que cursaron el último año de la carrera de Licenciatura en Nutrición de la Universidad de Buenos Aires (N=103), fueron estudiados, en forma voluntaria, y anónima, 85 alumnos. Los restantes fueron excluidos por no haber respondido el total de preguntas utilizadas en el instrumento aplicado.

Se consideró como medida de rendimiento académico el promedio obtenido al finalizar la carrera de Licenciatura en Nutrición, correspondientes a las materias obligatorias y electivas. Para aprobar cada asignatura que forma parte de la curricula se necesita obtener 60% de aprobación, que equivale a la puntuación cuatro (nota mínima necesaria para aprobar). Fueron promediadas las calificaciones de todas las materias que conforman la curricula, (35 materias) y se utilizó la puntuación numérica obtenida como variable de rendimiento académico.

El estudio realizado fue de tipo transversal y correlacional. En base a la aplicación del instrumento de recolección de datos, se obtuvieron: número total de encuestados, con media y desvío estándar para cada escala de enfoque utilizado y para la intensidad.

A partir de los resultados obtenidos se procedió al análisis estadístico. El estadístico aplicado para establecer las diferencias significativas entre cada escala y subescala de los enfoques de aprendizaje fue el test T. Para establecer la posible relación entre los enfoques de cada individuo y la intensidad y el promedio obtenido al final de la carrera, se aplicó la correlación lineal (R de Pearson). Para el cálculo de análisis de fiabilidad o validez del instrumento se aplicó el Alfa de Cronbach, mediante el uso del software IBM SPSS Statistics (Versión 20).

Resultados Para la validación del SPQ-2F Saucedo y col (2005) utilizaron el Alfa de Cronbach y lo contrastaron con los valores obtenidos por Biggs.

Siguiendo el mismo criterio para validación del instrumento en una muestra de alumnos universitarios argentinos se calculó el Alfa de Cronbach y se los comparó con los autores citados anteriormente. Para dicho análisis estadístico se utilizó el software IBM SPSS Statistics (Versión 20). (Witriw, 2012) Los resultados se muestran en la Tabla N° 1:

Tabla N° 1 : Fiabilidad de las escalas y sub-escalas del RCPE-2F versión española y versión argentina en comparación con el RSPQ – 2F.

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Tabla N°2: Distribución de la muestra según tipo de Enfoque utilizado.

Tabla N° 3: Estadísticos Descriptivos para la muestra estudiada.

A partir de la aplicación del Test T para una muestra se obtuvieron los siguientes resultados.

Tabla N° 4: Distribución de la muestra estudiada según la aplicación del Test T.

En este cuadro se agregan a los estadísticos descriptivos citados en la Tabla N° 3 el p valor y el intervalo de confianza. Esto permite inferir que en 100 muestras similares el 95 % de los resultados se encontrarán entre los intervalos referidos.

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Grafico 1: Descripción de medias y desvíos estándares (n=85) del Enfoque Profundo versus el Enfoque Superficial.

Enfoque Profundo versus el Enfoque Superficial.

Del total de alumnos evaluados (n= 85) se calculó la media y el desvío estándar para el enfoque profundo y para el enfoque superficial. Se obtuvieron los siguientes resultados: Media y Desvío Estándar para el Enfoque Profundo: 32.28 ± 5.51 (92.9%) Valor mínimo: 19 / Valor máximo: 45 Media y Desvío Estándar para el Enfoque Superficial: 19.46 ± 4.92 (4.7%).

Valor mínimo: 10 / Valor máximo: 34 Se demuestra una diferencia significativa en la aplicación del enfoque Profundo en relación al Superficial en la muestra estudiada (p=0.000), con in IC del 95% y un α de 0.05.

Grafico 2: Descripción de medias y desvíos estándares (n=85) de la Motivación Profunda versus la Motivación Superficial.

Motivación Profunda versus la Motivación Superficial.

La motivación profunda versus la motivación superficial (n= 85) mostró los siguientes valores: Media Y Desvío Estándar para el Motivo Profundo: 16.75 ± 3.19 Valor mínimo: 11 / Valor máximo: 23 Media Y Desvío Estándar para el Motivo Superficial: 8.89 ± 2.61 Valor mínimo: 5 / Valor máximo: 17 Mediante la aplicación del test T se encontró una diferencia entre ambos motivos altamente significativa (p=0.000), con 95% de IC y α =0.05.

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Gráfico 3: Descripción de medias y desvíos estándares (n=85) de la Estrategia Profunda versus la Estrategia Superficial.

Estrategia Profunda versus Superficial.

La comparación de la estrategia profunda versus la estrategia superficial mostró los siguientes valores: Media Y Desvío Estándar para la Estrategia Profunda: 15.53 ± 3.16 Valor mínimo: 8 / Valor máximo: 22 Media Y Desvío Estándar para la Estrategia Superficial: 10.58 ± 2.97 Valor mínimo: 5 / Valor máximo: 18 Mediante la aplicación del test T se encontró una diferencia entre ambas estrategias altamente significativa (p=0.000), con 95% de IC y α =0.05.

El enfoque profundo obtenido en los estudiantes evaluados (n=85) comparado con el promedio final de la carrera, mediante la aplicación del coeficiente de correlación (R de Pearson), no mostró relación entre ambas variables. (R=0.136). El enfoque superficial obtenido en los estudiantes evaluados (n=85) comparado con el promedio final de la carrera, mediante la aplicación del coeficiente de correlación (R de Pearson), tampoco mostró relación entre ambas variables.

(R=0.091).

Sin embargo, si se consideran los diferentes tipos de enfoque y su respectiva intensidad, se encontraron los siguientes resultados: (Tabla N°5):

Tabla N° 5: Distribución de la muestra según tipo de Intensidad de Enfoque.

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A partir de la utilización del concepto de intensidad de enfoque, la muestra quedó conformada de la siguiente manera: El 92.9% de los alumnos presentan un enfoque profundo, dentro de los cuales el 45.9% es de Intensidad Media y el 43.5% es de intensidad Baja. Sólo el 3.5% presentaron enfoque profundo con intensidad Alta (Tabla N°5).

Se pensaría entonces, que los alumnos con enfoque profundo alto tendrían mayor rendimiento que los alumnos con intensidad media (aún categorizados en el mismo tipo de enfoque), y estos mayor rendimiento que aquellos que presentaron intensidad baja. Esta relación se analizará a continuación a partir de la descripción de los estadísticos. (Tabla N° 6)

Tabla N° 6: Valores de media y desvío estándar, valores mínimos y máximos de promedio final de la carrera en relación a la intensidad del enfoque utilizado.

Se puede observar que a medida que aumenta la intensidad del enfoque profundo aumenta la media del promedio final de la carrera. Todos los sujetos que presentaron un enfoque superficial bajo se caracterizaron por tener estrategia superficial. Sin embargo, la aplicación del (R) de Pearson ha mostrado que no existe una correlación significativa entre la intensidad de los enfoques y el rendimiento.

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Discusión El aprendizaje se encuentra basado en la conjunción de los enfoques, tanto profundos como superficiales, que resultan de las motivaciones y estrategias utilizadas por el alumno al momento de aprender. Es decir, que el alumno no es exclusivamente profundo o superficial en su aprendizaje, sino que presenta un predominio de un enfoque sobre otro. Resulta razonable pensar, que el alumno que utilice un enfoque predominante profundo se encuentre relacionado a motivaciones profundas y hayan sido utilizadas estrategias acordes, siendo esta última dependiente de las motivaciones. La serie estudiada resalta esta característica a través de la evaluación de la encuesta, aunque debe aceptarse la subjetividad en las respuestas que reflejan la motivación del alumno frente al conjunto de materias durante la carrera, sin por ello excluirse motivaciones y estrategias opuestas en el curso de diferentes disciplinas.

Sin embargo, si se consideran los diferentes tipos de enfoque y su respectiva intensidad, a partir de la categorización realizada por Saucedo la mayoría de los encuestados (con excepción de 4 alumnos con enfoque superficial y dos de ellos con iguales enfoques), presentaron enfoques profundos de aprendizaje, aunque con diferente intensidad:( Intensidad Media: 45.9%; Intensidad Baja: 43.5%, Intensidad Alta: 3.5%).

En todos los casos categorizados como enfoque superficial (4.7%) la intensidad fue baja con aplicación de estrategias superficiales.

Berben y col (2005) refieren que la mayoría de los alumnos se caracterizan por estar motivados intrínsecamente ante la tarea y siendo su fin la comprensión. Estos utilizan no solo las estrategias típicas del enfoque

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profundo, si no también, estrategias superficiales. Posiblemente, esto se deba a que las consideran más adecuadas al contexto en el que aprenden y por lo tanto podrían justificar la intensidad obtenida en los enfoques profundos encontrados.

El empleo de enfoques similares, o más aún, en aquellos en donde ha sido predominantemente superficial, no parece haber sido un factor excluyente para lograr el objetivo de concluir la carrera, aunque el empleo de estrategias superficiales, no constituyen las mejores condiciones para un posterior desempeño profesional.

La relación entre los enfoques empleados y el promedio final de la carrera, no ha mostrado una correlación significativa, ya que las variables en juego deben ser consideradas para cada asignatura. Tampoco se evidenció relación estadísticamente significativa entre las intensidades de enfoque y la media del promedio final, aunque se observó que a medida que aumenta la intensidad dentro del enfoque profundo aumenta la media del promedio final. Similares resultados fueron descriptos por Saucedo (2005). Es decir, que se observa un efecto positivo, aunque no estadísticamente significativo, entre la utilización de estrategias profundas, cuyo objetivo es maximizar la comprensión del material a aprender y la obtención de resultados superiores en el promedio final de la carrera. La adopción de una estrategia profunda se encuentra asociada a un aprendizaje comprehensivo y significativo, que no necesariamente se ve reflejada en calificaciones acordes. Estos resultados son coincidentes con los referidos por otros autores. (Valle Arias y col, 1998 y 2000; Salas 1998; Arquero, J y Donoso, JA ;2008;).

Conclusiones La aplicación del cuestionario (R-CPE-2F), en alumnos del último año de la carrera de Licenciatura en Nutrición de la Universidad de Buenos Aires (n= 85), evidenció que la mayoría de los alumnos adoptó un enfoque de aprendizaje profundo (92.9%), siendo también con la misma característica para las subescalas motivación y estrategia. Sin embargo, esto no excluye la presencia de dos estudiantes (2.35 %) que utilizaron ambos enfoques por igual y cuatro de ellos, (4.70 %) en donde el enfoque superficial durante el aprendizaje constituyó la conducta predominante.

A partir de la utilización del concepto de intensidad del enfoque, el porcentaje de alumnos que adoptaron el enfoque profundo con intensidad Media fue de 45.9% y el 43.5% a intensidad Baja. El uso de esta categorización permitió distinguir la variedad en la intensidad de enfoques profundos encontrados, resaltando que solo el 3.5% presentó una intensidad Alta.

La relación entre los enfoques empleados y el promedio final de la carrera, y la intensidad del enfoque no ha mostrado una correlación significativa mediante el coeficiente de Pearson, coincidente con la bibliografia referida. (Valle Arias y col, 1998 y 2000; Salas 1998; Saucedo 2005; Arquero, J y Donoso, JA ;2008;).

El Cuestionario de Procesos en el Estudio de Biggs en sus diferentes versiones se emplea como instrumento para evaluar al estudiante cómo aprende y para valorar el contexto de enseñanza. Dado que tanto el alumno como el profesor son responsables del resultado del aprendizaje, (el profesor para articular las

condiciones de enseñanza en las diferentes disciplinas y el alumno para comprometerse en ellas), los enfoques de aprendizaje son un buen recurso para describir la relación que se produce entre el estudiante, el contexto y las tareas de aprendizaje.

Por lo tanto, se sugiere aplicar dicho instrumento para valorar los diferentes enfoques y la intensidad (Saucedo,2005) utilizada dentro de cada enfoque en las diferentes asignaturas correspondientes a las áreas de formación: Básica, Clínica y GestiónAlimentos, que conforman la curricula de la carrera de Licenciatura en Nutrición. Dicha valoración puede ser usada como una herramienta para realizar modificaciones en el contexto de aprendizaje y en la elección de adecuados métodos de evaluación que permitan propiciar la elección de Motivos y Estrategias Profundas por parte de los alumnos.

