Boletin Liber III

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B o l e t í n C u l t u r a l e I n f o r m a t i v o

Edición de los Alumnos de 3º año de la Carrera de Bibliotecología Instituto Superior Nº12 “Gastón Gori”, Santa Fe A ñ o I I I / N o v i e m b r e 2 0 1 1

Escena del filme “Mis Tardes con Margueritte” de Jean Becker*

s u m a r i o

STAFF:

E D I T O R I A L

Alumnos:

Arbizu, Carlos

“El tiempo, gran escultor” / pág. 2

Cano, Alexis Carossi, Sebastián

A C T U A L I D A D

Celora, Susana Conti, Lara

“El don de catalogar” / pág. 2

Furlano, Natalia

Edificio para el Instituto 12 / pág. 2

González, Selene Morassi, Angelina

C A P A C I T A C I O N

Part, Oscar

Lic. y Prof. Ana Dobra en el Instituto 12 / pág. 3 Adscripta de la Cátedra

Bibliotecóloga

P R O F E S I O N A L E S

Alonso, Belén

El rincón de los Profesionales Bibliotecarios Santafesinos / pág. 3

Colaboración especial

Profesoras:

González, Graciela

E T I C A

Zurbriggen, Soraya

La ética de los bibliotecarios / pág. 4

CORRECCIONES

Alonso, Belén

P R E S E R V A C I O N

Furlano, Natalia Zurbriggen, Soraya

Cómo preservamos lo que producimos... / pág. 4

DISEÑO

Carossi, Sebastián

B I B L I O T E C A S Las bibliotecas nacionales / pág. 5 Las bibliotecas carcelarias / pág. 5 Las bibliotecas para personas con discapacidad visual / pág. 5

Este proyecto editorial es de aparición anual y forma parte de una actividad de la cátedra Tratamiento Automatizado de la Información, dictada por la profesora Soraya Zurbriggen. Si desea contactarse con nosotros para brindarnos recomendaciones, sugerir artículos u otras propuestas, hacerlo al correo:

L I B R O S Nuestra relación con los libros... / pág. 6 Culto al libro como objeto / pág. 6 C I N E

liber_biblio12@yahoo.com.ar

La lectura, los sentimientos y el cine / pág. 7 L I T E R A T U R A

* Como parte de una actividad de la Cátedra Francés III, a cargo de la Prof. Angelina Cerf, el día 27 del octubre los alumnos de los tres años de Bibliotecología disfrutamos de la proyección del filme Mis Tardes con Margueritte y queremos compartir, además del artículo sobre el filme en pag. 7, la trayectoria y recomendar algunas de las películas de su realizador:

Roberto Arlt / pág. 7 H I S T O R I A Las primeras bibliotecas públicas de Santa Fe de la Vera Cruz / pág. 8

Jean Becker (1938- ) es director, actor y guionista de cine francés. Es hijo del director Jacques Becker y hermano del director de fotografía Étienne Becker. Comienza su carrera como ayudante de dirección de su padre y tras el fallecimiento de éste, Jean se lanza a la dirección con Un tal La Rocca (Un nommé La Rocca, 1961) con Jean-Paul Belmondo, al que vuelve a dirigir en A escape libre (Echappement libre, 1964) y Dulce gamberro (Tendre voyou, 1966), películas que obtendrán una buena acogida entre el público. Tras dirigir la comedia Pas de caviar pour tante Olga (1965) y la exitosa serie de televisión Les Saintes Chéries, hace una larga pausa de casi veinte años antes de regresar al primer plano del mundo cinematográfico con Verano asesino (L'Été meurtrier, 1983) con Isabelle Adjani y Alain Souchon. La película obtiene un enorme éxito y es candidata en Cannes a la Palma de Oro y a los César.

