URUGUAY / Segunda época / Año XXXVIII / Nº 1 / Marzo 2016 / www.boletinsalesiano.org
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JÓVENES ¿Etiquetarlos o conocerlos?
“FAREMO A METÀ” Para acompañar a los jóvenes
ENTREVISTA
La huella salesiana en la Primera Dama
Sumario 3
Carta del Director
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Sintonizando con Don Bosco Una Familia feliz que comunique esperanza
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Del árbol salesiano Hace 125 años que la Virgen “se pasea” por IMA
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Me gusta, comento, comparto Escribir en el suelo
¡Sí, hay algo nuevo bajo el sol! “Faremo a metà: Camino con vos”
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Haciendo historia El protagonismo juvenil ¿simbólico o real?
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Vale la pena vivir así “No salí a ayudar a nadie, salí a compartir”
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Aquí y ahora Jóvenes: ¿Etiquetarlos o conocerlos?
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De otros lares La FS en el mundo
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Sintonizando con Don Bosco Renovar la aventura del Espíritu
Familia en obra “Es necesaria una aldea para criar a un niño”
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Con nombre y apellido La huella salesiana en la Primera Dama
Sabor a “Buenas Noches” De la sequía al chaparrón
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ADMA Jóvenes “Y verán lo que son los milagros”
Puzzle Aportes para la animación
Boletín Salesiano Revista de información sobre la Familia Salesiana y de cultura religiosa Director: P. Sergio Álvarez sdb Redactor Jefe: Adriana Porteiro Coordinador: Eduardo Martínez Columnistas: Dra. Natalia Trenchi, P. Francisco Lezama sdb y P. José Adrián García sdb
Dirección, redacción y administración: Av. Agraciada 3181 CP 11800, Montevideo; tel. 2209 4521 Sitio web: www.boletinsalesiano.org Email: comunicacion@salesianosuruguay.com.uy Afiliado a la Cámara Uruguaya del Libro
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Fotografía: Leonardo Pagliari Diseño: gustavo@tanganika.com.uy Impresora: Mastergraf Depósito Legal: 366.191
CARTA DEL DIRECTOR
P. Sergio Álvarez sdb
¡Qué bueno caminar contigo!
Es este el saludo con el que iniciamos este año 2016 desde el Boletín Salesiano de Uruguay. Llegue a ti, en nombre de todo nuestro equipo, el deseo y compromiso de hacer camino compartiendo vivencias que nos permitan crecer como Familia Salesiana en Uruguay. Muchas cosas ocurren en las distintas Presencias Salesianas, muchas cosas nos pasan, y si las miramos bien, contemplándolas, podemos descubrir a Dios cotidianamente entre nosotros. Don Bosco nos dice, como a Miguel Rua, “vayamos a medias”, compartiendo el carisma y la misión. Movidos como él por el Espíritu Santo, nos veremos una y otra vez habitando la vida y la cultura con los jóvenes, porque allí es donde nos encontramos con Jesús, el Señor. Las vidas de personas, sus testimonios, lo que de ellos mismos se animaron a contarnos sea, en este número del Boletín Salesiano, una ocasión que te anime a encontrarte personalmente con tu propia experiencia de ser hijo de un buen Padre, y por la cual crezca tu compromiso de crear en tu entorno la fraternidad. ¡Buena lectura! Un saludo en nombre del equipo del Boletín Salesiano de Uruguay...
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SINTONIZANDO CON DON BOSCO
¡SÍ, HAY ALGO NUEVO BAJO EL SOL!
Un nuevo proyecto salesiano para los jóvenes
Una familia feliz que comunique esperanza
Faremo a
Queridos amigos de la Familia Salesiana: Mi mente y mi corazón todavía guardan los recuerdos del Bicentenario del nacimiento de Don Bosco, en particular, los vividos en nuestra tierra santa de Valdocco y del Colle Don Bosco. El encuentro con miles de jóvenes de 58 países fue un auténtico regalo. Y la maravillosa fiesta de clausura fue excepcional. Como si todo eso fuera poco, aún resuenan los ecos de la celebración por todo el mundo. Gracias a Dios, nuestra familia está muy viva, dondequiera que esté presente. Concluido este gran jubileo salesiano debemos proyectar y hacer realidad y vida todo lo que llevamos en el corazón. Y pensando en el futuro de nuestra Familia Salesiana quiero expresarles un sueño muy particular, que ya he compartido con mis hermanos SDB. En concreto, el Bicentenario me ha hecho soñar con una Familia Salesiana compuesta por hombres y mujeres felices.
“Nuestras comunidades, presencias y obras deben estar integradas por personas que se sienten bien, contentas con lo que viven y hacen, con la vida que entregan”
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¿Acaso les sorprende? ¿Creen que propongo una utopía? ¡Para mí es una exigencia que nos hace nuestro mundo y, por si fuera poco, algo que se merecen nuestros muchachos! Estoy convencido de que todos nosotros –amigos y amigas de Don Bosco, laicos y religiosos, jóvenes comprometidos y animadores–,todos hacemos el bien. ¡Sí, hacemos el bien, mucho bien! Y aunque es importante, eso no es suficiente. Todo el bien que hacemos tiene que ir de la mano con el testimonio de mujeres y hombres, laicos y consagrados, que viviendo con identidad salesiana, son y se sienten felices. Nuestras comunidades, presencias y obras deben estar integradas por personas que se sienten bien, contentas con lo que viven y hacen, con la vida que entregan. Hay muchas personas que en la vida llevan serias heridas. Es una realidad inevitable. Y si a ellos se les pide que pongan al mal tiempo buena cara ¿cuánto más a nosotros,
integrantes de la Familia Salesiana –y, por lo tanto, impregnados del espíritu de Don Bosco– que mostremos, con serenidad y alegría, que estamos felices con la vida que vivimos y con la vida que damos? El espejo cotidiano y más evidente de que es posible lo tenemos (todos lo hemos vivido en carne propia) en nuestras madres. Ellas han dado vida y dan la vida cada día con su más profunda sonrisa y conmovedora ternura sin considerar, para nada, sus cansancios y dolores. Nuestro carisma tiene, como característica más profunda, ser capaz de impregnar todo de esperanza y entusiasmo. Por eso, quienes hoy somos responsables de encarnarlo, todos ustedes y yo, debemos transmitir que somos felices, que nuestra vida tiene pleno sentido, y que seguir a Jesús por la huella de Don Bosco nos llena la existencia. Y si esta motivación no bastara, recordemos que en este mundo complejo, escéptico y duro, lo que convence y mueve los corazones son los hechos, no las palabras. El mundo, nuestra historia, de lo que hoy tiene hambre junto con la Paz, es de la Esperanza, de hombres y mujeres que, como si no lo buscaran, comuniquen esperanza. Este año quise celebrar la solemnidad de Don Bosco en Sierra Leona. No fui a Valdocco, descontando que Don Bosco me aprobaría desde el cielo, para estar con nuestros hermanos salesianos y toda nuestra familia presente en ese país, Liberia y Ghana. ¡Cómo no hacerlo! Debía llevar esperanza, en nombre de todos ustedes, a esos cientos de muchachos y muchachas que el ébola puso a nuestro cuidado, para dejarles la certeza, la alegre certeza, de que la vida merece ser vivida, más allá de las dificultades diarias. Mi querida Familia Salesiana: empeñémonos más, todavía, en hacer realidad el sueño que he compartido con ustedes. ¡Don Bosco se merece una familia así!
Buscando mitigar la profunda soledad, el vacío existencial y la desorientación que sufren muchos jóvenes, la Pastoral Vocacional Salesiana pone en marcha en 2016 una nueva acción pastoral que recibe el nombre “Faremo a metà… camino con vos”.
metà... camino con vos
Este nuevo proyecto de la Pastoral Vocacional Salesiana tiene por cometido acompañar a los jóvenes durante su caminar diario, a través de distintas experiencias que se realizarán durante el año y que contemplarán las diversas realidades que viven y los momentos existenciales que atraviesan. MUCHA SOLEDAD Y POCO AMOR El camino de la búsqueda de la realización personal y del proyecto de vida no es sencillo, máxime en tiempos de globalización con sus procesos contradictorios y el influjo de las nuevas tecnologías que muchas veces distraen de lo esencial.
su experiencia de acompañamiento espiritual, opina que la soledad y la falta de amor son para los jóvenes interferencias importantes a la hora de elegir caminos de vida que puedan plenificarlos. “Percibo una profunda soledad en muchos jóvenes y adolescentes. A veces teniendo todo lo material y rodeados de mucha gente, en el fondo del corazón están solos. Tienen angustias y cuestiones que no saben cómo resolverlas, llega un momento en que la barra de amigos los sostienen, los ayudan, pero aun así hay cosas que no logran superar”, destaca el sacerdote salesiano que hace 30 años se dedica al trabajo con adolescentes y jóvenes.
El Padre Hugo Espinosa sdb, integrante del equipo de Pastoral Vocacional Salesiana, desde
“La pérdida del sentido de vivir, provocada por la falta de amor en el entorno que habitan” es,
“Vivimos de urgencia en urgencia y lo importante va quedando de lado” según el P. Espinosa, otra de las problemáticas que aquejan a los jóvenes. Esta realidad puede entenderse desde la concepción del hombre a la “intemperie” planteada por José Luis Moral en su libro “Jóvenes, religión e Iglesia”, en la que refleja “un sentimiento vago e inconcreto pero profundo- de angustia y desorientación, de los jóvenes de nuestro tiempo”.
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VIVIENDO LA VOCACIÓN Aunque el joven esté ya orientado hacia lo que lo plenifica, en el camino suele sufrir el embate de diversos factores que dificultan su opción. “La inmediatez y el 'ya', es clave. Vivimos de urgencia en urgencia y lo importante va quedando de lado. Es urgente servir a los demás pero es importante que tú entres en una comunión con Dios, en un diálogo para pensar lo que estás haciendo y para resignificar esa experiencia. Es urgente que te reúnas con tus amigos pero también es importante que puedas compartir la mesa con tu familia”, explicó Espinosa. Precisó que los bombardeos de propuestas del mundo y algunas dicotomías que se dan en los jóvenes (`sacarse el traje´ de cristianos en ámbitos laborales o estudiantiles, separar el apostolado de la oración), provocan la ausencia de una vivencia unitaria del proceso de fe que están viviendo.
“Muchos jóvenes en el fondo del corazón están solos” Pero no todo es negro en el camino del discernimiento vocacional, el mundo juvenil no es indiferente al dolor y las miserias humanas y eso se demuestra en la cantidad de iniciativas solidarias que surgen desde movimientos 6
juveniles. Hay un “reverdecer” de la fe, al decir de Espinosa, que provoca en muchos jóvenes una búsqueda de sentido existencial y de encuentro espiritual, que se refleja en lo vocacional. Desde una perspectiva laboral, incluso, un estudio de ExpoUniversidad en Argentina, arrojó que a la hora de elegir su profesión, el 76% de los jóvenes priorizan seguir su vocación, más allá del dinero, las tradiciones familiares o las necesidades del mercado. Incluso se destaca que muchas veces, las actividades solidarias o hobbies, terminan siendo el trabajo de muchos de ellos. EL PROYECTO “Faremo a metà… camino con vos”, apunta a acompañar a los jóvenes varones en sus búsquedas y discernimientos hacia la vida religiosa o matrimonial. A diferencia de otras experiencias anteriores, buscará naturalizar ciertas preguntas vocacionales en jóvenes que aún no tienen decidido su proyecto de vida. El nombre proviene de la frase que Don Bosco le dijo a un jovencito llamado Miguel Rúa (que a la postre se convertiría en su sucesor a la cabeza de los Salesianos de Don Bosco): “faremo a metà” (iremos a medias). Al decir esto, el santo le explicaba que quería compartir la vida con él, caminar juntos. Tal es el espíritu de este proyecto.
