10º BOLETIN SEMESTRAL DE LLLMÉX 2:2, 2017 Quiero agradecer a todos ustedes por el trabajo, apoyo y colaboración con su artículos, relatos y vivencias para hacer realidad ésta Décima edición, ¡sí, décima!, del Boletín Semestral de la Liga de La Leche de México, A.C. Presentamos de manera significativa, el trabajo solidario realizado por Líderes de México, durante el pasado terremoto del 19 de sept.2017. Espero que sea de gran interés y los invito a seguir participando en los Boletines por venir. Yo me despido de antemano como editora de este Boletín y agradecer el haber podido compartir su trabajo desde hace 5 años (2013-2017). Sólo me queda darles las gracias profundamente por su gran colaboración.
Biól. Claudia Sierra, IBCLC Líder de LLLMéx clausierram@gmail.com
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Contenido Brigada de emergencias LLL en Morelos, México -Guillermina Vázquez ------------------------------------ 4 Lactancia y desastres naturales. Entrevista con Olga Rosales Saade. -Por Clara F. Zapata Tarrés ---- 14 Lactancia Materna en tiempos de Emergencia- LLLI Líder Juana Bone-------------------------------------- 19 LACTANCIA Y DIABETES. Beneficios y Necesidades especiales.-Alison Stuebe. Traducción y adaptación de un artículo de Diabetes Voice por Conchita Toledo. ----------------------------------------- 32 De cómo continuar con la lactancia, cuando el bebé es cuidado en guardería del IMSS - LLL LCCE CD Vanesa García Chacón -------------------------------------------------------------------------------------------------- 36 La fisura- Por Patricia Eugenia ---------------------------------------------------------------------------------------- 40 El empoderamiento femenino construido a través de las prácticas corporales de la lactancia materna. - Dra. Alejandra Olvera Rabadán ------------------------------------------------------------------------ 42 Referencias ---------------------------------------------------------------------------------------------------------------- 68 PLAYLIST- CANCIONES PARA LA CHICHI.- Clara F. Zapata Tarrés---------------------------------------------- 69 CIERRE DE UN CICLO.- Biól. Claudia Judith Sierra Morales, IBCLC -------------------------------------------- 76 ¡FELIZ 2018! ------------------------------------------------------------------------------------------------------------ 79
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Brigada de emergencias LLL en Morelos, México Guillermina Vázquez .
El 19 de septiembre de 2017 muchas escuelas, tiendas, supermercados, oficinas y otras instituciones realizaron simulacros de evacuación en las primeras horas del día. Se conmemoraban 32 años del terremoto de 1985.
La mañana transcurrió como cualquier otra, pero casi a la 1:15 de la tarde en el estado de Morelos y otros estados del Sur de México, se escuchó un murmullo proveniente del subsuelo y el suelo empezó a estremecerse… Estaba en la calle con mis dos hijos y no tuve que salir a buscar un lugar seguro, pero recuerdo haber tenido que separar los pies y estirar los brazos a los costados para poder guardar el equilibrio. Por un minuto reviví la sensación del terremoto del 85
En mi colonia todo estaba en buenas condiciones no había casas destruidas ni con grietas, al caminar por las calles todo se veía bien. Esto me llevó a pensar que lo mismo había ocurrido en el resto de la ciudad y del Estado. Para mi sorpresa, luego de dos horas sin poder comunicarnos por ningún medio, las noticias empezaron a llegar y el panorama cambió drásticamente.
A diferencia de los terremotos anteriores en esta ocasión el epicentro se localizó muy cerca de nosotros, entre los límites de los estados de Morelos y Puebla, así que, aunque de menor fuerza que el de 1985, este sismo tuvo un poder destructor enorme y sin precedentes en la región. La Ciudad de México, los estados de Morelos Puebla y Tlaxcala sufrieron fuertes consecuencias. Los mayores daños en Morelos se registraron al sur del estado en varias poblaciones, pero principalmente en la ciudad de Jojutla en donde el 80% de las viviendas quedó destruido.
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PRIMERA FASE: Trabajo individual.
Acudí al Gobierno del Estado, el Sector Salud, Protección Civil, Universidad Autónoma, Gobierno municipal, buscando información sobre madres lactantes y embarazadas, y compartiendo información, carteles, etiquetas para latas de fórmula, pero ninguno tomó en serio lo compartido ni proporcionó la información que necesitaba.
Sin los datos estadísticos empecé la visita a los albergues de Cuernavaca y Jiutepec y me encontré visitando albergues que no existían, o que no tenían madres en periodo de lactancia ni embarazadas y otro con sólo una madre con bebé de un mes. Por su parte, Lourdes Bravo, mi madrina y Co-Líder, visitó uno en el que ni siquiera le permitieron la entrada. Afortunadamente esa historia no fue la misma en los demás albergues.
Durante esta primera fase hablé de manera individual con 15 madres en Cuernavaca y 14 en Jiutepec en las visitas a 5 albergues. Pegué carteles sobre lactancia en desastres que preparó Lupita Garduño, y repartí diversos folletos y volantes sobre amamantar en emergencias. En estas dos localidades observé lo que es común en las grandes ciudades del sur de México: las madres tienen poca información sobre lactancia y le dan formula a sus bebés porque “no tienen leche o su leche no es buena o no alcanza”, y aunque tengan pareja, priorizan el trabajo sobre la lactancia materna y el cuidado de sus bebés.
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Llamó poderosamente mi atención en todos los sitios visitados, la gran necesidad de las madres de ser escuchadas en relación con lo que vivieron, más que en relación con la lactancia. Recuerdo en especial a la primera madre con la que tuve contacto en un albergue en Cuernavaca, con un bebé de un mes enfermo de neumonía y que perdió su hogar en el sismo.
A mi llegada la acompañaban la encargada del albergue y otra voluntaria y le daban instrucciones sobre cómo cuidar a su bebé. Cuando me detuve junto ella su semblante reflejó fastidio y ganas de que no me acercara, aun así, lo hice y me dediqué a escuchar sus preocupaciones, cómo cambió su vida, cómo el sismo había afectado a sus hijos, su marido y a ella misma.
Cuando me retiré la madre tenía otra cara, una menos angustiada y me agradeció la visita. Le entregué los volantes y su respuesta me permitió tener conciencia de algo que había pasado por alto: ella no sabía leer ni escribir. En Morelos, El 20% de la población damnificada es analfabeta
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SEGUNDA FASE: Trabajo en equipo.
Me impactó tanto lo que viví que decidí compartirlo en grupo de Whatsapp de Líderes en busca de un poco de escucha, consuelo y alivio. Ya me había enterado mediante el correo electrónico, Whatsapp y Facebook que en los primeros días de septiembre un grupo de compañeras inició la organización de brigadas para auxiliar a las madres de los estados de Chiapas y Oaxaca, que sufrieron daños por otro terremoto los días previos. Dentro de sus actividades contemplaron el conseguir donativos para viajar hasta estos estados. Estaba preguntándome cómo organizarme mejor, cuando la Brigada LLLMéx me agregó a su chat. Gracias a eso supe qué hacer y llegó apoyo tanto físico como económico, porque los donativos reunidos por la brigada se emplearon para apoyar en Morelos.
Fue contrastante trabajar sin compañía en comparación con tener compañeras compartiendo la experiencia. La última semana de septiembre, Olga Rosales y Blanca Reyes llegaron a Cuernavaca para apoyar.
La casa de Lourdes Bravo fue nuestra base de operaciones. De allí salíamos por las mañanas hacia distintos lugares luego de planear el trabajo, y regresábamos por la noche a descansar.
Desde el miércoles 27 de septiembre hasta el domingo 1 de octubre, juntas alternamos la visita a hospitales de maternidad, grandes organizaciones, como la Cruz Roja y centros de acopio, con recorridos por algunos albergues en Morelos, hablando sobre lactancia con madres, familias, encargados del sito, autoridades, etiquetando latas de fórmula en donde lo permitieron, pegando carteles, repartiendo folletos.
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A pesar de que ya habían pasado dos semanas del sismo, no fue posible tener acceso a información confiable de las estadísticas de madres y bebés en los albergues, así que continuamos haciendo trabajo de campo: caminar por la poblaciones hablando con cuanta madre embarazada y con bebé encontramos, visitando albergues aunque no tuviéramos la certeza de que aún funcionaran y hubiese madres, aprovechando información que nos brindaban los contactos locales con los que contaba, y algunos otros, provenientes de compañeras de la Liga, familia, y comunidad católica en Morelos. De esta manera alcanzamos a 31 bebés y 48 madres, de las cuales 6 estaban embarazadas.
En dos ocasiones tuvimos oportunidad de organizar grupos de apoyo. El primero de ellos en la población de Hueyapan, en los altos de Morelos, en donde Olga y Blanca se encontraron con un grupo de 8 madres que convocó la encargada del albergue con tiempo. Esto fue posible gracias a que, quien llevó a Olga y Blanca, contacto de mi comunidad de matrimonios, conocía a la encargada.
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El otro grupo de apoyo se dió de forma espontánea en Jojutla. Visitábamos un albergue, el último del día, y el encargado nos prestó un megáfono. Olga voceó que las madres con bebés y embarazadas estaban invitadas a una reunión. Así llegaron 7 madres y sus parejas, que, aunque al principio no participaban, poco a poco se animaron y también compartieron su experiencia como padres.
Mis compañeras me mostraron que es importante llevar un registro detallado de nuestro trabajo. Ellas no sólo anotaban con cuantas madres hablaron, sino también nombre de ellas y del bebé, edad y otros aspectos de interés. Me quedé encantada de la facilidad con la que Olga entabla conversaciones con la gente, como si las conociera de años, y la tranquilidad y seguridad con que se quedan las madres luego de hablar con Blanca.
Contrario a lo que ocurre en las grandes ciudades como Jojutla, Jiutepec y Cuernavaca, en las poblaciones pequeñas las mujeres todavía priorizan el cuidado de los hijos sobre el trabajo, y la mayoría, por necesidad, pues se trata de población de bajos recursos, amantaba de forma exclusiva hasta antes de las donaciones masivas de fórmula.
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El domingo 1 de octubre, el Dr. Marcos Arana, de IBFAN, se unió a nosotras en la visita de albergues en Cuernavaca y nos acompañó también a visitar el centro de acopio de la Cruz Roja en Morelos.
La voz del Dr. Arana se unió a la nuestra, haciendo énfasis en la importancia de la lactancia materna en tiempo de emergencia, y solicitando un mejor control de las donaciones de biberones, fórmulas lácteas y alimentos para bebé.
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Entre los problemas que vimos y atendimos en zonas de desastre en Morelos se encuentran:
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Falta de información actualizada, de apoyo y de sensibilización de lactancia materna, amamantan por necesidad, pero no saben más allá…ni la importancia de lo que significa amamantar. Les parece que no pasa nada al dar lactancia mixta. No conocen los riesgos de dar biberón y fórmulas artificiales Donación indiscriminada de fórmulas, biberones y alimentos procesados infantiles. Las madres que daban lactancia exclusiva antes del terremoto ya estaban complementando. Existen muchos mitos en la población que afectan el establecimiento y desarrollo de la lactancia exitosa La mayoría de las mujeres tienen problemas y dudas al querer iniciar su lactancia y no encuentran soluciones concretas para lograr amamantar con éxito.
Problema Central: Es indispensable promover la lactancia materna en los albergues y zonas de desastre, como el mejor medio para salvar la vida de bebés. La escasez de información actualizada, de apoyo y de sensibilización de lactancia materna, aunado a la entrega indiscriminada de fórmulas lácteas y alimentos para bebés, provoca que las mujeres tengan muchos problemas al amamantar exclusivamente y desistan o no lo logren con éxito.
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TERCERA FASE: Trabajo con UNICEF
Herramienta indispensable para nuestro trabajo se volvieron los chalecos de voluntarias que Mónica Ward se encargó de tener listos. Sin ellos encontrábamos trabas y no nos permitían paso a albergues, con ellos puestos, todo cambiaba.
Una tarde, en un albergue en Jojutla, se acercó a nosotras un trabajador de UNICEF. Nos dijo: “¿La Leche League, ¿verdad? Vi sus chalecos y gorras”. Pronto llegó el equipo completo de UNICEF y se puso de acuerdo con Olga para apoyarnos con recursos y continuar la labor de promoción de lactancia por más tiempo.
Continúan las negociaciones con UNICEF y la entrega de documentación y requisitos para extender la tarea a donde hace falta (y no únicamente en Morelos, también en todos los otros estados afectados), pero esta tercera parte de la historia necesita a más de nosotras, la escribimos TODAS. Cada una tiene circunstancias específicas que le permiten mayor o menor involucramiento. Si tienes niños pequeños quizás no puedas viajar a las localidades damnificadas, pero sí
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puedes ayudar con la parte administrativa. Pregúntale a Olga Rosales qué hace falta, cada gota de agua, por pequeña que sea, cuenta.
Mi gratitud para todas aquellas Líderes, familias, amigos que ya han participado donando, diseñando carteles, preparando hojas de cálculo, formatos, informes, presentaciones. Mi aprecio para ustedes por poner un pedazo de su tiempo y vida para ayudar a mi gente, a las madres, bebés y familias morelenses para que tengan un futuro mejor al conocer sobre lactancia y recibir apoyo.
De izq. a derecha: Olga Rosales, Lourdes Bravo, Blanca Reyes y Guille Vázquez.
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Lactancia y desastres naturales. Entrevista con Olga Rosales Saade. -Por Clara F. Zapata Tarrés Etnóloga y Líder de la Liga de La Leche A.C.
