CARTILLA SEIS COMUNICACION.qxp:Maquetación 2 22/11/10 9:33 Página 9
COMUNICACIÓN DE LA PALABRA DE DIOS
profeta; confrontaba a los poderes y enseñaba con autoridad (Mt. 7:28-29). Pero Jesús no es sencillamente un predicador que impone sus ideas a otros, sino que se siente responsable como “hermano mayor” y quiere que los miembros de “su familia” descubran por sí mismos/as la verdad. 4. Con la gente del pueblo: pocas veces Jesús cita el Antiguo Testamento cuando se dirige a la gente del pueblo. Jesús comenzaba sus enseñanzas con observaciones que reflejaban la cultura y la manera de pensar de la gente corriente. Jesús habla de las experiencias que la gente tenía cada día. Por eso se refiere a las flores del campo, a las labores de la siembra y la cosecha, al cuidado de las ovejas, a las muchachas de una aldea que acuden a una boda, a los pescadores que echan las redes, a lo que sienten los viajeros que tienen que ir por caminos solitarios. Jesús invita a la gente a que, a partir de esas experiencias de la vida daria, puedan deducir lo que son las experiencias religiosas. Jesús tuvo en cuenta las necesidades del pueblo para expresar su pensamiento y respondió frente a las multitudes que tienen hambre, a los ocupantes de una barca que están amenazados por una tempestad, a una madre que llora en el entierro de su hijo, a los ciegos, a los leprosos, paralíticos, que sufrían y necesitan ayuda. Jesús enseñó por medio de parábolas porque quería que la gente pensara por sí misma. Jesús sabía que el pueblo aceptaría sus enseñanzas si él los hacía pensar por sí mismos. Para entender tenían que escuchar una y otra vez. Para captar, tenían que fijarse una y otra vez. Tan sólo entonces se convertirían y serían sanados (Mt. 13:10-15). 5. Con los doce: aquellos a quienes había escogido para que fueran sus compañeros íntimos, les abre el corazón dando extensas explicaciones (Mt. 13:18-23, 36-43) y enseñanzas detalladas, y les daba ejemplo con su práctica (Mt. 10:1-42; 18:135; Jn. 13:1-16). Frecuentemente tales enseñanzas son de contenido muy semejante a las conversaciones que mantiene con algunas personas, como el joven rico (Lc.18:18-23), Nicodemo (Jn. 3:1-16), la mujer samaritana (Jn. 4:1-26), Marta y María (Lc. 10:38-42). En todos estos casos vemos que Jesús escucha y no se limita a hablar. Las palabras de Jesús las provocan las necesidades de la persona que trata y no están preconcebidas por una idea que Jesús trata de imponer.
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