Informe sobre la evaluación de los servicios medioambientales ofrecidos en la Reserva de Biosfera de Babia (LEÓN)
PABLO CASARES GONZÁLEZ RESERVA DE LA BIOSFERA DE BABIA
XAVIER QUEROL CARCELLER INSTITUTO DE CIENCIAS DE LA TIERRA JAUME ALMERA-CSIC
ÍNDICE
1 SITUACIÓN ACTUAL DE LA BIODIVERSIDAD Y LOS ECOSISTEMAS EN LA RESERVA DE BIOSFERA DE BABIA ................................................. 3 1.1 Localización......................................................................................................... 3 1.2 Flora
................................................................................................................ 4
1.3 Fauna ................................................................................................................ 5 2 FUNCIONES Y SERVICIOS APORTADOS POR LOS ECOSISTEMAS ........ 7 2.1 Funciones de regulación ...................................................................................... 7 2.2 Funciones de hábitat .......................................................................................... 17 2.3 Funciones de producción ................................................................................... 19 2.4 Funciones de información ................................................................................. 24 2.5 Funciones de sustrato......................................................................................... 26 3 LOCALIZACIÓN ESPACIAL Y BENEFICIARIOS........................................ 31 4 FORMAS DE APROVECHAMIENTO Y TIPO DE GESTIÓN POR LAS COMUNIDADES LOCALES ............................................................................ 34 5 PRINCIPALES IMPACTOS Y PRESIONES SOBRE LOS ECOSISTEMAS Y SUS FUNCIONES.............................................................................................. 36 6 BIBLIOGRAFÍA ................................................................................................ 38
1 SITUACIÓN ACTUAL DE LA BIODIVERSIDAD Y LOS ECOSISTEMAS EN LA RESERVA DE BIOSFERA DE BABIA 1.1 Localización La Reserva de la Biosfera de Babia tiene una superficie de 38.017 hectáreas. El límite septentrional de la comarca lo determina la línea de cumbres que separa las provincias leonesa y asturiana, con alturas superiores a los 2.000 metros (Peña Ubiña, Alto Rosapero, Picos Blancos, etc.), mientras que el meridional viene configurado por un cordal montañoso cuya altura máxima se encuentra en el alto de La Cañada, de 2.154 metros, al sur del cual se sitúa la comarca de La Omaña. Ambas barreras montañosas individualizan una cuenca hidrográfica, la del río Luna, que abarca la práctica totalidad del territorio. La zona Oeste se corresponde con la cuenca del río Sil, que debido a su mayor capacidad erosiva consiguió capturar la cabecera del alto Luna y algunos de sus afluentes, por lo que parte de estas aguas, drenan hacia la cuenca del Miño. Este fenómeno de erosión regresiva tiene un elevado interés desde un punto de vista geomorfológico y científico. La diversidad biológica de la comarca de Babia viene determinada por la heterogeneidad de su medio y los diferentes usos tradicionales llevados a cabo en la comarca desde hace siglos. Respecto al medio geológico se aprecia una alternancia de materiales calizos y silíceos entre las diferentes sierras y valles que conforman el paisaje. Aunque en general la altura es elevada pues todo el terreno se sitúa por encima de los 1.100 m.s.n.m., hay una gran diferencia altitudinal, pues existen numerosas cotas por encima de los 2.000 m.s.n.m y un importante cambio de pendientes. Mientras que las zonas próximas a los cordales montañosos predominan altas pendientes, el fondo del valle es prácticamente plano debido a la erosión glaciar típica de este territorio. De igual modo, el ser humano ha provocado una alteración diferencial en este territorio a lo largo de la historia. En la zona norte es donde se pueden localizar la mayoría de los pastizales de altura, situados sobre suelos calizos. Estos pastizales llamados puertos (puertos pirenaicos en algunas publicaciones) eran zonas de pastoreo estival de grandes rebaños de ganado ovino y trabajados con fuego para favorecer el pastizal. Las zonas del valle de los ríos Luna y Sil, al ser zonas llanas han sido lugar de asentamiento de poblaciones y donde se localizan fincas de prados de siega. Por el contrario, en la zona sur predominan territorios silíceos, que han tenido una menor carga
ganadera en el pasado y con una mayor vocación forestal. Son los terrenos más abandonados y que presentan una mayor proporción de matorral y monte bajo. La diversidad y estado de conservación del paisaje en la Reserva de Biosfera de Babia, es consecuencia directa de los usos tradicionales del territorio, de vocación preferentemente ganadera. La continuidad de dichos usos tendrá mucho que ver con el mantenimiento y la conservación de buena parte de dicha diversidad, pues como se viene observando en los últimos tiempos, el abandono del pastoreo con ganado de los puertos de montaña de la zona, trae consigo la desaparición de los ricos pastizales del territorio, al ser invadidos por comunidades arbustivas dominadas por aulagas, enebros, piornos, escobas, urces o brezos, según la localización y el sustrato de dichos pastizales.
1.2 Flora Al no existir ningún estudio que se limite al área de la Reserva de Biosfera, hacemos referencia aquí a la documentación aportada por el Plan de Ordenación de los Recursos Naturales de los Valles de Babia y Luna elaborado en 2008. Este Plan abarca la Reserva de Biosfera de Babia y los municipios próximos de Sena de Luna y Barrios de Luna, siendo un territorio similar en cuanto al medio físico al de esta Reserva. En este territorio se han descrito 1503 especies. De éstas, 1165 habían sido ya citadas previamente en la bibliografía consultada mientras que la intensa prospección de campo efectuada para confeccionar la cartografía ha permitido detectar 338 nuevas especies que son novedad florística para este territorio. Se debe destacar que 96 especies de este Catálogo Florístico presentan un interés especial regional o local, según lo distintos criterios que se han comentado en la introducción y que 33 de ellos han sido incluidos en el Proyecto de Decreto por el que se crean el Catálogo de Flora Protegida de Castilla y León y la figura de protección denominada Microrreserva de Flora. Se reconocen hasta 39 endemismos cantábricos, varios de los cuales restringen su ámbito a la comarca de Babia; 31 taxones sólo hallados en los Pirineos y la Cordillera Cantábrica, uno cuya presencia se ha constatado únicamente en la Cordillera Cantábrica y los Montes de León, y numerosas especies de ámbito exclusivamente ibérico. Esta gran variedad viene dada fundamentalmente por sus características litológicas –presencia de suelos básicos, ácidos y combinaciones de ambos- y orográficas –valles cerrados, numerosos canchales y gleras-.
1.3 Fauna Por su parte, la fauna tiene también una amplia representación gracias a la diversidad de hábitats, con 207 especies vertebradas reconocidas, la práctica totalidad de ellas con algún tipo de protección:
Más de la mitad de las especies —129— presentes en la comarca de Babia están incluidas en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas; todas ellas en la categoría de Interés Especial excepto el oso pardo, que lo está como especie en peligro de extinción.
Según los diferente libros rojos españoles, que detectan el nivel de amenaza que existe sobre las especies presentes en el territorio, hay una especie en peligro de extinción (el oso pardo), dos en peligro (el milano real y el alimoche), dos raras (el desmán ibérico y la liebre del piornal) y numerosas especies en la categoría de vulnerables: tres peces (trucha, gobio y lamprehuela), un anfibio (el tritón alpino), cuatro aves (aguilucho cenizo, perdiz pardilla, tórtola europea y colirrojo real) y cuatro mamíferos: el murciélago pequeño de herradura, el murciélago ratonero grande, la nutria paleártica y el lobo.
Las especies incluidas en el Anexo IV de la Directiva Hábitats (especies animales y vegetales de interés comunitario que requieren una protección estricta), recogen que en la comarca de Babia y su entorno inmediato están presentes numerosas especies: cuatro reptiles, siete anfibios y quince mamíferos, entre los que destacan el oso pardo, la nutria y diez especies de murciélagos.
En lo referente a las aves, 21 especies detectadas en el territorio –entre las que se incluyen numerosas rapaces- están incluidas en el anexo I de la Directiva Aves, lo que exige la adopción de medidas de conservación especiales en cuanto a su hábitat, con el fin de asegurar su supervivencia y su reproducción. Si bien en la zona no existe área de cría de Urogallo, presenta hábitats idóneos para esta especie y una gran proximidad a áreas actuales de cría. Pueden citarse como especies más singulares por la situación de sus poblaciones
o por su carácter endémico al oso pardo, que aunque no cría en la zona se mueve regularmente por la misma, siendo Babia el extremo Este del núcleo occidental; la perdiz pardilla, y la liebre del piornal, esta última con su área de distribución restringida a la Cordillera Cantábrica, y que encuentran aquí su hábitat idóneo dada la abundancia de matorral combinado con el pastizal. Junto a éstas, numerosas rapaces y un elenco abundante de murciélagos, pues se han identificado en la zona 10 de las 26 especies presentes en toda la Península.
Respecto a especies de invertebrados no existen estudios concretos de catalogación en esta comarca, sin embargo si cabe destacar los recientes estudios sobre el uso de abejas en zonas forestales de alta montaña para favorecer la polinización de plantas de arándano y mejorar su fructificación para mejorar el hábitat de urogallo y oso pardo.