Amamantar a un bebéé puede ser de las historias más maravillosas que una madre puede contar. Para ello, necesita tener alrededor de ella toda una red de apoyo que le de contención y la sostenga emocionalmente. Esa red, tribu, grupo, o como le queramos llamar, viene desde lo más privado -por ejemplo, de la pareja, la familia cercana, los amigos, etc.- pero, y más importante aún, del ámbito público. ¿A qué nos referimos con esto? Sin duda, cuando nuestro bebéé ya está en casa con nosotros, necesitamos la cercanía de muchas personas que nos ayuden a caminar para aprender a ser madres y para amamantar. Así, este acto, ya no es una cuestión técnica de posturas, horarios y planificaciones: se convierte en un acto emocional en sí mismo. Por otro lado, la arena pública, como ya lo recalqué, es sin duda alguna, un elemento de gran relevancia pues es ahí, en ese espacio, que muchas veces, encontramos obstáculos, amenazas y contradicciones. Así pues, cuando nos enfrentamos a un desastre natural como el que acabamos de presenciar en nuestro país, llegan esas amenazas hasta la puerta de nuestra casa, sin que las invitemos. En este contexto, hace algunos días, algunas compañeras de La Liga de La Leche de México decidieron aventurarse y entrarle con toda su valentía a algunos espacios donde muchas mujeres se encontraron frágiles y en un estado de precariedad e inseguridad donde la vulnerabilidad acepta lo violento que puede ser la vida. Olga Rosales Saade, quien es Líder de La Liga de La Leche y además Consultora Certificada en Lactancia Materna (IBCLC- International Board Certified Lactation Consultant por sus siglas en inglés) platica su experiencia, descubriendo así, los detalles y recovecos que implica el tema de la lactancia vivida en el entorno de un desastre natural, en situaciones de emergencia. Hola Olga, quisieras presentarte… -Soy Olga Isabel Rosales Saade, madre de cuatro hijos y abuela de dos nietos, todos ellos amamantados. Estudié Ingeniería en Alimentos y me acredité hace 25 años como Líder de La Liga de La Leche y desde el 2011, soy IBCLC. Nos podrías platicar cómo surgió la iniciativa para ir a apoyar a las madres que están en una situación tan vulnerable y quéé actividades realizaron con tus compañeras. -Debido al terremoto del 7 de septiembre en el Istmo de Oaxaca, en Juchitán y sus alrededores, la sociedad empezó a donar. Vi un letrero del DIF Coahuila que pedía fórmula entre todos los donativos. Otras líderes de otros estados también empezaron a ver lo mismo. Esto nos alertó muchísimo ya que la fórmula, en esos lugares donde la mayoría amamanta, iba a causar estragos en la lactancia y en los niños. En crisis y emergencias, amamantar salva vidas. Entonces, decidimos hacer una carta para pedir al DIF nacional y DIF Oaxaca,
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para recomendar que no pidieran fórmulas para bebés; que si había niños que requerían fórmula, se tendría que comprar, pero no pedir donativos de fórmula indiscriminadamente, y sobre todo no dárselas a las madres que estaban amamantando exclusivamente. Vimos muchas instituciones que empezaron a pedir, en las redes sociales también muchas madres pidiendo fórmulas para niños de Juchitán diciendo que a muchas madres se les había ido la leche. Empezó a haber una serie impresionante de peticiones de fórmula para los bebés de Oaxaca. Ante la situación decidí convocar a las compañeras de La Liga de La Leche, para que un equipo fuera a ayudar, a concientizar, y sobre todo apoyar a las madres en los albergues y los lugares donde estaban las madres afectadas. Empezamos a buscar la manera de llegar allá, buscamos fondos y patrocinios. Preparamos carteles y difundimos información referente a que su leche no se iba, que siguieran amamantando, que no les iba a hacer daño, y sobre todo para salvaguardar la salud de sus bebés. Hicimos esto para contrarrestar un poco las peticiones de la necesidad de fórmula que ya estaba en todos lados, redes sociales, televisión, etc. Todo empezó a ir muy lento y cada vez veíamos más anuncios pidiendo fórmula. Incluso, la Cruz Roja, comenzó también a pedir. Véronique, Líder de Nuevo León y yo, decidimos ir mientras que se lograba reunir el dinero necesario. Éramos 4 las interesadas en ir a Juchitán. No había ningún hotel disponible. Conseguimos una palapa donde dormir, porque todos dormían a la intemperie. Una mujer que contactamos nos ofreció dos hamacas. Así que preparamos todo para ir y el 19 de septiembre yo tenía mi salida a la Ciudad de México, iba a dormir con mi hijo y al otro día iba a salir a Oaxaca. No pudimos salir por el nuevo sismo y además vimos que el clima no era favorable, había mucha lluvia y tormentas eléctricas y cancelamos el viaje, por nuestra seguridad. Con el temblor vimos que las zonas afectadas ya también eran Puebla, Ciudad de México y Morelos. Todas eran zonas de desastre y contingencia. - ¿Por qué decidieron ir a Morelos y qué encontraron ahí? En Morelos viven dos de nuestras compañeras (Guille Vázquez y Lourdes Bravo) y nos ofrecieron hospedaje en su casa y acompañarnos en la misión. Decidimos ir hacia allá Blanca Reyes de Celaya y yo para apoyar a las mamás. Salimos el martes 26 y en la mañana empezamos nuestra misión. En resumen, visitamos las comunidades más afectadas, buscamos madres que amamantan y embarazadas. Muchas mujeres estaban durmiendo en casas de campaña en la calle en Jojutla. Visitamos albergues y centros de acopio, también tuvimos grupos de apoyo. Vi que los albergues de la Sedena eran muy ordenados y muy limpios. Por ejemplo, en uno no usaban desechables, ahí mismo lavaban los platos; porque también se está generando mucha basura con tanto desechable y botellas de agua purificada… ¿Qué fue lo que más te impactó? Lo que más nos impacto fue que en los pueblos más pequeños, todavía las mujeres habían estado amamantando exclusivamente pero cuando empezaron a llegar las donaciones de fórmula, ellas comenzaron a dar fórmula. Eran muy pocas las mujeres que habían usado fórmula. Platicamos con ellas sobre los riesgos de la alimentación con biberón y algunas pocas ya no amamantaban. Muchas de ellas daban lactancia mixta. Y pues bueno, la lactancia mixta también es peligrosa, ya empezaban a enfermar los bebés de diarrea e infecciones respiratorias. Es preferible en estos casos de emergencia y crisis, que sea lactancia exclusiva, entonces tratamos de dar información y ayudar a estas madres, para crear conciencia y empoderarlas de su capacidad de amamantar y dar leche. Fueron días
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pesados. Dormíamos en Cuernavaca y salíamos a las poblaciones. Conseguíamos apoyo de algunas personas para que nos llevaran en auto. Nos recibieron en cada lugar muy bien, la gente está agradecida por tanta ayuda. Nos dio muchísimo gusto conocer a madres que amamantaban exclusivamente con leche materna a sus bebés. Al reunirnos en grupo de apoyo, las madres se abrían poco a poquito para narrar y expresar lo que sucedió el día del temblor, donde estaban, qué hicieron. Esto sirvió mucho para que ellas sacaran toda esa angustia que traían. Creo que ayudó muchísimo porque en dos lugares animamos a que siguieran reuniéndose las mujeres para apoyarse, para hacer tribu. También, en un albergue estuvieron algunas parejas, eso nos dio mucho gusto porque estaban muy interesados y participaban. ¿Cuáles son las principales dificultades que observaste durante las visitas que hicieron a las comunidades y albergues? Las recomendaciones internacionales, en tiempos de crisis, para las madres y los bebés es que estén reunidas, en lugares cómodos, intentar juntarlas para que entre ellas mismas se apoyen. Y la verdad no, nunca las habían juntado. Algunas solamente iban por su dotación. Por lo tanto, la primera dificultad está en los albergues. Juntan a todas las personas en una explanada con techo o cada familia en casa de campaña particulares… Lo que más nos preocupó e impactó fue que a todas las madres con bebé, sin excepción les daban lo mismo. Consistía en una bolsa de pañales, toallitas, biberones, leche de fórmula. Esa es una tentación muy grande para las madres porque pueden pensar que les bajó su producción y que la fórmula les iba a ayudar a dormir más en las noches. Entonces vimos que en algunos lugares no había agua y para lavar los biberones. No son las condiciones deseadas. Cómo podían tener medidas de higiene. Vimos biberones remojándose en un lavadero… no me imagino cómo le hacían para lavarlos en esas condiciones. -Cuáles son las conclusiones que nos puedes dar de la visita que ustedes hicieron a Morelos En este desastre tuvimos muchas cosas positivas, por ejemplo, que nos uniéramos muchas organizaciones para proteger la lactancia materna. Hay un comunicado que se hizo al público en general para que no donaran fórmula. También se hizo una carta para el Secretario de salud, para protección civil, a nivel nacional y creo que esto va a dejar un precedente. Nos vamos a tener que preparar, además la emergencia no ha terminado. Esto va a tardar meses o años en lo que se reconstruyen las casas y hogares de tantas personas que se quedaron sin ellas. Necesitamos pensar en la lactancia en tiempos de crisis, sí hace la diferencia en la salud de los niños y niñas. Ya hay una guía para proteger la lactancia en emergencias, ya que salva vidas. No estamos inventando el hilo negro. Hay que seguirla. Necesitamos una política y programas apropiados para proteger la lactancia materna en tiempo de crisis… Aprendí que las madres somos maternales, ante el temblor todas las que vimos sin excepción corrieron a buscar a sus hijos y a los que tenían cerca los abrazaron. Que la sociedad civil puede trabajar a favor de la lactancia solo se requiere estar sensibilizado e informado. Amamantar es responsabilidad de todos! Muchas gracias querida Olga…
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BibliografĂa importante: http://www.llli.org/spanish_emergency_info https://laligadelaleche.org.mx/ https://laligadelaleche.org.mx/vive-amamanta-2017/ Las madres que amamantan en situaciones de riesgo como en los desastres naturales pueden seguir haciĂŠndolo. El susto o el miedo, por ejemplo, no son un impedimento para hacerlo.
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Lactancia Materna en tiempos de Emergencia- LLLI Líder Juana Bone En los últimos 30 años el número de desastres naturales se ha duplicado, el clima está cambiando, como también la dinámica del ser humano en el planeta. Es por ello importante comenzar a concientizarnos de nuestro papel, asumir nuestras responsabilidades en el medio ambiente, como en nuestra sociedad. No hay un solo lugar en el planeta, que no haya algún tipo de riesgo. Y es por ello por lo que es de vital relevancia capacitarnos como personal que atiende y asiste a las madres y sus hijos para poder apoyarlos de manera óptima en casos de emergencia. Además, con todo lo que hemos visto y con todo lo que conocemos sobre el despliegue de ayuda humanitaria, nos damos cuenta de que realmente necesitamos ampliar o mejorar estrategias de prevención de desastres y de apoyo a la diada lactante en estas situaciones específicas. Se cree que, en situaciones de emergencia, las madres no producen leche por los efectos del estrés. Pero el gran problema es la distribución de leche artificial, de fórmula y la desinformación sobre cómo abordar a las familias por parte del personal de rescate y de salud en los campamentos o albergues. Es importante por ello conocer y tener en cuenta los peligros de la alimentación artificial en casos de desastre: • • •
No hay agua potable ni condiciones higiénicas para la preparación de biberones. No hay combustible, no hay electricidad para la esterilización de los utensilios para la alimentación de los menores. Los bebés, los niños y las madres están débiles, vulnerables y traumatizados por la situación.
El riesgo de enfermedades, como diarrea en infantes, aumenta el doble; el riesgo de hospitalización aumenta 50 veces más en niños que toman fórmula que en los que amamantan. UNICEF ha realizado auditorías después de desastres naturales como lo hizo en Botswana y encontró que casi todos los 500 1 niños que murieron entre 2005 -2006 después de la inundación, habían recibido fórmula.2 Ya la OMS ha mostrado además que el 9% de los niños mueren por diarrea en condiciones diferentes a catástrofes.
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http://www.wpro.who.int/china/mediacentre/releases/2008/20080529/en/ ife-media-guide-spanish
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Lawrence M Gartner, M.D en la Sección de Lactancia de la Sociedad Americana de Pediatría y Miembro del consejo de asesoría en salud de la Liga de La Leche Internacional (LLLI) en un artículo de OK Breastfeeding argumenta, que después de un desastre: “Los bebés y sus madres están en un momento en que puede aumentar el riesgo de enfermedades gastrointestinales, enfermedades respiratorias, depresión, entre otras. Para los bebes recibir el pecho ayuda a disminuir el riesgo y los efectos de: La diarrea, la deshidratación, infecciones respiratorias, neumonía, enterocolitis necrotizante, enfermedades por estreptococos del grupo B, salmonela, infecciones por citomegalovirus, E.coli, botulismo infantil, envenenamiento de la sangre y mucho más!” La Organización Mundial de la Salud promueve información basado en una investigación publicada por la revista Británica Lancet3, que indica que más de: “800.000 muertes anuales de bebés podrían evitarse si amamantaran desde la primera hora de vida”… En 2015 los científicos descubrieron que la mezcla de la leche materna y la saliva del bebé producen una reacción química que genera peróxido de hidrógeno capaz de matar la salmonela y el estafilococo4. AMAMANTAR EN TIEMPOS DIFILES entonces SALVA VIDAS Porque… Está disponible a libre demanda No necesita agua potable, ni combustible, ni utensilios esterilizados. La lactancia materna libera Oxitocina en la madre y el bebé, que ayuda a mantenerlos en calma y bienestar. ¡La leche materna es la primera vacuna del ser humano! Amamantar ofrece protección contra más de 60 enfermedades conocidas tanto en el bebé como en la mamá.
Recuerda que las madres y sus hijos también necesitan apoyo inmediato, si hay una acción temprana de apoyo a las madres, se protegerán los bebés y su salud, aumentando las probabilidades de vida, sea desde condiciones óptimas, o desde una situación de desastre, sea desde los tiempos de guerra de un país, siempre: Amamantar Salvará Vidas.
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http://www.thelancet.com/journals/lancet/article/PIIS0140-6736(16)00210-5/fulltext?rss=yes https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC4556682/
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LÍDERES DE LA CDMX: APOYO EN CASO DE DESASTRES TERREMOTO 19 DE SEPTIEMBRE (M 7.1) El terremoto de Puebla de 2017 se produjo a las 13:14:40 horas, hora local (UTC −5) del martes 19 de septiembre. Tuvo una magnitud Mw de 7.1 (escala de magnitud de momento). Su epicentro se localizó 12 km al sureste de Axochiapan (Morelos), según el informe especial preliminar del Servicio Sismológico Nacional de México. El Servicio Geológico de los Estados Unidos ubicó el epicentro a un kilómetro de San Felipe Ayutla (Puebla). El sismo ocurrió apenas doce días después del terremoto de Chiapas (M 8.2). Tuvo epicentro bajo la superficie del país, donde el proceso de subducción ejecuta un tipo diferente de esfuerzos extensivos entre las placas de Cocos y Norteamérica. Específicamente, a este tipo de movimiento se le conoce con el nombre de sismo intraplaca. Este terremoto dejó cuantiosos daños en los estados del centro del país, a lo que algunas
firmas independientes han cifrado las pérdidas entre US$4.000 y US$8.000 millones. Principalmente dejó más daños en la Ciudad de México, ya que es la entidad donde se concentra el mayor número de víctimas mortales, debido a la densidad de población y la estructura compleja del subsuelo que amplifica las ondas sísmicas. Por primera vez desde la instalación de la alerta sísmica en la ciudad, ésta no sonó momentos antes para prevenir a la población y realizar evacuaciones. La alerta se activó hasta pasados once segundos de iniciado el sismo justo cuando las ondas alcanzaron la Ciudad de México lo que no permitió una evacuación completa. Esto se debió a la cercanía del epicentro a la Ciudad de México, separados por tan solo 120 kilómetros. En Morelos, la zona en torno al volcán Popocatépetl y el sureste del estado presentó los mayores daños, siendo Jojutla una de las localidades más afectadas. Por el lado de Puebla, la Mixteca, la región de los valles de Izúcar y Atlixco y el centro histórico de Puebla de Zaragoza registraron importantes afectaciones. Fuentes: http://ciencia.unam.mx/leer/652/-que-ocurrio-el-19-de-septiembre-de-2017-en-mexicohttps://es.wikipedia.org/wiki/Terremoto_de_Puebla_de_2017
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Apoyo en sitio Ubicación: San Nicolás Totolapan. Delegación Magdalena Contreras, CDMX ( ver ubicación en el mapa )
Aristegui Noticias presenta más de 4 mil 510 revisiones a edificios realizadas por brigadistas de la UNAM y el Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred). https://aristeguinoticias.com/0310/lomasdestacado/mapa-cdmx-radiografia-dedanos-del-19s-y-las-zonas-sismicas/
Líderes (de izq. a derecha): Rosy Guerrero, Mónica Ward y Alejandra Hernando
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Cuando la Madre Tierra quiere que recordemos lo que es importante.... - Lic. Alejandra Hernando Fue el sismo del 19 de septiembre del 2017 y buscaba como apoyar a la gente. Así igual como mi mamá apoyó en el sismo del 85 y me llevaba a los albergues con tortas, agua y cobijas para que aprendiera eso que se llamaba "servicio".
