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Boletín informativo

Misioneros Dominicos Enero – Febrero 2007 Año XVII; Nº 161 VICARIATO REGIONAL DE SANTA ROSA DE LIMA - PERÚ

Convento San Al berto Magno. PP. Domi nicos. Av. Riva Agüero, 2005 – San Miguel – Lima 32 (PERÚ) Apartado 2999. Lima 100 (PERÚ). Telefax (01)562­2360. Correo­e: misdom@vi abcp.com URL: www.selvasperu.org Director: P. Vicente Suárez Álvarez, OP

SUMARIO Noticias de la XV Asamblea de CIDALC Marco Antonio Nureña Anacleto, OP. Días importantes para orar y actuar Ricardo Álvarez, O.P. Medalla merecida Fr. Marco Nureña, OP Convivencia de Aspirantes 2007 Rafael Alonso Ordieres. Fondo Editorial del Centro Cultural José Pío Aza Efemérides Cumpleaños Noticias


NOTICIAS DE LA XV ASAMBLEA DE CIDALC Santuario de Santa Rosa, Lima, Perú 2 a 7 febrero 2007

MARTES, 30 DE ENERO Mañana comienza el Retiro con el que se inicia la XV Asamblea de CIDALC. Mientras tanto, los participantes e invitados, van llegando poco a poco, procedentes de lugares bien dispersos: Aruba, Honkong, Cuba, Uruguay, Irlanda... Los hermanos de la Comunidad de Santa Rosa nos acogen con ese fraternal "¡Estás en tu casa!". Los primeros que vamos llegando nos sentimos realmente "en casa". Hoy, esperamos a quienes faltan por llegar. Fray Brian y el equipo colaborador de los Estudiantes de San Alberto han trabajado cuidadosa­ mente durante meses en la preparación de la infraestructura de la Asamblea. ¡Excelente trabajo! Además, van y vienen del aeropuerto, recibiendo a quienes llegan. Para que éstos se sientan esperados y reconocidos, muestran dos visibles escudos de la Orden. Es el santo y seña. Fray Joao y Fray Brian han participado ­como invitados­ en la Asamblea de CODALC. Esta tarde a las 18:00 será la Eucaristía de clausura. Mañana el Equipo de CODALC participará con los hermanos de CIDALC en el retiro. Luego, las hermanas, participarán de nuestra XV Asamblea, como miembros de la misma. Estamos, pues, todavía, en la espera, ultimando detalles, afinando el cronograma de los trabajos. Los hermanos que ya han llegado aprovechan para conocer Lima, sus calles coloniales, sus monumentos y, sobre todo, la espléndida Plaza de Armas.

MIÉRCOLES 31 y JUEVES 1 de febrero Retiro a CIDALC y CODALC Como dijo fray Joao: "¡Hoy se ha cumplido un sueño!" Entre hermanas de CODALC y hermanos de CIDALC éramos unos 135, una familia grande, con muchos gestos de cercanía y de fraterni­ dad. Parecía que nos conociéramos de siempre, y que hubiéramos tejido juntos nuestras historias, llenas de relatos y experiencias de familia dominicana. El día 30 de tardecita CODALC finalizó su Asamblea; CIDALC comenzaría la suya el día 2 de febrero. A las Directivas de CIDALC y de CODALC se nos ocurrió ­en San Salvador­ la buena idea de que entre las dos Asambleas ­las de las hermanas y la de los hermanos­ pudiéramos hacer juntos un retiro. Y así fue. Fray Timothy Radcliffe y la Hna. Gabriella Zengarini fueron quienes nos dirigieron el retiro, un hermano europeo y una hermana latinoamericana, con sus voces distintas pero, a su vez, idénticamente dominicanas, con voz de mujer y de varón. Teólogo él, y ella también. Nos hablaron, desde su fe, vivida y experimentada, compartiendo convicciones, preguntas, desafíos y también sus seguridades, apoyadas en su fe en Dios. El retiro del primer día fue en torno a María, la Virgen de Nazaret. Timothy nos ayudó a ver, tocar y escuchar a la Virgen de la Anunciación y de la Visitación, la mujer que escucha, contempla y dice "sÍ" a Dios. Gabriella, nos acercó a la Virgen de Guadalupe, con rostro latinoamericano, que acompañó y sigue en medios de su pueblo hasta hoy, ayudándonos a construir la historia de nuestros pueblos en libertad, y en cercanía a Dios. El segundo día, Gabriella, reflexionó en voz alta sobre fray Bartolomé de las Casas y Rosa de Lima, sobre su talante teológico, lleno de misericordia y profecía, defendiendo los derechos de los hombres y mujeres de su tiempo. Luego, ­de tarde­ Timothy, con su habitual calidez y hondura, nos ayudó a encontrar el modo de cómo debemos hacer hoy teología. El retiro finalizó con la celebración de la Eucaristía en la que fray Hegel Simon –del Vicariato de Santa Rosa­ hizo su profesión solemne en manos de fray Carlos Azpiroz, quien nos acompañó en

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el retiro. Luego, después de la Eucaristía, vino el brindis. Teníamos muchos motivos para brindar.

VIERNES, 2 El día 2 iniciamos la XV Asamblea propiamente dicha. El primer día que, es de costumbre, dedi­ carlo a las bienvenidas y a dar cuenta de las labores realizadas. En definitiva, un día para escu­ char y evaluar. Fray Benigno Gamarra, Provincial del Perú y fray Miguel Zabalza, Vicario del Vicariato de Santa Rosa del Perú dieron la bienvenida a los participantes a la XV Asamblea. El primero, mostró su contento al recibirnos en Perú, deseándonos un fecundo trabajo; el segundo, nos abrió las puertas de la Casa de Espiritualidad de Santa Rosa de Lima, perteneciente al Vicariato. Esta Casa está donde fuera la casa de Rosa ­de la que quedan algunos vestigios­ vecina a la casa de Martín de Porres. Invocó su protección para que nuestros trabajos fueran fecundos. Finalmente, fray Joao Xerri, presidente de CIDALC agradeció a todos ­hermanos y hermanas­ haber aceptado la invita­ ción a concurrir a esta Asamblea. La mañana de este día fue dedicada a recibir los informes del Equipo de CIDALC y de los Presi­ dentes de las zonas de CIDALC. Todos ellos dieron cuenta de lo realizado durante el anterior trienio, destacando los puntos que ­a su parecer­ valdría la pena profundizar ­o eventualmente, cambiar­ en vistas al futuro. Así fueron apareciendo interrogantes, nuevos desafíos, nuevas acentuaciones para el servicio de CIDALC. También se informó sobre el Seminario de Formación de Formadores, realizado en julio 2006, en Lima; y sobre el Encuentro Norte­Sur, que se llevó a cabo el mismo año en San Salvador. Por la tarde, la Asamblea, dividida en grupos y, luego, en plenario dio su parecer sobre los infor­ mes recibidos. Surgieron temas que habría que considerar en otro momento de la Asamblea. Por la noche, después de cena, fray Herminio de Paz nos informó del estado actual de la Causa de Beatificación de fray Bartolomé de las Casas. Relató la historia de la Causa, el trabajo que se está llevando a cabo y brindó sugerencias para su buen éxito. Así acabó este día.

SÁBADO 3 Después de la celebración del Laudes y del desayuno, fray Joao informó que el trabajo de la mañana estaría dedicado al estudio de posibles reformas al Estatuto de CIDALC. Fray José Luis de Miguel ­que presidió la Comisión que preparó el texto de estas reformas, después de haber recibido las sugerencias que le fueron por miembros de CIDALC­ explicó brevemente el alcance de las mismas. Gran parte de la mañana fue dedicada al trabajo de los grupos, en torno a estas reformas. Luego, en plenario ­conducido por fray José Luis de Miguel y fray Rafael Colomé, moderadores de la Asamblea­ se presentó el parecer de los grupos. Después de debatir cada punto del Estatuto, se sometió a votación. De este modo, se incluyeron algunas reformas respecto al servicio del Presi­ dente y Secretario General de CIDALC, y al "Promotor para la Formación y Vida intelectual", nuevo servicio del Equipo de CIDALC. Al final de la mañana, la Asamblea agrupada por zonas, elaboraron propuestas para llevar al próximo Capítulo General que se celebrará en Bogotá. Por la noche, se presentaron en plenario. La tarde de este día estuvo dedicada a mantener un largo y fecundo diálogo con fray Carlos Azpiroz. Lo inició él compartiendo algunas de sus esperanzas, logros y dificultades del caminar de la Orden frente a los desafíos a su misión de predicación, tales como, entre otros: La guerra y la paz, las migraciones, el diálogo interreligioso, la colaboración entre las entidades de la Orden, la vida intelectual como alimento de la predicación, la vida fraternal en comunidad, el sentido del Gobierno dominicano.

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A partir de sus sugerencias se entabló un largo diálogo, vivo y fecundo. Se destacaron inquietu­ des, desafíos, convicciones acerca de la misión de la Orden en el hoy del mundo. Al culminarse el tiempo, fray José Luis de Miguel dijo lo que todos pensábamos: ¡Qué pena que no tengamos más tiempo para continuar! Agradecimos ­con un fuerte aplauso­ a fray Carlos, el Maestro de la Orden, la oportunidad que nos brindó para profundizar y tomar mayor conciencia sobre nuestra identidad y misión, en el hoy del mundo y de la Iglesia. De tardecita, celebramos la Eucaristía, la Pascua del Señor, haciendo memoria del martirio de fray Carlos Morales, guatemalteco. Presidió la celebración fray Raúl Vera, Obispo de Saltillo, compa­ ñero de fray Carlos Morales. Nos habló con el corazón, con temple de profeta. Su homilía fue rubricada con un fuerte aplauso de la Asamblea. Como el día fue de mucho trabajo, nos retiramos a nuestras habitaciones cansados pero muy contentos. Hay que decir también ­para decir toda la verdad­ que celebramos el final del día saboreando un pisco peruano. Seguro que todos dormimos mucho mejor. Lo sabré mañana.

DOMINGO, 4 Alguien dijo ayer ­no sé con exactitud quién fue ­ que la jornada del domingo fue "un oasis de libertad". La frase puede parecer rara, extraña; a algunos o algunas puede sonarle entre sublime y ridícula. Por eso, es preciso que les explique qué pasó ayer. Luego, ustedes mismos, adjetivan nuestra jornada a su gusto. Cuando en el Equipo de CIDALC preparábamos ­hace tiempo­ el cronograma de esta XV Asam­ blea nos pareció importante dedicar un día a la reflexión sobre algún asunto que importara a nuestra misión de predicación. Es habitual hacerlo en todas las Asambleas. Barajamos muchos temas y, finalmente, optamos por el diálogo. El difícil diálogo. Elegimos cuatro ámbitos del diálogo, y los hermanos y hermanas que pudieran conducir la reflexión. Y quedó así: Diálogo entre culturas: Hna. Antonieta Potente; Diálogo interreligioso: fray Carlos Josaphat P. De Oliverira; Diálogo entre ideologías: fray Jesús Espeja; Diálogo entre teologías: fray Gustavo Gutiérrez. Todos nuestros invitados aceptaron con gusto participar en nuestro taller. Por la mañana, abordamos las tres primeras vertientes del diálogo. Antonieta y Carlos, tuvieron, cada uno, 45 minutos de presentación del tema. Una presentación sugerente, profunda, inteligen­ te. A continuación, la Asamblea, en grupos, rumió los ricos contenidos ofrecidos. Luego ­al final de la mañana­ Jesús, con su agudeza y claridad características, afrontó su tema. Le siguió un dialogo cruzado entre la Asamblea y él. A primeras horas de la tarde, Gustavo expuso su tema. Ya conocen a Gustavo: su aporte fue una catarata de sugerencias, aclaraciones, desafíos, convicciones, interrogantes. La tarde, finalizó con un extenso plenario ­a modo de panel­ de casi dos horas. Consistió en un reposado diálogo entre los participantes y los panelistas. Fue sumamente rico. Cada cual se expresó con libertad, como se habla en familia. Se profundizaron conceptos, aparecieron retos nuevos, se añadieron nuevos horizontes del diálogo del hermano y hermana predicadores. Todos quedamos admirados del aprendizaje de ese día. Hubo fatiga ­por la exigencia del taller­ pero mucha satisfacción por la riqueza del mismo. Sí, realmente fue un oasis de libertad, porque todos y todas hablamos, y nos dijimos a los otros y otras, sin tapujos, con franqueza y lealtad. Con ese mismo talante, hablamos de la Iglesia, de la Orden, del mundo concreto en el que estamos insertos y al que estamos enviados como hermanos y hermas predicadores. Terminamos el día festejando, con unos tragos que algo redimieron nuestro cansancio. Y nos fuimos a dormir con el corazón y la mente llenos de inquietudes, de certezas, desafíos e interro­ gantes.

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Fray Joao, al final de la jornada, proclamó su "Nunc dimitis", con la satisfacción del anciano Simeón: Ahora, Señor, puedes dejar a tu siervo irse en paz... Se cumplió el sueño del Equipo de CIDALC cuando preparó esta Asamblea. Pero, ¡hay que seguir soñando!

