Medicina Asturiana, 12

Page 24

enfermería ENFERMERÍA CUARTO TRIMESTRE 2012

22

Isabel Martínez Otero, siempre aprendiendo Fotos: Carmen González Casal

Ella misma nos relata su biografía Nací en Oviedo, en cuya Escuela Universitaria de Enfermería cursé mis estudios, formando parte de su quinta promoción, con lo que cumplí mi ilusión de ser enfermera, un sueño que tenía desde pequeña, hasta el punto de que nunca pensé en ejercer otra profesión. Personalmente me considero una persona sensible que en sus ratos libres le encanta perderse entre las páginas de un buen libro, sobre todo si es novela histórica; también me gusta viajar, sin que pueda decantarme por un escritor o un país en particular, pues son muchos, en ambos casos, los que me gustan. Mi primer trabajo fue como ATS de zona en El Berrón, durante cuatro meses, desde julio de 1985. Ahí empecé a darme cuenta de que estaba enamorada de mi profesión a pesar, lógicamente, de mi falta de rodaje. Allí tuve mi primera gran experiencia: tratar un shock anafiláctico; aún no lo he olvidado. Me incorporé al Centro Médico en noviembre de 1985. Llegué a la tercera planta y en ella continúo. Primero en el turno de noches, desde la primavera de 1986 y durante 16 años. Fue un periodo profesional y personal muy valioso para mí, pues al tener que enfrentarme sola a algunas situaciones me fui haciendo como enfermera y como persona. Desde la primavera de 2002 hasta hoy estoy en los turnos rotatorios. En total llevo 27 años en el Centro. Ha sido para mi un tiempo de continuo aprendizaje, en el que cada día está configurado por un reto de ilusión, trabajo, cariño, emociones -siempre diferentes-, donde el contacto con el paciente y su familia es la base de mi vocación. En todos estos años he trabajado con muchísimas personas y a todas les quiero agradecer su apoyo, ayuda, las risas que hemos compartido, el cariño y todo lo que he aprendido de ellas, ya que de cada una he recibido algo positivo.

En el agradecimiento he de incluir a pacientes y familiares, pues ellos me han enseñado que los antibióticos, calmantes y medicinas en general que administro, mejoran o curan su cuerpo, pero que una sonrisa, una palabra de aliento o incluso un abrazo, mejoran su estado de ánimo, ayudando así a curarse de forma más satisfactoria. En toda mi trayectoria he intentado tener siempre en cuenta el consejo que me dio mi madre cuando le planteé mi temor a no ser capaz de hacer lo suficientemente bien mi trabajo: “que cuando abriese la puerta de una habitación pensase en cuidar a esa persona enferma como si de mi padre o de ella misma se tratase”. Por tanto, sólo tengo un objetivo profesional: seguir aprendiendo para ser cada día mejor enfermera. MA


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.