Creo que lo aprendí bien porque a mis 42 años sigo buscando la manera de hacerlo y por ello formo parte de la liga de la leche dando apoyo de lactancia madre a madre entre otras cosas.
Algunas semanas despues Rosy Guerrero, Mónica Ward y yo nos organizamos para ir al albergue "El Gavillero" a unos escasos 20 minutos del lugar donde vivo. Yo ya había ido al lugar y necesitaban mucho apoyo y logré dar un par de charlas para apoyar la lactancia en caso de desastre y que siguieran amamantando. Las tres nos dimos a la tarea de regresar ahí porque habíamos tratado de dar apoyo ya en varios albergues sin éxito. No nos dejaban entrar o nos decían que ese apoyo no se necesitaba aun sabiendo que había varias mamás embarazadas o amamantando en los albergues nadie tenia datos al respecto. Fue frustrante las veces que fuimos a tratar de brindar nuestro apoyo. Hubo en un albergue en el que nos dijeron que ese tipo de apoyo no era necesario y que mejor lleváramos víveres porque iba saliendo un camión lleno hacia otra parte de la república y ahí ya se habían quedado sin comida para los locales. Eso se me hizo la cosa más absurda pero lo único que todos queríamos era ayudar a como diera lugar.
Fue así como llegamos al Gavillero dónde nos recibieron más que con los brazos abiertos. Nos llevaron a la zona donde se habían caído más casas y donde habían mujeres que no podían bajar. Nos fueron acompañando y "escoltando" hasta que terminamos el recorrido en busca de más mujeres varias horas después.
El auto en el que viajábamos no pudo subir debido al lodo y la subida tan empinada y nos fuimos caminando hacia el monte. Una zona de escasos recursos dónde una gran mayoría de las casas habían quedado dañadas y el clima no ayudaba. Ese mismo día estaban varias fundaciones apoyando con polines y láminas para construir al menos algunas de las
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casas. Eso me llenó de orgullo de que todos seguíamos intentando ayudar a nuestra gente y a nuestro querido México. Varias compañeras fueron las que nos abrieron el camino ya que ellas fueron a varias zonas afectadas de Morelos en el primer sismo antes de que se afectara la CDMX.
En la zona logramos enseñarles como extraerse leche de forma manual a varias madres y a que otras no dejaran de amamantar ya que eso es algo que nuestros hijos necesitan. No creían que podía salir tanta leche y una sonrisa inunda mi rostro cada que me acuerdo.
Mis compañeras llevaban rebozos que donaron y las mujeres estaban felices de sentirse acompañadas en su propia maternidad aun cuando se sentían vulnerables por el sismo. Ese es nuestro trabajo en la liga de la leche. Parece algo que no se necesita, pero es tan sutil lo que hacemos y de gran impacto. Me siento muy orgullosa de haber podido servir en esta ocasión a mi México querido en compañía de mis compañeras de la liga de la leche. Se que hay mucho por hacer, pero este fue tan solo un poquito de lo que se puede hacer cuando entregamos nuestro corazón por una causa en la que creemos.
El apoyo madre a madre puede sonar algo romántico, pero fue hermoso ver como esas mujeres no podían creer que mujeres como nosotras habláramos sobre las maravillas de la lactancia materna y que yo seguía amamantando a mi hijo. Al ver que para nosotras seguía siendo algo tan importante creo que logramos transmitirles ese asombro por la naturaleza que no se equivoca. Que no se equivoca al sacudir sus entrañas para que nosotros también recordemos lo que es importante.
Mis compañeras y yo nos divertimos tanto, reímos y salimos agradecidas por todo lo que tenemos y que no perdimos. También terminamos agotadas pero muy satisfechas por lo que habíamos logrado.
Creo que para eso también nos sacude la madre tierra, para no olvidar quienes somos y que somos vulnerables y que todos necesitamos apoyarnos unos a otros para ser grandes y lograr lo inimaginable. Gracias a todas esas personas que entregan su tiempo para dar servicio a los demás, ya sea en forma de tiempo o de dinero ya que se necesita de ambos para salir adelante.
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Ese 19 de septiembre nos volvió a dejar huella, pero de igual manera creo que ayudó a que muchas de nosotras también dejáramos huella en muchas otras mujeres listas para dejar huella en sus hijos. Esa es nuestra labor como líderes de la liga de la leche.
Gracias Rosy y Moni por acompañarme y por compartir varios días conmigo dando servicio y a todas las líderes que a diario tenemos en la mente a esa mamá que nos llamó o que asistió al grupo pensando qué más podemos hacer para apoyar su lactancia. Gracias Claudia por recordarme el escribir sobre esto para que no se nos olvide que el compartir nuestras experiencias es enriquecedor para todos.
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Albergue: invernadero, acondicionado para tal uso
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Con el GuĂa de la zona.
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LACTANCIA Y DIABETES. Beneficios y Necesidades especiales. -Alison Stuebe. Traducción y adaptación de un artículo de Diabetes Voice por Conchita Toledo.
La lactancia materna ofrece muchas ventajas para las madres con diabetes y sus bebés. Las madres lactantes tienen menores requerimientos se insulina y mejor control de su glucosa sanguínea; los bebés amamantados presentan un menor riesgo de padecer diabetes. Muchos bebés hijos de madres con diabetes, suelen presentar bajos niveles de glucosa inmediatamente después del parto, por lo cual a estos bebés se les suplementa con frecuencia con fórmula. La insulina juega un papel importante en la producción de leche, esto explica por qué las madres con diabetes usualmente tienen un inicio lento en su producción los primeros días. En un estudio, madres con diabetes produjeron significativamente menos leche para sus bebés que las madres sin diabetes, y menos madres con esta condición amamantaban a sus bebés al mes de edad ( Miyake A, Tahara M, Koike K, Tanizawa O. Decrease in neonatal suckled milk volume in diabetic women. Eur J Obstet Gynecol Reprod Biol 1989; 33: 49-53) Madres con sobrepeso tienen más del doble de posibilidad de fracasar en su lactancia (Hilson JA, Rasmussen KM, Kjolhede CL. Maternal obesity and breast-feeding success in a rural population of white women. Am J Clin Nutr 1997; 66: 1371-8. (Erratum in: Am J Clin Nutr 1998; 67: 494.) Es por eso que madres con obesidad relacionada con diabetes pueden tener problemas con el inicio de su lactancia. La insulina juega un papel importante en el inicio y el mantenimiento de la lactancia. Algunas de estas diferencias pueden deberse precisamente derivados de los problemas relativos a la diabetes. Mujeres con diabetes son propensas a presentar problemas de preeclampsia, a tener partos inducidos y a tener cesáreas. Sus bebés tienden a ser muy grandes (macrosomía) y nacer antes de tiempo. Todos estos factores contribuyen potencialmente a problemas en la lactancia (Dewey KG. Maternal and fetal stress are associated with impaired lactogenesis in humans. J Nutr 2001; 131: 3012S-5S). El estrés de cualquier tipo interfiere con la liberación de oxitocina, hormona que es esencial en la lactancia. La oxitocina hace que la leche salga de los alveolos hacia la areola y el pezón, donde el bebé puede obtenerla. Madres que están estresadas o con dolor secretan menos cantidad de oxitocina.
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Algunos problemas médicos pueden mantener al bebé alejado de su madre. Un estudio encontró que las madres con diabetes tienen menos oportunidad de amamantar durante su estancia en el hospital y sus bebés recibieron más fórmula. A las 2 semanas después del nacimiento, un tercio de las mamás con diabetes sentían que sus bebés tenían problemas con su alimentación comparadas con un quinto de las madres sin diabetes (Ferris AM, Neubauer SH, Bendel RB, et al. Perinatal lactation protocol and outcome in mothers with and without insulin-dependent diabetes mellitus. Am J Clin Nutr 1993; 58: 43-8.)
Apoyo a las madres. Todas estas diferencias aumentan en mucho la importancia del apoyo a las madres con diabetes para que pueda establecer la lactancia. La Organización Mundial de la Salud elaboró una guía para apoyar la lactancia en " 10 pasos para una lactancia exitosa" (World Health Organization. Evidence for the Ten Steps to Successful Breastfeeding. World Health Organization. Geneva, 1998) Estas simples intervenciones pueden tener un profundo efecto a largo plazo en el éxito de la lactancia. Por ejemplo, de acuerdo a una revisión sistemática de literatura publicada en la Librería Cochrane, cuando al bebé se le coloca inmediatamente sobre el cuerpo de su madre en la primera hora de vida, el bebé amamantará un promedio de 42 días más que los bebés que son envuelto y colocados en una cuna (Anderson GC, Moore E, Hepworth J, Bergman N. Early skin-to-skin contact for mothers and their healthy newborn infants. Cochrane Database Syst Rev 2003; 2:CD003519) Las madres también necesitan una guía acerca de los potenciales cambios en el manejo de su diabetes durante la lactancia. Producir leche requiere de sustanciales cantidades de energía, y en caso de la diabetes tipo 1 los niveles de glucosa en sangre pueden descender precipitadamente, incluso después de cada tetada durante los primeros meses de lactancia. Con el tiempo el cuerpo se ajusta y requerirá incluso menos insulina de la que necesitaba antes del embarazo; así mejora su control glisemico mientras amamanta.
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Apoyo para los bebés. Los bebés que nacen de mujeres con diabetes pueden tener niveles de glucosa descontrolados. Antes del nacimiento los niveles de su sangre son similares a los de la mamá; si sus niveles de glucosa son altos, el bebé reacciona produciendo más insulina. Después del parto el bebé continúa produciendo cantidades extra de insulina sin recibir la glucosa extra de su mamá, esto causa que sus propios niveles de glucosa desciendan. Un monitoreo cercano de la glucosa y tetadas frecuentes son muy importantes. Fórmula y riesgo de diabetes. La Academia Americana de Medicina de Lactancia (ABM) desarrolló una guía para el manejo de baja glucosa en recién nacidos. Algunos estudios sugieren que la proteína de la fórmula puede incrementar el riesgo de presentar diabetes T1. ( Peng H, Hagopian W. Environmental factors in the development of Type 1 diabetes. Rev Endocr Metab Disord 2006; 3: 149-62.) La relación entre uso de fórmula y desarrollo de Diabetes T1 es uno de los descubrimientos que nos sugieren que la lactancia juega un papel muy importante en la prevención de la aparición de este tipo de diabetes, tanto en bebés como en mamás. Muchos estudios relacionan el uso temprano de la fórmula con la diabetes T1. Los investigadores creen que la proteína de la vaca puede sensibilizar el sistema inmune de bebés vulnerables, llevándolos a incrementar el riesgo. Actualmente el estudio TRIGR (Trail to Reduce IDDM in the Genetically at Risk) está probando esta teoría, en un estudio que involucra a 2000 bebés en riesgo en 3 continentes. Las mujeres del estudio son animadas a amamantar. En caso de que necesiten complementar con fórmula, son aleatoriamente conducidas a dos grupos, uno de fórmula estándar y otro de fórmula que ha sido tratada rompiendo la proteína en pedazos (hidrolizada). Los investigadores dan seguimiento a los niños para determinar la formación de anticuerpos ligados a la diabetes T1. El TRIGR es el primer ensayo de prevención primaria para la diabetes tipo 1 y, si se completa con éxito, proporcionará una respuesta definitiva a la pregunta de investigación. Sus resultados finales estarán listos cuando el último de los niños cumpla 10 años en 2017.
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Diabetes T2 Otros datos sugieren que la lactancia protege de obesidad y diabetes T2. Adolescentes y adultos jovenes de la comunidad Pima, nativos americanos, que fueron alimentados exclusivamente con fórmula presentaban mayor tendencia a desarrollar obesidad y diabetes T2 que aquellos que fueron amamantados exclusivamente. ( Pettitt DJ, Forman MR, Hanson RL, Knowler WC, Bennett PH. Breastfeeding and incidence of non-insulin-dependent diabetes mellitus in Pima Indians. Lancet 1997; 9072: 166-8.) Una reciente revisión sistemática demostró que la lactancia exclusiva reduce hasta en un 40% la posibilidad de desarrollar diabetes T2 a lo largo de la vida. (Owen CG, Martin RM, Whincup PH, et al. Does breastfeeding influence risk of type 2 diabetes in later life? A quantitative analysis of published evidence. Am J Clin Nutr 2006; 84: 1043-54) La lactancia también protege a las madres de diabetes T2. Cada año de vida de lactancia reduce en un 15% la presencia de diabetes T2, ajustado a diferentes factores, incluyendo dieta, ejercicio e índice de masa corporal. (Stuebe AM, Rich-Edwards JW, Willett WC, et al. Duration of lactation and incidence of type 2 diabetes. JAMA 2005; 294: 260110.) Conclusiones. Estos resultados concluyen que el apoyo y promoción de la lactancia puede tener un impacto sustancial en la presentación tanto de diabetes T1 como T2. Las madres sin diabetes pueden reducir el riesgo de padecerla en algún momento; las madres con esta condición pueden reducir su requerimiento de insulina y mejorar su control glicémico. Para bebés amamantados se reduce el riesgo de presentar tanto, diabetes T1 y T2 y potencialmente se previenen problemas médicos a lo largo de su vida.