LUNES 5 La mañana de este día estuvo destinada al trabajo por zonas. Cada una de ellas elaboró su programa de actividades y cronograma de las mismas. Además, indicaron al próximo Equipo de CIDALC sus propuestas para realizar en el próximo trienio y, finalmente, indicaron algunos nom­ bres para integrar el próximo Equipo de CIDALC. Después de un buen rato de trabajo, los portavoces de cada una de las zonas ofrecieron en plenario sus propuestas que fueron sometidas a la votación de la Asamblea. En ellas, se advertía voluntad de trabajo, de colaboración entre las diversas Entidades, iniciativas nuevas. Después de haber dedicado los días a ver y juzgar, ahora era el momento de concretar el actuar, que quisimos que fuera concreto, preciso y marcando ya sus fechas. En algunas de estas propuestas se conta­ ba con la colaboración y coparticipación de las hermanas y las monjas. Las Fraternidades laicales y el MJD no estuvieron ausentes en las propuestas zonales. A continuación, cada zona propuso nombres para el futuro Socio del Maestro para América Latina quien es, a su vez, Presidente de CIDALC. Nombres para el próximo Secretario General, y Promotores de Justicia y Paz, de Familia Dominicana y de Formación y Vida Intelectual. Algunos de los participantes de la Asamblea se sintieron "amenazados" por algunas de estos servicios. Pero, disimularon su asombro ­ y hasta temor­, cada cual a su manera. El Secretario General será elegido por la Asamblea mañana. Y se presentarán al Maestro de la Orden ternas para Socio y para los Promotores. Por el momento, el futuro Secretario General es quien más cerca tiene sobre su cabeza la espada de Damocles. Mañana les contaré qué ocurrió. Al final de la mañana, la Asamblea incluyó en el nuevo Estatuto de CIDALC el servicio de "Promo­ tor de Formación y Vida Intelectual", que no existía en el anterior Estatuto. Finalmente, la Asam­ blea aprobó unánimemente el nuevo Estatuto de CIDALC. La tarde de este día, fue de descanso. Por cierto, un bien merecido descanso. Visitamos el Convento de Santo Domingo. El P. Prior y varios hermanos de la comunidad nos recibieron con los brazos abiertos. Nos dieron un refresco para apaciguar el calor de la tarde y nos obsequiaron con recuerdos de San Martín de Porres. Después visitamos, la habitación de San Martín y, en la Basílica de la Virgen del Rosario del Convento, estuvimos un rato junto a los restos de Martín de Porres, Rosa de Lima y Juan Macías. No éramos turistas sino hermanos y hermanas que admirá­ bamos sus vidas. Luego siguió nuestra "tarde libre". Visitamos y rezamos en el Parque del Ojo que llora, en honor a las víctimas de la violencia en el Perú. Pedimos repetidas veces: ¡Paz!, ¡paz!, ¡paz! Después visitamos el "Mercado indio" donde todos admiramos la belleza multicolor de sus ventas. Aunque todos lo admiramos, sólo algunos ­superando el regateo inicial con los comerciantes, que requiere mucho arte­ compraron algunos recuerdos. Cenamos en "La Damajuana". Saboreamos su rica comida, mientras participamos ­la mayoría como videntes y oyentes­ en el show folclórico peruano. Sólo Brian, Marco, Dennis y Wilma se animaron ­con intrepidez y soltura­ a participar en los bailes. Y, la verdad es, ¡que lo hicieron muy bien! Luego, que ya era tarde, volvimos en dos buses a casa. Jesús Espeja, con su agudeza habitual, micrófono en mano, animó uno de los buses. En el que yo estaba. Llegados a casa, nos fuimos todos y todas a dormir. Ya se notaba el cansancio en los rostros de algunos.

MARTES, 6 Y PREVISIÓN DEL DÍA 7

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A pesar de la tarde festiva de ayer, de la cena en La Damajuana, del pisco souer peruano, tomado sin exceso, todos amanecimos puntualmente, con mente serena y fresca, para celebrar los Laudes a las 7:30. Las Entidades de El Caribe dirigieron la oración. Nos esperaba un día de mucho trabajo. A primeras horas de la mañana, la Hna. Rose Ann, Co­directora de los Voluntarios Dominicos Internacionales ­residente en la Curia Generalicia de Santa Sabina­ acompañada de un voluntario peruano, compartió en un plenario abierto en qué consiste este servicio, cómo se lleva a cabo, cual es su situación actual. Alejandro, voluntario en las misiones de Kirigueti, donde trabajan nuestros hermanos del Vicariato de Santa Rosa, dio su testimonio de voluntariado. Le acompañaba fray David, con quien colabora en la misión. Contó historias, momentos fuertes de oración y de entrega, de desafíos. Un aplauso cerrado, aseguró que vale la pena incrementar y favorecer el voluntariado en nuestras Entidades. Fray Bernardo Vallejo, colombiano de Antioquia, Síndico de la Orden, nos habló de "Logros y dificultades en la administración económica". Parecería ­así, a simple vista­ que este es un tema de empresarios para empresarios y no el de un fraile para otros frailes, hermanas y monjas. Pues, aunque no lo crean, no fue así. Habló de este tema ­habitualmente, de escaso interés para frailes, monjas y hermanas (para la Iglesia toda)­ en clave evangélica, sin forzar el tema ni buscarle cinco pies al gato. Administrar bien, con transparencia, cuidado, fraternidad y justicia, es evangélico y una expresión de nuestra opción por la pobreza, y los pobres. Bernardo fue persuasivo, sincero; a veces, contundente. Dijo grandes verdades ­a menudo demasiado camufladas o maquilladas­ con su habitual simpatía. Uno podía optar por llorar o reír, o por ambos ejercicios a la vez. Después de un breve receso, fray Prakash Lohale, Promotor de Justicia y Paz de la Orden, nos hizo pensar en los Desafíos del compromiso actual por la Justicia y la Paz en la formación de formadores y en la formación institucional" No pude escucharle porque estaba atareado con otros menesteres, pero escuché los aplausos. Señal de que todos y todas estaban de acuerdo con él. Así acabó la mañana. Podríamos decir "vimos que todo estaba bien" como hoy hemos escuchado en la lectura del Génesis, en la Eucaristía. Durante la tarde hicimos muchas votaciones, la mayoría de ellas en secreto. Teníamos que proponer al Maestro de la Orden ternas para los servicios de Socio para América Latina, y para los Promotores de Familia Dominicana, de Justicia y Paz y de Formación y Vida Intelectual. Y así lo hicimos. Sé que les gustaría saber el resultado de estas votaciones, pero ­lo siento­ no debo hacerlo. Así que: punto. Lo que sí puedo decirles es que fray Luis Carlos Bernal fue reelegido como Secretario General de CIDALC. Y aceptó, así no más. ¡Que Dios le ampare! Después de tanto votar, quedamos extenuados. Luego de un breve descanso, Teresita de Tenti, Presidenta de las Fraternidades de América Latina y El Caribe (o casi, no estoy seguro, pero seguro que lo será) informó sobre el Congreso Internacional de las Fraternidades Laicales de América Latina y El Caribe que se celebrará en marzo 2007, en Argentina. Recibió el apoyo de todos, dicho y destacado con un gran aplauso. Hablamos luego sobre el Instituto Pedro de Córdoba (IPC). Fray Javier Pose, en nombre de una Comisión que estudió la actual situación del IPC, de la cual fue Presidente, presentó algunas propuestas. La Asamblea hizo su propio discernimiento y, luego, se votaron las propuestas. Aún queda camino por andar; pero el rumbo del camino está marcado. Después de la Eucaristía, presidida por fray Ferdinand Warner, en la que predicó fray Pat Lucey, Provincial de Irlanda, fuimos a cenar. Después, homenajeamos a fray Joao Xerri, agradeciéndole su servicio generoso, sugerente y atinado a CIDALC. Y así, va acabando este día.

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Mañana, miércoles 7, ¡Dios dirá! Pero, seguro que celebraremos la Eucaristía en el Monasterio de Santa Rosa con nuestras hermanas, las monjas. Después, ya en casa, la Comisión Económica de la Asamblea dará su veredicto sobre la administración del los bienes ­muy escasos­ de CIDALC durante el pasado trienio, castigando o consolando al Tesorero. Después aprobaremos acuerdos comunes. Evaluaremos la marcha de esta XV Asamblea. Y después del almuerzo..., la dispersión. Hermanos y hermanas volverán a sus hogares, "recto trámite" o haciendo paradas por el camino de retorno.

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DÍAS IMPORTANTES PARA ORAR Y ACTUAR Fr. Marco Antonio Nureña Anacleto, op Convento S. Alberto Magno Enero 01 Día Mundial de la Paz 3er domingo Día Mundial de las Religiones 27 Día contra la Lepra Día Internacional de Conmemoración anual de las Víctimas del Holocausto 30 Día de los Mártires de la No­Violencia Febrero 02 11 21

Día Mundial de los Humedales Día Internacional de los Enfermos Día Internacional del Idioma Materno Marzo

08 15 21

Día Internacional de la Mujer Día Mundial del Consumidor Día Internacional para la Eliminación de la Discriminación Racial Día Mundial de la Poesía Día Mundial del Agua Día Meteorológico Mundial Día Mundial Forestal

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Abril 01 04 06 07 22 23 24 29

Día Mundial de la Educación Día contra la Prostitución Infantil Día de Chernobyl Día Mundial de la Salud Día de la Tierra Día Mundial del Libro y la Propiedad Intelectual Día Mundial de los Niños Día Internacional de la Danza Mayo

01 03 11 15 17 21 22 31

Día de los Trabajadores / Día del Trabajo Día Mundial de la Libertad de Prensa Día Mundial de las Comunicaciones Sociales Día Internacional de la Familia Día del Mundo Rural Día Mundial de las Telecomunicaciones Día Mundial de los Bosques Día Internacional de la Diversidad Biológica Día Mundial sin Tabaco Junio

05 08 14 17

Día Mundial del Medio Ambiente Día Mundial de los Océanos Día Mundial del Donante de sangre Día Mundial de la Lucha contra la Desertificación y la Sequía

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20 21 26

Día Mundial de los Refugiados Día Internacional por la Educación no Sexista Día Internacional de la Lucha contra el Uso Indebido y el Tráfico de Drogas Día Internacional de la Preservación de los Bosques Tropicales Julio

1er sábado Día Internacional de las Cooperativas 11 Día Mundial de la Población Agosto 06 09 12 22 23

Día de Hiroshima Día de Nagasaki Día Internacional de las Poblaciones Indígenas Día Internacional de la Juventud Día Mundial del Folclore Día Internacional del Recuerdo de la Trata de Esclavos y su Abolición Setiembre

08 Día Internacional de la Alfabetización 11 Día Internacional de la Hermandad 16 Día Internacional para la Preservación de la Capa de Ozono 3er martes Día Internacional de la Paz 27 Día Internacional del Turismo 29 Día Mundial de los Mares Octubre 01 03 05 09 10

Día Internacional de las Personas de edad Día Mundial del Hábitat Día Mundial del Maestro Día Mundial del Correo Día Mundial de la Salud Mental Día Mundial contra la Pena de Muerte 2do miércoles Día Internacional para la Reducción de los Desastres Naturales 15 Día Mundial de la Mujer Rural 16 Día Mundial de la Alimentación 17 Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza 22 Día Internacional de la Medicina Natural 24 Día de las Naciones Unidas Día Mundial de la Información sobre el Desarrollo Noviembre 03 06 08 16 20 20 21 25 29

Día de la Justicia Día Internacional para la Prevención de la Explotación del Medio Ambiente en guerras y conflictos armados. Día Mundial de la Ciencia para la Paz y el Desarrollo Día Internacional para la Tolerancia Día de la Industrialización de África Día Universal de los Niños Día Internacional de la Filosofía Día Mundial de la Televisión Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer Día Internacional de la Solidaridad con el Pueblo Palestino

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Diciembre 01 02 03 05 07 10 18

Día Mundial de la Lucha contra el SIDA Día Internacional para la Abolición de la Esclavitud Día Internacional de las Personas con Discapacidad Día Mundial del No Uso de Plaguicidas Día Internacional de los Voluntarios para Desarrollo Económico y Social Día Internacional de la Aviación Civil Día de los Derechos Humanos Día Internacional de los Migrantes

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MEDALLA MERECIDA P. Ricardo Álvarez, O.P. El día 20 de marzo del presente año 2007 la Defensoría del Pueblo otorgó la medalla de los servicios a los derechos humanos al R.P. Gustavo Gutiérrez, ilustre teólogo y filósofo pertenecien­ te a la Orden Dominicana. Según la exposición de la Defensora del Pueblo, Beatriz Merino, la ceremonia se realizaba ante Obispos, Ministros, Embajadores, Congresistas, Fuerzas Armadas y pueblo en general. Como colofón de la ceremonia el P. Gustavo Gutiérrez desarrolló, en poco más de media hora, su Ponencia sobre la teoría de la pobreza, situación que es vista por los peruanos, que viven enfras­ cados en la historia moderna, como algo circunstancial y de poca importancia, olvidándose de su verdadera historia. En su discurso toca por un momento el tema del conformismo que supone “ el tomar la voz por los que no tienen voz; hay que dejar que los que no tienen voz la tengan por sí mismos” . Me alegró bastante el haber oído entre las palabras del P. Gustavo Gutiérrez el que hay que dejar que “los que no tienen voz” la tengan por sí mismos en vez de que otros tomen la voz por ellos. Aunque no aludió para nada a la problemática de la selva yo tomo sus palabras para hacer una referencia a lo que esto significa en la evangelización de los indígenas nativos de la selva, pues es un tema de actualidad, al cual yo me he referido en varias oportunidades. El 14 de agosto de 1971 los obispos de la selva, ante la situación de injusticia, hacen un pronun­ ciamiento en estos términos: “En nombre de los que “ no tienen voz”, pero que sufren callada­ mente las consecuencias más infrahumanas de un sistema de dominación y de explotación causado por los Centros de poder (económico, político, científico, etc.) …”. En el 2004 el antropó­ logo Dr. Juan Ossio y la CONAPA, se proclaman tutores de los indígenas y toman la voz en nombre de los “aislados” Nahua, Nanti, Kogapakori para prohibir a los misioneros que visiten a estos grupos. En estos últimos años, ONGs. Antropólogos, Compañías petroleras, Energía y Minas y Bancos, toman la voz en nombre de los indígenas, sean éstos aislados y no­aislados, para que puedan hacer sus trabajos sin reclamos. Instituciones indigenistas y ONGs mueven en Lima a grupos indígenas para que hagan manifestaciones callejeras, como único medio para reclamar sus derechos. Una persona muy relevante en educación dijo que “ son extranjeros ante los indígenas nativos tanto los misioneros que trabajan un mes, diez años o cincuenta años” , dando a entender que entre los misioneros y los indígenas hay una distancia inconmensu­ rable, es decir, que entre los nativos y los misioneros media una marginación absoluta que ni los nativos ni los misioneros pueden salvar. La Constitución Política del Perú, por otro lado, al hablar de los derechos fundamentales de la persona, en el art. 2 dice que todos tienen derecho “A la igualdad ante la ley. Nadie debe ser discriminado por motivo de origen, raza, sexo, idioma, religión, opinión, condición económica o de cualquiera otra índole”. Es decir, nadie debe ser marginado y excluido. La ley está dada para el que margina al otro y para el que le excluye. Se sobreentiende que cada cual puede salvarse del que le margina y del que le excluye por sí mismo con apoyo de la ley. Traducido a un trabajo de evangelización de los indígenas de la selva quiere decir que no se puede hablar de “mis indios”, “mis indígenas”, “tengo la representación de nuestros indios”, “soy la voz de los que no tienen voz, es decir, de los indios”. A continuación voy a exponer cómo se realiza la evangelización de los indígenas dándoles la voz y cómo pueden los indios en una Misión alcanzar el progreso independientemente, al igual que la sociedad nacional, alcanzando la liberación de la esclavitud y de la marginación dentro de una Misión católica. Expongo cómo entendí yo la liberación de los indígenas del Bajo Urubamba.

