Nº 9 Abril 2011
news ¡Estamos de obras! Durante el mes de marzo hemos puesto en marcha dos nuevas construcciones: una guardería en la escuela km42 y un centro de formación para jóvenes en Mae Sot.
Proyectos
en Mae sot
Gracias a la empresa Opsun Energy, estamos financiando la construcción de la guardería con capacidad para 100 niños. El edificio donde estaban hasta ahora es insuficiente para tantos niños y está lleno de agujeros por los que se cuelan mosquitos, provocando enfermedades como el dengue y la malaria, enfermedades muy peligrosas para estos niños de entre 2 y 5 años. El edificio ya está acabado, sólo nos falta pintarlo y acondicionarlo para que sus cien pequeños estudiantes lo estrenen en junio, al comienzo de las clases. Por otra parte, en Mae Sot estamos construyendo un centro de formación para jóvenes birmanos. Nuestros alumnos se hacen mayores y necesitan salidas profesionales. En este centro recibirán clases prácticas para convertirse en buenos profesores, y también se ofrecerán talleres de cocina, costura y otros cursos de formación profesional.
Guardería Opsum
Este centro está siendo construido con una área destinada a los talleres y otra para alojar a sus estudiantes durante los meses que dure la formación.
Fin de curso en las escuelas Los meses de abril y mayo son los más calurosos del año en Mae Sot, por eso son los meses de vacaciones de las escuelas. Muchos niños vuelven a Birmania con sus familias durante estos dos meses; otros trabajan con sus padres en el campo para ganar un dinero extra para la familia. Centro de formación para jóvenes
La escuela km42 estará cerrada durante este par de meses, así que aprovechamos para hacer reparaciones en las instalaciones. La guardería Chicken School, por petición de padres y profesores, permanecerá abierta durante todo el verano, y seguiremos ofreciendo una comida completa a sus 50 alumnos y sus 3 profesores.
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Colaboraciones
“Una sonrisa dura un solo instante, pero sus efectos perduran para siempre” Quiero agradecer a Colabora Birmania la oportunidad de aportar un granito de arena al pueblo birmano para que su vida sea un poquito mejor. Hay tanto por hacer, que no tengo palabras para alabar el buen trabajo que desarrolláis día día, enfrentándonos a problemas tan complejos y de tan difícil solución. Todo el trabajo está bien pagado con la sonrisa de los niños. Una sonrisa dura un solo instante pero sus efectos perduran para siempre. Os quiero. Un beso. Jose
“Me gustaría que todos estos niños tuvieran la oportunidad en la vida que se merecen” Pensaba que yo aportaría algo a la vida de estos niños, y lo que pasó es que ellos sí aportaron mucho en mi vida: optimismo ante la vida, ser feliz con lo que tengo. Ellos viven con poco pero no paran de reír y los ves felices, y sobre todo con un cariño y un amor puro, sano, inmenso. Me voy con unos valores diferentes de cuando llegué, me gustaría que todos estos niños tuvieran la oportunidad en la vida que se merecen, y que pudieran salir adelante con sus estudios. Y por supuesto, puestos a soñar, que se arreglara el problema de su país y pudieran recuperar su identidad y volver allí para iniciar la vida que se merecen! Maica
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¡Lo hemos conseguido! Desde Colabora Birmania no paramos de realizar actos solidarios para recaudar fondos en España que nos ayuden a financiar los diferentes proyectos que llevamos a cabo en Mae Sot.
Birmanízate
Creemos que ésta es una buena manera de implicar a todos nuestros socios y amigos en nuestros proyectos. Con los actos solidarios, además de pasar un buen rato entre amigos, mediante vídeos y presentaciones, tratamos de sensibilizar a la población española sobre la dura realidad que toda esta población desplazada vive diariamente. Se calcula que solo en el área de Mae Sot hay mas de 20.000 niños en edad escolar, de los que solo 9.000 están escolarizados. Uno de los objetivos de Colabora Birmania es conseguir que el mayor número de niños posible, tenga derecho a algo tan fundamental en occidente como es la educación. A menudo en esta parte del mundo, este derecho se ve truncado por la situación de extrema pobreza que sufren millones de familias que necesitan del trabajo de sus hijos para subsistir. A principios del año pasado ideamos una campaña con el fin de recaudar fondos para conseguir la comida que consumen los 300 niños que acuden a la escuela Km 42 de Mae Sot. Decidimos bautizar la campaña con el nombre de 300x300, ya que son 300 los niños que acuden a dicho centro y 300 los días que dura el año escolar. El ofrecerles una comida al día, marca la diferencia entre que un niño se vea obligado a trabajar con sus padres en el campo para ganarse su propio sustento, o tenga la oportunidad de recibir una educación y una infancia digna, rodeado de sus compañeros de clase y disfrutando de lo que son, niños. Durante todos estos meses, hemos estado realizando diferentes eventos a lo largo de toda la geografía española. El objetivo eran 15.000€ para cubrir la alimentación de 300 niños, pero la implicación de toda la gente que ha colaborado ha hecho posible que superáramos el objetivo consiguiendo 22.558€. Esto nos permite, además de cubrir la alimentación, pagar los costes de material escolar, uniformes y transporte a la escuela de sus 300 alumnos. Todo el equipo de Colabora Birmania, agradecemos el esfuerzo e implicación que todos nuestros amigos y socios birmanizados han realizado para completar con éxito esta campaña. Solo con vuestra asistencia, ya habéis colaborado con nosotros y vuestra solidaridad ha conseguido que al menos 300 niños tengan la oportunidad de recibir una educación. Gracias a vuestra generosidad, 300 niños recibirán una comida completa al día y tendrán derecho a una infancia digna, recibiendo una educación sin tener que trabajar en el campo con sus padres con tan sólo 5 años. A todos y a cada uno de vosotros: “che
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su tim baré” (¡muchísimas gracias!)
