Luna Córnea 27. Lucha Libre

Page 235

sa canción de José José–. Era rudo y su pareja fue Kilowatito. También se presentó en Puebla y Toluca, por uno o dos pesos la función, y llegó a luchar sólo por “una torta y un refresco”. “Anduve muy poco de luchador, porque me metí de réferi de box, ahí mismo en los Florida”. Fue ayudante de El Solitario –“le cargaba la maleta, estaba yo al tanto de su equipo”–. Finalmente, su amigo Valente Pérez lo introdujo al periodismo de lucha libre hacia mediados de los años setenta. Le pidió que escribiera para su revista. Empezó entonces a entregar semanalmente la columna “Tres caídas sin límite de tiempo”, donde reportaba lo que “veía en los gimnasios, los problemas de los luchadores, de los sindicatos. Yo nunca escondía nada”. Como Isaías Noriega, empezó a tomar fotografías para no depender de nadie –al principio “con una camarita de 110–”. La sección de Mario Gil duró hasta que la revista dejó de salir al mercado a mediados de los años noventa. Gil admira el conocimiento del medio y la habilidad de Valente Pérez, el director de Lucha Libre, a quien le decían “El bailarín” –porque bailaba flamenco y en alguna ocasión fue miembro del ballet de la ANDA–. A decir de Gil, “El bailarín inventó al Tinieblas, al Mil Máscaras, a Canek, al Broncas, al Power, a unos allá de Los Ángeles. Él se inventaba los personajes en frío y luego llegaban los luchadores y les decía ‘ponte este nombre, cabrón’. Yo aprendí mucho de él”, asegura. En cuestiones de fotografía, Gil se confiesa autodidacta: “Yo solito anduve tomando fotos, primero 110, luego 126… La verdad, la verdad, todavía no he aprendido a tomar fotos, porque la fotografía es muy extensa, es como una guitarra, que le agarras una cuerda, un tono y otro tono y así sucesivamente; es lo mismo la cámara, es un arte muy bueno”. Sus primeras fotografías de luchadores fueron rechazadas por Valente Pérez. “Me las regresaba: ‘No, esta foto no sirve. Está bien tomada pero aquí para el periódico no sirve. Necesitas comprarte otra camarita más de uso.” Y fue él mismo quien lo ayudó a comprar mejor equipo. “Yo no tenía nociones de nada, yo soy empírico, empírico. No tuve escuela”. Al principio no tomaba fotos de acción. “Nada más parados. Los encontraba en los vestidores, los llamaba, o los citaba en algún lado. Yo les decía las poses. Los principiantes, pues, no saben, y aunque quisieran posar, no saben. Yo les decía así, asado, acá y allá. Yo también posaba 233

LUCHAS-2014.indd 233

29/04/14 10:58


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.