Uno de los desafíos más importantes que nos depara la docencia universitaria es la responsabilidad en la formación de los futuros profesionales. Esta responsabilidad radica en acompañar al alumno en el proceso de enseñanza- aprendizaje, facilitando la comprensión del contenido disciplinar, articulando los factores de pronóstico y realizando las modificaciones pertinentes en el proceso, para lograr la obtención de productos satisfactorios y que éstos sean un posible sustrato para el quehacer profesional.

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Bibliografía -ARQUERO,J; DONOSO,JA (2008): “Conociendo a nuestros estudiantes de Contabilidad: sus estilos y enfoques de aprendizaje”. I Congreso Internacional sobre profesorado principiante e Inserción Profesional en la docencia. Facultad de Ciencias de la Educación, Universidad de Sevilla, 25-27 junio.

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-BERBEN, ABG; DE LA FUENTE,J; JUSTICIA,F y PICHARDO,MC; (2005): “Análisis del aprendizaje del profesorado en formación. ¿Pertenecen sus enfoques a un continuo?” Revista Interuniversitaria de Formación del Profesorado, 19, (3): 225-268.

- BIGGS, J (1978). “Individual and group differences in study processes”. British Journal of Education Psychology, 48, 266-279.

-BIGGS, J (1987a). “Student approaches to learning and studying”. Camberwell, Vic.: Australian Council for Educational Research.

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BritishJournal of Educational Psychology, 68, 395–407.

-KEMBER, D. & LEUNG, D. (2001). “The revised two-factor Study Process Questionnaire: R-SPQ-

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2F”. British Journal of Educational Psychology, 71, 133-149.

- NUÑEZ-CORTEZ,JM.(2010): “Evaluación del alumno.” Educación Médica. v.13 supl.1 Barcelona.

-PERRY,W(1968): “Patterns of development in thought and values of students in a liberal arts college : A validation of a scheme”, Cambrigde, MA Harvard University.

-SALAS,R (1998). “Enfoques de Aprendizaje en estudiantes universitarios”. Estudios Pedagógicos, Nº 24, Valdivia, pp. 59-78. versión On-line ISSN 0718-0705.

- SAUCEDO,M, AlMENARA,J.C (2005). “Enfoques de aprendizaje, rendimiento académico y satisfacción de los alumnos en formación de entornos virtuales”. Revista píxel-Bit, Revista de Medios y Educación, 25; 93-115.

-VALLE ARIAS, A et al;(1998): “Variables cognitivo-emocionales, enfoques de aprendizaje y rendimiento académico”. Psicothema, 10, 2, 393-412.

-VALLE ARIAS, A et al;(2000): “Enfoques de Psicothema, 12, 3, 276-368.

aprendizaje en estudiantes universitarios”.

- WITRIW, AM. (2012). “Enfoques de aprendizaje (superficial o profundo) y su relación con el rendimiento académico en estudiantes universitarios de la carrera de Licenciatura en Nutrición de la UBA”. Tesis de Maestría Universidad del Salvador. Buenos Aires. Argentina.

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Características de la alimentación consideradas como factores de riesgo del cáncer de próstata en hombres adultos residentes en la provincia de mayor incidencia en esta patología, Alajuela, Costa Rica, 2013.

Autora: Stephanie Cordero Araya.

Licenciada en Nutrición.

Investigadora independiente.

Co-autor: Francisco Sánchez Montero, Doctor en Educación.

Docente universitario en Nutrición Humana.

Instituciones a las que se debe atribuir el trabajo: Universidad Hispanoamericana, Sede Aranjuez, Costa Rica (Tesis de grado).

Empresa Durman, Alajuela, Costa Rica (lugar de estudio).

Correo electrónico de la autora al cual se pueden solicitar separatas: dra.pronut@gmail.com Dirección postal: Apartado postal 10301, Desamparados, Costa Rica.

Este trabajo no recibió ninguna subvención externa, solo contó con los recursos financieros de la investigadora.

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Características de la alimentación consideradas como factores de riesgo del cáncer de próstata en hombres adultos residentes en Costa Rica.

Resumen

Introducción

El objetivo del estudio fue determinar las características de la alimentación consideradas factores de riesgo del cáncer de próstata en adultos residentes en Alajuela, provincia de mayor incidencia en esta patología en Costa Rica. El enfoque fue cuantitativo, de diseño no experimental y retrospectivo. La información fue recolectada de manera transversal mediante entrevista dietética y el tipo de análisis fue descriptivo.

La muestra fue no probabilística de 136 varones (18 a 65 años de edad). La tendencia en el consumo de alimentos vinculados con la aparición de esta neoplasia, resultó ser moderada para carne de res (52%) y baja para lácteos (leche de vaca, 75% y yogurt, 96%). El consumo de alimentos fuente de nutrientes reductores del riesgo fue nulo para jugo de uvas y bajo para salmón, vino tinto, hígado, espárragos, nueces, espinaca, tomate rojo, garbanzos, uvas, lentejas, brócoli, maní, derivados del tomate, atún, pescado, aceite de oliva, jugo de naranja, pasta y pimiento rojo.

57% indicó consumir carnes fritas y 70%, bien cocidas. La energía promedio fue 2 335 Kcal/ día, de la cual, 48% provino de carbohidratos, 38% grasa y 14% proteína. 55%, tuvo una dieta alta en carbohidratos simples y baja en fibra (94%). En conclusión, las características de la alimentación consideradas factores de riesgo de cáncer de próstata son dieta alta en grasa y baja en fibra y escasa en alimentos fuente de vitaminas D, E y C; además de selenio, licopeno y resveratrol, con tendencia al mayor consumo de carne roja sobre la carne blanca.

El cáncer de próstata (CaP) es considerado un problema de salud pública a nivel mundial, es el segundo tipo de cáncer más frecuentemente diagnosticado en los hombres en todo el mundo. América es el continente donde más se diagnostican nuevos casos, mientras que la incidencia más baja se observa en Asia (1). En cuanto a su etiología, es un tema complejo, ya que es una enfermedad que está relacionada con diversos factores no modificables como el envejecimiento de la población y a aspectos modificables como mejoras en las técnicas diagnósticas, programas de detección precoz, mayor información a la población, grupo étnico predominante, nivel de pobreza, distribución entre población rural y urbana, entre otros(2), además, la alimentación y el estilo de vida también desempeñan un papel fundamental, por lo que es importante destacar la diferencia entre la dieta oriental y la occidental; diversas investigaciones señalan una serie de nutrientes implicados, pero principalmente, una dieta alta en grasa es la que está relacionada con un mayor riesgo de desarrollar esta patología(3).

Palabras clave Cáncer de próstata, factor de riesgo alimentario, incidencia, hombres adultos.

Con respecto a Costa Rica, el CaP se ubica como el tumor maligno más frecuentemente diagnosticado entre los hombres costarricenses durante la última década, siendo Alajuela la provincia con la mayor tasa ajustada (71,28 por cada 100 000 hombres) (4).

El riesgo se incrementa conforme aumenta la edad, sobre todo a partir de los 50 años.

Para el año 2008, en el país se registra una población de 4 451 262 habitantes, de los cuales el 50,8% son hombres, además la población se encuentra en proceso de transición demográfica avanzada, con una disminución de la base de la pirámide poblacional y un incremento en los grupos

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de edades mayores, por lo que tomando en cuenta estos aspectos (cantidad de población masculina e incremento en el número de adultos y adultos mayores), el CaP sigue siendo y probablemente será un problema de salud cada vez mayor con el envejecimiento de la población. Por otro lado, en el país, no existen estudios publicados sobre nutrición y la génesis tumoral prostática, sin embargo, en el mundo cada vez hay más pruebas procedentes de encuestas epidemiológicas y de estudios de laboratorio, de intervención y de casos y controles, de que la dieta y el estilo de vida juegan un papel fundamental en la biología del carcinoma prostático, por ende, esta patología representa un blanco de primer orden para realizar trabajos de prevención adoptando hábitos dietéticos adecuados por medio de intervención y educación nutricional, por lo que el propósito del presente estudio consiste en determinar el comportamiento alimentario que presenta un grupo de hombres que vive en el contexto geográfico con mayores casos de CaP en Costa Rica.

Métodos Población y muestra La población implícita en este estudio, son todos los empleados masculinos entre 18 y 65 años que laboran en una empresa dedicada a la fabricación de tuberías y conexiones de PVC (policloruro de vinilo) y CPVC (policloruro de vinilo clorado), materiales de plástico y sistemas de conducción de agua y gas, equipos de mantenimiento, vehículos utilitarios para áreas deportivas, entre otros.

Los colaboradores poseen adecuadas normativas de seguridad y salud ocupacional; además cuenta con un servicio de alimentos en donde venden comestibles pre envasados (lácteos enteros y descremados: yogurt,

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leche; helados (regulares y reducidos en grasa y azúcar) jugos light y azucarados, galletas simples y rellenas, frutas picadas, sándwich, también ofrecen un menú cíclico complejo de 7 días a la semana, 2 tiempos de comida (almuerzo y cena) el cual consta de 3 opciones de plato fuerte por tiempo de comida, una de estas opciones corresponde a una alternativa light, guarniciones harinosas (arroz, frijoles, puré), guarniciones de vegetales, fruta de postre y una bebida fría; la estructura del plato es la misma para almuerzo y cena (ya que la empresa labora por turnos). Los empleados pueden llevar los alimentos desde su hogar, o bien, adquirir monetariamente las opciones que desee del servicio de alimentos. Al momento del estudio el número de empleados que trabajaba en la institución era de 540 colaboradores, pero se trabaja con una muestra no probabilística desde los criterios de investigación. Para obtener el número total de empleados alajuelenses, se ejecuta una evaluación previa de los expedientes en conjunto con el Departamento de Recursos Humanos de la empresa, se obtiene que del total de los 540 empleados masculinos, 200 viven en la provincia de Alajuela, posteriormente, se procede a preguntar a cada una de estas personas, si es originario de la provincia o reside ahí hace al menos 5 años. Al realizar este proceso de descarte, se obtiene un total de 136 personas (un 25% del total de la población) que reúnen las características anteriores, se incluye a todos en el estudio con el afán de recoger el máximo de información para entender las características y condiciones de la muestra y así aumentar la representatividad de ésta, el total de los seleccionados accede a participar. La muestra queda constituida por personal del área administrativa (contadores, ingenieros, administradores, entre otros) así como misceláneos y personal del sector de

planta (elaboración de material), en la empresa trabajan por turnos, pero rotan semanalmente de manera que se logra captar a toda la población para entrevistarla.

Criterios de inclusión y exclusión Para la selección de la muestra, se establecen como criterios de inclusión, la edad entre 18 y 65 años, ser personal del área de trabajo operativa o administrativa, ser personas originarias o residentes (al menos por 5 años consecutivos) en algún sector de la provincia de Alajuela (cualquier cantón), poseer cualquier nacionalidad pero con una residencia no menor a 6 u 8 años en Costa Rica y haber adoptado las costumbres alimentarias de los costarricenses. Se excluye a los empleados que no firmaron el consentimiento informado, que estuvieron de vacaciones o ausentes durante el período del estudio por enfermedad u otro motivo.

Instrumento Se utilizó un cuestionario especialmente diseñado para este estudio, administrado por la propia investigadora utilizando la técnica de la entrevista dietética. El instrumento se dividió en cuatro partes; la primera, referente a la obtención de datos generales para conocer la condición sociodemográfica de la persona; la segunda parte, dirigida al estudio de los hábitos alimentarios referidos a diversas prácticas alimentarias, tendencias en el consumo de alimentos en el hogar o como parte de la costumbre individual. En esta parte se hace énfasis en el tamaño de la porción que según la evidencia científica protege contra el cáncer de próstata, como por ejemplo, 1 taza de tomate en trocitos, o 1 unidad mediana cruda, ½ taza leguminosas cocidas y ½ taza de pimiento rojo, brócoli, espárragos o espinaca

crudos. La tercera parte, se dedica a investigar el patrón de menú consumido en cada tiempo de comida entre semana y fin de la misma.

