Sapiens #08 | La revista de Ciudad del Saber | Panamá
Junta Directiva
Juan David Morgan, Presidente
Francisco Javier Blanco, Vicepresidente
Joshua Tewksbury, Secretario
Jorge Motta, Subsecretario
Eloy Alfaro, Tesorero
Gabrielle Britton, Subtesorera
Roberto Roy, Vocal
Junta de Síndicos
Juan David Morgan
Alberto Alemán Zubieta
Eloy Alfaro
Gabrielle B. Britton
Jorge Motta
Juan Bosco Bernal
Julio Escobar
Mercedes Eleta de Brenes
Modaldo Tuñón
Pituka Ortega de Heilbron
Roberto Roy
Stanley Heckadon-Moreno
Tatiana Fábrega de Varela Temístocles Díaz Strunz
Orit Btesh
Oris Sanjur
Isabel E. Guzmán Flores
Madelaine Lorena Escribano Ortega
Ex oficio:
Ministro de la Presidencia: Juan Carlos Orillac
Ministro de Relaciones Exteriores: Javier Martínez-Acha
Ministra de Educación: Lucy Molinar
Ministro de Economía y Finanzas: Felipe Chapman
Secretario Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación: Eduardo Ortega-Barría
Presidente de la Comisión de Educación, Cultura y Deportes de la Asamblea Nacional: H.D. Lilia Emérita Batista Rodríguez de Guerra
Rector de la Universidad de Panamá: Eduardo Flores Castro
Presidente del Consejo de Rectores: Joaquín Villar
Rectora de la Universidad Tecnológica de Panamá: Ángela Laguna Caicedo
Rector de la Universidad Católica Santa María la Antigua: Francisco Javier Blanco
Director del Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales: Joshua Tewksbury
Equipo Directivo
Jorge R. Arosemena Román, Presidente Ejecutivo
Irene Perurena, Vicepresidenta Ejecutiva
Guillermo Castro, Asesor Ejecutivo
Ben Bravo, Vicepresidente de Administración, Mantenimiento y Operaciones
Mariana Núñez H., Vicepresidenta de Comunicación y Cultura
Walo Araújo, Líder de Proyectos Estratégicos
Raúl Adames, Director de Asesoría Legal Myriam Calvo, Directora de Arquitectura y Urbanismo
Jonathan Díaz, Director de Negocios
Alejandro Carbonell, Director de Innovación
Ricardo Eskildsen, Director de Finanzas e Inversiones
Juan Moreno, Director del CIDES
Editora general: Mariana Núñez Haugland
Coordinadora editorial: Nicole Loré
Dirección de arte: Lorena Carrasco
Asesores editoriales: Luz Bonadies, Guillermo Castro y Walo Araújo
Consejo Editorial: Gabrielle B. Britton - INDICASAT
Harry Brown Araúz - CIEPS
José Ramón Padilla - IESA
Alejandro Balaguer - Fundación Albatros Media
Impreso en Panamá Versión digital en: www.issuu.com/ciudaddelsaber
#08 NOVIEMBRE DE 2025
Portada: Alejandro Balaguer Fotografía: Imagen de joven beneficiada por el proyecto de instalación de energía solar fotovoltaica que lidera la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) y la Unión Europea (UE) a la Comarca Ngäbe Buglé.
Una publicación de: Fundación Ciudad del Saber Edificio 104, Ciudad del Saber, Clayton Panamá, República de Panamá Tel. (507) 306-3700 comunicaciones@cdspanama.org ciudaddelsaber.org
@ciudaddelsaber
SAPIENS SE DISTRIBUYE GRATUITAMENTE ISSN 2644-3937
Celebramos junto a nuestros aliados de
su aniversario. Este programa empezó en el 2019 con el nombre Panamá Libre de Estrés. Continuó en pandemia y al momento en el que surgió la necesidad de buscar espacios abiertos, llegaron a Ciudad del Saber. Hoy suman más de 50 voluntarios, 245 ediciones con más de 10 mil asistentes.
Galería Sapiens #08:
Panamá Respira
06
PANAMÁ Y LA APLICACIÓN
DE LA IA: DE CONSUMIDOR A LÍDER REGIONAL
12
SOSTENIBILIDAD Y BIENESTAR: CONSTRUIR UN MUNDO MEJOR DESDE ADENTRO
30 18
COMARCA SOLAR
EL HÁBITAT: DISEÑO Y SOSTENIBILIDAD EN LA TRANSFORMACIÓN DEL CAMPUS DE CIUDAD DEL SABER 22
38
PANAMÁ COMO LABORATORIO VIVO: CLÚSTERES QUE PROTOTIPAN EL DESARROLLO TERRITORIAL
LA TRANSFORMACIÓN ES SINGULAR
48
44 EL MERCADO DE CARBONO Y PANAMÁ
DEL ANTROPOCENO COMO DESTINO…
64
68
HÉROES POR PANAMÁ: 15 AÑOS DE VISIBILIZACIÓN, IMPACTO Y SOSTENIBILIDAD SOCIAL
58 86
INNOVACIÓN CON PROPÓSITO DESDE EL PENTA SUMMIT 2025
CONOCIMIENTO QUE TRANSFORMA VIDAS Y CONSTRUYE NUESTRO FUTURO. ¿QUÉ ES EL CIEPS?
5 AÑOS DE VIVE EL CAMPUS AL AIRE LIBRE
74
ECONOMÍA CIRCULAR DESDE EL LABORATORIO DE SOSTENIBILIDAD PARA EL MUNDO
editorial
El desarrollo de un país no depende únicamente de los planes que impulsan sus gobiernos, ni de los grandes proyectos de la empresa privada. También depende de los pequeños cambios y de las buenas decisiones que se ponen en marcha en los lugares en los que transcurre la vida misma de sus habitantes día tras día. Esta edición de Sapiens comparte relatos sobre iniciativas, tanto puntuales como abarcadoras, que, lejos de quedarse en ideas, están transformando la vida de las personas, sus espacios, rutinas y capacidades productivas.
En la Comarca Ngäbe-Buglé, la energía renovable llegó acompañada de algo que suele ser más difícil que la implementación de la tecnología: la formación y la gestión comunitaria. Las soluciones fotovoltaicas tienen un impacto evidente —permiten estudiar de noche, operar pequeños comercios, fortalecer centros educativos y de salud—, pero el cambio no radica en la incorporación de los paneles solares. Radica en la transferencia de las capacidades técnicas que permiten que las propias comunidades administren su infraestructura y la utilicen para impulsar economías locales.
Ese mismo principio de pequeños cambios se vive también en el campus de Ciudad del Saber, donde la transformación se evidencia tanto en términos arquitectónicos y de preservación, como en el abordaje de cara a todo el hábitat. A través de la rehabilitación responsable de edificios existentes, de la incorporación de sistemas de consumo eficiente de los recursos, de la peatonalidad que optimiza el uso público y promueve una convivencia respetuosa con el ecosistema tropical, se genera un tipo de desarrollo que no llega “desde afuera”, sino que parte de la historia, del clima y la habitabilidad de lo que fuera una base militar un cuarto de siglo atrás. Hoy, la vocación del campus de Ciudad del Saber como espacio para el bienestar de todas y todos, se consolida y se hace visible atrayendo a más de 3 millones de personas al campus por año y brindando experiencias diversas para quienes, desde diferentes ámbitos, deseen vincularse con la comunidad.
La evolución del uso de un espacio no se mide solo por el diseño, sino por las dinámicas económicas y sociales que ese espacio activa. A ello se suma una creciente producción sostenible desde el propio campus, con
De izquierda a derecha: Una de las 1,600 familias beneficiadas con el sistema fotovoltaico en Munä de la iniciativa que lidera la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), con financiamiento de la Unión Europea (UE). Estructura realizada por Clandestino Labs. Imagen de Clayton Bowling, bolera ubicada en Ciudad del Saber. Una tarde de celebración de cumpleaños organizada para los colaboradores de la Fundación Ciudad del Saber. Drones de aspersión en cafetales de la provincia de Chiriquí.
iniciativas como Simple AF, Clandestino Labs, Bliss y el CAR (Centro de Acopio de Reciclables), que revelan un ecosistema donde la oferta y el consumo responsable dejan de ser discurso y pasan a ser práctica empresarial concreta e inspiradora. Del mismo modo, la sostenibilidad institucional se gestiona desde adentro. La Fundación Ciudad del Saber promueve sistemas de escucha, indicadores como el eNPS, programas alineados a distintas etapas de la vida laboral y estructuras que entienden el bienestar como parte del desempeño. Esta sostenibilidad organizacional convive con la económica y la material que se promueve de igual manera en toda la comunidad: se produce, se recicla, se diseña, se trabaja. No es únicamente un compromiso hacia afuera; es un funcionamiento que se vuelve cultura.
Entretanto, las apuestas abarcadoras de mayor escala que buscan potenciar el desarrollo del país desde una planificación estructural, pueden lograr un mayor alcance y multiplicar su impacto. El impulso de la Estrategia Nacional de Inteligencia Artificial liderada por SENACYT, así como la articulación de sectores productivos a través de iniciativas clúster
como laboratorios vivos que prototipan el desarrollo territorial, son iniciativas conectan los avances locales con marcos nacionales que permitiendo el escalamiento de capacidades, la generación de innovación a nivel sectorial y la vinculación de la ciencia, los negocios y las políticas públicas para transformar el aparato productivo del país.
Finalmente, este conjunto de procesos dialoga con un marco histórico más amplio, como lo plantea el Dr. Guillermo Castro: el desarrollo no ocurre al margen del territorio, sino insertado en una época —el Antropoceno— donde las actividades humanas ya son fuerza geológica. En ese contexto, las transformacionesadquieren otra escala: no se limitan a producir valor económico, sino a redefinir cómo habitamos y reorganizamos nuestras capacidades frente a un planeta que también responde.
Sea a escala territorial o nacional, todo paso hacia la sostenibilidad, hacia visiones compartidas de la verdadera prosperidad y hacia la mejora de nuestras capacidades, cuenta. Porque cada avance —grande o pequeño— forma parte del desarrollo real de un país.
PANAMÁ Y LA APLICACIÓN DE LA IA: DE CONSUMIDOR A LÍDER REGIONAL
Helkin Guevara - SENACYT
Cortesía de la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (SENACYT)
En Panamá se desarrolla una Estrategia Nacional de Inteligencia Artificial con el objetivo de transformar sectores como la logística, salud, agro, ambiente y la gestión gubernamental, asegurando una posición de liderazgo regional en la aplicación segura y ética de la IA.
Imagine un dron que sobrevuela y “escanea” una torre eléctrica, un cafetal en Chiriquí o un enorme barco en el Canal de Panamá, capturando montañas de datos que luego son procesados por un algoritmo, permitiendo conocer en instantes daños de la estructura eléctrica, las zonas exactas de la plantación de café que necesitan intervención o las partes del buque que requieren atención debido a la corrosión.
En realidad, no hay que imaginarlo. Proyectos experimentales en Panamá ya aplican estas tecnologías innovadoras, con la inteligencia artificial (IA) desempeñando un rol protagónico e ilustrando porqué es considerada una de las fuerzas más transformadoras de los últimos tiempos.
Sembrar cultivos en miles de hectáreas usando mucha menos agua, diagnosticar con una altísima precisión enfermedades antes que un médico, predecir fallas en grandes infraestructuras de servicio o proporcionar acceso a necesidades básicas en comunidades remotas, son otros ejemplos del amplio abanico de posibilidades que ha abierto la adecuada aplicación y aprovechamiento de la IA en todo el mundo.
Parte del equipo utilizado por un equipo de científicos para los proyectos de investigación científica de la Senacyt.
En Panamá se desarrolla una Estrategia Nacional de Inteligencia Artificial con el objetivo de asegurar una posición de liderazgo regional en la aplicación segura, confiable y ética de la IA, en aras del desarrollo y la competitividad nacional.
La estrategia, impulsada desde la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (Senacyt), en conjunto con Georgia Tech Panamá y Georgia Tech University, en Atlanta, Estados Unidos, tiene el propósito de potenciar el impacto que una tecnología crítica y emergente como la IA puede tener en la economía, la innovación y la competitividad del país.
Se trabaja en una estrategia accionable, con planteamientos concretos y de la que se desprendan proyectos e iniciativas que debe tomar el país para cerrar brechas y poner esta tecnología al servicio de los ciudadanos, destaca el Dr. Jorge Barnett Lawton, director general de Georgia Tech Panamá.
Hablamos de múltiples aplicaciones de la IA en sectores nacionales como la logística, salud, agro, ambiente y el gubernamental, etc., además de identificar desigualdades y necesidades de la industria, añade Barnett Lawton.
IA EN ACCIÓN
Proyectos de investigación científica financiados a través de las convocatorias públicas de la Senacyt, desarrollan actualmente sistemas o prototipos basados en IA para crear o mejorar procesos y servicios, optimizando recursos y resultados.
En Chiriquí emplean drones multiespectrales, drones de aspersión y sensores de campo para tomar datos del lugar e identificar los puntos exactos de los cultivos que
requieren aplicar fertilizantes o plaguicidas. Lo hacen creando mapas digitales que reflejan con precisión milimétrica qué zonas se encuentran saludables y cuáles presentan signos de estrés por falta de nutrientes, por problemas de riego o por la presencia de plagas y así determinar en dónde se requiere intervenir, en lugar de dispersar productos químicos en todo el terreno.
“El manejo uniforme de fertilizantes no era eficiente, estábamos aplicando insumos en áreas que no los necesitaban, mientras que otras zonas del cultivo tenían deficiencias”, puntualiza el Dr. José Manuel Gallardo, líder del proyecto denominado Finca inteligente de café.
En tanto, en Azuero, un equipo de científicos de la Universidad Tecnológica de Panamá (UTP) trabaja en un proyecto de investigación que desarrolla un sistema inteligente para el estudio de los niveles de contaminación del aire y sus patrones de comportamiento futuros. Sistema Inteligente de Monitoreo Ambiental (SIMA), es el nombre de la herramienta basada en el Internet de las Cosas (IoT) y en IA, que generará, recolectará y procesará datos de agentes contaminantes de aire en tiempo real.
Se estima que la correcta aplicación de la IA podría liberar hasta un 30% del tiempo de la fuerza laboral pública.
“Con este desarrollo tecnológico se espera no solo medir en tiempo real los niveles de contaminación, sino también procesarlos, estudiarlos e interpretarlos para detectar patrones de comportamiento con técnicas estadísticas. Esto permitirá predecir posibles afectaciones ambientales en el futuro”, señala el Dr. Edwin Collado, docente e investigador principal del proyecto.
En la ciudad de Panamá, ingenieros de la UTP, específicamente del Grupo de Investigación en Tecnologías Avanzadas de Telecomunicación y Procesamiento de Señales (GITTS), han acoplado cámaras con tecnología hiperespectral en drones aéreos y marinos para generar fotografías especiales que, gracias a los cientos de bandas del espectro de luz que capturan, permiten identificar materiales, sustancias, condiciones o procesos invisibles al ojo humano. Y la IA es la encargada de procesar los datos para convertirlos en información útil.
El sistema creado por los investigadores del GITTS ha sido empleado desde 2020 en la recolección de datos de plantaciones de arroz para establecer un modelo de estimación de los niveles de nitrógeno en los cultivos y, en consecuencia, determinar sus niveles de producción; en la identificación de imperfecciones y daños por corrosión en los cascos y en los elementos estructurales de los buques en el Canal de Panamá, en el monitoreo de los florecimientos de algas en las regiones costeras del país que afectan a la biodiversidad y provocan una serie de desbalances ambientales, y más recientemente, en la inspección no destructiva para la detección de corrosión en las diversas infraestructuras del sector logístico del país.
El Dr. Fernando Arias, docente e investigador de la UTP y uno de los líderes de estos proyectos, amplía el alcance de las ventajas de este sistema: “Para inspeccionar el estado de una torre, por ejemplo, con nuestra plataforma que combina imágenes hiperespectrales e IA, no sería necesario que una persona se prepare y suba para revisar y tomar muestras de toda la estructura. Se trata de un ahorro de tiempo importante. Dependiendo del tamaño de la estructura y su ubicación, puede ser un ahorro de horas, días, semanas o más tiempo en comparación con una inspección convencional, además de evitar potenciales accidentes o pérdidas económicas”.
MÁS OPORTUNIDADES
Panamá ha experimentado varias décadas de crecimiento económico y está en una posición única para aprovechar el poder de la IA, capitalizando sus fortalezas y potenciando otros sectores de la economía, el servicio público o la educación, destaca Pascal Van Hentenryck, especialista en AI en Georgia Tech University e investigador líder por esta
institución en el desarrollo de la Estrategia Nacional de Inteligencia Artificial de Panamá.
Las tecnologías de IA, prosigue Van Hentenryck, prometen un cambio significativo en la forma en que se planifica y opera el Canal de Panamá, al explotar grandes volúmenes de datos para mejorar las proyecciones, recopilar información en tiempo real, optimizar las cargas de los clientes y gestionar de manera responsable y eficiente los recursos energéticos e hídricos.