UN MENÚ
SINTONIZANDO CON DON BOSCO
DE EXPERIENCIAS
Renovar la aventura del Espíritu
Más allá del acompañamiento cotidiano que reciben los jóvenes en cada obra salesiana y de algunas instancias de espiritualidad periódicas que se dan a lo largo del año, “Faremo a metà… camino con vos” consta de siete experiencias concretas que apuntan a abarcar la diversidad de momentos y realidades que puede atravesar un joven en su proceso de búsqueda vocacional. Queridos amigos de Uruguay: “Sabes silbar” será un campamento juvenil, que estará centrado en la certeza de que cada chico tiene un don que Dios le regaló. Desde ahí tendrá que hacerlo aflorar, ponerlo al servicio de los demás y dejar que Dios actúe en él. “Me parece que hay buena tela” está pensado como una experiencia de retiro espiritual, donde el educador debe ser capaz de detectar el potencial que tiene el joven y acompañarlo, intentando responder con fidelidad a lo que Dios le está pidiendo a ese chico. “Soñador” buscará que el joven dilucide su proyecto de vida, esto es, el sueño de Dios en cada persona. La idea es que el muchacho pueda escuchar a Dios que lo llama a seguir un determinado camino. “Yo te daré la Maestra” y “Ella lo ha hecho todo” serán encuentros que tendrán a la Virgen María como centro. A Don Bosco no se lo entiende sin la intervención de María Auxiliadora. Estas instancias quieren poner en el mundo juvenil una experiencia de relación con la Virgen para entender y comprender la frase de Don Bosco al final de su vida: “Ella lo ha hecho todo”, momento en que entendió que toda su obra había sido erigida y sostenida por la Auxiliadora. “Felices aquí y en la eternidad” se tratará de una experiencia comunitaria, donde jóvenes y religiosos podrán compartir la vida diaria, la oración, la mesa y la casa durante un tiempo. “Entre ustedes me encuentro bien” será una instancia de misión apostólica, buscando conjugar la oración y la acción evangelizadora, el compromiso con la realidad y la mirada desde Dios. Cada joven que se encuentra en búsqueda podrá participar en todos los encuentros o en aquel que pueda responder mejor al momento que transita. “Faremo a metà… camino con vos” es un proyecto que tiene en cuenta las vicisitudes y problemáticas de los jóvenes en la actualidad… y que tendrá que desafiarlas.
¡Qué lindo comenzar juntos este año que el Señor nos regala! Es un tiempo de gracia, que nos desafía a vivir cada día con los ojos del alma bien abiertos, para descubrir la belleza que brilla en nuestras comunidades educativas, en la Iglesia y en la sociedad. El mundo actual, con su dialéctica de luces y sombras, nos reclama que caminemos sin ceder al cansancio, guiados por el Espíritu Santo, hasta que encontremos definitivamente a Jesús. El mundo actual nos pide, también, que lo anunciemos y que testimoniemos que la alegría de encontrarlo apaga la sed de tantos corazones juveniles que buscan a Alguien que les dé sentido. Después del año del Bicentenario de Don Bosco que hemos celebrado como Familia Salesiana, con la Iglesia Universal hemos comenzado a vivir el Jubileo de la Misericordia, convocado por el Papa Francisco. Este es una experiencia abierta a todos, para que todos puedan gustar la ternura de Dios y constatar que el perdón es posible siempre y en todas partes.
“La relación con Jesús es un camino que cambia la vida y es la prioridad de nuestra misión como educadores de los jóvenes” Escribe el Papa Francisco que “cualquier persona que atraviese la Puerta de la Misericordia podrá experimentar el amor de Dios que consuela, perdona y da esperanza”. Peregrinos de la Misericordia, marchamos junto a los hombres y mujeres de este mundo, particularmente de los jóvenes, los que viven en situaciones difíciles y de los que no se cansan en la búsqueda de la verdad. Dios nos invita a ser un pueblo en camino, abierto a horizontes inéditos y ya previstos por el Espíritu para salvación de todas las criaturas, amadas y salvadas por Jesús, enviado del Padre rico en misericordia. El Aguinaldo 2016 del Rector Mayor, don Ángel Fernández Artime, presenta un camino de gran
calidad humana, espiritual y salesiana. Su consigna nos pone en sintonía, como Familia Salesiana, con quienes están comprometidos en dar hondura humana y cristiana a su vida. Con dicho empeño, estos quedan abiertos a la dimensión trascendente, con frecuencia olvidada o silenciada por la cultura actual. El tema del Aguinaldo es: “Con Jesús, recorramos juntos la aventura del Espíritu”. Es una llamada a lo esencial, a ser conscientes de que solo con Jesús, en Jesús y partiendo de Él podemos hacer un camino significativo y decisivo para nuestra vida y la fecundidad de la misión que nos ha sido confiada. Seguir a Jesús es una "aventura" vivida en el Espíritu Santo que fascina, atrae y sorprende. Implica ir detrás del Señor sin poseer un "mapa de navegación", poniendo únicamente la seguridad en la amistad con el Maestro que nos pide fidelidad, confianza y vida nueva. Seguir a Jesús requiere audacia para vencer cualquier tipo de miedo y atenúa las dificultades inherentes al seguimiento mismo como la exclusión, la incomprensión y el rechazo. Aventura del Espíritu son nuestras propias relaciones, es la misión cotidiana entre los jóvenes. La relación con Jesús, subraya claramente el Aguinaldo, es un camino que cambia la vida y es la prioridad de nuestra misión como educadores de los jóvenes. "Siempre con ellos y para ellos", estamos llamados a renovar la vida de fe, el encuentro con Jesús. Algo que vivimos no solo por un ideal o por una actividad pastoral a realizar, sino por Dios presente en cada joven. Los animo a confiarnos, como Don Bosco y Madre Mazzarello, en María, que Ella nos ayude a comprender que la presencia y acción del Espíritu se manifiesta siempre en un encuentro respetuoso que es, al mismo tiempo, propuesta y respuesta. Que el Señor los bendiga.
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FAMILIA EN OBRA
Hace 125 años
“Es necesaria una aldea para criar a un niño”
se pasea
(proverbio africano)
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No se imaginan con cuánta alegría inauguro hoy este puente con la Familia Salesiana. Adoro poder estar en comunicación con gente preocupada y ocupada en la salud global de nuestros niños. Soy una convencida de que no hay otro camino hacia la sociedad que deseamos y soñamos que una crianza saludable y emocionalmente fortalecedora de las nuevas generaciones. Y para ello todos los adultos somos responsables. Todos somos necesarios, cada uno cumpliendo su función desde su lugar. Hace un tiempo supe de algo que había sucedido en el Kruger National Park, la enorme reserva sudafricana. Allí viven miles de elefantes, que son visitados por mucha gente. En determinado momento los elefantes quedaron distribuidos de manera despareja: en una zona muchos y en otra pocos. Los administradores decidieron entonces trasladar a 40 ejemplares jóvenes para poblar la zona en que había menos. Al tiempo de hacerlo, aquello era un gran lío: los elefantes jóvenes estaban inusualmente violentos entre ellos, con los demás animales y con los turistas. Consultados los expertos en comportamiento descubrieron que la violencia desenfrenada era debida a la escasez de ejemplares añosos en la manada. Parece ser que normalmente los elefantes machos jóvenes pasan por períodos en los cuales les sube mucho la testosterona, lo que les permite cumplir su función reproductiva, pero que también genera un gran aumento de violencia. En condiciones normales, son los elefantes adultos y viejos quienes se encargan de regular naturalmente este comportamiento: un buen bramido y golpes en el suelo logran que todo vuelva a su cauce. ¿No es maravilloso cómo la Naturaleza nos enseña permanentemente? ¡Qué necesarios somos los “viejos de la manada”! ¡Qué importante es que estemos para cumplir con ese rol conductor y armonizador de los impulsos y arrebatos de los más jóvenes! Cuando las generaciones carecen de la guía y orientación de sus mayores, el equilibrio social se pierde peligrosamente. Todos somos importantes para que la comunidad tenga salud: los jóvenes aportando su impulso, creatividad y energía, los mayores sumando la sabiduría que dan la experiencia y la madurez,
y ofreciendo también contención frente a los desbordes. No lo estamos logrando tan bien como necesitaríamos. Son muchas las situaciones en las cuales nos preguntamos: ¿Donde están los “viejos de la manada”? Cuando los chiquilines son dejados solos a merced de su aún mal regulado sistema de autorregulación y copan las calles de los balnearios cometiendo excesos malos para su salud física y mental, cuando depredan el bien común, cuando destrozan los locales de festejos, cuando agreden de forma salvaje a algún “débil” del grupo… ¿es culpa de ellos? ¿O es una señal de que los adultos no estamos cumpliendo bien con nuestra función reguladora? Es normal que un bebé se sienta atraído por un enchufe; pero es necesario que los adultos a cargo le impidan tocarlo en un principio pero, fundamentalmente, que le enseñen a cuidarse de los peligros. Es normal que los muchachos quieran experimentar sensaciones, pero necesitan de adultos que les hayan enseñado a pensar antes de actuar, que no les den canilla libre de permisos y libertades antes de tiempo y que les enseñen a vivir con el buen ejemplo. Debemos convencernos de que los adultos no estamos en el mundo solo para pagar cuentas, llevarlos al doctor y hacerlos estudiar. Estamos para ayudarlos a construirse a sí mismos de la mejor manera. Y para eso no solo es necesaria la presencia sino también la voluntad, el compromiso y la perseverancia. No sirven de nada los discursos moralinezcos o amenazantes. No sirve de nada rasgarse las vestiduras por lo que pasa alrededor nuestro y seguir de largo sin hacer nada. Necesitamos adultos que no le teman a la autoridad democrática bien ganada, apoyada en vínculos sinceros y fuertes, embebidos de respeto y coherencia. No necesitamos ni padres, ni madres, ni docentes perfectos: sí comprometidos en hacer lo mejor que pueden y seguir aprendiendo de los errores. No queremos más policías cuidando a nuestros muchachos. Queremos lograr que ellos sepan cuidarse a sí mismos y no siempre lo conseguimos. Ojalá este camino que empezamos a recorrer juntos nos acerque a lograrlo.
Dra. Natalia Trenchi
“A mí este colegio me cambió todo, hasta la vocación. Me cambió la vida”. No es una frase cualquiera, es el testimonio de un exalumno veinteañero que ha sentido, a lo largo de su adolescencia, varios clicks que le hicieron reorientar su camino. Afirma que el primer 'cimbronazo' lo vivió en 2º de liceo, durante un retiro/convivencia. “Yo entré a IMA para la secundaria. Venía de una familia común, católica pero nada más; no traía más que eso, lo que me habían dado en casa… Después de ese retiro ingresé al Movimiento, al año siguiente comencé a animar en primaria. IMA se convirtió en mi casa”.