Conversaciones con mi jardinero 2007, Con Daniel Auteuil y Jean-Pierre Darroussin

Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/Jean_Becker

Dejad de quererme 2008, Con Albert Dupontel y Marie-Josée Croze

En 1986, obtiene el César al mejor filme publicitario por Le Clémenceau (Citroën). Tras la gran acogida por parte de crítica y público de Elisa (1995), con Vanessa Paradis y Gérard Depardieu, Becker realiza tres filmes rodados en torno los mismos actores, entre los que se encuentran Jacques Villeret, Suzanne Flon y André Dussollier: la aclamada La fortuna de vivir (Les Enfants du marais, 1998), Un crimen en el paraíso (Un crime au paradis, 2000), inspirada en la obra de Sacha Guitry La Poison (1951), y Los jardines de la memoria (Effroyables jardins, 2003) a partir del libro homónimo de Michel Quint. Ha dirigido a Daniel Auteuil y Jean-Pierre Darroussin en Conversaciones con mi jardinero (Dialogue avec mon jardinier, 2007) en la que también es guionista. Estrenada en 2008 y en tareas de guionista ha dirigido Dejad de quererme (Deux jours à tuer) con Daniel Auteuil y Marie-Josée Croze, así como en 2010 con Mis tardes con Margueritte (La tête en friche).

Mis tardes con Margueritte, 2010, Con Gérard Depardieu y Gisèle Casadesus


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e d i t o r i a l

" E l t i e m p o , g r a n e s c u l t o r . . . " 1

“El tiempo, gran escultor…" llama Marguerite Yourcenar a la obra en que reflexiona -a través de sus personajes- sobre el proceso en que las personas coincidimos, no sólo en el tiempo que nos es dado, sino en el desafío de plasmar aquello que nos es más propio. Nosotros, los alumnos de 3er. año de Bibliotecología que iniciamos el proyecto de esculpir Liber, llegamos al final de nuestro ciclo en el Instituto 12 Gastón Gori; por lo mismo, queremos agradecer a Soraya Zurbriggen por la confianza y a los Directivos por el apoyo manifestado. Los que reflexionan sobre el arte, sostienen que cualquier obra, independientemente de su soporte, se completa en la mirada del "Otro" y esos son ustedes, quienes nos leyeron y nos enriquecieron con sus comentarios y recomendaciones: gracias! Entregamos el cincel a quienes nos releven en la tarea de seguir esta obra que es del tiempo y de todos los que la compartimos. Otra vez: gracias! (1) Yourcenar, Marguerite. El tiempo, gran escultor. 1993. Madrid: Alfaguara. 249 p. Imagen: escultura de Nicolas Galanin, extraída de: <http://sheillynunez.wordpress.com/2009/08/05/esculturas-de-libros/>

a c t u a l i d a d " E l d o n d e c a t a l o g a r " Las alumnas de 2do. año de la Carrera de Bibliotecología en el marco de un trabajo práctico para la materia Tecnología de la Información II, han elaborado y participado en un video sobre la profesión bibliotecaria. El eje del mismo gira en torno a la llegada de las nuevas tecnologías y su implicancia en el quehacer diario de la profesión, a la necesidad de adaptar el paradigma a los cambios que sacuden a nuestras bibliotecas. Este video fue grabado el sábado 24 de septiembre del corriente año, en las instalaciones de la Biblioteca Municipal Francisco Soutomayor de la ciudad de Esperanza. La actividad que demandó una mañana de trabajo, de arduas y repetitivas tomas, donde cada alumno manifestó sus condiciones de artistas, respondieron al mando de la alumna-coordinadora Susana Celli y su asistente, Alexis Cano. El resultado fue una experiencia grupal enriquecedora desde todo punto de vista, afloraron valores, respeto, solidaridad y calidez. El equipo de trabajo del video “El don de catalogar” junto a directivos y personal de la biblioteca Biblioteca Municipal Francisco Soutomayor de Esperanza