Tanto en el estudio de hábitos como en el del menú, la entrevista se apoya con fotografías de alimentos y preparaciones típicas a color y de peso conocido (5). En la cuarta parte, se incluyó un apartado de observaciones para anotar cualquier aspecto no incluido en la encuesta y que fuera considerado de interés. El fondo y forma del instrumento fue evaluado previamente por cinco nutricionistas incorporados al Colegio de Profesionales en Nutrición de Costa Rica para asegurar la pertinencia y validez de lo investigado.

El lenguaje utilizado fue claro y sencillo de manera que se adaptara a las características de los varones en estudio. También, para una correcta obtención e interpretación de la respuesta a la pregunta sobre la cocción de la carne, se elaboran fotografías a color que indican tres diferentes niveles de cocción (poco cocido, término medio y bien cocido).

La entrevista se desarrolló en el consultorio médico de la empresa, en un ambiente sin interferencias, confortable y privado.

Estadística Los datos recopilados fueron procesados mediante el levantamiento de una base de datos en el programa Microsoft Excel Office 2010. Al ser una investigación de naturaleza cuantitativa se utiliza la estadística descriptiva permitiendo establecer cálculos de frecuencias, porcentajes y promedios, dichos análisis se muestran en los gráficos o tablas respectivas. No hubo pérdida de participantes durante el estudio ya que ninguna persona abandonó la entrevista.

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Resultados Entre las características sociodemográficas de los empleados se destacan las mostradas en la tabla Nº1.

Tabla N°1: Clasificación del grupo estudiado según sus características sociodemográficas.

Empresa Durman®, Alajuela 2013

*AP de CaP= antecedentes patológicos de cáncer de próstata.

Fuente: Cordero (2013).

Casi la totalidad (91%) de los empleados son costarricenses, 96% de etnia blanca y en su mayoría del sector operativo (74%), los cuales poseen un nivel educativo de secundaria completa o incompleta y hasta universitaria. La edad media fue de 33 años. Al momento del estudio, ninguna persona refirió tener antecedentes patológicos personales de CaP, y en cuanto a los antecedentes familiares, 10% de la muestra indica antecedentes positivos de la enfermedad en la familia.

La frecuencia del consumo semanal de alimentos de los empleados en estudio presenta las siguientes tendencias.

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Gráfico Nº 1.

Frecuencia de consumo semanal de alimentos fuente de nutrientes vinculados con el cáncer de próstata, de los empleados en estudio. Empresa Durman®, Alajuela, 2013

Fuente: Cordero (2013).

El análisis anterior revela un consumo nulo de jugo de uva (100% de los participantes no lo consume) y casi nulo, en el caso de salmón y vino tinto (99%, respectivamente). Menos del 5% de los varones consume hígado de res, espárragos, nueces y yogurt; asimismo, apenas del 5% al 10%, incluye 2 veces a la semana productos como espinaca, tomate rojo, garbanzos, uvas, lentejas y brócoli. Entre los alimentos que de un 11% a un 25% de los participantes consumen pocas veces a la semana están: maní, derivados del tomate como pasta, salsa o jugo, atún, pescado y aceite de oliva. Los alimentos presentes en un cuarto (25%) y menos de la mitad (46%) de los empleados están la leche, jugo de naranja, pasta y pimiento rojo. Más de la mitad de los casos tiene un consumo moderado (3 a 5 veces a la semana) de bistec (52%).

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En relación con el método de cocción utilizado en el hogar para el consumo de carnes se obtuvo la siguiente información:

Tabla Nº 2. Método de cocción utilizado para el consumo de carnes rojas en el hogar de los empleados en estudio. Empresa Durman®, Alajuela, 2013.

Fuente: Cordero (2013).

Más de la mitad de la muestra (57%) indicó que el método de cocción utilizado en el hogar para cocinar carnes es la fritura, mientras que una quinta parte (20%) utiliza la parrilla y una proporción cercana (18%), señaló asar estos alimentos. Un mínimo de personas mencionó preparar las carnes al vapor (3%) o al horno (2%).

El nivel de cocción preferido por el 70% de los participantes para el consumo de carnes rojas fue el bien cocido, como se muestra seguidamente.

Tabla Nº 3. Nivel de cocción utilizado para cocinar la carne roja consumida por los empleados en estudio. Empresa Durman®, Alajuela, 2013.

*Interpretado según imagen de tipos de cocción Fuente: Cordero (2013).

Del análisis de los consumos usuales del grupo participante, se obtuvo una ingesta energética promedio de 2 335 kcal, de la cual, el 48% provino de carbohidratos, 38% de grasa y 14% de proteína. Asimismo, más de la mitad de la muestra (55%), posee un alto consumo de carbohidratos simples (más del 10% del consumo energético total), lo que representa un promedio de 14 cucharaditas diarias de azúcar de mesa. El resto de los empleados (45%), muestra un consumo bajo de este tipo de carbohidratos.

En lo que respecta al consumo de alimentos fuentes de fibra en la dieta, este fue bajo en casi la totalidad de los participantes (94%), puesto que consumían menos de 5 porciones de frutas y vegetales al día.

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Discusión Un factor de riesgo es cualquier rasgo, característica o exposición de un individuo que aumente su probabilidad de sufrir una enfermedad o lesión. Una alta ingesta de proteína de origen animal puede aumentar la incidencia de CaP; pero esto relacionado con la carne roja de vacuno (6); ya que la dieta en la que se incluye pescado más de 2 veces a la semana se asocia a una reducción significativa del riesgo (7). El 85% de los hombres de la investigación consumen pescado con una baja frecuencia semanal, mientras que más de la mitad de ellos consumen bistec más de tres veces a la semana. Por lo tanto, al comparar los resultados de la presente investigación con evidencia científica, se demuestra que los participantes tienen un consumo inverso al considerado reductor de la incidencia.

En cuanto al método y nivel de cocción, la asociación con el riesgo es debido a la temperatura, ya que al cocinar las carnes rojas a altas temperaturas (>200°C, como a la parrilla y bien cocida) se aumenta la concentración de aminas heterocíclicas fenómeno que causa la formación de hidrocarburos aromáticos policíclicos, ambos compuestos conocidos claramente por ser mutágenos y carcinógenos, por lo que carne cocida a altas temperaturas puede aumentar el riesgo de contraer la enfermedad (8); en el caso de la fritura el riesgo se atribuye al aumento del contenido de grasa en el alimento, basándose en la literatura, estas prácticas alimentarias que son las preferidas por el grupo estudiado, representan factores de riesgo nutricionales para contraer esta patología.

Estos varones tienen un bajo consumo de tomate y derivados, y es importante examinar detenidamente tanto la cantidad como la forma de su consumo, ya que el tomate es la principal fuente alimentaria de licopeno, uno de los fitonutrientes más mencionados en la bibliografía como agente protector. Un consumo >100g/semana de tomate rojo o de productos derivados sobre la base de éste, se asocia con un riesgo 67% menor del carcinoma prostático (9); una dieta rica en tomate (más de cuatro raciones a la semana), se asocia con un menor riesgo de esta patología7, lo que demuestra con base en los resultados, que estos participantes no tienen un consumo mínimo de tomate ni de sus derivados para obtener los efectos beneficiosos. Por otro lado, ningún estudio publicado ha demostrado que tomar licopeno en forma de suplemento pueda disminuir el riesgo de CaP. En cuanto al resveratrol, es difícil hacer una afirmación concluyente sobre su efecto en la prevención de esta patología ya que no hay suficiente información al respecto de este importante antioxidante que merece mayor investigación, las principales fuentes alimentarias de resveratrol son el maní, uvas, vino y jugo de uva (10), pero de igual manera, este estudió permitió determinar un bajo consumo de alimentos fuente de este polifenol.

Un mayor consumo (más de 4 porciones a la semana, tomando como tamaño de la porción ½ taza) de ciertos tipos de vegetales ricos en vitamina C como el pimiento rojo, brócoli y espinaca, específicamente, tiene una relación contraria (probabilidad 25% menor) con la aparición de la enfermedad (11); el consumo de estos vegetales es bajo en la muestra estudiada; el brócoli, además es una excelente fuente del isocianato sulforafano (ingrediente activo en los vegetales crucíferos) y las dietas ricas en este grupo de vegetales pueden reducir el riesgo de CaP(12). Otro componente dietético del brócoli es la vitamina E y una dieta rica en vegetales fuente de vitamina E está inversamente

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relacionada con el riesgo de desarrollar la enfermedad prostática (13), los sujetos de este estudio consumen bajas cantidades de alimentos fuente de vitamina E como el aceite de oliva, nueces y espárragos, por lo que nuevamente se evidencia un bajo consumo de alimentos protectores.

Existen investigaciones que señalan al selenio (Se) dietético como un micronutriente esencial para la prevención y reducción de la incidencia del CaP, la recomendación dietética diaria (RDA) para adultos sanos es de 55 μg/día (14); existe gran variabilidad del contenido de este mineral en la dieta el cual se encuentra en alimentos como pescados, mariscos, vísceras, carnes rojas y nueces. El contenido de Se en algunos alimentos disponibles en el país y procesados de acuerdo al patrón de consumo del costarricense es: filete de tilapia 32μg/100g, garbanzos 30,2μg/100g, lentejas 23μg/100g, hígado de res 23μg/100g, pasta 13μg/100g (15), en los resultados del presente estudio se denota un bajo consumo de estos alimentos, lo que indica que es muy probable que los varones de la muestra no lleguen a cumplir por medio de la alimentación, la RDA de este mineral. En pasados y futuros estudios epidemiológicos, es importante verificar la metodología por la cual se implementa este nutriente, ya sea por medio de suplementos o alimentos. La evidencia científica en cuanto al uso de suplementos ha revelado que la suplementación oral con 200 μg/día de selenio y 400 IU/día de -α tocoferol o bien la combinación de ambos, no muestra una diferencia significativa en la incidencia de cáncer prostático (16). Asimismo, si la fuente alimentaria consumida es a base de alimentos de origen animal o vegetal, ya que por ejemplo, las carnes rojas son una buena fuente de Se, pero una dieta rica en carnes es un factor de riesgo para desarrollar la enfermedad, todos estos aspectos constituyen datos de importancia etiológica.

Altas ingestas de proteína láctea (más de 35g/d) y calcio (cantidades por encima de 2000 mg/día, proveniente de productos lácteos o suplementos), se relacionan con un aumento significativo del riesgo de la enfermedad prostática, 32% en el caso de la proteína láctea; la interacción entre la vitamina D y el calcio es probablemente la razón detrás de esta asociación, debido a que una alta ingesta de Ca reduce la producción de la 1,25-(OH)2D3, que tiene efectos antiproliferativos y antimetastáticos del carcinoma prostático (6),(17). Sin embargo, diferentes estudios han llegado a resultados contradictorios, por lo que aún no se ha tomado una decisión con respecto del consumo de lácteos, calcio y Vitamina D. Los datos obtenidos en esta investigación muestran un bajo consumo de alimentos fuente natural de vitamina D como el hígado, salmón, atún y de forma enriquecida como en la leche y el jugo de naranja.

Es necesario destacar que alimentos como el salmón, las espinacas, los espárragos y nueces, entre otros, no son alimentos tradicionales o típicos en Costa Rica, (pero si están disponibles) en la dieta nacional, pese a ello, se hace énfasis en los mismos para poder comparar los resultados de la investigación con la evidencia científica de estudios realizados a nivel internacional, ya que en la actualidad no existen estudios epidemiológicos publicados sobre la nutrición en la prevención del CaP en el país.