DEL ARBOL SALESIANO
s que la Virgen
a por IMA Quien llega al Instituto María Auxiliadora (IMA), la antigua Escuela Taller, seguramente ignore que nació hace 125 años a impulsos del por entonces obispo de Montevideo, Mons. Mariano Soler. El obispo convocó y animó a una comisión de señoras que consiguió lo necesario para la fundación de una escuelataller. Ahí las niñas y muchachas de una extensa barriada –pues no quedaba solo en los límites del Cordón– aprenderían “las primeras letras” y lo que se consideraba “habilidades propias de una joven”. La Crónica, escrita en italiano, no dice cuándo se mudaron las hermanas a una sencilla casita enfrentada al tambo del barrio, pero indica el 7 de junio de 1891 como el comienzo de los cursos. La propuesta fue aumentando: se abrieron talleres de corte, floristería, bordado, macramé, pintura, sombrerería y tapicería, que formaron miles de artesanas. Y la historia continuó. las excursiones al torrente en Mornés. Hoy cambió aquella imagen del colegio enorme como una fortaleza, con cuatro pisos, que se enseñoreaba en la manzana. Aquellas alturas empequeñecen entre los nuevos edificios que apuntan al cielo desde el norte, el este y el oeste. Fotos antiguas y amarillentas muestran la comunidad religiosa: 60 monjas, puestas casi en formación –como era de estilo– en la escalinata que da al patio, cada una con su ocupación específica o varias. Actualmente hay solo 6 hermanas para atender todo. Es cierto: ya no está el aspirantado ni hay pupilas; el conservatorio musical nacido con el siglo XX ya no existe y el Magisterio hoy vive, fecundo, en Las Piedras. De los talleres del comienzo solamente queda alguna foto y en los antiguos dormitorios no hay camas ni roperos. Hoy son 480 alumnos distribuidos en maternal, inicial, primaria y secundaria quienes ponen vida todo el día. De mañana, educadoras de preescolar y maternalito, maestras, docentes de liceo y teachers, catequistas y animadores mezclados entre la gurisada. De tarde, todo lo que una casa salesiana puede ofrecer: deporte, música, ajedrez, teatro, etc.; experiencias asociativas, grupos de compromiso, preparación a los sacramentos... Fuertes experiencias pastorales, convivencias y campamentos. Con la misma alegría y simplicidad del patio de Valdocco y de
En 125 años el mundo ha mudado mucho. Y esos cambios también se advierten en la casa. Hace años, fue todo un acontecimiento cuando contrataron una profesora de inglés –la primera docente laica de la casa– pues el resto de los cursos tenía al frente a una religiosa. Hoy, en cambio, cuando toda la comunidad de IMA se reúne para una fotografía, hay que estar muy atento para descubrir a las hermanas. Podría decirse que la responsabilidad de la tarea educativa cambió de manos; pero quizás la mejor expresión es: “Ahora en IMA todos somos responsables de la educación y de todos”. Por eso se siente, hasta con lágrimas, cuando alguien debe irse. Y aunque sea muy triste, se vive con esperanza.
me escucharon, porque las cosas se arreglaron!”.
“Hace años, en un momento bastante negro– dice la directora, Hna. Fanny Serrés HMA– fui a la capilla y reuní a todos los santos. Había dos imágenes del Sagrado Corazón, de María Auxiliadora, Don Bosco, María Mazzarello, San José… Las coloqué en círculo y también puse un banquito, entre ellas, para mí. Me senté y les empecé a hablar. Les conté todo lo que pasaba y les dije que IMA es una cosa de ellos, que yo me esforzaría mucho, pero que ellos tenían que ocuparse. Y me enojé al principio, porque parecía que no me atendían, pero insistí; me sentaba con ellos y les hablaba. ¡Y
Algo parecido atestiguan otras voces: “Aquí yo siento, todos sentimos, que es cierto lo que dijo Don Bosco, que es la Virgen quien nos trae. Yo tengo experiencia en otras casas salesianas y lo que vivo acá no lo he sentido en otras. Quizás por eso nos resulta tan fácil integrarnos, incluso, para los que nunca habían estado en un ambiente salesiano”. “A veces siento que la Virgen está, que se pasea entre nosotros, como cuando Don Bosco la veía, entre las hermanas, en la casa salesiana de Nizza; y eso nos da fuerza”, concluye la directora. Y el exalumno asiente…
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HACIENDO HISTORIA
Los jóvenes uruguayos representan tan solo el 23,9% de la población. Esa proporción tiene su correlato en las diversas posiciones de decisión y poder, donde predominan los adultos y adultos mayores. ¿Cómo trabajan los salesianos para el protagonismo juvenil? El sociólogo Juan Pablo Gil, integrante del Centro de Exalumnos Salesianos Monseñor Lasagna, consultado por el BS, planteó la contradicción que existe entre la participación que se le da al joven a nivel simbólico con la que efectivamente se le brinda a nivel material. Explicó que la mayor participación de los jóvenes en la actualidad se reduce a dimensiones que “tienen que ver con lo cultural, usando internet como herramienta para vincularse con sus pares” pero, advirtió, “no se confía en la gente joven para asignarles un lugar importante y apreciarlos como son y con las demandas que tienen”. “Ser joven en general se entiende que es tener poca experiencia, ser irresponsable, hay como una sospecha de debilidad, cuando no de peligrosidad”, puntualizó el experto. Estas afirmaciones son refrendadas en el Plan de acción de juventudes 2015-2025, promovido por el INJU, en el que la Red de 10
Juventudes (REJU) denuncia que “existe una serie de características propias y distintas de las de otros grupos de edad, es decir, un conjunto de inequidades respecto al mundo adulto como son: desigual acceso al empleo, mayores índices de pobreza, dificultades de acceso a la vivienda y lejanía respecto al sistema de salud, y dificultades para incidir en el proceso de toma de decisiones, entre otras”. La REJU acompañó los diversos espacios de consulta que involucró a cientos de jóvenes de todo el país con vistas a la elaboración de un plan que contemple sus visiones, demandas e inquietudes. “Sabemos que los y las jóvenes somos vulnerados en nuestros derechos: que algunos tenemos dificultades para acceder a buenos empleos o a una vivienda digna, que otros somos visibilizados por los discursos mediáticos y políticos como peligrosos o improductivos, y sabemos también que al igual que sucede con los adultos uruguayos, no
muchos participamos activamente y de forma organizada en nuestra sociedad”, destacan en el prólogo del Plan de acción. “Esto oculta, sin embargo, la riqueza que diariamente aportamos las personas jóvenes desde todos los puntos del país: jóvenes artistas, jóvenes investigadores, jóvenes deportistas, jóvenes políticos, jóvenes trabajadores, jóvenes activistas, jóvenes recreadores, etc. Y en este sentido se vuelve imprescindible la participación joven y en multiplicidad de formas organizativas; no solo para denunciar las dificultades que diariamente vivimos, sino para promover y difundir la inmensa variedad de aportes que realizamos en las distintas esferas de la sociedad, para afirmar algo diferente”, señalan. Los jóvenes integrantes de la REJU reclaman “dejar de ser una categoría abstracta en la teoría, para comenzar a tener un rol concreto, que se plasme en acciones materiales”. PARTICIPAR EN QUÉ Y PARA QUÉ Conforme lo señalado por el experto Juan Carlos Rodríguez en la publicación “Protagonismo Juvenil en Proyectos Locales” (editado por CEPAL), con el retorno de la democracia la participación juvenil adquirió
una fisonomía diferente y los grupos de pertenencia juveniles pasaron de ser grandes organizaciones sociales y políticas estructuradas a círculos efímeros que “no tienen pretensiones abarcativas ni generales, sino que funcionan más bien en torno a cuestiones e intereses concretos y, en general, tienen arraigo en el nivel comunitario”. Un ejemplo de lo precedente es una iniciativa que surgió en Facebook y tuvo repercusión mediática, con el único fin de colaborar a retirar la cartelería política que quedó en Montevideo tras las elecciones nacionales. Una vez que la ciudad quedó libre de pancartas, el movimiento desapareció. No obstante, algunos estudios revelan que los jóvenes se embarcan también en actividades de más largo aliento como algunas tareas de voluntariado. De acuerdo a los datos aportados por el Plan de acción de juventudes 2015-2025 publicado por el INJU, el 43,8% de los jóvenes de entre 14 y 29 años participan de actividades en ámbitos religiosos, educativos, culturales, sindicales, deportivos o barriales. Y el 19% realizan tareas de voluntariado en dichos ámbitos. Sin embargo, la participación no los convierte necesariamente en decisores. “No sé qué tanto espacio de decisión tienen los jóvenes, pero sí percibo que hay ganas de trabajar, de hacer cosas por los demás”, subrayó Emiliano Gómez, animador en el Liceo Andrés Pastorino e integrante del Movimiento Juvenil Salesiano (MJS).
“Nosotros fuimos a Abayubá de misión y estuve acompañando a los adolescentes de 12 a 14 años. Al tercer día caímos con pinceles y pintura y les propusimos pintar la capilla. Los gurises perfectamente podrían haber dicho: 'qué voy yo a pintar la capilla, si no vengo nunca'. Pero se peleaban para ver quién agarraba primero el pincel. Si los gurises quieren aportar, quieren ser parte de algo que les hace bien, si les dan lugar, van re bien las
cosas”; afirmó. ¿Y POR CASA CÓMO ANDAMOS? Consultado sobre el protagonismo asignado a los jóvenes en ámbitos salesianos, Gómez afirmó que el MJS apuesta a brindarles mayor protagonismo, no solamente en el plano del quehacer educativo-pastoral, sino también en el plano de la conducción del organismo, buscando integrarlos a su Mesa Permanente (reunión semanal desde donde se plantean las principales líneas de acción). Un ejemplo de protagonismo en el seno del MJS lo constituyó la 7ma. Acampada que, con la participación de más de 1300 chicos de varios puntos del país, tuvo lugar en Punta Espinillo, del 13 al 15 de noviembre, y cuyo éxito fue fruto del trabajo de los propios jóvenes que asumieron roles decisivos en su organización. “Muchos gurises chicos estuvieron en el armado y fueron grandes responsables de cómo salió la Acampada. Creo que desde el MJS se está intentando incluir a los jóvenes, siempre guiados por gente más grande, con experiencia, que motive también a estas ganas que tenemos los jóvenes de trabajar”, comentó Gómez. El animador reveló que el secreto del carisma salesiano en su relación con los jóvenes reside en “su forma de trabajo y el modo de enseñar el Sistema Preventivo, que es una forma de educar espectacular que hace que el joven se sienta protagonista, se sienta querido y piense: 'yo no soy uno más'”. “Si vos te sentís bien, enseguida surge la necesidad de querer hacer sentir bien a los demás”, acotó. Florencia Viña, educadora del Instituto María Auxiliadora, reforzó esa idea subrayando la importancia de que los educadores transmitan
el espíritu salesiano desde el corazón. “Gran número de nuestros educadores provienen de los liceos u oratorios salesianos. Nos va gustando el carisma salesiano, nos vamos adentrando y después seguimos como educadores de los distintos centros. Las propuestas desde lo salesiano se enfocan en qué precisan los jóvenes, de qué manera se les puede llegar mejor, qué es lo que más los puede ayudar a crecer”, enfatizó. Sin embargo, pese a las buenas intenciones y resultados, el sociólogo Gil advirtió sobre dos riesgos relativos a la participación de los jóvenes en el Movimiento: uno es enfocarse en una sola sensibilidad y “terminar renunciando a la atención de la frontera”; y el otro es que el joven quede solo como un objeto de acción apostólica sin que se lo impulse o se le den herramientas para generar iniciativas concretas que transformen el mundo que lo rodea. En este sentido, Viña planteó como un desafío rever “quiénes son los marginados sociales de nuestro país hoy y están fuera de nuestra cultura”, para “plantear nuevas iniciativas desde donde concretar las ganas que tienen estos jóvenes de trabajar por el prójimo y desde ahí encontrarse con Jesús”. “Las transformaciones sociales no llegan solas, ni son simples de lograr. Seguiremos trabajando para construir una sociedad más inclusiva y menos hostil con las nuevas generaciones, reposicionando positivamente a los jóvenes en el espacio público. Dependerá de las y los jóvenes, del mundo adulto y sus instituciones, que las y los jóvenes puedan constituirse como un sujeto político capaz de reclamar por una sociedad menos adultocéntrica y menos gerontocrática”, concluyen, en el Plan de acción de juventudes, quienes tienen la palabra más autorizada.
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VALE LA PENA VIVIR ASÍ
“No salí a ayudar a nadie,
salí a compartir” Florencia Pozzi es una joven integrante del Voluntariado Misionero Salesiano que estuvo como misionera en Ecuador durante el 2015. Recién llegada al Uruguay narra sus vivencias en aquellas tierras y el enamoramiento que le provoca la misión, una experiencia intensa que transformó su vida y que la impulsó a recorrer miles de kilómetros para compartir su fe con los demás.
