Catalogo Pop Politics. Activismos a 33 revoluciones

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territorios tan diversos como el de las producciones de las vanguardias históricas, los estudios etnográficos, pero también en espacios como la publicidad, la música, la exploración de lo cotidiano y la reflexión sobre lo circundante o más inmediato. Una red de actores que, como en los casos anteriores, no se proyecta sólo en el presente, sino que reconfigura el pasado. Esto es visible en ‘Biziak 2’ (2009) de Pepo Salazar, una escultura colgante basada en los proyectos ‘Biziaks’ de Laszlo Moholy-Nagy, nunca construidos, que planteaban unas torres-quioscos de información ciudadana para dar soporte informativo a discursos y propaganda política. Salazar los actualiza con elementos comunes al contexto de la música, como cadenas, platos de batería y una guitarra colgada boca abajo con el eslogan ‘The Future Our Only Goal’. Estos elementos llaman la atención y reflexionan sobre distintos proyectos vinculados a la rebelión social y la idea de lo artístico como litigio transformador. Algo también visible en los dibujos de Raymond Pettibon, donde se confrontan imágenes idílicas de una familia tradicional con leyendas y escrituras extraídas de la cultura musical que marcan la violencia implícita de las escenas. O en las obras de Robert Crumb, que remiten siempre a universos complejos, densos y ramificados, arraigados en las culturas del underground y del mundo del fanzine. En ellas, se superponen imágenes del propio autor como un obseso coleccionista de discos originales, siempre a la búsqueda de la grabación más ‘pura’, con los retratos de todos aquellos que un día cambiaron la forma de entender el contexto (como la cantante y animadora Fanny Brice) y que hoy han sido olvidados. Unas obras convertidas en agencias compartidas donde los objetos y sus representaciones adquieren variadas capas de significado. En ‘Badussy (Machu Picchu After Dark)’ (2005), William Cordova expone una construcción elaborada con altavoces desechados, bafles, discos de vinilo, velas, caramelos y otros elementos, para tratar de suturar diferentes acercamientos a la realidad. Desde el título podemos comprobar cómo su obra se mueve en la intersección producida por la sensibilidad Pop (‘Badussy’ es un término slang referido a ciertos sudores íntimos), las culturas autóctonas (las ruinas incas de Machu Picchu) y los recuerdos personales (ese ‘After Dark’

que se vincula con su memoria afectiva). Y es que uno de los primeros recuerdos del artista antes de llegar a Miami procedente de Perú a finales de los años setenta, fue reparar en la multitud de cajas que había tiradas por las calles. Cajas que, en realidad, eran instrumentos musicales construidos a partir de elementos reutilizados y que los estratos más marginados de la sociedad utilizaban para dar voz a sus demandas. Así, los diferentes registros se van sumando para generar un tejido de relaciones a partir de la música y de las tecnologías que la hacen posible, añadiendo al significado específico situaciones políticas y económicas muy concretas.

3. You Gotta Fight For Your Right To Paaaaaaarty!!!26 La elaboración de un contexto con todas sus implicaciones materiales, espaciales, discursivas y simbólicas es la base de la investigación de Zira02 sobre el contexto musical mostoleño. En ‘Mosticology’ (2012) exploran la escena musical contemporánea en Móstoles, una ciudad que, desde los primeros años ochenta, ha vivido una holgada trayectoria cultural, en la que la música ha jugado un papel relevante, barriendo géneros, estilos y movimientos. De este modo, los diferentes elementos que componen una escena, sus medios de comunicación, sus autores, sus espectadores, sus espacios de socialización y sus múltiples recepciones conforman una arena compartida, una agenda en continua transformación. Algo no muy alejado de ‘Pilgrimage from Scattered Points’ de Luke Fowler (2006), un collage cinematográfico que recorre, a partir del compositor británico Cornelius Cardew, las experiencias y conflictos de la Scratch Orchestra, una comunidad experimental de músicos amateurs y profesionales que, a finales de los años sesenta y principios de los setenta, improvisaba en conciertos y performances un repertorio de música clásica y popular a través de un uso poco ortodoxo de las partituras y de

26. ‘¡Tienes que luchar por tu derecho a fiesteaaaaaar!’, tomado de la canción ‘(You Gotta) Fight For Your Right (To Party)’ de Beastie Boys (del álbum License to III, 1986).

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