2 FUNCIONES Y SERVICIOS APORTADOS POR LOS ECOSISTEMAS 2.1 Funciones de regulación REGULACIÓN ATMOSFÉRICA
La función reguladora e intercambiadora de gases a través de la vegetación es de gran interés, pues no sólo es fundamental para el mantenimiento de los ciclos biogeoquímicos de la atmósfera, sino que además mantiene una adecuada calidad atmosférica. Las plantas, a través del sistema fotosintético son capaces de absorber CO2 y eliminar O2 a la atmósfera. Una hectárea de bosque puede suponer entre 50.000 y 150.000 m2 de superficie foliar y fijar de 20 a 30 toneladas de CO2 al año (1). La función regeneradora de la vegetación no se limita a la fijación de CO2 y eliminación de O2, sino que concierne igualmente a la absorción de gases tóxicos. Estos penetran por los tejidos vegetales al mismo tiempo que el aire y pueden ser retenidos por los diferentes procesos fisiológicos; algunos gases son incluso metabolizados de forma que la planta puede acumular sin peligro cierta cantidad, mientras que en el ser humano la misma cantidad resultaría tóxica. Desde el punto de vista local, la función de absorción de CO2 y otros gases tóxicos por parte de la vegetación ofrece directamente un servicio de mantenimiento de una adecuada calidad del aire. A nivel local, en Babia, la calidad del aire se estima buena, pues aunque no existen estaciones de control de la contaminación atmosférica, existe una abundante presencia de bioindicadores atmosféricos: hongos y líquenes muy sensibles a la contaminación atmosférica, especialmente por partículas de azufre. Son frecuentes en la zona líquenes fruticulosos y especies de hongos como Rhitisma acerinum, muy sensibles a esta contaminación La función de absorción de los ecosistemas tiene una vital importancia también a nivel global debido a los ciclos y corrientes atmosféricas. Ayuda a controlar los niveles de CO2 atmosféricos y por lo tanto a regular el calentamiento global, mientras que la eliminación de O2 ayuda a aumentar los niveles de este gas y por lo tanto a la formación de ozono atmosférico. Por ello, también ofrece un servicio de mantenimiento de un clima favorable. En Babia el 80 % de la superficie se corresponde con pastizales, tanto de fondo de valle, con una producción muy elevada de hierba (monocotiledóneas en su mayoría)
y pastizales de montaña. Muchos de estos pastizales se encuentran abandonados y presentan un elevada colonización por matorral de bajo y medio porte (Genista occidentalis, Genista florida y Cytisus scoparius principalmente). Por otra parte, las masas arboladas son muy limitadas en superficie. Según los datos aportados en el Congreso Nacional de Medio Ambiente de 2009 a través de una comunicación técnica por parte de Josefa María Rodríguez Mellado, los datos de absorción de CO2 obtenidos para Andalucía para este tipo de formaciones son las siguientes Pastizales continuos…………………...724 gr de CO2/m2/año Matorral denso…………………………880 gr de CO2/m2/año En comparación con las masas arboladas de frondosas (1.382 gr de CO2/m2/año) o de coníferas (901 gr de CO2/m2/año) junto con la gran superficie que ocupan estos territorios, supone que la Reserva de Babia es un buen sumidero de CO2 a nivel global, especialmente por la expansión de masas forestales y de matorral en la zona. De igual modo, la función de regulación atmosférica por parte de la vegetación está íntimamente ligada con el mantenimiento del ozono atmosférico, y por lo tanto proporciona un servicio de protección del ozono frente a los rayos UVA y prevención de enfermedades. El ozono en la naturaleza se forma como resultado de las descargas eléctricas producidas en las tormentas y en las capas altas de la atmósfera, particularmente en la troposfera, como consecuencia de la acción de los rayos ultravioleta sobre las moléculas de O2. En la atmósfera terrestre suele concentrarse en la estratosfera formando una capa protectora denominada ozonosfera (ozono estratosférico) y nos protege de las radiaciones ionizantes de corta longitud de onda. Pero también se puede concentrar en las capas bajas de la atmósfera (ozono troposférico) donde se ha convertido en uno de los contaminantes más habituales de las zonas urbanas, con efectos claramente perjudiciales para la salud. La Reserva de Biosfera de Babia, contribuye de forma favorable en la producción de O2 atmosférico y por lo tanto contribuye activamente al mantenimiento de adecuados niveles de oxígeno en la atmósfera y por lo tanto al mantenimiento de la capa de ozono.
REGULACIÓN CLIMÁTICA
El principal proceso que tiene influencia sobre el clima a escala global es la cobertura de la vegetación. En Babia, la climatología viene determinada por la presencia de grandes masas montañosas al norte, superando la mayoría de ellas los 2.000 m.s.n.m. Esta orografía provoca un efecto Foehn. Este fenómeno tiene lugar cuando un aire
caliente y húmedo se ve obligado a remontar una cadena montañosa, en este caso en la zona norte asturiana. La masa de aire en su ascenso se irá expansionando por el hecho de que la presión disminuye con la altura. Esto provoca un enfriamiento y, como consecuencia, una continua condensación de vapor de agua, la cual conduce a una liberación de calor latente. El resultado es que el aire al ascender da lugar a la formación de nubes y precipitación. Es típica la existencia de nubes de estancamiento (en la cima) permanentes. Debido a la precipitación a barlovento, cuando desciende por sotavento, el aire es seco y se va calentando por subsidencia según una evolución adiabática. Por lo tanto, las precipitaciones en Babia son mucho menos numerosas que al norte de la Cordillera Cantábrica, no superando habitualmente los 1.500 mm anuales. La regulación climática puede verse ligeramente afectada por la cobertura de la vegetación. Si bien este proceso no está bien estudiado, Capel Molina, en “los Climas de España” los estudios monográficos sobre el tema estiman tan sólo un incremento de 5-10% por la cobertura de vegetación arbórea. La vegetación absorbe la humedad atmosférica, al estar las hojas más frías provoca condensación y forma microgotas de agua que caen al suelo. Por todo ello se puede hablar de un servicio de mantenimiento de un clima adecuado para la habitabilidad, para la salud o para la agricultura y ganadería. Por lo tanto, no existe (o al menos de forma apreciable) una modificación climática a nivel global debido a la cobertura de la vegetación existente en Babia, pero si se pueden definir cambios climáticos a escala local. Las zonas arboladas conservan mejor la humedad y son generadoras de criptoprecipitaciones importantísimas para el mantenimiento de otras especies vegetales y animales.
PREVENCIÓN DE PERTURBACIONES
Una perturbación es un suceso discreto en el tiempo (puntual, no habitual) que altera la estructura de los ecosistemas, de las comunidades o de las poblaciones y cambia los recursos, la disponibilidad de hábitat aptos y/o el medio físico. Las perturbaciones no tienen un efecto único en el ecosistema sino que dependen del régimen de perturbaciones que son las características espaciales y temporales del patrón de las perturbaciones. Ejemplos de las perturbaciones más comunes que se pueden dar en la Reserva de la Biosfera de Babia son el fuego, las avalanchas de nieve, fenómenos meteorológicos extremos (vientos intensos, temperaturas anormalmente altas o bajas), inundaciones y deposición de partículas, las plagas de insectos o las enfermedades.
Los ecosistemas naturales ofrecen cierta resistencia a estas perturbaciones, sin embargo una perturbación puede hacer más susceptible un ecosistema a otra perturbación. Ejemplo: pastoreo muy intenso o el fuego hace más sensible el suelo a la erosión y por lo tanto a deslizamientos del terreno. El derribo de árboles por el viento supone una gran acumulación de biomasa en el suelo que hace muy susceptible el ecosistema al fuego. Las principales perturbaciones que se dan en Babia son, el fuego y las derivadas de la acumulación de nieve, como las avalanchas, pues la presencia de grandes cantidades de nieve es un fenómeno habitual y por lo tanto no se puede considerar una perturbación. En general, la intensidad de estas perturbaciones en Babia es baja, debido al uso tradicional y antrópico de estos ecosistemas. En el caso del fuego, puede hablar del servicio de protección frente a incendios. Esta perturbación es mayor cuando existe una elevada cobertura vegetal, sin embargo Babia es un terreno con vocación ganadera que ha sido manejado tradicionalmente con fuego y por lo tanto la mayor parte del territorio es pastizal. Esto hace que esta supuesta degradación antrópica ha favorecido la resistencia de este ecosistema al fuego. En la actualidad los incendios forestales en Babia son escasos y de poca superficie. Sigue siendo común la utilización del fuego para la limpieza de fincas y prados, sin embargo raramente se producen incendios forestales. Además, el pastizal tiene una rápida recuperación tras esta perturbación generando pastos fértiles (por la mayor cantidad de minerales en el suelo) útiles para la ganadería. Debido a este uso tradicional y el beneficio que aporta para estos agroecosistemas, en las directrices del Plan de Ordenación de los Recursos Naturales de los Valles de Babia y Luna se incluye la utilización de fuegos controlados como herramienta para controlar ciertas zonas de pastizal. Respecto a las perturbaciones producidas por la nieve se puede hablar de un servicio de protección frente a avalanchas. Éstas son de también de escasa intensidad. Estas perturbaciones se producen por desprendimientos de nieve en zonas de elevada pendiente. Babia es una zona montañosa con una pendiente media del 17% y numerosas pendientes de más de 40%. Son frecuentes las nevadas en invierno, acumulando nieve en los principales picos (Peña Ubiña, Peña Orniz, Cuetos Albos…), hasta finales de junio. Las avalanchas de nieve son, en general, de escasa intensidad y limitadas a zonas de alta montaña, por lo que no suele haber afecciones sobre la vegetación ni fauna, ni en zonas urbanas. Por todo ello se puede decir que estos ecosistemas, debido a que están sometidos a estas perturbaciones de un modo más periódico, se encuentran más adaptadas a las
mismas, y por lo tanto su regulación tras una perturbación es muy rápida y con pocas consecuencias sobre el medio natural.