La música y la letra basadas en la canción original "Don" de Miranda, se transformaron, creando una nueva que versa sobre las incertidumbres que se generan a partir de la llegada de las tecnologías, por ejemplo, la biblioteca virtual se suma a la tradicional y provoca un cambio de paradigmas que modifica nuestro accionar. La informatización trajo los tesauros on line, las bases de datos, los registros Marc21… es cuestión de adaptase a este cambio que ya comenzó, las cosas desafían y refuerzan el saber. Termina la canción manifestando que "nos pudimos ayudar y logramos progresar/ si pudo pasar, mucho practicar/ aprendimos mucho en la carrera/ Quebramos prejuicios para avanzar/ Y unidas al mundo tecnológico/ Seguro tenemos el don de catalogar.” Hemos entendido que estamos atravesando fuertes huracanes, que las reglas angloamericanas II se ven desplazadas por unas nuevas basadas en el modelo entidad-relación; los lenguajes documentales evolucionan y ya los encontramos directamente en formato html; el sistema de clasificación decimal universal (CDU) está experimentando nuevos cambios, que nos invitan a sumarnos a través de su blog. Existe una interacción con las tecnologías de la comunicación muy fuerte, que requiere un profesional actualizado y actualizable constantemente, con paradigmas flexibles que les permita tomar el camino correcto, para encontrar los resultados óptimos a favor de los usuarios.

Biblioteca Municipal Francisco Soutomayor de Esperanza que fue locación del video.

PROF. ZURBRIGGEN, SORAYA

E l I S E P s e r á r e m o d e l a d o p a r a q u e f u n c i o n e e l I n s t i t u t o n º 1 2 " G a s t o n G o r i " El Instituto Superior de Seguridad Pública (ISEP) será remodelado para que allí pueda funcionar el Instituto Superior Nº 12 "Gastón Gori", en el marco del Programa de Recuperación Patrimonial de la Provincia. En tanto, el ISEP (9 de julio 1756) funcionará en el ex Liceo Militar General Belgrano (Ruta Nacional nº 11, km. 482) El proyecto contempla el rescate y puesta en valor del edificio antiguo y la construcción de uno nuevo, acorde a los requerimientos. Se refaccionará y se refuncionalizará la antigua construcción. Asimismo, se construirá en el terreno posterior un inmueble nuevo con planta baja y cuatro pisos. En el cuarto piso se instalará un moderno set de radio y televisión. Se estima que el edificio alcanzará a los 2.018 m2.

RENOVACIÓN Y CONSTRUCCIÓN… Las acciones se orientan a la recuperación tipológica original y la reparación de la estructura. Asimismo, se libera parte del terreno de las intervenciones que ocupan el fondo libre de una manzana. La nueva edificación propone recuperar el "patio" como espacio de transición y de encuentro. Se propone una planta baja integrada con acceso diferenciado para el flujo de grandes contingentes y la accesibilidad a personas con movilidad reducida. Se recupera el primer patio original y se lo integra en uno de sus frentes con el Salón de Usos Múltiples (SUM), de 300 m2. Además, se gana un patio de escala proporcionada sobre el fondo de la manzana. En el primer nivel se ubica la biblioteca, que tendrá un dimensión de 180 m2. Sobre el frente este se plantea una terraza de galería como expansión de la biblioteca y en relación directa con el patio de encuentros. Los pisos superiores serán destinados al área pedagógica: dos nivelas de aulas, con plantas libres de 350 m2. , que pueden adaptarse para grupos de 20 hasta 80 alumnos. El último piso se destina a funciones de set de tv, radio, apoyos técnicos y aulas especiales. En la planta baja se ubicarán las oficinas de atención al público, librería, fotocopiadora y bar, mientras que planta alta será destinada a sala de profesores, regencia, dirección, secretarías y centros de estudiantes. Por más de 15 años la comunidad educativa del Instituto 12 luchó por un edificio propio. Sin embargo, después de tanto esfuerzo y perseverancia, el 18 de Octubre de 2010 se firmó un decreto para traspasar la propiedad del ISEP al Ministerio de Educación para el Instituto 12 y una resolución conjunta entre los Ministerios de Obras Públicas y de Educación para llevar adelante la readecuación del edificio. ARBIZÚ, CARLOS, CONTI, LARA Y FURLANO, NATALIA.


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c a p a c i t a c i o n L i c . y p r o f . A n a D o b r a e n e l I n s t i t u t o 1 2 La profesora, licenciada y autora dictó el curso teóricopráctico denominado “Las bibliotecas populares y escolares frente a los desafíos de hoy”.