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El 94% los varones del estudio tiene una dieta baja en fibra, aspecto a tomar en consideración, ya que las dietas ricas en fibra podrían tener el potencial clínico de reducir el riesgo de cáncer prostático debido a que la fibra absorbe y desactiva los promotores neoplásicos androgénicos (18). Sobre lípidos de la dieta y el CaP, la grasa ha sido, y es, el componente de la dieta de la mayoría de los estudios, el consumo de una dieta alta en grasa se relaciona como uno de los principales factores de riesgo para contraer la patología, más precisamente los hombres que consumen mayor cantidad de grasa total son 1,8 veces más propensos a desarrollar CaP que aquellos que consumen menos grasa(9), en el caso de los varones del estudio en promedio consumen un 38% de grasa total proveniente de la energía alimentaria, lo que indica que la dieta consumida es alta en grasa, también consumen una media de 14 cucharaditas de azúcar al día, dato a tener en cuenta ya que la dieta está asociada al aumento de la secreción del factor de crecimiento 1 similar a la insulina (IGF-1), el consumo de alimentos fuente de carbohidratos simples eleva las concentraciones de insulina circulantes y la secreción de IGF-1 aumenta cuando las concentraciones de insulina se incrementan ya que es un subproducto de esta, un aumento por encima de los niveles de referencia de este péptido, es capaz de promover el desarrollo y la progresión del CaP ya que estimula la proliferación de las células cancerosas e inhibe su muerte(19). En este estudio no se midieron los niveles de este péptido que indudablemente merece una mayor investigación como parte de las intervenciones dietéticas para reducir el riesgo del CaP. En conclusión, las características de la alimentación consideradas factores de riesgo de cáncer de próstata son dieta alta en grasa y baja en fibra y escasa en alimentos fuente de vitaminas D, E y C; además de selenio, licopeno y resveratrol, con tendencia al mayor consumo de carne roja sobre la carne blanca. En cuanto al valor nutricional de la dieta diaria de la muestra estudiada (alta en grasa y azúcares simples y baja en fibra, además del riesgo nutricional para desarrollar CaP, presenta un considerable factor de riesgo para desarrollar complicaciones asociadas a este tipo de disposición dietética, tales como diabetes, dislipidemia y sobrepeso, entre otras. El factor económico puede influir en el comportamiento alimentario presentado, debido a que carnes blancas como el pescado tienen un costo más elevado que las carnes rojas, pero también hay complicaciones en cuanto a las costumbres, ya que por ejemplo; la mayoría de los hombres estudiados suelen consumir productos azucarados, frituras y carnes muy cocidas diariamente.

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Agradecimientos Un especial agradecimiento al Dr. Francisco Sánchez Montero; Ph.D, el cual es la piedra angular de este estudio y al Dr. Adolfo Vargas Mojica, médico de la institución que abrió las puertas a la realización de la presente investigación.

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Nos congratula ser la sede del XVI Congreso Latinoamericano y del Caribe de Nutricionistas y Dietistas, VI Congreso Ibero-Americano de Nutrición y V Congreso Uruguayo de Alimentación y Nutrición que desarrollaremos los días 9, 10 y 11 de setiembre de 2015 en el Palacio Municipal de la cuidad de Montevideo, Uruguay.

Estamos construyendo un programa científico que incluye los últimos avances en esta disciplina, contamos con un Comité Científico integrado por destacados referentes regionales, así como reconocidos panelistas de toda Ibero-América. Contaremos con los siguientes ejes temáticos: Nutrición en el Ciclo de la Vida, Nutrición en Salud Pública y Ambiente, Nutrición y Enfermedad, Ciencia de los Alimentos, Nutrición y Trabajo, Cultura Alimentaria y Educación Nutricional, Alimentación Colectiva.

De forma paralela realizaremos una Muestra Interactiva, dirigida al público general, que promoverá la re-valorización de la cultura alimentaria regional y difundirá diversas estrategias de información, comunicación y educación en alimentación y nutrición.

También desarrollaremos eventos sociales que posibiliten el conocimiento entre profesionales de la nutrición, el intercambio de experiencias y por supuesto que también el disfrute de nuestra cultura rioplatense.

En este ambicioso Evento Científico nos proponemos brindar al profesional participante la posibilidad de difundir resultados de sus investigaciones o intervenciones exitosas a través de la modalidad de presentación de trabajos libres, conocer las últimas evidencias en alimentación y nutrición y de interactuar con profesionales de diversas disciplinas y áreas de trabajo de nuestra Ibero-América.

En setiembre de 2015 en Uruguay nuestro mayor desafío será contribuir al logro de una mejor nutrición para alcanzar estilos de vida saludables y sustentables.

Saluda fraternalmente,

María Rosa Curutchet M.Sc Presidente de la Asociación Uruguaya de Dietistas y Nutricionistas - AUDY Presidente de la Confederación Latinoamericana y Del Caribe de Nutricionistas y Dietistas -CONFELANYD audyn2015@eventosopc.com.uy -(598) 2409 9160 – 2402 7561 Asociación Uruguaya de Dietistas y Nutricionistas, Duvimioso Terra 1880, Montevideo. Tel +598 24025101

¿La tendencia de recién nacidos macrosómicos va en ascenso en el Uruguay?

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Autoras: Msc. Valentina Guillermo Lima Dra. María Isabel Bove

Correo electrónico de la autora Valentina Guillermo Lima vguillermo85@gmail.com

Nombre de la Institución donde se realizó el trabajo: Departamento de Ciencias Cognitivas y de la Salud. Universidad Católica del Uruguay, Dámaso Antonio Larrañaga.

El registro de los datos del Sistema Informático Perinatal fue financiado por la oficina de UNICEF en el Uruguay y la comuna de Canelones, Uruguay. Ninguna de estas instituciones tuvo influencia en el diseño del estudio o análisis de los datos, en la preparación, revisión o aprobación del manuscrito.

Resumen: La macrosomía se vincula a complicaciones para las madres y sus hijos, desde el parto pudiéndose prolongar durante toda la vida perpetuando la obesidad. La obesidad tiene una alta prevalencia en el mundo y en el Uruguay, pero poco se conoce de la macrosomía en este país. El objetivo fue conocer la tendencia de la macrosomía y de algunos factores de riesgo durante los años 2002 al 2012 en el Uruguay.

Métodos: Estudio de cohorte retrospectivo de 404.725 binomios madre-hijo. Se analizó la tendencia de la macrosomía y de sus factores de riesgo. Los factores de riesgo fueron: IMC pre gestacional ≥ 25 kg/m2, ≥ 35 años, hijos previos ≥4, diabetes mellitus, talla >1,7 m y ganancia de peso gestacional (GPG) excesiva. Se aplicó el análisis de varianza, test de t de Student y Chi2. Se estimó el riesgo de macrosomía con un modelo de regresión logística múltiple binaria.

Resultados: La tendencia de la macrosomía aumentó (p<0,001). Se observó un incremento significativo de la macrosomía para cada factor de riesgo a excepción de la paridad. El mayor riesgo fue entre las mujeres con GPG excesiva, estatura alta y obesas. La proporción de sobrepeso y obesidad previas y la de GPG excesiva se incrementaron entre los períodos.

Conclusiones: La tendencia al aumento de la macrosomía resultó menor a la de otros países pero no se debe esperar a que las cifras sean mayores para actuar. Se deben re-pensar estrategias oportunas para contribuir a la salud desde el nacimiento.

Palabras clave: Macrosomía, ganancia de peso gestacional, diabetes materna, sobrepeso, obesidad.

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Introducción La evidencia ha demostrado altas prevalencias de macrosomía al nacer (1,3,4) y que este suceso ha ido en aumento a través de los años (5-6). La macrosomía ha cautivado enorme atención debido al aumento del riesgo tanto para las mujeres como para sus hijos (7). Para las mujeres, constituye un factor de riesgo de parto prolongado, cesárea y hemorragia pos parto (3). Para los recién nacidos las consecuencias a corto plazo son el trauma del nacimiento(3) y a largo plazo más chances de ser obesos en la niñez (4, 8-9), la adolescencia y la juventud (10) así como también una mayor probabilidad de desarrollar enfermedades cardiovasculares y metabólicas en la edad adulta (10). Además las mujeres presentan mayor probabilidad de recién nacidos con exceso de peso transmitiendo el riesgo a la descendencia (11 - 12).

Las comorbilidades de la obesidad tales como la enfermedad cardiovascular, la hipertensión, accidentes cerebro-vasculares, ciertos tipos de cáncer y la diabetes mellitus tipo 2 disminuyen la calidad de vida, aumentan el riesgo de mortalidad temprana, e implican altos costos en salud y pérdida de productividad (4, 14). El sobrepeso y la obesidad van en aumento y cada vez en etapas más tempranas (4, 10, 15 – 16).

Gobiernos e instituciones han tomado medidas para frenar el progreso temprano de la obesidad tales como impuestos a la “comida chatarra”, etiquetado de calorías en restaurantes de comida rápida, prohibición de bebidas azucaradas y otros alimentos en las escuelas. Estas medidas demostraron alguna eficacia, pero la contribución a la disminución del problema ha sido modesta (17).

La prevención sigue siendo la única estrategia efectiva, por tanto resulta oportuno dirigir la mirada hacia otros factores que podrían estar contribuyendo al aumento de la epidemia.

Según Atkinson RL et ál. (17)los factores que influyen en el peso corporal, la ganancia de peso y la tolerancia a la glucosa antes y durante el embarazo son relevantes a la hora de definir quien se convertirá en obeso durante la infancia y/o la adultez.

Uruguay no escapa de la pandemia de la obesidad tanto en los adultos (18) como en los niños y adolescentes (4, 15 – 16) pero ha puesto poco el foco en la macrosomía (10).

El presente estudio tiene por objetivo conocer la tendencia del peso excesivo al nacer en la última década en el país, así como también la evolución de los factores de riesgo asociados.

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Métodos Se realizó un estudio de cohorte retrospectivo a partir de los datos recogidos por el Sistema Informático Perinatal (SIP) de las mujeres embarazadas y sus recién nacidos durante los años 2002 al 2012.Se excluyeron del estudio los abortos y los niños nacidos muertos, alcanzando un total de 404.725 binomios en el período.

La variable dependiente a estudiar fue la macrosomía, entendida como el peso al nacer igual o mayor a 4000g. También fue evaluada la evolución en el tiempo del peso al nacer ≥ 4250 g ó ≥ 4500 g.

Los factores de riesgo para la macrosomía se analizaron en dos periodos: desde 2002 hasta 2007 y desde 2008 hasta 2012. Estos fueron el exceso de peso pre gestacional; la ganancia de peso (GPG) excesiva; mujer con talla alta; añosa; multípara y Diabetes Mellitus previa.

El exceso de peso pre gestacional fue evaluado a través del IMC PG calculado a partir del Peso PG (en kg) que declaró la mujer dividido por la estatura (en metros2) tomada en el servicio durante el primer control prenatal. Se consideró sobrepeso IMC 25-29,9 kg/m2 y obesidad IMC ≥30 kg/m2.

La ganancia de peso (GPG) durante el embarazo fue evaluada a través de las recomendaciones del IOM que considera el IMC-PG y la GPG (19) (GPG= Δ Peso del último control (37 y 42 semanas) –Peso PG).

Se consideró mujer con talla alta igual o mayor del Percentil 90 de la población de estudio (Talla >1,7 m); añosa con edad ≥35 años y multípara como ≥ 4 hijos previos.

Estadística Las variables cuantitativas se expresaron como media y desviación estándar (DE); las variables cualitativas como frecuencia absoluta y porcentaje. Se aplicó el análisis de varianza y test de t de Student para las variables cuantitativas. La asociación de las variables cualitativas se evaluó a través de la prueba de hipótesis de Chi-cuadrado de Pearson (chi2).

Para estimar el riesgo de macrosomía se realizó un modelo de regresión logística múltiple binaria. El riesgo se expresó como Odds Ratios (OR) con un intervalo del 95% de confianza (IC 95%). Para variables independientes también se estimó el Riesgo Relativo (RR) con un intervalo del 95% de confianza (IC 95%).

Todos los test se consideraron estadísticamente significativos con un nivel (α) de 0,05 (p<0,05).Para el procesamiento de los datos se utilizó el programa SPSS versión 18.0 para Windows.

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Resultados El 6,5% de los recién nacidos durante los años 2002 y 2012 presentaron un peso por encima de los 4000 gramos, siendo más frecuente entre los varones (8,0%) respecto a las niñas (5,0%) (p<0,001).

