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Los instrumentos de gestión para la concertación

ARQ. MIRTA LEVIN

Secretaria de Planeamiento

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El momento que vive hoy la ciudad de Rosario es sin duda muy particular, se podría decir que en alguna medida es comparable con las épocas de mayor esplendor, cuando a finales del siglo XIX y principios del XX se consolidó una importante burguesía rosarina. Ese fenómeno tuvo repercusión en su conformación urbana y arquitectónica, ya que dio lugar a la construcción de edificios emblemáticos de carácter institucional públicos y privados (el Palacio de Justicia, los colegios normales, el Jockey Club, el Club Español y la Bolsa de Comercio); edificios de renta (la Agrícola y la Inmobiliaria) y sedes de empresas industriales (la sede de Molinos Fénix y el edificio Minetti). Se iniciaron en el mismo período aperturas de importantes bulevares como el Santafesino (hoy bulevar Oroño) y Argentino (hoy avenida Pellegrini), las que evidenciaron la influencia de muchos planes europeos en la concepción y construcción de la ciudad. Estas aperturas definieron la primera ronda de bulevares perimetrales al centro, un sistema básico que tuvo tanto peso en la estructuración urbana.

Hoy sin dejar de lado su perfil portuario e industrial – asegurado por el resurgimiento del puerto y de varias industrias de la región – Rosario se ha ido transformado además en un foco turístico, cultural y en un centro de captación cada vez más creciente en exposiciones y eventos, muchos de ellos de alcance internacional. No solo se verifica un cambio cuantitativo sino fundamentalmente cualitativo. El núcleo de escala intermedia se va convirtiendo paulatinamente en una metrópoli que amplía y diversifica su oferta de actividades y servicios para una extensa región.

Nuevamente –igual que entonces– la ciudad registra un gran cambio con la mejora de los grandes parques, vías de acceso y la incorporación de nuevos equipamientos. La creación del Parque Scalabrini Ortiz y el Paseo de la Estación (detrás del Centro de Distrito Centro) y las intervenciones en Parque Norte y el Parque a la Bandera han consolidado la actuación sobre el nuevo frente urbano que se generó con la apertura de Rosario al río. La remodelación mediante obra pública de grandes avenidas y vías de acceso, así como la planificación y desarrollo de importantes equipamientos refuerzan su imagen de ciudad en evolución, por la escala que adquieren emprendimientos tales como el Museo de Arte Contemporáneo en el Parque Sunchales (con la restauración del Silo Davis), el Centro de Iniciación Deportiva en el Parque Hipólito Yrigoyen, los seis Centros Municipales de Distrito, el nuevo Hospital Regional de Emergencias Clemente Álvarez (HECA), el Estadio Mundialista de Hockey, la Biblioteca del Bicentenario y el Puerto de la Música.

La liberación y apertura de la costa ha sido sin duda la operación urbanística que adquirió mayor escala dimensión y visibilidad y que fue posible a partir del traslado de las actividades productivas y portuarias al sur de la ciudad. Esta decisión tan trascendental para el desarrollo urbano se irá consolidando en los próximos años con el impulso del plan especial para la transformación de Puerto Norte como área de nueva urbanización, que reemplazará a las actividades productivas del antiguo puerto; y la implementación del «Plan de Integración Ciudad-Puerto» que se está coordinando con el Ente Administrador del Puerto Rosario (ENAPRO), para trabajar en un reordenamiento y definición de un cordón exterior de contención ambiental.

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