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¿Cómo te vinculaste con los Salesianos? Mis padres vivían en La Teja y me mandaron al Colegio La Divina Providencia. Estuve ahí un año y después nos mudamos a Villa Dolores, donde me mandaron al Colegio Nuestra Señora del Luján, de las hermanas salesianas. Cada elección de colegio fue por casualidad. Allí hice hasta 6° de primaria y luego, gracias a una beca, fui al Instituto María Auxiliadora donde cursé hasta 4° de secundaria y empecé a animar. Después integré la Parroquia de Colón y, mientras tanto, también el Voluntariado Misionero Salesiano (VMS), que siempre fue transversal a todo lo demás. Al VMS me integré a los 16 años por un vínculo con una amiga de Salto, que estaba por hacer la experiencia de Voluntariado en Rivera y que me pasó el email del Padre Amílcar Visentini, que en ese momento era el encargado del grupo. Me vinculé con él y empezamos a conversar. ¿Qué te atrajo del voluntariado? A partir de mi primera experiencia de misión, que fue a los 16 años, comencé a tomar mucho más en serio lo de la fe, porque me movió el piso, me transformó, me hizo empezar a ver de nuevo. La misión tiene un significado especial en lo que es mi historia de fe, yo asocio la fe a la misión. Obviamente, no es solo la misión del VMS, es el hecho de poder proclamar el Evangelio y anunciar a Jesús con mi vida. Cuando me hablaron del grupo de voluntarios yo era chica pero me vinculé con esa intención, porque estaba enamorada de lo que era misionar. Todavía no entendía nada pero no importaba, había hecho misión una vez y quería ver qué era eso. ¿Cómo surge la idea de tener esa experiencia en una tierra lejana? Cuando empecé a integrar el VMS estaba
¿En qué lugar concreto estuviste misionando? Estuve misionando en la costa. Ecuador se divide en 3 zonas: la costa, la sierra y el oriente, que es la Amazonia. Me mandaron a una tierra que se llama Esmeraldas, que queda al norte. Está habitada principalmente por afroecuatorianos. Es una tierra de misión muy pobre, muy necesitada y que me supo acoger muy bien. Cuando llegaste allá ¿se confirmaron las intuiciones que tenías antes de partir? Uno siempre se imagina algo. En mi caso no quería mirar mucho en Internet, no quería entrar en eso, porque capaz que ves algo que no es. La experiencia de descubrir el lugar fue de menos a más por el hecho de que las pocas ideas con las que uno va, quedan chiquitas al lado de lo que uno empieza a vivir. Y eso te lo da el encuentro con las personas, que es lo más rico. estudiando Magisterio y después que me recibí, en 2010, hice una experiencia de un año como voluntaria en Rivera. Me hubiera gustado irme al exterior en ese momento pero, por otras dificultades, no era mi tiempo. Al volver al grupo, me integré de nuevo con un rol más de animadora, de una persona que hizo la experiencia. A partir del testimonio de compañeros míos, que seguían yéndose a Rivera, a Angola y a Ecuador, se me despierta nuevamente el deseo de poder hacer otra experiencia pero, esta vez, un poco más jugada, de salir del país. No con un ánimo de aventura sino por un tema de poder encontrarme con otra cultura, con otros rostros de Dios, con otras formas de creer, con otras dificultades, porque eso es lo que te regalan experiencias que te hacen crecer en el amor y en la fe. Eso es lo que salí buscando: no salí a ayudar a nadie, salí a compartir. ¿Qué condiciones necesitaría cumplir un joven que se plantea irse de misión? Primeramente, tiene que tener mucha humildad. Porque va a un lugar que no conoce y con gente que no conoce, que le piden cosas que uno no sabe si puede hacerlas o no. Tener la humildad de decir "sí, voy a hacer esto, voy a hacer lo otro" o "puedo vivir sin esto". Siento que es otro tiempo el que se vive en la misión. Por momentos es mucho más lento y por momentos va todo en cámara rápida. No es el tiempo de uno, es el tiempo de los otros y uno no puede invadir eso. Una persona que quiere hacer misión tiene que estar bien convencida de que quiere anunciar a Jesús y que está dispuesta a todo. Tenés que estar bien dispuesta y abrir el corazón para lo que venga. Y no puede faltar, obviamente, el querer seguir andando en la fe, de seguir buscando.
¿Cómo fue tu primer día? Llegué primero a Quito para solucionar el tema de la visa, porque en Ecuador si te vas a quedar por un año la necesitás. Estuve 2 o 3 días y desde allá me fui para Esmeraldas, en ómnibus. Llegué a las 6 de la mañana, me dieron un cuarto, me dijeron “descansá, a las 10 hay una Misa si querés”. Fui a la Misa y no conocía a nadie, estaba lleno de gente, el colegio era enorme. Después me recibieron con una fiesta y en la tarde fui con el párroco a conocer un poco los barrios del valle, donde trabajé. Fue domingo y fue un primer día bien lindo, bien emocionante. ¿En qué consistía tu servicio misionero?, ¿qué tareas hacías? Fue todo muy variado, en realidad nunca tuve un rol definido. Pero trabajé mucho en la pastoral del colegio, que es el más grande de los salesianos en Ecuador con 2800 alumnos (y ahora están ampliando las instalaciones para acoger a 3200). Es un colegio fiscomisional, que es una bisagra entre público y privado, y la gente manda a los gurises ahí porque el nivel es bueno. Está inserto en la periferia y van gurises en su mayoría pobres. Primero estuve en mi rol de maestra, porque empezaban las clases y no tenían gente. Después de un par de meses comencé a trabajar más en la pastoral, que era lo que estaba buscando. Entonces acompañé retiros espirituales de jóvenes y estuve coordinando convivencias con los chicos de 1° a 3° de liceo. Luego me involucré en todo lo que es la pastoral: movidas, concursos, mes misionero. La pastoral allí tiene una vida
interesante y está creciendo aunque es bastante incipiente y tiene poca cosa armada. También estuve coordinando una colonia de vacaciones, eso fue más a nivel parroquial, con los oratorios. Cuando volviste a Uruguay ¿cómo te sentiste? A decir verdad, todavía estoy volviendo, porque el 18 de enero llegué, estuve con mis viejos y el 19 ya me fui de misión con el VMS que también es mi casa, mi lugar. Como que no estoy ni en el cielo ni en la tierra, me estoy adaptando. Todo lo desestabiliza a uno, no para mal sino para bien: los lugares nuevos, la gente, evidentemente no es lo mismo. La misión transforma y eso de alguna manera barre y anula todos los miedos previos que uno tiene. Tenía miedo de regresar y volver a lo mismo: misma vida, mismo trabajo, misma movida. Pero, evidentemente, esto de sentirme nueva barre con todo eso. Soy otra persona y me siento profundamente feliz y en
paz. Siento que hay muchas piezas desordenadas que se van a ir uniendo con el tiempo. ¿Qué expectativas tenés respecto al futuro? Me reintegro al trabajo. Estoy en Los Tréboles, que es una ONG con un centro educativo no formal, que atiende a niños de Carrasco Norte. Ahí trabajo como maestra, como tallerista. Mi idea es poder seguir trabajando de eso, continuar en el VMS (que es mi casa) y seguir participando y ayudando a toda la gente que quiera hacer esta experiencia que me parece maravillosa. Y también a nivel inspectorial, involucrarme en lo que vaya pudiendo y estando siempre a la mano. 13
CON NOMBRE Y APELLIDO
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MARÍA AUXILIADORA DELGADO DE VÁZQUEZ
“Me siento partícipe de la Familia Salesiana” María Auxiliadora Delgado de Vázquez concedió al Boletín Salesiano la segunda entrevista de su vida, abriendo las puertas de su casa y de su intimidad. Agradecida de la herencia moral y espiritual que recibió de sus padres, revela los pilares fundamentales de más de 50 años junto a quien hoy es el Presidente de los uruguayos y con quien forjó una familia de 4 hijos (tres biológicos y uno de corazón) y 11 nietos. Fue en un ámbito salesiano donde Tabaré Vázquez la conoció y desde entonces comenzó una larga historia común con esta “esposa, abuela y madre” que, por segunda vez, es la Primera Dama uruguaya.
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“No le puedo decir que no al Boletín Salesiano”, respondió con convicción la Primera Dama, cuando se le planteó la posibilidad de una entrevista el 31 de enero, Fiesta de Don Bosco, en el patio del Colegio Maturana, donde concurren dos de sus nietas. Diez días después, mientras aguardábamos en el auto junto a nuestro fotógrafo que el reloj marcara la hora acordada, en el espejo retrovisor emergió la figura de una señora que se acercaba desde la esquina caminando como cualquier vecina aunque, muy cerca de ella, le hablaba un hombre vestido de traje negro. Era ella y su escolta, quien cumple su tarea con tal 16
discreción que no impidió que un auto que pasaba por allí se detuviera y su conductor preguntara cómo llegar a la ruta 5. Inmediatamente nos acercamos y muy amablemente y sin protocolo alguno nos saludó, aún en la vereda, con un beso, siendo su primer comentario el impacto y emoción que le generó ver, en la Fiesta de Don Bosco, a más de 1000 jóvenes que en tres horas vivieron con absoluta intensidad la oración, la Misa y la sana diversión. “Fue algo muy fuerte que hubiera sido bueno que los medios de comunicación transmitieran para mostrarle a la
gente que nuestra juventud tiene valores más allá de los materiales”, señaló. Luego de traspasar el portón de la casa y saludar a un guardia que le comenta sobre algunas llamadas que recibió en su ausencia, nos hizo pasar a un living amplio, impecable, sencillo, con un mobiliario impoluto, que parece ser el de toda la vida. Todo es sobriedad en el hogar del Presidente así como en el aspecto y en el trato de la Primera Dama. María Auxiliadora Delgado San Martín nació hace 79 años en el barrio de La Teja, en el seno
de una familia fervientemente católica, constituida por un matrimonio y 11 hijos, siendo ella la menor. El padre se educó en el Colegio San Francisco de Nuevo París y su mamá en el Colegio San José de la Providencia de las Hermanas Capuchinas de Belvedere. Actualmente viven sólo dos hermanas mellizas, que tienen 84 años, en Argentina. En 2015, y en apenas 3 meses, perdió a una hermana y a un hermano que residían en Montevideo. Ella es consciente de que al ser la menor está predestinada a despedir a quienes la precedieron y no puede evitar que su voz se entrecorte cuando lo menciona. Pese a que la vida la sorprendió regalándole gratificaciones nunca soñadas, el dolor de la pérdida la marcó desde los 3 años al fallecer su papá. Hasta ese momento, la familia vivía del fruto del trabajo del hombre de la casa, cobrador del Círculo Católico del Paso Molino. Su madre, ama de casa, se dedicó a la crianza de su gran prole compuesta por 3 varones y 8 niñas, a servir a la Iglesia en la Obra de María Auxiliadora (OMA), en las Conferencias Vicentinas, visitando enfermos y brindándose por entero a quien requiriera algo de ella. Su padre y su madre se conocieron en ámbitos franciscanos. Su padre fue Terciario Franciscano y, de acuerdo a la costumbre de la época, fue velado con el hábito de la Orden. Sin embargo, cuando aún vivía, toda la familia Delgado se mudó a La Teja y ahí comenzó el vínculo con los salesianos. En su hogar se rezaba el Rosario en familia cada día, costumbre que recién se fue perdiendo por las obligaciones laborales de los hermanos mayores, pero que su madre conservó por siempre. Sus padres “fueron un ejemplo de vida” para María Auxiliadora. “Yo no busqué la fe, la
LOS LOGROS SON FRUTO DEL TRABAJO “En tantos años juntos, la vida no nos floreció, lo poco o mucho que tenemos es fruto del esfuerzo, todo es trabajo en conjunto", aseveró la Primera Dama.