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De cómo continuar con la lactancia, cuando el bebé es cuidado en guardería del IMSS - LLL LCCE CD Vanesa García Chacón Querétaro, México
Tengo tres hijos, Lucía y Rubén, los más grandes, fueron a guardería del IMSS. Lucía amamantó hasta los dos años y medio de edad, Rubén hasta los tres años y ocho meses. Con Lucía, la mayor mantuve al tanto al personal de guardería del hecho de ser alimentada con leche materna después del año, y el personal en más de una ocasión hizo el comentario de que “esa leche ya no le servía” y era mejor destetarla. Con Rubén manejé las cosas distinto, basándome en la primera experiencia, y a partir del año de edad, dejé de llevar leche materna, pero también le daba de desayunar en casa y pecho momentos antes de llevarlo a la guardería y yo irme a trabajar. Algunas situaciones vividas durante su estancia que podrían haber interrumpido mi lactancia, y lo harían con cualquier madre, y la forma en que encontré una solución a los mismos son:
SITUACIÓN SOLUCIÓN Desconocen o dicen desconocer la manera • Solicité que refrigeraran la leche hasta de conservar leche materna, por lo que en minutos antes de dársela a mi bebé. varias ocasiones intentaron dar la leche • Pedí que no lo calentaran en baño echada a perder a Rubén, y él no se la maría, porque usualmente la quería tomar, por lo que decían que mi sobrecalentaban, sino que sólo la leche “no la quería”. sacaran del refrigerador unos diez Pedí entrar a la cocina y conocer la manera minutos antes de la toma, y con eso y en que manejaban la leche al momento de la temperatura del lugar, la leche se recibirla. Aunque su protocolo pedía que templaba, para que se la pudieran diariamente entrara hasta la cocina a ofrecer a mi bebé. entregar los biberones, nunca había visto que hacían con ellos al recibirlos. Así que al La leche no volvió a echarse a perder y Rubén hacer la inspección descubrí que no los se la tomó sin problemas. refrigeraban, y el área donde los conservan es un espacio muy pequeño y muy caliente, porque es donde esterilizan y ponen en baño maría los biberones con fórmula. Apariencia de la leche. En una ocasión no • Comenté que la leche materna se le ofrecieron una toma a mi bebé porque la separaba de esa forma y que se podía leche estaba separada y pensaron que o no mezclar suavemente antes de estaba echada a perder… y prefirieron dársela al bebé.
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SITUACIÓN SOLUCIÓN darle el biberón de la toma anterior, porque • Pedí que no me lavaran los biberones, no se la había terminado, que me los devolvieran con la leche que mi hijo no se tomara, así veía cuanta leche había comido, y si la leche estaba en buenas condiciones, me la tomaba yo, para no tirarla y desperdiciarla. La cantidad de leche que solicitan es, los Procuré siempre dejarlos sólo el tiempo primeros meses 3oz por toma, a partir de equivalente a dos tomas, es decir extraerme los 3-4 meses 6oz por toma, de dos a de 6 a 12 onzas para dejarles la cantidad de cuatro tomas dependiendo del tiempo en la leche requerida. estancia. Extraía y congelaba leche fines de semana para completar las onzas que pedía por toma, a partir del momento en que empezaron a solicitar 12 onzas. Estas cantidades deben de ir descongeladas al entregarlas. Lucía se la tomaba completa, Rubén nunca se tomó toda la leche que dejaba, y los primeros días al no aceptar biberón, le ofrecieron con jeringa y vasito. Requisitos para dejar leche materna: La mayoría de las veces utilizaba la leche Biberones de vidrio, marcados con el extraída un día anterior. Congelaba la leche nombre del bebé, fecha y hora de del viernes, y la bajaba al refrigerador el extracción de la leche. domingo para usarla el lunes de la semana siguiente. Cuando no completaba la toma, usaba del banco y juntaba una toma fresca para el día siguiente. Lactancia prolongada. La normativa de las Pedía una carta al pediatra particular, donde guarderías indica que el bebé sea indicara que, debido a riesgos y antecedentes amamantado y apoyado hasta el año, por lo familiares de alergia, el niño necesitaba leche que después de los 12 meses empiezan a materna por al menos dos años de vida. presionar, o “sugerir” el destete. Tiempo en Dicha carta la llevaba al médico familiar, junto el que usualmente ellos dan en el desayuno con una hoja de valoración expedida por la un vaso de leche entera. guardería, y el médico general llena dicho documento solicitando que se respete el periodo prolongado de lactancia. A la par, evitaba que Rubén desayunara en la guardería, y le ofrecía pecho antes de dejarlo y en cuanto lo volvía a ver, y cuando no era así, le enviaba leche materna en un biberón, y ellas lo vaciaban en los vasos de la guardería. Horarios de comida. Los horarios de En los días de adaptación con Rubén platiqué comida son estrictos. Alimentan a todos los mucho con sus cuidadoras y con las de las bebés de una misma sala a la misma hora, otras salas (porque las rotan cada hay entre tres y cuatro horas entre cada determinado tiempo), les platiqué que Rubén horario, y si un bebé no como en ese era amamantado y todos los beneficios de momento lo hacen esperar hasta el alimentarle al pecho, cargarlo con fular y siguiente turno. dormir con él. Cuando lo dejé solo, le ponían mayor atención, y veían la forma de adelantar la toma 15 minutos antes si lo veían inquieto,
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SITUACIÓN
SOLUCIÓN y a veces, lo cargaban mientras le daban el biberón. Siempre agradecía a todas las cuidadoras sus atenciones. Cuando mi trabajo me lo permitía iba y amamantaba a Rubén a la Guardería en uno de los dos horarios, durante todo el tiempo que me permitían, que, si mal no recuerdo, era una hora. Procuraba ir al menos una vez a la semana.
Aunque lo ideal es que nuestros hijos estén a nuestro lado, la realidad es, que muchas mamás necesitan regresar a sus labores y encargarlos en guardería. Yo pedí el apoyo de mi familia, sus abuelos maternos, para reducir el tiempo de estancia en guardería, y al mismo tiempo, reduje mi jornada laboral para que él no estuviera tanto tiempo en la estancia. Los abuelos cuando podían lo recogían antes de la hora de comida y ellos daban el biberón de la segunda toma a libre demanda, cuando él se los pidiera, y en casa de ellos tenía un mini banco de leche congelada que podían usar en caso de que en un día extraordinario mi hijo les pidiera más del acostumbrado. Si es posible contar con este apoyo, también se puede reducir el tiempo en estancia y brindar de manera más amigable la leche a los bebés, o la alimentación sólida cuando llega la edad. El colecho, la libre demanda al estar con él por las tardes y los fines de semana, logró prolongar su lactancia casi todo el tiempo que permaneció en la guardería, se destetó apenas unos meses antes de cumplir los cuatro años, fecha límite permitida de estancia de los niños en guarderías del IMSS. Como sugerencia final, puede hacerse referencia a la norma de atención en guarderías, donde claramente se especifica la lactancia materna como un método de alimentación al bebé, en caso de que el personal se reúse a brindar su servicio por esta causa, y ofrecerse a brindar el apoyo necesario para capacitar al personal en aspectos como la conservación, apariencia, y forma de ofrecer la leche al bebé. Esperando que este breve resumen brinde herramientas que permitan orientar a las madres trabajadoras que tengan a sus bebés en guarderías del IMSS o similares, y se enfrenten a circunstancias similares, sepan que tienen solución y pueden continuar con su lactancia hasta que así lo deseen.
Para mayor información, consultar el “Procedimiento para la operación del servicio de alimentación en guarderías del esquema vecinal comunitario, sección G Preparar fórmulas lácteas y fórmulas especiales. Anexo 22 Lactancia materna en guarderías, del IMSS”.
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http://siag.imss.gob.mx/instalacionsiag/Guarderias/Normas/Portal/Procedimiento_Alimentac ion_indirectas_240311.pdf
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La fisura- Por Patricia Eugenia Mamá colaboradora.
Una tarde cualquiera, esta mujer acompañó a su hija a una reunión donde varias madres jóvenes platicaban sus temores acerca de su cuerpo recién cambiado, el cómo resistirse a suegras sábelo- todo… y de la leche, porque eran todas chicas que querían amamantar, como su hija. Su hija se sentía abrumada ante la inmensidad de ser madre por primera vez, y Esta mujer no quería dejarla sola sintiendo cosas tan importantes. Las jóvenes madres dijeron de sí mismas si habían sido amamantadas. Algunas no lo sabían, como Esta mujer. Lo que sabía bien, es que ella no había amamantado a su hija, porque en los mil novecientos ochenta que nació, en las ciudades no se usaba, no había condiciones, estaba mal visto; era costumbre atrasada, de pueblo, de pobres, y los doctores estaban bien entrenados para decirle a las madres (cosa que ellos nunca serían) sin mediar examen alguno: “Señora: su leche no sirve. La institución médica la proveerá de fórmula láctea científicamente elaborada para bebés”. Supongo que fue entonces que la Nestlé y otras empresas, se volvieron famosas, indispensables y ricas. En el taller de madres se habló sobre leche materna, el calor, la cercanía, la naturaleza benéfica de la lactancia… A Esta mujer entonces, se le vino un poco del poema de Octavio Paz: “Mi madre, niña de mil años/ Madre del mundo, huérfana de mí, /…carta de amor con faltas de lenguaje, / mi madre: pan que yo cortaba/ con su propio cuchillo cada día.” Y supo que en alguna parte suya faltaba un pedazo, y se avergonzó, porque el crujido que le salió del alma, pareció que lo escucharon todas. Algunas la abrazaron. Descubrió así una especie de oquedad que, como una zona cavernosa debajo de un edificio viejo, se ocultaba a las miradas bajo tres capas de cemento, sobre las que -menuda ironía- había jardineras bien distribuidas. Miró a las madres primerizas que intentaban técnicas para amamantar y sin saberlo, repetían todas, el gesto inmemorial de la gata que dispone su cuerpo y se reclina, y mira a sus gatitos, y los gatitos se funden en la madre, y la madre sonríe, a pesar de ser felina. Esta mujer cerró los ojos, pues tal vez así el ruido de sus sótanos parecería el llanto simple de una mujer conmovida. Regurgitó esa deuda vieja con su vida: no amamantó. No tuvo antes la necesidad de saldarla porque no estaba enterada de su presencia.
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Con el gusto frío, como de arrastrar palabras, todavía en la lengua, se le reveló el misterio que significaba su nieta y que tampoco estaba buscando, pero que se alegró de conocer.
Le dijo a su hija, mira:
Pienso en tu abuela, mi madre. En ella venía el óvulo que un día sería yo. Dentro aún de tu abuela, contuve todos los óvulos con los que contaría en mi vida, y uno de ellos eras tú, hija, así que en tu abuela estuviste un tiempo como una promesa hoy cumplida, y como así fue, entonces… mientras viviste dentro mío con tu equipo de óvulos completo, Petra, mi nieta, existía en mí junto con otro montón de posibilidades, y ahora, la alimentas de tu cuerpo como yo te alimenté de mi alma. Seguro su hija no les dio tanta importancia a las palabras, y no lo notó, pero Esta mujer, restauró su oquedad cuando nombró, la falta que le hizo amamantar. Jugó otro rato con su nieta, besó a su hija, y de vuelta a casa, vio una fisura en el piso de su edificio, de allí salió una rata, justo de debajo de la jardinera. Ahora lo sabía: había que arreglar el agujero: era peligroso.
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El empoderamiento femenino construido a través de las prácticas corporales de la lactancia materna. - Dra. Alejandra Olvera Rabadán Palabras clave: Lactancia materna, corporalidad, resistencia, placer.
La construcción de la corporalidad como una práctica empoderante La maternidad es una cuestión que provoca cambios profundos en la vida de toda mujer que se inicia en ella. En ese proceso de ajuste salen a relucir las memorias y expectativas familiares y las prácticas colectivas y roles sociales asociados a la maternidad. En entornos urbanos la maternidad es algo que en gran medida se vive en solitario, pero esto no exime a las mujeres que desean amamantar de enfrentarse a una lucha constante contra un sinfín de obstáculos que se presentan en el entorno y en ellas mismas. Existe entre los movimientos lactivistas la tendencia a definir a la conducta asociada a la lactancia materna como natural e instintiva, lo cual supone un error de base dado que el cuerpo es siempre un cuerpo construido socialmente. Las prácticas corporales definidas socialmente ya han construido la corporalidad de la madre y ésta comienza la transmisión de esa construcción desde el momento mismo en que se dispone a parir. El parto es el inicio de la vida extrauterina y es una experiencia que tiene un impacto a nivel neurológico y psicológico sobre la persona que está naciendo y sobre la que pare. El hecho de que alguien nazca bañado en oxitocina sintética y anestésicos proviene de una construcción cultural que entiende que los procesos biológicos deben ser medicalizados.
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Está cada vez más extendido lo que se conoce como parto humanizado, una práctica corporal en la que se procura frenar la medicalización del proceso del nacimiento. En este tipo de partos las mujeres son acompañadas por parteras o dulas, que son depositarias de una serie de prácticas corporales y que ayudan a las mujeres a guiar su parto en concordancia con las necesidades que sienten desde su cuerpo. Llamo aquí la atención al hecho de que esto, si bien es un proceso de des-medicalización del parto, no implica una naturalización del mismo, dado que el modo en que una mujer puede expresar y responder a sus necesidades corporales, parte necesariamente del cuerpo que es, el cual es siempre construido, nunca dado. Una mujer que haya crecido en un entorno en el que la modulación de la voz contemple modificaciones de tono y volumen de manera cotidiana, con mucha facilidad utilizará su voz como un medio para manejar el dolor de las contracciones. Una mujer que haya vivido en un entorno en el que el movimiento de las caderas sea algo habitual en el caminar, mecerá sus caderas durante el trabajo de parto como un recurso para soltar la tensión que se acumula en la zona pélvica. Las parteras y dulas cuentan con una serie de conocimientos que al encontrarse con el cuerpo que es la mujer que pare, van construyendo una experiencia de nacimiento que es la suma de corporalidades socialmente elaboradas. De forma similar la lactancia es una práctica corporal socialmente construida. Evidentemente existen importantes componentes biológicos, como son los cambios hormonales asociados a la lactancia, que experimentan tanto la madre como el bebé, o todo el comportamiento instintivo que presenta en recién nacido. Sin embargo, estos estarán siempre atravesados por el cuerpo construido que es la madre.