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1. Nos preguntaremos por la justificación de una Misión en Sepahua. La situación histórica exis­ tente en los años 1947 y 1948, en los que se da inicio a la Misión del Rosario, es clave para comprender la naturaleza del encuentro de los misioneros con las sociedades nativas del Bajo Urubamba y para valorar el impacto intercultural. A la llegada del misionero P. Francisco Álvarez al Bajo Urubamba los nativos eran totalmente marginados, sin identidad étnica, sin dignidad, considerados "nadie" para la sociedad regional y nacional, constituidos en simples números e instrumentos de trabajo en las haciendas, desarrai­ gados socialmente de sus familiares y aislados de la atención de los misioneros del Alto Ucayali, por no tener éstos jurisdicción sobre ellos. La falta de identidad llevaba consigo inseguridad en sus vidas, la explotación económica, la discriminación legal, el desánimo por sus vidas, la carencia de solidaridad. Esto se agravaba por cuanto, siendo los nativos los creadores de riqueza para la sociedad regional y los que daban a la región el progreso, se les negaba este derecho, arrogándose para sí este privilegio la misma sociedad que los explotaba. Es en este contexto en el que la Misión del Sepahua va a iniciar su evangelización: En un lugar concreto (Bajo Urubamba), en una población concreta (los indígenas nativos) y en una situación concreta (marginación, esclavitud). Y para ello los misioneros emplearán unos criterios de juicio y unas orientaciones prácticas, en consonancia con la trayectoria misionera de los dominicos en América Latina, guiados por Bartolomé de las Casas. En la historia de esta Misión es sumamente importante comprender qué es lo que sucedió y sucede en el encuentro de la Misión con la cultura nativa, cuáles son los efectos del primer encuentro, qué problemas surgen en el tiempo, cómo será el futuro del encuentro y cómo sería posible la integración de la Misión y de las sociedades nativas en una historia conjunta. El tema se puede plantear desde dos ángulos: Desde afuera y desde adentro. Los que plantean el encuentro de la Misión con la sociedad nativa desde afuera, es decir, los que no participaron ni en los primeros momentos ni en momentos posteriores, en el proceso iniciado por la Misión, hablan con demasiada soltura y apriorísticamente de una desestructuración, pero no tienen en cuenta la historia ni las circunstancias en que vivían los nativos, ni tampoco tienen conocimiento de las motivaciones de los misioneros. Aquí cabría una crítica a ciertos antropólogos que, sin detenerse a analizar los casos concretos, juzgan todo encuentro de las Misiones con las sociedades nativas como "impacto" destructor. Los que, como nosotros, creemos que las relaciones de la Misión del Rosario del Sepahua con las sociedades nativas debe ser tratado desde dentro, es decir, desde su perspectiva histórica y no como aplicación de teorías foráneas, es decir, desde adentro, obviamos las dificultades que algunos presentan con "los choques" o "los impactos" entre culturas, mediante la trascripción de documentos originales y con los testimonios de una presencia en el lugar. Pero advertimos, además, que no debemos quedarnos solamente con la impresión de un "cho­ que" entre culturas, sino que debemos preguntarnos también, para ser objetivos, el por qué del éxito de la Misión y de su amplia influencia en la zona y el por qué del atractivo hacia ella por parte de los nativos. La situación vivida por los nativos del Bajo Urubamba no podía dejar insensibles a los misioneros, no solo como creyentes en el Dios de la justicia, sino como seres que tienen sentimientos de humanidad. Ante todo, estaba la dignidad humana, inviolable, de cada persona. Los nativos son humanos y, como a tales, se les debe todo respeto, por encima de la raza y del nivel cultural y económico, son un valor en sí mismos y por sí mismos y no pueden ser utilizados como instrumentos impersona­

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les al servicio de la economía de otros hombres. Los misioneros sentían la exigencia ética, ineludible, de reconocer los derechos humanos de los nativos y, además, se sienten con el deber de tutelar estos derechos como única garantía de que disponen los nativos para afirmar su dignidad como personas. De ahí que se decidan a apoyarlos en su liberación de la encrucijada histórica en la que se ven atrapados, pero también a crear una nueva mentalidad en los responsables políticos y sociales de la región, ante los problemas de la violación de los derechos humanos, porque a ellos incumbe el deber de crear las condiciones adecuadas para una integración justa y fraterna de la población. Se ha criticado a los misioneros por el hecho de instituir la evangelización. Esta crítica ha proveni­ do principalmente de antropólogos culturalistas a ultranza a los cuales, ciertamente, les falta la sensibilidad humana y la perspicacia científica para hacer un análisis desde la misma situación humana y social concreta. Hoy, en situaciones semejantes, una crítica contra las instituciones humanitarias y de derechos humanos no tendría acogida. Los misioneros se habían adelantado a estos movimientos de solidaridad para con los margina­ dos, los explotados y los pobres, pues el tema no es solo de sensibilidad social, sino de principios éticos, morales y religiosos, de los que los misioneros, por su formación filosófica y religiosa, fueron siempre abanderados en la causa de los indígenas. ¿A quién no se le mueve el corazón al saber que los niños se compran, se venden, se rifan en las plazas públicas como objetos o animales, o se les deja morir en las playas o al pie de los árboles y ver a sus padres sin libertad y explotados? ¿Quién puede pasar desapercibido viendo estos abusos contra la humanidad sin levantar la voz de protesta, sin acudir a la ética o a las leyes para corregir y castigar estas costumbres? 2. En el origen de la Misión del Rosario del Sepahua están, como fundamentos de la evangeliza­ ción, además del tema religioso, el problema ético y humanitario. La Misión obedece a una responsabilidad ética para con la humanidad necesitada. Al misionero católico le mueven a la acción tres fuerzas: El mandato de Jesucristo de "id por todo el mundo a predicar el Evangelio", el destino de los superiores a un campo de misión determinado y la res­ ponsabilidad ética para con los hermanos marginados a los que se les niegan los derechos humanos. Estos imperativos no se dan aislados unos de otros, pues la responsabilidad que el misionero tiene para con Dios y con su Iglesia es la misma que siente frente al hermano que le necesita. Aún más, la responsabilidad que adquiere por ser cristiano le hace sentir con mayor urgencia la responsabilidad para con los nativos necesitados. La responsabilidad ética es una característica del misionero. Esto es desconocido por la mayoría de los que intentan estudiar las relaciones de la Misión con las sociedades nativas pues, al no profundizar en las motivaciones de la Misión, se quedan solo en un concepto de "enfrentamiento" entre ésta y las culturas indígenas. Ven al misionero únicamente como un enviado de una Iglesia para hacer proselitismo, es decir, enfrentado no solo a las culturas sino a los individuos de otras creencias, pero no analizan los verdaderos valores y principios éticos que mueven al misionero a relacionarse con los indígenas. No es de la esencia del misionero el hacer proselitismo para engrosar el número de los adeptos de la Iglesia. Los misioneros no fueron enviados al Bajo Urubamba a hacer prosélitos. Su presencia en aquellos lugares adquirió, desde el primer momento, una connotación axiológica, que fue reconocida y aceptada por todos los grupos que allí habitaban. Más allá del concepto de zona, de grupo, de indio, de blanco, de Iglesia, se despertaron los valores de humanidad, de

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hermandad, de derechos, de deberes, de fines. En el encuentro de los misioneros con la población nativa marginada y explotada, se despertó en aquellos la inspiración de unos principios y una fuerza creadora que les capacitaban para com­ prender la realidad y les empujaban a hacer algo por la liberación de los nativos. Era el poder de la acción ética: Una fuerza libre y autónoma, capaz de crearse responsabilidades, de forjar proyectos, de tomar decisiones y proyectarse a sus fines. Era, a la vez, exigencia del misionero a sí mismo, en cuanto ser humano, de sentirse solidario con los demás, de hacer efectivos los valores de justicia en bien de los nativos. La capacidad ética le da al misionero el poder de darse normas para la acción. Su cultura misione­ ra, sus métodos, sus formas de obrar, son la expresión de ese sentir original sobre el hombre, sobre el mundo, sobre la vida, sobre los deberes y lo que hace efectivas las normas. La capacidad ética es anterior a la cultura, pero no se da sin ella. La cultura la fortalece y puede condicionarla, por lo que, poseyendo el misionero una cultura religiosa y filosófica cristianas, éstas le urgen para que, con mayor dedicación, apoye a los nativos en la recuperación de su identidad El nativo es también capaz de sentir esa exigencia ética interna, de libertad, de autonomía, de solidaridad humana, de voluntad para afirmar su identidad por encima de todos los condiciona­ mientos del exterior y aún de su propia cultura. En él, también, la exigencia ética está antes que los condicionamientos de su cultura y es capaz de cuestionar a la misma cultura y a la libertad con que el nativo actúa, a veces, contra sus propios principios y derechos fundamentales, como el poco respeto por la vida, la falta de solidari­ dad, la pasividad y conformismo culturales, el desprecio a la identidad personal, etc. Las normas culturales o las tradiciones son manifestaciones de la voluntad del grupo nativo por realizar el deseo innato de autorrealizarse en un tiempo determinado de su historia. El respeto por las normas culturales y por las tradiciones nativas es un deber, no solo de los mismos nativos que las producen, como para los misioneros que las observan, pues significa la respuesta de los miembros de una cultura a las circunstancias que rodean sus vidas y constituyen, por ello, un esfuerzo de la creatividad indígena para ayudarse en la construcción de su existencia y de su destino como seres humanos. Pero el nativo no está determinado ni por su cultura ni por su tradición. Más allá de su cultura y de su tradición está su capacidad para producir nuevas formas de vida y de integración ante la aparición de situaciones nuevas. Se comprende, pues, que existen diferentes respuestas culturales en los diferentes grupos étnicos y que el campo de la ética no es cerrado sino flexible y abierto, porque sus motivaciones están más allá de los condicionamientos concretos de la historia, que son cambiantes y exigen otras valoraciones de las nuevas situaciones. Quiere decir que la cultura y la tradición no es algo estereotipado y fijo, pues puede llegar el momento en que dejen de ser útiles o que se vuelvan perjudiciales. Es una realidad innegable que existen códigos éticos diferentes y que estos códigos pueden cambiar. Esto nos puede explicar por qué unos nativos del Bajo Urubamba fueron capaces de cambiar su forma de vida de las haciendas a la llegada de los misioneros a la zona, sin que este cambio haya sido producto de la presión de la Misión, sino fruto de su libre elección y por la exigencia de sus principios éticos; y por qué otros han tenido obstáculos para el cambio por no haber tenido la ocasión de la decisión ética. Las situaciones que han vivido los misioneros del Bajo Urubamba y el esfuerzo que han desple­ gado se han condensado en un código concreto que les ha servido de ayuda en sus decisiones,

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algunas de ellas manifestadas en los escritos pero otras difíciles de precisar en normas, pero que aseguraban la lógica de una conducta que remitía a la intuición original, la cual se hacía presente siempre con su propia fuerza para la acción. Vemos en todo esto que es importante entender las motivaciones que ha tenido la Misión en sus relaciones con la sociedad nativa y, también, entender que la cultura nativa no es estática, sino dinámica y sujeta a cambios, para poder valorar el "encuentro" de la Misión y la sociedad nativa del Sepahua. Lamentablemente esto no es tenido en cuenta por cuantos hablan de la Misión desde afuera y generalizan los conceptos y las críticas, sobre todo cuando tratan de enjuiciar, sin un previo análisis objetivo, las relaciones entre la Misión y las sociedades nativas, en cuanto relaciones entre dos culturas diferentes. Sobre este tema existe una laguna de consecuencias funestas, porque se dejan de lado y sin analizar factores que juegan un papel fundamental en las relaciones de la Misión con los nativos. Las críticas a las Misiones como etnocidas se han generalizado, pero necesitan de una revisión y ésta urge emprenderla. 3.­ Con el tiempo, la presencia y acción de la Misión iban a cambiar la realidad. La idea del misionero salvador del nativo perdido en la jungla, condenado en vida a la explotación y a la marginación y a quien el misionero debería ayudar a liberarse, se iba a cambiar por otro concepto de salvación, mediante la creación de una sociedad justa, de una nueva humanidad, en la que la liberación del nativo ya no es solo problema del misionero sino del mismo nativo, que toma conciencia de su situación y emprende la acción de recuperar su identidad. Hay quienes ponen énfasis en querer relacionar a la Misión con la cultura nativa como si entre ambas hubiera una oposición conflictiva. No está bien que se generalice esta oposición en todas las Misiones, ni tampoco se podría negar que, en ciertos casos, no existieran los conflictos, pero con mucha frecuencia se pretende juzgar a toda Misión como etnocida, por su contacto con las culturas nativas, a las cuales se las considera en estado puro y, por tanto, estables e inflexibles, que no admiten transformación. Tratándose de la Misión del Rosario del Sepahua, esto exige una aclaración. Hay que situar a la Misión y a la cultura afectadas en una dimensión histórica, pues el contacto entre ambas está dado, se mantiene en la actualidad y hay perspectivas de que va a continuar en el futuro. Se trata, pues, de un proceso histórico, iniciado por la Misión y por la sociedad nativa a un mismo tiempo. Se puede constatar la existencia de las relaciones de la Misión con las sociedades nativas desde su inicio, en los orígenes de los primeros contactos desde el año 1947. También podemos constatarlo en el momento actual, pues todavía están presentes la Misión y la sociedad nativa en el escenario de la interacción y el diálogo. Esto nos da a entender que este proceso es un hecho histórico, dado entre instituciones. Pero en este caso, al profundizar en estas relaciones, se percibe por ambas partes ­la Misión y las culturas­ que existe en ellas una fuerza y dinamismo que hacen posible que estas interacciones continúen, lo cual significa que el fenómeno no puede ser manejado por elementos ajenos a la Misión y a la cultura en referencia, ni siquiera podría ser manejado unilateralmente por la Misión ni por la sociedad nativa ni por cualquier autoridad. El proceso de Misión en Sepahua entró a formar parte de la misma cultura nativa, la cual lo asumió como elemento regenerador de su identidad y, como tal, mantiene su fuerza integradora y dinámica. Esto da a la interacción una dimensión ética, por cuanto entra en la esfera de las responsabilidades, pues forma parte ya de las normas de la comunidad y obliga a sus miembros a practicar y a defender todo aquello que favorece la afirmación de su identidad.