En el sector salud, Panamá podría convertirse en un centro de atención médica para América Latina. Aprovechando su infraestructura de investigación biomédica y hospitales públicos/privados, podría situarse a la vanguardia de la investigación médica, el descubrimiento de fármacos y el cuidado de los pacientes, mientras que el sector agrícola puede transformarse utilizando la IA y robótica para ingresar en una nueva era de agricultura de precisión e hidroponía, plantea Van Hentenryck.
Y a través de la IA, Panamá puede construir una red energética de nueva generación, organizada en torno a energías renovables, almacenamiento y activos adicionales de transmisión. Una red de este tipo podría resultar atractiva para la instalación de centros de datos que sustenten actividades de IA en el país.
Respecto al sector público, Van Hentenryck señala que las tecnologías de IA confiables, en conjunto con la digitalización, deberían inaugurar una nueva era de eficiencia gubernamental, mediante la automatización (parcial) de procesos, la mejora de la productividad y la capacitación de la fuerza laboral. A su vez, tales iniciativas de digitalización e IA en el gobierno deberían generar conjuntos de datos que preserven la privacidad y que puedan ser utilizados para mejorar la sociedad en su conjunto.
Se estima que la correcta aplicación de la IA podría liberar hasta un 30% del tiempo de la fuerza laboral
pública. ¿Cómo? Algunos gobiernos, por ejemplo, han desarrollado algoritmos para verificar contratos o han implementado chatbots robustos para ofrecer atención a los ciudadanos las 24 horas.
Estas transformaciones requieren cambios fundamentales en la educación, desde el nivel escolar, pasando por la formación universitaria, hasta los sectores industriales, además de una infraestructura de comunicación para crear programas que sean accesibles en todo el país, cerrando la brecha de oportunidades que existe en muchas comunidades, apunta Van Hentenryck.
Al enfocarse en estos fundamentos, resume el investigador, Panamá puede transformarse y pasar de consumidor de tecnologías de IA a convertirse en un líder en aplicaciones de IA para la ingeniería, la ciencia, el sector gubernamental y los sistemas corporativos.
Actualmente, desde equipos aliados de la Senacyt, se desarrollan sistemas o prototipos basados en IA para crear o mejorar procesos y servicios, optimizando recursos y resultados.
Sostenibilidad y bienestar:
CONSTRUIR UN MUND MEJOR DESDE ADENTRO
Lacey Agredo
Frank Málaga, Alexandra César - FCdS
Milton García - Acá es Visual
Cuando hablamos de sostenibilidad, solemos pensar en compromisos ambientales o en programas de impacto social en comunidades apartadas. Sin embargo, cada vez más organizaciones entienden que la sostenibilidad debe comenzar en casa, con las personas que forman parte de sus equipos. El bienestar de quienes construyen día a día una organización es, en muchos sentidos, el primer anillo de transformación para lograr cambios duraderos hacia afuera.
La gestión del bienestar organizacional es clave porque los empleadores tienen la capacidad de transformar la vida de sus colaboradores. Hacer del lugar donde pasan la mayor parte de sus días un espacio que promueva salud, equilibrio y propósito es una de las contribuciones más poderosas y tangibles que puede ofrecer una organización.
BIENESTAR INTEGRAL COMO EJE ESTRATÉGICO Y TRANSVERSAL
El bienestar de las personas no debe asumirse como una tarea exclusiva de Recursos Humanos, sino como un pilar esencial de la sostenibilidad social, al mismo nivel que la sostenibilidad económica y ambiental. Para lograrlo, se requiere corresponsabilidad: toda la organización debe involucrarse en promover la equidad, la confianza y la salud integral de todos y todas.
Este enfoque no solo responde a una necesidad actual, sino también a la expectativa creciente de las nuevas generaciones, que demandan mayor coherencia y responsabilidad en la forma en que las empresas cuidan a su gente y a su entorno.
En este contexto, los líderes juegan un papel clave: inspiran con el ejemplo y asumen la responsabilidad de acompañar a sus equipos. Sin embargo, surge un desafío
Espacios que promueven el bienestar integral son clave para el desarrollo organizacional.
importante: ¿quién cuida a quienes cuidan? La respuesta está en construir una cultura donde todos los miembros de la organización se respalden mutuamente y nadie quede atrás. En este entorno, los líderes también pueden sentirse acompañados y escuchados por sus equipos, no como una obligación, sino como un principio natural de reciprocidad. Con ello, se fortalece una cultura que genera confianza, colaboración y bienestar colectivo.
UN PANORAMA
GLOBAL Y LOCAL QUE INSPIRA A ACTUAR
El bienestar organizacional es hoy un tema prioritario a nivel mundial. Según la Organización Mundial de la Salud, la depresión y la ansiedad provocan la pérdida de más de 12 mil millones de días laborales al año, con un costo global cercano a 1 billón de dólares. La Universidad John Hopkins y Great Place to Work®, por su parte, reportan que el 75% de los empleados experimenta un bajo estado de bienestar en su trabajo, lo que refleja el reto pendiente para muchas organizaciones.
En América Latina, diversos estudios del BID y Deloitte confirman que los problemas de salud mental y la falta de balance vida-trabajo impactan de manera crítica en la productividad y en la retención de talento. Estos indicadores reafirman que invertir en bienestar no es accesorio ni solo una acción altruista: es una estrategia fundamental para elevar la satisfacción, la productividad y la permanencia de los equipos, al tiempo que se reducen los costos asociados al ausentismo y al agotamiento.
En contraste, en la Fundación Ciudad del Saber hemos logrado juntos un eNPS (Employee Net Promoter Score) de +79, con un crecimiento de 15 puntos desde nuestra primera medición en 2023. Este resultado es especialmente significativo si consideramos que el promedio de eNPS en Latinoamérica se sitúa en +36. No es casualidad, sino el reflejo de una filosofía que ha estado presente desde el origen de la Fundación: poner a las personas en el centro.
Irene Perurena, vicepresidenta de la Fundación Ciudad del Saber, quien ha impulsado desde los inicios de la organización una cultura que pone en el centro al colaborador nos comparte que,
“el equipo de Transformación Organizacional sabe que cuenta con el apoyo, la confianza, el acceso y los recursos para cumplir con el objetivo de poner el bienestar de los colaboradores como la mayor prioridad organizacional. No hay nada más importante que ofrecer a cada una de las personas que han optado por ser parte de nuestro equipo la certeza de sentirse cuidados, acompañados y reconocidos. Cuando cuidamos a quienes forman parte del equipo, multiplicamos nuestra capacidad de servir, de crecer y de generar impacto positivo, duradero y sostenible”.
El RED es un evento organizado por la fundación en donde se reunen todos los colaboradores para compartir información sobre temas relevantes de la organización.
Irene Perurena, vicepresidenta de la Fundación Ciudad del Saber.
Imágenes de los colaboradores de la Fundación Ciudad del Saber participando de distintas actividades de integración.
PROPÓSITO COMPARTIDO: LA FUERZA QUE SOSTIENE AL EQUIPO
Más allá de políticas o beneficios, lo que nuestro equipo valora más —y lo confirma nuestra encuesta interna de bienestar— es sentirse parte de un propósito mayor.
Trabajar en la Fundación Ciudad del Saber significa saberse parte de un proyecto país, donde la innovación, el conocimiento y la cultura se ponen al servicio del bien común. Esa conexión con la misión fortalece el sentido de pertenencia y multiplica la motivación. Como lo expresan nuestros colaboradores:
• “Lo que más me inspira de trabajar en Ciudad del Saber es sentir que contribuyo a un propósito mayor”.
• “Trabajar en Ciudad del Saber me conecta con iniciativas que están cambiando el país desde la educación, la ciencia y la cultura”.
El bienestar no se construye únicamente con programas, sino con propósito. Cuando las personas sienten que su trabajo importa, se genera una energía distinta que se traduce en cohesión, compromiso y autorrealización.
BIENESTAR A LA MEDIDA: DE LO COLECTIVO A LO INDIVIDUAL
Un programa de bienestar efectivo no se limita a beneficios aislados o iniciativas esporádicas. Debe abordarse de manera integral, atendiendo dimensiones físicas, mentales, emocionales, financieras y profesionales.
Entre las prácticas que hoy marcan la diferencia destacan la licencia de paternidad extendida, la flexibilidad de horarios y los programas holísticos que acompañan las diferentes etapas de la vida. Lo clave es que estas acciones respondan a las necesidades reales de las personas.
En esa línea, nuestra experiencia con el Programa Avancemos, en alianza con el equipo de Sumarse, nos permitió validar si las acciones de bienestar realmente atendían las prioridades del equipo, además de identificar casos específicos donde era necesaria una intervención más personalizada. Como señala Krystel Zapata, de Sumarse: “Estos estudios nos ayudan a comprender que detrás de cada colaborador hay familias y dependientes cuyas condiciones impactan directamente en su bienestar”.
Este tipo de experiencias muestran que un programa de bienestar sólido combina políticas generales con acciones focalizadas que aseguren que nadie quede desatendido.
UN CAMINO EN CONSTRUCCIÓN
Sabemos que aún queda mucho por recorrer.
El bienestar es un proceso vivo que exige escucha permanente y capacidad de adaptación. Pero estamos convencidos de que avanzamos en la dirección correcta, con una intención genuina: seguir inspirando la construcción de un mundo mejor, empezando por nuestro propio equipo.
Durante el 2025 se realizó un encuentro muy especial para honrar a los colaboradores y colaboradoras que han dedicado más de 20 años a la Fundación Ciudad del Saber.
Como lo expresan algunos de nuestros colaboradores:
• “Para mi familia, que yo sea parte de la Fundación es un orgullo. Ellos ven cómo mi trabajo me motiva a ser más responsable y comprometida en contribuir y marcar la diferencia”.
• “Ser parte de la Fundación ha ayudado a que en mi casa y mi barriada adoptemos mejores hábitos de reciclaje”.
Cuidar de los equipos es el primer paso para cuidar del mundo. Cuando una organización entiende que la sostenibilidad comienza dentro de casa, en la forma en que trata, escucha y respalda a su gente, se genera un impacto que trasciende las paredes del lugar de trabajo. Un colaborador que se siente valorado, saludable y parte de un propósito mayor lleva ese bienestar a su familia, a su comunidad y a la sociedad.
Así, el impacto de una cultura organizacional centrada en el bienestar no solo transforma a quienes la viven, sino que se convierte en un motor para construir un futuro más justo, equitativo y sostenible, desde la Ciudad del Saber hacia el país y el mundo.
LA TRANSFORMACIÓN ES SINGULAR
Carlos Rodríguez
Envato Elements
En el acelerado mundo empresarial de hoy, las organizaciones se enfrentan al reto de generar cambios cada vez más rápidos y abruptos en el negocio para mantenerse relevantes, no perder competitividad y adaptarse a las exigencias del mercado. Estas disrupciones en el negocio regularmente son iniciadas por nuevas tecnologías y su impacto en el desarrollo de nuevas soluciones. La variable tecnología ha cambiado y seguirá cambiando cada vez más rápido y con mayor impacto. Lo que no ha cambiado es el contexto en el que actúan esas tecnologías, que siguen siendo las organizaciones y quienes las conforman.
Esta realidad nos lleva a una conclusión obvia, la transformación de las organizaciones y por ende su estrategia es una, no varias. La transformación digital y la transformación organizacional ya no son iniciativas separadas, sino dos caras de la misma moneda. Las compañías más exitosas del futuro serán aquellas que integren sus estrategias de transformación digital con una evolución de su cultura y de su gente. Sin embargo, hacerlo bien no es sencillo. La mayoría de las empresas sigue tratando ambas transformaciones como frentes distintos, con estrategias y objetivos propios, y los resultados en la operación se resienten.
Insistimos en separar el enfoque de dos equipos que, en el fondo, trabajan sobre el mismo sujeto: la persona. ¿Y si esos dos equipos —Recursos Humanos y Transformación Digital— operaran en tándem?
EL RETO DE LAS TRANSFORMACIONES FRAGMENTADAS
Históricamente, los equipos de Recursos Humanos y de Tecnología o Transformación Digital han operado en silos, cada uno enfocado en un aspecto distinto del cambio. Recursos Humanos ha sido guardián de las personas y la cultura; Transformación Digital por su parte, ha liderado la tecnología, la automatización y la integración de datos. A medida que las empresas evolucionan, la brecha entre ambos dominios se estrecha y, para que la transformación tenga verdadero éxito, hace falta un enfoque único.
EL NUEVO PARADIGMA DE “VENTAS Y MARKETING”
Sin alineación entre Recursos Humanos y Transformación Digital, aparecen riesgos en la comunicación, esfuerzos redundantes e iniciativas inconexas que no generan el impacto holístico que el negocio necesita. Un caso común: el equipo digital implementa nuevas tecnologías y herramientas sin considerar la cultura o las capacidades del equipo que lo operará, lo que se traduce en resistencia y baja adopción. A la inversa, Recursos Humanos puede centrarse en el desarrollo de habilidades y la gestión del cambio, pero si no integra esos esfuerzos con las plataformas y sistemas digitales de la compañía, se crea una desconexión que frena el progreso.
Así como los equipos de Ventas y Marketing terminaron compartiendo una visión integral en torno al cliente, hoy el desafío es ampliar el foco de las y los stakeholders para integrar también a quienes trabajan en la organización. Ha llegado el momento de que Recursos Humanos y Transformación Digital construyan una estrategia común que maximice la adaptación y el crecimiento del negocio.
UNA ESTRATEGIA
CON TRES PILARES
Para superar este desafío, las empresas deberían considerar fusionar sus equipos de Recursos Humanos y de Transformación Digital en una unidad de transformación que integre tres pilares principales:
• Talento y Desarrollo
• Cultura y Gestión del Cambio
• Transformación Digital y Gestión de Datos
Esta propuesta conjunta y completa del contexto nos permite:
Una visión y objetivos unificados
Tanto la transformación digital como la organizacional requieren una visión clara y compartida. Un equipo integrado puede crear una hoja de ruta que equilibre la adopción tecnológica con el cambio cultural, alineando metas técnicas y centradas en las personas. Así, cada herramienta, sistema o proceso nuevo estará directamente vinculado con quienes está llamado a impactar.
Hemos estado enfocados en establecer objetivos alrededor de las implementaciones y medir su éxito en el potencial de impacto que tienen. Sin embargo, estas sólo generan impacto si pasan a la operación, por esto los objetivos deben incluir al equipo que lo opera, las competencias que requieran, la eficiencia que genera en sus resultados y el potencial de impacto en su desarrollo.
Fomentar una cultura de innovación
Transformar no es solo incorporar tecnología, es cultivar una cultura que abrace el cambio. Recursos Humanos es experto en impulsar giros culturales y al colaborar de cerca con los equipos de tecnología, puede asegurar que la dimensión humana avance a la par de la tecnológica. El área de talento debe garantizar que el equipo adopte nuevas herramientas y sistemas, acelerando el impacto en el negocio a través de fortalecer el conocimiento del usuario de las herramientas tecnológicas y de los procesos asociados.
Mejorar la experiencia de los colaboradores
Con frecuencia, la adopción tecnológica omite la experiencia del usuario final y del impacto a la dinámica de su día a día. Integrar a Recursos Humanos en el proceso de transformación digital permite alinear mejor las soluciones con las necesidades, habilidades, capacidades y preocupaciones del equipo.
Este trabajo conjunto mejora tanto la aceptación de los nuevos procesos y herramientas, como el compromiso y la experiencia del equipo de trabajo. Si profundizamos en el simbolismo, los cambios para los colaboradores provienen del mismo equipo que está dedicado a su cuidado, enfocado en su bienestar y esto fomenta la confianza y refuerza el compromiso con su desarrollo.
Gestión del cambio más fluida
La gestión del cambio es crítica en cualquier iniciativa transformadora. Al trabajar junto a Transformación Digital, Recursos Humanos puede diseñar e implementar estrategias de cambio coherentes, focalizadas y efectivas. Mientras el equipo de transformación digital se asegura que las herramientas sean viables y estén alineadas con los objetivos del negocio, Recursos Humanos acompaña los impactos emocionales y psicológicos del proceso.
Esto es algo que ya se ha identificado en las implementaciones. El modelo tradicional llegó a implementar pequeños equipos de gestión del cambio dentro de los equipos que lideran la implementación, lo cual es una confirmación de la relevancia del proceso, pero que al no estar conectado con la operación, corre el riesgo de perder efectividad después de la implementación.
Agilidad en la ejecución
La transformación es dinámica y exige adaptabilidad. Al combinar la experiencia de Recursos Humanos y Transformación Digital, las organizaciones responden mejor a los desafíos y ajustan con rapidez sus estrategias ante necesidades emergentes. Un equipo unificado identifica brechas con agilidad, afina procesos e innova sobre la marcha.
Un enfoque verdaderamente holístico
La realidad es que una transformación empresarial completa exige impulsar el cambio a través de personas, procesos y herramientas digitales; tres elementos entrelazados que no pueden separarse. Cuando colaboramos sin fricciones, las organizaciones logran una transformación más holística, sostenible y con impacto. Unificar Recursos Humanos y Transformación Digital no es solo una ventaja estratégica, es una necesidad en el entorno actual.