Lic y Prof. Ana Dobra y participantes del curso durante el desarrollo del 2º módulo.

El curso se dividió en dos módulos, desarrollados los días 16 y 17 de septiembre. En la primera jornada Ana Dobra expuso conceptos básicos y actualizados sobre fundamentos, instituciones y funciones de las bibliotecas escolares y las bibliotecas públicas. El desafío de la biblioteca escolar de posicionarse como centro de recursos para el aprendizaje (CRA); y de la biblioteca popular como espacio cultural múltiple e informativo que impulse el desarrollo social-cultural de la comunidad a la que pertenece. Habló del PODER que tienen las bibliotecas y los libros para independizar el pensamiento de las personas e informarles sobre sus derechos, con objeto de generar toma de conciencia y proponer nuevas formas de relación social. En este sentido la propuesta apunta a NO ACOPIAR en estas bibliotecas DESDE LO INDIVIDUAL, SINO A SOCIALIZAR LA LECTURA, a conectarse con otros. Además habló sobre la importancia de la innovación de las bibliotecas aún en situaciones de conflictividad social, económica y/o tecnológica. Al otro día, en el segundo módulo se trabajó sobre el diseño y presentación de proyectos de una biblioteca, mediante el seguimiento de una guía elaborada por la autora. Según Ana Dobra la organización de la información en el diseño de un proyecto hace a la misma efectividad de la propuesta, ya que, según su propia experiencia en instituciones oficiales como la CONABIP cuando se leen los proyectos presentados por bibliotecas se requiere que la información, sobre las solicitudes y propuestas, se encuentre inmediatamente y no que esté diluida en relatos sobre situaciones, problemas, etc., que sí pueden integrar otras partes del proyecto. Los numerosos asistentes, alumnos, docentes y profesionales egresados del Instituto, disfrutaron de un cálido ambiente de encuentro para compartir experiencias, trabajar en equipo y reflexionar sobre problemas concretos que hacen al desarrollo y sostenimiento de las bibliotecas como instituciones con marcada misión social, cultural y educativa. CAROSSI, SEBASTIÁN

p r o f e s i o n a l e s E l r i n c ó n d e l o s P r o f e s i o n a l e s B i b l i o t e c a r i o s S a n t a f e s i n o s El Instituto Superior N° 12 se crea en la década de 1950, y desde allí ha formado un sinnúmero de profesionales bibliotecarios que trabajan y han trabajado por esta querida profesión. A partir de este número compartiremos un espacio dedicado a ellos con el objetivo de acercarlos para que todos conozcamos un poco de su historia. En esta primera oportunidad y en el marco de una actividad realizada por los alumnos de 1er. año de la Carrera de Bibliotecología en la Cátedra Tecnología de la Información I, invitamos a participar a la Profesora Zunilda Roggau. Los alumnos David Acosta, Angeles Rodríguez, Matías y Rodrigo Ovando se contactaron con ella y la invitaron a una charla, el día lunes 16 de mayo del corriente año.

Profesora Zunilda Roggau.

