Revista Número 6

Page 49

Número 6

los más peculiares de nuestra costa, aunque uno de los menos conocidos. Rodeado completamente de agua, se encuentra en la ruta de los buques de cabotaje3 entre Montevideo y Buenos Aires. Originariamente era una gruesa torre de hierro y hormigón de diecisiete metros; hoy es una atalaya tubular de fibra de vidrio de doce metros, pintada a rayas rojas y blancas. Campeando aislado se levanta, extremadamente eficiente a pesar de su altura discreta, sobre un conjunto de rocas pequeño pero agresivo que emerge en esa parte del río. El faro de la Panela fue una nave tripulada hasta 1951; desde entonces el mecanismo es automático. El paso de la llama de gas inicial a los paneles solares actuales es un claro ejemplo del cambio tecnológico que atraviesa el mundo contemporáneo hasta en los rincones más recónditos. Antes de la automatización, las crónicas relatan que los fareros que trabajaban allí pasaban meses y aun años en las

Faro de Colonia

49

dos habitaciones que componían la edificación, por lo cual surgieron en Panela personajes inusitados.4 Completan la colección el faro del cabo Santa María, que ayuda a los navegantes que se mueven lejos de la costa y en ocasiones no avistan el del cabo Polonio; el de José Ignacio, que se levanta en una zona costera altamente comprometida, donde han ocurrido innumerables naufragios; el de la punta Brava, que es el de Punta Carretas, y el del Farallón, que se adentra en el Plata más allá de Colonia. Entre heroicos y melancólicos, con o sin tripulación, estos once faros trazan una línea en la que Uruguay se enfrenta al Plata y al Atlántico. Vale, en fin, visitarlos: verlos de lejos y de cerca, observarlos por fuera y por dentro, descubrir los ingeniosos mecanismos que los animan y mirar el horizonte, dejándose atravesar por el espíritu poético que impregna los alrededores de estos edificios peculiares... y a ellos mismos.

1 El banco Inglés es un afloramiento rocoso, un antiguo islote de granito cubierto por un banco de arena en el estuario del Río de la Plata. De un lado forma una barrera natural para las aguas del océano Atlántico; del otro, para las del Plata mismo, pues allí se depositan los limos aluviales arrastrados desde tierra adentro. La isla de Flores se ubica diez millas náuticas al sur del banco Inglés. 2 Los faros de recalada son los que orientan a los navíos al llegar a la costa. 3 Los buques de cabotaje son aquellos que navegan entre los puertos, sin apartarse de la costa. 4 Dice el capitán Merino: “No era extraño que entre estos tripulantes se desarrollaran personalidades peculiares. De hecho existe una novela titulada ‘Banco Inglés’ en la que Isidoro Zagüez rescata algunas de ellas”. Federico G. Merino, Los faros de la República Oriental del Uruguay, Montevideo: Banco de Crédito, s/d.

Entre heroicos y melancólicos, con o sin tripulación, estos once faros que forman como una línea de frente en la que Uruguay se enfrenta al mar y al océano. Sellos de faros del Uruguay dibujados por Carlos Menck Freire. El Correo Uruguayo, 2004


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.