REGULACIÓN HÍDRICA:
Papel de la cobertura del suelo en la regulación de la
escorrentía y del flujo de caudal La regulación hídrica consiste en la capacidad de los suelos de retener el agua durante los eventos extremos de precipitación en invierno, infiltrarla y liberarla lentamente durante la época de verano, incrementando el caudal de estiaje del los ríos de drenaje de las cuencas. Esta capacidad de filtrado depende en gran medida de dos factores, el suelo y la vegetación. La formación del suelo es fundamental, un suelo con diferentes horizontes bien formados retiene una mayor cantidad de agua que los suelos esqueléticos y la vegetación también retiene las precipitaciones y amortigua el impacto de la lluvia contra el suelo evitando la erosión y protegiendo la capa superficial del suelo. Además, la vegetación, a través del proceso de evapotranspiración, limita la cantidad de agua que se pierde del suelo a la atmósfera. El papel de la cobertura del suelo en la regulación de la escorrentía superficial y en el mantenimiento del flujo del caudal de los principales ríos y arroyos proporciona un servicio de drenaje e irrigación natural y un servicio de protección frente a la erosión del suelo. En este caso, el uso antrópico del terreno provoca un efecto negativo frente a la erosión superficial del suelo por escorrentías. La eliminación de la vegetación arbustiva y arbórea a favor del pastizal ha provocado una disminución en la capacidad de drenaje de los suelos, favoreciendo procesos de escorrentía superficial. Estos procesos son fácilmente observables en primavera con el deshielo, cuando es frecuente que se formen arroyos que transcurren entre los pastizales y fincas provocando fenómenos erosivos del suelo. Este fenómeno se ve acrecentado por las pendientes elevadas existentes en la comarca.
DISPONIBILIDAD HÍDRICA
Un proceso relacionado con la función hídrica de los suelos es el filtrado del agua y la acumulación en acuíferos. Este proceso tiene lugar de diferentes formas en función de la vegetación y del tipo de suelo y roca madre existente. La presencia de vegetación, especialmente en zonas de pendiente, favorece que el agua se filtre a través del suelo, en vez de producir escorrentías. Así pues, además de evitar pérdida de suelo también ayuda a la acumulación de agua en los suelos. Así
mismo, en las salidas de agua hacia el exterior (manantiales) la presencia de vegetación también actúa como filtro, reteniendo materia orgánica y sedimento realizando la función de filtración. En Babia, la zona norte está formada por materiales calizos que han generado suelos esqueléticos donde se desarrollan pastizales de alta montaña. Estos suelos, al igual que la roca madre karstificada, permiten una rápida filtración del agua hacia el interior del suelo y su posterior salida en manantiales o fuentes. La alternancia de capas arcillosas da lugar a pequeños acuíferos al ser esta capa más impermeable, permitiendo la acumulación de agua. Esta situación se puede observar en varias lagunas glaciares situadas entre macizos calizos con baja capacidad de acumulación de agua, pero siempre situadas encima de una formación geológica en la que existe alguna capa rica en arcillas impermeables (Laguna de las Verdes, Laguna de Lago de Babia, etc.). Todo ello genera un servicio de disponibilidad de agua para consumo (bebida, riego, industria) gracias a que en los acuíferos y manantiales encontramos agua filtrada. En Babia todos los núcleos de población de abastecen de agua a través de fuentes o acuíferos. Hasta 2009, cuando no había obligación legal de clorar el agua destinada a consumo, se ha utilizado el agua de estos acuíferos directamente para consumo, siendo normal la analítica de estas aguas, sin presencia de contaminación biológica o química. (informes de las Juntas Vecinales). No se localiza en Babia ninguna empresa ni industria relacionada con el agua pese a existir manantiales de gran pureza. Uno de los principales efectos de la degradación de suelos es la pérdida de capacidad de los suelos para regular el régimen hídrico tanto a nivel local como de cuencas hidrográficas, lo cual afecta negativamente la suplencia regular de agua, en cantidades adecuadas, para usos agrícolas, urbanos e industriales. Debido a la falta de vegetación por el uso antrópico del territorio, se pueden observar en varias zonas de la Reserva erosión por escorrentía superficial, provocando la pérdida de suelo y con ello la capacidad de filtración del agua hacia capas interiores. SUJECCIÓN DEL SUELO
Esta función del ecosistema se basa principalmente en dos procesos: la meteorización de la roca y acumulación de materia orgánica. El primero de ellos tienen lugar por dos procesos distintos en la Reserva de Babia: en la zona norte, predominantemente caliza, se produce un proceso de meteorización química, mediante disolución de la roca por el agua. Esta disolución provoca un incremento en el pH del agua por presencia de carbonato cálcico. Este proceso no genera suelos profundos y bien estructurados. En esta zona caliza la
meteorización física origina canchales y roquedos, pero tampoco suelos bien estructurados. En la zona sur, de roca silícea, si predomina la meteorización física de diversos tipos, y en este caso es más común la formación de suelos más profundos y, debido a una mayor presencia de masas forestales y de matorral, suelos con mayor carga de materia orgánica. La zona central, correspondiente al fondo de valle del Río Luna, es una zona llana, de acumulación de sedimentos de los valles laterales donde existen suelos muy profundos de vega debido a la ausencia de pendiente. La acumulación de materia orgánica se produce por la existencia de vegetación que al morir cae al suelo y mediante procesos de descomposición favorece la presencia de materia orgánica en el suelo. Este proceso se inicia por plantas colonizadoras capaces de crecer en sustratos rocosos, como canchales o pedregales. Con el paso del tiempo las raíces y la acumulación de materia orgánica y sedimento entre los materiales de mayor tamaño va facilitando la sujeción de este suelo, y con ello facilitando la incorporación de nuevas especies de plantas. De este modo se van generando suelos profundos en los que al final se pueda desarrollar vegetación arbórea. En Babia, se han utilizado estos suelos para un uso ganadero, por lo que ha sido eliminada la vegetación arbórea y arbustiva favoreciendo la presencia de pastizal. En zonas de alta montaña esta situación es natural, pues las condiciones edáficas y climáticas no facilitan la presencia de vegetación arbórea, sin embargo, en las zonas del valle se ha favorecido antrópicamente. Estos procesos generan diversos servicios como el mantenimiento de la productividad de las zonas cultivadas, el mantenimiento de la productividad natural de los suelos o el control de la erosión. Tal y como se ha visto anteriormente, las zonas calizas de montaña no son buenas formadoras de suelos, ni altamente productivos. En Babia además, ha existido un uso tradicional ganadero, por lo que se ha deforestado y por lo tanto se han favorecido procesos de perdidas de suelo. Sin embargo, se ha mantenido su productividad también gracias al ganado, pues era ganado estacional y aportaba gran cantidad de estiércol a los prados de alta montaña. La ganadería ha sido por una parte causa de la pérdida de suelos y por otra mantenedora de la productividad natural de los suelos. Actualmente esta ganadería ovina se ha perdido y son escasas las explotaciones ganaderas que se mantienen en Babia, y en su mayoría de vacuno y equino que no realizan un aprovechamiento igual de los pastos y permiten un crecimiento mayor de especies arbustivas. Por lo tanto se está reiniciando el proceso de generación de suelos, pero por el contrario se está perdiendo la productividad de pastos del monte.
En cuanto a cultivos, Babia no ha sido nunca una zona donde se desarrollen importantes cultivos. La dureza del clima, con heladas entre los meses de septiembre a mayo, hace que sean pocos los cultivos que se adecuen a este territorio. Tan sólo en la zona del valle del Luna y Sil se mantienen prados de siega de forma natural. Estos prados son altamente productivos en hierba forrajera para el ganado, llegándose a segar hasta dos veces al año si el verano es húmedo.
REGULACIÓN DE NUTRIENTES:
La regulación de nutrientes es una función de los ecosistemas que se produce a su vez por numerosos procesos en los que juega un papel fundamental la biodiversidad. Intervienen en este proceso la capacidad de absorción de nutrientes de las plantas, favorecida por asociaciones simbióticas con hongos y bacterias (incluyendo la absorción de nitrógeno atmosférico), la capacidad de reabsorción de nutrientes de las propias plantas, la diversidad vegetal del terreno, la cantidad de hojarasca y materia orgánica aportada, diversidad de microfauna del suelo (consumidores primarios de materia orgánica), la diversidad de descomponedores (hongos, en su mayoría), la eficiencia de los descomponedores, capacidad de retención de nutrientes en el suelo, etc. Ya que no se observan en Babia zonas de eutrofización se puede estimar que la relación de nutrientes aportados a partir de la materia orgánica en descomposición y los nutrientes consumidos por la vegetación se encuentra en equilibrio. Más bien, el proceso es el contrario, especialmente en suelos de alta montaña en los que la cantidad de nutrientes es baja. Esta función de regulación de nutrientes proporciona varios servicios como el mantenimiento de la salud del suelo y de los ecosistemas productivos. En Babia el terreno tiene una vocación ganadera y una alta capacidad de carga para ganado ovino. Esto se debe a esta función de regulación de nutrientes, ya que el ganado aporta una gran carga de materia orgánica que se incorpora al suelo completando la falta de materia vegetal en descomposición. Así mismo, el que los nutrientes se mantengan en el suelo proporciona un servicio de mejora la fertilidad del suelo, haciendo que estos pastizales de montaña sean altamente productivos y permitan esta carga ganadera. De un modo similar sucede en los prados de fondo de valle, aunque de manera artificial se aporte estiércol de ganado vacuno para mejorar su fertilidad. Mientras que por otro lado el suelo permite tal carga de nutrientes ya que rápidamente se incorporan a la fracción vegetal. Esto se puede comprobar por la ausencia de contaminación por materia orgánica (eutrofización) tanto en los lagos como en los ríos Luna y Sil. Así pues, se puede considerar como servicio el mantenimiento
de la calidad del agua, lo cual repercute directamente en la calidad de vida de la población.