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Pero la cultura nativa tiene, además, la característica de que, cuando encuentra la conexión de sus elementos propios con los de la cultura en contacto (Misión), se adueña de los mensajes que ésta le dirige y crea los mecanismos necesarios para hacerlos suyos con carácter de esenciales y de obligatorios. De ahí que, cuando en algún caso, la Misión u otra institución, intentaran cambiar o romper estas relaciones, entonces se produciría el verdadero "impacto" o "choque" entre las dos culturas: Por un lado, la Misión y, por otro lado, la cultura que ha sido el producto de la interacción y dueña de la doctrina cristiana. No siempre que se habla de "choque cultural" se refiere al encuentro brusco de la Misión con la cultura autóctona. Pudiera ser que se trate solo de las divergencias entre algún misionero concre­ to y la cultura de origen cristiano que ha sido integrada a la identidad nativa. Es algo que debe tenerse muy en cuenta para saber distinguir entre la asimilación por los nativos de las enseñanzas cristianas, de un lado, y, de otro lado, las divergencias y las acciones consi­ guientes de algunos misioneros que, por exceso de celo apostólico, se enfrentan directamente con el cristianismo vivido por los indígenas por parecerles corrompido, lo cual origina manifiesta­ mente el verdadero "choque cultural". Cuando se producen conflictos dentro del proceso de interacción de la Misión y la sociedad nativa no hay que perder de vista que la evangelización es un proceso y, por lo tanto, la solución del conflicto no debe centrarse en el presente, sino que hay que mirar al pasado, a los orígenes o génesis histórica de este proceso y, al mismo tiempo, proyectarse al futuro. Los procesos avanzan con nuevos proyectos de futuro sin cortes con el pasado ni con el presente. En esto han fallado algunos misioneros, los cuales han querido solucionar los conflictos apareci­ dos en el transcurso de los años, cortando el proceso. Frente a los conflictos el misionero debe oponer su creatividad e iniciativas para que, con imagi­ nación, pueda plantear nuevas hipótesis de solución que hagan seguir el proceso. Estas salidas hacia el futuro mirando al pasado y la continuidad del proceso, no quedan única­ mente en el terreno de las iniciativas libres de los misioneros, puesto que por la índole de la problemática, pertenecen al campo valorativo de las culturas y, por lo tanto, exigen la responsabi­ lidad de parte de la Misión: Una responsabilidad por su fidelidad al Evangelio y otra responsabili­ dad por el respeto debido a la cultura nativa. En todo esto podemos apreciar que en el proceso de Misión se pueden producir ciertos efectos concomitantes sobre la cultura nativa y la Misión: Un efecto, posible, de desestructuración y, al mismo tiempo, otros dos efectos positivos, uno favoreciendo el que la Misión produzca nuevos elementos de reestructuración de la cultura nativa y el otro favoreciendo el que la cultura nativa produzca nuevos valores de integración y, otro finalmente, en que la cultura nativa produzca nuevos valores de integración en la Misión. Esto es posible y se daría dentro de unas circunstancias en las que, tanto la Misión como la sociedad nativa, se muestran favorables a la convivencia y a la propuesta de un diálogo continua­ do. Los pueblos nativos del Bajo Urubamba han vivido el encuentro con la cultura occidental desde el primer momento en que los misioneros se han hecho presentes en el territorio peruano. Como hemos visto, el proceso de interacción ha tenido etapas definidas o por choques bruscos entre pueblos diferentes o por procesos en los que la cultura nativa tuvo espacios para desarrollar su creatividad. Pero, en general, los pueblos nativos del Alto Ucayali y Bajo Urubamba han sufrido los efectos de una desintegración cultural y pérdida de su identidad durante los años anteriores a la fundación de

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la Misión del Rosario del Sepahua. Con esta Misión empezó la liberación de los nativos y la recuperación de su identidad indígena. No es conforme a la historia el situar a la Misión dentro de aquel proceso de desintegración de la cultura y sociedad nativas. Al contrario, la Misión proporcionó a las sociedades nativas las condi­ ciones para que iniciaran el proceso a la inversa, es decir, el proceso de reestructuración de su cultura. Desde esta perspectiva la misión ofrece a la sociedad nativa una alternativa cultural y social nuevas, injertadas en los mismos fundamentos de la tradición. Pues la tradición y la memoria son importantes y, en cierto modo, sacralizadas, pero nadie debe quedarse estático en ellas, porque la memoria y la tradición son dinámicas, ilustran el presente y crean una proyección hacia el futuro. La Misión respeta la cultura y la tradición nativas porque son el motor de la vida de la comunidad en una época determinada. Sin embargo, muchas veces dejan de ser útiles o llegan a ser contra­ producentes, principalmente cuando los hombres o los grupos en crisis se aferran a sus formas externas, ahogando la capacidad creativa, prefiriendo morir como pueblos a dar un paso hacia el progreso. Estas actitudes se contraponen a los principios de ética impresos en la esencia del ser humano. La Misión inicia su evangelización recomponiendo la cultura indígena desde sus raíces en el momento preciso en que la sociedad nativa estaba en el límite de su crisis de identidad. Dado que la misión lleva un mensaje cristiano nuevo, que pretende corregir el contexto socio­ económico y religioso circundante y crear expectativas a las sociedades nativas; y dado que, al mismo tiempo, los misioneros pertenecen a un sistema social diferente al de los habitantes de la región, debemos preguntarnos ¿qué medios utiliza la Misión para realizar el cambio y qué impacto sentirán las sociedades nativas? De hecho es cierto que las sociedades nativas desean salir del sistema injusto en el que les ha obligado a vivir la sociedad regional, pero ¿esperarán que esto signifique recuperar la tradición automáticamente? Esto no será posible, porque los agentes de cambio les llevan cosas nuevas que no tenían en su tradición y para su aceptación se requiere de un proceso de interacción antes de llegar a la asimilación y aceptación. Pero, ¿cómo se realiza este proceso? La Misión tiene sus objetivos y sabe a dónde va, pero la sociedad nativa, por su parte, tiene una cultura ya formada y más allá de ésta tiene una capacidad para producir nuevas formas de vida y de integración al contacto con el exterior, aún en los impactos más agresivos. No se puede hablar de impacto de una Misión sobre una cultura generalizando este fenómeno, ni tampoco afirmando que este impacto haya significado siempre destrucción de las culturas. Hay que analizar las circunstancias en que se dan las relaciones interculturales. En el caso de la Misión del Sepahua, la interacción entre esta Misión y la sociedad nativa ha sido deseada, querida y buscada por ambas partes, y la sociedad nativa aceptó conscientemente la dirección de la Misión en función de sus propios objetivos. Hay que distinguir, pues, la forma en que aparece el contacto en la época anterior a la existencia de la Misión cuando los nativos vivían en esclavitud, de esta otra forma en la que los mismos nativos entraron en un proceso con el objetivo de crear una sociedad nueva al lado de la Misión. Esto no es extraño. No podemos atribuir a la cultura cualidades que no tiene, como por ejemplo, el creer que una cultura es cerrada en sí misma y que todo cambio cultural producido por el contacto con el exterior sea desestructuración. Se puede probar históricamente el valor integrador de toda cultura, del que no están exentas las culturas tradicionales.

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La cultura nativa es activa y tiende a desarrollar infinitas posibilidades de las cuales es portadora y en la medida en que es capaz de responder a los conflictos generados en su contacto con el exterior, esta cultura no será destruida, tendría continuidad, aunque habría variado sus formas y funciones. Los nativos de la Misión del Rosario recibieron una gran información que no conocían anterior­ mente, pero su propia cultura les facilitaba el control del proceso de interacción y ejercía la función de adecuar los mensajes que recibía a sus valores y a sus símbolos, al mismo tiempo que estos se fortalecían y enriquecían a la cultura facultándola para continuar el proceso de evangelización. El control ejercido por la cultura evitaba que se produjera un cambio brusco en los sistemas de valores, pues ello tendría efectos negativos en la cultura y en la sociedad. Es admirable el control que realizan los nativos para conservar el equilibrio del sistema cultural. Cuando hablamos de que se ha producido un cambio cultural por la acción de la Misión, no se debe atribuir este cambio solo a los métodos misionales, es decir, en las técnicas utilizadas, como si estos cambios respondieran a una acción mecánica del más fuerte que impone su criterio y acción. El cambio afecta a las estructuras sociales y, por tanto, es asumido voluntariamente por la sociedad e incorporado al destino de la misma, por lo que debe ser la sociedad la que dé razón y la que refleje el sentido y función que tiene la Misión en esa sociedad. De tal modo que la Misión va a aparecer como un elemento en el proceso de desarrollo de la vida de la sociedad, aunque también aparecerá como el elemento que ha promovido el inicio del proceso. Pero no solo la Misión, sino también el Estado, las empresas, las diversas instituciones, han ejercido una influencia sobre la cultura y sociedad nativas, afectando especialmente a aquello que es más específico en estas sociedades históricas. El cambio se debe atribuir también, sin duda, a las mismas sociedades nativas, bien sea comportándose como receptoras y pasivas o reaccio­ nando de un modo creativo hacia una integración o creando nuevas formas para asegurar su identidad. Al final la cultura indígena es el resultado, no de las formas de la cultura dominante sino de los sistemas de una nueva representación que se hacen las sociedades nativas del mundo ahora experimentado. Siempre permanecerá la cultura original expresada con nuevas formas. Respecto a la Misión del Sepahua podemos afirmar que su influencia ha dejado huellas indelebles en la historia de la región del Bajo Urubamba, pues se ha extendido a toda la sociedad, dándole a ésta todo aquello que ahora la caracteriza. 4.­ La Misión, en cuanto actividad evangelizadora, ha tenido en cuenta la realidad en que viven los indígenas en el Bajo Urubamba. Por eso, su acción, además de espiritual, es social y ésta es más visible que la acción espiritual: Libera a los esclavos, educa en las escuelas, cura en los hospita­ les, al mismo tiempo que los indígenas confiesan su fe en Cristo Salvador, amante de los pobres y justo juez. La Misión ha penetrado en estos pueblos y su doctrina se ha conectado con el destino y vida de los pobladores. La Misión es un fenómeno socio­cultural que influye en las sociedades nativas, pero esta influencia no es tanto por una acción compulsiva ni porque presente la visión de una nueva realidad más atractiva, sino porque el mensaje de la Misión es asimilable y encuentra continuidad en la cultura y sociedad nativas. El método misional consiste en un diálogo abierto y permanente del misionero con el nativo que excluye una evangelización a priori a la nueva sociedad. El diálogo supone alternancia, puntos comunes, espacios de discusión, aceptaciones mutuas, investigación participante, avances en conjunto. El diálogo supone existencia en ambas partes de iniciativas, creatividad, crítica y, especialmente, acción.

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Así como en el misionero el saber se concretiza en la acción y por el hecho de tener un pensa­ miento doctrinal se ve impulsado a actuar, así también el nativo, por el hecho de tener cultura y ser capaz de diálogo, tiene también capacidad de acción sobre el mundo y sobre la sociedad y puede aceptar al misionero, como puede rechazarle o plantearle problemas. La Misión puede entrar en diálogo con la sociedad nativa e influir en su pensamiento y en su comportamiento, pero no es por su poder económico ni por la superioridad intelectual de sus miembros. Es, simplemente, porque el nativo es capaz de percibir que puede aceptar el mensaje del misione­ ro, pues le ve combinado en los modos de vida, en los sistemas de valores y en las representa­ ciones de la sociedad nativa. No es fácil que el misionero perciba directamente este elemento básico para el diálogo y la interacción como lo percibe el nativo. Generalmente se cree que el hecho de proponer el mensaje lleva la fuerza de la convicción y de la aceptación por el otro, pero no es así. La convicción y la aceptación pasan antes, necesariamente, por dos fases: Una, por el descubrimiento que hace el nativo de unas cualidades comunes que hay en sí mismo y en el misionero, por las que le acepta como interlocutor en el diálogo; otra, por el descubrimiento que hace el nativo de la adecuación de su cultura con el mensaje del misionero. Suele aconsejarse a los misioneros que antes de establecer contacto con los nativos deben conocer su historia, cultura, contexto social, lengua, etc., pero se olvida el recomendarles otras cosas más, como por ejemplo, que deben saber qué concepto tienen de los misioneros los nativos y cómo organizan éstos sus vidas a partir del conocimiento que tienen de los misioneros. No podría darse un diálogo e interacción entre los misioneros y los nativos si aquellos no conocen antes cómo los ven y los conocen los nativos. En el proceso misional se da el momento en el que el misionero toma conciencia de que su cultura y sociedad es diferente de la del nativo y es tentado a considerar que éste está en un nivel de atraso respecto al suyo y por la misma razón de que se siente superior, no llega a comprenderle del todo, por lo que le cuesta mucho convivir y dialogar con él a un nivel de comprensión personal, simple y natural, a lo que no está acostumbrado. Pero observamos, por el lado del nativo, que éste percibe también esas diferencias pero, al contrario del misionero, no tiene este problema, pues ve al misionero como a su igual, a través de ciertas cualidades comunes que encuentra entre los dos, pero que el misionero no alcanza a vislumbrar en sí mismo porque las ha disimulado o anulado por su cultura filosófica y científica, y es a partir de esas cualidades que el nativo establece su diálogo con el misionero. Este fenómeno nos hace pensar que la interacción entre el misionero y el nativo puede tener dos aspectos: Uno, el proyecto del misionero y su adaptación al medio y a la cultura del nativo; otro, por parte del nativo, el cual puede llegar al misionero de una forma directa porque descubre en él aquello que percibe en sí mismo: Lo humano, lo representativo y mítico, las creencias, los valores, la inclinación a la comunicación, etc. Sabiendo esto el misionero no tendría necesidad de sofisticar su presencia y trato dentro de la sociedad nativa ni tampoco actuar bajo la creencia de que por saber más tiene más poder, ni tener siempre la iniciativa del diálogo, sino le bastaría solo una disposición para oír, acompañar, animar. Pero, si el misionero no está al tanto de las formas culturales por las que conoce y se expresa el nativo tendrá graves problemas para el diálogo y la interacción misional, que no podría solucionar­ los ni con el recurso evasivo a la "inculturación". En este sentido la sola presencia de los misioneros en el Bajo Urubamba no ha significado nece­ sariamente un cambio en la cultura y sociedad nativas. Su trato, su mensaje, sus proyectos de desarrollo y de servicio, antes de ser traumáticos, han despertado y promovido las potencialidades

