Núm. 20. Revista Enredando. Red de mujeres con discapacidad

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Tu espacio

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Hacer posible lo imposible Mª José es una mujer licenciada en Derecho que en la actualidad preside la Asociación Jiennense para la Promoción de la Mujer con Discapacidad LUNA, donde además trabaja como promotora de igualdad. También forma parte de la directiva Federación de Asociaciones para la Promoción de la Mujer con Discapacidad LUNA Andalucía. Mª José tiene una discapacidad de un 76%, sus limitaciones no se ven, la gente no las aprecia, sin embargo, son las que más le han obstaculizado a la hora de desenvolverse. Ella es una mujer con discapacidad privilegiada, sus padres y sus hermanos afrontaron su discapacidad con total ‘normalidad’ y nunca le han hecho sentir diferente al resto sino todo lo contrario, debía hacer las cosas como todo el mundo, pelar una manzana, correr, saltar, estudiar e incluso bailar. Y bailar, porque su tía materna tenía una academia de baile de reconocido prestigio en Jaén, y desde los 8 a los 16 años ha bailado sevillanas, flamenco, clásico español y baile regional de Andalucía en el grupo como una más. Desde los 17 años de edad hasta hace poco ha estado impartiendo clases de baile en numerosos pueblos de la provincia de Jaén, en colegios, asociaciones de mujeres, centros de personas adultas, y ha organizado muchos espectáculos de baile. Por lo que muchas cosas no son imposibles para las mujeres con discapacidad. Al cumplir 18 años y coincidiendo con asociarse a ASPRAMIF (Asociación para la promoción y atención para las personas con discapacidad física), pasó por el Centro de Valoración y Orientación para obtener la calificación de minusvalía y ¡Ay, cuántos problemas se encontró!. Al solicitar certificados de aptitud para unas oposiciones de subalterna, no se lo daban porque con el brazo no podía desempeñar el puesto, si pedía certificado de aptitud para administrativa, tampoco se lo daban porque tenía limitación visual, y entonces ¿Para que servía Mª José?. Se fue a solicitar ayuda a su asociación ASPRAMIF, y fue su entonces presidente, quien la acompañó a reivindicar lo que estaba pasando y obtuvo certificado de aptitud. Pero otra vez volvió a desengañarse, otro obstáculo más eran esos formularios que había que rellenar con casilleros diminutos a la hora de presentarse a las oposiciones y que no veía un pimiento, pues entonces no existían adaptaciones a las pruebas. A partir de ahí decidió estudiar la carrera de Derecho, que aunque también le resultaba difícil, buscaba sus triquiñuelas ampliando las fotocopias de los apuntes para verlas mejor. Tampoco obtuvo en su día ningún tipo de ayuda de la Universidad. Pero por fin todo fue cambiando gracias al movimiento asociativo En al año 1992, se casó y en 1995 decidió tener un hijo. Estando embarazada no salía a la calle sola, siempre iba agarrada del brazo de otra persona por si le fallaba la rodilla. Le entraba la llorera al pensar que cuando diera a luz, no iba a poder encargarse del cuidado de su bebé, y con el tiempo pensó que eso era un error, porque siempre las mujeres han asumido el cuidado y la educación de las hijas y los hijos, cuando esto es tarea compartida del padre y de la madre. Evidentemente, con su marido, nunca tuvo este problema. Con las tareas domésticas siempre compartidas, sus clases de baile en los colegios y su hijo con tres años (en fin todo por delante) consiguió terminar la carrera de Derecho en el año 2000, y fue nuevamente el movimiento asociativo quien la ayudó a incorporarse al mundo laboral. Por todas las dificultades que se encontró, más el tiempo invertido en intervenciones quirúrgicas, quizás tardó en terminar su carrera, tardó en formalizar un contrato de trabajo pero ¿Qué es tarde? ¿Para qué es tarde?. Lo principal es que Mª José fue constante. Por eso hoy, desde LUNA anima a las mujeres con discapacidad a que no vean nada imposible, a no decaer, a luchar por sus metas y acercarse a Luna no sólo a buscar ayuda, sino a sentirse partícipes del movimiento asociativo y a luchar y trabajar por sus derechos y su espacio en la sociedad. g

Embrujo. Germana Ponti

Mª José Jurado.

Jóven

Un cartel de igualdad de género con billete a África a Comisión Europea ha convocado un año más el certamen de carteles y vídeos Premios Desarrollo para Jóvenes 2008/2009, dedicado este año al Desarrollo Humano y cuyo premio es viajar a África junto con las otras 26 personas ganadoras procedentes de los países restantes de la Unión Europea. Con este certamen se pretende concienciar a jóvenes de Europa, de entre 16 y 18 años, sobre la importancia del desarrollo. De esta manera se les acerca la realidad africana creando un futuro más positivo de cara a la Cooperación al desarrollo. Este año uno de los temas elegidos para el contenido de los trabajos es la igualdad de género, sin embargo,

L

también se podrá participar con carteles sobre la infancia y la juventud o la diversidad cultural. El póster deberá tener tamaño A3 y centrarse en el continente africano. En él se ofrecerá un mensaje corto y directo que no exceda los 100 caracteres. Por su parte, el vídeo o presentación multimediatendrá formato Flash (SWF), PowerPoint (PPT), Quicktime, Windows Media Video o MPEG, no durará más de 3 minutos y no excederá los 640 x 480 píxeles. La fecha para presentar los trabajos finaliza el día 30 de junio. Bases: Instituto Andaluz de la Juventud o www.dyp2008.org enredando


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