PROCESADO DE RESIDUOS:
En este apartado se describe la función del ecosistema consistente en el procesado y eliminación de contaminantes procedentes de la actividad humana, ya que los nutrientes procedentes de la propia actividad natural se han tenido en cuenta en el apartado anterior. De igual modo, se consideró anteriormente los residuos orgánicos procedentes de la ganadería extensiva. Respecto a los residuos sólidos, no existe en Babia un vertedero, con lo cual todos ellos son llevados al vertedero próximo en Villablino. En zonas cercanas a algunos núcleos de población existen pequeños vertederos incontrolados de residuos de obra y construcción. Estos depósitos no suelen sobrepasar los 10 m2 y al ser de residuos estériles no provocan una gran contaminación, salvo visual y paisajística. Los residuos líquidos son tratados de forma artificial en las depuradoras situadas en cada localidad. Estas depuradoras son en su mayoría simples fosas sépticas que no cubren las necesidades de depuración de estos residuos. Las fosas sépticas son vaciadas varias veces al año para evitar su colapso y debido a que la mayoría de pequeñas explotaciones ganaderas que se encuentran en los núcleos de población vierten directamente a ellas. Es por lo tanto el río y la vegetación acuática quien realiza el servicio de control de la contaminación. El río es un sistema dinámico que tiene una elevada capacidad de carga de contaminación. El agua en los ríos de alta montaña, como es el caso del Sil y el Luna, es oligotrófica, es decir, presentan una baja cantidad de nutrientes, y una elevada oxigenación. Esto genera que pequeñas cargas contaminantes sean rápidamente asimiladas, tanto por degradación química como biológica. Por ello no se observa eutrofización en las aguas del río y, pese a la ausencia de estudios concretos, existen buenas poblaciones de invertebrados acuáticos indicadores de alta calidad de agua. Respecto a la contaminación atmosférica, la única fuente de contaminación en la zona es el tráfico. Por lo tanto, aunque la vegetación y el suelo cumplen el servicio de filtrado de contaminación atmosférica y control de la calidad del aire, este tiene poca importancia por la ausencia de este contaminante. Sin embargo tiene más importancia la contaminación acústica, entendiendo por ello, el exceso de sonido que altera las condiciones normales del ambiente en una determinada zona. De nuevo la principal fuente de contaminación atmosférica es el tráfico, y su mayor incidencia tiene lugar en los núcleos urbanos. En este sentido no
existe servicio por parte de los ecosistemas en el control de la contaminación acústica. POLINIZACIÓN
La polinización es el proceso de transferencia del polen desde los estambres hasta el estigma o parte receptiva de las flores. La polinización se puede realizar de diversos modos, bien por el aire (anemófila) bien por los animales (zoófila), bien por el agua (hidrófila). En este caso tiene especial importancia la polinización zoofila, en especial la producida por insectos. Este proceso da lugar a los servicios de polinización de cultivos y polinización de especies silvestres Gran parte de las especies cultivadas necesitan polinización entomófila, sin embargo, en Babia no existen cultivos. El principal uso agrícola es la hierba de los pastizales, tanto de diente como de siega y en este caso, la composición vegetal dominante es de gramíneas, y en éstas la polinización es mayoritariamente anemófila o bien por auto-polinización. Respecto a la polinización de especies silvestres tiene una mayor importancia este servicio, especialmente debido a que favorece a especies como los arándanos, moras y otros frutos silvestres de vital importancia para otras especies de fauna como el oso o el urogallo (en peligro de extinción) u otras como zorros, aves, etc. Además este servicio de polinización de especies silvestres es importante también en el caso de plantas con aprovechamiento como es el caso de la genciana. La genciana tiene una polinización entomófila y se realiza un aprovechamiento de la misma con fines farmacéuticos (ver funciones de producción)
CONTROL NATURAL Y BIOLÓGICO
En este apartado diferenciamos control natural y biológico de las poblaciones. Se entiende por control natural aquellos procesos que mantienen las poblaciones de seres vivos en un ecosistema de forma estable, por medio de las relaciones tróficas, sin intervención del ser humano. Mientras que el control biológico se refiere al mantenimiento de ciertas poblaciones (generalmente parásitas, exóticas o que provocan alteraciones sobre cultivos) de un modo artificial, mediante la introducción de otros organismos vivos, generalmente depredadores o parásitos de los primeros, todo ello mediante intervención del ser humano. Hay que entender el control biológico como un método artificial de control que presenta limitaciones especialmente en cuanto al conocimiento de los organismos afectados, lo que trae consigo una serie de ventajas e inconvenientes en su aplicación, sobre todo si se relaciona con los métodos químicos de control.
De forma intermedia se puede hablar un control biológico “naturalizado” mediante el manejo de determinadas especies que actúan mediante relaciones tróficas sobre la especie que se pretende controlar. Este es el caso del control sobre herbívoros para favorecer el desarrollo de plantaciones forestales. Varios herbívoros, como los ciervos o corzos se alimentan de los brotes jóvenes de los árboles utilizados en repoblaciones forestales, pudiendo llegar a malograr dichas repoblaciones. Un mecanismo de control de éstos es la caza, generando además un beneficio económico directo sobre el propietario forestal. En este caso se puede hablar de un servicio de control de la herbivoría. En Babia no se realiza un control de la herbivoría debido a que no existen cultivos agrícolas ni forestales de importancia. Tan sólo se realizan repoblaciones forestales en zonas muy concretas y de pequeña extensión que se protegen los plantones mediante medios físicos. Uno de los aspectos más importantes relacionados con el control biológico es el servicio de control de plagas y enfermedades. El control biológico tiene importancia económica para el control de muchas plagas de insectos especialmente en la agricultura. Sin embargo en Babia la agricultura está limitada exclusivamente a pequeños huertos de autoabastecimiento sobre los que no se realiza control biológico. De igual modo, no existen plantaciones forestales de importancia, tan sólo cabe destacar el pinar de Piedrafita de Babia de vocación maderera. Por último, relacionado con el control biológico, se puede destacar el servicio de control de especies exóticas invasoras. Las especies invasoras son seres vivos introducidos por el ser humano en lugares fuera de su área de distribución natural y que han conseguido establecerse y dispersarse en esta nueva región, donde resultan dañinos. Estas especies producen cambios importantes en la composición, la estructura o los procesos de los ecosistemas naturales o seminaturales, poniendo en peligro la diversidad biológica. En Babia no se han detectado especies exóticas con importancia biológica (tan sólo plantas ornamentales en los cascos urbanos), por lo que no se desarrollan acciones de control biológico sobre ellas.
2.2 Funciones de hábitat FUNCIÓN DE REFUGIO Y CRIADERO
La función de refugio de los ecosistemas se refiere a la provisión de espacios habitables para la fauna y flora silvestre y la provisión de hábitats adecuados para la
reproducción. En este apartado tiene especial interés todas aquellas especies catalogadas como vulnerables o en peligro de extinción por alteración de hábitat. Respecto a mamíferos, los ecosistemas de Babia cuentan con dos especies a las que ofrecen función de refugio pero no de criadero, como son el oso pardo y el urogallo cantábrico. Estas especies hacen uso puntual de varios ecosistemas babianos para obtención de alimento y refugio, pero no existen áreas de cría. Si cría en la zona el lobo (Canis lupus), el murciélago barbastela (Barbastella barbastellus), el gato montés (Felis silvestris), la nutria (Lutra lutra), etc. Otra especie merece especial atención por tratarse de un taxón endémico y por estar catalogado en alguna categoría de amenaza según el "Libro rojo de los vertebrados de España" (Blanco & González, 1992) es el Desmán (Galemys pyrenaicus). Insectívoro endémico de la Península Ibérica, que ocupa cursos de agua aireados y limpios, donde encuentra los pequeños invertebrados acuáticos de los que se alimenta. Está considerado "raro" en el "Libro rojo de los vertebrados de España". La elevada dependencia de condiciones ambientales hace que esta especie sea muy sensible a la alteración de su hábitat y por lo tanto es un buen bioindicador de la calidad de agua de estos ríos en los que se encuentra presente. En cuanto a las aves, son numerosas las que crían y habitan esta zona, buitre leonado (Gyps fulvus), alimoche (Neophron percnopterus), azor (Accipiter gentilis), gavilán (Accipiter nisus), águila culebrera (Circaetus gallicus), aguilucho pálido (Circus cyaneus), alcaudón dorsirrojo (Lanius collurio), pechiazul (Luscinia svecica), perdiz pardilla (Perdix perdix), chova piquirroja (Pyrrhocorax pyrrhocorax), etc. Todas ellas incluidas en la Directiva Aves, el Convenio de Berna o el Libro Rojo de las Aves nidificantes de España. Se puede disponer de un listado con todas las especies incluidas en el PORN de los Valles de Babia y Luna. En cuanto peces, cabe señalar la presencia de barbo común (Barbus bocagei), bermejuela (Chondrostoma arcasii), boga del Duero (Chondrostoma duriense), lamprehuela (Cobitis calderoni), Gobio (Gobio gobio), Piscardo (Phoxinus phoxinus) o trucha (Salmo trutta) todos ellos incluidos en el Convenio de Berna y en el Libro Rojo de los peces continentales de España. En cuanto a las plantas, son un total de 1503 taxones descritos en el PORN de los Valles de Babia y Luna. De éstos, 96 taxones de este Catálogo Florístico presentan un interés especial regional o local, según lo distintos criterios que se han comentado en la introducción y que 33 de ellos han sido incluidos en el Proyecto de Decreto por el que se crean el Catálogo de Flora Protegida de Castilla y León y la figura de protección denominada Microrreserva de Flora.
Así pues, esta función de refugio y criadero conlleva los servicios de mantenimiento de la biodiversidad y mantenimiento de especies de explotación comercial. Y precisamente en Babia este servicio tiene especial interés por el catálogo de especies incluidas en diferentes catálogos y normativas y por la presencia de especies de valor comercial como son todas las especies cinegéticas, la genciana y la seta de San Jorge que proporcionan un importante recurso económico y social a la población de la comarca.