La mayor prevalencia de macrosomía se observó entre las mujeres obesas (13,4 %) y aquellas con una GPG excesiva (13,0 %); le siguieron en orden decreciente aquellas con Diabetes Mellitus (11,1 %) y talla alta (11,0 %); luego las mujeres con sobrepeso (9,7 %) y las multíparas (9,3 %) y por último aquellas mayores de 35 años (7,9 %). La proporción de macrosomía se incrementó de un período a otro para cada una de las características maternas mencionadas a excepción de la paridad (Tabla 1).

Tabla 1. Prevalencia (%) de macrosomíaǂ según características maternas estudiadas por períodos.

Las mujeres con ganancia excesiva de peso durante el embarazo OR: 2,06 (IC 95% 1,952,18) o con estatura alta OR: 1,99 (IC 95 % 1,87-2,14) duplicaron las chances de recién nacidos macrosómicos. A su vez, las mujeres obesas previo al embarazo OR: 1,84 (IC 95% 1,68-2,01) casi duplicaron este riesgo en relación a las con sobrepeso y estas últimas presentaron un riesgo incrementado de 1,42 (IC 95% 1,34-1,52) con respecto a las de peso normal. La diabetes también acrecentó la chance de macrosomía OR: 1,36 (IC 95% 1,01-1,84). Los nacidos de mujeres de 35 años o más OR: 1,09 (IC 95% 1,01-1,17) y aquellos nacimientos ocurridos luego del año 2007 también presentaron mayor riesgo OR: 1,06 (IC 95% 1,01-1,13) (Tabla 2).

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Tabla 2. Riesgo*** de macrosomíaǂ según características maternas de acuerdo al modelo de regresión logística binaria.

La macrosomía durante los años estudiados se incrementó significativamente tanto si se evalúa como un peso al nacer ≥ 4000 g; ≥ 4250 g ó≥ 4500 g (p<0,001) como se puede observar en el Gráfico 1. Al realizar el análisis según dos períodos 2002-2007 y 2008-2012, los recién nacidos de pesos al nacer ≥ 4000 g aumentaron desde 6,0 % a 7,2% (p<0,001); los que pesaron ≥ 4250 g desde 2,1% a 2,6% (p<0,001) y los que nacieron con 4500 g o más desde 0,7% a 0,8% (p<0,001).

Gráfico 1. Evolución de la macrosomía (PN > Ɨ =4000; PN >=4250; PN>= 4500g) en los años estudiados*.

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El peso pre gestacional (PPG), la talla y el IMC pre gestacional (IMC-PG) de las mujeres, también se incrementaron de forma significativa entre los períodos estudiados. El PPG aumentó medio kilo (desde 59,9 kg a 61,5 kg) (p<0,001); la talla medio centímetro (desde 160,5 cm a 161,0 cm) (p<0,001) y el IMC-PG medio punto (desde 23,2 kg/m2 a 23,7 kg/m2) (p<0,001). Por su parte la ganancia de peso gestacional (GPG) también aumentó casi un kilo (desde 11,9 kg a 12,8 kg) (p<0,001). La proporción de mujeres con talla alta (>1,7 m) se incrementó de un período a otro, de 10,0% a 10,3% siendo la diferencia estadísticamente significativa (p<0,001). La proporción de mujeres con sobrepeso previo al embarazo aumentó un 2% desde 17,4% a 19,8% (p<0,001) y la de obesidad previa un 2% desde 7,4% a 9,4% (p<0,001). Al evaluar la ganancia de peso según el IOM el cual considera el IMC-PG se observó un incremento de un 7% (desde 27,8% a 34,7%) en la proporción de mujeres con una ganancia de peso gestacional excesiva entre los períodos de estudio (p<0,001) (Tabla 4).

Tabla 4. Características maternas en la década estudiada por períodos.

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Discusión La debilidad del presente trabajo fue que se reconocieron diferencias en la calidad de la información del SIP a través de los años (23). La alta casuística en relación a los nacimientos acontecidos en el Uruguay fue la principal fortaleza ya que se estudiaron 404.725 embarazadas y sus recién nacidos vivos que representaron tres cuartas partes del total de los nacimientos desde el año 2002 hasta el 2012 (22).

Durante los 11 años del estudio en el Uruguay el 6,5% de los neonatos nacieron con macrosomía, evidenciando los varones, como ya ha sido reconocido por otros (4 - 5) un riesgo entre 1,61 y 1,69 más alto respecto a las niñas.La prevalencia resultó menor que la observada en algunos países de América Latina y el Caribe como Chile (9,5%) (24) y Paraguay (9,3%) (2), de América del Norte como Canadá y los Estados Unidos (9%) (1), de Irán (9%) (3) y de China (11,7%) (11). Resultó similar a la de Perú (6,8%), Cuba (7,2%)y Argentina(6,9%) (2), pero pon encima de la observada en otros países de la región como Ecuador (2,8%), Nicaragua (2,9%), México (3,8%) y Brasil (4,1%) (2).

La tendencia de la macrosomía en el Uruguay fue ascendente al igual que en otros países (5 – 6) aumentando desde 6,2% en el 2002 a 7,9% en el 2012. La tasa de crecimiento fue de 0,15 % anual. Esta resultó menor a la reportada por algunos países. En Chile, por ejemplo se observó un crecimiento anual de 0,27 % (desde 1987 hasta 1998) (25), en China de 0,44 % (desde 2001 hasta el 2005) (5) y en Australia la tasa aumentó un 0,8% anual (desde 1988 hasta el 2005) (6).

Varios factores maternos influyen en el riesgo para la macrosomía, siendo algunos más que otros susceptibles de modificación o de control si se piensa en términos de estrategias de prevención. La altura de la mujer, la paridad, la diabetes mellitus previa y la edad no son modificables a la hora de la consulta de planificación o en el seguimiento del embarazo.

En el país no sólo se ha incrementado significativamente la proporción de mujeres con talla alta (>1,70 m), con edad igual o mayor de 35 años y con diabetes previa, sino que la proporción de hijos macrosómicos de éstas también ha aumentado significativamente.

La relación entre la diabetes materna y la macrosomía ha sido ampliamente estudiada (2, 7, 25). En el presente trabajo los recién nacidos de mujeres con diabetes mellitus previa presentaron un rango de riesgo para la macrosomía muy amplio, y no fue posible estudiar la diabetes gestacional ya que no se contaba con información de los años 2002 al 2006.

Sin embargo, la evidencia indica que el ochenta por ciento de los bebés macrosómicos nacen de madres que no presentan alteraciones de la glicemia por tanto otros factores influencian el alto peso al nacer (7).

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En el presente trabajo al igual que en otros (2 – 5) se ha observado una clara asociación entre el IMC materno pre gestacional y la macrosomía. Las mujeres que tenían sobrepeso u obesidad pre gestacional fueron entre 1,34 y 2,01 veces más propensas a tener hijos macrosómicos. Presentar sobrepeso previo al embarazo aumentó la chance entre 1,34 y 1,52 y obesidad entre 1,68 a 2,01 en comparación con un índice de masa corporal normal.

Similares riesgos fueron observados en Londres (12) y en Escocia (21). Sin embargo, en China se observaron riesgos mayores a los del presente estudio (5).

Tanto el sobrepeso como la obesidad de la mujer son potencialmente modificables si se tratan previo a la gestación (26). Uauy et ál. (2009) (27) analizando los datos para Argentina, Chile y Uruguay destacó las elevadas cifras de obesidad, las cuales a su entender merecen una atención especial por su impacto sobre la salud de la mujer y la de su descendencia.

Además del exceso de peso materno previo a la gestación el presente trabajo reveló la excesiva ganancia de peso de las mujeres durante el embarazo y su asociación positiva y significativa con la macrosomía. Un tercio ganó peso por encima de la recomendación del IOM, guarismo semejante al observado en mujeres estadounidenses (31,3%) por Frederick IOet ál. (13). Una ganancia excesiva duplicó las chances de macrosomía. En China, Tsai YL et al.(28) observaron riegos aún mayores. Algunos estudios observacionales han mostrado que es posible modificar la ganancia de peso durante el embarazo con intervenciones en la dieta y en el ejercicio físico (29).Además ha sidoreportado que el uso de criterios para evaluar la nutrición al inicio del embarazo y recomendar ganancias de peso adecuadas durante la gestación, se asocia a mejores resultados para el niño y la mujer (30).

Los niños que nacen macrosómicos a largo plazo tienen más chances de ser obesos en la niñez (4, 8 – 9), la adolescencia y la adultez temprana (10), así como también una mayor probabilidad de desarrollar enfermedades cardiovasculares y metabólicas en la edad adulta (10). La escasa efectividad que ha habido en el tratamiento, y en las diferentes estrategias dirigidas a combatir el exceso de peso (17) pone en evidencia la necesidad de iniciar la prevención desde el inicio de la vida. Por tanto el análisis de las tendencias y de los factores de riesgo para la macrosomía adquiere cada vez más relevancia frente a la creciente epidemia de la obesidad (4, 10, 15 – 16, 18, 21, 24).

La macrosomía en estos últimos años ha ido en aumento en el Uruguay al igual que los factores maternos de riesgo estudiados. Si bien la tendencia fue menor a la evidenciada en otros países no debemos esperar a que las cifras sean mayores para actuar. La evidencia muestra que el alto peso al nacer está vinculado a complicaciones para las madres y sus recién nacidos, que se inician durante el parto y que pueden continuar durante toda la vida perpetuando la epidemia de la obesidad. Se deben implementar oportunamente las estrategias necesarias para que este suceso no mantenga su tendencia ascendente con el fin de disminuir los riesgos de enfermar y garantizando el goce pleno de la salud desde el nacimiento.

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Agradecimientos A Ximena Moratorio y Gabriela Berri del programa de Nutrición del MSP, a María Costa, de la Intendencia de Canelones por el invalorable apoyo en la preparación de las bases del SIP. A Álvaro Arroyo de UNICEF, a Marta Napol y Gabriela Garrido de la Intendencia de Canelones por la confianza y apoyo al proyecto.

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Desarrollo y evaluación de la aceptabilidad de barras de cereal con agregado de fitoestrógenos.

Autoras: Colombo, María Elena Lic. en Nutrición. Auxiliar docente de la Cátedra de Técnica Dietética - Facultad de Medicina, Universidad de Buenos Aires.

Cardillo, Ana Julia Lic. en Nutrición Castaño, Florencia Lic. en Nutrición González Lagrange, Leticia Lic. en Nutrición

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Ramos, Lucía Lic. en Nutrición Garda, María Rita Lic. en Nutrición. Profesor Asociado Regular. Cátedra de Técnica Dietética. Facultad de Medicina, Universidad de Buenos Aires.

Argentina.

Resumen El déficit de calcio es la carencia nutricional más extendida en la Argentina.

Este hecho sumado a la disminución fisiológica de la actividad hormonal en la menopausia, convierte a las mujeres perimenopáusicas en una población en riesgo de padecer osteoporosis. En el presente trabajo se propuso desarrollar y evaluar la aceptabilidad de una barra de cereal (BC) rica en fitoestrógenos, teniendo en cuenta que los mismos han mostrado beneficios en el tratamiento de la osteoporosis. Las BC fueron elaboradas en base a texturizado de soja, copos de maíz, avena arrollada, ciruela desecada, manzana deshidratada, semillas de girasol peladas, semillas de sésamo, leche en polvo descremada, polimerosa y sucralosa. El contenido en isoflavonas alcanzado por cada BC fue de 23,8 mg, que corresponden al 26,45 % de la recomendación. A continuación, se realizó un estudio de aceptabilidad en 100 mujeres de 45 a 80 años, se evaluó: expectativa de agrado, textura, aspecto visual, aroma, aceptabilidad global, e intención de consumo de la BC. Finalmente se indagó sobre el momento del día y frecuencia con la que consumirían. Los resultados demostraron la factibilidad de elaborar la BC propuesta, así como una buena aceptación e interés por los beneficios del consumo de la misma. Las BC desarrolladas resultan así una alternativa de elección saludable para la población en general y para las mujeres perimenopáusicas en particular.

