Guatemala fue durante casi cuatro décadas el escenario de una guerra civil que figura entre las más crueles en Latinoamérica en la época poscolonial. Un elemento central para la comprensión de la génesis y el transcurso de este conflicto bélico es la figura del enemigo interno. A pesar que existía una amenaza real, el movimiento revolucionario, las dictaduras militares de esta época construyeron un enemigo absoluto -un monstruo inhumano, cuyo aniquilamiento se convirtió en la raison d' ëtre del Estado. Con ello inició una guerra de exterminio, cuyo tributo de sangre se eleva a aproximadamente 200,000 muertos.
Aun hoy, casi veinte años después de los Acuerdos de Paz firme y duradera, la herencia de la guerra se plasma tanto en el sistema político como en los altos niveles de violencia en la sociedad. Pero, los tiempo han cambiado y los residuos del pasado se han mezclado con lo específico de la actualidad: La nueva guerra que ocurre en Guatemala, no más oscila en la esfera del Estad