2.3 Funciones de producción Esta función se relaciona con los recursos suministrados por la naturaleza, tanto materias primas para usos industriales como alimento o recursos energéticos COMIDA
La función de producción de comida se produce a todas las escalas del ecosistema, desde los productores primarios (vegetación), consumidores primarios (herbívoros) o consumidores secundarios (carnívoros). En la escala más baja se puede hablar del servicio de transformación de energía solar en plantas y animales comestibles. El punto más bajo de la escala se puede limitar a la función clorofílica de las plantas, mediante la cual son capaces de sintetizar azúcares a partir de agua, CO2 y luz solar, y posteriormente, mediante su propio metabolismo, generar proteínas, hidratos de carbono y otros compuestos nutricionales importantes (vitaminas por ejemplo). Este servicio de trasformación de luz y CO2 en azúcares, proporciona un bien de alimento, tanto para el ser humano como para otros animales. En Babia, la provisión directa de plantas para alimentación humana es más bien escasa, tan sólo se mantienen algunas huertas próximas a los pueblos con función de autoabastecimiento. Sin embargo si que provee de alimento a los consumidores primarios, los herbívoros. Prácticamente el 60% del territorio son pastizales, tanto de diente como de siega que proporcionan alimento a la cabaña ganadera de la comarca y otros herbívoros silvestres. Actualmente esta cabaña ganadera es bastante escasa por lo que se está perdiendo este recurso alimenticio y modificándose la estructura del ecosistema. Respecto a la ganadería, tradicionalmente ha sido la trashumancia de ganado ovino quien aprovechaba mayoritariamente los pastos de la comarca durante el verano. Este ganado ha desaparecido prácticamente, quedando menos de 10 rebaños, con unas 3.000 ovejas. El ganado vacuno es también escaso, quedando pocas ganaderías en los pueblos debido a problemas derivados de la venta del producto final (leche o carne) y por envejecimiento de los ganaderos. Sin embargo está creciendo la ganadería de
equino, ya que en San Emiliano está la Asociación Nacional de Criadores de Hispano Bretón. Debido a que la ganadería y agricultura no es un proceso natural, y la explotaciones de la zona son pequeñas, prácticamente destinadas al autoabastecimiento o al mantenimiento de una familia, se puede hablar del servicio de agricultura y ganadería de subsistencia y pequeña escala Desde el punto de vista natural, los ecosistemas de alta montaña y forestales en la Reserva de Babia dan cobijo a varias especies cinegéticas que, aunque ya no tienen la importancia que tenían desde el punto de vista alimentario para la población local, siguen siendo un recurso importante como alimento y como actividad de ocio. Estas especies son el rebeco, corzo y jabalí, y en menor medida venado, liebre, perdiz y codorniz. El control de estas poblaciones y de los cupos de caza, al menos para caza mayor, se realiza desde el Servicio Territorial de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León. En los últimos años se ha apreciado un incremento en la población de rebeco debido a la recuperación después de la enfermedad de sarna padecida por esta especie. Así pues, la capacidad de estos ecosistemas para mantener este recurso se está manteniendo constante. Respecto a los ecosistemas acuáticos también ellos proporcionan este servicio de provisión de alimentos. Las lagunas, tanto naturales como artificiales tienen buenas poblaciones de carpa, aunque en estos sitios está prohibida la actividad de la pesca. El río Luna y el río Sil son buenas zonas de pesca, donde la especie más apreciada es la trucha común (Salmo trutta). Existe otro recurso alimentario y económico importante en la comarca de Babia, como es la seta de Primavera o de San Jorge (Calocybe gambosa). Esta seta pertenece al grupo de los hongos, y por lo tanto al último grupo de la cadena trófica, los descomponedores. Esta seta crece con profusión en las praderas de montaña de sustrato calizo. Aunque no se ha estimado aún la producción de esta seta, son varias las familias de la comarca que obtienen un sobresueldo mediante su recogida y venta, y muchas otras la utilizan para autoconsumo. MATERIAS PRIMAS
La función clorofílica de las plantas no sólo provee de alimento, sino también de materias primas para la construcción (madera), para manufacturas (mimbre), para combustible (leñas), etc. Así pues, aquí podemos hablar del servicio de conversión de energía solar en biomasa para construcción y otros usos.
Respeto a la provisión de material de construcción, esta tenía su importancia antiguamente cuando se extraía madera de las zonas forestales, principalmente chopo y roble, para la construcción de viviendas. En la actualidad este servicio se ha perdido, bien por la falta de buenas masas forestales en la zona, bien por que resulta más económico obtener esta madera de industrias especializadas de otros lugares de la provincia. Tan sólo se mantiene una masa forestal en la comarca, el pinar de Piedrafita de Babia, que mantiene ese servicio de provisión de madera. Este pinar es de propiedad comunal del pueblo, y en ocasiones sí se han realizado entresacas para vender la madera a industrias de la provincia. Desde hace más de 10 años no se realizan labores de saca de madera en este pinar. En cuanto a manufacturas, tradicionalmente se utilizaba la mimbre, obtenida de las paleras (sauces) que servían de separación de fincas y zonas de ribera, para la creación de cestos. Sin embargo también este servicio se ha perdido por el trabajo que supone recoger este material y la pérdida de agricultura y con ella el uso de los cestos. Por último cabe destacar la obtención de leñas. Este es el único servicio que en la actualidad se mantiene en cierta medida, pues al descender notablemente la población de la zona, también ha bajado el uso de leñas. En todos los pueblos se siguen recogiendo leñas para autoabastecimiento como material combustible. En Babia tiene especial importancia, dentro de la función de suministro de materias primas, la obtención de recursos energéticos minerales, como el carbón. En este sentido se puede hablar del servicio de suministro de materias primas energéticas. La zona suroccidental de la Reserva de la Biosfera está ocupada por una explotación a cielo abierto de carbón por parte de la empresa Coto Minero Cantábrico. Esta explotación ocupa tan sólo un 2% de la superficie de la Reserva, pero es una de las principales actividades económicas de la comarca (junto con la ganadería), aunque en los últimos años se encuentra en clara regresión. Aunque esta explotación se localiza dentro del término municipal de Cabrillanes y por lo tanto dentro de la Reserva de la Biosfera de Babia, se incluye geológicamente dentro de la cuenca carbonífera de Laciana. Según los datos extraídos del Plan de Carbón 2006-2012, la producción y plantilla en 2005 y la estimada para 2012 son los siguientes:
Como se puede observar, la industria energética de carbón está en claro descenso, estimándose una reducción de la producción de carbón en más del 30% antes de 2012 y un importante descenso de puestos de trabajo derivados de este sector. De forma directa, la empresa Coto Minero Cantábrico tenía en plantilla 700 trabajadores en el año 2005. Actualmente esta cifra es inferior y el número de trabajadores que viven en la Reserva de la Biosfera no supera los 10. Además de esta reducción en la producción de carbón, dentro la Reserva de la Biosfera de Babia se encuentra muy limitada la posibilidad de ampliación de estas explotaciones. En primer lugar debido a las características geológicas, pues la veta de carbón explotable se limita a esta zona suroccidental y ya está siendo explotada, y en segundo lugar porque el Plan de Ordenación de los Recursos Naturales de los Valles de Babia y Luna prohíbe la instalación de explotaciones a cielo abierto. RECURSOS GENÉTICOS
La diversidad de plantas que la agricultura moderna produce actualmente para satisfacer las demandas de la población mundial, es el resultado de numerosas modificaciones genéticas ocurridas de forma natural y de forma artificial (por la mano del hombre) por medio de la agricultura tradicional desde hace, aproximadamente, diez mil años. Numerosos ejemplos muestran que las especies vegetales que el hombre utiliza para sus necesidades, son diferentes a sus antecesores como resultado de años de mejoramiento. La modificación genética de plantas comenzó a través de la reproducción selectiva: preservar semillas de las plantas más vigorosas, para sembrarlas posteriormente. A lo largo de un período de muchos años, esta selección resultó en variedades de cultivo con mayor rendimiento. Debido a que la mejora de los cultivos depende de la diversidad genética, por ejemplo, nuevas fuentes de genes y expresión de los genes existentes, el mejoramiento continuo requiere y continuará requiriendo aún mayor diversidad. Aunque actualmente en Babia la agricultura no tiene un peso importante, si existen varias especies de plantas que proporcionan este servicio de obtención de material genético para la mejora de cultivos. Entre ellas hay que destacar la Genciana y los arándanos silvestres. Sobre estas dos especies se está recogiendo material genético por parte de la asociación para el aprovechamiento de la Genciana (APROGEN), que mediante convenios con varias universidades españolas se están almacenando en bancos de germoplasma. Por otra parte, y sin fines agrícolas, el Jardín Botánico de Oviedo también está recogiendo material genético de otras especies vulnerables o en peligro de extinción, como Centaureum somedanum.
RECURSOS MEDICINALES
El conocimiento de usos tradicionales de biodiversidad puede a menudo ser usado en el desarrollo de la medicina moderna. Compañías farmacéuticas u otros organismos de investigación sacan patentes de recursos genéticos y del conocimiento tradicional asociado a éstos sin el conocimiento o beneficio de los usuarios originales. El acceso a este conocimiento, y distribución justa de los beneficios de las ganancias del uso de recursos genéticos es objeto de un extenso debate internacional que se prolonga en diversos foros como la OMC y la Convención para la Biodiversidad. En cuanto a provisión de materias primas para la industria farmacéutica, tradicionalmente en Babia se realizaban aprovechamientos de diferentes especies vegetales (té de monte, saúco, etc.). Así pues se puede hablar del servicio de abastecimiento de medicinas y servicio de modelo y herramientas químicas. Actualmente el uso de estas plantas con fines medicinales se ha perdido prácticamente en su totalidad. Tan sólo se mantiene un aprovechamiento de genciana, aunque no con fines de consumo directo, sino de comercialización para la industria alimentaria y farmacéutica. En este momento tan sólo un vecino realiza este aprovechamiento y tiene grandes cantidades de genciana seca acumulada debido a la dificultad para la venta de esta planta, ya que en esta industria ya apenas se utiliza. ELEMENTOS DECORATIVOS
Los ecosistemas abastecen también, además de alimento o medicinas, de elementos útiles para la decoración, como joyas, pieles, etc. En muchos casos estos productos están ligados a otro tipo de aprovechamientos, por ejemplo, los aprovechamientos cinegéticos, además de abastecer de alimento, proporcionan pieles o cuernas usadas tradicionalmente con fines decorativos. Así pues, se puede hablar de un servicio de abastecimiento de materiales decorativos. En Babia la utilización de elementos naturales como elementos decorativos no tiene una especial relevancia, ni para la población local ni para la exterior. El único elemento que cumple a la vez la función de material de construcción y decorativo es la piedra caliza, en especial la piedra Griotte, caliza nodulosa de color rojizo. Sin embargo, en la Reserva de la Biosfera de Babia no hay explotación de esta piedra salvo para uso local y muy restringido.
