No pueden llamarse males los que nos proporcionan bienes mayores.
«Dios no permitirá que venga otra cosa, sino aquello que fuere para mayor bien nuestro, aunque nosotros no lo entendamos» (Beato Juan de Ávila).
Tiene el Señor un arte especial para sacar bienes espirituales de los males materiales; de la enfermedad sabe sacar salud; de la muerte, vida.
«Aunque diere penas y castigos, se lo debemos agradecer; que siempre es para nuestra salud todo lo que permite que nos venga» (Kempis).
Nunca nos hace sufrir por sufrir. Envía o permite un mal para darnos un bien mayor. Los dolores son bienes con apariencia de males.
Mucho debe valer el dolor, cuando para buscarlo, Dios se hace hombre, y por soportarlo, el hombre se hace Dios.
«¡La gracia de las gracias, el mayor favor que, después de incesantes ruegos, me ha otorgado Dios por intercesión de María, es sufrir mucho por Él!» (San Juan Eudes).
«Cuanto Dios permite es siempre lo mejor» (Eva Lavallière).
El dolor es buen amigo, es un enviado d