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Actualmente se conoce que el recién nacido, cuando es puesto al nacer sobre el cuerpo de su madre, es capaz de desplegar un comportamiento instintivo asociado a la lactancia materna que es reconocible en todos los neonatos saludables y nacidos a término y que presenta más de veinte reflejos. Los bebés reptan sobre el cuerpo de la madre y son capaces de llegar por sí mismos al pecho. Mueven sus manitas abriéndolas y cerrándolas como un modo de activar el reflejo de expulsión de la leche. Hacen movimientos con su lengua y lengüetean el pezón. Mueven su cabeza a los lados buscando el pecho y la levantan y bajan para acomodarse. Huelen la areola cuyo olor es similar al del líquido amniótico, juguetean con el pezón y finalmente succionan. Los investigadores han encontrado que existen nueve etapas distintas que son reconocibles en el comportamiento del bebé, desde que es puesto sobre el cuerpo de la madre hasta que se da la primera tetada. Estos son: llanto del
nacimiento, relajación, despertar, actividad, arrastre, descanso, familiarización, succión y sueño. Este tipo de investigaciones ponen en el centro de la atención los aspectos biológicos de la lactancia, pero dejan un poco de lado los aspectos culturales asociados a la misma. Lo que resulta relevante de estos estudios es que parten de la idea de que el bebé es un ente activo que tiene la facultad de amamantarse por sí mismo cuando es puesto en circunstancias determinadas que le permiten desplegar sus capacidades innatas. La comprensión del bebé como un ser activo provoca la implementación de prácticas corporales (como lo es poner al bebé sobre el cuerpo de su madre inmediatamente después del nacimiento) que llevan a la construcción de un cuerpo que se cimienta en experiencias corporales que desde el inicio
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de la vida acostumbran al bebé a tener un papel activo sobre sus propios procesos vitales, lo cual es punto central para el empoderamiento. Existe un gran contraste entre las experiencias de un bebé que al nacer es separado de su madre, envuelto en mantas que impiden su movimiento y puesto solo en una cuna con luces fuertes que permiten mantener su calor corporal, de las que vive otro bebé que es puesto inmediatamente sobre el cuerpo de su madre en contacto piel a piel, con total libertad de movimiento que le permite desplegar todo el comportamiento instintivo asociado a lactancia, antes descrito. Estos dos tipos de prácticas corporales diferentes parten de cuerpos pensados de modos distintos y construyen corporalidades desiguales. Para que una mujer logre tener éxito con su lactancia es necesario que cuente con información oportuna que le permita tomar sus propias decisiones informadas; una red de apoyo familiar, comunitario y del personal médico que contenga y oriente a la madre durante las distintas etapas de la lactancia; quizá una de las cuestiones más importantes es que sea depositaria de prácticas corporales adecuadas para la realización de la lactancia. Cuando las madres solamente cuentan con uno o dos de estos tres aspectos el proceso de amamantar se vuelve más difícil. Si comprendemos el empoderamiento de la mujer lactante como un proceso en el que la madre está en condiciones de ejercer una lactancia libre según sus deseos y necesidades, teniendo información, contención y prácticas adecuadas, será necesario analizar cuáles son esas condiciones que obstaculizan su empoderamiento. Anteriormente me referí al empoderamiento del bebé para ejemplificar cómo el empoderamiento puede construirse desde la transformación de las prácticas corporales, las cuales permiten una cierta construcción del cuerpo, lo que posibilita la desarticulación de los mecanismos por medio de los cuales el poder se asienta en el cuerpo ejerciendo su control sobre las personas. En sociedades como la mexicana, en las que la práctica de la lactancia no constituye la norma sino la excepción, para que una mujer que decide amamantar logre hacerlo, deberá transformar las prácticas de maternaje que la sociedad espera de ella. La lactancia materna implica la modificación de una gran variedad de prácticas corporales que provocan experiencias divergentes que van reconstruyendo la corporalidad de la madre. Este es un proceso que no ocurre de manera automática, sino que es guiado
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conscientemente por las mujeres que cuando tienen información y apoyo suficiente pueden decidir implementar por sí mismas las prácticas corporales que les permitirán amamantar.5
El control del tiempo de una mujer lactante Una de las maneras en que se concreta el control del cuerpo es la delimitación del tiempo. En el caso de la lactancia materna esto se expresa con la delimitación del tiempo que duran las tetadas y la frecuencia de las mismas. La Organización Mundial de la Salud recomienda que la madre amamante a libre demanda para que pueda cubrir las necesidades de su bebé, lo cual quiere decir amamantar cada vez que el bebé pida pecho y todo el tiempo que desee, y está bien tanto si el bebé quiere succionar de un solo pecho o como si prefiere hacerlo de los dos. Esto implica que el tiempo de la lactancia no es controlado ni por el médico, ni por el reloj. La principal hormona encargada de la producción de leche es la prolactina, ésta se encuentra presente en todas las mujeres, pero aumenta su nivel basal cuando la mujer se embaraza 6.
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Cabe la aclaración que este proceso de empoderamiento y transformación de la corporalidad no es exclusivo de las mujeres que amamantan y que puede ser observado también en mujeres que deciden alimentar a sus bebés con fórmulas lácteas elaboradas industrialmente, pero que el objeto del estudio de esta investigación son las mujeres lactantes por lo cual los análisis aquí presentados se refieren a ellas. 6 Las hormonas se presentan en el cuerpo de dos formas, por medio de picos como ocurre con la adrenalina que aumenta drásticamente su cantidad en caso de peligro; o en lo que se46 denomina niveles basales, que es cuando se encuentra en
Cuando inicia la lactancia el funcionamiento de esta hormona cambia y empieza a presentar picos en los que aumenta considerablemente la cantidad de la hormona que produce el cuerpo. Cada pico de prolactina se sucede poco después de la tetada para posteriormente empezar a decrecer poco a poco. Si la madre aumenta la frecuencia de las tetadas los niveles de prolactina presentes en su cuerpo aumentan, provocando que se incremente la cantidad de leche que produce. Esto es algo que el cuerpo del bebé comprende por lo que si requiere más leche aumenta la frecuencia de las tetadas. Es decir que la cantidad de leche que produce la madre la controla el bebé regulando la frecuencia de sus tomas. La composición de la leche materna no es constante, le leche que el bebé toma al iniciar la tetada contiene mucha agua, en un segundo momento aumenta la cantidad de lactosa y finalmente se vuelve muy rica en grasas. Si el bebé toma poca leche de cada pecho, la composición de la leche que tomó es más rica en agua, pero contiene pocas calorías. Esto es algo que los bebés suelen hacer cuando tienen sed. Si por el contrario toma mucho tiempo de un solo pecho, la composición de la leche que tomó en total es más rica en calorías contenidas en la grasa de la leche. Esto es lo que hacen los bebés cuando tienen hambre. En síntesis, los bebés controlan la composición de la leche que toman por medio del tiempo que duran las tetadas y de si toman de un solo pecho o de los dos. Según lo que indica la fisiología de la lactancia materna, para que la madre pueda cubrir las necesidades del bebé debe soltar el control del tiempo y amamantar a libre demanda, es decir permitir que el bebé dicte el ritmo de las tetadas. Sin embargo, en la práctica cotidiana de la lactancia esto resulta sumamente difícil de llevar acabo. Para poder amamantar a
proporciones constantes como ocurre con la prolactina durante el embarazo, que si buen aumenta su cantidad presente en el cuerpo de la madre en relación a sus niveles previos a la gestación, se mantiene básicamente constante.
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demanda las madres deben superar muchas dificultades relacionadas tanto con el personal de salud como con su entorno familiar y social. Resulta alarmante que aun cuando los estudios de fisiología de la lactancia materna, que son investigaciones médicas, indican que no se debe controlar en modo alguno el tiempo de las tetadas, es una práctica médica constante la recomendación de amamantar cada tres horas y durante diez minutos de cada lado. Esto provoca muchos problemas con la lactancia ya que al delimitar así el tiempo de lactancia se desequilibra manejo que hace el bebé tanto de la cantidad como de la composición de la leche materna. Dos interrogantes surgen al analizar esta realidad. Una es ¿por qué la práctica médica no se
corresponde
con
las
investigaciones
médicas? Pareciera que para muchos médicos no es importante mantenerse actualizados en temas de lactancia, no al menos en el mismo nivel en que se mantienen actualizados en relación con el manejo de los medicamentos. La otra interrogante es ¿por qué las madres siguen las instrucciones de los médicos aun cuando la evidencia científica no se corresponde con ellas?
Una
respuesta
superficial
sería
simplemente que les falta información, pero la realidad es mucho más compleja. En el caso de la lactancia materna resulta alarmante que, siendo que los médicos se adjudican a sí mismos la potestad para dar recomendaciones en relación con la práctica de la lactancia, solamente una escuela de medicina en el país tenga una materia de lactancia contemplada en su currículum. La faculta de medicina de la UNAM tiene una materia optativa de lactancia materna. Todos los demás médicos egresados de otras universidades no cuentan con el conocimiento generado desde su propia disciplina en relación con la lactancia materna, salvo si por cuenta propia han decidido hacerse de ese conocimiento. No puede hablarse de que exista equidad de género en la construcción del conocimiento médico en
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las universidades, cuando las prácticas corporales femeninas asociadas a la lactancia son silenciadas por omisión.
En contraposición, en todas las escuelas de pediatría se estudian las regulaciones para la administración de fórmulas que son consideradas por la Organización Mundial de la Salud OMS como sustitutos de la leche materna. Pero la omisión que se hace de las prácticas de lactancia materna no tiene que ver únicamente con cuestiones de género o de los intereses económicos de las grandes empresas productoras de fórmulas, sino que tiene que ver también con estructuras de poder más sutiles: aquellas que se apoderan de las personas por medio del control de los cuerpos y de la temporalidad de las prácticas corporales. La administración de fórmula es algo que funciona bien cuando es controlado y medido, la lactancia materna por el contrario funciona mejor cuando no es controlado su tiempo. En una sociedad que dedica mucho esfuerzo al control de las prácticas corporales y del tiempo, resulta sumamente perturbador soltar dicho control. Permitir que el bebé determine la temporalidad de la lactancia en vez de que sea el médico quien lo haga, implica para la mujer un salto cualitativo, pues se está enfrentando a la hegemonía del poder que controla las prácticas corporales mediante la priorización y ocultamiento del conocimiento. Cuando una mujer recibe información actualizada y comprende cómo funciona la fisiología de la lactancia materna, tiene muchas más posibilidades de hacer frente al poder de los médicos, pero incluso con la información correcta para muchas mujeres no resulta fácil amamantar a demanda: la presión que reciben tanto del personal médico como de la familia es muy fuerte. Cuando una mujer cuestiona directamente a un médico en relación con el control del tiempo de la lactancia suele recibir amenazas intimidantes por parte de los médicos. Muchas mujeres escuchan oraciones como: “si quieres que tu bebé se enferme amamántalo cada vez que te pida”. El poder de regular las prácticas de alimentación se lo entregan las familias al médico, por lo que sus recomendaciones se vuelven mandatos inquebrantables. Cuando las mujeres entregan al médico la responsabilidad de velar por el desarrollo de su bebé, ellas pierden la potestad sobre sus propios cuerpos pues es el médico quien controla las prácticas corporales.
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Cuando las madres tratan de seguir las recomendaciones de delimitación del tiempo de la lactancia se dan cuenta de que amamantar cada tres horas y solamente veinte minutos, no es casi nunca suficiente para cubrir las necesidades de los bebés por lo que estos lloran mucho y aumentan poco de peso. Cuando esto sucede las mujeres, en vez de dudar de la recomendación médica de limitar el tiempo de las tetadas, suelen dudar de su capacidad para producir leche. Esta preocupación primero lleva a las mujeres a una serie de prácticas poco efectivas como tomar atoles, cerveza y demás alimentos que las familias mexicanas acostumbran dar a las madres en la creencia de que aumentan la cantidad de leche aun cuando en su mayoría estos alimentos no son galactogogos7.
Cuando la ingesta de estos alimentos y bebidas no dan resultado las madres acuden al médico quien en la mayoría de los casos recomienda la suplementación con fórmula, lo cual confirma las sospechas de las madres de que no son capaces de producir leche suficiente para alimentar a su bebé y se entregan aún más al control del médico. El efecto de introducir fórmula es que en vez de aumentar la cantidad de prolactina ésta se disminuye, ya que se reducirá la cantidad de succión que el bebé haga al pecho de la madre. Esto suele tener un efecto en cascada que acaba en la eliminación total de la lactancia materna. En México, la
7
Un galactogogo es un alimento o sustancia que se ingiere y que tiene un efecto en la producción de leche, pues aumenta la cantidad de prolactina que genera el cuerpo de la madre, tal es el caso por ejemplo de la metoclopramida, al domperidona o el fenogreco.
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principal causa por la que las mujeres dejan de amamantar es la falsa creencia de que no producen suficiente leche. Una de las consecuencias de que una mujer, que había tomado la decisión de amamantar, haya terminado abandonando la lactancia materna, debido al control del tiempo ejercido por los médicos, y/o la familia, es el surgimiento de un sentimiento de inadecuación que resulta desempoderante. Por el contrario, cuando una mujer es capaz de poner en tela de juicio la recomendación médica de limitación del tiempo de las tetadas y se permite a sí misma soltar en control del tiempo, en la mayoría de los casos la lactancia funciona adecuadamente. Entonces las mujeres desarrollan un sentimiento de realización, tanto por tener la capacidad de alimentar a sus bebés, como por poder hacer frente a las dificultades y resistencias que la rodean. Lo que resulta más relevante es que este sentimiento de triunfo y de confianza en sí misma se actualiza en cada tetada y con mucha facilidad se traslada luego a otros ámbitos de la vida de la mujer.
El contacto corporal y la visibilización de la lactancia materna El modo en que se construyen las relaciones intercorporales es otra forma de control, igual que lo es la vigilancia del uso del tiempo. Los estudiosos de la comunicación no verbal han observado cómo en las diferentes culturas se entiende de modo diverso la proxemia8; cómo los gestos corporales empleados en la comunicación también varían y cómo cambia el modo en que se construyen las relaciones interpersonales a nivel corporal. En México, el contacto corporal en el ámbito público es mucho más permitido que en otros países como Japón. Sin embargo, en México sobre todo en entornos urbanos el contacto corporal constante entre el 8
La proxemia es el modo en que se construye el espacio personal y cómo este se relaciona con el espacio personal de los demás.
51
bebé y la madre es mal visto (a las mujeres se les cuestiona si cargan demasiado tiempo a sus bebés) en cambio en Japón prácticas corporales, como el colecho 9, que implican un contacto corporal continuo son totalmente normales. Un bebé nacido en México en un ambiente urbano pasará significativamente menos tiempo en contacto directo con el cuerpo de su madre que un bebé nacido en países como la India o Japón. Las más recientes investigaciones sobre epigenética y neurociencia se han enfocado al análisis del impacto que tiene en el desarrollo del bebé, el contacto o separación del cuerpo de su madre que experimenta en sus primeros meses de vida. Como resultado de estas investigaciones se ha generado el concepto de continuum que se da cuando desde el nacimiento y durante los meses siguientes, no se produce separación entre el cuerpo de la madre y del bebé. Se entiende que es una necesidad vital de los bebés recién nacidos permanecer las veinticuatro horas del día en contacto continuo con el cuerpo de su madre. Se ha comprobado
que
cuando
las
madres
permiten que el bebé viva este continuum se mejoran las funciones vitales de éstos. Se observa también un mejor desarrollo a nivel químico y estructural en el cerebro, que se asocia con gama más amplia de recursos para manejar el estrés y la depresión en la vida adulta. Si se tiene ese conocimiento, la pregunta obligada es ¿por qué vemos tantos bebés en carriolas, cunas y moisés? Una de las dificultades de modificar prácticas corporales que resultan dañinas como la separación del bebé y la madre, es que son asumidas cómo normales: han sido repetidas tantas veces que brindan seguridad por ser reconocibles. Podríamos pensar que debería bastar con que las madres supieran por qué es importante,
9
Se realiza colecho cuando el bebé duerme en la misma cama que su mamá.