mamé, nací y me crié en ese ambiente”, reflexiona. No obstante, admite que trabajó mucho para reproducir en sus hijos el ejemplo recibido en materia de valores y de la cultura del esfuerzo: una constante en su vida. Al morir su padre, sus hermanas mayores se hicieron cargo de la cobranza del Círculo Católico. María Auxiliadora cursó primaria en las Capuchinas de Belvedere y liceo en el Instituto María Auxiliadora (IMA) de la calle Canelones, luego concurrió al Vázquez Acevedo. Dio varios concursos para poder trabajar y ayudar a esa madre admirable, que siempre la tuvo cerca. “Mi madre fue brillante”, enfatiza. DE MARY A MARÍA AUXILIADORA María Auxiliadora asumió su nombre y lo que significa el mismo “más de grandecita”. Siempre fue “Mary”, incluso para sus compañeros de trabajo, y concluye que comenzó a ser llamada por su nombre completo cuando junto a su esposo incursionó en la política. “Lo que siento por María Auxiliadora es difícil de explicar” dice la esposa del Presidente. “Yo soy de María Auxiliadora y me siento partícipe de la Familia Salesiana”, afirma con contundencia. Recuerda que siendo muy pequeña, en el mes de mayo, elaboraba un pesebrito con la imagen de María Auxiliadora
y, ya jovencita, dedicaba el mes a recorrer todas las Iglesias de María Auxiliadora de Montevideo. “Mayo siempre fue un mes glorioso para mí”, asevera. Sus hijos cursaron sus estudios en Maturana y en el Instituto Juan XXIII. “Al que pasó por un colegio salesiano le queda la marca para siempre”, sostiene la esposa del Presidente. TODO COMENZO EN UNA KERMESSE SALESIANA Pero la marca indeleble que provocaron los salesianos en su vida se remonta a los tiempos en que conoció al padre de sus hijos. “Tabaré y yo somos fruto de una kermesse salesiana”, comenta María Auxiliadora con tono picaresco. El destino quiso que ambos coincidieran en un espacio salesiano al que llegaron por caminos y motivaciones diversas. Tabaré Vázquez, que vivía también en La Teja, estudió en la Escuela Yugoeslavia pero se vinculó a los salesianos a través del Centro de Exalumnos Salesianos Pablo Albera movido por un interés concreto: jugar al fútbol. Para ello era requisito ir a Misa. Tabaré iba a las Misas dominicales para que le firmaran el papelito que lo habilitaba a formar parte del equipo y hasta fue monaguillo. En otro momento de su vida, sus vínculos con los salesianos se consolidaron a través del Padre Luis Testa, quien acompañó a los hermanos Vázquez en momentos difíciles que atravesó la familia y
LOS HOBBY DE LA PRIMERA DAMA La esposa del Presidente disfruta de placeres sencillos como el cuidado de sus plantas y una pequeña huerta. Tiene un invernadero con flores, tunas y plantas cuyas características conoce al detalle. También colecciona rosarios. Comenzó la colección con el rosario de oro que su padre le regaló a su madre el día que se casaron y que atesora gracias al privilegio de haber sido la más pequeña de sus 17 hermanos. Luego se sumaron muchos más, aunque no recuerda una cifra exacta, pero sí que tiene 5 regalados por Papas. El primero de ellos se lo regaló Juan Pablo II (entregado a su esposo en una audiencia en Roma siendo Intendente de Montevideo). Luego recibió otros por parte de Benedicto XVI y del Papa Francisco, quien le resulta admirable. 17
Respecto a los hijos: “Estar siempre cerca de ellos, escucharlos mucho, respetarlos, saber entenderlos (contemplando las distancias generacionales y las problemáticas de cada época), y ponerles frenos y límites, pero siempre con afecto”
estuvo junto a su padre en los últimos instantes de su vida. Viviendo en La Teja, María Auxiliadora primero se vinculó a la Parroquia a cargo del clero diocesano pero luego, a través de su madre, que colaboraba en la Obra María Auxiliadora, fue tomando contacto con los salesianos y el influjo de los mismos fue mayor al cursar sus estudios en IMA. Transcurría el año 1956 cuando llegaron a La Teja las kermesses mixtas de la mano del Padre salesiano José Manzi, un continuador de la revolucionaria iniciativa que instaurara por primera vez en Maturana el Padre Eduardo Berrutti sdb. En dicha kermesse se conocieron Tabaré y María Auxiliadora y a partir de ese momento comenzaron a frecuentarse. Tras 7 años y medio de noviazgo, se casaron en la Parroquia de los Vascos, en una ceremonia presidida por el Padre Luis Chocho, por entonces Párroco de La Teja. ESPOSA, ABUELA Y MADRE: EN ESE ORDEN “Yo soy ama de casa”. Así se autodefine la esposa del Presidente. Cuando se le pide que jerarquice el orden de sus múltiples roles afirma, sin titubear, que en este momento de su vida primero es “esposa, luego abuela y después madre” y confiesa, entre risas, que sus hijos le reclaman: “Vieja, estás más dedicada a tus nietos que a nosotros”. Sin embargo, siente que sus hijos no tienen mayores reivindicaciones que plantearle porque “saben que si me precisan, me tienen. Creo que nunca le fallé a ninguno de ellos. Nunca dejé de estar presente, aún en los tiempos de mayor trabajo”. Confiesa que las claves para cultivar buenas relaciones con los hijos, y que recomienda a padres y abuelos de estos tiempos, residen en: “estar siempre cerca de ellos, escucharlos mucho, respetarlos, saber entenderlos (contemplando las distancias generacionales y las problemáticas de cada época), y ponerles frenos y límites, pero siempre con afecto”. Para sus nietos, María Auxiliadora no es la Primera Dama sino la abuela amorosa que los consiente, y hasta les confecciona alguna 18
La Primera Dama con sus hijos Javier y Álvaro en la Isla de Flores
prenda que necesitan, como sucedió hace poco, cuando una nieta se apareció en su casa con unas amigas para que les hiciera unas polleritas para un disfraz y al comenzar a hacer los moldes en papel, una de las chicas le dijo: “¡pero mirá que la pollerita tiene que ser de tela, no de papel!”, recuerda divertida. Sus nietos fueron la verdadera razón por la que Vázquez y su esposa no fueron a residir a la Casa Presidencial: “con Tabaré hablamos mucho del tema y decidimos quedarnos acá porque de lo contrario nuestros nietos iban a ir a la Casa Presidencial y no a la `casa de los abuelos´”. Refiriéndose a su esposo, María Auxiliadora destaca en primer lugar su inteligencia, pero también le reconoce una “capacidad de trabajo impresionante y que nunca va a criticar gratuitamente a nadie ni a ningún compañero”. Compartiendo algunos detalles más domésticos, cuenta que al Presidente lo atrae la cocina y que cuando sale a acampar con sus hijos, nietos y amigos planifica todo hasta en el mínimo detalle, contemplando los gustos de
cada uno. ACTIVIDADES DE LA PRIMERA DAMA Cada semana la esposa del Presidente responde a un sinnúmero de pedidos de entrevistas que le llegan a su despacho en el Edificio José Artigas y gustosamente acompaña los eventos emprendidos por Cutcsa, ya que María Auxiliadora cumple la función de Madrinazgo de las obras sociales desarrolladas por la Cooperativa. También está abocada al Programa de Salud Bucal Escolar que comenzó en la primera presidencia de su esposo y que ya tiene todo dispuesto para brindar su servicio a las escuelas del país, ni bien comiencen las clases. La vida de María Auxiliadora ha estado marcada por el signo del buen cristiano y honrado ciudadano que deseó Don Bosco para todos sus hijos, una vida entregada a los demás, comenzando por su familia y siguiendo por todos los que necesitan de su generosa cercanía. Quizás nunca sepamos quienes son esos beneficiarios de su caridad fraterna, como aconseja Jesús en el Evangelio, pero seguramente son muchos los agradecidos a su generosidad sencilla, callada y permanente.
SABOR A BUENAS NOCHES
De la sequía
al chaparrón Hacía mucho tiempo que no llovía en la “Cuchilla de la Gloria”. El campo lo estaba sintiendo. El pasto amarillo crujía al paso del ganado flaco y débil que desesperado costeaba los alambrados en busca de un mejor tajamar. Las aguadas amarronadas de barro seco, de tanto en tanto, dejaban brillar algún charquito lleno de garzas y patos silvestres aprovechando de lo último que quedaba para beber. La vieja chacra ya era un desolado paisaje, donde descansaban los restos del maizal seco y las pobres guías de zapallo, ya en un hilito, se hundían entre las anchas grietas de la tierra. Hasta el pozo de las casas se nos había secado; por más manantial y hondo que fuera no resistió tanta demanda para los quehaceres domésticos, la quinta y los animales de la granja. Cuidar la poca agua que teníamos para tomar y limpiar, era la prioridad familiar. El abastecimiento de agua era una de mis tareas cotidianas. La traía todos los días de una cachimba del potrero del fondo llenando a baldes varios tanques sobre el carro tirado por el manso tordillo, fiel amigo de esas labores. Varias veces llegábamos al galope a ese manantial con la garganta seca, desesperados por tomar esa fresca y cristalina agua natural.
anhelábamos había superado nuestras expectativas.
A la vuelta, con el carro tranqueando por el campo, miraba pa' todos lados y la verdad que entristecía ver aquella seca machaza. A lo lejos, después que pasaban los camiones por el camino, se veía el polvo suspendido en el horizonte y, por allá arriba, de tanto en tanto, negreaban los caranchos encima de la osamenta de animales muertos. Todo parecía anunciar la muerte que andaba en el aire. Cada tormenta que se armaba animaba la esperanza de la tan esperada lluvia. Luego de varios rosarios en familia y velitas en la gruta encendidas por la abuela, al fin llegó el agua desde el cielo. Estábamos felices en las ventanas, con la ñata contra el vidrio mirando el fuerte chaparrón y escuchando como sonaban las chapas. Todo era motivo para celebrar, con las tortas fritas de mamá y mientras nos pasábamos el mate nos decíamos: “Gracias a Dios”. Después de unos días que pasó el aguacero parecía encenderse lo que antes estaba muerto o dormido. La maravillosa fuerza se expresaba en una verde explosión de nuevos
pastos por todo el campo, como una enorme alfombra natural que embellecía el paisaje. Hasta los pájaros se hacían escuchar más que nunca, como si fuera una enorme sinfonía de su armonioso trinar. La estruendosa correntada de la cañada se desbordaba por el valle, mientras los terneritos retozaban esquivando los grandes charcos de agua. Hasta el sol, que antes parecía un ser amenazador, ahora era la fuente más grande de luz que hacía que las cosas fueran muy distintas. Todo era nuevo. Lo que habíamos esperado que fuera de determinada manera, había renacido de una forma extraordinaria. La novedad se imponía a nuestros ojos causando la admiración y el asombro, lo que tanto
Pegando la mirada hacia adentro, al potrero del corazón, ¡cuántas sequías hemos tenido que pasar! Atravesando áridos valles de penurias, sequías del alma, ansiando saciarnos de la frescura de Cristo resucitado, agua fresca que riega nuestros terrones secos, donde no germinan los sueños que con anhelo habíamos sembrado. Él es quien puede hacer posible aquello que para nosotros estaba perdido. Él permite restablecer la confianza y la esperanza en la germinación de la semilla que parece dormida debajo de las realidades que a nuestros ojos se muestran secas y heridas. Pidamos a Tata Dios que nos envíe su Espíritu como ventarrón de primavera, a sacudir nuestra esperanza a veces inmóvil, pa' que dejándonos empapar por el chaparrón del Resucitado haga nueva nuestra vida como el campo después del temporal.
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Esta página se refiere a la lectura del Evangelio de Juan (8,1-11) que se escucha en la misa del domingo 13 de marzo.
tierra con su mano, “se acuerda de que somos barro”, como dice el salmo 103.