Palabras clave: Barra de cereal, fitoestrógenos, aceptabilidad, menopausia, osteoporosis.

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Introducción La menopausia es un proceso fisiológico que suele ocurrir entre los 45 y los 55 años en la mujer, consiste en el cese de la función ovárica, la disminución de las hormonas sexuales femeninas y la pérdida de la capacidad reproductiva, junto con una serie de cambios morfológicos, funcionales y psicológicos de intensidad y repercusión variables (1), apareciendo una compleja sintomatología que implica desde trastornos neurovegetativos hasta problemas osteoarticulares, con la pérdida de masa ósea que se produce como resultado de la deprivación ovárica y consiguiente déficit estrogénico (2).

La primera Encuesta Nacional de Nutrición y Salud (ENNYS 2007) que se realizó en el año 2004 - 2005 en nuestro país, señala que un 94% de las mujeres entre 10 a 49 años tienen riesgo de ingesta deficiente de calcio, es decir que no cubren los 1.000 mg por día que corresponden a la ingesta adecuada de dicho nutriente, constituyéndose en la deficiencia nutricional más extendida en Argentina (3). Estos datos son coincidentes con los de la Sociedad Argentina de Endocrinología y Metabolismo (SAEM), surgidos de un estudio realizado en pacientes de centros públicos y privados de la Capital Federal y el Gran Buenos Aires, que muestra que las mujeres argentinas consumen poco más de la mitad del calcio que deberían, debido a factores de índole económica, pero además a cuestiones culturales, ya que se observa también este déficit de consumo en niveles socioeconómicos medios y altos de la población (4).

Según el informe de Necesidades de Energía y de Proteínas llevado a cabo en una reunión de expertos entre FAO/OMS/ONU número 724 en Ginebra en 1985, el requerimiento de calcio corresponde a 800 mg/día tanto para mujeres no gestantes de 23 a 50 años como así también para las mayores de 51 años (5). Para el consumo diario de calcio, el Instituto de Medicina de los Estados Unidos recomienda actualmente 1.000 mg para mujeres de 19 a 50 años y 1.300 mg para las mujeres de 50 años en adelante (Institute of Medicine: Dietary Reference Intakes for Calcium and Vitamin D, Brief Report, November 2010).

Se observa que una ingesta inadecuada de calcio sumada a la disminución fisiológica de la producción de estrógenos conforma un importante factor de riesgo para el desarrollo futuro de osteoporosis, la cual afecta a gran parte de la población mundial femenina mayor de 50 años.

Así mismo, diferentes estudios (2; 6; 7; 8) han mostrado beneficios en el tratamiento de la osteoporosis con la ingesta de isoflavonas, ya que éstas incrementan los procesos de proliferación y diferenciación osteoblástica. Estos beneficios se deberían a que los fitoestrógenos (isoflavonas) son compuestos no esteroideos con una estructura difenólica heterocíclica común a la cual se encuentran unidos grupos oxo, ceto, hidroxi y ésteres de metilo que le otrorgan la actividad biológica específica (9). Desde el punto de vista funcional, las isoflavonas se tratan, de sustancias similares al 17-− β estradiol y a los moduladores selectivos de los receptores estrogénicos (SERM), dotadas de actividad estrogénica (10).

Se observó que un consumo de 90 mg/día de fitoestrógenos produce un aumento significativo de la densidad mineral ósea (11).

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Es oportuno señalar que la soja es el único alimento con una concentración de fitoestrógenos fisiológicamente significativa (1). Los productos derivados de la semilla de soja contienen concentraciones importantes de las mismas, mientras que otros productos procedentes de la soja, pero no de su semilla (como los brotes o salsa), contienen escasa cantidad de éstas (6).

Este trabajo se focalizó en la realización de una barra de cereal (BC) como alternativa alimentaria o snack saludable, que contribuya en conjunto a otras recomendaciones, a la prevención de la osteopenia y/o osteoporosis en mujeres perimenopáusicas.

La elección de una BC como vehículo de isoflavonas, se debió a que es un alimento nuevo en el mercado, elaborado mediante la aglutinación de diversos ingredientes; conservando la imagen saludable de los cereales para desayunos. Así mismo, impulsó la elección de esta alternativa alimentaria el hecho de que diversos estudios señalan que las mujeres seleccionan alimentos por placer (antojo), sabor (sensorial), búsqueda de la salud (preocupación por la salud), control de peso (apariencia física) o ansiedad (emocional) por lo que se consideró a la BC como una opción estratégica y saludable que responde a dichos factores (12), posicionándola como una opción adecuada para el consumo de isoflavonas.

Materiales y métodos Diseño.

Consistió en un estudio del tipo exploratorio. Se desarrollaron muestras de BC de manzana y ciruela con texturizado de soja como ingrediente principal. Se calculó la composición química teórica de macronutrientes, isoflavonas, calcio vitamina D, fibra y sodio. Luego, se realizó una prueba sensorial de aceptabilidad para evaluar textura (dureza, adhesividad al paladar y humedad), aspecto visual, aroma, aceptabilidad global e intención de consumo mediante una encuesta que incluía preguntas con respuestas cerradas. En la misma participaron 100 evaluadores no entrenados.

a) Para el desarrollo de la barra de cereal.

La materia prima utilizada incluyó: soja texturizada, copos de maíz sin azúcar, avena gruesa arrollada, ciruela desecada, manzana deshidratada, semillas de girasol peladas, semillas de sésamo, leche en polvo descremada, polimerosa, sucralosa y agua potable.

Se realizaron sucesivos ensayos preliminares para determinar la fórmula óptima de las muestras, los modelos resultantes fueron sometidos a previo testeo de aceptabilidad por un panel de consumidores no entrenados.

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En la selección de los ingredientes se contemplaron las características organolépticas, las ventajas nutricionales de cada elección, costos y disponibilidad en el mercado local.

En relación a la soja como fuente de isoflavonas, se utilizó el texturizado, ya que el mismo presenta un sabor neutro a diferencia de la harina de soja u otros derivados, además de poseer un aspecto similar a la granola. La polimerosa se seleccionó en función a su capacidad aglutinante, humectante y textura final que le otorga a los productos, además de producir una respuesta glucémica menor que la glucosa luego de ser consumida.

La sucralosa se eligió por su poder edulcorante con bajo aporte calórico, apto para someter a cocción, y no aportar sodio.

Debido a que la BC no posee aromatizantes ni saborizantes, se eligieron frutas aromáticas como la ciruela desecada, fuente de antioxidantes, y la manzana deshidratada. Las semillas de sésamo y de girasol aportan ácidos grasos esenciales, oligoelementos y fibra del tipo insoluble (13).

En la elaboración de las muestras se llevaron a cabo las siguientes operaciones unitarias: mezclado de los ingredientes, homogeneizado, laminado, horneado (45 minutos de cocción a 180ºC), enfriamiento, cortado, envasado y almacenamiento.

b) Para la evaluación de la aceptabilidad de la BC. Población y muestra.

La población objetivo fueron 100 mujeres perimenopáusicas, de 45 a 80 años de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y Conurbano Bonaerense, seleccionándose mediante muestreo del tipo no probabilístico por conveniencia.

Para la prueba de aceptabilidad (monádica), se evaluaron los siguientes atributos sensoriales: aspecto visual, textura, aroma y aceptabilidad global. Se utilizó una escala de asignación de puntaje de 1 a 10.

Recolección de los datos.

Como instrumento de recolección de datos se confeccionó una encuesta de aceptabilidad que constó de 10 preguntas con respuesta cerrada. Una vez recolectados los datos, estos fueron tabulados en una planilla de cálculo Excel para su posterior análisis. Se obtuvieron la mediana, la media, las medidas de desviación muestral y el intervalo de confianza del 95% con el software IBM SPSS Stadistics 20®.

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Resultados a) Del desarrollo de la barra de cereal.

La determinación de la composición química teórica se llevó a cabo mediante el cálculo de la fórmula desarrollada. Se utilizaron datos de composición química de la FAO para las semillas de girasol (14) y las tablas de composición de alimentos de la Universidad Nacional de Luján (15) para la avena arrollada.

Para la determinación de la composición de los copos de maíz, ciruelas desecadas, manzana deshidratada y las semillas de sésamo, se optó por las Tablas Alemanas de composición química de los alimentos (13).

Para la sucralosa, la leche en polvo descremada y la polimerosa se obtuvieron las composiciones químicas de las respectivas declaraciones de los rotulados de sus envases.

El valor energético resultante de la BC: fue de 2,53 kcal por gramo de producto y de 101,31 kcal por cada 40 g (1 unidad). La concentración de isoflavonas por cada unidad fue de: 23,8 mg.

Tabla 1. Composición química teórica de una barra de cereal (BC)

Fuente: Elaboración propia.

Los porcentajes de recomendación se basan en un valor calórico total de 2.000 Kcal, 300 g de hidratos de carbono, 75 g de proteínas, 55 g de grasas, 25 g de fibras, 2.400 mg de sodio, 5 mcg de vitamina D según las VDR (Valor Diario Recomendado) del Código Alimentario Argentino (www.anmat.gov.ar/ alimentos/normativas_alimentos_caa.asp).

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Según la literatura, para ser considerado un alimento con “alto contenido de isoflavonas”, este debe poseer cada 100 g de producto sólido como mínimo el 30 % de la recomendación para dicho nutriente; siendo de 90 mg/día en el caso de las isoflavonas y teniendo en cuenta que cada BC aporta en 100 g de producto 59,52 mg de las mismas, lo cual equivaldría a un 66,13 % de la recomendación, se considera de esta forma a la BC como un producto de alto contenido de isoflavonas (16).

Respecto al perfil lipídico resultante, (grasas saturadas, poliinsaturadas y monoinsaturadas) se tuvo en cuenta la recomendación del ATP III (17). La BC cubre un 6,96 % de las recomendaciones de grasas totales, aportando un 1,78 % de grasas saturadas, un 4,69 % de las grasas poliinsaturadas y un 1,4 % de las grasas monoinsaturadas.

Para el calcio se tuvo en cuenta la recomendación de 1.300 mg/día, cada BC cubre un 4,1 % de la misma.

Según lo establecido en el capítulo 5 del Código Alimentario Argentino la BC resultante, se consideraría un alimento con alto contenido de fibra ya que posee más de 6 g de fibra cada 100 g de producto sólido (6,27 g de fibra cada 100 g de producto sólido) y un producto con muy bajo contenido de sodio teniendo en cuenta que aporta 84,059 mg por cada 100 g de producto (menos de 120 mg cada 100 g de producto sólido, < del 5% VD de sodio), aportando 33,62 mg de sodio por porción (unidad de 40 g). (Anexo 1).

b) De la evaluación de la aceptabilidad de la BC. Para los atributos de textura los resultados fueron: con respecto a la dureza, un 51 % de las encuestadas categorizaron a la BC como dura, un 46 % como firme y solo un 3 % como blanda. Estos resultados se deben al elevado contenido de cereales y semillas enteras que le otorgan la consistencia propia de la BC. En relación a la adhesividad al paladar, los resultados arrojaron que el 49 % de las participantes coinciden en que no se requiere fuerza necesaria para remover la muestra del paladar, el 43 % consideró que se requiere poca fuerza y el 8 % que requiere mucha fuerza, lo cual se debe a que como aglutinante se utilizó la polimerosa que por sus propiedades humectantes hace que el producto final sea más crocante y menos pastoso.

Para el atributo de humedad solo un 6 % consideró que era alta, un 43 % considero que era media y un 51 % que era baja, esto se debe a que no se utilizó ningún ingrediente líquido a excepción del agua que se utilizó en las cantidades mínimas necesaria para unificar los ingredientes (120 cc de agua potable para 17 barras de cereal), y a que parte del agua libre se perdió por evaporación durante la cocción.

También se analizó la intención de consumo de la BC previo a conocer los beneficios de la misma y luego de recibir la información, que mostró una tendencia a mejorar los puntajes luego de recibir la información acerca de los beneficios que la BC posee, lo cual señala que las consumidoras presentan interés y sensibilidad en lo referido a la prevención y tratamiento de la osteopenia y osteoporosis.

