arios clientes
no de ellos No procrastines
un punto donde empiezas a perder el control de tu trabajo, entonces ha llegado el momento de recortar. Nunca sacrifiques calidad; sacrifica clientes.
Eres tu propio jefe, para bien y para mal. Cuando gestionas varios clientes, el lado “jefe” de tu personalidad debe tomar el control. No sucumbas a la tentación de perder el tiempo.
Los freelancers a menudo se agobian buscando el equilibrio perfecto entre su vida laboral y personal. Pero llegado el caso, recuerda: hay cosas más importantes que el dinero. Y nunca llegarás a descubrir esas cosas si estás todo el día trabajando.
Trabaja con agilidad y céntrate en maximizar tu eficiencia. Si la mayor parte de tu trabajo es online, es bastante sencillo despistarse navegando en el ciberespacio. Solo porque estés sentado en una mesa no significa que estés trabajando. Deja tu tendencia a procrastinar en la puerta.
Haz una lista de tus clientes cuales y el trabajo que tienes que hacer para cada uno de ellos. ¿Cuánto tiempo vas a dedicar a cada cliente? ¿Quién ocupa la mayor parte de tu tiempo? ¿Estás disfrutando con el trabajo que estás haciendo para ellos?
Desconecta de vez en cuando
Una vez tengas claro cuánto tiempo vale la pena trabajar, para quién quieres trabajar, y si realmente estás pasándolo bien haciendo ese trabajo, será mucho más fácil tomar una decisión si llega el momento de renunciar a algo o a alguien.
No confundas no procrastinar con no hacer una pequeña pausa en mitad del trabajo. ¡Justo lo contrario! Haz pequeñas paradas entre proyectos. Es absolutamente necesario. Cuando trabajas para varios clientes, cada uno de ellos tiene sus propias peticiones con sus propios requisitos, y lo último que querrás es volverte loco entre tanto correo y llamada. Tómatelo con calma.
No te preocupes si tienes que decirle adiós a algún cliente, si realmente lo necesitas (o lo quieres). No solo te dará más tiempo libre para encontrar clientes mejores, sino que también tendrás más tiempo para cuidar a tus clientes actuales.
Organízate
Ya sabes, equilibrar tu propia vida es lo primero. Si eres capaz de hacerlo, entonces equilibrar la gestión de tus clientes será pan comido ;-)
Incluso aunque seas un maestro de la organización, no te descuides. Para poder gestionar varios clientes necesitas un alto nivel de habilidades organizacionales. Múltiples clientes significa múltiples proyectos y fechas e entregas. Y tienes que llevar un control de todos ellos. No te fíes de tu memoria. Pon todo por escrito.
Ten una mezcla de clientes No dejes que todos tus clientes sean clientes “grandes”. El día no tiene tantas horas como piensas. En este caso, por cliente “grande” me refiero a ese cliente que te genera muchísimo trabajo. Todos hemos tenido a un cliente que require más trabajo que los demás. Generalmente es el que más paga, pero no necesariamente. Algunas veces, los clientes “pequeños” (aquellos que requieren menos horas de trabajo) pagan muy muy bien. Ten una mezcla de clientes. Si ya tienes un cliente “grande” que ocupa la mayor parte de tu tiempo, no aceptes otro más. No tendrás tiempo suficiente para satisfacer a los dos. En su lugar, busca un par de clientes “pequeños” para ocupar el resto de tu tiempo.
Recorta Para equilibrar con éxito la gestión de varios clientes, la palabra clave que debes recordar es equilibrio. Si llegas a 161