A todos nos viene la tentación de usar nuestro dedo para escribir, en distintas ocasiones: dejar nuestro nombre (y quizás el de nuestro “amor”) en la arena húmeda de la playa… escribir “lavame, sucio” en el vidrio de un auto que hace tiempo no pasa por el lavadero… intentar plasmar con témpera una letra o un signo en los cachetes de un niño en la recorrida del oratorio o de la misión… Pero la situación en la que Jesús se agacha para escribir en el suelo, y que conocemos gracias al cuarto evangelio, parece un poco distinta, lo están poniendo a prueba, quieren saber hasta dónde llega su misericordia, hasta dónde es capaz de perdonar cuando el pecado es evidente: una mujer ha sido descubierta en el momento mismo de engañar a su marido (¡qué situación incómoda…!), y la ley es clara: debe ser apedreada hasta morir.
No sabemos qué habrá escrito Jesús en el suelo en este momento. Podríamos imaginarlo: quizás alguna frase que Él se repitiera a sí mismo en momentos de tensión, algún verso de la Escritura, algo que le diría su santa Madre en estas situaciones… Quizás solo palabras sueltas… Lo único que nos cuenta el evangelista, el discípulo amado, es que en un momento interrumpió su escritura para decir, con voz clara y fuerte, la famosa frase: “El que esté libre de pecado, que tire la primera piedra”. Y que luego siguió escribiendo en el suelo. Este Jesús “agachado”, “tocando el suelo” con su dedo y escribiendo, es de todas maneras una imagen muy fuerte: Él se hizo pobre, pequeño y débil, justamente para hacerse solidario con nuestra pobreza, nuestra pequeñez y nuestra debilidad. Él, que toca la
Es desde esa experiencia que está en el origen de la misericordia que podemos entender la frase: “El que esté libre de pecado, que tire la primera piedra”. No es un “nivelar para abajo”, no se trata de volvernos todos mediocres y “cada cual con su vida”. Jesús mismo dice: “Yo tampoco te condeno… Vete, no peques más en adelante”. Jesús sigue siendo exigente, porque apuesta a todas las riquezas de gracia que hay en el corazón de cada persona… Pero lo hace “con los pies en la tierra”, con las manos en contacto con el barro, como hizo el Creador cuando comenzó toda esta apasionante historia… Ojalá en esta cuaresma experimentemos cómo Jesús toca con sus dedos el barro de nuestro corazón, y escribe allí de manera indeleble las palabras de misericordia que estamos ahora mismo necesitando.
P. FRANCISCO LEZAMA SDB
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AQUÍ Y AHORA
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De “protegerse de los jóvenes” a
“proteger a los jóvenes”
Un adulto va caminando, de tardecita, por la vereda del barrio. Tres jóvenes encapuchados gracias a sus “canguros” vienen en sentido contrario, riendo y haciendo gestos bruscos. En el adulto se enciende una alarma de amenaza cercana. Si el adulto es varón, estudiará todos los gestos. Si es mujer, intentará cruzar la calle, verá si hay otras personas en las proximidades o simulará saludar a alguien que imaginativamente se encuentra por detrás de los jóvenes para dar indicios de que no está sola. La señal de amenaza se desactiva luego de que los jóvenes se distancian más de 10 metros por detrás del adulto o adulta. Esta vez no pasó nada….tan solo eran jóvenes alegres. Este sistema interno de defensa se basa en un prejuicio social: los jóvenes son una posible amenaza, máxime si su indumentaria responde a determinado identikit. Un prejuicio que, tal como lo confirman varios expertos, es una injusta construcción social que es imperativo desmantelar.
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Paradójicamente, los jóvenes, y hoy en día fundamentalmente las jóvenes, son una población muy vulnerable a la inseguridad y los abusos de poder adulto. Sobre ellos se ejerce violencia y discriminación en forma silenciosa. Precisamente por ellos, víctimas inocentes de la indiferencia, la exclusión y el abuso, Don Bosco y los salesianos de ayer, hoy y siempre dan la vida.
Al abordar el tema de la inseguridad y de su impacto en los jóvenes, los expertos advierten que lo correcto es referirse a “inseguridades” y a “juventudes¨ dado que según su contexto socioeconómico el joven la padecerá de manera diversa. En este sentido, el Coordinador de investigación del Instituto de Estudios Legales y Sociales del Uruguay (IELSUR), sociólogo Ignacio Saramano, explicó que para percibir las distintas “juventudes” basta con “recorrer el mapa montevideano a través de sus barrios, a través de los diferentes gustos o construcciones culturales de los gurises y las gurisas que habitan cada uno”. LA INSEGURIDAD Y LOS JÓVENES POBRES En los jóvenes en situación de pobreza la
inseguridad asume características dramáticas. El sociólogo Saramano señaló que cuando se escucha el relato de los jóvenes de barrios pobres sobre episodios de inseguridad “aparece la Policía como gran sujeto de peligrosidad”. “Son jóvenes mucho más desprotegidos, más vulnerables y más vulnerados y que habitan en determinados lugares donde además se vivencia una suerte de 'guerra' por parte del aparato estatal”, subrayó. El fundador del Proyecto “Minga”, P. Mateo Méndez sdb, acotó que los jóvenes pobres “viven la inseguridad de no tener quien saque la cara por ellos. Están siempre en la vidriera.
Pasa algo y tarde o temprano van a ir a buscarlos. Esa inseguridad les genera un miedo permanente aunque no tengan nada que ver y hayan hecho un proceso de cambio de vida y una conversión“. “Siempre estos pagan los platos rotos. Muchas veces les echan todas las culpas porque no saben ni contar y son ignorantes y cargan con las culpas de otros. Y la sociedad tranquila porque aclaramos robos y rapiñas ¡y no es cierto!”, enfatizó el sacerdote salesiano.
cercanía”, al que aludía Real de Azúa, “desde hace mucho tiempo empezó a mostrar signos de fragmentación social, que se hacen más evidentes en los adolescentes y jóvenes”. Puntualizó sobre este punto que a los jóvenes pobres “la policía les veda circular por determinados espacios de la ciudad”, lo que supone “un problema de convivencia” cuya responsabilidad adjudica al Ministerio del Interior.
La Presidenta de la Institución Nacional de Derechos Humanos (INDDHH) y ex fiscal, Mirtha Guianze, por su parte, reconoció que “existe un prejuicio en torno a los jóvenes pobres ya que se los ve como presuntos delincuentes” y que “la sociedad no encuentra un lugar para ellos”. Afirmó, asimismo, que los jóvenes son objeto del abuso de poder que existe en toda sociedad. El varón es utilizado por el adulto como consumidor de droga o para el delito, por su condición de vulnerabilidad. La chica es víctima del abuso sexual, el proxenetismo y la trata de blancas. Sin embargo, la visión que existe en la justicia, el Ministerio del Interior e incluso en el INAU es que la sociedad debe ser protegida de los jóvenes, en vez de los jóvenes ser acogidos y protegidos por la sociedad. Según la experta, esta visión es reforzada en la sociedad por los medios de comunicación, donde los jóvenes son presentados solamente cuando están vinculados a la deserción estudiantil, los vicios, los delitos y/o desórdenes públicos.
“Hay una selectividad del accionar policial por porte de cara básicamente”
FRAGMENTACIÓN EN EL PAÍS DE LAS CERCANÍAS Luis Pedernera, integrante del equipo de expertos de IELSUR, opinó que el “país de
Pedernera afirmó que “la adolescencia sigue siendo un sector de la población invisibilizado para la política pública. Se piensa en un sistema de cuidados enfocado en la tercera edad y en la primera infancia, que es importante, pero se deja a uno de los sectores más golpeados de la política pública, cuando deberían estar también ahí centradas las preocupaciones” , resaltó. LOS EXCLUIDOS DEL CORAZÓN Profundizando en el tema, el P. Méndez enfatizó que “nos olvidamos que hay un contexto de sociedad que hemos armado para algunos, que esta no es una sociedad para todos y que siempre estos (los jóvenes pobres) pagan los platos rotos”. Estos jóvenes que “ya viven la exclusión desde el vientre materno, están siendo excluidos y perseguidos por una sociedad que los ha estigmatizado”. “Es muy duro, somos muy rápidos para criticarlos,
censurarlos, encasillarlos, pero muchas veces desconocemos cuál ha sido su historia”, sostuvo. El fundador del Proyecto “Minga” considera que lo más doloroso es que la “exclusión no nace en la cabeza, solamente, sino en el corazón” y que se evidencia en “los prejuicios que tenemos sobre el pobre y el excluido y la dignificación que hacemos del otro en función de la apariencia”. EL ABUSO POLICIAL Y EL “PORTE DE CARA” Guianze admitió que “en la Defensoría hay muchos casos por abuso policial” denunciados por jóvenes que “son detenidos sin motivos y golpeados porque se resisten al maltrato”. “Tenemos denuncias de barrios donde ingresa la policía en busca de un rapiñero y hace detenciones de jóvenes en averiguación lo que implica que está fuera de la Constitución. Los llevan a la comisaría para tomarles datos y los encierran en calabozos y recién entonces llaman al juez”, explicó Guianze. En este sentido, recordó que “los principales organismos denunciados son el Ministerio del Interior, luego el Poder Judicial, y posteriormente el INAU”. “La policía debe revisar sus procedimientos”, subrayó la especialista, al tiempo que pronosticó que “es difícil que el Estado acampe en un barrio y llegue a los jóvenes y al entramado social”. Sobre este punto, Pedernera reafirmó que “al que `verduguean´ en la calle, en la detención, es al adolescente y eso generalmente nunca llega a las instancias de denuncia porque hay problemas de prueba”. “Tenemos sistemas anquilosados para la persecución”, destacó el experto y agregó que “las detenciones arbitrarias e ilegítimas de la policía ocurren
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EL ABORDAJE SALESIANO Los jóvenes pobres y problemáticos, estigmatizados por la sociedad, fueron los predilectos de Don Bosco al igual que lo son hoy para sus seguidores, siendo el afecto la gran herramienta del carisma salesiano para acompañar a estos chicos y ayudarlos a cambiar de vida. “El Sistema Preventivo de Don Bosco se basa en el amor, la razón y la fe”, puntualizó el P. Méndez, al tiempo que aseveró que “la vida del joven la cambiás desde el momento en que te comprometés con la realidad, con la transformación del lugar”. El sacerdote reivindicó, asimismo, el papel del compromiso social como motor del cambio. “El compromiso social es esa dimensión que cuando el joven la descubre se apasiona y pone lo mejor de sí, transformándose en líder positivo, sirviendo a sus pares como forma de retribución por lo que hicieron con él”, precisó. ORATORIO, CENTRO JUVENIL, OBRA SOCIAL “Nosotros no somos salvadores de nadie, ni conquistadores que ponemos una bandera, ni decimos que ahora que estamos en esto la realidad de los muchachos va a cambiar, porque son ellos los que hacen el proceso de cambio”, destacó el P. Méndez. “Lo que se pretende es lo que hacía Don Bosco, que los chicos se transformen en animadores de otros jóvenes para ir construyendo espacios nuevos que son posibles y a veces son tan baratos y tan económicos que no creemos que cambien la vida de nadie”, puntualizó. “Lo festivo del fin de semana es una cosa barata, que hace bien y ayuda a cambiar las vidas” aseveró el religioso y explicó que “cuando ese proyecto se transforma en un centro juvenil o en una obra social, estás ayudando a ese joven que entró de niño al oratorio a hacer ese proceso
generalmente durante la noche, pues no hay un juzgado abierto las 24 horas para plantear un habeas corpus, que es el recurso para cuando se afecta la libertad individual”. Acotó, asimismo, que “hay toda una lógica policial que alimenta la crónica roja por la cual se amplifica que la culpa de todos los males es de los menores de edad'. Saramano coincide con Guianze y Pedernera en que “los procedimientos policiales se dan con mayor intensidad en los barrios nortenoroeste de Montevideo” y se realizan con uso de violencia tanto física como verbal. “Cuando se cruzan variables y datos con el lugar de residencia del gurí, los procedimientos policiales en barrios de mejores condiciones de vida, son procedimientos donde `detienen´ chiquilines que no son de esos barrios. Uno infiere que hay una selectividad del accionar policial por porte de cara básicamente”, resaltó el sociólogo. “La policía no es bien vista, de acuerdo a datos, por ningún joven o jóvenes de ningún estrato social. No es un aparato que inspire confianza”, sentenció. El P. Méndez enfatizó que “desprovistos de todo tipo de defensa caen los que están en la 24
de cambio”. El P. Méndez opinó que “hay que seguir avanzando en estas cadenas de relaciones humanas donde uno prepara el paso hacia la otra propuesta”. “Dejar que el oratorio se encargue de todo es imposible, porque es distinto a la época de Don Bosco ya que él ocupaba todo el día y toda la vida del joven, mientras que nuestro oratorio es de fin de semana”, acotó. El fundador del Proyecto “Minga” de Las Piedras afirma que hoy en día la propuesta debe ser “más compleja, porque más compleja es la vida del niño y del adolescente”. “La realidad cambió y el oratorio también deberá cambiar.”, opinó el sacerdote argumentando que “si un muchacho de 16 y 18 años no está preocupado por su inserción laboral y el centro juvenil no lo está incentivando a un trabajo rentado, corremos el riesgo del asistencialismo y que la obra social se transforme en un lugar donde le damos todo y no se tiene que preocupar de más nada”. “Hay que lograr un equilibrio y ayudar al joven a descubrir el área laboral y el aprendizaje de la metodología del estudio, todo lo que hace a la vida¨, destacó.