A medida que las empresas siguen adaptándose a la disrupción digital, el liderazgo debe reconocer la importancia de alinear tecnología y personas. Es momento de tratar con la misma disrupción que esperamos en la tecnología nuestros procesos y estructuras organizacionales para adaptarnos; sólo trabajando juntas, las áreas de Recursos Humanos y Transformación Digital podrán generar cambios duraderos que, además de elevar la eficiencia, respalden una fuerza laboral comprometida y lista para afrontar los desafíos que nos presenta el entorno actual.
EL HÁBITAT:
Anagabriel Quiroga
Frank Málaga, Jahír Rodríguez, KMedia Films, Alexandra César y Sara Osorio - FCdS
DISEÑO Y SOSTENIBILIDAD EN LA TRANSFORMACIÓN DEL CAMPUS DE CIUDAD DEL SABER
Imágenes de los nuevos locales rehabilitados y restaurados en Ciudad del Saber. De izq. a der. Mendó Coffee Co., Simple AF, entrada de Gamboa Baking Co., Galera 200 donde se realiza el Mercado Urbano, Clayton Bowling y la Heladería Gran Clement.
Enfocados en su estrategia de adecuación de espacios, en mayo del año 2017, la Fundación Ciudad del Saber se mudó a un edificio que ofrece diferentes beneficios como: luz natural, vista al exterior, ergonomía y calidad del ambiente.
LA VISIÓN DEL PLAN MAESTRO
La Ciudad del Saber ha sido, desde sus inicios, un laboratorio vivo de innovación urbana y sostenibilidad. Su Plan Maestro de 2009, y su actualización en 2019, consolidaron una visión de campus que busca transformar la antigua base militar en un ecosistema donde el conocimiento, la creatividad y la sostenibilidad se entrelazan con el entorno natural de Panamá. Esta
hoja de ruta ha guiado el crecimiento y la consolidación del campus a través de decisiones de diseño que dialogan con el clima tropical, la historia del sitio y las necesidades contemporáneas de quienes lo habitan.
El enfoque de sostenibilidad del campus no se limita a las certificaciones ambientales o a la eficiencia energética, se extiende a una
comprensión más amplia del diseño responsable, que abarca el bienestar de las personas, la preservación del paisaje y la adaptación a las condiciones climáticas. Cada intervención, desde la rehabilitación de edificios hasta el desarrollo de nuevos espacios, responde a una filosofía: diseñar con el clima y para sus habitantes, no contra ellos.
DEL REQUERIMIENTO A LA CONCEPTUALIZACIÓN: EL DISEÑO COMO PROCESO COLABORATIVO
Desde la Dirección de Planificación y Desarrollo Urbano, el proceso de diseño comienza mucho antes del primer trazo. Todo parte de comprender a profundidad las necesidades del cliente —ya sea un equipo de trabajo, una organización internacional o una comunidad— y traducirlas en espacios que optimicen su funcionamiento y fomenten nuevas dinámicas. Este levantamiento de requerimientos busca
entender cómo se vive, cómo se trabaja y cómo se aspira a transformar la experiencia del espacio.
Con esa base, el equipo realiza una investigación que combina referencias arquitectónicas, análisis funcionales y estudios de tendencias. Cada proyecto es una oportunidad para aprender: una bolera, por ejemplo, demanda entender su historia, su evolución y su lógica espacial; mientras que un
edificio compartido de oficinas requiere definir relaciones entre áreas, espacios comunes y flujos de usuarios. Este proceso interdisciplinario permite que cada propuesta sea un reflejo del contexto, la función y la identidad del lugar.
El diseño nace en papel, donde la creatividad se encuentra con la planificación. A través de esquemas, diagramas de zonificación y “burbujas”
de color, se construye un mapa de relaciones y jerarquías espaciales. La cercanía entre equipos que colaboran, la ubicación de áreas públicas, la orientación solar o el acceso peatonal son decisiones que se articulan desde el inicio y que luego se consolidan en el anteproyecto arquitectónico.
DISEÑAR CON
EL CLIMA:
ARQUITECTURA SENSIBLE AL CONTEXTO
El clima tropical de Panamá representa tanto un desafío como una oportunidad para el diseño arquitectónico. La Ciudad del Saber ha hecho de este contexto su aliado, integrando estrategias bioclimáticas que permiten reducir la dependencia de sistemas mecánicos de climatización.
operativas, permitiendo la ventilación natural incluso en casos de cortes eléctricos. El uso de colores claros en pavimentos y cubiertas contribuye a minimizar la ganancia térmica, mientras que el paisajismo y la arborización brindan sombra y confort en los espacios peatonales.
Cada proyecto parte del entendimiento de su orientación, su exposición al sol y sus vientos dominantes, para aprovechar la ventilación cruzada, la sombra natural y la iluminación eficiente, La Plaza, por ejemplo una intervención nueva que se integra a su entorno.
En la rehabilitación de edificios, al intervenir sobre estructuras existentes, se prioriza optimizar su desempeño térmico y energético. Las fachadas se recuperan o se rediseñan para incorporar ventanas
EL
ESPACIO INTERIOR: CONFORT, BIENESTAR Y SOSTENIBILIDAD OPERATIVA
El diseño urbano también responde al clima. Las aceras amplias y sombreadas, los pavimentos permeables y los canales vegetados de drenaje permiten que el agua de lluvia se infiltre y nutra el suelo. Este manejo natural del recurso hídrico evita inundaciones, reduce la contaminación y mantiene la vitalidad del ecosistema. La iluminación cálida y eficiente garantiza seguridad sin generar contaminación lumínica, reforzando la sensación de bienestar durante la noche.
En el interior de los edificios, la calidad del ambiente es prioritaria y se diseña en respuesta a esto. Los espacios cerrados y de menor uso se ubican al centro, dejando el perímetro libre para las áreas de trabajo, interacción y descanso, democratizando las vistas naturales y la entrada de luz. Esta estrategia ha demostrado mejorar la productividad y el bienestar de los ocupantes. Los sistemas de iluminación son regulables, adaptándose a la actividad y a las preferencias de cada usuario.
Los sistemas electromecánicos incorporan tecnologías para la renovación constante del aire: inyección de aire fresco, sensores de CO₂, termostatos inteligentes y control de humedad. Estas medidas garantizan un confort térmico equilibrado y una operación eficiente. Cada detalle está pensado para que el edificio respire, se adapte y ofrezca una experiencia de confort.
MATERIALES Y RECURSOS
LOCALES: SOSTENIBILIDAD DESDE EL ORIGEN
El compromiso con la sostenibilidad se refleja también en la selección de materiales. Más allá de las modas, se priorizan soluciones locales y de bajo impacto ambiental, reduciendo la huella de carbono asociada al transporte. En algunos proyectos, el propio edificio existente se convierte en materia prima: se restauran estructuras de madera, se reutilizan elementos originales y se rescatan mobiliarios con valor histórico o funcional.
Durante la construcción y operación, se promueven prácticas de reciclaje, separación de residuos y gestión responsable de materiales. Este enfoque integral permite que la sostenibilidad sea parte del ciclo completo del proyecto, desde el diseño hasta la ocupación.
Más de una decena de edificios en el campus de Ciudad del Saber han sido galardonados con la certificación Liderazgo en Energía y Diseño Medioambiental (LEED).
PROYECTOS
QUE RESPIRAN:
EJEMPLOS DEL DISEÑO
SOSTENIBLE EN EL CAMPUS
El Edificio 128, Casa de las Naciones Unidas, representa un ejemplo emblemático del trabajo interdisciplinario y sostenible de la Dirección. Este edificio, que alberga cinco agencias de Naciones Unidas, fue diseñado bajo criterios de eficiencia energética, confort ambiental y funcionalidad
compartida. La certificación LEED obtenida refuerza el compromiso de la Ciudad del Saber con los estándares internacionales de sostenibilidad.
El Barrio es un proyecto clave en el proceso de densificación del campus. Este desarrollo residencial reutiliza estructuras
existentes, incorpora materiales locales y promueve un urbanismo peatonal con aceras amplias, iluminación cálida y áreas de encuentro. Su certificación LEED en proceso consolida el esfuerzo de crear vivienda sostenible dentro de un entorno urbano responsable.
Imágenes de El Barrio, conformado por villas de hospedaje que han sido diseñadas para estancias temporales, para albergar entre uno y cuatro huéspedes.
Por su parte, La Cuadra, actualmente en etapa de diseño, se proyecta como un nuevo espacio diferenciador dentro del campus. Su concepto parte de un urbanismo peatonal que privilegia la sombra, la interacción y la conexión entre el interior y el exterior. La idea es generar un entorno flexible que combine comercio, cultura y esparcimiento, reforzando la identidad abierta y tropical de la Ciudad del Saber.
El proyecto Innova 104 ejemplifica la transformación de los espacios de trabajo hacia modelos más colaborativos. Su diseño interior aprovecha la luz natural, la ventilación cruzada y una organización funcional que promueve el intercambio entre equipos. Cada decisión, desde la ubicación del mobiliario hasta los sistemas de control ambiental, refleja la filosofía de bienestar y eficiencia que guía los proyectos del campus.
HACIA UNA ARQUITECTURA DE APRENDIZAJE Y ADAPTACIÓN CONTINUA
La sostenibilidad, en la Ciudad del Saber, no se entiende como una meta estática sino como un proceso de aprendizaje constante. La Dirección de Planificación y Desarrollo Urbano impulsa capacitaciones, giras técnicas y espacios de intercambio profesional para compartir conocimientos con arquitectos, estudiantes y aliados del sector. Este esfuerzo de divulgación busca multiplicar el impacto de las buenas prácticas y posicionar al campus como un referente regional en innovación sostenible.
Cada proyecto es una oportunidad para experimentar, medir y mejorar. La Ciudad del Saber sigue transformándose, adaptándose al clima, a las personas y a los nuevos retos del entorno. Su arquitectura no solo responde al tiempo y al lugar: respira con ellos.
Ciudad del Saber se ha posicionado como un referente de desarrollo urbano, de sostenibilidad, de innovación, de preservación ambiental y patrimonial en la transformación de sus espacios.
Alejandro Balaguer
Alejandro Balaguer/Fundación
Albatros Media para AECID/CIDES
Kusapín (o Saborikäte), en la región de la comarca llamada Ñö Kribo. Se ubica en la península Valiente con límite al Mar Caribe.
En la imponente cordillera del Istmo, hogar de dos etnias, los Ngäbe y los Buglé, un proyecto de cooperación internacional está llevando energía solar, limpia y renovable, creando oportunidades de desarrollo sostenible gracias a la electrificación de las comunidades más remotas y con mayores necesidades de las tierras ancestrales del pueblo originario.
La Comarca Ngäbe Buglé se encuentra ubicada en la región occidental de Panamá y se divide en nueve distritos, muchos de estos de difícil acceso. La capital de la comarca está ubicada en el distrito de Munä, adonde hemos llegado para conocer cómo los Ngäbe Buglé están mejorando su calidad de vida a medida que la energía ilumina sus vidas.
La instalación de energía solar fotovoltaica y las capacitaciones que está llevando el Programa Acceso Universal a la Energía en Panamá, iniciativa que lidera la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), con financiamiento de la Unión Europea (UE) y con la participación de varios aliados nacionales, está trayendo bienestar y oportunidades a miles de pobladores en un rico territorio que presenta un alto nivel de pobreza, cuyo desarrollo sostenible es impostergable. Por ello, la comarca es una de las zonas prioritarias de intervención de la AECID.
“En ella, nosotros planteamos una intervención multisectorial que, desde una posición de derechos humanos y de apoyo a la gobernanza territorial local, interviene en sectores básicos como son el acceso al agua y el saneamiento, a la energía basada en fuentes renovables, y desde allí, nosotros utilizamos esa plataforma para intervenir en otros ámbitos prioritarios como son la salud, la educación y el desarrollo económico”, me dice Itziar González, Coordinadora en funciones de la Oficina de Cooperación Española, AECID Panamá, durante un encuentro frente al Museo Casa del Comandante de Ciudad del Saber.
Un planteamiento que, a la fecha, ha traído resultados que están transformando vidas, donde ya se suman una serie de logros específicos claramente definidos. “Por una parte, la intervención que se ha dado en el distrito de Munä, con el acceso a 1,600 soluciones fotovoltaicas individuales para familias de la Comarca, así como los capitales semilla para emprender negocios; y por otra parte, es importante resaltar que, además de las soluciones individuales de materia energética, se ha dado un proceso de capacitación en habilidades sociales y profesionales con una perspectiva transversal tanto de género como de cuestiones climáticas, que ha permitido la capacitación, específicamente en el campo profesional, de más de 350 personas en dicha región”, me dice Yon Millán Aristégui, responsable de la AECID del proyecto.
En Munä, una comitiva liderada por dos embajadores llegó hasta una ladera de Cerro Puerco para escuchar las voces de los beneficiarios del Programa y planificar futuras acciones. Culminada la visita a varios hogares que ya cuentan con energía solar, nos encontramos con los representantes de España y la Unión Europea en el país.
Guzmán Palacios Fernández, embajador de España en Panamá, se halla satisfecho por los logros del proyecto, “que tenía un objetivo primordial que se está cumpliendo, proceder a la electrificación de una zona específica de la Comarca con esa visión de ayudar a la gobernanza, para que haya mejores condiciones de vida a través de la capacitación, no solo de hombres, sino también con un enfoque de género y en esa vertiente trabajar con el medio ambiente, y que el impacto redunde en las comunidades en zonas que son especialmente sensibles al cambio climático”, me dice el embajador.
Izabela Matusz, embajadora de Unión Europea en Panamá, que visita también Cerro Puerco, está gratamente sorprendida por el efecto energético en el distrito de Munä. “Yo creo que este proyecto es fantástico no solo por el acceso a la energía, sino también por las capacitaciones vocacionales, por la entrega del capital semilla. Y se está realizando en un lugar donde tenemos la gente que es una contraparte bien preparada, donde veo que podemos cambiar la vida de estas personas y de sus hijos”.
Una de las 1,600 familias beneficiadas con el sistema fotovoltaico en Munä.
La Unión Europea impulsa en la Comarca soluciones basadas en la naturaleza contra el cambio climático. “Tenemos un proyecto de Euroclima que trabaja en la comunidad de Kusapín para enfrentar el cambio climático y reducir la vulnerabilidad de los terrenos que se inundan por el crecimiento del nivel del mar. Creemos que los pueblos originarios deben tomar una parte muy importante en las políticas públicas hacia el cambio climático, ya que son fundamentales sus conocimientos de la naturaleza para desarrollar soluciones”, me cuenta la embajadora.
El efecto del Programa que ejecuta AECID y sus socios transformando vidas con energía renovable se hace evidente a medida que recorremos el área, donde ahora, los techos destellan por los paneles solares captando la radiación solar.
Los beneficiarios de la energía solar han repotenciado las oportunidades de desarrollo. Para Marlenis la vida cambió desde que llegó la luz a la comunidad de Portorrica. Ahora, con la energía solar que electrifica su hogar, ha recibido un capital semilla del proyecto y puede dedicarse más horas a su empresa de abarrotería, costurería y artesanía, y acompañar a su hijo a realizar sus tareas en las noches.
Al caer la noche, Marlenis Salinas me recibe en su negocio iluminado. “Antes teníamos problemas porque no teníamos luz para alumbrar, no tenía ni para cargar telefono, y ahora, cada casa de Portorrica tiene energía. En mi caso, me ayuda a atender mi negocio hasta las 9 de la noche. Antes no podía atenderlo hasta tarde porque estaba oscuro, no se podía ver, pero ahora que solicité paneles solares todo está mucho mejor, tanto para mi familia como para mis clientes”, me cuenta Marlenis mientras teje bajo la luz que irradia un foco ahorrador alimentado por energía renovable. Su historia es la de muchas mujeres y hombres que están mejorando notoriamente su calidad de vida diaria, pudiendo brindar servicios o comerciar productos, o para facilitar los estudios, como en el caso de Belkys.
Además del beneficio del sistema voltaico, los residentes reciben capacitaciones vocacionales y la entrega de un capital semilla.
La siguiente escala es en el pueblo de Chichica, donde Belkys Cases una extraordinaria joven universitaria capacitada en sistemas fotovoltaicos, me sorprende por su conciencia social y ambiental. “Actualmente soy estudiante de medicina, también de medicina con especialización en cirugía, y registros médicos. Para mi es muy importante aprender diferentes temas como es la electricidad y otros para poder conectar y llevar electricidad a los centros medicos que no tienen. Obviamente, es básica para estudiar mis tres carreras universitarias hasta muy tarde”, me dice Belkys.
Lo que quieren los jóvenes es el progreso y una naturaleza brindando saludablemente sus servicios en la comarca. “No solamente queremos el progreso, estudiar y tener conocimiento, sino también progreso en el área del ambiente; reforestar y mantener el clima. Por eso también para mi es muy importante la instalación de los paneles solares en la comarca, porque también así ayudamos a disminuir el efecto global de gases de efecto invernadero que causan el cambio climático. Y con el tema de minería, nosotros estamos en contra porque eso pone en evidencia
que estamos destruyendo una parte de nuestro planeta y lo que debemos es respirar aire puro”.