La reunión giró en torno a sus primeros pasos en la Carrera, el ejercicio de la profesión, su visión actual, su trayectoria en el Instituto 12, su mirada sobre la evolución de nuestra carrera y la situación en la actualidad. Fueron aproximadamente 2 horas en donde expuso acerca de sus experiencias, apasionada por el conocimiento y la lectura y las posibilidades de difundirlos a través de la profesión. De su trayectoria profesional nos contó esta sancristobalence que estudió bibliotecología en nuestro Instituto obteniendo su título en el año 1970. A partir de allí trabajó en distintas instituciones del ámbito privado y público, desempeñándose como bibliotecaria, diseñando proyectos de información, bases de datos para administrar información de diversos campos temáticos, especialmente de lengua y literatura, organizando repositorios institucionales. En el marco del ejercicio de la Docencia, nos contó que dictó varias cátedras en nuestra Carrera desde 1993, Bibliografía I, II y III, Introducción a la Bibliotecología, Seminario del Área Técnica y Gestión de Unidades de Información III; y que dirigió varios proyectos de investigación con la participación de egresados y alumnos. Tomó parte en la actualización de los programas de estudio impulsando permanentemente la incorporación de conceptos y técnicas nuevas. Nos contó que dictó cursos sobre las tecnologías de la información; los aplicativos Micro-Isis y Win-Isis; la utilización de tesauros y los sistema de clasificación decimal; todos ellos en el ámbito de local y regional. A ello se le suma su asistencia a numerosos cursos, simposios y congresos de la especialidad. Publicó artículos de difusión en el Diario El Litoral, trabajos académicos en la revista "Información, cultura y sociedad" y en el Repositorio E-Lis; es autora de "TELL Tesauro de Lengua y Literatura" editado en 2003. Obra que surgió como respuesta a los problemas que se suscitan diariamente en la atención de los lectores de las bibliotecas, que solicitan datos u orientaciones en el campo de la lengua y la literatura y que no pueden ser satisfechos eficientemente por los medios hasta ahora en uso. Jubilada desde hace varios años, Zunilda dedica mucho de su tiempo al estudio de la terminología en el proceso de recuperación de información a través de los lenguajes de especialidad, y está abocada a la actualización de su Tesauro TELL con el fin de editar la segunda edición. Zunilda nos transmitió la necesidad de formarnos como profesionales, actualizarnos con los nuevos avances en nuestro campo de acción y recalcó la importancia que tiene nuestra profesión en la sociedad, traduciendo los beneficios del ejercicio de nuestra tarea en el crecimiento de la calidad de vida de la gente. Agradecemos su visita y por transmitir palabras tan generosas para con todos nosotros. PROF. ZURBRIGGEN, SORAYA


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é t i c a

L a é t i c a d e l o s b i b l i o t e c a r i o s El trabajo profesional de los bibliotecarios se basa naturalmente en el contacto con los usuarios estén o no presentes físicamente. Esto nos lleva a determinar que algunas de las funciones del bibliotecario dentro de la sociedad son (Caballero Valdéz y Perón González, 1998): • Agente de desarrollo cultural. • Gestor de la información. • Organizador, conservador y posibilitador de la información. • Diseñador, ejecutor y aplicador de tecnologías de la información. • Orientador de los usuarios de información. • Administrador de redes de información y bases de datos.

Imagen extraída de http://fernandagm419.blogspot.com/ 2011/10/etica-en-la-difusionde-la-informacion.html