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ocultas de la cultura nativa, las cuales se han concretizado en elementos de conocimiento y en prácticas de conducta nuevas, que resultaban normales, pues contribuían a la reestructuración de la sociedad nativa, durante tantos años esperada. No podemos afirmar, pues, que la Misión haya modificado profundamente la cultura y sociedad nativas, puesto que sabemos que ni las culturas ni los individuos se comportan meramente pasivos en los contactos con el exterior sino, al contrario, reducen los mensajes recibidos a su propio sistema de valores. No perdamos de vista que la interacción de la Misión con los nativos comienza en un momento en el que éstos habían perdido ya la identidad indígena en la hacienda, frente a lo cual la Misión se presenta como un elemento que va a proporcionar las condiciones para que el nativo pueda recobrar su identidad. Por lo tanto, en este encuentro con la Misión debemos conceder al nativo la función que le corresponde como artífice de su reestructuración. En esto se puede llegar a especificar ciertos rasgos culturales y sociales en los que ha influido la Misión y cuáles son los conservados o creados por la misma sociedad nativa, pero hay, sin duda, otros elementos, no tan visibles, que la Misión habrá podido modificar. Podemos considerar entre los primeros las creencias y ritos religiosos que los nativos asimilaron, la conciencia de su identi­ dad, la defensa de sus derechos, la reestructuración de la familia y de la sociedad. Entre los elementos cambiables no tan visibles, tendremos los nuevos valores sociales y religiosos como también los nuevos pecados. Pero los gérmenes de estos cambios estaban incluidos en los valores que los mismos nativos hicieron suyos para recobrar su identidad, pero de cuyos efectos no han podido aislar, en todo momento, la moralidad. Durante el proceso de la evangelización del Sepahua, que venimos analizando, se harán presentes las formas del diálogo y de la interacción habidas entre la Misión y la sociedad nativa. 5.­ Concebimos la Misión como un proceso iniciado en un tiempo y cuyo término es un diálogo e interacción continuados. Así hemos visto que inició la misión el P. Francisco Álvarez. El cual definía este proceso como un grado de interdependencia más y más estrecho en actividades conjuntas y complementarias que no permiten un desarrollo unilateral de las partes comprometi­ das en el proceso. Pero esto que comienza siendo una interacción con fines religiosos se desarrolla en el campo social, por lo que conduce a que la Misión tome este carácter social. Una independencia, por lo tanto, del carácter exclusivamente religioso de la Misión, rompería la interacción y haría ineficaz la integración. A la medida en que el proceso misional se desarrolla aparecen nuevas posibilidades para la Misión, que, a su vez, exigen la creación de nuevos objetivos y nuevos medios para alcanzarlos. En esta etapa se podría producir una ruptura dentro del proceso de interacción, pues la Misión podría verse tentada a plantearse nuevos objetivos en base a una misionología general más amplia y no en base a las nuevas necesidades objetivas del grupo étnico, produciendo una inadecuación entre el programa de la Misión y la cultura indígena, lo cual ocasionaría, inevitable­ mente, el llamado "impacto cultural". Lamentablemente hay Misiones en las que se ha llegado a manejarlas desde afuera sin el diálogo continuado y sin interacción doctrinal. En estas circunstancias, ya no serán el diálogo y la interac­ ción los que definirán el proceso, sino la autoridad impositiva de la Misión. La Misión habría evolucionado hacia una independencia y trataría de ver las posibilidades de hacer su propia programación en la que tomaría por sí la acción activa dejando en la condición de puros receptores y sujetos de modelación a los nativos. Ella sola se crearía los fines por sí misma. En tales casos, si sucediera así en el Sepahua, para que la Misión sea socialmente aceptada

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seguiría satisfaciendo las necesidades primarias de los nativos, lo cual le daría las garantías de permanencia en el lugar, aunque poco a poco iría convenciéndose de que su acción en los aspectos que le abrieron la entrada a la comunidad, no tendrían ya la misma importancia ni serían tan útiles como en los comienzos. Se aventurará a correr el riesgo de proyectar metas y de crear necesidades artificiales que no responderían al sistema de interacción entre los nativos y la Misión, quedando la cultura nativa fuera del protagonismo de la evangelización. Sería la Misión únicamente la que vaya a regir los destinos de los nativos. Aparecerán nuevas infraestructuras, nuevas formas de trabajo, modelos nuevos de vida social, programas de desarro­ llo integral, etc., que la Misión intentaría integrar en la sociedad nativa en una especie de des­ arraigo de su cultura. La Misión se convertiría así en superestructura, con independencia y autonomía respecto a la sociedad nativa, con carácter dirigencial, estructura de poder, que la alejarían del diálogo y de la interacción. No cabría aquí, por tanto, la Misión como diálogo e interacción y sería difícil que se pudiera hablar de evangelización, si no es bajo una forma netamente sociológica. Esto puede suceder en una Misión y, de hecho, sucede como un medio rápido para la integración socio­económica; pero no es válido para la evangelización, pues ésta debe fundamentarse en un proceso de interacción y diálogo entre el Evangelio y la cultura nativa. El desarrollo material no es condición necesaria para la evangelización, aunque puede darse la inversa, es decir, que la evangelización lleve a un desarrollo material. Una Misión, como la del Sepahua, en la que se pretende compartir con los nativos un proceso de diálogo y de interacción en un contexto socio­cultural de conflicto y no en un contexto cerrado y aislado del exterior, se verá obligada a introducir a los nativos en los conocimientos de los diver­ sos campos de la cultura nacional y regional y a organizarse juntamente con ellos en el proceso de integración en aquellos ambientes. La evangelización, las escuelas, los proyectos de desarrollo, se orientarán, más que a la integra­ ción a la nación, a la afirmación de la identidad del indígena. Así como, al contrario, el aislamiento de los pueblos nativos tiene como consecuencia la automarginación permanente y, finalmente, la desintegración social y cultural. Creemos que la interacción y el diálogo entre la Misión y los nativos es un elemento constitutivo del concepto de Misión, por lo que, en los grupos étnicos en los cuales existe una Misión, ésta, concebida como interacción, llega a ser por relación a otros grupos étnicos, una entidad dinámica y progresista que establece diferencias. No cabe duda de que una Misión es diferente de una simple Comunidad nativa y que los indíge­ nas que establecen una interacción con la Misión han desarrollado capacidades innatas que permanecían ocultas, por las que esos grupos manifiestan una clara diferenciación de otros grupos que no han tenido la ocasión de desarrollar todas las potencialidades de su cultura. Este es el resultado de los análisis que hemos hecho dentro de Comunidades de un mismo grupo étnico. Ello, sin embargo, no significa que los que han desarrollado nuevas potencialidades se hayan alejado de la tradición y que las personas que se hayan mantenido aisladas sean los modelos de la tradición. En otra oportunidad hemos hablado de verdadero y falso arcaísmo. Esto crea problemas a aquellos misioneros que no consideran a la interacción permanente como elemento básico de la Misión y se apoyan únicamente en el concepto de Misión que actúa como superestructura independiente, que establece relaciones con todos, como hijos del mismo Dios, sin fijarse en la necesidad de la interacción para evitar la marginación. Aunque en estos casos se acude al concepto de inculturación para justificar la acción misionera,

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pensamos que a este concepto se le da un sentido abstracto, pues se le puede estudiar por separado, aislarle para su análisis, preguntarse cómo se realiza en cada una de las partes y qué efectos tiene en cada una de ellas, dándole, tal vez, más importancia a las formas de la incultura­ ción que a lo que sería en sí la interacción y el diálogo continuados en una evangelización. Queremos decir con esto que, en la práctica, en una evangelización planificada como diálogo permanente, no se plantea el tema de la inculturación en forma tan trágica como se le suele plantear cuando se la estudia fuera del diálogo. Hemos llegado al final del trabajo. Hemos visto que en el trato con los indígenas de la selva es conveniente dejarles en libertad para que ellos mismos se desenvuelvan dentro de la realidad en que viven, y que nadie pretenda tomar su voz como si no tuvieran voz propia. Disponen de mecanismos para hacer la inculturación. Uno de éstos es el uso del proceso, que pone en confu­ sión a los “grupos de interés”, como son los misioneros, los petroleros, las ONGs, instituciones etc., porque no le entienden. He pretendido hacer un comentario a las palabras del P. Gustavo Gutiérrez: Que no conviene “ el tomar la voz por los que no tienen voz; hay que dejar que los que no tienen voz la tengan por sí mismos” .

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CONVIVENCIA DE ASPIRANTES 2007 Fr. Marco Nureña, op Estudiante Desde el 09 de febrero Fr. Richard Manrique, maestro de estudiantes, fr. Alfredo Martínez, estudiante, y el que escribe, también estudiante, acompañamos de manera cercana a los 15 muchachos provenientes de diferentes partes del país que venían con un interés puesto en la vida religiosa. También nos acompañó fr. José Ramón, aunque él vivía en el Santuario Santa Rosa. Nos instalamos en la Casa Beato Jordán de Sajonia un día antes de comenzar la Convivencia para poder acoger desde tempranas horas del día (siguiente) a los muchachos que iban llegando. Algunos habían llegado el día anterior, pero no se les pudo recibir porque la Convivencia recién comenzaba el día 10. Enfermos y enfermeros Fr. Alfredo estuvo enfermo por algunos días (resfrío, problemas de pecho, etc.) El que suscribe también lo estuvo (problemas estomacales). Algún aspirante también tuvo algún pequeño males­ tar, pero lo realmente grave fue el accidente de un aspirante que se cayó del camarote. ¡Plop! Fr. Richard me despertó a las 6 am para llevar al muchacho al Hospital. Gustoso lo llevé al Hospital Santa Rosa, en donde le hicieron los análisis y la curación que necesitaba. Ese mismo día regresó a la casa, en medio de la alegría de los muchachos. El golpe que se dio fue sobre todo en la cabeza, por lo que estábamos preocupados todos los presentes. Paseando por Lima Una noche salimos a pasear por el Centro de Lima: la bella Plaza de Lima iluminada, tarde, el Puente recién construido que está iluminado,... El paseo formal lo tuvimos toda una tarde: fuimos a una playa de Barranco y algunos nos bañamos cual peces en el mar, conocimos el lugar deno­ minado “el salto del fraile” (incluyendo un “fraile” que se precipitaba al mar), recorrimos la costa viendo el relajante mar, visitamos Chorrillos (el santuario de la Virgen María, la Cruz hecha de metal proveniente de las torres derrumbadas por el terrorismo). La vista desde el Morro de Chorri­ llos realmente es espectacular: el mar, el sol, la torre, el santuario, la ciudad,... ¡ah! Hijos de los dioses Un aspirante (William Gutiérrez) hizo una bella poesía (traducida simultáneamente al quechua). Se las transcribo: He venido desde muy lejos / abriéndome camino / por las cumbres más altas y

álgidas / soportando el frío junto con las vicuñas / y compitiendo con los cóndores / pues yo vivo en paz con la naturaleza / Me levanto muy temprano / para hacer producir la tierra / para sacar productos / como es la papa, chuño, maíz, trigo / no solo hago eso... / también tengo mis animales / como son la llama, alpaca, vicuña, chancho ... / Por eso les digo ¡pueblos del Perú! / es hora de levantar la cabeza / y botar a los invasores / que nos han robado nuestras comidas / porque ustedes son hijos de los dioses / ¡ustedes son más fuertes que el puma! / y más veloces que el relámpago. ¡Contigo somos niños, Señor! El aspirante Ray escribió esta bonita oración: Oh Señor Jesucristo hoy en el alba de mi día me

puse a pensar en mi pasado, solo podía mantener la cabeza agachada. Pero tú Señor Jesucristo estabas allí, descubrí que eras tan claro, más que la luz del día, porque esta luz se deja vencer por el manto negro de la noche. Entonces ahora que estás aquí, quiero ganar en el presente lo que estuvo ausente en el pasado, y en mi recta intención ayúdame a pisar la tentación. Concéde­ me mucho valor para sufrir como también mucho amor para perdonar a quienes me hacen sufrir. A pesar de nuestros pasos de jóvenes contigo somos niños, porque nos agarramos de tus manos, para caminar contigo y no sucumbir. Charlas, entrevistas,... La coordinación de la Convivencia 2007 estuvo a cargo de fr. Richard. Él estructuró la convivencia en la que había charlas, video­­forum, entrevistas con los psicólogos, recreación, oración guiada por los aspirantes, misas diarias, algún día hubo el rezo del rosario, exámenes médicos, etc.