La participación de jóvenes con conciencia es crucial para el desarrollo sostenible comarcal. “Esperamos que la juventud le encuentre el sentido (al Programa) porque ellos tienen energía y una visión nueva, porque estamos hablando de su futuro, hablamos por ejemplo de temas ambientales, por lo que es fundamental que ellos estén involucrados en la conservación de los recursos”, concluye Itziar Gonzalez de AECID.
La generación de capacidades es una experiencia exitosa de gestión integrada del territorio de la Comarca. “Más aún, se trata de un modelo de gestión territorial que ha permitido la interacción de las dimensiones más amplias del desarrollo sostenible, en lo económico, social, cultural y ambiental. Es de este modo que se puede garantizar el mejoramiento progresivo de la calidad de vida de las poblaciones; y se genera confianza entre actores diversos para alcanzar un futuro sostenible en espacios y territorios específicos”, opina Juan Moreno, director ejecutivo del Centro Internacional del Desarrollo Sostenible (CIDES), organización aliada a AECID.
Belkys Cases, estudiante de Medicina, quien forma parte de la nueva generación de jóvenes que impulsa el desarrollo sostenible en la Comarca Ngäbe Buglé.
Río Caña, ubicada en el distrito de Kusapín, una comunidad remota de la Comarca Ngäbe Buglé, espera impulsar su desarrollo sostenible de la mano del ecoturismo comunitario y la pesca sostenible con los sistemas fotovoltaicos y las capacitaciones que trae el Programa Acceso Universal a la Energía en Panamá.
La misión de la AECID en este sector caribeño de la Comarca, que cuenta con la colaboración del Centro de Competitividad de la Región Occidental de Panamá (CECOMRO), consiste en un acercamiento con las organizaciones comunitarias para su fortalecimiento.
Yon Millan, quien lidera la gira por parte de la AECID, visita la comunidad y escucha a los pobladores que apuntan a hacer realidad sus sueños de desarrollo con la instalación de sistemas solares con microredes. “El día de hoy estamos en Río Caña y hemos estado con los miembros del comité de agua de la localidad
La instalación de los paneles solares en la comarca ayuda a disminuir el efecto global de gases de efecto invernadero que causan el cambio climático.
con el interés primero de analizar los problemas que ellos enfrentan y nos hemos encontrado con la necesidad, por una parte, de fortalecer la organización sociocomunitaria, su gobernanza y destacar la oportunidad de poder mejorar lo que son los servicios básicos para la comunidad con el Programa”, me dice Millán mientras caminamos por una pintoresca calle de tierra flanqueada por casa típicas de madera listas para recibir turistas y que nos conduce hasta el resplandesciente mar Caribe.
Para este sector de la Comarca, una región a la cual se accede por mar, se espera que, en principio, la intervención beneficie la posibilidad de acceso a la energía en centros educativos y de salud. “En lo referente a los centros de salud se visualiza aproximadamente a 30 mil personas beneficiadas y se está trabajando con instituciones rectoras, como el Ministerio de Salud, con el Ministerio de Educación, el Centro de Competitividad de la Región Occidental de Panamá CECOM RO, autoridades de la Comarca y actores locales organizados en las diferentes comunidades”, me dice Millán.
“Nuestra experiencia con AECID -dice Juan Moreno por parte del CIDESconstituye un hito que debemos proyectar en otros espacios y territorios del país, con el propósito de mostrar y hacer conocer un experimento concreto de ejercer la gestión y la planificación territorial más allá de la artificialidad, porque el territorio implica una construcción social con la participación de múltiples actores”.
Con energía renovable instalada se esperan mejores oportunidades para los pueblos costeros de la comarca en el sector del Caribe. “Resolvemos problemas de conectividad digital, de internet, de acceso al conocimiento además, podemos hacer una agricultura mucho más resiliente (y pesca con cadena de frío), porque con la energía vienen mejores tecnologías”, me dice Felipe Ariel Rodríguez, presidente de la Junta Directiva del CECOM RO, que está participando en Kusapín del lanzamiento oficial del proyecto en este sector. “El tema de la formación del capital humano es fundamental, es un eje transversal en todo el Programa. Ese es el reto principal
y obviamente, en la creación de alianzas productivas, porque nadie puede resolver estos problemas solo. Pero caminando juntos podemos”, concluye Rodríguez.
Ciertamente. Andando juntos y haciendo camino. Iluminando. Con energía limpia y renovable, con nuevas generaciones capacitadas y conscientes, con autoridades locales fortalecidas, garantizando un desarrollo sostenible e inclusivo, contra el cambio climático, por la conservación de los ecosistemas y la biodiversidad que nos beneficia y que sostiene nuestra propia existencia.
Una solución energética local con efecto global.
El acceso a la energía solar y las iniciativas empresariales sostenibles marcan el comienzo de una nueva etapa para jóvenes de la Comarca Ngäbe Buglé.
Panamá como laboratorio
vivo: clústeres que prototipan el
desarrollo territorial
Eysel Chong
Frank Málaga, Eysel Chong Envato Elements
En América Latina el desarrollo ya no se impone desde el centro. Se construye desde los territorios, como si cada región fuera un organismo vivo: respira a través de sus actores productivos, se alimenta de conocimiento y evoluciona con la sinergia de sus clústeres. Esta transformación exige una nueva mirada, una que reconozca que la innovación no es solo tecnológica, sino también institucional, social y territorial.
Panamá está dando pasos firmes hacia ese modelo. Desde la Fundación Ciudad del Saber, junto con aliados estratégicos como SENACYT, MICI, MIDA, los Centros Regionales de Competitividad (CECOMCE y CECOMRO) y CAF – Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe, entre otros múltiples actores, se impulsa una estrategia de articulación productiva territorial que pone en el centro la colaboración, la ciencia y el propósito compartido. El proyecto Panamá Productiva III es una expresión concreta de esta visión: fortalecer sectores clave mediante iniciativas clúster que nacen desde los territorios y se proyectan hacia el futuro.
¿Qué es una iniciativa clúster?
Una iniciativa clúster es mucho más que una agrupación de empresas. Es una arquitectura colaborativa que articula actores diversos — empresas, universidades, gobiernos nacionales y subnacionales, centros de investigación y sociedad civil— en torno a una cadena de valor estratégica. En términos sencillos, es como construir un edificio donde cada actor aporta una columna, una viga, una puerta o una ventana, y juntos diseñan el futuro productivo del territorio.
Desde una perspectiva territorial, los clústeres funcionan como el sistema nervioso del desarrollo local: conectan saberes, recursos y capacidades, permitiendo respuestas ágiles y coordinadas ante los desafíos económicos y sociales. Son instrumentos que territorializan la innovación adaptándola a las realidades locales y generando sinergias que de forma aislada no ocurrirían.
Marc Papell Puigferrer lo define como “una realidad económica que existe en una región concreta”, mientras que la iniciativa clúster es “un instrumento de intervención que busca la mejora de esta realidad económica” (Papell Puigferrer, 2018).
Marco A. Llinás Vargas, por su parte, la describe como “una forma efectiva de organizar el trabajo multiactor y multinivel que requieren las políticas de desarrollo productivo para desarrollar agendas estratégicas que apunten a elevar la productividad de los sectores que prioricen los países y sus territorios bajo estas políticas”. Además, en su libro “Iniciativas ‘cluster’: una forma concreta y efectiva de ‘mover la aguja’ de la productividad”, Llinás desarrolla ampliamente esta idea, señalando que los clústeres permiten articular múltiples actores en torno a agendas locales de desarrollo productivo, y que su implementación debe ser territorializada y estratégica (Llinás Vargas, 2021). Desde TCI Network se enfatiza que se trata de “una colaboración organizada entre empresas, gobierno e instituciones académicas y de apoyo, que busca mejorar la competitividad de un grupo de empresas interrelacionadas en una región específica” (TCI Network, 2018). En conjunto, estas definiciones revelan que una iniciativa clúster no es solo una estrategia económica, sino una plataforma multiactor y multinivel de articulación territorial, donde la cooperación se convierte en motor de desarrollo.
En el contexto latinoamericano las iniciativas clúster se han consolidado como herramientas clave de articulación productiva territorial alineadas con los
Objetivos de Desarrollo Sostenible y con políticas públicas que promueven la transformación estructural desde los territorios. En Panamá, este enfoque se traduce en proyectos como Panamá Productiva III, que buscan fortalecer sectores estratégicos mediante la colaboración multiactor y la innovación aplicada. El reto es lograr que un modelo como este, escale y se adopte como parte de una estrategia nacional con políticas públicas alineadas y adaptadas a los territorios.
“Las iniciativas Clúster no solo son una oportunidad para la transformación productiva desde los territorios, son parte de una estrategia de desarrollo competitivo”
Articulación Productiva Territorial: una estrategia para transformar desde el conocimiento
La transformación productiva que América Latina necesita no se logrará con recetas tradicionales. Según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL, 2024), es urgente adoptar una nueva visión de las políticas de desarrollo productivo, que supere el enfoque industrial clásico y se centre en la articulación territorial, la innovación y la colaboración multiactor. Este enfoque, como lo plantea la CEPAL, reconoce que los territorios son espacios vivos, con capacidades, desafíos y oportunidades propias y que el desarrollo debe construirse desde allí, con visión estratégica y propósito compartido (CEPAL, 2024).
En este marco, las Iniciativas de Articulación
Productiva Territorial (IAPT) se presentan como instrumentos clave. Estas iniciativas, que incluyen los clústeres como herramientas prácticas, permiten conectar empresas, instituciones académicas, gobiernos locales y sociedad civil en torno a cadenas de valor estratégicas. Su objetivo no es solo mejorar la competitividad, sino generar cambios estructurales sostenibles, alineados con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (CEPAL, 2024).
Como señala el Director de la División de Desarrollo Productivo y Empresarial de CEPAL, Marco Llinás, “Desde la CEPAL estamos haciendo un llamado para que los países de la región y sus territorios escalen
Jorge R. Arosemena Román, presidente de la Fundación Ciudad del Saber.
y mejoren sus políticas de desarrollo productivo. Parte de este escalamiento y mejora pasa por utilizar las iniciativas clúster como vehículo para trabajar agendas estratégicas sobre sus prioridades productivas, con el fin de propiciar la transformación productiva de nuestras economías”.
En Panamá este enfoque está plenamente alineado con el Plan Estratégico de Gobierno 2024–2029, que promueve inversiones estratégicas en sectores como agricultura, logística, salud y educación; con el objetivo de generar crecimiento económico inclusivo y sostenibilidad fiscal (MEF, 2024). Asimismo, el Plan Estratégico Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (PENCYT) 2025–2029 establece que la ciencia, la tecnología y la innovación deben convertirse en herramientas clave para el desarrollo territorial, con políticas públicas basadas en evidencia científica y participación multiactor (SENACYT, 2024).
Panamá Productiva III: Una estrategia con respaldo internacional
El proyecto Panamá Productiva III, impulsado por la Fundación Ciudad del Saber, con la cooperación técnica de CAF, junto con aliados institucionales como SENACYT, MICI, MIDA, PROPANAMA, Centros de Competitividad Regionales, empresas y gremios, instituciones académicas y centros de investigación, representa una expresión concreta del nuevo enfoque de desarrollo territorial basado en conocimiento y colaboración. Esta iniciativa se fundamenta en el modelo de articulación productiva territorial mediante clústeres, que busca fortalecer sectores estratégicos desde los territorios, articulando ciencia, producción y propósito compartido.
La propuesta se enmarca en la agenda renovada de CAF – Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe, orientada a apoyar la reactivación económica de la región con énfasis en el fortalecimiento de las MIPYMES y el tejido productivo local. Esta tercera fase del programa da continuidad a una trayectoria iniciada en 2015, cuando CAF comenzó a respaldar la creación de centros regionales de competitividad en Panamá, como CECOMRO, CECOMCE y CECOMCRO, consolidando un modelo de intervención territorial que hoy se proyecta con mayor alcance.
Gracias a la cooperación técnica no reembolsable de CAF, junto con el liderazgo de Ciudad del Saber y sus aliados, se ha logrado avanzar en el fortalecimiento de tres clústeres estratégicos: salud, frutas para exportación y Agro logística. CAF no solo ha sido un aliado clave, sino también un actor visionario que ha permitido articular agendas colaborativas, conectar actores públicos y privados y posicionar a Panamá como un laboratorio regional de innovación territorial.
“Las iniciativas clúster desarrolladas en el marco de Panamá Productiva III, no solo responden a desafíos locales, sino que también ofrecen modelos replicables para otros territorios de América Latina y el Caribe. Su diseño contiene tres ingredientes fundamentales basados en acuerdos multiactores: un modelo de sostenibilidad de la inciativa, un modelo de gobernanza y una agenda estratégica. En el caso de Panamá, la agenda estratégica es intensiva en materia de innovación, que es un foco con alto potencial para el desarrollo empresarial y que, además, propicia una alta participación con intereses y valor compartido entre los miembros de la iniciativa de articulación”. Es como lo expresa Rebeca Vidal, Ejecutiva Principal | Dirección de Análisis Técnico y Sectorial de CAF.
Historia de oportunidad: Fruits of Panama
En Panamá, la agroexportación enfrenta desafíos estructurales que limitan su competitividad: baja articulación entre actores, escasa digitalización agrícola, y debilidad en la formación técnica en zonas rurales. El clúster Fruits of Panama surge como respuesta a estos retos con el propósito de transformar la cadena de valor de frutas de exportación y agro logística mediante innovación, gobernanza territorial y colaboración multiactor. Han sido los desafíos comunes como acceso a mercados, logística y certificaciones, por mencionar algunos, el tema que reune en la región central del país a pequeños y medianos productores de frutas tropicales. La iniciativa Fruits of Panama los reunió en torno a una visión compartida.
Este clúster ha logrado consolidar un Consejo Asesor Territorial que articula productores, universidades (como la USMA), gobiernos locales y empresas logísticas. Se han promovido alianzas con exportadores y centros de investigación para mejorar la trazabilidad, la calidad y el acceso a mercados internacionales. “La gobernanza territorial ha sido clave: sin ella, los clústeres
serían hardware sin software. El Consejo Asesor funciona como el sistema operativo que permite que la articulación institucional se traduzca en decisiones estratégicas.”
Entre los logros más destacados está el diseño de plataformas tecnológicas con información agroclimática y datos satelitales que permiten monitorear cultivos y recursos hídricos en tiempo real. Además, se han fortalecido programas de formación técnica en agroindustria y logística en colaboración con instituciones como el ITUM. Igualmente se trabaja en el desarrollo de una estrategia de acceso a nuevos mercados.
Como señala Alexis Bravo, productor de Herrera: “Antes trabajábamos aislados. Ahora, con el clúster, sentimos que somos parte de una estrategia. Tenemos voz, datos y aliados que están dispuestos a escucharnos y aportar ideas y soluciones”. Esta experiencia demuestra que, cuando se articulan capacidades locales con visión estratégica, los territorios pueden convertirse en motores de transformación productiva.
Eysel Chong - Gerente de Gestión del Conocimiento de la Fundación Ciudad del Saber, Yill Otero - Experta en Cooperación Internacional, Sergio Avilés - Ejecutivo Principal Oficina Panamá de la Vicepresidencia de Programas de Países y Carlos Maynor Salinas Santano - Asesor en políticas de innovación del Secretario de la SENACYT.
Historia de oportunidad: CIISPA
El ecosistema de investigación e innovación en salud en Panamá ha estado históricamente fragmentado, con escasa infraestructura compartida, débil articulación entre academia, industria y gobierno y limitada atracción de inversión especializada. El clúster CIISPA —Clúster de Investigación e Innovación en Salud de Panamá— trabaja en la construcción de las alianzas necesarias para revertir esta situación y posicionar al país como un referente regional en salud digital, biotecnología y ensayos clínicos.
El CIISPA es una plataforma de articulación y colaboración diseñada para fortalecer las capacidades científicas, tecnológicas y de innovación en el sector salud de Panamá. Su hoja de ruta contempla la creación de infraestructura colaborativa como plataformas de datos para gestionar la importación de medicamentos e insumos de investigación, así como programas de formación en bioinformática, salud digital y ensayos clínicos. También incluye el diseño de una estrategia para atraer inversiones en investigación clínica. Con un enfoque claro hacia la digitalización de procesos y el desarrollo de talento, CIISPA busca posicionar a Panamá como un hub regional de innovación en salud demostrando que el conocimiento puede ser motor de desarrollo territorial.
Uno de los avances más significativos ha sido la consolidación de una visión estratégica compartida para el sector salud, que articula actores públicos y privados en torno a objetivos comunes. Además, CIISPA ha comenzado a integrarse en redes internacionales de cooperación científica, ampliando las oportunidades de colaboración y financiamiento.