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Un artista birmanizado Miquel Comas, socio colaborador de Colabora Birmania, ha realizado durante estos últimos meses su contribución para el pueblo birmano.
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Desde su visita a Mae Sot ha estado pintado cuadros de sus fotos: paisajes de Tailandia y de Mae Sot, las playas, mercados pintorescos, rostros brimanos... Sus cuadros han servido para contribuir a la campaña 300x300. Miquel seguirá pintando y vendiendo sus obras para destinar la recaudación a los niños más necesitados de Mae Sot. ¡Muchas gracias!
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“Siempre tendré una cicatriz en el corazón” Shwe Wah, 22 años
Historias Birmanas
“Mi nombre es Shwe Wah, tengo 22 años y pertenezco a la minoría étnica Karen. Mi pueblo lucha por la independencia de nuestro estado y contra las atrocidades que la Junta Militar Birmana ejerce sobre nosotros desde hace más de 48 años. En 2009 emigré a Tailandia, donde conocí a mi marido. Cuando le dije a mi madre que me casaba, se puso muy triste y lloró durante varios días, pero mi marido lo es todo para mí y mi pasado lo recuerdo como una pesadilla.
Hace 16 años que tengo una herida en mi corazón. Antes mi aldea era más grande, la formaban unas 100 casas; ahora apenas tiene 30. En 1995, cuando era muy pequeña, el ejército de la Junta Militar Birmana, el SPDC (State Pace and Development Council), atacó mi aldea matando y violando a muchos de mis vecinos. A pesar de mi corta edad, todavía recuerdo aquel fatídico día. Yo era una niña de 5 ó 6 años, pero sabía lo que pasaba y nunca podré olvidarlo. Desde entonces, siempre tendré una cicatriz en el corazón. Cuando contaba con tan sólo 3 años, mi padre murió luchando contra el SPDC y defendiendo la propiedad de nuestra casa y de nuestras tierras. Nuestra familia siempre había vivido allí, pero no nos quedó más remedio que vender la casa, ya que mi madre era la única que trabajaba y con su sueldo no nos podía dar de comer a todos. Éramos muy pobres pero, a pesar de todo, estábamos unidos y disfrutábamos de nuestra compañía y amor. Un día se esfumaron todas nuestras esperanzas y nuestro modo de vida. El ejército de la Junta Militar nos sorprendía una tranquila mañana, arrasando nuestras casas y robándonos todas nuestras pertenencias, y también nuestra dignidad. Violaron a mujeres y mataron a muchos de nuestros vecinos, obligándonos a abandonar nuestros hogares y huyendo a la selva sin ropa ni comida. A la Junta Militar Birmana y el SPDC no les gustamos. Los Karen somos una minoría étnica y siempre nos han discriminado y nos han negado cualquier derecho porque luchamos contra ellos, aunque ellos también matan a gente inocente. De todas formas yo soy una afortunada. Nuestro líder religioso llegó a nuestra aldea al mismo tiempo que el SPDC y pidió al ejército que llamaran a mi hermana mayor y a mí, siendo trasladadas a la ciudad de Pa Pun y así conseguimos escapar de la guerra. A pesar de ello, me sentía muy triste por la suerte que habían corrido mi madre, mis hermanos y el resto de aldeanos que no pudieron escapar. El consuelo de sentirme a salvo se diluía ante la impotencia de no poder hacer nada. Nuestra guerrilla KNU (Karen National Union) debía ayudarles, pero no podían, puesto que la aldea estaba tomada por el SPDC y el KNU temía que, si atacaban, el SPDC acabara con todos los aldeanos como represalia. Estuve separada de mi familia durante 11 largos años. En mi infancia pude volver alguna vez a mi aldea, pero mi madre y mis hermanos ya no estaban allí. Vivían en la selva escondidos y los pocos aldeanos que quedaban vivían en condiciones muy precarias en pequeñas cabañas de bambú. Hace unos 3 años terminé mis estudios de bachillerato y durante mis vacaciones de verano me fui a una pequeña aldea en el estado Karen llamada Kah Gyi. No tenían profesora de Karen, nadie sabía ni leer ni escribir y los niños no hablaban la lengua. Pasé allí mis vacaciones enseñando a los niños y me sentí muy feliz de poder ayudar de alguna manera a mi gente. Cuando acabaron las vacaciones regresé a Bago a casa de mi profesor. Al mismo tiempo recibí una carta de mi madre que me pedía que me viera con ella en nuestra aldea. El 10 de junio de 2007 pude por fin reunirme con mi familia. Colabora Birmania
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