vuelta y que no son los que debieran estar”. “Si en los juzgados no se tiene a alguien que defienda al joven ¿qué hacemos con esto?, ¿endurecemos las penas más?, ¿encerramos más a los mismos, que no tienen un perro que les ladre?”, planteó el sacerdote. “En el proyecto “Minga” hay gurises que han cambiado de vida pero les ha costado mucho porque hay una especie de persecución y una incitación a la violencia para que respondan de la misma forma y entonces tener elementos para meterlos para adentro”, aseguró. LA INSEGURIDAD DE LOS JÓVENES “PROTEGIDOS” En lo concerniente al flagelo de la inseguridad pública, “el joven de nivel socioeconómico más acomodado, acostumbrado a vivir en determinado circuito de protección, que reside fundamentalmente en barrios costeros, percibe como sujeto de peligrosidad a un `otro´ joven que, además, es diferente”, describió Saramano. “Sus relatos vienen asociados a jóvenes con determinadas características ornamentales, fundamentalmente en lo que tiene que ver con su vestimenta, que ellos llaman ´plancha´”, aseveró el experto.
Consultados por el BS jóvenes de ambos sexos del Centro de Exalumnos Salesianos Monseñor Lasagna (CML), expresaron que pese a no haber sufrido en carne propia situaciones de peligrosidad, su impresión es que “en la calle hay bastante inseguridad”. Si bien sus relatos refieren mayormente a robos en propiedades familiares, admiten que los continuos casos de inseguridad padecidos por sus conocidos o que muestran los medios de comunicación, provocaron que modificaran algunas de sus habituales conductas al transitar en la vía pública como “no sacar tanto el celular, o tener la boletera afuera de antemano para no andar sacando la billetera en la calle”, además de sentirse más protegidos, especialmente las chicas, en una parada con más gente. Al compartir sus experiencias, quedó en evidencia que el problema de la inseguridad les impacta, asimismo, de manera diversa, según el sexo: “capaz que si fuera hombre, en algunos aspectos no me daría tanto miedo ir de noche caminando sola. Pero el hecho de ser mujer me da cierta vulnerabilidad, no quiero ponerme en ninguna postura pero es una realidad que a mí me pasa”, confesó Agustina. Este aspecto fue refrendado por Sebastián quien reconoció que “siendo hombre, me
siento mucho más seguro. Empecé a perder el miedo a partir de que empecé a crecer y no me siento en peligro como las mujeres se pueden sentir”. ¿Y QUÉ HACEMOS? LA PALABRA DE LOS EXPERTOS Ante la fragmentación social y la estigmatización del joven pobre imperantes, el P. Méndez afirma que “las herramientas para integrarlo son el estudio, el trabajo, el deporte y el compromiso social”. Guianze, a su vez, asegura que cuando se acoge a los jóvenes y “se les dan cosas para hacer, encuentran sus espacios”. Saramano, por su parte, apunta a la necesidad de “un debate profundo con las agencias del Estado, las organizaciones civiles y toda la sociedad”, en tanto Pedernera opina que es imperativo “recomponer el tejido social”. “Cuando uno empieza a recomponer los tejidos sociales va percibiendo que el otro no es un monstruo, que el otro hizo algo porque hay determinados factores, condicionantes que lo llevaron a hacer eso, y que no cayó porque hizo eso sino porque lo descubrieron. Porque delitos generalmente cometemos todos: bajar películas de internet, grabar música, fotocopiar…”, añadió. El experto afirmó que se puede comenzar por “no mirar al otro como el enemigo” y puntualizó que en este sentido es “el Estado el que tiene que jugar un papel importante y no lo ha hecho”. “Lo que ha hecho es alimentar la idea de que el otro es el enemigo y la ley penal resuelve estos problemas”, sostuvo.
La mirada oficial Vicepresidente del INAU, Fernando Rodríguez:
“Hay una violencia sutil de la sociedad hacia los jóvenes más pobres” “Las instituciones del Estado deben tejer las redes que se han roto”, afirmó el jerarca. El Vicepresidente del Instituto del Niño y del Adolescente (INAU), Fernando Rodríguez, consultado sobre el abuso policial contra jóvenes pobres denunciado por otros expertos, admitió que la vulnerabilidad de los adolescentes está en la esfera de preocupación del organismo y que si bien se carece de “un área específica interinstitucional de trabajo en ese sentido, existe un contacto permanente con los servicios policiales” y se busca “el mayor nivel de coordinación”. Consultado sobre la intervención directa del INAU durante la etapa de formación de los nuevos policías, procurando que incorporen las diferencias en el trato a mayores y menores, Rodríguez asumió que no existe tal intervención y reconoció que “sería muy bueno implementarla” dado que “hay formas determinadas para proceder que no son de cualquier manera y que son distintas a las de los adultos”. ESTIGMATIZACIÓN DEL JOVEN POBRE Coincidiendo con los otros expertos citados, el Vicepresidente del INAU advirtió que “hay diferencias en cómo el mundo adulto trata al joven pobre respecto al que procede de una clase socioeconómica más acomodada”. “Hay una violencia sutil de la sociedad hacia los
jóvenes más pobres”, que se refleja “en la mirada desconfiada hacia un menor vestido o peinado de determinada manera o que tiene un lenguaje distinto, lo que marca una estigmatización”, aseguró Rodríguez.
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Esa estigmatización del joven pobre hace que sea “más vulnerable” y el cambio de actitud “trasciende a las políticas institucionales”, manifestó Rodríguez. “Esos gurises corren el riesgo de ser tratados diferente en el liceo, en la mutualista, en el transporte público, ante la policía”, acotó. “Nuestra sociedad es diversa y debe haber lugar para todos, cada uno tiene que poder vestirse como desee y, en la medida que se respeten los derechos de todos, tenemos que ser tolerantes y aprender a convivir con los diferentes. Es más, podemos enriquecernos muchísimo con la diferencia”, opinó el Vicepresidente del INAU. El jerarca consideró que todos deben aportar a la inclusión e integración social aunque asume que es mayor la responsabilidad del Estado cuyas instituciones deben “tejer las redes que se han roto por barrios, vestimenta, por baile, porque eso es bueno para todos”. “La sociedad más sana es la que acepta las diferencias, integra y genera un lugar para todos”, concluyó.
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DE OTROS LARES
ITALIA: Voluntarios de Servicio Civil con las FMA de Bari A comienzos de setiembre 2015, las FMA de San Girolamo (Bari) recibieron en su comunidad a cuatro jóvenes Voluntarios de Servicio Civil. Cada joven (dos mujeres y dos varones) asumió la animación en un sector de actividad del centro, de acuerdo a su preparación. La casa de las hermanas está en un barrio muy difícil y se dedica, principalmente, a la educación de niños y adolescentes en grave situación de riesgo social. Gerta, una de las voluntarias, de origen albanés, escribe: “Nuestro Oratorio es una casa abierta a todos para que cada uno pueda sentirse 'en familia', asimilando las enseñanzas de Don Bosco y Madre Mazzarello”.
INDIA: Reconocimiento del Gobierno Federal al trabajo de los SDB En vísperas de la fiesta de Don Bosco, el "Ministerio Federal para el Bienestar de las Mujeres y de la Infancia" designó al P. Koshy Thomas sdb como miembro del grupo redactor del Proyecto de Ley para el cuidado y protección de los Jóvenes (Juvenile Justice Act). Don Koshy nació en Munnar en 1950 y profesó en 1969 para dedicarse a los niños de la calle. Dirige el Forum Nacional Don Bosco (FNDB), la red salesiana que sirve a niños y jóvenes de la calle en 87 ciudades. Su designación indica la calidad del trabajo del FNDB a favor de los jóvenes necesitados.
BRASIL: El oratorio de las octogenarias “No puedo estar quieta”, le dijo un día sor Teresa Nobre a la superiora, pidiendo permiso para comenzar un oratorio festivo para la muchachada del barrio Santa Etelvina, de Manaus. Tuvo tanta convicción y firmeza, que la superiora la autorizó. El asunto es que sor Teresa tiene, solamente, 89 años. Casi de inmediato, otras salesianas del Oasis San José, la residencia para hermanas ancianas, se sumaron a la iniciativa. Así que, cada domingo, gracias a la generosidad de algunos exalumnos, un ómnibus traslada desde Santa Etelvina al Oasis San José, a 70 niños y adolescentes para vivir la rica experiencia del oratorio salesiano.
SIERRA LEONA: El Presidente premia a Don Bosco Fambul En una ceremonia transmitida por la TV nacional desde la Casa de Gobierno, el presidente Ernest Bal Koroma, entregó el Premio Presidencial a Samuel Bojohn sdb, integrante de la ONG salesiana Don Bosco Fambul, como reconocimiento al trabajo de la institución en la lucha contra el ébola. Durante la epidemia, los SDB implementaron una campaña casa por casa, informaron y educaron sobre el combate al virus en las estaciones de radio locales y crearon el número verde de asistencia "Don Bosco Línea Infantil 116", que funcionó como Centro Nacional de Registro para los niños afectados.
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ADMA JÓVENES
El 30 de octubre de 1835, el joven Juan Bosco entraba en el Seminario para iniciar su preparación al sacerdocio. La tarde anterior, Mamá Margarita llamó a su hijo y le dijo: “Querido Juan, cuando viniste al mundo te consagré a la Santísima Virgen; al iniciar los estudios te recomendé la devoción a nuestra Madre; ahora te aconsejo ser todo suyo: ama a los compañeros devotos de María y, si llegas a ser sacerdote, recomienda y propaga siempre la devoción a María”. Juan, con lágrimas en los ojos, le respondió: “Madre, te agradezco cuanto has dicho y hecho por mí; tus palabras no han sido dichas en vano y las conservaré como un tesoro durante toda la vida”. Mamá Margarita consagró al pequeño Juan a la Virgen y le recomendó la devoción a la Madre de Jesús. Don Bosco aprendió, en las rodillas de aquella campesina llena de sabiduría, a
La Auxiliadora del Oratorio Don Bosco supo inculcar en la vida de sus jóvenes una devoción valiente y filial hacia la Madre de Jesús. María Auxiliadora, en el oratorio de Valdocco, fue la mamá de la casa: se paseaba por los patios, tocaba los corazones de los muchachos, extendía su manto sobre ellos y era para todos consuelo y fortaleza en tantos momentos de dificultad. Para prolongar la experiencia de relación que con María tenían Don Bosco, su mamá y sus jóvenes fundó, el 18 de abril de 1869, un grupo que llamó ADMA, una de las ramas del árbol de la Familia Salesiana.