2.4 Funciones de información INFORMACIÓN ESTÉTICA
Todos los territorios ofrecen paisajes y territorios que ofrecen multitud de información tanto en aspectos estéticos, científicos, recreativos, etc. El servicio de información estética del paisaje sigue siendo un concepto muy subjetivo y depende directamente de la apreciación directa del observador. Resulta complicado valorar este servicio de información estética, sin embargo se puede realizar una aproximación a través del turismo. En Babia, el principal recurso turístico que existe es el paisaje y la naturaleza, (no existen centros de interpretación, ni importantes recursos gastronómicos, etc.). Así pues, el valor estético de estos ecosistemas es muy elevado, pues por si mismo es capaz de mantener el recurso turístico de la comarca. También se refleja este valor estético en el uso gráfico que se hace de estos paisajes, es decir, en su uso para libros de texto, ilustraciones, etc. Uno de los principales iconos de cordillera Cantábrica es Peña Ubiña y el Valle de San Emiliano. No en vano, este valle fue declarado Paisaje Protegido, si bien nunca se llegó a aprobar el Plan de Ordenación de los Recursos Naturales, dando lugar posteriormente al actual Espacio Natural de los Valles de Babia y Luna.
FUNCIÓN RECREATIVA
El paisaje proporciona a la vez una función recreativa proporcionando un espacio para la realización de actividades de ocio ligadas al medio natural. Estas actividades se pueden encuadrar dentro del servicio de ecoturismo, siempre ligadas a estos ecosistemas. Las actividades principales que se realizan en Babia son el senderismo, las actividades ligadas a la nieve (rutas de raquetas de nieve, esquí de travesía, etc.), la recogida de setas, turismo fotográfico, etc. Todas ellas dependen directamente de estos ecosistemas. INFORMACIÓN ARTÍSTICA Y CULTURAL
El reflejo del valor estético en los ecosistemas está patente en el uso gráfico que se hace de estos paisajes, es decir, en su uso para libros de texto, ilustraciones, etc. Se puede hablar así del servicio de expresión de la naturaleza en representaciones artísticas (libros, películas, cuadros, folclore, arquitectura, etc.) Uno de los principales iconos de la Cordillera Cantábrica es Peña Ubiña y el Valle de San Emiliano. No en vano, este valle fue declarado Paisaje Protegido, si bien nunca se llegó a aprobar el Plan de Ordenación de los Recursos Naturales, dando lugar posteriormente al actual Espacio
Natural de los Valles de Babia y Luna. Y es uno de los iconos más representados en cuadros y dibujos de la Cordillera Cantábrica. Resulta interesante también la representación de Babia en expresiones como “estar en Babia” como referente a estar despistado o ausente. Esta expresión puede tener varios orígenes, si bien el más difundido (que no el más verídico) se refiere a la presencia de los reyes de León en este territorio en época estival quedando ausentes de la corte.
INFORMACIÓN HISTÓRICA
Los ecosistemas, especialmente aquellos modificados antrópicamente de forma tradicional, son reflejo de la historia de un territorio. Esta información histórica que trasmite la naturaleza proporciona un servicio de uso de territorio con fines históricos o culturales. En Babia este reflejo cultural e histórico se observa muy claramente en el uso antrópico de estos ecosistemas de montaña. La trashumancia ha marcado de forma muy clara el territorio generando agroecosistemas hoy en día en clara regresión. Esta herencia histórica se refleja en la gastronomía o en la arquitectura. Es común en toda la comarca el consumo de oveja en caldereta, tradición heredada de los pastores trashumantes para quienes este era prácticamente el único recurso alimenticio. De igual modo se mantienen varios “chozos” o refugios de pastores, edificaciones circulares y pequeñas, de 3 metros de diámetro, construidos con piedra y techados con escobas y piornos que servían de refugio al pastor durante los meses de verano que vivía en la montaña de Babia. De igual modo se mantiene en el folclore tradicional numerosas referencias, no sólo a la actividad trashumante de la comarca, si no a sus valores naturales, como los verdes prados o las altas montañas, y también a las condiciones climáticas del territorio, especialmente referidas al invierno y las fuertes nevadas. CIENCIA Y EDUCACIÓN
Los ecosistemas también proporcionan un servicio para la realización de actividades de educación ambiental y actividades científicas. Sin duda son dos los principales aspectos a destacar dentro de este servicio, la ganadería y la geología. Son los dos principales rasgos que definen el paisaje babiano y que más posibilidades ofrecen a la hora de realizar actividades científicas o de educación ambiental.
2.5 Funciones de sustrato Provisión de un sustrato adecuado para el desarrollo de actividades e infraestructuras humanas. Dependiendo del uso específico del suelo, se requerirán distintas cualidades ambientales (p. ej. estabilidad del suelo, fertilidad, clima, etc.) VIVIENDA
Cualquier espacio proporciona un sustrato más o menos adecuado para el desarrollo de la vida humana. Tradicionalmente los principales asentamientos humanos están ligados a la existencia en las proximidades de agua y recursos naturales (alimento, abrigo…). Así pues, se puede hablar del servicio de provisión de espacio para vivir. En la Reserva de la Biosfera de Babia se localizan 28 pueblos (algunos de ellos con distintos barrios) en un espacio aproximado de 38.000 ha. Esto quiere decir, que aunque los asentamientos son de pequeño tamaño, el medio provee de suficientes recursos y espacio para que puedan coexistir 28 núcleos en este mismo espacio. Si nos remontamos a los primeros asentamientos humanos de esta comarca, se han descubierto herramientas neolíticas en el entorno de la Laguna de las Verdes, y quedan restos de castros prerromanos en varias localidades (Quintanilla de Babia, Torre de Babia, Riolago, etc.). Así pues, se puede decir, que el medio ha provisto desde antiguo un adecuado servicio de abastecimiento de espacio para la vida humana. Ello se debe a la existencia de una fértil vega, ligada a los ríos Luna y Sil, y buenos recursos para el desarrollo de una ganadería y agricultura de subsistencia que proporcionen los recursos alimenticios necesarios para el desarrollo de estas poblaciones.
AGRICULTURA
Los ecosistemas también proporcionan sustrato para el desarrollo de actividades agrícolas y ganaderas. Esta función está íntimamente ligada a la función de producción de comida, en este caso, no tanto de modo natural, sino a través de la agricultura y ganadería. Se puede hablar por lo tanto del servicio de sustrato para el desarrollo de actividades agrícolas y ganaderas. En Babia, existe un buen sustrato (entendido tan sólo en el aspecto edáfico) para el desarrollo de la agricultura. La morfología glacial del valle, tanto de Luna como del Sil, ha proporcionado una amplia vega, con suelos profundos, ricos en nutrientes, y con importante hidromorfía. Sin embargo nunca se ha desarrollado una importante actividad agrícola, quedando ésta relegada a pequeños huertos de autoabastecimiento para cada familia. Esto se debe a que aunque existe un buen sustrato, las condiciones climáticas no son adecuadas, con largos inviernos muy fríos (con largos periodos de nevadas que cubren el terreno) y veranos secos.
Sin embargo, se ha sabido manejar el territorio para favorecer el desarrollo de pastizales (tanto en la zona del valle como en las laderas y puertos) y generar así abundante recurso alimenticio para la ganadería.
CONVERSIÓN ENERGÉTICA
También relacionado con el sustrato se puede definir el servicio de sustrato para el desarrollo de energías renovables. Estas energías se basan en la utilización de recursos naturales como el sol, viento o corrientes de agua para la generación de energía, sin llegar a destruir este recurso o bien que posean bajas tasas de renovación (ej. biomasa). En Babia actualmente no se desarrolla este tipo de energía desde un punto de vista comercial. Algunos vecinos han instalado placas solares en sus viviendas y también se han instalado en algunos depósitos de agua potable para poder realizar su cloración automática. Sin embargo, el potencial para el uso de estas energías es elevado. Sin embargo tampoco hay que olvidar que estas energías (especialmente la eólica) también generan importantes impactos ambientales, especialmente desde un punto de vista paisajístico. Respecto a la energía solar, la Reserva de la Biosfera de Babia se sitúa en torno a las 1400 horas de sol a año (Institute for Environment and Sustainability –European Commission). Esta situación es una de las más favorables de Europa, ya que España es uno de los países de la Unión Europea con un mayor potencial para la generación de esta energía. Sin embargo, en comparación con el resto de España, esto representa una de las menores tasas de horas de sol. Así pues, debido a las condiciones climáticas de Babia (con numerosas tormentas en verano y borrascas el resto del año, no presenta una de las mejores zonas con potencial para el desarrollo de la energía solar. Respecto a la energía eólica, Babia se sitúa en una zona con velocidades medias del viento entre 6 y 7 m/seg. unas entre 1.750 y 2.250 horas al año. Esto supone, con respecto al resto de España una situación con una potencialidad alta, similar a toda la Cornisa Cantábrica y tan sólo por detrás de la costa noroccidental de España (Coruña) y la zona de Tarifa. Sin embargo, pese a la alta potencialidad para esta energía, no se ha instalado en la Reserva ningún parque eólico, ni existe proyecto a corto plazo para su instalación, debido al alto potencial paisajístico que existe y la dificultad en la instalación de estos parques en estas zonas montañosas. Respecto a la energía hidroeléctrica, Babia presenta un menor potencial. Los nacimientos de los ríos Sil y Luna son de pequeño caudal y no hay aprovechamiento hidroeléctrico de los mismos.
