Wardstone 02

Page 152

Joseph Delaney

La maldición del Espectro

—Me alegra saberlo, muchacha, porque la próxima vez, como te dije, nadie podrá ayudarte. ¿Dónde se encuentra ahora? —En un lugar profundo, bajo tierra. En una cueva oscura y húmeda. Ha encontrado unos huesos, pero tiene hambre y no le bastan. —¡Muy bien! Es el momento de ponerse manos a la obra —decidió el Espectro—. Vosotros dos, poneos al abrigo de aquellos muros —indicó, señalando las ruinas de la capilla—. Intentad dormir un poco mientras hago guardia frente a las tumbas. Obedecimos y nos acurrucamos sobre la hierba, entre las ruinas de la capilla. Por el muro que faltaba, veíamos al Espectro y las tumbas. Pensé que se sentaría, pero se quedó de pie con la mano izquierda apoyada en el bastón. Estaba cansado y no tardé mucho en dormirme. Pero me desperté de pronto. Alice me estaba sacudiendo por el hombro —¿Qué pasa? —le pregunté. —Está perdiendo el tiempo —respondió Alice, señalando el punto donde se encontraba el Espectro, agachado junto a la tumbas—. Hay algo cerca, pero está ahí detrás, junto al seto. —¿Estás segura? Alice asintió. —Pero díselo tú. No se lo tomará muy bien si se lo digo yo. Me encaminé hacia el Espectro y lo llamé: —¡Señor Gregory! No se movió. Me pregunté si se habría dormido de cuclillas. Pero poco a poco se puso en pie y volvió el tronco hacia mí manteniendo los pies exactamente en la misma posición. Entre las nubes había algún claro, pero la escasa luz de la estrellas no me bastaba para verle la cara. Bajo la capucha, todo estaba oscuro. —Alice dice que hay algo ahí atrás, junto al seto. —¿Eso dice? —murmuró el Espectro—. Entonces será mejor que echemos un vistazo. Caminamos hacia el seto. Al acercarnos, noté un frío aún más intenso, por lo que supe que Alice tenía razón. Había algún espíritu por allí. El Espectro señaló hacia abajo y de pronto se puso de rodillas y empezó a arrancar la larga hierba. Yo también me arrodillé y empecé a ayudarle. Debajo aparecieron otras dos tumbas de piedra. Una tenía metro y medio de largo, pero la otra medía la mitad. Era la más pequeña de todas.

~152~


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.