“El CIISPA es una alianza estratégica que por primera vez articula al sector público, privado y académico con un objetivo común: transformar la salud en Panamá. Es un ecosistema dinámico que impulsa la competitividad del sector desde la investigación y la innovación, con miras a mejorar la calidad de vida y posicionar al país como referente regional.” — Juan de Dios Tejada, representante del sector privado y de la Cámara de Comercio, Industrias y Agricultura de Panamá.
Esta historia muestra cómo la articulación y la colaboración pueden catapultar la innovación en sectores altamente sofisticados y estratégicos para marcar la diferencia hacia un modelo de desarrollo sostenible resiliente. Ejemplo práctico del poder transformador de la colaboración intersectorial en contextos complejos.
Reunión con los miembros del Cómite Estratégico para la revisión de la hoja estratégica del Clúster de Salud.
Replicabilidad y visión regional
Para CAF “las iniciativas clúster desarrolladas en el marco de Panamá Productiva III no solo responden a desafíos locales, sino que también ofrecen modelos replicables para otros territorios de América Latina. Su diseño, basado en la articulación multiactor, la gobernanza territorial y la innovación aplicada, permite adaptarse a distintas realidades productivas, siempre que se mantenga el enfoque de colaboración y propósito compartido”.
La experiencia acumulada en los clústeres de salud (CIISPA) y agroexportación (Fruits of Panama), ha demostrado que es posible cerrar brechas de productividad, crear valor y fortalecer capacidades locales mediante estrategias de intervención territorial. Estos aprendizajes están siendo compartidos en espacios regionales como la convocatoria interclúster de CEPAL, donde el clúster de salud de Panamá participa junto a iniciativas clúster de Colombia, Ecuador, México y Costa Rica, en proyectos colaborativos que buscan escalar el impacto de los clústeres en sectores estratégicos. “CIISPA no solo articula conocimiento, lo proyecta hacia una red regional de innovación en salud.”
Panamá no solo implementa clústeres, los prototipa. Cada iniciativa es una prueba de concepto que puede escalarse en América Latina, adaptándose a las particularidades de cada territorio. Esta capacidad de generar modelos transferibles refuerza el papel del país como laboratorio regional de innovación territorial, donde el conocimiento se convierte en motor de desarrollo inclusivo, contribuyendo a la construcción de una red latinoamericana de desarrollo basado en conocimiento.
Como expresó Pedro Collins, miembro de la Junta Directiva del CECOMCE: “Lo que estamos haciendo aquí, no es solo para Panamá. Es una forma de mostrar que el desarrollo territorial puede ser inteligente, inclusivo y replicable”. Esta visión regional refuerza el papel de Panamá como laboratorio vivo de transformación productiva, donde la ciencia, la colaboración y el compromiso territorial se convierten en motores de cambio.
¿Te interesa ser parte de esta transformación?
Panamá está demostrando que el desarrollo no se impone, se construye. Y se construye desde los territorios, con ciencia, colaboración y propósito. Las iniciativas clúster son más que proyectos: son semillas de transformación que germinan en comunidades, florecen en cadenas de valor y dan frutos en forma de innovación, inclusión y sostenibilidad.
Ciudad del Saber, junto con sus aliados estratégicos, ha asumido el rol de catalizador de este nuevo modelo de desarrollo territorial basado en conocimiento. Con el respaldo técnico de CAF y el compromiso de instituciones como SENACYT, MICI y MIDA, se está consolidando una plataforma que articula talento, tecnología y visión compartida.
Cada clúster es una historia de oportunidad. Cada territorio, una posibilidad de cambio. Y cada actor —productor, investigador, estudiante, emprendedor— es parte de una sinfonía que solo puede tocarse si se afina en conjunto.
Panamá tiene hoy la oportunidad de convertirse en un laboratorio regional de innovación territorial, donde las ideas se prueban, se adaptan y se escalan. Si el desarrollo se vive desde los territorios, entonces el futuro se escribe desde abajo, con manos que colaboran y mentes que imaginan.
“La invitación está abierta. El territorio está vivo. El conocimiento, en movimiento. Y tú puedes ser parte de esta historia.”
REFERENCIAS
CEPAL. (2024). Enfoque territorial e iniciativas de articulación productiva. Recuperado el 21 de Agosto de 2025, de CEPAL: https://www.cepal.org/es/pagina/enfoque-territorialiniciativas-articulacion-productiva
Llinás Vargas, M. A. (2021). Iniciativas clúster: Una forma concreta y efectiva de «mover la aguja» de la productividad. Obtenido de Red Clúster Colombia: http://redclustercolombia. gov.co/storage/resources/documents/2-libro-inicativas-cluster-oficial-marco-llinaspdf MEF. (2024). Plan Estratégico de Gobierno 2025–2029. Obtenido de MEF Panamá: https://www.mef.gob.pa/plan-estrategico-de-gobierno/ Papell Puigferrer, M. (2018). Iniciativas clúster en Colombia: Instrumentos de desarrollo económico y competitividad. Obtenido de Cluster Development: https://www.clusterdevelopment.com/wp-content/uploads/2019/01/Libro-Iniciativas-Cluster-en-ColombiaInstrumentos-de-Desarrollo-Economico-y-Competitividad-MARC-PAPELL-1.pdf SENACYT. (2024). PENCYT 2025–2029. Obtenido de SENACYT Panamá: https://www. senacyt.gob.pa/pencyt-2025-2029/ TCI Network. (2018). Institucionalización de una iniciativa clúster. Obtenido de TCI Network: https://tci-network.org/news/institucionalizacion-de-una-iniciativa-cluster/ Llinás Vargas, M. A. (2024). Declaraciones públicas como Director de la División de Desarrollo Productivo y Empresarial en CEPAL, en el marco de la Comunidad en Práctica sobre iniciativas clúster. Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
DEL ANTROPOCENO COMO DESTINO…
Guillermo Castro H. Envato Elements
“Un progreso no es verdad sino cuando invadiendo las masas, penetra en ellas y parte de ellas; cuando no es sólo el Gobierno quien lo impone, sino las necesidades de él, que de la convicción unánime resulta. […] Las épocas de reforma no permiten reposo. Los apóstoles de las nuevas ideas se hacen esclavos de ellas.”
José Martí, 18781
Wikipedia, en su lenguaje aséptico, lo explica así:
“El Holoceno”, del griego [holos], ‘todo’, y [kainos], ‘reciente’ - “es la segunda y última época del Cuaternario, que sucede al Pleistoceno y llega hasta la actualidad.” Tuvo su origen, añade, “hace 11 700 años”, tras concluir la última glaciación. A partir de entonces, el deshielo de los casquetes glaciares provocó un ascenso en el nivel del mar, que transformó a regiones en islas como las actuales Indonesia, Japón y Gran Bretaña; creó el estrecho de Bering entre Eurasia y América, y el cambio de clima produjo la desecación del actual desierto del Sahara. Con todo ello, además, en el Holoceno se formaron las condiciones que permitieron a los humanos el desarrollo de la agricultura y la creación de las civilizaciones que hemos conocido hasta hoy.
De la formación y desarrollo de esas civilizaciones vinieron finalmente las circunstancias que hace unos 500 años dieron lugar a la formación del primer mercado mundial en la historia de la Humanidad. Y el desarrollo de ese mercado a partir de la Revolución Industrial de fines del siglo XVIII – en particular de la década de 1950 acá – generó un incremento sostenido en la extracción de recursos naturales, la producción agrícola e industrial, la generación de desechos transferidos a la biosfera, y del número de humanos en el planeta. Para el año 1950, este proceso dio lugar
1 “Reflexiones destinadas a preceder los informes traídos por los jefes políticos a las conferencias de mayo de 1878”. Obras Completas. Editorial de Ciencias Sociales, La Habana,. 1975. VII, 168-169.
a una Gran Aceleración, cuyos resultados sobre el planeta Tierra recibieron en el 2000 el nombre de Antropoceno, la época “en la que los humanos y nuestras sociedades nos hemos convertido en una fuerza geofísica global”.2
Esos cambios se hicieron además extensivos a la geocultura del moderno sistema mundial, afectada a un tiempo por el gigantesco impulso a la producción y el comercio generado por el proceso de globalización, y por la evidencia de que el impacto socio-ambiental del Antropoceno desbordaba la capacidad de análisis del conocer científico y el hacer político hasta entonces dominantes. Más allá del significado geológico del término – sujeto a una discusión muy especializada – el Antropoceno vino a introducir una ruptura en la cuidadosa organización del conocer en áreas separadas de conocimiento de lo natural y lo humano que el positivismo vino a establecer desde mediados del siglo XIX. Con ello, vino a nueva cuenta la observación hecha por Carlos Marx y Federico Engels en 1846, en el sentido de que
Conocemos sólo una ciencia, la ciencia de la historia. Se puede enfocar la historia desde dos ángulos, se puede dividirla en historia de la
2 Will Steffen, Paul J. Crutzen and John R. McNeill (2007): “The Anthropocene: Are Humans Now Overwhelming the Great Forces of Nature?” Ambio Vol. 36, No. 8, December 2007 Royal Swedish Academy of Sciences 2007 615 https://www.researchgate.net/ publication/5610815_The_Anthropocene_Are_Humans_Now_ Overwhelming_the_Great_Forces_of_Nature
naturaleza e historia de los hombres. Sin embargo, las dos son inseparables: mientras existan los hombres, la historia de la naturaleza y la historia de los hombres se condicionan mutuamente.3
Con ello, el Antropoceno llamó de nuevo al debate sobre la organización positivista del conocer, y facilitó el paso a un debate sobre las relaciones entre lo social y lo natural en el desarrollo de nuestra especie, de creciente presencia en las ciencias sociales como en las Humanidades. De ese proceso hace parte el ensayo “Gobernando el Antropoceno. Albedrío, gobierno, conocimiento”, de la politóloga brasileña Aurea Mota4. Allí, en lo más esencial la autora señala que la noción del Antropoceno ha abierto nuevas vías de investigación que, desde la creciente aceptación de la ciencia post-positivista, acercan por primera vez las ciencias naturales y las ciencias humanas y sociales. En ese sentido, el Antropoceno es más que un concepto; si bien sería tentador llamarlo un paradigma emergente, constituye un marco interpretativo transdisciplinario con importantes implicaciones ontológicas y epistemológica para todas las ciencias. Por esta razón, no se trata simplemente de que las ciencias humanas y sociales respondan a un desarrollo dentro de las ciencias naturales, sino de un desafío que todas las ciencias deben abordar.
Para la autora, un posible resultado de encarar ese desafío podría ser “una historia integrada del sistema terrestre y del mundo humano”, dado que “una de las direcciones obvias del paradigma emergente, al menos dentro de las ciencias de la Tierra, es que las sociedades humanas y la Tierra han forjado una tenue unidad, así como la conciencia de dicha unidad.” Esto tiene una trascendencia mayor de lo que imaginamos, pues una de las consecuencias del actuar humano en el Antropoceno – hecha evidente por ejemplo en el cambio climático, la erosión de la biodiversidad
3 C. Marx & F. Engels (1846:): “Feuerbach. Oposición entre las concepciones materialista e idealista”. Primer Capitulo de La Ideología Alemana, 1846. http://www.marxists.org/espanol/m-e/1840s/ feuerbach/index.htm
4 European Journal of Social Theory. Vol. 20 (1), february 2017, 9-38. https://www.academia.edu/35711307/Governing_the_Anthropocene_ Agency_governance_knowledge
y el colapso de ecosistemas – consiste en que la Humanidad viene creando condiciones que alteran el ambiente del Holoceno y podrían restringir las posibilidades del desarrollo humano a mediano y largo plazo, o conducir a nuestra especie a su extinción.
Lo importante, en esta perspectiva, es que la noción de Antropoceno “se ha convertido en una categoría interpretativa importante para comprender el mundo actual y las sociedades humanas “dentro de una trayectoria temporal que abarca el tiempo planetario.” Para Mota, con ello destacan cuatro áreas principales de especial importancia para la teoría social: “la cuestión de la temporalidad, la naturaleza de la subjetividad y la agencia [que aquí traducimos como el albedrío], el problema del conocimiento y, en última instancia, una nueva comprensión de la gobernanza [que aquí traducimos como el gobernar]”.
En este sentido, la noción del Antropoceno “no es simplemente una condición de la naturaleza”, sino también “una condición social” que abre nuevas posibilidades a las sociedades contemporáneas para interpretarse “a sí mismas en términos de su pasado y su futuro.” De este modo,
Una vez que la conciencia de la nueva condición humana se integra a la autocomprensión histórica, el Antropoceno adquiere mayor importancia que una condición temporal del tiempo geológico: puede verse como un nuevo modelo cultural constitutivo de un nuevo objeto de conocimiento y un orden de gobernanza.
En este sentido, añade, “proponemos que una dirección prometedora para la teorización en las ciencias sociales y humana es abordar la noción de Antropoceno ejemplificada en las nuevas prácticas de conocimiento y, por lo tanto, no simplemente como una condición objetiva o que requiera una reformulación geológica del tiempo histórico.”
La noción de Antropoceno así encarada, en efecto, evoca “una concepción planetaria del tiempo y el
espacio que exige replantear la noción del globo, la cual no capta plenamente la coevolución del mundo natural y el social ni el profundo tiempo histórico de la vida humana y planetaria.” De este modo, por ejemplo, si bien el Holoceno sigue siendo formalmente la época geológica en que vivimos, la noción de Antropoceno “sostiene que la Tierra está saliendo del Holoceno debido a la magnitud de la actividad humana.”
Esta visión se corresponde con el hecho de que, siendo el ambiente el resultado de las formas sociales de interacción con el mundo natural, si deseamos un ambiente distinto tendremos que crear sociedades diferentes. Desde esta perspectiva, Aurea Mota plantea los términos generales del proceso de transformación geocultural asociado a esa transformación en el terreno de la alta cultura.
Con ello, Mota amplía y enriquece las posibilidades de reflexión en el terreno de las relaciones entre esa cultura y la popular, donde han venido tomando cuerpo visiones y acciones de resistencia a lo peor y más dañino de la transición al Antropoceno. Y esto tiene su importancia para el curso de esa transición, y sus resultados, en la medida en que
Crear una cultura nueva no significa sólo hacer individualmente descubrimientos “originales”, significa también y especialmente difundir críticamente verdades ya descubiertas, “socializarlas” por así decirlo y por lo tanto hacer que se conviertan en base de acciones vitales, elemento de coordinación y de orden intelectual y moral.5
De eso se trata, justamente. Allí está una de las grandes tareas político-culturales de nuestro tiempo, para trascender la organización misma de la cultura y abrir paso al gobernar que demanda la transición en que andamos.
5 Gramsci, Antonio, 1999: Cuadernos de la Cárcel. Edición crítica del Instituto Gramsci. Ediciones ERA, México. IV, Cuaderno 11 (19321933): “Apuntes para una introducción y una iniciación en el estudio de la filosofía y de la historia de la cultura”, p. 245 - 247.
Saber de la Ciudad
Castro H.
Selección de textos que invitan a la reflexión desde el cruce entre la ciencia y las humanidades
El Saber de la Ciudad es una invitación a reencontrarnos con las ideas que dan sentido a nuestra vida en comunidad. Esta selección de textos surge del diálogo entre la ciencia y las humanidades, un cruce indispensable para comprender nuestro tiempo y actuar con responsabilidad. Que estas páginas animen nuevas preguntas, impulsen la curiosidad y fortalezcan nuestro compromiso con el bien común.
Jorge R. Arosemena Román Presidente Ejecutivo, FCdS
El
Guillermo
El mercado de carbono y Panamá
Jessica Wakauma Ausinheiler y Michelle Szejner
Cortesía de Lauren Morley, Jessica Ausinheiler, Michelle Szejner, Futuro Forestal, Ministerio de Ambiente.
Panamá es uno de los pocos países del mundo que captura más carbono del que emite. Sin embargo, esta ventaja coexiste con una amenaza urgente: la pérdida acelerada de sus bosques más biodiversos. En este contexto, a partir del 2024 el Ministerio de Ambiente ha establecido una moratoria para nuevos proyectos de créditos de carbono basados en la conservación forestal. Para algunos, es otra señal de la lentitud institucional; para otros, una pausa estratégica para asegurar que el mercado funcione en beneficio del país. Este artículo ofrece una mirada clara y crítica al mercado de carbono —en particular frente a su limitada capacidad para proteger los bosques existentes— y plantea por qué podría ser una herramienta valiosa sólo como parte de un conjunto más amplio de soluciones ante la crisis climática.
Monitoreo de bosques en área protegida, dentro de la Cuenca del Canal de Panamá.
“Panamá es un sumidero neto de carbono, pero gran parte de ese balance se debe a la regeneración de rastrojos y bosques secundarios. Mientras tanto, en el este y el Caribe panameño se pierden bosques lluviosos primarios, milenarios, de altísimo valor, vitales para el agua y la biodiversidad---sacrificados porque las comunidades que viven allí enfrentan necesidades económicas persistentes. Hoy, en muchos otros países del trópico, y gracias a los mercados de carbono y alianzas con el sector privado, ya fluye un financiamiento climático robusto hacia comunidades rurales e indígenas de áreas boscosas… comunidades que son las que realmente pueden proteger esos bosques milenarios. Para lograr lo mismo en Panamá, necesitamos reglas claras e infraestructura que impulsen la innovación y aprovechen el potencial del país como líder climático.”