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Fueron 18 días de vivencias positivas, aunque algunas veces matizadas por algunos inconvenien­ tes y dificultades. En fin, estuvimos allí para acompañar a estos jóvenes cargados de ilusiones, sueños, inquietudes, y también con sus carencias (caprichitos, fastidios, etc.) Sólo ocho Finalmente se les dio el resultado el día 28 de febrero. Junto con Richard Manrique, Alfredo Mar­ tínez, José Ramón y Eduardo Escudero compartimos sobre los que pasarían al Postulantado. Los candidatos, con signos de posible vida dominicana, fueron escogidos de manera unánime, no hubo discusiones sino presentaciones de lo que habíamos visto, oído, orado, discernido, dialoga­ do, etc. Quedaron sólo ocho muchachos, 6 para la Provincia y 2 para el Vicariato. Los acompa­ ñantes quedamos satisfechos con los resultados y desde ya (o mejor dicho desde antes) oramos por la perseverancia / fidelidad de los nuevos postulantes dominicos. ¡Que brille en ellos la estrella de Domingo y more en sus corazones el dulce amor del que hablaba Catalina de Siena! Que no se curen nunca Esperamos que estos días hayan sido llenos de gracia para los muchachos. Para los acompañan­ tes (hablo en mi nombre junto con el de Richard y Alfredo) esto ha sido así. Junto con las sanas preocupaciones, las oraciones, los acompañamientos, las risas y bromas (que quedarán entre nosotros), estuvieron algunas molestias, desconciertos, asombros, etc. Que estos días los mucha­ chos hayan saboreado algo de la Orden, hayan vivenciado más de cerca la ternura del Señor, hayan gozado de la preocupación gratuita de los acompañantes,... pero sobre todo se hayan enfermado un poco más de Jesucristo y de su Reino, porque quien se enferma de Jesús no se cura jamás (palabras de un místico musulmán medieval)

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FONDO EDITORIAL DEL CENTRO CULTURAL JOSÉ PÍO AZA Rafael Alonso Ordieres Secretario Técnico del CCJPA

Una de las áreas más importantes de trabajo de nuestro centro Cultural en Lima es, sin duda, el que denominamos Departamento de “Estudios y Publicaciones”. Desde el año 2004, y con el fin de potenciar dicha área, se ha creado un pequeño Fondo Editorial, el cual se va complementando con posteriores subvenciones así como con los ingresos propios provenientes de la venta de publicaciones. Sin duda, la edición de publicaciones es una aventura siempre incierta y más aún cuando esta se realiza de forma periódica, como es el caso de la Revista Estudios Amazónicos. Sabemos que la compra de libros no es una costumbre muy arraigada y además nuestras publicaciones tienen un matiz casi exclusivamente amazónico, con lo cual el público interesado se reduce aún más. De todos modos, nuestros objetivos no son, ni mucho menos, económicos. Además de los fines propios del Centro Cultural de difundir la realidad amazónica y misionera, nuestra prioridad se centra en fomentar el estudio y la investigación acerca del contexto socio­cultural en que se desarrolla la labor misionera, algo profundamente enraizado en el carisma dominicano y que precisa de medios que lo alimenten e intensifiquen. De igual manera, damos continuidad a una de las prioridades siempre presente en los misioneros dominicos a lo largo de su historia, y cuyos frutos son reconocidos hasta el día de hoy por su gran calidad. Ciertamente, la vida del misionero no es la de un investigador de gabinete, ya que está involucra­ do en múltiples actividades y ocupaciones diarias, pero todo dominico sabe que la predicación, prioridad máxima de su carisma, es fruto de la reflexión y el estudio, tal como se refleja en el propio lema de la orden dominicana. Es por ello que desde nuestro centro Cultural buscamos aportar un granito de arena que facilite tanto el acceso a investigaciones de actualidad como motivar su propio análisis y estudio de la realidad, proporcionando los cauces adecuados para que éstos sean dados a conocer. Si bien nuestro recorrido es aún muy breve, ya que apenas contamos con tres años de existencia, los resultando comienzan a mostrar resultados de valioso interés, tanto en la publicación de monografías como de nuestra Revista, demostrando así el decidido impulso que los Misioneros Dominicos otorgan a este trabajo desde 1919 hasta la actualidad. Todos aquellos que de un modo u otro están vinculados a la actividad misionera y reciben el presente Boletín Misioneros Dominicos, que duda cabe que están también interesados en conocer la historia y el presente del Vicariato Apostólico de Puerto Maldonado. Pero quizás no todos conocen con precisión el trabajo editorial que realizamos. Por ello, les proporcionamos a continua­ ción un pequeño “Catálogo” de nuestras publicaciones editadas en estos tres últimos años, así como informarles de aquellas que se encuentran en preparación y pronto saldrán a la luz. Cierta­ mente, nuestras publicaciones no son gratuitas, pero consideramos que es un costo sumamente asequible que no se compara con la importancia de mantenernos actualizados y profundizar en el conocimiento de la propia realidad en que vivimos y su historia. De todos modos, las personas y entidades vinculadas al Vicariato Apostólico de Puerto Maldonado cuentan con un 20% de des­ cuento sobre los precios indicados. A primera vista, los precios no impiden que dichas publicacio­ nes estén presentes en toda biblioteca de quien trabaja en la amazonía.

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Publicaciones periódicas:

Revista Estudios Amazónicos Edición Semestral Suscripción anual para personas y entidades vinculadas al Vicariato (2 números, se incluyen gastos de envío): Lima: S/. 50.00; Provincias: S/. 60.00 Números publicados (ver más abajo índice de artículos publicados): Nº 1 (Julio­Diciembre 2004): Abriendo Fronteras Nº 2 (Enero­Junio 2005): Camisea: Más allá del Gas Nº 3 (Julio­Diciembre 2005): Madre de Dios en la encrucijada Nº 4 (Enero­Junio 2006): Minorías en la Sociedad Global Nº 5 (Julio­Diciembre 2006): En las Fronteras de la Dignidad y de la Fe Publicaciones Monográficas:

La Vida del Pueblo Matsiguenga. Aporte etnográfico de los Misioneros Dominicos al estu­ dio de la Cultura Matsiguenga (1923­1978) Autor: Misioneros Dominicos Edición: Lima, 2006, 880 págs. Costo: S/. 40.00 Reseña: Esta amplia obra recoge toda la documentación etnográfica escrita por los Misioneros Dominicos sobre los Matsiguengas durante el siglo XX, 84 estudios agrupados y ordenados en diez temas diferentes, que analizan con amplitud toda la vida del pueblo Matsiguenga. Cuenta con prólogo del P. Ricardo Álvarez Lobo, así como estudio introductorio, edición y Notas a cargo de Rafael Alonso Ordieres. Los artículos recogidos corresponden todos ellos a Misioneros Dominicos (en total 14), entre los cuales destacan los estudios realizados por José Pío Aza, Vicente de Cenitagoya, Secundino García, Andrés Ferrero y Joaquín Barriales. Los Misioneros Dominicos han tenido la oportunidad de convivir con la cultura matsiguenga desde 1902, día a día han tenido que experimentar el contraste que les lleva al aprendizaje mutuo, al respeto y a la solidaridad. Testimonio de ello es el presente volumen, donde más de 80 publicaciones aquí editadas expre­ san la vida de un pueblo y, por tanto, la construcción del mismo, siempre permanente. Así mismo, ofrece más de 100 fotografías y Mapas de ubicación a color. Excelente material para quien desee conocer de cerca y con todo lujo de detalles “la vida del pueblo Matsiguenga”.

La Orquídea verde (Novela) Autor: Alfredo Encinas Martín Edición: Lima, 2006, 271 pp. Costo: S/. 15.00 Reseña: Esta novela, ambientada en la provincia de La Convención y contextualizada en hechos históricos ocurridos en dicha región, es un relato transido por la reflexión sobre la violencia huma­ na. Su protagonista, Mitxel, nacido en el País Vasco en el seno de una familia abertzale, vive desde la niñez inmerso en la violencia. Ejerciendo de médico en Madrid y siendo miembro de la estructura político ­ militar de ETA, se le ordena refugiarse por tiempo indefinido en el Perú Su trabajo como médico en Perú le permitirá conocer, de primera mano, el largo proceso que permitió al campesinado pobre de la región organizarse en sindicatos agrarios así como los logros de sus luchas por la tierra y por los derechos sociales y políticos. La amistad con Florencio, un campesino enfermo terminal de tuberculosis, su enamoramiento de Rosa, voluntaria enfermera y, sobre todo, la dura realidad de una sociedad tercermundista, enfrentada violentamente con los poderes establecidos, obligarán a Mitxel a replantearse su opción por la violencia terrorista. La orquídea verde es la tercera novela de una trilogía de Alfredo Encinas sobre la violencia social y política en América latina. La orquídea verde cierra la trilogía con la descripción de los procesos de violencia social y política en el Perú reciente.

Tasorintsi. Recolección de mitos, cuentos y leyendas matsiguengas (Edición bilingüe) Autor: Secundino García. Traducción de Julio Korinti Edición: Lima, 2006. Costo: S/. 7.00

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Reseña: Recolección de mitos y cuentos propios de la etnia matsiguenga que fuera realizada en los años 30 por el P. Secundino García, cuando la tradición oral aún se mantenía muy viva en el pueblo matsiguenga. Los textos seleccionados y traducidos al matsiguenga son una excelente herramienta para mantener viva esta tradición y su cosmovisión.

P. Elicerio Martínez, OP. (1874­1952). Apóstol de Machiguengas y Quechuas en la Provincia de La Convención y Lares Autor: Ángel Pérez Casado, OP Edición: Lima, 2006 Costo: S/. 10.00 Reseña: Biografía de un excelente misionero que desplegó su actividad en la amazonía peruana desde 1906 hasta 1946, trabajando con pueblos quechuas alto andinos en la región de Vilcabam­ ba y con machiguengas de las misiones de Chirumbia y Koribeni en la ceja de selva del Alto Urubamba.

Las cenicientas del Urubamba. Un trabajo sobre las comunidades machiguengas del Alto Urubamba (Edición bilingüe) Autor: Roberto Ábalos Illa Edición: Lima, 2006, 90 Págs. Costo: S/. 7.00 Reseña: Estudio de diagnóstico realizado por el autor después de visitar durante un año en diversas ocasiones todas las comunidades machiguengas ubicadas en el Alto Urubamba y parte de la cuenca del Apurimac.

Bartolomé de Las Casas. Defensor de los nativos del Perú (Edición bilingüe) Autor: Roberto Ábalos Illa (Comp.). Traducciones de Julio Korinti Edición: Lima. 2006 Reseña: Recolección de textos selecciones de la obra “Brevísima relación de la destrucción de las indias” de Bartolomé de Las casas. Traducido al machiguenga es un excelente material de trabajo con las comunidades.

El Bautismo y la Misa en Machiguenga (Edición bilingüe) Autor: Roberto Ábalos Illa (Traducciones de Julio Korinti) Edición: Lima, 2006, 35 Págs. Reseña: Los Sacramentos de la Eucaristía y del Bautismo en edición bilingüe castellano­ machiguenga.

Vida y Parábolas de Jesús (Edición bilingüe) Autor: P. Joaquín Barriales y P. Roberto Ábalos Edición: Lima, 2006, 47 Págs. (en color) Costo: S/. 7.00 Reseña: Selección de textos bíblicos sobre la vida de Jesús y sus enseñanzas en castellano y machiguenga. Valioso material para el trabajo pastoral con comunidades de habla machiguenga. Publicaciones de próxima aparición:

Historia de la Provincia de La Convención. Tomo I: Siglos XVI­XIX Autor: Alfredo Encinas Con motivo de celebrarse este año 2007 el Aniversario 150 de la provincia de La Convención se edita este primer Tomo de su Historia, comprendiendo los siglo XVI hasta el XIX. Se espera que esta publicación esté lista para el mes de Marzo o Abril y se complementará con un segundo Tomo a publicar a inicios del próximo año.

Gramática y Vocabulario Temático del idioma Matsigenka Autor: Davi Montesinos El autor, voluntario en la Misión de Kirigueti durante 3 años, ha realizado un excelente estudio acerca del idioma matsiguenga, presentado con un método muy pedagógico que permitirá el

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estudio de este idioma de forma muy práctica y sencilla. Trabajo de gran valor, no solo por su contenido, sino porque además no se realiza ningún estudio lingüístico de misioneros desde hace muchas décadas. Igualmente, esperamos que esta edición pueda estar lista para el mes de Abril. Índice de artículos de la Revista Estudios Amazónicos :

Nº 1 (2004): Abriendo Fronteras Medina, L.; Marín, R.; Chamorro, V.

Investigaciones arqueológicas en la zona del Bajo Urubamba Álvarez Lobo, Ricardo O.P. Recordando la historia Shara, Yora, Nahua Díaz Cohaila, Norma Accesibilidad a los Servicios de Salud en las etnias amazónicas del Bajo Urubamba MAP Integración Amazónica: Madre de Dios­Acre­Pando Bocanegra, Iskra; Campos, César Detrás de la frontera: Tendencias Socio­Económicas e impacto en la población Martínez, Elicerio O.P. Misión de Santo Domingo de Chirumbia Martínez de Aguirre, David O.P. A vueltas con el Gas de Camisea: Comité de Vigilancia en el Bajo Urubamba Panera, Francisco O.P. Todavía cantamos, todavía soñamos: Paro Campesino en la Provincia de La Convención­ Reflexiones y Acuerdos Rossana, Luz; Alonso, Rafael Bibliografía básica del grupo Ese´Ejja Nº 2 (2005): Camisea: Más allá del Gas Panera, Francisco O.P. El Proyecto Camisea: Riqueza y Conflicto Moscoso Cusi, Jose Luis La herencia del Proyecto Camisea Martínez de Aguirre, David O.P. Situación, oportunidades y riesgos en el Proyecto Camisea Muñiz, Abel Legislación ambiental y social sobre Camisea Villanueva, Mónica; Ramírez, Selene Lectura de Camisea en los Medios de Comunicación Sarasola, Sabas (Mons.) Epidemia de malaria en la Provincia de La Convención (1932­1937) Alonso, Rafael Bibliografía sobre Gas de Camisea Nº 3 (2005): Madre de Dios en la encrucijada Wankun, Daniel Madre de Dios en la encrucijada Rey Fernández, Pedro Las Comunidades Nativas en Alto Madre de Dios Arbola, Juan Carlos Extracción forestal en Madre de Dios: Conflictos e Intereses Pereira Manso, Laura V. Huepetuhe: Un paraíso en ruina García Altamirano, Alfredo Nuevo ciclo de prospección de Hidrocarburos en Madre de Dios Maqque Azorsa, Rubén Identificación de sitios arqueológicos en Madre de Dios Casanova, Pedro

