LA QUINTA Nº 114
Abril-Mayo 2013
Pág. 35
enseñó el propio Jesús, y todo esto, porque si no hay entrega, solidaridad y pasión por el hombre que sufre… no hay verdadera fe cristiana. Entonces, ¿cómo se realiza la fe? La fe no es algo inerte, sino algo que debe ser ejercitada a través de: La oración, de modo que nos permita en la vida descubrir y advertir su presencia, para de esta manera ir orientando la propia vida hacia Él… La práctica del amor. Pues la consecuencia de la fe debe ser corroborada y hacerse operativa por el amor… Descubrir la presencia de Dios en medio de las vicisitudes de la propia vida, pues cuando uno es verdadero creyente, su propia vida se convierte en experiencia de Dios.
Acabó la conferencia afirmando que cuando uno tiene fe puede hacer aquello que decía San Agustín “Ama y haz lo que quieras”, pues su propia vida está firmemente anclada y fundamentada en Dios. También San Ignacio en sus Ejercicios nos dice que cuando la fe está enraizada en Dios podemos descubrir a Dios en todas las cosas y personas, amando y sirviendo… Y esta explicitación de nuestra fe será el tema de la tercera conferencia que bajo el título “Ser creyentes para ser testigos”, impartirá el próximo 29 de abril y a la que todos estamos invitados.
Rafa