La energía por biomasa tampoco se desarrolla en Babia a nivel comercial. No se ha desarrollado un estudio para conocer el potencial de esta energía en la comarca. Sin embargo es previsible que exista un potencial medio-alto pues el abandono de los pastizales dedicados a la ganadería está regenerando grandes territorios de matorral de escobas y piornos y formaciones de bardal de roble. Sin embargo, sí que tiene un importante aprovechamiento la biomasa para autoconsumo, especialmente para calefacción en las viviendas.
MINERÍA
Uno de los servicios ambientales más importantes, desde el punto de vista económico, en Babia es el referido a la ubicación de actividades de minería. Tal y como se indicó anteriormente, la comarca se puede dividir en función de su sustrato geológico en dos zonas: la norte, correspondiente con materiales calizos y la sur con materiales silíceos, mayoritariamente pizarras y cuarcitas. La región caliza ha sido utilizada tradicionalmente para la extracción de piedra para la construcción de las viviendas. Son explotaciones de pequeño tamaño y apenas perceptibles. En la región suroeste aparece una de las mejores formaciones de carbón. Este carbón ya está siendo explotado por la empresa Coto Minero Cantábrico desde hace varias décadas. Entre la zona actual de explotación y las zonas abandonadas (prácticamente sin restaurar), la explotación ocupa una superficie de 800 ha (2% del territorio de la Reserva). Anteriormente esta actividad daba trabajo a varias decenas de vecinos de Babia, pero en la actualidad, apenas 5 personas de la comarca trabajan en estas explotaciones. El nuevo Plan de Ordenación de los Recursos Naturales de los Valles de Babia y Luna han dejado fuera del futuro Espacio Natural esta explotación minera, y establece la prohibición de apertura de nuevas explotaciones a cielo abierto en todo el Espacio Natural.
VERTEDERO
Entre las funciones de sustrato se incluye el servicio para la instalación de un vertedero. La disposición de un vertedero exige ciertos requerimientos medioambientales, como zonas de baja actividad sísmica y con terrenos de baja porosidad. Así pues, Babia no representa un adecuado emplazamiento para la instalación de un vertedero, pues en general se trata de terrenos calizos de elevada porosidad. Si bien,
en localizaciones muy concretas se pueden encontrar capas de arcilla u otros materiales impermeables. Sin embargo, en Babia no se ha instalado ningún vertedero autorizado. Hasta el momento, los residuos urbanos que se generan son trasladados al vertedero de Villablino o al Centro de Tratamiento de Residuos de San Román (cercano a la localidad de Astorga).
TRANSPORTE
De igual modo, el medio también proporciona un servicio para la disposición de medios de transporte por agua o tierra. Debido a la estructura geológica y geomorfológica de Babia, existe un amplio valle asociado a los ríos Luna y Sil, con pendientes inferiores al 10 % que proporcionan un lugar idóneo para la instalación de medios de transporte terrestre. Y es aquí donde se ha instalado la carretera principal que recorre toda la Reserva en dirección Este – Oeste. Recientemente se presentó un proyecto para la construcción de una autopista entre la localidad de Villablino y el enlace con la autopista AP-66 que no supero la evaluación de impacto ambiental. Respecto a los medios de trasporte por agua, no tienen posibilidad de desarrollo en Babia por el bajo caudal y extensión de los ríos.
INFRAESTRUCTURAS Y EQUIPAMIENTOS TURÍSTICOS
Por último, en relación a la función de sustrato, se puede hablar del servicio para la realización de actividades turísticas y para la instalación de infraestructuras turísticas. Sin duda, el potencial de Babia para la realización de actividades turísticas en altísimo, pues proporciona zonas de alta montaña de fácil acceso donde poder desarrollar actividades como senderismo, escalada, trekking, esquí de fondo, fotografía, deporte al aire libre, etc. Todas estas actividades ya se realizan en Babia, si bien, no de forma organizada ni existe una oferta turística de calidad en relación a este servicio. En general son actividades poco agresivas con el medio y que se pueden realizar por un público poco especializado. Babia ofrece además posibilidad de realización de actividades más técnicas como escalada o barranquismo. El macizo de Peña Ubiña se ha utilizado tradicionalmente como lugar de entrenamiento de numerosos montañeros que posteriormente viajan al Himalaya u otras zonas montañosas del mundo.
En cuanto a infraestructuras para la realización de actividades turísticas, estas son prácticamente inexistentes en Babia. Existe una alta potencialidad para todas aquellas actividades relacionadas con la nieve y con la alta montaña. Respecto a la nieve, el territorio ofrece posibilidades para la instalación de pistas de ski, pero ya existe una estación muy próxima (cercana a Villablino), la estación de Leitariegos, dependiente de la Diputación de León. En cuanto a actividades de alta montaña, existen tres rutas señalizadas (subida a Peña Ubiña, a la Laguna de las Verdes y al nacimiento del Río Sil). No hay vías de escalada abiertas y señalizadas pese a existir buenas paredes rocosas para la práctica de este deporte.
3 LOCALIZACIÓN ESPACIAL Y BENEFICIARIOS Para definir el área de localización de los servicios prestados por los ecosistemas de la Reserva de la Biosfera de Babia se va a seguir la ordenación territorial propuesta en el PORN de los Valles de Babia y Luna.
Esta zonificación delimita 5 áreas en función de las actividades que se pueden desarrollar en ellas, pero también reflejan de un modo bastante fiel los usos tradicionales de este territorio y por lo tanto diferentes ecosistemas con funciones diferenciadas. Queda excluido de este PORN la zona suroccidental de la Reserva de la Biosfera, correspondiente a las explotaciones a cielo abierto de La Mora y Nueva Julia. Es aquí donde se desarrolla el servicio de abastecimiento de materias primas energéticas. De estas explotaciones se extrae carbón para su uso posterior en las centrales térmicas de León o bien para su distribución al por menor. Así pues, los beneficiarios de este servicio se corresponden con toda la población española, pues el mayor porcentaje de esta explotación es destinado a la conversión en energía eléctrica.
También se usa a nivel doméstico para su conversión en energía térmica en sistemas de calefacción domiciliaria. Las zonas de Uso General se corresponden con los núcleos urbanos. Son núcleos de pequeño tamaño e íntimamente relacionados con los ecosistemas próximos, por lo que es frecuente que dentro de los propios núcleos existan zonas de huerta o pequeños cultivos de autoabastecimiento, o fincas de pastizal de siega. Por ello se pueden incluir junto con las Zonas de Uso Compatible. Estas zonas se corresponden prácticamente en su totalidad con los prados de siega de los fondos de valle, las zonas de ribera y los propios cauces de los ríos. Esta es la zona donde se desarrollan la mayoría de las actividades. Es un territorio que soporta gran parte de los servicios de sustrato. En ella se localizan los núcleos urbanos y la gran mayoría de las explotaciones ganaderas. También se asientan las principales vías de comunicación de las cuales son beneficiarios toda la población local, la población de los núcleos vecinos, turistas y visitantes, y especialmente las empresas de transporte distribuidoras de carbón, pues es elevado el número de camiones que transitan por ella. Así mismo también se localizan servicios de abastecimiento, relacionados con la agricultura y ganadería, son pastizales de siega y que permiten la estancia del ganado durante los meses de invierno. Los beneficiarios directos de estos servicios son los propios vecinos de la comarca. Pero indirectamente también se beneficia toda la sociedad, pues las ganaderías de la zona proporcionan leche, carne de vacuno y carne de equino a numerosas carnicerías e intermediarios. Respecto a las riberas y ríos, en ellas se desarrollan también varios servicios. Antiguamente las riberas proporcionaban material de decoración para la elaboración de cestas, y leñas para su consumo como calefacción. Además en ellas se recolectaban numerosas plantas medicinales, como las mentas, hierbabuena, valeriana, etc. Hoy en día la principal función de estos ríos y arroyos es el abastecimiento de agua potable, del cual son beneficiarios la población local y empresas locales. El principal servicio derivado del río en este momento es turístico, al ser zona de pesca con buenas poblaciones de trucha común. De este servicio son beneficiarios, tanto la población local (aunque en menor medida) como turistas que visitan la comarca para este fin. Desde el punto de vista edáfico y geológico, es en esta zona donde se desarrolla en mayor medida el servicio de filtrado y acumulación de agua dulce. Si bien el filtrado de agua se produce en todo el territorio, es aquí donde se localiza el principal acuífero ligado al propio río. Este acuífero ha servido tradicionalmente para el abastecimiento de agua potable para consumo y riego, siendo por lo tanto los beneficiarios, la población local de la Reserva.
Las Zonas de Uso Limitado y Uso Limitado de Interés Especial se corresponden con las zonas de ladera y con las montañas más bajas donde se desarrollan los pastizales de diente, el matorral y las principales masas arboladas de la Reserva. Son zonas de pendiente media en las que se ha realizado tradicionalmente un aprovechamiento ganadero estival. Es en estas zonas donde tienen lugar la mayor parte de los servicios ecosistémicos. Por una parte desarrollan las funciones de regulación atmosférica mediante los procesos fotosintéticos, las funciones de regulación climática por la cobertura de la vegetación, regulación hídrica, sujeción y formación de suelo, etc. Son beneficiarios directos de estos servicios la población local, y especialmente aquellos que realizan su actividad en esta zona y que son mantenedores de los recursos naturales existentes: los ganaderos. De un modo indirecto, es también beneficiaria el conjunto de la sociedad, especialmente el sector turístico, pues el mantenimiento de estos ecosistemas proporciona los servicios de información estética, recreativa, científica, etc., pues es aquí donde se desarrollan principalmente estas actividades. Las Zonas de Reserva se corresponden con los grandes macizos montañosos de Peña Ubiña, Cuetos Albos y el Alto de la Cañada. Estas zonas, especialmente las dos primeras, son macizos rocosos, con escaso desarrollo de vegetación, pero que albergan gran cantidad de endemismos cantábricos vegetales. En estas zonas se desarrollan actividades como la caza (de rebeco mayoritariamente), de la que son beneficiarios vecinos y extranjeros; y desde el punto de vista económico, son beneficiarias las juntas vecinales, pues es una actividad muy lucrativa. Esta zona tiene especial interés desde el punto de vista de los servicios de información (estética, recreativa, cultural y artística, espiritual y religiosa, científica y educativa…). Desde el punto de vista estético o recreativo, en ella se desarrollan actividades turísticas relacionadas con el senderismo, montañismo, escalada, nieve, etc. Desde el punto de vista artístico y cultural, estos macizos montañosos son los principales agentes paisajísticos y estéticos de la comarca. Y desde el punto de vista científico y educativo tienen un gran interés geológico, no en vano el municipio de Cabrillanes en su conjunto y el estrato Carbonífero de San Emiliano están propuestos como Lugares de Interés Geológico. De estos servicios es beneficiaria toda la población, tanto local como extranjera.
