Por JuanGi Gelp1
H
ace unos arios , cuando era estudiante de bachillerato en la Facultad de Humanidades, tuve el privilegio de asistir de oyente al curso de francés intensivo que enseria Ana Lydia Vega en la Universidad de Puerto Rico. Desde las primeras clases me impresionó el dinamismo que le impartía a la ensel\anza. Más que clases en un sentido tradicional, allí asistíamos a una especie de performance colectivo en el cual se aprendía sobre gramática francesa, pero a la vez se desarrollaba la capacidad creativa de todos nosotros. Recuerdo que por aquellos arios me preguntaba lo que sería todo ese talento convertido en escritura. Por eso, cuando apareci ó Vírgenes y mártires , el libro que escribió Ana Lydia en colaboración con mi también prof esora de novela experimental Carmen Lugo Filippi, me alegré de ver confirmadas mis sospec has. Hoy tengo la suerte d e esc ribir sobre Esperando a Loló, lib ro que ta autora le dedica a su hija Lolita Villanua , quien, a su vez , fue mi alumna hace un par de arios. Para acercarme a este libro me permito recorda r que los procesos de modernización -en gran med ida , fallidos y defectuosos- por los cuales han atravesado nuestra s sociedades, así como el crecimiento vertiginoso de las ciudad es, han repercutido en la literatura que se esc ribe en Latinoamérica. Lo que conocemos como géneros literarios han sufrido transformacione s notable s. Uno de ellos -el ensayo- se ha transformado notable mente en las últimas cuatro o cinco décadas . Esta modalidad literaria, que se había asociado tradicionalmente a la llamada alta cultura o cultura letrada , se ha acercado últimamente a otras modalidades como serian, por ejemplo, el cuento o la crónica periodística . Este contacto vivifica dor co n los medios de comunicación le ha infundido al ensayo culturalista una nueva dire cción. Al incorporar la vida cotidiana de las ciudades, el humor y hasta alg unos elementos de la propia vida de quien los escribe, el ensayo se ha democratiz ado, acercándose a un público lector mucho más amplio. Este es, a grandes rasgos, el marco en el que se inserta la valiosa colecc ión de ensayos hlbridos de Ana Lydia Vega , Eaperando a Loló. Casi todos los textos que se incluyen en el libro se publicar on inicialmente en d istintos periódicos de l país. Ana Lydia Vega ya habla incursionado en el ensayo en el libro que ella misma se encargó de armar y recopilar : El tramo ancla . Ensayos puertorriqueños de hoy . Este libro, permltanme sel\alarlo, es la lectura que más han disfrutado mis estudiantes en los veinte al\os que llevo dialogando con ellos en el salón de clase. Al
Esperábamos a Loló apartarse de una visión del intelectual autoritario que se consideraba capaz de •fija r• o •de finir• la cultura puertorriquerl a de manera global, los escritores de El tramo ancla difieren y hasta descon fían de la reflexión intelectual tradicional. Hay en el libro un intento de ampliar la cultura universitaria al verla como un ámbito no excluyente, como un espacio permeab le que está en diálogo con las otras manifestaciones culturales que están más allá de los portones de la universidad; en particular, con los productos de la cultura popular . Por suerte, nos hemos distan ciado
de la época en que el ámbito universitario trataba de imponer su hegemonía en el terreno de la producción cultural . Al igual que en las primeras décadas de nuestro siglo existlan alternativas a la ensaylstica oficial -record emos a Nemesio Canales, tan presente .en El tramo ancla , pero también a Ramón Romero Rosa y Luisa CapetilloEI tramo ancla y hoy Esperando a Loló se unen a un mapa cultural amplio que excede los límites del ámbito universitario . Como sucede en muchos otros ensayos, en Esperando a Loló hay un acerca miento al problema de la cultura. Sin embargo, a diferencia de lo que sucede en otras ob ras, la cultura aquí se ve como algo qu e puede incluir una diversidad de aspec tos de la vida cotidiana: la madre liberal producto de los arios sesenta que, paradójicamente, no pued e dormir porque su hija se ha ido al Viejo San Juan, la ampliación necesaria de nuestra casa/pals para que en ella tamb ién se incluya a los hermanos neoyorricans y el abuso físico que le inflige un marido-Hombre Lobo a su esposa . Lejos de establecer proclamas acerca de grandes verdades , hay aquí un interés por esas experiencias escurridizas, pero muy nuestras, qu.e son el diario vivir . 40-Diál0gO'lllarzo 1995
A Jo largo de su historia, el ensayo preocupado por servirles de_plataforma a_los .. intelectuales- ha tendido a s1JencIarese d1arrovIvIr. En Esperando a Loló se supera la divi sión que establece el ensayo entre la teoría y la vid a cotidiana, escisión que le vie ne al ensayo de su cercanla con la historia y la sociología . Estas discipli nas, que se convirtie _ron en • autoridadesal extirpar su dimensión cot1d1ana,no pesan ya tanto como modelos en el tipo de ensayo que pra ctica n Ana Lydi~ Vega y otros esc ritores latinoamericanos . Pienso, por e1emplo, en ese genial c ronista de la vida urbana que es el escritor gay mexica no José Joaquín Blanco, cuyo libro Función de medianoche. Ensayos de literatura cotidiana es, desde hace ari os, uno de mis libros de cabecera. Igualm ente, en la sección titulada Gajes d el oficio , Ana Lydia Vega hace teoría literar ia sin tener qu e excl uir de ella su propia experiencia cotidiana como mujer y como escritora . Su estrategia es muy se mejante a la de otras feministas para q uienes la presunta •Objetividad • de las ciencias es bastant e sospechosa; precisamente porque detrás de esa •obje tividad • se han escudado quienes persiguen y tratan de suprimir la difer encia red uc iéndola a categorías como la histeria y la perversión. En este libro también se intenta contrarrestar la presunta «objetividad • estableciendo una relación intersubjetiva con los lect~res . El sujeto que construye la autora se dirige continuamente al público lec tor y, de este modo, se entab la una especie de palique en el cual abun_dan la ironía y el humor . De hecho , en una ocasión nos advierte lo que viene a resumir el carácter híbrido de es tos ensayos: • me parece mucho más divertido contar cuentos que dar opiniones• . Por último, quiero destacar que esa conversación continua con los lectores nos lleva a otro elemento valioso de este libro : la presentac ión de la heterogeneidad urbana. Quien habla y escribe en Esperan_ do a Loló incorpor a distintos aspectos del diná mico fluir del espacio urbano. Hay textos aquí sobre el placer del paseo por la c1udad1 así como también los hay sobre la paranoia urba na qu e, iró nicam ente, no nos protege -a pesar de rejas y portones- de lo que nos p uede pasar en la entrada d e la casa . Ni ámbito ide al ni lug ar infernal, en este libro la ciudad , Y el propio género del ensayo que la inscnbe, _son, ante todo y sobre todo espacios de la d1vers1dad. '
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