—Lider Sucre, ejecutivo de “Wildlife Works”, desarrollador de proyectos REDD+ a nivel global
Cómo funciona el mercado de carbono
Imagina poder “comprar” la captura de una tonelada de CO₂ de la atmósfera. Eso es, básicamente, un crédito de carbono: la moneda con la que empresas, gobiernos y personas compensan parte de su huella climática. Estos créditos se generan cuando un proyecto — desde proteger un bosque hasta instalar energía limpia— evita o absorbe emisiones.
Hay dos tipos de mercados de carbono: el mercado
obligatorio, regulado por ley, y el voluntario, donde Panamá participa desde 2014, aunque con una participación modesta. El mercado voluntario de carbono (VCM por sus siglas en inglés) movió unos USD $535 millones en el 2025, con una quinta parte en América Latina1 Los proyectos basados en la naturaleza, aunque han perdido un poco el protagonismo, siguen
1 “State of the Voluntary Carbon Market”, Ecosystem Marketplace, 2025.
Estos nuevos proyectos de conservación fortalecen la protección de ecosistemas valiosos del país y mejorar la calidad de vida de las comunidades locales.
siendo la gran apuesta de países “verdes” como el nuestro2
Para ganarse la confianza de los compradores, los proyectos deben pasar por estándares, como Verra —que concentra cerca
2 Austin Blanton et al., “The status of forest carbon markets in Latin America”, Journal of Environmental Management, Volume 352, 14 February 2024.
del 70 % del mercado— American Carbon Registry, Plan Vivo, Gold Standard, Climate Action Reserve y Equitable Earth, entre otros, que certifican que sus reducciones sean reales, adicionales, medibles, permanentes y auditadas.
Los proyectos generados por el Ministerio de Ambiente han generado empleos durante las temporadas de siembra. COOPERACIÓN
ACTORES CLAVES EN EL MERCADO DE CARBONO VOLUNTARIO (fuente: Abatable)3:
INTERMEDIARIO, OPERADORES (COMERCIANTE) Y MINORISTAS
COMPRADORES FINALES
Sin embargo, en los últimos años, el mercado ha enfrentado tropiezos de credibilidad, lo que ha abierto la puerta a nuevas reformas y más transparencia.
Falta de confianza y reformas en curso
El mercado de carbono enfrenta críticas de fondo: permitir que grandes emisores “compren” una salida verde en lugar de reducir su huella. En teoría, los créditos solo deben complementar planes serios de reducción; de lo contrario, diluyen responsabilidades y refuerzan la ilusión de enfrentar el cambio climático sin cuestionar consumo ni inequidad.
Al mismo tiempo, quienes deberían ser los principales beneficiarios rara vez reciben la mayor parte del pago. Gran
parte de los recursos se queda en manos de intermediarios y consultoras, mientras los guardianes del territorio apenas acceden a una fracción del valor generado.
A ello se suma la pérdida de confianza provocada por dudas sobre la transparencia y calidad de algunos proyectos, que han generado titulares críticos en todo el mundo4 En respuesta, el mercado global vive una ola de reformas: se retiran metodologías obsoletas, surgen otras más estrictas y el Consejo de Integridad para el Mercado Voluntario de Carbono (ICVCM, por sus siglas en inglés) busca garantizar que cada crédito represente una reducción o captura real y verificable. El ecosistema también se ha vuelto aún más complejo, con nuevas empresas tecnológicas que califican la calidad de los proyectos certificados y con certificaciones adicionales del propio ICVCM.
En Panamá, esta coyuntura internacional coincide con la moratoria del Ministerio de Ambiente, que busca revisar y establecer reglas claras para el desarrollo de nuevos proyectos.
4 Patrick Greenfield, “Revealed: more than 90% of rainforest carbon offsets by biggest certifier are worthless, analysis shows”, The Guardian, 18 January 2023.
En el 2025 se inició un nuevo proyecto de conservación y desarrollo comunitario sostenible denominado “GEF-8 Biomas de los bosques Críticos de Panamá: Conservación Colaborativa de Darién”.
El
Panamá ha estado presente en las negociaciones climáticas internacionales desde que ratificó la Convención Marco de la ONU sobre Cambio Climático en 1995. En ese tiempo, ha aprobado leyes ambiciosas como la Ley 41 de 1998, que introdujo incentivos fiscales y mecanismos de mercado para proteger bosques privados, y la Ley 69 de 2017, que creó un programa de incentivos para mantener o aumentar la cobertura forestal.
Sin embargo, la normativa también presenta contradicciones: declara
inalienable el Patrimonio Forestal del Estado, pero permite destinar tierras con aptitud forestal a usos agropecuarios, lo que ha limitado la aplicación uniforme de las protecciones. A diferencia de países como México5, Guatemala6 y Costa Rica7, Panamá no cuenta con un sistema nacional de pago por servicios ambientales, salvo un caso puntual: el Programa de Incentivos
5 “Pago por Servicios Ambientales: Incentivos económicos para la conservación de los ecosistemas”, Gobierno de México.
6 “PROBOSQUE”, República de Guatemala.
7 “Pago de Servicios Ambientales”, FONAFIFO Costa Rica.
Económicos Ambientales (PIEA) de la Cuenca del Canal, liderado por la Autoridad del Canal de Panamá (ACP)8
En el ámbito privado, el país participa en el mercado voluntario internacional desde 2014, con poca supervisión nacional. Hoy cuenta con catorce proyectos registrados y en desarrollo, desde el proyecto de la ACP certificado por Gold Standard hasta uno en Cerro Patacón certificado por CeroCarbono.
8 “Programa de Incentivos Económicos Ambientales (PIEA)”, ACP.
mercado nacional de carbono en Panamá
inicial de factibilidad con un desarrollador de proyectos para determinar la viabilidad de un proyecto de carbono, Darién.
VISUALIZACIÓN DE PROYECTOS DE CARBONO EN PANAMÁ
(fuente: Ministerio de Ambiente)9:
PROYECTOS EN PANAMÁ PARTICIPANTES DEL MVC SEGÚN MECANISMO DE AREDITACIÓN
EN PANAMÁ
9 “Hoja de ruta para la implementación del Mercado Nacional de Carbono de Panamá en el contexto del Acuerdo de París”, Ministerio de Ambiente de Panamá, Febrero 2025.
En 2022, la administración anterior creó el Mercado Nacional de Carbono en Panamá y lanzó el programa “Reduce tu Huella Corporativo – Carbono”, con el que varias empresas —como Global Bank, SONDA y Ciudad del Saber— asumieron compromisos voluntarios de neutralidad al 2050, recibiendo el sello “Las Primeras 50”. La actual administración ha manifestado su interés en fortalecer este mercado, respaldada con la futura Ley de Cambio Climático y un nuevo Decreto Ejecutivo de Adaptación que establecerán un marco legal y técnico más sólido.
Caminata
Sin embargo, persiste una moratoria —no oficializada por resolución— sobre nuevos proyectos forestales, debido a la falta de una normativa que armonice el desarrollo de proyectos de carbono con la legislación forestal vigente.
“La administración pasada impulsó el Mercado Nacional de Carbono de forma muy participativa.
La actual lo respalda, pero busca fortalecer su marco normativo, en línea con el Artículo 6.2 del Acuerdo de París, que exige que los acuerdos internacionales de carbono se ajusten a las disposiciones nacionales. También estamos explorando opciones de financiamiento y otros mecanismos, como créditos de biodiversidad y pagos por servicios ambientales...”
—funcionaria de la Dirección de Cambio Climático del Ministerio de Ambiente en Panamá
Limitaciones y complementos
Cumplir con los estándares internacionales y transaccionar con múltiples intermediarios a lo largo de la cadena no es simple, y no es barato. Registrar, validar y verificar un proyecto puede costar decenas —o incluso cientos— de miles de dólares, cifras inalcanzables para muchos pequeños propietarios o comunidades.
“Según nuestra experiencia, el monto mínimo requerido para poner en marcha y establecer los cimientos básicos de un proyecto de esa envergadura es de entre 1 y 1.5 millones de dólares.”
-Simon Torras, ejecutivo de “Ponterra”, desarrolladora de proyectos de carbono en Panamá
En Panamá, las barreras para aprovechar el mercado de carbono como herramienta de protección forestal van más allá del costo: persisten problemas de tenencia de tierras, falta de organizaciones que agrupen a propietarios y una marcada preferencia por proyectos de reforestación frente a la conservación de bosques naturales. Además, estas compensaciones rara vez igualan la rentabilidad inmediata de la ganadería extensiva en tierras recién deforestadas, incluso durante la ejecución del proyecto o con medios de vida alternativos.
El auge del carbono responde, en parte, a que hoy podemos medirlo con gran precisión: satélites, drones y tecnología LiDAR complementan inventarios forestales y análisis de suelos. Pero medir lo que importa no significa que solo importe lo que se puede medir. En nuestro contexto, el bosque no es solo un conjunto de árboles: es parte de un tapiz vivo que se extiende desde Panamá hasta Perú, integrando el Corredor Biológico Chocó-Darién y formando uno de los diez países con mayor biodiversidad del planeta por biomasa10
10 Rhett Ayers Buttler, “The World’s Most Biodiverse Places”, 22 mayo 2025.
Reunión de ganaderos interesados en ingresar en el mercado de carbono, Darién.
Frente a estas limitaciones, surgen otros productos que podrían ayudar a proteger nuestros bosques:
• Pagos por Servicios Ambientales (PSA), que reconocen y compensan a quienes gestionan o custodian bosques por los servicios ecosistémicos que proveen.
• Créditos de agua, que remuneran la conservación de bosques en las partes altas de las cuencas.
• Bancos de biodiversidad, que permiten a promotores de obras o desarrollos compensar sus impactos negativos en ecosistemas financiando, a cambio, la protección o restauración de áreas equivalentes o de mayor valor ecológico.
• Créditos de biodiversidad, que incentivan mejoras medibles en ecosistemas.
• Créditos de custodia de biodiversidad, que premian la protección activa de lo que ya existe.
Mientras tanto, actores como la Red de Reservas Naturales Privadas de Panamá - las cuales no son actualmente reconocidas como áreas protegidas no estatales - ha estado en conversaciones con el Ministerio de Ambiente sobre su reconocimiento como Otras Medidas Efectivas de Conservación (OMEC), un avance que podría abrir la puerta a futuros mecanismos de financiamiento.
El mercado de carbono no es una solución mágica, especialmente cuando se trata de financiar la protección de los bosques nativos intactos de Panamá. Pero puede ser una pieza valiosa dentro de un portafolio más amplio de mecanismos para canalizar inversión en nuestra naturaleza. Para Panamá, la clave está en diseñar un sistema inclusivo, con reglas claras y herramientas que reconozcan y premien no solo el carbono, sino también la biodiversidad, el agua y otros servicios ecosistémicos. Este portafolio debe ser capaz de llegar hasta pequeños productores y comunidades en regiones remotas, garantizando que
los beneficios se distribuyan de forma justa.
En este contexto, el creciente interés de empresas locales por ser reconocidas por el Ministerio de Ambiente a través de programas nacionales de carbono podría ser un indicio de un interés internacional más amplio en créditos de carbono de alta calidad. Sin embargo, esta demanda interna aún no está satisfecha por la oferta nacional. Con la estrategia adecuada, Panamá podría cerrar esa brecha y consolidarse como líder climático global, no sólo en carbono sino también en mercados emergentes de biodiversidad y servicios ecosistémicos.
Sistema silvopastoril, parte del Programa de Incentivos
Económicos Ambientales de la Autoridad del Canal de Panamá, Canal de Panamá. Abajo: Proyecto de carbono de Forest Finance en El Valle del Alto Río Mamoní, Panamá Este.
CONOCIMIENTO
QUE TRANSFORMA
VIDAS Y CONSTRUYE
NUESTRO FUTURO.
¿QUÉ ES EL CIEPS?
Sidny Aizpurúa créditos a: Verónica Gutiérrez Alexandra César - FCdS
El conocimiento es poder, el saber otorga la capacidad de tomar decisiones informadas, influir en los demás, enfrentar mejor los retos y empoderar tanto a nivel social como personal. De eso quiero hablarles: de cómo un centro que comenzó siendo pequeño se ha convertido en un referente en Panamá y la región, gracias a cada uno de sus colaboradores, quienes aportan significativamente a su crecimiento.
Alcántara Sáez, Director del Centro Internacional de Estudios Políticos y Sociales.
Manuel
Desde la ventana del edificio 239, en Ciudad del Saber, se distingue la figura de un hombre mayor y sabio: Manuel Alcántara Sáez, director del Centro Internacional de Estudios Políticos y Sociales, un erudito en su campo y, hasta ahora, el capitán de esta travesía académica.
En un instante estamos dentro de las oficinas, rodeados de expertos en diversas disciplinas: algunos caminan con libros en mano, otros enseñan a sus pasantes con papel y lápiz el camino de la investigación científica, mientras que, desde las áreas administrativas, se gestionan números, convenios y alianzas que garantizan que este
espacio —ya convertido en un hogar colectivo— nunca carezca de lo esencial.
Permítanme detenerme en algo personal: desde niña soñé con ser científica. El rumbo me llevó por otros caminos, hasta que
encontré las ciencias sociales, un universo del cual, una vez dentro, rara vez se sale. En el Centro Internacional de Estudios Políticos y Sociales (CIEPS) se desarrollan numerosos proyectos, entre ellos los
regionales, como el que lidera Jon Subinas sobre comunidades indígenas en Panamá, Costa Rica y Guatemala, cuyo propósito es proponer políticas públicas en seguridad alimentaria respetando las culturas
Equipo de investigadores del CIEPS (izq. a der.): Jon Subinas, Harry Brown Araúz y Alfredo Castillero Hoyos.
Parte del equipo administrativo y de investigación del Centro Internacional de Estudios Políticos y Sociales (CIEPS).
originarias. Otro de los proyectos emblemáticos, casi como el ADN del CIEPS, es la Encuesta de Ciudadanía y Derechos, inicialmente bienal y ahora anual. Según Raisa Urribarrí, pionera en la investigación en comunicación en Panamá, uno de sus mayores logros es “hacer consciente a la sociedad del conocimiento que tiene sobre sí misma”. Lo expresó también la historiadora Patricia Pizzurno en el prólogo de la segunda encuesta (2021), al describirla como “un estudio que permitirá a la población mirarse en el espejo de su propia realidad y en sus propios términos”.
A lo largo de cinco años, desde la publicación de la primera encuesta, el CIEPS ha ofrecido datos y análisis en momentos cruciales: la discusión sobre reformas constitucionales (2019), la pandemia de COVID-19 (2020), las protestas por el costo de los alimentos y medicamentos (2022) y los retos del nuevo gobierno para el cambio de mando de 2024.
Cuando llegué al centro, solo existían tres líneas de investigación: Opinión Pública, Bienestar Socioeconómico e Instituciones y Actores Políticos. Menos de un año después, se integró la línea de Ciencias de la Comunicación, liderada
por Raisa Urribarrí, centrada en la libertad de expresión e información en entornos digitales; seguidamente se abrió la línea de Género, a cargo de la Dra. Eugenia Rodríguez Blanco, responsable del proyecto “Pioneras de la Ciencia”. Al cierre de 2024, con la incorporación de nuevos investigadores —Andrea Melgar, especialista en salud y en educación; Juan Moreno, cuyas investigaciones abarcan desde el análisis del “Índice Multidimensional de Riqueza en Panamá” hasta el estudio “Realidades de quienes enseñan”, que busca comprender los desafíos del magisterio y aportar insumos para el diseño de políticas educativas que impacten positivamente tanto a docentes como a estudiantes; y Alfredo Castillero Hoyos, politólogo, especialista en la historia de la democracia panameña y en relaciones internacionales.
Harry Brown fue el primer director del CIEPS al que siguió de forma interina Sergio García Rendón, especialista en el terreno de la corrupción política. Brown actualmente desarrolla una investigación pionera en la región sobre la relación entre música y liderazgos populistas en América Latina, con hallazgos
sumamente interesantes. Por su parte, Claire Nevache trabaja temas de religión y política referidos a América Latina.
El CIEPS y Panamá en el mundo Con una marcada vocación internacional, el CIEPS ha puesto en marcha el Programa de Especialización en Política en la Era Digital, un espacio que conecta a Panamá con universidades y especialistas de España, Brasil y México. El objetivo es ofrecer formación de alto nivel para comprender los dilemas que atraviesan hoy las democracias.
La ruta académica inició con la Dra. Araceli Mateos Díaz, quien introdujo herramientas de inteligencia electoral para el análisis de encuestas y toma de decisiones. Le siguió Rodrigo Rodrígues Silvera con un curso
Claire Nevache, Investigadora Asociada del CIEPS, politóloga especialista en relaciones entre religión y política. Doctoranda en Ciencia Política en la Universidad Libre de Bruselas.
Libro “Pioneras de la Ciencia en Panamá” proyecto del CIEPS en colaboración con la SENACYT
de ciencia de datos políticos, explorando cómo interpretar encuestas y detectar patrones en la política legislativa.