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para el mejor desarrollo de su bebé, mantener el continuum, para que la separación dejara de ser una práctica recurrente. Pero no es así, porque las prácticas corporales construyen lo que el cuerpo es. Un cambio en dichas prácticas implica una transformación ontológica, es decir una nueva construcción del “sí mismo”. Esto evidentemente es un proceso mucho más complejo que leer un libro sobre el desarrollo neurológico de los bebés y decidir de un día a otro mantener al bebé en contacto continuo con el propio cuerpo. El poder que tiene la imitación sobre la conducta es enorme, por lo tanto, los cambios en las prácticas corporales se generan con mucha más fluidez cuando son colectivas. Si en un grupo humano se introduce un cambio en alguna práctica en solo uno de los individuos del grupo, pasa mucho tiempo antes de que un segundo miembro incorpore la nueva práctica, pero mientras más individuos realizan la nueva práctica, con mayor facilidad se dispersa ésta
entre los demás integrantes del grupo.
En países como México en el que sólo el catorce por ciento de los bebés son amamantados exclusivamente 10 durante los primeros seis meses, los comportamientos propios de las
10
Amamantar exclusivamente durante los primeros seis meses quiere decir que durante ese periodo de vida del bebé sólo se le da leche materna como su único alimento y no se lo ofrece ningún otro alimento sólido o líquido, ni suplemento alimenticio. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda amamantar a los bebés exclusivamente durante los primeros seis meses. Esta recomendación es frecuentemente malinterpretada como si la OMS quisiera decir que se destete a los bebés luego de los primeros seis meses de lactancia. Pero si se continúa leyendo las recomendaciones de la OMS, se puede comprobar que se exhorta a que, aun cuando el bebé inicia a comer 53 otros alimentos a partir de los seis meses, la lactancia se continúe mínimo hasta los dos años o más.
mujeres lactantes no son compartidos por la mayoría de las mujeres. En especial en el ámbito público, lo que se observa con más facilidad es lactancia artificial. Esto se debe en parte a que sólo un pequeño porcentaje de las mujeres amamantan y en parte a que la práctica de la lactancia materna suele mantenerse circunscrita al ámbito privado. En términos generales, la sociedad mexicana sólo tolera la desnudez del cuerpo de la mujer, cuando éste es convertido en objeto sexual del hombre. Una mujer que amamanta no está mostrando parte de su pecho porque esté siendo objeto sexual y por lo tanto su desnudez incomoda. Las mujeres que se aventuran a amamantar en público frecuentemente reciben comentarios denigrantes, miradas de desaprobación o son invitadas a recluirse fuera de la vista pública. Algunas mujeres que son conscientes de su derecho de amamantar a sus bebés en cualquier sitio desarrollan diversas estrategias para sortear las dificultades y resistencias de lactar en público, pero muchas otras prefieren no enfrentarse a la desaprobación y aun cuando mantienen su lactancia, la practican sólo en privado. Cada mujer debe tener el derecho de decidir si quiere o no amamantar en público, pero lo cierto es que este fenómeno que obliga a la lactancia a permanecer en el ámbito privado hace más difícil que se produzcan cambios en las prácticas corporales relacionadas con la alimentación de los bebés. El amamantamiento no es algo que forme parte del conocimiento corporal de la mayor parte de la población, no sólo porque no se practica sino porque no se visibiliza su práctica. Las prácticas corporales relacionadas con el cuidado de los neonatos han variado mucho a través de los siglos. En Europa, por ejemplo, durante varios siglos la nobleza acostumbraba contratar nodrizas para criar y amamantar a los bebés. No se consideraba adecuado que la madre noble asumiera a esa labor. Sin embargo, se comprendía que el bebé necesitaba ser amamantado y estar en contacto corporal con una mujer. Fuera de las clases pudientes la lactancia era lo normal. Cuando las mujeres empezaron a salir de casa para incorporarse a la fuerza de trabajo, los ámbitos público y privado quedaron separados, y lo que ocurría en el ámbito privado dejó de ser considerado productivo. Cuando las madres fueron a trabajar a las fábricas, como no era adecuado que el bebé estuviera en ese ambiente sucio y ruidoso, la práctica de separación del bebé y la madre se volvió habitual. En un inicio se hicieron intentos de que las mujeres siguieran amamantando. En las fábricas había huecos en las paredes a través de los cuales las mujeres sacaban sus pechos para que el bebé que estaba afuera pudiera ser puesto a
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amamantarse. Otra opción que se siguió para alimentar a los bebés mientras la madre trabajaba fue la introducción temprana de la ablactación11, la cual pasó de iniciarse al año en el siglo XIX, a hacerse a las dos semanas de vida del bebé en las primeras décadas del siglo XX. Finalmente se comenzó a experimentar con la elaboración de fórmulas lácteas que pudieran ser sustitutos de la leche materna. Los efectos adversos para la salud materno-infantil que han tenido las prácticas de separación de bebés y madres, y la alimentación artificial, han sido ampliamente estudiados en las últimas cuatro décadas. Como resultado se ha obtenido la implementación
de
un
buen
número de medidas que, a nivel internacional, están procurando crear condiciones para que se incrementen
los
índices
de
lactancia. Un ejemplo es la creación del Código Internacional de Sucedáneos de la Leche Materna, que fue aprobado en 1981 por la Asamblea Mundial de Salud. El código fue creado para regular la comercialización de las fórmulas lácteas, ya que se sabe que las estrategias que siguen las compañías
productoras
de
sustitutos de la leche materna para aumentar sus ventas son muy efectivas y por tanto constituyen un riesgo para la recuperación de la lactancia materna. Han surgido también organizaciones como IBFAN cuyo propósito es velar por el cumplimiento del Código Internacional de Sucedáneos de la Leche Materna, debido a que países como México, que fue uno de los países que firmó su adición al código, no cumple la
11
Ablactación es cuando el bebé empieza a comer otros alimentos además de la leche materna.
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mayoría
de
sus
disposiciones. Es común
las
compañías productoras
lácteas
regalen a las mujeres
sustitutos de la leche
materna, sin que exista
de por medio indicación
médica alguna. También
se pueden encontrar con
facilidad descuentos y
promociones, así como
publicidad engañosa que
hace pensar que
las
fórmulas pueden ser el
alimento ideal para los
bebés, esto es, mejor
que la leche materna. Se
da tanta importancia, a
nivel
al
Código de Sucedáneos
de la Leche Materna
porque se conoce que el
entorno en que vive la
mujer tiene un importante
efecto en las prácticas de
alimentación
bebés. Se piensa que,
con la implementación
por
ejemplo
de
fórmula
que
internacional,
de
los
del código, el entorno en que se dan las prácticas de cuidado y alimentación de los bebés puede ser menos adverso para la lactancia. En relación con las prácticas de separación de madre y bebé también hay todavía mucho que cambiar. Actualmente en México las mujeres cuentan con cuarenta y dos días de permiso de maternidad después del nacimiento de sus bebés y permiso de reducción de una hora de la jornada laboral si están amamantando. Si bien existe una ley federal que obliga a los empleadores a tener lactarios 12 en los centros de trabajo, la realidad es que se han implementado muy pocos lactarios a nivel nacional y muchos de los que ya existen no son aprovechados como podrían serlo porque muchas mujeres cuando regresan al trabajo a los cuarenta y dos días de nacido su bebé, ya han perdido su lactancia. Esto quiere decir que si bien, haciendo una revisión histórica, podemos encontrar que la incorporación de las mujeres al trabajo es una de las razones de la reducción de la práctica de la lactancia. Actualmente el abandono de la lactancia no está relacionado tanto con el trabajo como con las prácticas de cuidado y alimentación de los bebés que no son las adecuadas para iniciar y mantener la lactancia. Es decir que el problema más grave no está tanto en si las mujeres quieren o deben trabajar, sino en el modo en que se establecen las 12
Es un espacio adaptado para que la mujer pueda extraerse leche. Debe tener una silla cómoda, un lavamanos, un refrigerador para mantener la leche fría, conexión a la electricidad para la bomba extractora y una mesa.
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prácticas corporales de amamantamiento, y una de estas prácticas además de la regulación del tiempo es la separación del bebé y la madre. Uno de los causantes principales de la práctica de separación de madre y bebé es la medicalización de los procesos biológicos. A finales del siglo XIX los médicos se dieron a la tarea de crear la primera incubadora. En un primer momento se permitía a las madres entrar a la sala donde se encontraban las incubadoras para poder amamantar a sus bebés, pero en un desafortunado momento se introdujo un virus que provocó la muerte de muchos de los bebés que estaban en las incubadoras y la solución que encontraron los médicos fue sacar a las madres de la sala y permitir solo la presencia de enfermeras, pues se consideraba que la suciedad que habían introducido las madres a la sala era la razón de la muerte de los bebés. El uso de la incubadora se volvió una práctica habitual, no sólo para los bebés prematuros sino para todos los bebés quienes pasaban las primeras horas o días de su vida separados de todo contacto corporal y alimentados artificialmente.
El uso de la incubadora empezó a ser cuestionado gracias a las investigaciones iniciadas en Colombia en 1978 en el Hospital Materno Infantil. Este era un hospital que se encontraba sobrepasado en el número de nacimientos que podía atender, al contar con pocos recursos ponían a más de un bebé en cada incubadora, pero incluso así llegó el momento en que no tenían suficiente espacio para todos los bebés prematuros que tenían hospitalizados. En una acción desesperada se les ocurrió a los médicos que para que los bebés pudieran conservar el calor podían poner a los bebés prematuros más grandes y fuertes en contacto piel con piel con sus mamás las 24 horas. El resultado fue que estos bebés se desarrollaron mejor y tuvieron menos reingresos al hospital que los bebés que habían permanecido en las incubadoras. Posteriormente se realizaron estudios más controlados hasta que se probó la efectividad del contacto piel a piel para la salud y desarrollo de los bebés. Entonces se instauró lo que se conoce como el método canguro como la estrategia más efectiva para atender a los bebés prematuros. El método canguro, como toda práctica médica, tiene todo su protocolo, pero consiste básicamente en mantener al bebé contacto piel con piel, con su madre o su padre, las veinticuatro horas.
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El método canguro se aplica en bebés prematuros, pero cuestionó también dos prácticas hospitalarias que implican la separación de la madre y el bebé recién nacido. La primera es la de poner al bebé sano y nacido a término separado de su madre, en una incubadora (supuestamente para regular su temperatura) y la segunda es la de mantener al bebé y la madre separados durante todo o casi todo el tiempo que dura la hospitalización después del nacimiento. Una de las acciones que se han tomado a nivel internacional para recuperar la lactancia materna es el programa de acreditación de hospitales como Amigos del niño y de la niña. En México, en la década de los ochentas se hizo un importante esfuerzo por implementar los diez pasos con que cuanta esa iniciativa, que en esa época se llamaba Hospital amigo del niño y de la madre. Uno de los pasos que se logró implementar en aquella época fue el alojamiento conjunto 13 . Desde entonces en la mayoría de los hospitales públicos el alojamiento conjunto es la norma, no así en los privados. Sin embargo, no se han visto muchos avances en los otros nueve puntos que se contemplan en esta iniciativa. En Michoacán, por ejemplo, solamente existe un hospital acreditado como Amigo del niño y de la niña por contar con prácticas que propician el adecuado inicio de la lactancia materna. En el hospital María Zendejas en Tacámbaro, cuando los bebés nacen son puestos inmediatamente sobre el cuerpo de sus madres en contacto piel a piel y permanecen juntos en un área de la sala de nacimientos en observación, pero sin mayor
intervención.
Después
de
transcurridas las primeras dos horas, mamás y bebés son trasladados sin separarse a las salas de maternidad donde permanecen en contacto continuo y piel a piel durante todo el tiempo que dura la hospitalización. Es decir que no se viste ni a las madres ni a los bebés hasta que 13
Alojamiento conjunto sucede cuando los bebés en vez de ser enviados al cunero, permanecen con su madre todo el tiempo que ambos están en el hospital, lo cual asegura en continuum y el correcto inicio de la lactancia.
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se van a ir del hospital. Las madres no pueden observar en el hospital ningún anuncio ni lata de fórmula y ninguna enfermera tiene autorizado ofrecer a las madres ningún sustituto de la leche materna, salvo que por alguna situación médica la madre no esté en condiciones de amamantar.
Campaña para promover y no juzgar la lactancia en público. Londres, Inglaterra
.
Las
prácticas
implementadas Zendejas
de
que en
han
sido
Hospital
María
Tacámbaro,
Michoacán
basadas en los diez pasos de los hospitales amigos del niño y la niña, permiten mantener el continuum entre madre y bebé. Además, no solamente aseguran un adecuado inicio de la lactancia materna, sino que generan experiencias corporales que aumentan la capacidad de las madres de hacer frente a las dificultades de ejercer su derecho y el de sus bebés a mantener el continuum en una sociedad que constantemente cuestiona el contacto corporal entre la madre y el bebé. Se sabe que el acceso a la información es una de las condicionantes para que se produzca el empoderamiento femenino necesario para amamantar en una sociedad que ha perdido la cultura de la lactancia materna. Una de las estrategias que se siguen en el intento de aumentar los índices de lactancia consiste en difundir el enlistado de las razones por las cuales es mejor la lactancia materna que la artificial. Pero para poder tener un impacto efectivo en los índices de lactancia deben abordarse los tres ámbitos necesarios para el empoderamiento femenino: la información oportuna, la construcción de un entorno favorable y la realización de prácticas corporales adecuadas.
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El derecho al placer La puesta en pausa del control del tiempo y la implementación del continuum como una práctica cotidiana, tanto en el ámbito público como en el privado, son dos prácticas corporales asociadas al amamantamiento que son pilares en el proceso de empoderamiento femenino, que se genera desde la práctica de la lactancia. Pero existe un tema más a abordar que refiere al modo en que las mujeres ejercen su derecho al placer y al bienestar en el periodo de lactancia. Si bien las primeras semanas de lactancia constituyen un proceso de adaptación que implica a la madre hacer muchos ajustes en su vida, en términos generales la lactancia es una práctica placentera. Cuando los bebés succionan el pecho de su madre, en el cuerpo de ésta se liberan una serie de hormonas como la oxitocina que tienen como efecto generar sensaciones de placer. La oxitocina es conocida como la hormona del placer pues se segrega durante el orgasmo. También está presente en el trabajo de parto y es la encargada de que la leche salga del pecho en lo que se conoce como el reflejo de expulsión. Podría decirse que la presencia de oxitocina y otras sustancias que generan sensaciones de placer en las mujeres son un dispositivo biológico que asegura la supervivencia del bebé ya que propician el apego que la madre crea con el bebé.