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La agricultura ecológica en Madre de Dios: Balance de un proceso en marcha Ábalos Illa, Roberto Las Cenicientas del Urubamba: Comunidades Nativas Machiguengas en el Alto Urubamba Aza Martínez, Jose Pío Apuntes para la historia del Madre de Dios Alonso, Rafael Bibliografía: Los Misioneros Dominicos y Madre de Dios Nº 4 (2006): Minorías en la Sociedad Global Chuecas Cabrera, Adda El Derecho de los pueblos indígenas y comunidades en el contexto histórico del Perú Martínez Gómez, Maximino Viabilidad de las Comunidades Nativas en un estado pluricultural Álvarez Del Castillo, Alex Las políticas públicas del territorio amazónico de la Región del Cuzco: Una aproximación para su estudio Echeverri Echarri, Santiago, OP Timpía: Gases y Gasoducto Coronado, Hernán Pueblos Indígenas y Derecho Internacional. La inclusión de los Derechos Indígenas en el escena­ rio internacional Gaviria, Moisés Bajo la lupa del CEDIA. Políticas en el Urubamba: Un análisis de los últimos 20 años Torralba Serrano, Adolfo Los Harakmbut: nueva situación misionera (1979) Nº 5 (2006): En las Fronteras de la Dignidad y de la Fe Rufino Lobo Alonso Vivimos de Milagro: Misioneros Dominicos y explotación cauchera Mons. Juan José Larrañeta, OP Educación: Compromiso del Vicariato Apostólico de Puerto Maldonado Manuel Martín; Almudena Barcala; Fernando Carbone La Salud en el Vicariato Apostólico de Puerto Maldonado Francisco Panera, OP La Evangelización de Vilcabamba: Una presencia profética de los Misioneros Dominicos Nicanor Cruz Ccorimanya Los Misioneros Dominicos y el desarrollo de la Provincia de La Convención Rafael Alonso Ordieres Investigación amazónica: Labor histórica y aporte al desarrollo amazónico de los misioneros Adolfo Torralba, OP Aproximación a la historia de Puerto Esperanza, en el río Purús (1978). David Martínez de Aguirre, OP. “Epidemia Mortal en Montetoni (Alto Camisea)” C.N. Yomibato. “La Comunidad Nativa de Yomibato preocupada por su futuro” Cónclave indígena Indígenas no se duermen: Presentan Carta a la Presidenta de la Asamblea General de las Nacio­ nes Unidas Pedro Rey, OP. “El sistema comunitario no favorece el desarrollo de las comunidades indígenas” FENAMAD “Pronunciamiento de FENAMAD sobre el EIA elaborado por la empresa GEMA” Pedro Rey, OP. “Los grupos indígenas del Bajo Urubamba siempre han estado organizados”

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Otras publicaciones en venta editadas por los Misioneros Dominicos

ESCRITOS ETNOGRÁFICOS Sharanahua.

Adolfo Torralba, OP Lima, 1986. 89 pp. ­ Costo: S/. 5.00 Hijos de dioses.

Ricardo Álvarez Lobo, OP Lima. 1970. 71 pp. ­ Costo: S/. 5.00 Los Mashcos

J. Barriales, OP y A. Torralba, OP Lima, 1970. 71 pp. ­ Costo: S/. 5.00 Los Machiguengas. Tribu Selvática del Sur­Oriente Peruano. Andrés Ferrero, OP Lima, 1966. 439 pp. ­ Costo: S/. 15.00 Los Piros: Leyendas, mitos, cuentos. Ricardo Álvarez Lobo, OP Lima, 1960. 242 pp. ­ Costo: S/. 5.00

MISIONES Y MISIONEROS Timpía (1953­2003)

Santiago Echeverría, OP Lima, 2003. 82 pp. ­ Costo: S/. 10.00 Primeros Pasos de las Misiones Dominicas de Urubamba y Madre de Dios. Guillermo Álvarez Perca, OP Lima, 2001. 134 pp. ­ Costo: S/. 10.00 Misioneros Seglares en la Misión de Puerto Maldonado Mons. Juan José Larrañeta. OP Lima, 2000. 142 pp. ­ Costo: S/. 10.00 Fr. José Pío Aza Martínez, Op. Pionero de las Misiones en el Madre de Dios y el Urubamba. Rafael Alonso. Lima, 2000. 85 pp. Costo: S/. 10.00 Apaktone. Escritos. José Álvarez Fernández, OP Lima, 1998. 2 Tomos ­ Costo: S/. 20.00 cada Tomo Misión en las Cabeceras del Amazonas. La apasionante aventura del dominico José Álvarez en la Amazonía Peruana. Ángel Pérez Casado, OP Lima, 1998. 325 pp. ­ Costo: S/. 10.00 Entre Tribus Amazónicas. La aventura misionera del P. José Álvarez Fernández, OP (1890­ 1970). José Manuel Soria Heredia, OP Salamanca, 1998. 929 pp. ­ Costo: S/. 40.00 Dios y yo en las serenas noches de la selva.

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Máximo Maestro, OP Lima, 1996. 57 pp. ­ Costo: S/. 3.00 En las Fronteras de la Fe. Dominicos en la Amazonía Peruana. Ángel Pérez Casado, OP Salamanca, 1995.233 pp. ­ Costo: S/. 10.00 Koribeni. Boceto Histórico. Andrés Ferrero, OP Lima. 1993. 131 pp. ­ Costo: S/. 5.00

ESCRITOS HISTÓRICOS Sepahua I. “ Motivos para crear una Misión católica en el Bajo Urubamba (1715­1947)" Ricardo Álvarez Lobo, OP Lima, 1996. ­ Costo: S/. 35.00 Sepahua II. “ Fundación de una misión católica en el Bajo Urubamba" . Ricardo Álvarez Lobo, OP Lima, Agosto 1996. ­ Costo: S/. 35.00 Sepahua III. “ Estructura de una misión católica" . Ricardo Álvarez Lobo, OP Lima, Enero 1997. ­ Costo: S/. 35.00 Sepahua IV. “ Misión: Campo Antropológico" Ricardo Álvarez Lobo, OP Lima, Abril 1998. ­ Costo: S/. 35.00 Sepahua V. “ Campo de Misión" Ricardo Álvarez Lobo, OP Lima, Agosto 1998. ­ Costo: S/. 35.00 Sepahua VI. “ El poder indígena" Ricardo Álvarez Lobo, OP Lima, Agosto 1999. ­ Costo: S/. 35.00 Sepahua VII. “ Un pueblo con futuro" Ricardo Álvarez Lobo, OP Lima, Junio 2000. ­ Costo: S/. 35.00 Sepahua VIII. “ Hacia una Antropología y Misión dinámicas" Ricardo Álvarez Lobo, OP Lima, Abril 2001. ­ Costo: S/. 35.00 Sepahua IX. “ El deseo de supervivencia" Ricardo Álvarez Lobo, OP Lima, Mayo 2002. ­ Costo: S/. 35.00 Sepahua X. “ La Educación en la Comunidad Nativa" Ricardo Álvarez Lobo, OP Lima, Julio 2002 ­ Costo: S/. 35.00 SEPAHUA XI. La Misión se encarna en contextos ampliamente cambiables (1980­1990) Ricardo Álvarez Lobo, O.P. Lima, Diciembre 2003. Costo: S/. 35.00

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TSLA. Etno­historia del Urubamba y Alto Ucayali. P. Ricardo Álvarez Lobo, OP Salamanca, 1984. 352 pp. ­ Costo: S/. 30.00 Cinco años de Médico en el Madre de Dios Dr. Arturo González Del Río. Lima, 1960.143 pp. ­ Costo: S/. 3.00

Una invitación especial para que se suscriban a nuestra Revista, la cual dispone de material muy interesante y su precio es bastante asequible. Consideramos que todo este material bibliográfico es de interés para todos aquellos que de un modo u otro están relacionados, por su trabajo o por su estudio, con la amazonía. Si no cuenta con alguno de ellos y desea adquirirlo le recordamos nuestros datos de contacto: Centro Cultural José Pío Aza Jr. Callao, 562 – Lima 1 Telefax: 331­0771 E­mail: publicaciones@selvasperu.org URL: www.selvasperu.org

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EFEMÉRIDES 06 marzo 06 marzo 06 marzo 06 marzo 06 marzo 06 marzo 06 marzo 07 marzo 08 marzo 10 marzo 11 marzo 11 marzo 12 marzo 12 marzo 18 marzo 19 marzo 19 marzo 19 marzo 19 marzo 21 marzo 23 marzo 25 marzo 26 marzo 26 marzo 29 marzo 30 marzo 04 abril 08 abril 08 abril 11 abril 11 abril 11 abril 14 abril 19 abril 28 abril 01 mayo 17 mayo 23 mayo 26 mayo

Aniv. Primera Profesión de Fr. Julio César Alache Vargas, OP (06/03/05). Aniv. Primera Profesión de Fr. Robinson Torre Solís, OP (06/03/05). Aniv. Primera Profesión de Fr. Jesús Bedoya Cereceda, OP (06/03/06). Aniv. Primera Profesión de Fr. Hilario Yucra Arnado, OP (06/03/06). Aniv. Primera Profesión de Fr. Edwin Silva Quispe, OP (06/03/06). Aniv. Primera Profesión de Fr. Luis Ricardo Villegas Ancajima, OP (06/03/06). Aniv. Primera Profesión de Fr. Wilfredo Serafín Severino Misajel, OP (06/03/06). Aniv. Ordenación Diaconal de Manuel Sandoval Mendoza, DIAC (07/03/04). Aniv. Primera Profesión de Fr. Juan Carlos Villegas Ancagima, OP (08/03/04). Aniv. Primera Profesión de Fr. Hegel Simón Sejempo, OP (10/03/02). Aniv. Primera Profesión de Fr. Marco Antonio Nureña Anacleto, OP (11/03/01). Aniv. Ordenación Sacerdotal del P. Girolamo Lino Faccin Pesavento, PBRO (11/03/00). Aniv. Primera Profesión de Fr. Yván Eduardo Velazco Seclén, OP (12/03/99). Aniv. Ordenación Sacerdotal del P. Roberto Quecaño Alarcón, PBRO (12/03/00). Aniv. Ordenación Sacerdotal del P. Mario Vargas Farfán, PBRO (18/03/01). Aniv. Ordenación Sacerdotal del P. René Justino Salízar Farfán, PBRO (19/03/93). Aniv. Ordenación Sacerdotal del P. Washington Wilfredo Cruz Tévez, PBRO (19/03/94). Aniv. Ordenación Sacerdotal del P. Luis Aite Huillca, PBRO (19/03/94). Aniv. Ordenación Sacerdotal del P. Fredy Gilberto Angulo Yépez, PBRO (19/03/96). Aniv. Ordenación Sacerdotal del P. Carlos Mariño Ventura, PBRO (21/03/04). Aniv. Ordenación Sacerdotal del P. Ricardo Álvarez Lobo, OP (23/03/51). Aniv. Ordenación Sacerdotal del P. Jesús Erviti Yaben, OP (25/03/56). Aniv. Ordenación Sacerdotal del P. Santiago Echeverría Echarri, OP (26/03/61). Aniv. Ordenación Sacerdotal del P. Miguel Zabalza Olóriz, OP (26/03/61). Aniv. Ordenación Sacerdotal del P. Rufino Lobo Alonso, OP (29/03/70). Aniv. Ordenación Sacerdotal del P. Julián Lasheras Ros, OP (30/03/58). Aniv. Ordenación Sacerdotal del P. Pablo Zabala Martínez, OP (04/04/71). Aniv. Ordenación Sacerdotal del P. Manuel Álvarez Renard, OP (08/04/50). Aniv. Ordenación Sacerdotal del P. Andrés Hernández Herrero, OP (08/04/50). Aniv. Ordenación Sacerdotal de Mons. Juan José Larrañeta Olleta, OP (11/04/65). Aniv. Ordenación Sacerdotal del P. César Luis Llana Secades, OP (11/04/65). Aniv. Ordenación Sacerdotal del P. Macario López Diego, OP (11/04/65). Aniv. Ordenación Sacerdotal del P. Pedro Rey Fernández, OP (14/04/74). Aniv. Primera Profesión de Fr. Luis Pulido Gonzalo, OP (19/04/51). Aniv. Ordenación Sacerdotal del P. Javier Ignacio Iráizoz Goldáraz, OP (28/04/73). Aniv. Ordenación Sacerdotal del P. Francisco Javier Carballo Fernández, OP (01/05/93). Aniv. Ordenación Sacerdotal del P. Amando Herrán Angulo, OP (17/05/81). Aniv. Ordenación Sacerdotal del P. Miguel Arcángel Piovesán, PBRO (23/05/75). Aniv. Ordenación Sacerdotal del P. Manuel Cordero Moreno, OP (26/05/53).

¡A todos nuestras felicitaciones más efusivas! Que Dios les bendiga y les ayude a seguir siendo fieles a su vocación.

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CUMPLEAÑOS 04 marzo P. Pablo Zabala Martínez, OP (04/03/47). 10 marzo P. Juan Bastos Noreña, OP (10/03/23). 13 marzo Mons. Juan José Larrañeta Olleta, OP (13/03/41). 01 abril P. Miguel Zabalza Olóriz, OP (01/04/37). 01 abril P. Francisco Arias González, OP (01/04/26). 03 abril P. Samuel Torres Rosas, OP (03/04/66). 06 abril P. Carlos Alberto Castillo Flores, PBRO. (06/04/78). 09 abril P. Miguel Ángel Melgar Villa, PBRO (09/04/36). 12 abril P. Julián Lasheras Ros, OP (12/04/33). 18 abril P. René J. Salízar Farfán, PBRO (18/04/62). 08 mayo P. Lidio Huamán Barrientos, PBRO (08/05/76). 13 mayo P. Roberto Quecaño Alarcón, PBRO (13/05/66). 18 mayo P. Humberto Bolis Pagnoni, SDB (18/05/46). 29 mayo P. Alejandro Quispicusi Huamán, PBRO (29/05/62).