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Discusión Se consideró oportuno el diseño de una BC ya que ofrecería las siguientes ventajas: 1. Presentar practicidad en relación a su conservación, envoltorio individual, comodidad para transportar y almacenar, facilitando su consumo.

2. Resultar apropiada para el control de peso (respondiendo al concepto de porción controlada).

3. Debido a su perfil lipídico y baja concentración de sodio, es una opción recomendable teniendo en cuenta los factores de riesgo cardiovasculares que suceden en la menopausia.

4. Ser accesible económicamente.

5. Ser una alternativa alimentaria ante alimentos obesogénicos.

Varios trabajos señalan la utilidad de las BC como alternativa alimentaria saludable, por ejemplo a nivel local se desarrollaron BC, que fueron evaluadas sensorialmente por niños en edad escolar con resultado exitoso (15). A nivel internacional se llevaron a cabo estudios para desarrollar BC energéticas utilizando diferentes mezclas y se analizaron químicamente los resultados (18) y BC tipo “snack” utilizando quinoa y nuez, evaluando su vida útil y determinando su aporte calórico/proteico (19). Como así también existen en el mercado internacional BC a base de soja y frutas, elaboradas con harina de soja (SoyJoy®) las mismas no se encuentran disponibles en nuestro país. Analizando comparativamente la composición química de la BC SoyJoy® con la propuesta en este trabajo, la BC aquí diseñada se posiciona como opción más saludable presentando aproximadamente la mitad de sodio y siete veces menos cantidad de grasas saturadas (20).

Conclusiones La BC con texturizado de soja como fuente de isoflavonas, no solo contribuye a la formación de hábitos alimentarios saludables, incorporando un producto formulado parcialmente con cereales integrales y granos enteros, sino también que aporta proteínas de alto valor biológico, ácidos grasos esenciales (linoleico y linolénico), calcio, un alto contenido en isoflavonas y fibra. Con estas características la BC aquí propuesta, resultaría útil en la dietoterapia orientada a la prevención y/o tratamiento de la osteopenia/ osteoporosis como así también, debido a su perfil lipídico y bajo aporte de sodio, es una opción saludable en la prevención de patologías cardiovasculares.

La BC tuvo una muy buena aceptación global por parte de las evaluadoras, resultando de esta manera una opción de snack práctica en relación a envoltorio individual, comodidad para transportar y almacenar, facilitando de esta manera su consumo.

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Análisis de la Composición química teórica de la BC. Tabla 2. Fórmula desarrollada.

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Estudio de Vida Útil y Determinación del Aporte Calórico/ Proteico de la Formulación Optimizada. 2006.

Soja & Fruit Bar SoyJoy®. Información disponible en: http://www.soyjoy.es/.

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Índice de autores Enfoques de aprendizaje y rendimiento académico en estudiantes universitarios.

¿La tendencia de recién nacidos macrosómicos va en ascenso en el Uruguay?

Autora: Witriw, Alicia Magdalena.

Lic. en Nutrición.

Magíster en Educación.

Profesor Titular de Evaluación Nutricional, UBA.

Autoras: Msc. Valentina Guillermo Lima Dra. María Isabel Bove

Características de la alimentación consideradas como factores de riesgo del cáncer de próstata en hombres adultos residentes en la provincia de mayor incidencia en esta patología, Alajuela, Costa Rica, 2013.

Autora: Stephanie Cordero Araya.

Licenciada en Nutrición.

Investigadora independiente.

Co-autor: Francisco Sánchez Montero, Doctor en Educación.

Docente universitario en Nutrición Humana.

Desarrollo y evaluación de la aceptabilidad de barras de cereal con agregado de fitoestrógenos.

Autoras: Colombo, María Elena Lic. en Nutrición. Auxiliar docente de la Cátedra de Técnica Dietética Facultad de Medicina, Universidad de Buenos Aires.

Cardillo, Ana Julia - Lic. en Nutrición Castaño, Florencia - Lic. en Nutrición González Lagrange, Leticia Lic. en Nutrición Ramos, Lucía Lic. en Nutrición Garda, María Rita Lic. en Nutrición. Profesor Asociado Regular. Cátedra de Técnica Dietética. Facultad de Medicina, Universidad de Buenos Aires. Argentina.

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REQUISITOS DE PUBLICACIÓN Aspectos Generales: • Se recibirán contribuciones en cualquiera de los idiomas de los países que integran la CONFELANYD, (Español, Portugués) • La revista se compromete a publicar todas las contribuciones aprobadas por el comité evaluador de cada país.

• Se podrán presentar artículos de investigación, revisiones bibliográficas, informe de desarrollo de investigaciones, ensayos científicos, propuestas y modelos e innovaciones educativas, productos de elaboración de tesis de grado, posgrado, maestría y doctorado, trabajos de ascenso o proyectos institucionales.

• Los artículos podrán ser tanto originales como también Reproducir artículos ya publicados en revistas indexadas.

Los artículos de investigación deben estructurarse de la siguiente manera, siguiendo criterios Vancouver.

Página del título: 1. La página del título contendrá: 2. El título del artículo, que debe ser conciso pero informativo.

3. El nombre de cada uno de los autores, acompañados de su grado académico más alto y su afiliación institucional.

4. El nombre del departamento o departamentos e institución o instituciones a los que se debe atribuir el trabajo.

5. En su caso, una declaración de descargo de responsabilidad.

6. El nombre y la dirección del autor responsable de la correspondencia.

7. El correo electrónico del autor al que pueden solicitarse separatas, o aviso de que los autores

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no las proporcionarán.

8. Origen del apoyo recibido en forma de subvenciones, equipo y medicamentos.

9. Título abreviado de no más de 40 caracteres (incluidas letras y espacios) situado al pie de la primera página.

Resumen y Palabras Clave La segunda página incluirá un resumen (que no excederá de las 150 palabras en el caso de resúmenes no estructurado ni de las 250 en los estructurados). En él se indicarán los objetivos del estudio, los procedimientos básicos (la selección de los sujetos del estudio o de los animales de laboratorio, los métodos de observación y analíticos), los resultados más destacados (mediante la presentación de datos concreto y, a ser posible, de su significación estadística), y las principales conclusiones. Se hará hincapié en aquellos aspectos del estudio o de las observaciones que resulten más novedosos o de mayor importancia.

Tras el resumen los autores deberán presentar e identificar como tales, de 3 a 10 palabras clave que faciliten a los documentalistas el análisis documental del artículo y que se publicarán junto con el resumen. Utilícense para este fin los términos del tesauro* Medical Subject Headings (MeSH) del Index Medicus; en el caso de que se trate de términos de reciente aparición que aún no figuren en el MeSH pueden usarse los nuevos términos.

Introducción Se indicará el propósito del artículo y se realizará de forma resumida una justificación del estudio. En esta sección del artículo, únicamente, se incluirán las referencias bibliográficas estrictamente necesarias y no se incluirán datos o conclusiones del trabajo.

Métodos Describa con claridad la forma como fueron seleccionados los sujetos sometidos a observación o participantes en los experimentos (pacientes o animales de laboratorio, también los controles). Indique la edad, sexo y otras características destacadas de los sujetos.

Dado que en las investigaciones la relevancia del empleo de datos con la edad, sexo o raza puede resultar ambiguo, cuando se incluyan en un estudio debería justificarse su utilización.

Se indicará con claridad cómo y porqué se realizó el estudio de una manera determinada. Por ejemplo, los artículos deben justificar porqué en el artículo se incluyen únicamente sujetos de determinadas edades o se excluyen a las mujeres del mismo. Se evitarán términos como “raza” que carece de significado biológico preciso debiendo utilizar en su lugar las expresiones alternativas “etnia” o “grupo étnico”. En el apartado de métodos se ha de especificar cuidadosamente el significado de los términos utilizados y detallar de forma exacta cómo se recogieron los datos (por ejemplo, qué expresiones se incluyen en la encuesta, si se trata de un cuestionario autoadministrado o la recogida se realizó por otras personas etc.) Describa los métodos, aparataje (facilite el nombre del fabricante y su dirección entre paréntesis) y procedimientos empleados con el suficiente grado de detalle para que otros investigadores puedan reproducir los resultados. Se ofrecerán referencias de los métodos acreditados entre ellos los estadísticos (véase más adelante); se darán referencias y breves descripciones de los métodos que aunque se hallen publicados no sean ampliamente conocidos; se describirán los métodos nuevos o sometidos a modificaciones sustanciales, razonando su utilización y evaluando sus limitaciones. Identifique con precisión todos los fármacos y sustancias químicas utilizadas, incluya los nombres genéricos, dosis y vías de administración. En los ensayos clínicos aleatorios se aportará información sobre los principales elementos del estudio, entre ellos el protocolo (población a estudio, intervenciones o exposiciones, resultados y razonamiento del análisis estadístico), la asignación de las intervenciones (métodos de distribución aleatoria, de ocultamiento en la asignación a los grupos de tratamiento), y el método de enmascaramiento.

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Cuando se trate de artículos de revisión, se ha de incluir una sección en la que se describirán los métodos utilizados para localizar, seleccionar, recoger y sintetizar los datos. Estos métodos se describirán también en el resumen del artículo. Ética Cuando se trate de estudios experimentales en seres humanos, indique si se siguieron las normas éticas del comité (institucional o regional) encargado de supervisar los ensayos en humanos y la declaración de Helsinki de 1975 modificada en 1983. No emplee, sobre todo en las ilustraciones, el nombre, ni las iniciales ni el número de historia clínica de los pacientes.

Cuando se realicen experimentos con animales, se indicará si se han seguido las directrices de la institución o de un consejo de investigación nacional, o se ha tenido en cuenta alguna ley nacional sobre cuidados y usos de animales de laboratorio.

Estadística Describa los métodos estadísticos con el suficiente detalle para permitir, que un lector versado en el tema con acceso a los datos originales, pueda verificar los resultados publicados. En la medida de lo posible, cuantifique los hallazgos y presente los mismos con los indicadores apropiados de error o de incertidumbre de la medición (como los intervalos de confianza). Se evitará la dependencia exclusiva de las pruebas estadísticas de verificación de hipótesis, tal como el uso de los valores P, que no aportan ninguna información cuantitativa importante.

Analice los criterios de inclusión de los sujetos experimentales. Proporcione detalles sobre el proceso que se ha seguido en la distribución aleatoria. Describa los métodos de enmascaramiento utilizados. Haga constar las complicaciones del tratamiento. Especifique el número de observaciones realizadas. Indique las pérdidas de sujetos de observación (como los abandonos en un ensayo clínico).

Siempre que sea posible, las referencias sobre el diseño del estudio y métodos estadísticos serán de trabajos vigentes (indicando el número de las páginas) en lugar de los artículos originales donde se describieron por vez primera.

Especifique cualquier programa de ordenador, de uso común, que se haya empleado.

En la sección de métodos incluya una descripción general de los métodos empleados. Cuando en la sección de resultados resuma los datos, especifique los métodos estadísticos que se emplearon para analizarlos. Se restringirá el número de tablas y figuras al mínimo necesario para explicar el tema objeto del trabajo y evaluar los datos en los que se apoya. Use gráficos como alternativa a las tablas extensas. Evite el uso no técnico y por ello erróneo de términos técnicos estadísticos, tales como “azar” (alude al empleo de un método de distribución aleatoria), “normal”, “significativo”, “correlaciones” y “muestra”. Defina los términos, abreviaturas y la mayoría de los símbolos estadísticos.

Resultados Presente los resultados en el texto, tablas y gráficos siguiendo una secuencia lógica. No repita en el texto los datos de las tablas o ilustraciones; destaque o resuma tan sólo las observaciones más importantes.

Discusión Haga hincapié en aquellos aspectos nuevos e importantes del estudio y en las conclusiones que se deriven de ellos. No debe repetir, de forma detallada, los datos u otras informaciones ya incluidas en los apartados de introducción y resultados. Explique en el apartado de discusión el significado de los resultados, las limitaciones del estudio, así como, sus implicaciones en

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futuras investigaciones. Se compararán las observaciones realizadas con las de otros estudios pertinentes.