60
El peligro de tratar de encontrar un trasfondo bilógico a las sensaciones de placer de la mujer es que mantiene la tendencia a negar el derecho innato de las mujeres al placer. No debería ser necesario justificar el placer que siente la mujer al amamantar o cargar a su bebé en función de la supervivencia de éste, aun cuando sea correcto que este dispositivo biológico asegure la supervivencia del recién nacido. Los primeros meses de cuidado de un bebé implican para la mujer pérdida de autonomía y disminución drástica de las horas de sueño y descanso. Es una etapa en que la mujer ya no siente el glamur propio del embarazo, pero su cuerpo tampoco ha vuelto a su estado anterior, el pelo se cae, la piel y los músculos del abdomen no están firmes y no ha regresado a su peso original. Todo esto genera sensaciones y emociones en ocasiones abrumadoras de las cuales
en
rara
ocasión se
habla. Se espera mujeres
que
las
se
sientan
y
realizadas
en su papel de
madres,
felices
de
modo
que
cuando
surgen emociones
negativas
asociadas
al
proceso
de adaptación a la maternidad estas
suelen ser
silenciadas
muchas
veces por las mismas mujeres que las sienten. La negación tanto de las emociones negativas como del placer en la mujer, es el resultado de la invisibilidad femenina, la cual es puesta en marcha tanto por los hombres como por las mujeres. La invisibilidad femenina se erige desde la asunción de que el rol de la mujer en la familia es atender las necesidades de los demás miembros de la familia y lleva implícita la idea de que las necesidades de la mujer o las resuelve ella por sí misma o quedan relegadas a un segundo plano. Los bebés humanos nacen tan poco desarrollados que requieren para su supervivencia de cuidado constante, mantener el continuum implica para la mujer dedicar las 24 horas del día al cuidado de su cría. Esto, que debería ser una responsabilidad comunitaria, es algo que
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las mujeres en entornos urbanos suelen vivir en solitario, lo que provoca que la sensación de sentirse sobrepasadas por la tarea sea una constante. En las primeras semanas o meses de vida del bebé, muy a menudo éstos se ponen llorosos cuando la tarde llega a su fin, debido a sobre-estimulación, y no tienen la capacidad de calmarse a sí mismos. Esto se debe a que nacen con su sistema nervioso inmaduro y las luces sonidos y demás estímulos que nosotras asimilamos sin mayor problema resultan excesivos para ellos. A esa hora del día, por lo general las madres también están cansadas y muchas veces se encuentran solas o se ven en la necesidad de atender las necesidades de otros miembros de la familia además de las del bebé, lo cual hace que ellas estén en un estado que no es propicio para sobrellevar el llanto del bebé. Las madres tratan de calmar a sus bebés amamantándolos, pero en muchas ocasiones a esa hora el pecho no parece surtir ningún efecto. Entonces cubren todo el panorama de posibilidades revisan el pañal, la temperatura para ver si tiene calor o frío, pero nada parece calmar a los bebés. Cuando este llanto no se detiene con el pecho, las mujeres dudan en primer lugar de su producción de leche, ellas piensan –el bebé tiene hambre y yo ya no tengo leche y por eso no se calma al pecho. En muchas ocasiones esta es la causa de que se empiecen a introducir suplementos de fórmula y la madre queda con un sentimiento de inadecuación por no tener la capacidad de cubrir las necesidades de su bebé. La situación antes descrita, parece un caso exagerado, pero la realidad es que es una experiencia que viven un enorme porcentaje de las mujeres que deciden amamantar y es una de las principales causas de que, aun cuando haya iniciado adecuadamente, la lactancia se vaya perdiendo paulatinamente en las semanas posteriores al parto. En este caso a las mujeres les faltan los tres elementos que pueden permitirle empoderarse y tener un papel activo en su maternaje. El primero es la información, saber que la inquietud que los bebés suelen presentar es normal y no está relacionada con la producción de leche. El segundo es la red de apoyo, que asuma tanto las labores de la casa como del cuidado del bebé cuando la mujer necesita descansar y reponerse. El tercero se refiere a las prácticas adecuadas, que en este caso se refieren al reconocimiento y expresión que la mujer debe hacer de sus propias necesidades y de su derecho al bienestar.
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Para desarticular la invisibilidad femenina la mujer debe acostumbrarse a que sus propias necesidades y deseos formen parte del colectivo en que vive. Por su parte los demás integrantes de la familia deberán asumir como suya la tarea de cubrir las necesidades de la mujer, tanto como ella lo hace de ellos y en concordancia con las capacidades de cada miembro de la familia. Quisiera ahora retomar y hacer una síntesis un tema que se trató al inicio en el que se explicaba el comportamiento instintivo que presentan los bebés recién nacidos cuando son puestos sobre el cuerpo de su madre en contacto piel a piel, permitiéndoles que hagan el arrastre al pecho. Veíamos que esta práctica se diferencia de aquella otra en la que se envuelve a los bebés en mantas impidiéndoles el movimiento, en que entiende que estos nacen con ciertas capacidades que pueden ser desplegadas cuando se les dan las condiciones para hacerlo. Explicaba también que el cuerpo no es dado, sino que es una construcción, y que la madre, que es un cuerpo construido, inicia la transmisión de esa construcción corporal desde el momento en que va a nacer su bebé. Hace falta que la mujer se construya como un cuerpo emancipado para que en el proceso de construcción de la corporalidad del bebé logre desarticular los mecanismos mediante los cuales el poder se asienta en los cuerpos. Una de las claves para la construcción de ese cuerpo emancipado radica en la conciencia que las personas tienen de sus propias capacidades y de que cuentan con las condiciones mínimas básicas para guiar el desarrollo de sus propias capacidades.
63
Cuando se asume que el bebé es capaz de hacer cosas por sí mismo, se pueden hacer reajustes en las prácticas corporales y con ello en la construcción de la corporalidad. En el momento en que se permite al bebé guiar el proceso de amamantamiento, por sí mismo desde su nacimiento, se le brinda la posibilidad de ir viviendo experiencias corporales construidas desde la autonomía. En este caso autonomía no tiene nada que ver con separación, todo lo contrario. Hay un reconocimiento doble por una parte de la necesidad vital de los bebés de mantener el continuum y por otra de su capacidad de ser autónomos en el proceso de lactancia. La autonomía de los bebés se expresa en que son ellos quienes se acomodan a sí mismos para amamantarse sobre el cuerpo de sus madres y en que ellos deciden cada cuanto tiempo amamantarse y por cuanto tiempo hacerlo. Esto quiere decir que se expresan a la vez la autonomía y el apego, en un equilibro que está dado tanto por las necesidades y deseos del bebé como por sus capacidades. Esto es lo que permite construir un cuerpo emancipado. Con el tiempo las capacidades del bebé aumentan y disminuye su necesidad de estar pegado al cuerpo de su madre. Lo que resulta curioso de todo este proceso es que cuando las madres ejercen su maternaje desde esta perspectiva tienen que hacer frente a una sociedad que, por una parte, censura el apego entre la madre y el bebé, y por la otra, niega las capacidades innatas del segundo. Es decir que las mujeres se enfrentan con una sociedad que no es capaz de ver ni las necesidades afectivas de los bebés, ni sus capacidades de autonomía, y lo propio hace con las mujeres. El proceso de desestructuración de la invisibilidad femenina es, en este caso, un proceso que visibilización doble tanto de la mujer como del bebé. La desarticulación de la invisibilidad es lo que permite la construcción de dos cuerpos emancipados y se inicia por el impulso de la madre de cubrir las necesidades de su crio desde una perspectiva que permite construir las prácticas
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corporales desde las propias necesidades deseos y capacidades y no desde la reproducción inconsciente de las prácticas de maternaje socialmente construidas y validadas. He aquí la importancia de
concientizar
el
hecho de que tanto el cuerpo que uno es como
todas
las
prácticas asociadas a él
son
construcción,
una y que
toda persona debería tener tanto la potestad, como la capacidad para trasformar dicha construcción. El filósofo francés Guilles Delueze diría con relación al concepto cuerpo sin órganos que propone, que es algo que hay que hacerse. En el mismo sentido el cuerpo emancipado de la mujer es un cuerpo que tiene que ser hecho desde las prácticas corporales, en acompañamiento de una comunidad, que puede ser la familia, y con información adecuada y oportuna. La lactancia materna es un espacio privilegiado para iniciar este proceso de reapropiación del cuerpo porque modifica muchas estructuras físicas, emocionales, intrafamiliares y de la organización de la vida cotidiana. El inicio de la maternidad puede ser una apertura para la creación de un cuerpo emancipado porque significa en sí misma una ruptura del equilibrio que existía en la vida de la mujer antes del nacimiento del bebé. En el proceso de la construcción de este cuerpo emancipado, el placer y el derecho al bienestar juegan un papel central: son puntos de apoyo que permiten la desarticulación de las viejas prácticas que deben ser modificadas. La mayoría de las prácticas corporales y sociales se repiten automáticamente, es decir en la inconciencia, y esto es lo que asegura su permanencia. El placer por su parte tiene la capacidad de regresar la atención al cuerpo el cual también es silenciado por la sociedad. Las necesidades corporales son muy frecuentemente puestas en segundo plano en función de otras necesidades que se consideran más importantes. Por ejemplo, el silenciamiento del cuerpo es lo que nos permite permanecer sentados en una silla durante horas, aun cuando después de un tiempo las lumbares empiezan a tensarse y sentirse incómodas por la
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posición anti-anatómica que adopta el cuerpo al estar sentado. La omisión de las sensaciones corporales se vuelve un hábito tan recurrente que hace que la propiocepción 14 vaya disminuyendo paulatinamente. Existe una relación directa entre las prácticas que realizamos cotidianamente y la construcción de la corporalidad, esto hace que cuando se pierde la propiocepción las prácticas se vuelven automatizadas y es cuando se dice que se ha incorporado una práctica. El único modo de romper esta incorporación de las prácticas socialmente construidas es la recuperación de la propiocepción, y en este proceso el placer cumple una función central pues tiene la capacidad de regresarnos a las sensaciones de nuestro cuerpo. No resulta casual que el placer de la mujer, que no está asociado al placer del hombre, sea visto como impropio. Se sabe que la presencia de oxitocina en el proceso de amamantamiento provoca placer a las mujeres quienes pueden incluso llegar a sentir el orgasmo mientras amamantan. Cuando las mujeres experimentan placer y no son capaces de escapar del prejuicio que les niega el derecho al placer, amamantar se vuelve un problema y aparecen en ellas
sentimientos
de
culpa
que
entorpecen
enormemente la lactancia. Cuando por otra parte las mujeres pueden permitirse sentir el placer de amamantar y de sostener a sus bebés pegados a su cuerpo, la lactancia es una experiencia, que, si bien sigue implicando un enorme esfuerzo, es mucho más fácil de ejercer. Las sensaciones de placer son recurrentes y hace que la atención de la madre regrese al cuerpo constantemente con lo que las mujeres van recuperando ese cuerpo que había sido silenciado. La recuperación del cuerpo y de la propiocepción está asociada a la capacidad de las personas para procurarse, no ya placer sino bienestar, el cual implica el reconocimiento de propias necesidades y deseos, lo cual es el primer paso para la desarticulación de la invisibilidad femenina. En el momento en que se rompe la invisibilidad femenina las estructuras familiares cambian, haciendo que la familia
14
La propiocepción es la conciencia que se tiene de uno mismo desde su cuerpo.
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se vuelva la red de apoyo que la mujer necesita durante la lactancia. Además, las prácticas corporales culturalmente determinadas pueden ser puestas en tela de juicio en función de las necesidades, deseos, capacidades y condiciones particulares de cada mujer. A modo de conclusión La lactancia materna puede constituir una práctica empoderante porque necesita para su realización de la transformación de muchas prácticas corporales socialmente establecidas y validadas desde su reproducción mecánica. Existen tres aspectos fundaménteles para que las mujeres puedan vivir ese proceso de empoderamiento: la información oportuna, la
comunidad que contiene y apoya, y la construcción consiente y autónoma de las prácticas de lactancia. En el transcurso de la construcción consiente de las prácticas se activan dos mecanismos paralelos que generan cambios ontológicos en las mujeres: la desarticulación de la invisibilidad femenina y la construcción de un cuerpo emancipado, es decir un cuerpo consciente de sí mismo. El proceso de empoderamiento femenino que se activa desde la práctica de la lactancia sigue caminos particulares para cada mujer en dependencia de las condiciones desde las que parte cada una de ellas y no se puede generar una ruta válida para todas. Del mismo modo, no puede decirse que la práctica de la lactancia sea la única vía por medio de la cual se puede producir el empoderamiento femenino. Sin embargo, el análisis de cómo se da el empoderamiento en muchas mujeres lactantes, si puede permitir relacionar y estudiar este proceso con la construcción de la corporalidad.
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Referencias Deleuze, G., & Guattari, F. (2004). Mil mesetas – Capitalismo y esquizofrenia. Valencia: Pretextos. Elias, N. (1991). On Human Beings and their Emotions: a Process-Sociological Essay. En M. Featherstone, M. Hepworth, & B. S. Turner (Edits.), The Body. Socal Process and Cultural Theory (págs. 103-125). London: Sage. Featherstone, M. (1991). The Body in Consumer Culture. En M. Featherstone, M. Hepworth, & B. S. Turner (Edits.), The Body. Social Process and Cultural Theory (págs. 170196). London: Sage. Lerma, P. (Ed.). (2011). Manejo clínico y práctico de la lactancia materna. Ciudad de México: IBFANMex. Newman, J., & Pitman, T. (2011). Lactancia. Todo lo que necesitas saber con el Dr. Jack Newman. Québec: Breastfeeding inc. Palmer, G. (2009). The Politics of Breastfeeding. When Breasts are bad for business. Londres: Pinter & Martin.