Por eso, nos comprometemos públicamente a: 1. Vivir como jóvenes el espíritu mariano: ‐ Atentos a las necesidades de los hermanos, especialmente los más pobres (Visita de María a su prima Isabel. Bodas de Caná). ‐ Sensibles a la meditación asidua de la Palabra de Dios y a la oración (María conservaba estas cosas en su corazón. Los apóstoles eran asiduos en la oración, con María, la Madre de Jesús). ‐ Aceptando con fe lo que nos toque vivir (Hágase en mí según tu palabra). ‐ Abiertos a escuchar la voz del Espíritu de Dios en los acontecimientos cotidianos, descubriendo la voluntad de Dios sobre nuestra vida (Yo soy la servidora del Señor). 2. Invocar la intercesión de María Auxiliadora en nuestra familia para que cada joven logre descubrir el proyecto de Dios sobre su vida. 3. Propagar la devoción a María Auxiliadora entre los amigos y compañeros, con sinceridad y valentía, utilizando todos los medios a nuestro alcance, incluso las redes sociales. 4. Celebrar con amor la Eucaristía todos los domingos. 5. Rezar con frecuencia el Rosario, personalmente o en grupo, y celebrar periódicamente el sacramento de la Reconciliación. 6. Celebrar con creatividad y alegría el triduo a María Auxiliadora los días 21, 22 y 23 de mayo, preparándonos a la gran fiesta anual del 24 e invitando a otros jóvenes a participar.
descubrir la presencia de María en medio de la Iglesia: Ella atiende los ruegos de los discípulos de su Hijo y nos recuerda siempre “Hagan lo que Él les diga”. En el famoso sueño de los 9 años, aquel señor le dijo: "Yo te daré la maestra" y la mujer con la que hablaba Juanito lo tomó de la mano como madre y maestra y no lo apartó de su lado nunca más. María Inmaculada, María Consuelo de los afligidos, María Auxilio de los cristianos, fueron devociones que Don Bosco vivió intensamente, descubriendo en estas advocaciones la presencia de aquella mujer que lo animó a ser humilde, fuerte y robusto y le mostró el campo donde debía trabajar.
Una Asociación de Jóvenes Salesianos Herederos de la experiencia de Don Bosco en su casa, nosotros hemos aprendido a invocarla como Auxiliadora, como Madre cercana y entrañable en toda ocasión. En medio del estudio, el trabajo, el deporte, los amigos, de nuestra familia, en las tristezas y las alegrías de cada día, queremos vivir como María la voluntad de Dios en nuestras vidas. Creemos que Ella, como Madre, nos ayudará a ser audaces, valientes y sinceros en la búsqueda de nuestra santidad. Siguiendo los pasos de Don Bosco, como jóvenes salesianos queremos ENTREGARNOS A MARÍA AUXILIADORA.
7. Hacer memoria de María Auxiliadora el 24 de cada mes, participando de la Eucaristía, rezando el Rosario y pidiendo por las intenciones del Papa y por las necesidades de la Iglesia y de la humanidad. 8. Peregrinar como Asociación al Santuario Nacional de María Auxiliadora en Villa Colón, o a otro lugar mariano. 9. Rezar y sostener en la Iglesia y, particularmente, en la Familia Salesiana, las vocaciones laicales, religiosas y ministeriales. 10. Vivir la espiritualidad de lo cotidiano. 11. Como momento fuerte de nuestra espiritualidad tendremos nuestro retiro anual.
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PUZZLE
lo que hemos visto y oído
TE LO CONTAMOS… ¿Qué vas a encontrar? En esta sección queremos presentarte y compartir contigo algunos recursos que nos ayudan en la tarea de animación pastoral. Se trata de videos, películas, series, música, páginas web, aplicaciones, que pueden ser útiles en la animación, la reflexión o la oración personal. En cada caso vas a encontrarte con la dirección web donde puedes ver o descargar el archivo del que se trate, una breve descripción del mismo y algunos elementos que te pueden orientar para su utilización, que estarán basados en la experiencia de algún animador. Es bueno que cada vez que te encuentres con un artículo que te interese puedas verlo o escucharlo para poder interpretar mejor el comentario sobre el mismo. No olvides que no se trata de un análisis exhaustivo, ni de una presentación acabada de cada recurso, sino de algunos elementos que nacen de la experiencia de quienes los comparten. Esperamos puedas disfrutar de esta sección y sea útil para tu tarea pastoral y tu vida personal.
Un video motivador...
La historia de Sebastián Ramírez Link de YouTube:
https://www.youtube.com/watch?v=kyox7yhQnEs
Para movilizarnos… Sebastián Ramírez es un joven cantautor uruguayo que se presentó en un programa de talentos “Tu sí que vales” y que conquista en su presentación al jurado y al público español. No solo se caracteriza por una interpretación impecable sino porque logra movilizarnos con su historia, sus búsquedas y sus sueños. Este video nos puede ayudar para comprender cómo una experiencia nos puede movilizar. Pues de algún modo están presentes algunas características que hace que quien lo ve se descubra cuestionado, identificado, emocionado.
suerte, en busca de realizar su sueño, que deja su trabajo para lanzarse a aquello que más le apasiona, la música. Nos sorprende su sencillez, su simplicidad, su simpatía, su profundidad, la audacia que guían sus decisiones.
¿Qué hace que este video nos movilice? Al mismo tiempo podemos preguntarnos qué características debe tener cualquier herramienta que empleemos para movilizar o movilizarnos.
Nos tiene que cuestionar. Sus decisiones nos cuestionan. ¿Cuánto me estoy jugando por mis búsquedas? ¿Cuánto estoy dispuesto a arriesgar por aquello que anhelamos? ¿Cómo pongo mis talentos al servicio de mi propio proyecto de vida? ¿Cómo me sirvo de las situaciones que me tocan vivir para dar un paso más en las búsquedas que estoy realizando?
Lo primero que tiene que ocurrir es identificarnos. Es necesario que se dé una fuerte conexión entre nosotros y los personajes, la historia, etc. En este caso se trata de uruguayo en el exterior, por lo que rápidamente nos ponemos la celeste y nos identificamos con facilidad con Sebastián, un joven que está buscando su sueño. Igualmente puede haber otros aspectos de su personalidad o de la narración de la historia que refuerce este proceso de identificación. Nos tiene que provocar admiración. Y en esto toda la historia nos mueve a la admiración, un joven que se va a otro continente a probar 28
Nos tiene que hacer buscar un nuevo rumbo. La historia de Sebastián nos deja expectantes. Queremos saber que pasó en la final de “Tu sí que vales”. Es clave que la herramienta que usemos nos deje abiertos a nuevas preguntas, a nuevas búsquedas, nos desafíe, nos ayude a movernos a no quedarnos estáticos, sobre todo si se trata de nuestra propia vida.
P. Sebastián Ferreyra sdb
PERMISO Sobre el Y PROMETO acompañar y ser acompañado Link de YouTube:
https://www.youtube.com/watch?v=VL_88bAQmNY Permiso para mostrarte las opciones en el juego “Permiso y prometo”… así se llama esta canción de la conocida banda de Rock argentina “Las pastillas del abuelo”. En la canción, el autor va oscilando entre el permiso y prometo de un padre a un hijo en su proceso de crecimiento. Pide permiso para “acompañarte en cada paso y atajo” pero también se compromete a “escucharte sin pedirte nada a cambio”. Permiso y prometo, dos palabras que tienen un valor bien importante cuando uno se compromete a acompañar a otro, cuando uno forma parte de la vida de otro.
prometo yo revelarte lo hermoso del cielo y el pasto
La canción, puede ayudar a los padres en su tarea de educar y acompañar a los hijos, pero también a todos los que tenemos la responsabilidad y disfrutamos de acompañar a otros, como docentes, animadores, hermanos, amigos, etc. Porque todos, de una u otra manera, somos acompañantes y acompañados en nuestra vida y en la tarea pastoral que nos toca. Nos podemos preguntar: ¿soy consciente de mi ser acompañante?, ¿cuánto me comprometo con el otro o prefiero no involucrarme tanto?, ¿soy respetuoso de los procesos del otro y los míos?, ¿me dejo enseñar y acompañar también?, ¿me detengo para escuchar al otro o el frenesí diario me distrae del que tengo al lado?
y yo prometo escucharte sin pedirte nada a cambio
Acompañar es, utilizando expresiones del Papa Francisco, “ir contra corriente” de la “globalización de la indiferencia”. Darle a entender al otro que es importante para mí, que su vida vale, que es bueno caminar con él, que me comprometo con su vida y que aquello que pueda hacer por él lo voy a hacer. De esta forma, hacemos carne aquellas palabras del Evangelio donde Jesús nos dice: "tuve hambre, y ustedes me dieron de comer; tuve sed, y me dieron de beber; estaba de paso, y me alojaron” (Mt 25, 35). Podemos continuar esta lista: estuve solo y me acompañaron, necesitaba que me escucharan y me escucharon, estaba desanimado y me animaron… ¿Te animás a continuar la lista con tu vida diaria? “Permiso y prometo”, dos palabras fundamentales para aquellos que acompañamos y nos dejamos acompañar. Que implican esta doble dimensión de ser respetuoso y comprometerse, de dejar espacio y estar al lado. Todo esto, ¿para qué?: “para permitirnos, el milagro de la libertad”.
Nicolás Soto sdb
permiso para apoyarte si veo que estas cayendo prometo yo acompañarte en cada paso y atajo permiso para guiarte por el rumbo del esfuerzo y yo prometo entrenarme para enseñarte jugando permiso pa' regañarte debo ser duro y sincero
Permiso para prometerte un mundo inabarcable y comprometerme a un juego interminable permiso para comprometerte a vos a ir en busca de tus sueños prometo permitirte volar rumbos inciertos y permitirte amarrar en otros puertos prometo permitirnos, el milagro de la libertad. Permiso para sufrir, si veo que estas sufriendo prometo hacer lo posible para no estorbarte el paso permiso pa' equivocarme en este eterno comienzo prometo aprender de vos a iluminar el ocaso permiso para juntar las puntas que están distantes yo prometo no asfixiarte si vos no las ves tan juntas permiso para llamarte al silencio algún instante yo prometo valorar la intención de tus preguntas Permiso para prometerte un mundo inabarcable y comprometerme a un juego interminable permiso para comprometerte a vos a encontrar tus sueños prometo permitirte volar rumbos inciertos y permitirte amarrar en otros puertos prometo permitirnos, el milagro de la libertad.
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REZANDOVOY UNA APP PARA REZAR… Rezandovoy es una app de oración que nos propone por medio de audios con cantos, Palabra de Dios y reflexiones, centrarnos en la liturgia de cada día. Para aquellos que a veces dicen “no tener tiempo para rezar”, es una app simple y fácil de usar, la tenés en el celular, al alcance de tu mano y en el momento que quieras. Conozco jóvenes que rezan con ella mientras van en el ómnibus al estudio o el trabajo, otros la emplean como oración de la mañana o en la noche. Es para aquellos que disfrutan de una oración serena y personal, para los que rezan con el canto y la música, los que disfrutan de un tiempo de silencio, haciendo ejercicio de la escucha y la apertura al Espíritu, es para aquellos que gustan de la Palabra de Dios, ya que la oración logra armonizar la música, el silencio y la Palabra de Dios.
P. Sebastián Ferreyra sdb
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GALERÍA
El El protagonismo juvenil El protagonismo protagonismo juvenil juvenil
驴simb贸lico 驴simb贸lico oo real? real?