Relaciones las conclusiones con los objetivos del estudio, evite afirmaciones poco fundamentadas y conclusiones insuficientemente avaladas por los datos. En particular, los autores deben abstenerse de realizar afirmaciones sobre costes o beneficios económicos, salvo que en su artículo se incluyan datos y análisis económicos. No se citarán trabajos que no estén terminados. Proponga nuevas hipótesis cuando esté justificado, pero identificándolas claramente como tales. Podrán incluirse recomendaciones cuando sea oportuno.

Agradecimientos Incluya la relación de todas aquellas personas que han colaborado pero que no cumplan los criterios de autoría, tales como, ayuda técnica recibida, ayuda en la escritura del manuscrito o apoyo general prestado por el jefe del departamento. También se incluirá en los agradecimientos el apoyo financiero y los medios materiales recibidos.

Las personas que hayan colaborado en la preparación del original, pero cuyas contribuciones no justifiquen su acreditación como autores podrán ser citadas bajo la denominación de “investigadores clínicos” o “investigadores participantes” y su función o tipo de contribución debería especificarse, por ejemplo, “asesor científico”, “revisión crítica de la propuesta de estudio”, “recogida de datos” o “participación en el ensayo clínico”.

Dado que los lectores pueden deducir que las personas citadas en los agradecimientos de alguna manera avalan los datos y las conclusiones del estudio, se obtendrá la autorización por escrito de las personas citadas en dicha sección.

Referencias bibliográficas Numere las referencias consecutivamente según el orden en que se mencionen por primera vez en el texto. En éste, en las tablas y leyendas, las referencias se identificarán mediante números arábigos entre paréntesis. Las referencias citadas únicamente en las tablas o ilustraciones se numerarán siguiendo la secuencia establecida por la primera mención que se haga en el texto de la tabla o figura en concreto.

Se utilizará el estilo de los ejemplos que a continuación se ofrecen, que se basan en el estilo que utiliza la NLM en el index Medicus. Abrevie los títulos de las revistas según el estilo que utiliza el Index Medicus. Consulte la List of Journals Indexed in Index Medicus (relación de revistas indizadas en el Index Medicus), que la NLM publica anualmente como parte del número de enero del Index Medicus, y como separata. Esta relación también puede obtenerse en la dirección web de la NLM. (Nota: para consultar las abreviatura de revistas españolas, puede consultar el catálogo del Instituto Carlos III. También puede consultar Biomedical Journal Title Search) Evite citar resúmenes. Las referencias que se realicen de originales aceptados pero aún no publicados se indicará con expresiones del tipo “en prensa” o “próxima publicación”; los autores deberán obtener autorización escrita y tener constancia que su publicación está aceptada. La información sobre manuscritos presentados a una revista pero no aceptados cítela en el texto como “observaciones no publicadas”, previa autorización por escrito de la fuente.

Tampoco cite una “comunicación personal”, salvo cuando en la misma se facilite información esencial que no se halla disponible en fuentes públicamente accesibles, en estos casos se incluirán, entre paréntesis en el texto, el nombre de la persona y la fecha de la comunicación. En los artículos científicos, los autores

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que citen una comunicación personal deberán obtener la autorización por escrito.

Los autores verificarán las referencias cotejándolas con los documentos originales.

El estilo de los Requisitos Uniformes (estilo Vancouver) en gran parte se basa en el estilo normalizado ANSI adoptado por la NLM pasa sus bases de datos. Se ha añadido unas notas en aquellos casos en los que el estilo Vancouver difiere del estilo utilizado por la NLM Tablas Deben ser enviadas en un documento Excel utilizando la fuente ARIAL en tamaño 11 (a pedido del diseñador gráfico).

Mecanografíe o imprima cada tabla a doble espacio y en hoja aparte. No presente las tablas en forma de fotografías.

Numere las tablas consecutivamente en el orden de su primera citación en el texto y asígneles un breve título a cada una de ellas. En cada columna figurará un breve encabezamiento. Las explicaciones precisas se podrán en notas a pie de página, no en la cabecera de la tabla.

En estas notas se especificarán las abreviaturas no usuales empleadas en cada tabla. Como llamadas para las notas al pie, utilícense los símbolos siguientes en la secuencia que a continuación se indica:*, †, ‡, ¶, **, ††, ‡‡, etc.

Identifique las medidas estadísticas de variación, tales como la desviación estándar el error estándar de la media.

No trace líneas horizontales ni verticales en el interior de las tablas.

Asegúrese de que cada tabla se halle citada en el texto.

Si en la tabla se incluyen datos, publicados o no, procedentes de otra fuente se deberá de contar con la autorización necesaria para reproducirlos y debe mencionar este hecho en la tabla.

La inclusión de un número excesivo de tablas en relación con la extensión del texto puede dificultar la composición de las páginas. Examine varios números recientes de la revista a la que vaya a remitir el artículo y calcule cuántas tablas se incluyen por cada mil palabras de texto.

Al aceptar un artículo, el director de la revista podrá recomendar que aquellas tablas complementarias que contienen datos de apoyo interesantes, pero que son demasiado extensas para su aplicación, queden depositadas en un servicio de archivo, como el National Auxiliary Publications Service (NASP) en los Estados Unidos, o que sean proporcionadas por los autores a quién lo solicite. En este caso, se incluirá una nota informativa al respecto en el texto. No obstante, dichas tablas se presentarán a la revista junto con el artículo para valorar su aceptación.

Ilustraciones (Figuras) Envíe el número de juegos completos de figuras solicitado por la revista. Las figuras estarán dibujadas y fotografiadas de forma profesional; no se aceptará la rotulación a mano o mecanografiada. En vez de dibujos, radiografías y otros materiales gráficos originales, envíe positivos fotográficos en blanco y negro, bien contrastados, en papel satinado y de un tamaño aproximado de 127´ 17 mm (5´ 7 pulgadas), sin que en ningún caso supere 203´ 254 mm (8´ 10 pulgadas).

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Las letras, números y símbolos serán claros y uniformes en todas las ilustraciones; tendrán, además, un tamaño suficiente para que sigan siendo legibles tras la reducción necesaria para su publicación. Los títulos y las explicaciones detalladas se incluirán en las leyendas de las ilustraciones y no en las mismas ilustraciones.

En el reverso de cada figura se pegará una etiqueta que indique el número de la figura, nombre del autor, y cuál es la parte superior de la misma. No escriba directamente sobre la parte posterior de las figuras ni las sujete con clips, pues quedan marcas y se puede llegar a estropear la figura. Las figuras no se doblarán ni se montarán sobre cartulina.

Las microfotografías deberán incluir en sí mismas un indicador de la escala. Los símbolos, flechas y letras usadas en éstas tendrán el contraste adecuado para distinguirse del fondo.

Si se emplean fotografías de personas, éstas no debieran ser identificables; de lo contrario, se deberá anexar el permiso por escrito para poder utilizarlas (véase el apartado de protección del derecho a la intimidad de los pacientes).

Las figuras se numerarán consecutivamente según su primera mención el texto. Si la figura ya fue anteriormente publicada, cite la fuente original y presente el permiso escrito del titular de los derechos de autor para la reproducción del material. Dicha autorización es necesaria, independientemente de quién sea el autor o editorial; la única excepción se da en los documentos de dominio público.

Para las ilustraciones en color, compruebe si la revista necesita los negativos en color, diapositivas o impresiones fotográficas. La inclusión de un diagrama en el que se indique la parte de la fotografía que debe reproducirse puede ser útil al director. Algunas revistas, únicamente, publican ilustraciones en color si el autor paga el coste adicional.

Leyendas de las ilustraciones Los pies o leyendas de las ilustraciones se mecanografiarán o imprimirán a doble espacio, comenzando en hoja aparte, con los números arábigos correspondientes a las ilustraciones.

Cuando se utilicen símbolos, flechas, números o letras para referirse a ciertas partes de las ilustraciones, se deberá identificar y aclarar el significado de cada una en la leyenda.

En las fotografías microscópicas explique la escala y especifique el método de tinción empleado.

Unidades de medida Las medidas de longitud, talla, peso y volumen se deben expresar en unidades métricas (metro, kilogramo, litro) o sus múltiplos decimales.

Las temperaturas se facilitarán en grados Celsius y las presiones arteriales en milímetros de mercurio.

Todos los valores de parámetros hematológicos y bioquímicos se presentarán en unidades del sistema métrico decimal, de acuerdo con el Sistema Internacional de Unidades (SI). No obstante, los directores de las revistas podrán solicitar que, antes de publicar el artículo, los autores añadan unidades alternativas o distintas de las del SI. Abreviaturas y símbolos Utilice únicamente abreviaturas normalizadas. Evite las abreviaturas en el título y en el resumen.

Cuando en el texto se emplee por primera vez una abreviatura, ésta irá precedida del término completo, salvo si se trata de una unidad de medida común.

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Para la segunda sección “compartiendo experiencias de trabajo” se valoraran aquellas experiencias de programas nutricionales que cumplan con los criterios de los programas de Buenas prácticas ICEAN. Para ser considerados como “Buenas Prácticas en ICEAN (BP-ICEAN)” los programas deben cumplir con los criterios del nuevo enfoque de ICEAN: 1. Se formulan después de una investigación en profundidad, en la que se han determinado las percepciones, creencias, actitudes, conocimientos, barreras y motivaciones que permiten comprender las prácticas alimentarias de la población objetivo, así como sus necesidades y prioridades, para abordar apropiadamente los problemas nutricionales que la afectan.

2. Consideran las necesidades nutricionales del grupo objetivo.

3. Promueven conductas muy específicas, que invitan a la acción y no sólo trasmiten conocimientos.

4. Establecen objetivos que priorizan el cambio de conductas o prácticas alimentarias.

5. Las conductas que promueven están basadas en las preferencias del grupo objetivo.

6. Utilizan enfoques metodológicos orientados al logro del aprendizaje a partir de las experiencias y la solución de problemas sentidos por la población.

7. Ponen el proceso de cambio en manos de los actores, dando mucha atención a las habilidades para la vida.

8. Consideran el contexto social y físico en el que las personas deciden y actúan, por lo que operan, tanto como es posible, en todas las dimensiones del ambiente de la persona.

9. Utilizan una combinación de canales interpersonales y masivos, lo que provee exposición frecuente y directa a los mensajes.

10. Reconocen las dificultades del cambio de comportamiento y el tiempo que toma cambiar, por lo que se comprometen a esfuerzos de largo plazo para lograr un cambio de conducta sostenido.

11. Trabajan en forma coordinada con los líderes comunitarios y las redes sociales para promover soluciones a los problemas nutricionales.

12. Capacitan a los agentes de cambio en habilidades de consulta y de comunicación para: • Discutir qué es lo que las personas realmente están haciendo • Explorar las causas y dificultades • Discutir cómo hacer cambios fáciles y atractivos y construir sobre las prácticas existentes • Dar buenas explicaciones, ejemplos y realizar demostraciones prácticas • Impulsar iniciativas para la acción • Dar seguimiento a las acciones que se realizan • Discutir formas simples de autoevaluación • Generar el apoyo mutuo entre los miembros de la comunidad y lograr el apoyo comunitario • Estimular a los actores a trasmitir conocimientos, habilidades y experiencias.

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Además de cumplir con estas premisas relacionadas directamente con los lineamientos y metodología del programa, las buenas prácticas de ICEAN deben cumplir las siguientes características que son consideradas como “factores de éxito.”

• Efectividad o (Eficacia): Utilización eficaz de los recursos disponibles con la que se consiguen los máximos efectos posibles.

• Eficiencia: Nivel o grado en el que se alcanzan los objetivos de un programa en relación a sus costos.

• Sostenibilidad: Probabilidad de que continúen los beneficios de una intervención a largo plazo.

• Replicabilidad: Capaz de repetirse en otros escenarios obteniendo resultados similares y que responda a necesidades locales reales.

Importante Fecha de cierre para recibir trabajos para la próxima edición: Trabajos extranjeros: 15 de mayo/2015.

Trabajos nacionales: 15 de abril/2015.

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Miembros CONFELANYD:

Nro. 1 - Diciembre 2014

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