De esto podemos deducir que las capacidades, habilidades y conocimientos del bibliotecario del siglo XXI difieren en gran manera de la visión del bibliotecario tradicional, cuya única razón de ser era custodiar el acervo de una biblioteca. Por el contrario el bibliotecario de hoy debe tener habilidades como (Pérez Pulido y Herrera Morrillas, 2006): • Tener habilidad para comunicarse. • Saber trabajar en equipo. • Poseer cualidades de líder. • Ser flexible y tener actitud positiva ante los cambios. • Ser visionario. • Ser activo. • Poseer habilidades para los negocios y saber captar nuevas oportunidades. Teniendo en consideración lo analizado comprendemos la necesidad de conocer que se espera de los bibliotecarios como profesionales. Para cumplir eficazmente y de manera cabal con todos los requisitos el bibliotecario debe comprender y practicar las normas que rigen su vida social y profesional. Estas normas están claramente expuestas a través de la ética, la cual puede definirse como: "Conjunto de normas morales que rigen la conducta humana" (Real Academia Española). El ejercicio de la ética al ser aplicada a una disciplina o profesión toma el nombre de Deontología, la cual es definida como "Ciencia o tratado de los deberes y normas éticas, en especial si conciernen al profesional de una rama determinada" (Word Reference.com). Ahora bien, si aplicamos estas definiciones, podemos concordar con la afirmación acerca de que "la ética para el bibliotecario se ocupa de la conducta de la profesión y tiene como objetivo el de clarificar las obligaciones y dilemas de una clase profesional que trabaja con la adquisición, procesamiento y difusión para los individuos y la sociedad en general". (Pérez Fernández, 2006). En el ejercicio de la profesión y de la ética que debemos tener, podemos decir que es imprescindible cultivar valores éticos como (Pérez Fernández, 2006): -Protección de la intimidad de los usuarios. -Defensa del libre acceso a la información. -Protección de los derechos de propiedad intelectual. -Compromiso de lealtad con los objetivos de la institución. -Defensa y conservación del patrimonio cultural. -Reconocimiento de la diversidad cultural como valor social. -Eliminación de la censura en cualquiera de sus formas. -Discreción en los procesos de la información de los usuarios. -Competencia profesional. -Equidad e imparcialidad en la relación con los usuarios. Todas las actividades y acciones de los bibliotecarios y sus asociaciones profesionales deben apuntar a aspectos esenciales para la profesión como son (Arriola Navarrete, 1991.): 1) La formación continua: esta debe ser continua y eficiente, a través de diversos causes como la participación en congresos, reuniones, etc. 2) Relaciones con otros profesionales: se debe respetar a todos las personas que forman parte de la profesión. Propiciar una ambiente de cortesía, objetividad, entendimiento, solidaridad y aprecio. 3) Dignificación de la profesión: crear y mantener una buena imagen de la profesión para obtener estatus social apropiado. Procurar la mejora de las condiciones profesionales y asegurar condiciones laborales dignas, así como contribuir a definir una política nacional de información en el país. 4) Relaciones con la institución: representa la obligación de definir la seguridad e integridad de la institución y colaborar con sus objetivos. 5) Excelencia profesional y del servicio: procurar ofrecer el buen uso y manejo de las tecnologías de la información que permitan la cooperación entre bibliotecarios y en las relaciones con los usuarios. Por consiguiente, el ejercicio de la ética debería llevar a todos los profesionales a desear que la profesión se actualice y que prospere como campo de la ciencia. El buen desempeño laboral y personal llevara a los profesionales a sentir una gran satisfacción a nivel personal y profesional. Pero este es un trabajo en equipo. Por lo que podemos decir que el valor fundamental para el ejercicio profesional es la cooperación y el espíritu de equipo, el cual se define como "Realizar de manera correcta la parte del trabajo que cada uno tiene junto con el resto de compañeros de un grupo o de un servicio, intercambiando y compartiendo con ellos información, herramientas, experiencia, etc., con la intención de alcanzar objetivos comunes (satisfacer una petición, mejorar la eficacia del centro de trabajo, etc.) y sin anteponer intereses personales; intentar no guardarse la información (o los documentos)". (European Council of Information Associations, 2004). Trabajemos en equipo por nuestra profesión y de seguro obtendremos excelentes resultados. ALONSO, BELÉN Trabajos citados: -Arriola Navarrete, O. C. (1991.). Código de ética profesional. Obtenido de http://eprints.rclis.org/bitstream/10760/12219/1/Colegio_Nacional_de_Bibliotecarios.pdf -Caballero Valdéz, O., y Perón González, S. (1998). El bibliotecólogo y el profesional de la información modernos: ética, papeles y perfiles. Ciencias de la Información, 29(1), 13. -European Council of Information Associations. (2004). Euroreferencial en Información y Documentación. Obtenido de www.certidoc.net/es1/euref1-espanol.pdf -Pérez Fernández, A. M. (2006). Preocupaciones éticas del profesional de la Información. Obtenido de <http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1024-94352006000600014&lng=es&nrm=iso> -Pérez Pulido, M., y Herrera Morrillas, J. L. (2006). Teoría y nuevos escenarios de la Biblioteconomía (2° ed. ed.). Buenos Aires: Alfagrama. -Real Academia Española. (s.f.). Diccionario de la Real Academia Española. Obtenido de http://buscon.rae.es/draeI/ -Word Reference.com. (s.f.). Recuperado el 30 de 09 de 2011, de Diccionario de la Lengua Española: http://www.wordreference.com/definicion/deontología