Posteriormente, la politóloga Mercedes García Montero abordó la relación entre presidentes y congresos en América Latina, un tema que dio pie a reflexiones sobre cooperación, tensiones y desgaste institucional. En la misma línea crítica, Mariano Torcal invitó a repensar la cultura política desde la polarización, el populismo y los riesgos de retrocesos autoritarios.
Los académicos José María Ramos y Carlos Barrachina sumaron la discusión sobre gobernabilidad y migración, diferenciando conceptos y ofreciendo miradas desde la geopolítica hasta la realidad social de la región. A su vez, el Dr. Edgar
Ruvalcaba planteó los desafíos y posibilidades del gobierno digital y la inteligencia artificial, desde la automatización hasta la ética pública.
Próximamente, el ciclo culminará con dos nuevas propuestas académicas que prometen enriquecer aún más este puente de conocimiento entre Panamá y el mundo.
Este programa de especialización refleja la vocación internacional del CIEPS y su capacidad de tejer puentes entre Panamá y el mundo académico.
El Puente Pódcast: Un espacio entre política y sociedad. En paralelo a los cursos y programas de especialización, el centro también ha encontrado nuevas formas de acercar el conocimiento al público general. Un ejemplo
de ello es la serie de podcasts liderada por el politólogo e historiador Alfredo Castillero Hoyos, quien, junto a invitados de distintas disciplinas, explora la compleja relación entre Panamá y Estados Unidos a lo largo de la historia.
Lejos de ser una narración lineal, cada episodio abre un espacio de análisis crítico, donde se discuten momentos clave —desde la construcción del Canal hasta las transformaciones políticas y sociales posteriores— para entender cómo estos procesos aún resuenan en la vida cotidiana de los panameños.
La serie está disponible en YouTube y Spotify, lo que ha permitido llegar a públicos más jóvenes y a quienes quizás nunca se habrían acercado a estos temas desde un libro académico. Así, la historia se convierte
en una herramienta de pensamiento crítico y ciudadanía activa, reafirmando la misión del CIEPS de transformar el conocimiento en una fuerza social capaz de despertar preguntas, inspirar debates y construir puentes entre generaciones.
Pasantías y formación de jóvenes investigadores
El CIEPS también se ha convertido en un semillero para nuevas generaciones de investigadores. A través de sus programas de pasantías y estancias académicas, estudiantes universitarios y recién egresados encuentran un espacio donde la teoría se convierte en práctica: aprenden a diseñar encuestas, procesar bases de datos o dar forma a un artículo científico con estándares internacionales. Para muchos, es la primera vez
El CIEPS mantiene constantemente a jóvenes pasantes que trabajan junto a sus investigadores, lo que refleja su compromiso con el intercambio académico.
“El Puente Podcast”, cuenta con más de 20 capítulos. Accede al canal de Youtube “CIEPS Panamá” para más información.
que trabajan codo a codo con investigadores de renombre, lo que convierte cada jornada en una especie de laboratorio vivo del conocimiento.
Cultura y divulgación
Pero el conocimiento no se queda encerrado en las oficinas del edificio 239. El Centro ha apostado por la divulgación y la cultura como vehículos para democratizar el saber. Cine-debates al aire libre, conferencias abiertas, ferias científicas y la creación de materiales digitales accesibles permiten que la investigación trascienda las fronteras académicas y
dialogue con la ciudadanía. En estas actividades, un dato estadístico se transforma en una historia compartida, una película en un detonante de conversación o una gráfica en un punto de partida para entender mejor la realidad del país.
Respondiendo la pregunta de nuestro titular, ¿Qué es el CIEPS?
El CIEPS somos un grupo humano amplio y heterogéneo integrado por el personal, investigadores, el equipo administrativo, cada pasante, cada visitante internacional en estancia académica, cada voluntario. Un grupo cuyos
miembros forman parte de esta familia que tiene por encima de todo, una vocación internacional por la que pretende que los asuntos de Panamá estén presentes en el ámbito mundial y que las cuestiones globales tengan su espacio para ser abordadas para la sociedad panameña. Un grupo humano que, paso a paso, teje los cimientos de un Panamá más justo y consciente de su diversidad y de sus problemas. Porque el conocimiento es poder, pero también es la clave para construir un país y un mundo menos polarizado y más justo.
Parte de los eventos realizados en alianza con la Fundación Ciudad del Saber para acercar el conocimiento al público.
INNOVACIÓN CON PROPÓSITO
DESDE EL PENTA SUMMIT
2025
La Fundación Ciudad del Saber fue sede del Penta Summit 2025, uno de los encuentros de innovación, negocios con propósito y liderazgo más importantes de la región, que reunió a más de 500 profesionales y emprendedores de Panamá, Centroamérica y el Caribe.
Mariana Núñez Haugland
Alexandra César - FCdS
El evento, celebrado los días 4 y 5 de septiembre, reunió a más de 20 speakers nacionales e internacionales, quienes compartieron sus experiencias en torno a la transformación empresarial, el impacto social, la innovación tecnológica y el desarrollo personal.
Entre los invitados destacados estuvo Philip Wilson, fundador de Ecofiltro, una empresa social guatemalteca reconocida por llevar agua potable a comunidades rurales a través de un modelo sostenible que combina innovación, inclusión y propósito. Conversamos con él sobre su trayectoria, la inspiración detrás de su empresa y su visión sobre el liderazgo con propósito.
Mariana Núñez: Philip, es una gran alegría tenerte en Penta. Nuestra revista, que publicamos desde 2018, aborda temas de ciencias, tecnología, emprendimiento, sostenibilidad y también aspectos académicos. Hoy, queremos hacerte protagonista de esta edición y conversar contigo sobre Ecofiltro y tu trayectoria. Para comenzar, ¿puedes darnos una breve introducción de lo que nos contaste en tu charla?
Philip Wilson: Fui un emprendedor tradicional
desde los 25 hasta los 40 años. Llegado ese punto, ya no tenía sentido crear otro negocio solo para ganar más dinero. Pensé: ¿cómo puedo combinar generar ingresos con tener un impacto en mi país? En Guatemala, el 95% de las fuentes de agua están contaminadas. Mi mamá tenía una fundación que llevaba agua potable a 2.000 familias al año, pero el costo era altísimo y apenas rozaba el 0.1% de la necesidad real. Ahí me di cuenta de que era necesario cambiar el modelo.
Mariana: Eres padre, igual que yo. Quisiera preguntarte primero, por el impacto de tu madre en tu camino y segundo, por tu primera experiencia entrando a una casa en condiciones de extrema pobreza.
Philip: Mi mamá siempre se dedicó a hacer el bien. Fue muy amiga de Madre Teresa. Después del terremoto de 1976, la invitó a Guatemala y la ayudó a abrir su primer hogar en el país. De ahí nació una amistad muy profunda. Recuerdo viajar en un pequeño avión con ellas en medio de una tormenta, y la paz que transmitía Madre Teresa me marcó para siempre.
La primera vez que entré a una casa rural en Quiché, fui con mi hermana Dominique, nutricionista y
directora de la fundación. El piso era de tierra y el humo de la leña hacía llorar mis ojos. Fue impactante. Sin embargo, había una televisión con antena satelital. Eso me hizo pensar: si esta familia invierte en entretenimiento, también podría invertir en un filtro de agua si se demuestra que es una buena inversión. Ahí nació la idea de pasar de donaciones a un modelo sostenible, donde el ecofiltro se paga solo en tres meses.
Mariana: En 2023 tuve la oportunidad de recorrer Ecofiltro y noté la calidad
humana del equipo. Creo que se debe en gran parte a la horizontalidad que promueves. ¿Cómo la has construido?
Philip: El 70% de los colaboradores en el mundo no están motivados, según Gallup. Yo quería impactar también dentro de la empresa. Entonces, probamos algo distinto: organizamos equipos sin jerarquías tradicionales, compartimos el 25% de las utilidades y dimos autonomía para decidir cómo trabajar mejor. Eso nos volvió más eficientes y rentables, y generó un gran sentido de pertenencia.
Philip Wilson fundador de la empresa Ecofiltro en su más reciente visita a Panamá para el Penta Summit 2025.
Hoy, tenemos vacaciones ilimitadas y metas claras visibles en pantallas de la fábrica. La idea es dar libertad y confianza. El impacto comenzó realmente cuando dejé de ser el único CEO y compartí la responsabilidad con las 200 personas del equipo.
Mariana: Has estado expuesto a figuras de la banca, la filantropía y el servicio público. ¿Cómo influyó eso en tu camino?
Philip: Mi abuelo fue uno de los fundadores del Banco Industrial y siempre daba, incluso cuando no tenía. Mi tío fue presidente de Guatemala y firmó la paz. Mi mamá fue amiga de Madre Teresa y ayudó a miles de personas. Ese ejemplo me marcó profundamente. Yo trato de transmitir lo mismo a mis hijos con acciones, no solo palabras.
Mariana: A los 40 años hiciste un cambio profundo de rumbo.
¿Qué le dirías a jóvenes ejecutivos o herederos de empresas familiares que aún no se han hecho esas preguntas de propósito?
Philip: No esperen a los 40. Yo lo tenía todo materialmente, pero me sentía vacío. Leer El hombre en busca de sentido de Viktor Frankl me abrió los ojos:
estamos aquí para servir al prójimo. El dinero no es malo, pero sí lo es convertirlo en un fin. El dinero tiene valor cuando circula y sirve para hacer el bien. Ese fue mi cambio.
Mariana: Centroamérica tiene enormes desigualdades. ¿Qué podemos fortalecer como sociedades para cerrar esas brechas?
Philip: El ejemplo es fundamental. Por eso fundamos un colegio que ofrece educación de clase mundial con asistencia financiera al 52% de los alumnos. Queremos mostrar que
la calidad puede y debe ser accesible. También debemos recordar que llegamos al mundo sin nada y nos vamos sin nada. Lo que realmente importa es acumular buenas obras.
Mariana: ¿Cuáles han sido los principales retos técnicos de hacer crecer Ecofiltro, sin perder su esencia?
Philip: Lo más difícil ha sido llegar a las comunidades rurales en las montañas. Siempre recordamos que el 50% de nuestras ventas debe impactar esas áreas. Eso nos mantiene fieles a la misión. Algo similar ocurre en el colegio: el objetivo siempre es dar acceso, sin importar el nivel económico. Ese es el motor que nos mantiene entusiasmados.
Entrevista por Mariana Núñez Haugland, vicepresidenta de Comunicaciones y Cultura de la Fundación Ciudad del Saber.
Mariana: (ping-pong final):
Mariana: Un libro. Philip: El hombre en busca de sentido, de Viktor Frankl.
Mariana: Tu máxima.
Philip: Amar a Dios y amar al prójimo.
Mariana: Tu país. Philip: Guatemala.
Mariana: Los jóvenes de Centroamérica. Philip: Innovadores, inteligentes y chispudos.
Mariana: Muchísimas gracias, Philip. En Ciudad del Saber buscamos articular al sector privado, público, ONG, estudiantes y científicos. Ha sido un gusto tenerte.
Philip: Gracias, Mariana. Una excelente entrevistadora.
HÉROES POR PANAMÁ:
José Miguel Vargas - TVN Media Cortesía de TVN Media
15 AÑOS DE VISIBILIZACIÓN, IMPACTO Y SOSTENIBILIDAD SOCIAL
En 2025, Héroes por Panamá cumple quince años de existencia. El proyecto, que comenzó en 2011 como la primera apuesta de responsabilidad social empresarial en los medios de comunicación panameños, se ha consolidado como un caso a replicar de cómo la visibilidad mediática y el sector social, pueden generar impactos sostenibles en la vida de miles de personas.
A lo largo de este periodo, el programa ha visibilizado más de cien causas, ha entregado más de 400 mil dólares en premios, ha impactado directamente a más de 1,2 millones de personas e indirectamente a otros 2,8 millones, ha desarrollado más de 550 horas de capacitación, y ha invertido más de un millón de dólares en tiempo aire para la promoción de campañas sociales. Estas cifras, sin embargo, solo revelan parcialmente el alcance de la iniciativa. Lo más relevante es que Héroes por Panamá ha configurado un modelo de responsabilidad social que trasciende lo asistencial para situarse en el terreno de la sostenibilidad y la transformación cultural.
Página opuesta: Finalistas de “Héroes por Panamá” del año 2025. Alejandro Fasquelle, de Simple AF, es miembro de la comunidad del Centro de Innovación de la Fundación Ciudad del Saber. Arriba: Finalistas de los primeros años del proyecto que inició en el año 2011.
UN PROYECTO PIONERO EN LA RESPONSABILIDAD SOCIAL MEDIÁTICA
Cuando surgió en 2011, Panamá carecía de un proyecto de responsabilidad social de gran alcance impulsado desde los medios de comunicación. Si bien existían iniciativas aisladas, la propuesta de TVN fue pionera en concebir un espacio puntual y de largo plazo donde la televisión no solo informara, sino que además funcionara como catalizador de procesos sociales.
Esto supuso una ruptura con la lógica tradicional de la responsabilidad social empresarial (RSE), muchas veces limitada a campañas filantrópicas o de corto plazo. Héroes por Panamá planteó otra posibilidad: la construcción de un ecosistema de apoyo al tercer sector, en el que la visibilidad mediática funcionara como palanca para su fortalecimiento organizacional y visibilidad nacional.
La televisión, habitualmente entendida como un vehículo de entretenimiento y noticias, se convirtió aquí en un instrumento de democratización de la comunicación. Al abrir un espacio para identificar organizaciones sociales que pudieran contar sus historias.
Héroes por Panamá ha apoyado diversos proyectos desde 2011, abordando distintos temas con un mismo objetivo: construir una mejor sociedad.
VISIBILIZAR PARA TRANSFORMAR
Más de cien causas presentadas en quince años constituyen un acervo significativo para nuestro país. Desde proyectos de alfabetización hasta iniciativas ambientales, pasando por programas de salud, inclusión social o rescate cultural, el proyecto ha permitido que una pluralidad de problemáticas encuentre un espacio de representación.
Este proceso de visibilización ha tenido efectos concretos:
■ Acceso a recursos: muchas organizaciones lograron financiamiento y donaciones gracias a la exposición mediática.
■ Creación de redes: el contacto con otras fundaciones y aliados estratégicos ha potenciado la capacidad de acción colectiva.
■ Fortalecimiento de identidad: ser reconocidos como “Héroes por Panamá” otorga legitimidad y reconocimiento social, elementos fundamentales para la sostenibilidad.
tenían grandes ideas y un fuerte compromiso, pero carecían de conocimientos técnicos para gestionar proyectos, planificar financieramente o diseñar estrategias de sostenibilidad.
Para responder a esta necesidad, desde sus primeros años el proyecto generó un componente de formación con Grupo Julmos, que impartió talleres y capacitaciones orientados a fortalecer las capacidades de gestión de las organizaciones sociales. Estos espacios, que marcaron la primera etapa, fueron fundamentales para que muchas fundaciones adquirieran conocimientos básicos en administración, comunicación y planificación.
Dar a conocer estas iniciativas, entendido en términos académicos como capital simbólico, se convierte en una herramienta que habilita nuevas formas de capital económico, social y cultural. Así, el proyecto ilustra cómo el reconocimiento público puede transformarse en un recurso estratégico para la acción social.
CAPACITACIÓN: DE JULMOS AL DIPLOMADO CON LA USMA
Uno de los aportes más importantes de Héroes por Panamá ha sido reconocer que la visibilidad es necesaria, pero no suficiente. Muchas fundaciones
En 2018, el proceso evolucionó con la creación de un diplomado en alianza con la Universidad Santa María la Antigua (USMA). Esta etapa incorporó un enfoque académico más estructurado, con módulos que abarcaban temas de sostenibilidad, liderazgo, innovación social y planificación estratégica.
Entre Julmos y la USMA se acumulan más de 550 horas de capacitación impartidas a líderes sociales. Este dato revela la importancia de la formación continua como base para que las organizaciones no solo existan, sino que se consoliden y permanezcan en el tiempo. Desde la perspectiva de la teoría del desarrollo organizacional, esta combinación de capital simbólico (visibilidad) y capital humano (capacitación) constituye una estrategia integral de fortalecimiento del tercer sector.
LA PANDEMIA: RESILIENCIA Y MEMORIA SOCIAL
El periodo de pandemia constituyó una prueba de fuego para Héroes por Panamá. En un momento de crisis sanitaria, económica y social, el proyecto se adaptó para reconocer a aquellos héroes que, en condiciones adversas, no dejaron a nadie atrás.
Médicos, enfermeras, voluntarios comunitarios, docentes que trasladaron la educación a entornos digitales improvisados y ciudadanos que organizaron redes de apoyo, fueron algunos de los protagonistas destacados. Más que un homenaje simbólico, esta decisión configuró un archivo de memoria social: dejó constancia de que la resiliencia colectiva fue tan importante como las medidas institucionales para sobrellevar la crisis.
En términos académicos, esto puede leerse como una práctica de construcción de ciudadanía en contextos de emergencia, donde la visibilización de acciones solidarias opera como refuerzo de valores comunitarios.