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PLAYLIST- CANCIONES PARA LA CHICHI. - Clara F. Zapata TarrĂŠs
Foto por Oriana SĂĄnchez
Todos tenemos alguna canciĂłn que nos recuerda los diferentes momentos de nuestro embarazo, el nacimiento de nuestros bebĂŠs y las horas que pasamos amamantando escuchando mĂşsica‌ Recopilamos algunas canciones hermosas que nos pueden ayudar compartir en los grupos de apoyo o con las familias LLL y tener otro recurso mĂĄs para amar nuestros bebĂŠs‌ Tenemos algunas de tradiciĂłn popular latinoamericana a las que podemos ponerle el ritmo que queramos‌ “Cinco lobitos tuvo la loba, cinco lobitos detrĂĄs de la escoba los cinco tenĂa los cinco criaba y a todos ellos TETITA les dabaâ€? đ&#x;Žś “Tortillitas de manteca para la mamĂĄ que dĂŠ la teta, tortillitas y tortones para el taita que da calzones‌â€? “Tortitas tortitas Tortitas de manteca Mama que da la teta Tortitas y tortones Para los bebes comelonesâ€? AquĂ van mĂĄs‌ Unas tiernas y cursis, otras mĂĄs rockeras e intensas, todas con el amor de quienes las compusieron‌ Yo bailĂŠ Julieta Venegas y escuchĂŠ la mayorĂa de estas con mis hijas en la panza o cuando necesitaba un momento para estar sola y contemplar mi maternidad a la luz de una vela‌ Espero que las disfruten y compartan‌
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1. Karla Kanora-Mi leche es amor-UNICEF https://www.youtube.com/watch?v=ZLmFfJjHhww 2. Andrea Echeverri-Mamá Canguro https://www.youtube.com/watch?v=I88HZ1EUHV4 https://www.youtube.com/watch?v=rxmgK0Zv7UM https://www.youtube.com/watch?v=seCMgH7RoM0&feature=youtu.be 3. Guillermo Anderson- A la leche materna https://www.youtube.com/watch?v=_zKBEGESv_4 4. Iba en tu barriga https://www.youtube.com/watch?v=FNhLsjOqY6Q&feature=youtu.be 5. Río Roma-Tú me caíste del cielo https://www.youtube.com/watch?v=ogoUOwumiR8&feature=youtu.be 6. Patita de Perro-Gracias https://www.youtube.com/watch?v=jC8ysUhuoZw&feature=youtu.be 7. Juan Luis Guerra-Rompiendo fuentes https://www.youtube.com/watch?v=0-HttS3JZn4&feature=youtu.be 8. Rosana Arbelo-Respiras y yo https://www.youtube.com/watch?v=x0HkRmTJdWo&feature=youtu.be 9. José Luis Perales- Canción para un niño viajero https://www.youtube.com/watch?v=x0HkRmTJdWo&feature=youtu.be 10. Creed- With arms wide open https://www.youtube.com/watch?v=zm90eOCcAfc&feature=youtu.be 11. Los Fabulosos Cadillacs- Vos Sabés https://www.youtube.com/watch?v=5SKHj421FjQ 12. Snatam Kaur- Mother`s blessing https://www.youtube.com/watch?v=V0N2QMdDccA 13. Alejandra Guzman- Yo te esperaba https://www.youtube.com/watch?v=jcH4hL0LVn8 14. Diego Torres- Aquí estoy yo https://www.youtube.com/watch?v=9Ngvu-aw_dQ https://www.youtube.com/watch?v=wraHbRDMBxQ 15. Paty Cantú- Bebé https://www.youtube.com/watch?v=FlHGzA35dDg 16. Julieta Venegas- El presente https://www.youtube.com/watch?v=K12-5PoXqS4
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https://www.youtube.com/watch?v=X-9u_4y7biY 17. Ani DiFranco- Present/Infant https://www.youtube.com/watch?v=fJj13XOpfaw 18. Beyoncé- God made you beautiful https://www.youtube.com/watch?v=mwderr_4nM0
La lactancia puede ser aún más hermosa si le ponemos símbolos como melodías musicales que en todo momento nos generarán recuerdos que perdurarán por siempre. Canta, vuela, juega, amamanta a tu bebé con música… esto te hará sentirte acompañada, plena, alegre y emocionada. No estás sola…
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EXPERIENCIA DEL TALLER DE DESARROLLO DE HABILIDADES DE COMUNICACIÓN LIGA DE LA LECHE MEXICO A.C. - Impartido por Edith Catarrivas
El pasado mes de octubre en la Ciudad de México se llevó acabo el Taller de Habilidades de la Comunicación, en el cual participaron tres Aspirantes a Líder, muy emocionadas nos compartieron su experiencia, una manera de animar y publicitar el Taller para cursarlo por primera vez o reforzar áreas de oportunidad.
Maritna Benedetti, italiana y actualmente vive en la Ciudad de México
Mi experiencia en el Taller de Desarrollo de habilidades de comunicación del 20 de octubre 2017.
Empecé el taller con mucha curiosidad ya que no entendía como no era suficiente la empatía para podernos comunicar con una madre que está pasando por el proceso de la lactancia, al final creía que era lo mismo que habíamos vivido o estamos viviendo. Sin embargo, desde el principio aprendí lo delicado y difícil que es comunicarse en manera efectiva con una persona que está en la necesidad de apoyo pero que también necesita tomar sus propias decisiones y ser respetada en todo lo que hace.
Edith nos hizo entender desde el principio, con un método muy sencillo y directo que tenemos que hacer al acercarnos a una madre. Al principio fue difícil y casi mecánico escuchar y responder a nuestras colegas que nos hablaban, pero con el tiempo y el ejercicio, todo fue más fluido y terminamos entendiendo bien como acercarnos o como escuchar una persona que está en la necesidad de hablar y ser escuchada.
En el taller nos dieron muchos consejos sobre cómo mejor atender a las personas que nos quieren hablar, como hacerlo por teléfono y hasta por chat. Entendí lo importante que es la escucha activa, dar el tiempo necesario para que la persona exprese su pensamiento, y que a veces un silencio hace más que mil palabras.
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Cuando queremos ayudar una madre quisiéramos darle un millón de informaciones, pero al final en la mayoría de los casos las madres son las que llegan solas a encontrar la mejor solución que se adapta a sus necesidades.
Me pareció muy enriquecedor el taller y estoy de acuerdo que todas las aspirantes a Líderes deben cursarlo, por qué cambia definitivamente la manera de comunicar con las personas, sobre todo con las madres, pero además se puede aplicar a muchos otros aspectos de la vida cotidiana.
Nallely San Juan, mexicana y vive en Villahermosa, Tabasco Es de gran retroalimentación para mí, escribir sobre este bellísimo taller al que tuve la oportunidad de asistir.
Me pareció un taller muy completo, dónde nos enseñaron desde cómo realizar una escucha con las personas que nos rodean, basadas desde el respeto y empatía, empoderándonos a nosotras mismas como futuras Líderes de la LLL, considero que lo que hoy por hoy distingue a las líderes de la liga de la leche, es ese respeto, para escuchar, orientar, asesorar de madre a madre, siento conscientes que las situaciones propias de su embarazo o postparto no es fácil, pero lo están haciendo bien, sin juzgar, sin llevarnos las cosas a lo personal, porque además de todo lo mencionado, también somos sostén emocional de la madre, saber explicar a la madre y familia, sus dudas relacionadas a la lactancia y/o crianza. El taller de HDC es una herramienta práctica, muy eficaz, por qué podremos estar empapadas en conocimiento a temas de lactancia, pero si no sabemos cómo transmitir y hacer llegar el mensaje la información se distorsiona. Lo que más me gustó del taller, es que no se componía solo de “un montón de información” sino también de casos prácticos que pudimos realizar de manera individual y conjunta con el resto de las compañeras, exponiendo nuestras dudas e inquietudes a mejorar. El taller no está cerrado a hablar de lactancia, sino al contrario va de la mano desde trabajar las emociones y nuestras relaciones interpersonales, el control de situaciones en nuestra vida diaria, dónde desde casa realizar el cambio. Los grupos de apoya a la lactancia materna, tienen gran impacto en la sociedad, en familias y en las madres, por ello es importante contar en nuestra formación con un taller como este, poderle ofrecer a las mamás un espacio en que ellas puedas sentirse cómodas y confiadas para expresar sus dudas, inquietudes, dificultares con nosotras y ellas recibir de nuestra parte el apoyo emocional que le permita confiar en sí misma y en su instinto maternal.
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Paola Madrid, mexicana vive en la Ciudad de México
El taller me dejo un grato sabor de boca, así como un reto en mi vida personal puesto que pude darme cuenta de que muchas de las veces me he adelantado a los hechos, haciendo juicios y en ocasiones hasta dar consejos en donde no me los han pedido, ocasionando malentendidos y molestias de ambas partes en una conversación de grupo o de dos.
Aprendí lo importante que es mandar el mensaje correcto hacia la otra persona cuando quieres iniciar una conversación ya sea un poco intensa o simplemente informativa, es muy importante estar alerta en tu lenguaje corporal, prestar atención a lo que se escucha para buscar la empatía que genere esa confianza, para que la persona se sienta comprendida, escuchada y sea más fácil detectar cual es la necesidad o que nos está tratando de decir sin adelantarnos a un juicio que nos llevara a un fracaso dentro de la conversación.
Ya estando dentro de ese baile (si se le puede llamar así) es importante hacer un pequeño resumen de lo que se escuchó o encontrar algunas palabras claves para verificar que estamos entendiendo bien lo que se está escuchando, empezando hacer algunas preguntas abiertas.
Cuando se dan conversaciones difíciles es bien importante manejar las palabras adecuadas y claras, mantener la calma lo más que podamos, creo hay que tener mucho tacto para no dejarse llevar por el calor de las pablaras, de las emociones, es una gran responsabilidad sobre todo cuando hay temas de mamás, religiosos o de política; ser muy cautos a la hora de externar una opinión. Por eso digo que es todo un reto personal porque, aunque no soy tan impulsiva en dar opiniones, hay otras cosas que tengo que pulir para lograr ser escuchada y saber escuchar.
Muy buen taller, necesario para todos.
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Fotos: Valle de las Chichis. Creel, Chihuahua. MĂŠxico por Dr. Alfredo Torres Viloria
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CIERRE DE UN CICLO. - Biól. Claudia Judith Sierra Morales, IBCLC Líder de LLLMéx.
Hace 5 años, tuve la deferencia de ser considerada para el puesto de Enlace Profesional (por sus siglas en inglés APL: Area Profesional Liaison) y como responsable del Departamento de Capacitación de LLLMéx. Durante este periodo, pude colaborar y aprender mucho de muchas ustedes, lo que agradezco enormemente. No podría mencionar y agradecer individualmente a cada una, por riesgo a omitir alguno de sus nombres. Así mismo, pude participar con tres Presidentas de LLLMéx: IBP. Ma. Isabel Medina (Mabel), Mtra. Marcela Limón (Marce) y la Lic. Rosalinda Guerrero, IBCLC (Rosy) y de las cuáles, entendí la importancia de comprometerse verdaderamente con un cargo, el trabajo y servicio que representa dentro de LLLMéx. Diversos documentos fueron generados en este periodo, para seguir dando estructura por escrito a la organización. Yo aprendí que “lo que no está escrito, no está hecho”. Es por ello, que decidí avanzar en las propuestas acordadas en 2012 y en lo que consideré se requería estructurar de manera legible y en algunos casos, diagramática para que, en el cambio de responsable de este Departamento, todo el trabajo se traslapara más fácil y detalladamente, que no se retrabajara de nuevo después de tantas experiencias, tiempo y esfuerzo. Justamente, quiero evitar que se repita mi experiencia. Cuando al aceptar el puesto, no sabía ni en qué se había quedado. Fue la APL. Yanet Olivares, IBCLC (República Dominicana), quién me ayudó a darle forma, con su gran experiencia a este rol. Te agradezco Yanet, todo tu entrenamiento y dedicación en mi capacitación como APL.
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Generé documentos como: “Lineamientos para la Conformación del “Consejo de Profesionales de la Salud de la Liga de La Leche de México A.C.” con el apoyo consistente de mi excelente madrina Edith Catarrivas; el “Manual de procedimiento del Departamento de Capacitación”, el “Manual de Bienvenida para las Nuevas Líderes”, cinco “Planes Organizacionales Anuales (POAs)” para el Departamento de Capacitación, reportes de trabajo en cinco Asambleas Nacionales; la creación, seguimiento y actualización del ”Registro de Actualización de Líderes de LLLMéx” y la representación de LLLMéx en distintos foros gubernamentales (SS, UNICEF, SEDESOL, Policía Federal, OMS, Asamblea Legislativa, entre otros). Tuve a mi cargo el contenido y el programa de cuatro Talleres Nacionales de LLLMéx (Mazatlán, Morelia, Querétaro y San Luis Potosí) y del 12º Congreso Internacional de LLL(nov.2016) realizado en la CDMX, junto con el reporte y documentación de los mismos.
Es en este momento (dic.2015-Nov-2016), durante la planeación y organización de dicho Congreso, el cual me generó un desgaste personal, económico y familiar importante, en donde conocí la fortaleza, resistencia, determinación y apoyo de mis muy queridas colegas, Rosy Guerrero y Mónica Ward, a quienes agradezco su presencia, ayuda y brío en este viaje. He podido acompañar durante su proceso de entrenamiento como nuevas APLs a Amaranta Avendaño (Argentina) y Conchita Toledo (en entrenamiento, para México), así como revisar y aportar información a distintas presentaciones de Líderes y casos de lactancia basados en el formato “Registro electrónico de casos” que ha sido revisado y mejorado en diversas ocasiones, para el uso continuo de todas las Líderes (¡espero!). Mi trabajo, continua, pero
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ahora como Administradora de Apoyo del Área de Enlace Profesional (APL support administrator) para Argentina, Caribe, México, Guatemala e Israel. A todo el Departamento de Capacitación: Conchita Toledo, Micelys Torres y Alejandra Hernando, por su tiempo, dedicación y experiencias, con las cuáles se ha dado continuidad a todo este trabajo, que seguirá generando más proyectos y mejorando día a día. Ha sido todo un honor para mí, poder haber compartido durante los últimos 5 años, 10 ediciones del Boletín Bimestral de LLLMéx (1:2 y 2:2, 2013-2017). Muchas gracias a todas las Líderes, Administradoras de LLLMéx, las mamás que han participado y colegas de lactancia, quienes nos han honrado con su colaboración, sin la cual este material no podría ser una realidad. Yo me despido como editora del Boletín, ya que termina mi trabajo como Enlace Profesional de LLLMéx, dejando al Departamento de Capacitación los siguientes “Boletines Semestrales de LLLMéx” por venir. ¡Muchas gracias por leernos y estar presentes! ¡Abrazos! Biól. Claudia Judith Sierra Morales, IBCLC Enlace Profesional y Capacitación (Oct.2012- enero 11, 2018) clausierram@gmail.com
Auto “sardina” al terminar el “1er Congreso Internacional de Lactancia Materna” en Pasto, Colombia. Septiembre, 2017. De adelante para atrás y de izquierda a derecha: Rosy Guerrero, Antonio Bustos, Claudia Sierra, Eugenia Ramírez, Alegría, Karina Muñoz, Sophie y Juanita Bone.
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¡FELIZ 2018!
¡TODO EL DEPARTAMENTO DE CAPACITACIÓN LES DESEAMOS UN MUY FELIZ AÑO 2018!
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