4 FORMAS DE APROVECHAMIENTO Y TIPO DE GESTIÓN POR LAS COMUNIDADES LOCALES Los ecosistemas y su biodiversidad constituyen una de las mayores riquezas de la Reserva de Biosfera de Babia, por los múltiples servicios ambientales que proporcionan y la variedad de bienes que pueden obtenerse de éstos, directa o indirectamente. Su conservación es fundamental para contribuir a la mejora gradual de la calidad de vida de la población y ofrecer oportunidades de bienestar y desarrollo económico a las generaciones actuales y futuras. Estos bienes, han sido aprovechados tradicionalmente por la población local y su gestión ha dependido directamente de la población que vive en la zona. Según la estructura administrativa de esta región, cada núcleo de población o pueblo está gobernado por una Junta Vecinal, un conjunto de vecinos elegidos democráticamente para realizar las labores competentes en este núcleo. De un modo general, cada Junta Vecinal es propietaria de un monte (Montes de Utilidad Pública) que da servicio a la población de ese núcleo, y del que sus vecinos pueden hacer aprovechamiento (caza, pastos, setas, etc.). Hasta 1983 las Juntas Vecinales gestionaban sus propios recursos junto con el Instituto para la Conservación de la Naturaleza (y anteriormente, la Dirección General de Montes). Sin embargo, desde la aprobación del Estatuto de Autonomía de Castilla y León, estas competencias han pasado a depender de la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León. Por lo tanto, las Juntas Vecinales son propietarias del monte (y por ende de los ecosistemas que allí se desarrollan) pero la gestión se realiza por parte del gobierno autonómico. Esta situación viene generando numerosos conflictos, pues, aunque generalmente se siguen permitiendo los mismos aprovechamientos, es la Junta de Castilla y León quien pone las condiciones y los límites a éstos. El principal problema de esta situación es la burocratización de los aprovechamientos forestales, que la población mayor y envejecida de la comarca no es capaz de asimilar. Por otra parte la población ha dejado de percibir el monte como un recurso que ofrece los servicios de abastecimiento de materias primas y sustrato, sino más bien como una molestia. Esta situación ha provocado un abandono de los aprovechamientos tradicionales de estos ecosistemas. Tan sólo se siguen realizando aprovechamientos de caza debido al carácter lucrativo de esta actividad y en menor medida aprovechamientos de pastos (aunque la mayoría están abandonados) y de setas. Este último recientemente ha crecido en importancia por la fama y precio de mercado que están alcanzando las setas en el mercado español e internacional. Sin embargo, de nuevo, el hecho de que sea la administración regional quien regule este aprovechamiento siendo propiedad de los
propios vecinos está provocando que en muchos lugares se esquive la legislación actual y se realicen aprovechamientos y comercio ilegal de setas. Respecto a otros servicios, como los prestados por mantenimiento de la calidad atmosférica, mantenimiento y formación de suelos, prevención frente a perturbaciones, etc. son aprovechados de un modo indirecto por la población. Es decir, la población se aprovecha de ellos, pudiendo de disponer de pastizales, de una calidad atmosférica adecuada, etc. pero no son conscientes de que sean los ecosistemas quienes los proporcionen. Son servicios inherentes a la comarca de Babia, que siempre han estado ahí y que siempre lo estarán, sin darse cuenta que esta situación puede variar. De un modo similar sucede con el servicio de filtrado y retención de agua dulce. Siempre ha existido agua potable en los acuíferos de Babia y no existe una concienciación sobre el uso abusivo del agua ni de la importancia de los suelos y la vegetación en el filtrado del agua. Por otro lado, la concienciación sobre los servicios de información (valores culturales, turísticos, científicos o educativos…) está cambiando rápidamente. El crecimiento de alojamientos turísticos e instalaciones recreativas está valorizando estos recursos. Las facilidades para el transporte en los últimos años ha provocado que gran parte de la población pudiera salir de la comarca y conocer otras regiones y darse cuenta del valor paisajístico con el que cuenta la comarca de Babia refrendado por el número de turistas que anualmente visitan esta Reserva.
5 PRINCIPALES IMPACTOS Y PRESIONES SOBRE LOS ECOSISTEMAS Y SUS FUNCIONES El ser humano está modificando a velocidad creciente las condiciones naturales de muchos ecosistemas. Esta actividad puede suponer cambios a escala global, regional o local, de tal modo, que hoy en día gran parte de los ecosistemas terrestres presentan cierto grado de degradación o alteración atribuible a causas humanas. Entre las alteraciones a escala global, la principal afección que puede repercutir en los ecosistemas de la Reserva de la Biosfera de Babia es el cambio climático. Los ecosistemas que se encuentran en su límite ecológico o geográfico son los que se verán más afectados por este cambio climático. Los ecosistemas de Babia son de alta montaña y se encuentran en el límite de distribución meridional dentro del macrobioclima atlántico. Es decir, se van a ver gravemente afectados por este proceso, del que ya existen evidencias científicas sobre su afección a la fenología e interacciones entre las especies, favorecerá la expansión de especies invasoras y plagas, provocará cambios en la dominancia, estructura y composición de las comunidades, e incrementará las perturbaciones como el fuego. De igual modo afectará a los servicios de control de calidad atmosférica y climática, pues disminuirá la capacidad de secuestro de CO 2 atmosférico por parte de la vegetación. E igualmente se verán afectados los servicios de refugio y criadero, pues habrá mayores procesos de migración. Desde una perspectiva regional, los principales impactos pueden derivarse de la construcción de grandes infraestructuras, como carreteras, embalses, etc. Recientemente se ha desestimado la construcción de una autovía a lo largo del valle de Babia mediante la declaración negativa de impacto ambiental de esta infraestructura. Incluimos aquí los impactos derivados de las repoblaciones forestales con especies alóctonas (pinos mayoritariamente) frecuentes en la comarca de Babia que, si bien, se realizan de modo local en zonas concretas de la Reserva, estas son planificadas desde el Servicio Territorial de Medio Ambiente con una perspectiva regional o al menos provincial. Estas repoblaciones afectan directamente a servicios como la fijación y formación de suelos, la retención y filtrado de agua o los servicios de refugio y criadero para la fauna. A escala local es donde se produce un mayor número de impactos con repercusiones directas y a corto plazo sobre los ecosistemas. Son dos los grandes impactos en la comarca de Babia, la minería a cielo abierto y el abandono de la ganadería. Respecto a la minería, no cabe duda que la actividad a cielo abierto es una de las más agresivas sobre el medio natural pues elimina completamente la parte biótica del ecosistema y altera notablemente la abiótica. Si bien la superficie de la explotación no
es grande en comparación con el resto de la Reserva, los impactos sobre la vegetación, fauna, suelo, hidrología, etc. son altísimos y con una baja posibilidad de restauración a corto-medio plazo. En la actualidad esta actividad está en regresión, aunque desde la empresa concesionaria de la explotación se está solicitando ampliación de la misma. La baja rentabilidad del carbón y la próxima aprobación del PORN de los valles de Babia y Luna son factores que influyen negativamente sobre esta actividad económica, pero positivamente sobre la conservación de los ecosistemas de Babia. Además, respecto a los servicios de información (recreativos, educativos, científicos…), mientras que las actividades tradicionales como ganadería y agricultura, han favorecido estos servicios, la minería no a aportado nada en estos aspectos. Por último, el impacto que afecta a la práctica totalidad de la superficie de la Reserva de la Biosfera de Babia es el abandono de la ganadería, especialmente la ganadería ovina trashumante. Durante siglos, el aprovechamiento intensivo de pastos de alta montaña durante el verano ha modificado el paisaje alcanzando un equilibrio entre explotación y conservación. En esta situación se conservaban los recursos naturales (como especies hoy en peligro de extinción) a la vez que se obtenía un beneficio de los ecosistemas naturales. Las funciones de producción de estos ecosistemas están íntimamente ligadas al aprovechamiento tradicional del ganado, así como las funciones de información. Debido a las dificultades propias de este sector (baja rentabilidad del ganado trashumante, dificultades burocráticas, etc.) ha ido disminuyendo la incidencia del pastoreo en los montes de Babia, favoreciendo la recuperación de matorral y masas arbustivas, que sin tratamiento ni uso alguno, se convierten en una seria amenaza frente a incendios. Este abandono de la ganadería también provoca una pérdida de hábitats en los que se habían desarrollado numerosos endemismos, adaptados a las condiciones climáticas extremas de alta montaña y al pastoreo. En este momento se está sustituyendo esta ganadería por la equina. Son ya muchos los ganaderos que están comprando caballo Hispano-Bretón por la comodidad que supone su cuidado frente a los rebaños de ovino y el menor control administrativo y veterinario de este tipo de ganado. Sin embargo, el aprovechamiento de monte de ambos tipos de ganado es muy diferente y el ganado equino permite un mayor crecimiento de matorral a la vez que altera más la capa superficial del suelo, provocando cambios en los procesos de sujeción del suelo, filtrado de agua, composición vegetal, etc.
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