IMPACTO CUANTITATIVO Y CUALITATIVO
El balance de quince años permite dimensionar el impacto del proyecto en varios niveles:
PREMIOS ENTREGADOS
+400 mil dólares
han sido destinados a fortalecer a las fundaciones reconocidas.
IMPACTO POBLACIONAL
+1,2 millones de personas beneficiadas directamente y +2,8 millones de manera indirecta
En lugar de presentar a héroes como figuras excepcionales y lejanas, el proyecto ha mostrado a personas comunes con compromisos extraordinarios. Esta redefinición del concepto de héroe contribuye a fortalecer la cultura de la participación ciudadana y la corresponsabilidad social.
EL ROL DE LA TELEVISIÓN EN LA CONSTRUCCIÓN DE CIUDADANÍA
Desde un enfoque académico, uno de los aportes centrales de Héroes por Panamá es haber demostrado que los medios de comunicación pueden ser actores activos en la construcción de ciudadanía. La televisión, tradicionalmente concebida como un canal de información y entretenimiento, aquí se convierte en un espacio de mediación social.
Al dar voz a organizaciones y líderes comunitarios, el medio no solo transmite información, sino que también produce referentes sociales, modelos de acción y valores compartidos. La ciudadanía se reconoce en esas historias, se inspira en ellas y, en muchos casos, se moviliza a partir de lo que ve.
+550 horas de formación
CAPACITACIÓN acumuladas entre Julmos y la USMA
TIEMPO AIRE en promoción de campañas, equivalentes a una inversión significativa en comunicación social
+1 millón de dólares
Estas cifras dan cuenta de una huella cuantitativa robusta. Sin embargo, el impacto cualitativo es igualmente relevante: la transformación de imaginarios sociales en torno al heroísmo y la ciudadanía activa.
Este efecto multiplicador es clave: los medios no se limitan a narrar la realidad, sino que pueden contribuir a transformarla al poner en circulación relatos que promuevan la solidaridad, la innovación social y la participación cívica. En este sentido, Héroes por Panamá se inscribe en una tradición de comunicación para el desarrollo, donde la narrativa no se utiliza para fines comerciales, sino como herramienta de construcción de lo público.
RECONOCIMIENTO INTERNACIONAL
El proyecto ha sido reconocido por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) como una práctica vinculada al ODS 11: Ciudades y comunidades sostenibles. Este reconocimiento no solo valida su aporte local, sino que también lo sitúa como referente en la región.
Desde una mirada académica, este tipo de validación internacional refuerza la noción de que la articulación entre medios de comunicación, sociedad y academia constituye un modelo replicable en otros contextos. En un escenario global donde la sostenibilidad es un desafío compartido, la experiencia panameña aporta un ejemplo concreto de cómo los medios pueden incidir en los ODS desde lo local.
RETOS HACIA EL FUTURO
Al llegar a su decimoquinto aniversario, Héroes por Panamá enfrenta desafíos significativos:
■ Adaptación digital: la necesidad de integrar plataformas digitales y redes sociales para alcanzar a audiencias más jóvenes.
■ Ampliación de formación: extender el diplomado hacia temas emergentes como innovación social, economía circular y ciudadanía digital.
■ Fortalecimiento regional: establecer vínculos con proyectos similares en América Latina para compartir aprendizajes y ampliar la incidencia.
■ Medición de impacto: desarrollar metodologías más sofisticadas para evaluar los efectos de largo plazo en las comunidades beneficiadas.
Estos retos no disminuyen el valor de lo alcanzado, sino que señalan el camino hacia una segunda etapa de madurez.
Quince años después de su creación, Héroes por Panamá no es solo un proyecto de responsabilidad social de un medio de comunicación. Es, en sentido estricto, un laboratorio de ciudadanía y sostenibilidad. Su combinación de visibilidad, formación y reconocimiento ha configurado un ecosistema donde las organizaciones sociales no solo existen, sino que se fortalecen y se proyectan.
El impacto en millones de personas, las horas de capacitación, la inversión en tiempo aire y los premios entregados son indicadores de éxito. Pero el legado más profundo reside en la transformación cultural: la convicción de que los héroes no son figuras distantes, sino ciudadanos y ciudadanas que,
De arriba hacia abajo: El proyecto “Héroes por Panamá” fue reconocido por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) como una práctica vinculada al ODS 11: Ciudades y comunidades sostenibles. Las galas de Héroes por Panamá se transmiten desde 2013 y, además de generar un impacto económico para las fundaciones, incluyen capacitaciones que fortalecen el desarrollo de sus proyectos.
desde la acción comunitaria, contribuyen a construir un país más humano y sostenible.
En un mundo atravesado por crisis y desigualdades, Héroes por Panamá representa una experiencia que invita a repensar el rol de los medios en la esfera pública y su capacidad de incidir en la construcción de ciudadanía. Celebrar quince años no es un cierre, sino la apertura de un nuevo ciclo donde la visibilización, la sostenibilidad y la innovación seguirán siendo claves para transformar realidades.
ECONOMÍA CIRCULAR DESDE
EL LABORATORIO DE SOSTENIBILIDAD PARA EL MUNDO
Ciara Morris
Cortesía de Clandestino Labs, Mary Quintero y Simple AF
Alexandra César - FCdS
La humanidad enfrenta un dilema urgente: cómo seguir creciendo sin poner en riesgo la vida en el planeta. El modelo económico lineal, basado en extraer, producir, consumir y desechar, ha demostrado ser insostenible. Cada año generamos más de 2,000 millones de toneladas de desechos sólidos en el mundo, y solo una fracción mínima es reciclada o reutilizada. El resto termina en vertederos, ríos u océanos, agravando la crisis climática y de biodiversidad.
Frente a este desafío, la economía circular se ha convertido en una respuesta transformadora. Se trata de un modelo que busca mantener los productos, materiales y recursos en uso el mayor tiempo posible, regenerando los sistemas naturales y reduciendo la presión sobre el medioambiente. Es un cambio profundo de paradigma: dejar de ver los residuos como un problema y empezar a tratarlos como una oportunidad.
En Panamá, un epicentro de esta transformación se encuentra en Ciudad del Saber. Más que un campus de innovación, este espacio se ha consolidado como un laboratorio vivo donde empresas, diseñadores, emprendedores y organizaciones internacionales experimentan y aplican soluciones de sostenibilidad. Aquí, la economía circular no es un concepto teórico: es una práctica diaria que está inspirando a toda una región.
Un ecosistema para la innovación sostenible
La Fundación Ciudad del Saber, desde su creación, ha buscado conectar el conocimiento con la acción. Su apuesta por la sostenibilidad va más allá de proyectos puntuales: se trata de fomentar un ecosistema donde la innovación social y ambiental florezca.
En este marco surge el Centro de Innovación, un espacio donde convergen empresas con la visión de transformar la manera en que producimos y consumimos. Valeria Mendoza, líder de dinamización y atracción del Centro, informó que en 24 años han impulsado más de 10 mil emprendimientos.
“A pesar de que mucha gente emprende, solo el 15% de los emprendimientos sobrevive los 3.5 años y eso pasa en parte porque no tienen un diferenciador, porque no analizan su competencia, no analizan su cliente, no analizan su problema, entonces
nosotros entramos ahí a través de nuestras diferentes herramietas, a ayudarles a fortalecer sus negocios y aumentar sus probabilidades de éxito”.
Este ecosistema no se limita a proveer infraestructura física. Ciudad del Saber actúa como una comunidad de apoyo, donde los emprendimientos comparten aprendizajes, generan alianzas y amplifican su impacto. Y lo más importante: se convierten en inspiración tangible para mostrar que otro modelo económico es posible.
“Sabemos que el emprendimiento puede ser solitario, entonces brindamos mecanismos para que conozcas otras personas que al igual que tu están pensando en innovación para el cambio social, que te puedan inspirar, que te puedan guiar, que puedas aprender de ellos”, añadió Mendoza.
Historias que cierran el círculo
BLISS
sembrando conciencia y acción
Uno de los actores clave en este movimiento es Bliss Economía Circular, fundada por Alexei Castillo hace 18 años. La empresa se especializa en ayudar a organizaciones y comunidades a implementar estrategias circulares de manera práctica.
En junio de este 2025, Bliss coordinó junto a Ciudad del Saber el primer Congreso de Economía Circular en Panamá “Circularis 2025”, un evento que reunió a expertos, empresas y sociedad civil. Para Castillo, este fue un punto de partida: “En el congreso logramos firmar un convenio con el Ministro de Ambiente, Juan Carlos Navarro, para potenciar el impacto de ambas instituciones en comunidades con nuevas herramientas de sostenibilidad”.
Desde asesorías a empresas hasta proyectos comunitarios, Bliss impulsa una visión transformadora: que la circularidad se convierta en parte del ADN de la economía panameña.
En Bliss le buscan valor a los materiales que no tienen valor comercial: como el plástico, residuos orgánicos y vidrio, para transformarlos en materia prima. “El orgánico para transformarlo en abono para suelos y también lo podemos transformar en alimentos para animales de granja como cerdos y pollos de engorde; el vidrio como un sustituto de la arena de mar para construcción y como agregado para suelos; y el plástico como un agregado para crear concreto, crear madera plástica y de esa manera plástica crear otros productos”, detalló Castillo.
Concluyó que en Panamá se necesita dinero, leyes, infraestructura y ver la basura como un recurso y no un problema: “Cuando conectemos todo eso entonces podremos tener una industria que no existe en Panamá, que es la industria de las materias primas post consumo, que tiene tanto valor y que todo se está yendo afuera o enterrando en la basura”.
Imagen de la firma de convenio realizada por Alexei Castillo de Bliss y Juan Carlos Navarro, Ministro de Ambiente para promover acciones conjuntas en reciclaje y valorización de residuos.
SIMPLE AF
pioneros en manufactura sostenible
En el corazón de Ciudad del Saber también late la innovación de Simple AF, fundada por los hermanos Alejandro y Sofía Fasquelle. Esta empresa se ha posicionado como pionera en la manufactura sostenible, con una propuesta clara: demostrar que se pueden crear productos de alta calidad a partir de materiales reciclados y procesos responsables.
Su modelo va más allá de la producción: integra diseño, tecnología y sostenibilidad para ofrecer soluciones que impactan positivamente a las comunidades y al ambiente. En su taller, cada material es analizado con lupa para entender cómo prolongar su vida útil o reincorporarlo a nuevos procesos.
Para los Fasquelle, estar en Ciudad del Saber ha sido fundamental: “Le estamos dando valor a esta nueva manera de manufacturar que debería de ser el futuro, ya que la manufactura tradicional es uno de los segundos contaminantes más grandes del mundo”, afirma Sofía.
Simple AF es un ejemplo que demuestra la economía circular porque le dan una segunda vida a un residuo textil. “Usualmente lo que pasa en el textil es que dicen, por ejemplo, estoy haciendo un textil a base de banano o estoy haciendo un textil a base
de botellas plásticas, pero ahí estás creando una materia prima. Nosotros no estamos creando una materia prima, sino que estamos agarrando algo que es literalmente basura y usándolo como materia prima para hacer un producto nuevo”, aclaró la cofundadora.
Actualmente mantienen una alianza con Undercover Boots, en la que le manufacturan una línea sostenible con productos llamados “undercover impact”. Se trata de accesorios hechos con textil reciclado, hechos en Panamá.
“En Panamá sí existe conciencia, sí existen empresas que están dispuestas a ponerle valor a este tipo de productos. En muchos casos nosotros cuando recolectábamos material de empresas, lo tenían en bodegas como por 5 años y decían que no sabían qué iban a hacer con ello, pero sabían que no lo querían botar. Entonces creo que cualquier persona o empresa que quiere aportarle a la sostenibilidad, realmente se puede hacer de una manera rentable y escalable”.
Gracias a su alianza con Hecho por Refugiados, Simple AF en el 2024 capacitó a 13 emprendedoras refugiadas.
Undercover Boots realizó cambios en la confección de sus productos e inició a generar accesorios con botellas de plástico para reafirmar su compromiso con el planeta.
UNDERCOVER BOOTS
moda que pisa fuerte hacia la sostenibilidad
La marca panameña Undercover Boots, conocida por sus botas de lluvia con diseños creativos, está escribiendo un nuevo capítulo en su historia al integrar prácticas de manufactura sostenible. Su directora, Mary Quintero, entendió que la moda debía dar un giro hacia la responsabilidad ambiental.
La alianza con Simple AF ha sido clave para rediseñar procesos de producción y reducir el impacto ambiental. Próximamente sus líneas incorporarán materiales reciclados y criterios circulares que aseguran un menor desperdicio.
“Hemos querido hacer este cambio desde hace muchos años y son cambios bastante grandes aunque sea una empresa pequeña. Cambiar la manufactura de China a Panamá con impacto sostenible es un impacto social con un empaque biodegradable. Es totalmente diferente a lo que veníamos haciendo, así que primero es un giro de 180 grados, pero era nuestro sueño poder fusionar todo lo que es estilo y lo que es moda con la sostenibilidad, o sea, tener realmente un enfoque de responsabilidad ambiental y una manufactura sostenible, en verdad eso para nosotros es una evidencia de una creación de una moda a prueba de agua con conciencia”, detalló emocionada Quintero.
Pero el cambio no solo ocurre en la fábrica. Según Quintero, lo más valioso será la respuesta de los clientes con el lanzamiento de la nueva línea en septiembre: “Estamos esperando que la respuesta sea positiva, pero hay que tomar en cuenta que el cliente latino versus el cliente europeo o el asiático es distinto. Independientemente de la calidad, el cariño que se le ponga, va a ser el mismo o aún más porque vamos a tener el orgullo de tener productos hechos en Panamá. Así que esperamos que sea igual o mejor que el comportamiento de las colecciones previas que hemos tenido”.
CLANDESTINO LABS
diseño como activismo
El plástico es uno de los materiales más contaminantes de nuestro tiempo. Sin embargo, para Clandestino Labs, fundado por Nahuel Galeano, también es una fuente de creatividad. Este estudio de diseño y arte convierte desechos plásticos en muebles innovadores, combinando estética y conciencia ambiental.
Cada pieza producida por Clandestino Labs cuenta una historia: la de un material que pudo haber terminado en un río o vertedero, pero que gracias al diseño se transforma en un objeto funcional y bello. Para Galeano, el diseño es también un acto de conciencia: “Desde Clandestino vemos la basura como un error de diseño. La basura es una parte no pensada de la producción de los objetos. Entonces lo que hacemos nosotros es al revés. Nosotros agarramos la basura de otros productos, de otras producciones de otras empresas y las transformamos en valor. Entonces, de esa manera también invertimos ese pensamiento de que existe realmente el descarte, pero además valorizamos y generamos toda una cadena de valor alrededor de eso, que principalmente, evita la generación de residuos en la naturaleza”.
Su trabajo conecta con la filosofía de Ciudad del Saber: demostrar que la innovación no siempre se mide en tecnologías sofisticadas, sino en la capacidad de replantear lo cotidiano.
Clandestino ha logrado desviar mas de 50 toneladas de descartes plásticos con la creación de sus productos.
Empresas que generan un impacto social al crear: la economía circular es el camino hacia un futuro más sostenible.
La visión transformadora: más allá del objeto
Las historias de Bliss, Simple AF, Undercover Boots y Clandestino Labs tienen en común una premisa poderosa: el residuo no es el final de la cadena, sino el inicio de un nuevo ciclo.
Cada iniciativa, desde sus particularidades, apunta hacia un mismo horizonte: un modelo económico que genera valor sin destruir recursos. Lo hacen combinando creatividad, innovación tecnológica y, sobre todo, una profunda convicción ética.
La circularidad desde Ciudad del Saber demuestra que la sostenibilidad no es una meta distante, sino una práctica alcanzable cuando hay visión y colaboración. Más aún, muestra que el cambio no ocurre únicamente en las grandes corporaciones o gobiernos: puede nacer en un taller de diseño, en una línea de producción de botas o en la mente de un emprendedor que decide ver oportunidades donde otros ven desechos.
Empresas que generan un impacto social al crear: la economía circular es el camino hacia un futuro más sostenible.
Panamá como nodo de innovación circular
La experiencia de estos emprendimientos señala un camino prometedor: Panamá puede convertirse en un referente de economía circular en la región. Su ubicación estratégica, su ecosistema de innovación y la fuerza de comunidades como la de Ciudad del Saber son ventajas únicas para impulsar este modelo.
Desde aquí quieren demostrar que es posible crear negocios rentables, innovadores y sostenibles, ya que la economía circular no es una moda, es la ruta hacia un futuro donde desarrollo y sostenibilidad se sostienen mutuamente.
Hoy, el mundo mira con atención hacia los laboratorios de innovación sostenible. Desde Ciudad del Saber, Panamá aporta historias concretas que inspiran y demuestran que otra economía es posible. Una economía que, lejos de agotar los recursos del planeta, los regenera.
Y quizás esa sea la mayor lección de este laboratorio vivo: que el futuro circular no se espera, se construye. Y se está construyendo desde Panamá, para el mundo.
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