nuestra labor, y más noble fué el coinpañerisino que entre nosotros reinó.
Formamos la directiva de la clase, de la cual era presi
dente Ángel Janer. Nuestros "meetings" se celebraban donde quiera: deba jo de los árboles que abundan i^or los alrededores de la Uni versidad; en las escaleras de los edificios; andando por la
carretera que atraviesa nuestro campo; pero con más fre cuencia nos reuníamos en el salón de Miss Hall, diez o quin
ce minutos antes de empezar la clase de inglés. Un día, no sé cuál de nuestros comi^aueros sugirió umi idea magnífica y laudable: ver si era jiosible que a nosotros, teniendo los créditos necesarios, se nos concediese el dijílo-
ma de Alta Escuela. Todos acogimos la idea con grandísi mo interés.
Una comisión fué enviada donde Mr. Fleagle,
quien, viendo razonables los argumentos nuestros, y después
de haber comunicado las aspiraciones nuestras al Comisio nado de Instrucción, accedió gustosamente a la peticiónele la clase.
Inmediatamente entramos a formar parte de la clase de cuarto año de la Alta Escuela; ambas clases se confundieron
en una bajo la presidencia de nuestro comj)anei"o Ángel Janer.
Con ese brillante triunfo termina nuestro tercer año,
dejándonos x^reparados intelectual y moralmente x)ara entrar en la clase "Sénior", o clase de "ladies and gentlemen", como la acostumbran llamar los que antes que nosotros ])or ella han pasado. Desde este instante dejamos de ser mu
chachos inexpertos y noveles x^s-ra convertirnos en hombres de alguna experiencia, bastante cai)acitados vencer las dificultades de la vida, con un concexdo más o menos elevado de lo que ella realmente es. Septiembre de 1914. Desde esta fecha data el cuarto y último período de nuestra historia. Lo considero no sola
mente como el período más glorioso de nuestra clase, sino como la éxDoca más brillante entre todas aquellas q^ie han
contribuido al x^rogi'sso manifiesto de la LIniversidad de
Puerto Rico. Y creo no x)ecar de inmodestia al manifestar lo así: la verdad escueta es factor imx)ortante en toda historia.
Nuevos comx)añeros de las diferentes Altas Escuelas de
la Isla llegaron este año, trayendo consigo nuevas ideas y nuevas impresiones.
Nos reunimos por x^rimera vez en el salón de Farmacia.
Se designó la directiva que había de regir los destinos de 90