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NOTICIAS Enero 2007 * 01/01/07: Procedente del Cuzco, regresa a Lima el P. Emilio Bautista García, del convento de San Esteban de Salamanca, quien ha venido a pasar unos días con nosotros a su regreso a España desde Chile. * 06/01/07: El P. Rafael González Blanco ha llegado a Lima. Estuvo varios meses como profesor del Seminario de Puerto Maldonado. Viajó unos días a Quillabamba para visitar a los frai­ les. Viaja de regreso a España días más tarde. * 07/01/07: Procedente de España llega a Lima el P. Crescencio Palomo del Convento de Santo Domingo el Real, de Madrid. Ha llegado a Lima para realizar diversas gestiones en la cau­ sa de canonización del P. José Álvarez "Apaktone". El Padre Palomo es un entusiasta fer­ viente de la causa del P. José y ha emprendido la andadura con total dedicación. Llega a nuestras manos el primer número del Boletín Informativo de la Causa. En Lima se está en­ trevistando con personas que tuvieron contacto con el Apaktone, entre ellas Mártir Coso, Margarita Mendoza y otras personas. Lógicamente ha establecido largas charlas con los frailes (P. Vicente Guerrero, P. Manuel Álvarez, P. Ricardo Álvarez, P. Daniel López, etc.). Es el inicio de una Causa que nos llena de satisfacción. * 10/01/07: El Centro Cultural Pío Aza da a la luz pública el libro “La Vida del Pueblo Machiguen­ ga”, una recopilación de los artículos publicados por los misioneros a lo largo de 56 años: desde 1923 a 1978. Se distribuye gratuitamente a todos los misioneros y a los conventos y casas del Vicariato y la Provincia de Perú y de España, así como a las Misioneras Domini­ cas del Rosario. Más adelante, se les obsequia también un ejemplar a todos los participan­ tes en la Asamblea de CIDALC. * 11/01/07: Viaja de Lima a Quillabamba Fr. Julio César Alache, estudiante de teología en San Alberto, de nuestro Vicariato, para practicar y trabajar durante un mes en Radio Quilla­ bamba. Regresa a Lima el día 20 de febrero. Los informes que tenemos de su trabajo en la radio son muy buenos. ¡Felicidades, Fr. Julio! ¿Tal vez has encontrado la veta de tu voca­ ción como predicador? El mismo día ingresa a la clínica Stella Maris, el P.Luis Aite, sacerdote diocesano de nues­ tra parroquia de Quellouno, y es intervenido con éxito de la vesícula. * 12/01/07: Llega a Lima desde Kirigueti el P. Prior Regional, acompañado de Fr. Wilfredo Severi­ no quien sale a pasar sus vacaciones en Ica con su familia. El mismo día en la clínica Stella Maris operan de la rodilla izquierda al P. Roberto Ábalos.

* 23/01/07: El P. Pedro Rey es operado del tabique nasal en la Clínica Stella Maris. * 24/01/07: Ha tenido lugar, en la Sede de la Conferencia Episcopal, la entrega de la Medalla de oro "Santo Toribio de Mogrovejo" como reconocimiento a los Cien años de presencia de los dominicos de la Provincia de España en las misiones del Perú. Asistieron al acto: Mons. Jesús Calderón, Obispo Emérito de Puno, P. Miguel Zabalza, Prior Regional, quien recibió la condecoración, P. Benigno Gamarra, Prior Provincial del Perú, P. Ricardo Álva­ rez, P. Daniel López, P. Juan Sokolich, P. Arturo Eláez, P. Roberto Abalos, P. Vicente Suá­ rez y Fray Alejandro Huáipar. Además participaron un grupo de misioneras dominicas del Rosario de las provincias, Santo Tomás y Santa Rosa. Fue un momento muy hermoso en el que todos los Obispos del Perú, presentes en Asamblea, reconocieron la labor misionera de la Orden Dominicana, así como los sacerdotes, religiosos, religiosas, misioneros segla­ res, laicos y coordinadores de comunidades cristianas que han entregado muchos años de sus vidas en la evangelización de esas tierras orientales del Perú.

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El mismo día Fr. Yván E. Velazco realiza el examen de Bachillerato en Teología en la Fa­ cultad Pontificia y Civil de Lima, obteniendo una magnífica calificación. * 30/01/07: Llega a Lima procedente de Buenos Aires (Argentina) el Maestro de la Orden, P. Carlos Azpiroz, para participar en el inicio de la Asamblea de CIDALC. Se hospeda en la Casa de Espiritualidad Santa Rosa, donde va a tener lugar la Asamblea. * 31/01/07: Llega de Madrid (España) el P. Prior Provincial, Fr. Fco. Javier Carballo para participar en la Asamblea del CIDALC. Es recibido en el aeropuerto por el P. Miguel Zabalza, el P. Vicente Suárez y Fr. Verner Andrade, joven estudiante que conducía el auto del Convento de San Alberto. El P. Javier fue llevado al Santuario de Santa Rosa. Febrero 2007 * 01/02/07: Profesión Solemne de Fr. Hegel Simón Sejempo. En el Santuario de Santa Rosa a las siete de la tarde hizo Fr. Hegel su profesión en manos del mismo P. Maestro de la Or­ den, Fr. Carlos Azpiroz, quien estaba acompañado por los provinciales de España y Perú, respectivamente Fr. Javier Carballo y Fr. Benigno Gamarra. El altar estaba repleto de sa­ cerdotes dominicos concelebrantes, superiores participantes en la Asamblea del CIDALC, junto con los frailes del Convento de San Alberto Magno y otros. También acompañó al nuevo profeso, concelebrando, el P. Luis Adán Aparicio, Pbro. del Vicariato Apostólico de Pucallpa, quien había sido connovicio de Fr. Hegel en el Cuzco en el año 2002. Participa­ ron también concelebrando cuatro Obispos dominicos: los dos de nuestro Vicariato de Maldonado, Mons. J.J. Larrañeta y Paco González; el obispo de Ica, Mons. Guido Breña, y Mons. Raúl Vera, Obispo de Saltillo, México. En la nave de la iglesia participaban un nutri­ dísimo grupo de nuestras Hermanas dominicas de toda la Familia Dominicana de LA, re­ unidas igualmente en Asamblea de CODALC. Representando a la familia de Fr. Hegel, es­ taba su hermano Arnold junto con dos de sus sobrinos. Actuaron como acólitos tres de nuestros estudiantes de San Alberto. Otros estudiantes dominicos de San Alberto que for­ maban un hábil coro, dirigían el canto de la asamblea. Al final de la ceremonia, los asisten­ tes participaron en una fraterna y familiar recepción, donde hubo champán, gaseosas y ex­ quisitos canapés. * 02/02/07: Comienza en la Casa de Espiritualidad de Santa Rosa la XV Asamblea ordinaria del CIDALC, con la participación de todos los superiores mayores de las entidades dominica­ nas de los frailes en América Latina. Acompañan como invitados, el equipo directivo de nuestras Hermanas de CODALC, quienes en la semana anterior habían celebrado también su Asamblea en el Colegio de Jesús, así como algunos representantes del Laicado Domi­ nicano. También participaron como invitados los Obispos dominicos que ayer reseñába­ mos como concelebrantes en la Profesión Solemne de Fr. Hegel. La Asamblea se prolonga hasta el día 7. Fr. Marco Nureña, estudiante de nuestro Vicariato, junto con Fr. Dennis Chihuantito y Fr. J. Alfredo Martínez, de la Provincia del Perú, tuvieron a su cargo toda la parte logística del encuentro. En otro lugar de este boletín publicamos las crónicas que el Secretario de CIDALC enviaba cada día. * 03/02/07: En la noche, después de un diálogo sobre el estado de la Orden en el CIDALC, despedimos al Maestro de la Orden, Fr. Carlos Azpíroz, quien viaja de Lima a Roma. * 05/02/07: Viaja de Lima a Quillabamba nuestro recién profeso solemne, Fr. Hegel Simón, para practicar también y trabajar en Radio Quillabamba. Se le encarga del noticiero, que él toma con verdadero interés. A su retorno a Lima el 3 de marzo, nos cuenta sus impresiones y muestra la satisfacción recibida en ese trabajo y práctica misionera. * 07/02/07: Al mediodía terminó la Asamblea del CIDALC. Aprovechando que era el cumpleaños del P. Vicente Suárez, el P. Provincial, Fr. Javier, acude a almorzar al Convento de San Alberto, para encontrarse con los estudiantes del Vicariato y con la Comunidad. También participaron del almuerzo, Mons. Paco González, el P. Miguel Zabalza, el P. Damián Cal­

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vo, Vicario Provincial de la República Dominicana, y cuatro misioneros más de nuestro Vi­ cariato. En la noche, el Provincial hace una presentación de las Actas del último Capítulo Provincial a los frailes presentes en el Santuario de Santa Rosa. * 08/02/07: Con la presencia del P. Provincial, Fr. Javier Carballo, se reúne en el Santuario de Santa Rosa el Consejo del Vicariato Regional. Participaron todos los consejeros. Esa misma noche despedimos al P. Provincial quien viajó de regreso a España. * 09/02/07: Continuó por una horas la reunión del Consejo y a partir de las 10:00 AM tuvo lugar la reunión del Directorio del C.C. José Pío Aza. El mismo día, en la tarde, también en el Santuario tuvo lugar la reunión del Consejo de Mi­ sión del Vicariato Apostólico. Presidido por Mons. Larrañeta y Mons. Paco. Participan: P. Miguel Zabalza, P. Ignacio Iráizoz, P. Francisco Panera, P. Daniel Wankún, P. Jorge Pu­ ma, P. Fredy Angulo y P. Jesús Huamán. Llega de Talara el P. Samuel Torres acompañado de su padre, para hacerse los controles médicos habituales. Días más tarde, el 13 de febrero, regresa a Talara, donde permanece durante su enfermedad, para estar atendido por su familia. * 10/02/07: En la Casa del Bto. Jordán de Sajonia comienza la Convivencia de los aspirantes. Quince jóvenes, de los cuales, 4 de nuestro Vicariato, participan bajo la dirección del P. Ri­ chard Manrique, Maestro de Estudiantes en San Alberto, y los jóvenes estudiantes, Fr. Marco A. Nureña y Fr. J. Alfredo Martínez. La Convivencia se prolonga hasta el 28 de fe­ brero. Participan también celebrando misas, confesando y dando algunas charlas varios de nuestros misioneros. En otro lugar de este boletín publicamos un comentario sobre esta convivencia. * 12/02/07: Llegan de España Roberto Agustín y Ana Pichel. Ambos trabajarán un año en Kirigueti acompañando al P. David Martínez. Entrevista con el Jefe de INRENA (Instituto Nacional de Recursos Naturales), Dr. Isaac León Ángeles, para tratar el asunto del aeropuerto en Montetoni, comunidad machiguenga. Participan Mons. Larrañeta, P. Ignacio, P. David, Herman Oyarce y el jefe de la comunidad de Montetoni, Mitzgero. * 17/02/07: El P. Vicente Guerrero es internado en la Clínica Stella Maris, por un problema intesti­ nal. Permanece una semana. * El CC José Pío Aza comunica la salida a la luz pública del nº 5 de la revista Estudios amazóni­ cos, que lleva por título: " En la Frontera de la Dignidad y de la Fe" . Este número es un homenaje a los 100 años de presencia de los Misioneros Dominicos en la Amazonía y eva­ lúa el papel de las Misiones en los hechos de mayor trascendencia ocurridos durante este último siglo. * 20/02/07: El P. Francisco Panera dirige los Ejercicios Espirituales de los Misioneros Seglares hasta el día 22. * 23/02/07: Viaja de retorno a Santo Domingo el P. Damián Calvo, Vicario Provincial de nuestro Vicariato de República Dominicana. El P. Damián había participado en la Asamblea del CIDALC y terminada ésta viajó a Quillabamba, Koribeni, Cuzco y Maldonado a conocer el trabajo de los frailes. * 24/02/07: En el Convento de Santo Domingo del Cuzco tiene lugar la Toma de Hábito y comien­ zo del Noviciado de ocho novicios. De nuestro Vicariato tomaron el hábito Fr. Ronald Truji­ llo Tumpay y Fr. Ángel Jiménez Zuzunaga. Recibieron el hábito de manos del P. Miguel Zabalza, Prior Regional. El P. Benigno Gamarra, Prior Provincial del Perú, dio el hábito a sus tres novicios. Estuvieron presentes de nuestro Vicariato el P. Francisco Panera y Fr. Regino Sánchez Vaquero. También comenzaron ese día el noviciado dos novicios de la

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Provincia del Ecuador y uno de Bolivia. * 25/02/07: En el Convento de Santo Domingo del Cuzco tiene lugar la Primera Profesión de los cinco novicios de la Provincia de S.J.B. del Perú. La hicieron en manos de su Prior Provin­ cial. Concelebraba también nuestro Prior Regional. Estuvieron presentes los PP. Francisco Panera y Luis Verde, y Fr. Regino Sánchez. Al día siguiente los neoprofesos viajan por vía aérea a Lima para incorporarse a su nuevo destino en el Convento de San Alberto Magno. El mismo día a las siete de la tarde en el Convento de San Alberto Magno de Lima renue­ van su Profesión por un año 17 Hermanos, 9 de la Provincia del Perú y 8 de nuestro Vica­ riato, entre ellos, Fr. Wilfredo Severino, quien ha venido de su Misión de Timpía para reno­ var la profesión junto con sus ocho connovicios. Ya que los superiores se encontraban en el Cuzco para la Toma de Hábito y la Profesión, presidió la Eucaristía y recibió la Profesión de los frailes de la Provincia, el Socio del Provincial, Fr. Manuel Álvarez Perca, acompaña­ do por el delegado del Prior Regional del Vicariato, Fr. José Ramón Martínez, quien recibió la profesión de los frailes del Vicariato. * 27/02/07: Viaja a Cuzco Mons. Paco y a Maldonado Fray Wilfredo Severino Misajel quien ha sido destinado al convento de San Jacinto. En Lima, en la Casa del Bto. Jordán tiene lugar la evaluación final de los aspirantes: son aprobados 8 para comenzar el primer año del postulantado, 6 para la provincia del Perú y 2 para nuestro Vicariato. En otro lugar de este boletín publicamos un comentario sobre es­ ta convivencia de aspirantes. * 28/02/07: Viaja el P. Miguel Zabalza de Cuzco a Quillabamba a hacer la Visita Canónica a los frailes de esa ciudad y también a Koribeni.

Nota importante: Si usted desea descargar la versión electrónica de nuestro Boletín, ahora puede hacerlo acce­ diendo a http://www.selvasperu.org/publicaciones.php Trabajos, artículos, noticias, etc. para el próximo número, se recibirán sólo hasta el 25 de abril de 2007. Gracias a todos por su colaboración. Deseamos a todos una provechosa Cuaresma y Semana Santa y una feliz Pascua de Resurrección.

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