p r e s e r v a c i o n C ó m o p r e s e r v a m o s l o q u e p r o d u c i m o s . . . Un tema que debe preocuparnos en estos tiempos es la preservación de los objetos digitales que producimos desde hace unos 15 años. Hemos asistido a evoluciones de hardware, de software, de entornos, hemos visto a Internet nacer, afianzarse y desplegar todas sus potenciales, nosotros mismos hemos cambiado nuestros paradigmas para pasar de bosquejar nuestros escritos estáticos con lápiz y papel, a trabajarlos en entornos digitales que nos permiten incorporarles imágenes (fijas y en movimiento), sonidos, videos, etc. Debemos preguntarnos cómo vamos a conservar lo que producimos para las generaciones futuras, si el cambio prácticamente se produce a diario. Las tecnologías llegan y se van tan rápido, que muchas veces no alcanzamos a adaptarnos a ellas. El nuevo mundo de los blogs, las wikis, los sitios webs, las redes sociales, youtube, issuu, slide, los portales, directorios, buscadores, metabuscadores, etc. nos presentan un sinnúmero de opciones que agregan valor a lo que hacemos y nos incentivan a generar y compartirlo todo. Las principales estrategias aplicadas actualmente para frenar la pérdida de información digital son, en forma resumida: • La preservación de la tecnología; creando grandes museos donde se depositen todos los artefactos informáticos con el solo efecto de utilizarlos a la hora de leer documentos en distintos soportes, ej. lectora de tarjetas perforadas, lectoras de disquetes de 51/4, 3 1/2, lectoras de zips, CD, de DVD, etc. Esta infraestructura tecnológica es inviable porque amén de reunirlos hay que ocuparse en mantenerlos funcionando cuando su obsolescencia sea ya completa. • La migración de los datos; es una estrategia que involucra periódicamente mover archivos de un formato de codificación de archivos, a otro que sea utilizable en un entorno informático más moderno. Un ejemplo podría ser mover un archivo de Lotus123 a Microsoft Excel 97, 2000, 2010… De todos modos, al cambiar a un nuevo sistema, los datos necesitan ser igualmente preservados en éste, garantizándoles a los usuarios recuperar, presentar y usar estos objetos independientemente del constante cambio de la tecnología. • La emulación de las aplicaciones informáticas originales, trata de resolver un problema similar al de la migración, pero su enfoque se centra en el software de aplicaciones en lugar de los archivos que contienen información. Se desea construir software que imita todo tipo de aplicación escrita para cada tipo de formato de archivo, y hacerlos funcionar en cualquier entorno informático actual. Lo más importante es que trabajemos en pos de garantizar que las generaciones futuras sean capaces de entender cómo vivimos, pensamos y actuamos, y recibir el legado de nuestros aportes, para vivir un presente pleno de realizaciones, dando el empuje generacional pertinente, con las modificaciones y descubrimientos que seguramente coronarán sus esfuerzos. PROF. ZURBRIGGEN, SORAYA


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b i b l i o t e c a s L a s b i b l i o t e c a s n a c i o n a l e s Las denominadas "bibliotecas nacionales" representan la cabecera del sistema de los Estados. Están financiadas con fondos públicos y cumplen una doble finalidad: proporcionar material bibliográfico de investigación para cualquier disciplina, y acopiar, conservar y difundir el patrimonio cultural (referente a información registrada a lo largo del tiempo) de cada país. En general, cada Estado tiene una biblioteca que es considerada "nacional" y cuyos objetivos son los antes reseñados. Como custodio del patrimonio de una nación, en la mayoría de los casos por ley, cierta cantidad de ejemplares de las obras impresas o producidas en otros soportes en el país deben depositarse en la biblioteca nacional. Esta medida también sirve para registrar y constatar los derechos de autor. Hay que decir que la aparición de las Bibliotecas Nacionales tal y como hoy las conocemos, se remonta a los tiempos de la Revolución Francesa, momento en que las bibliotecas reales se hacen accesibles para el pueblo. En el caso de América y España sus respectivas bibliotecas nacionales se encuentran agrupadas en la Asociación de Bibliotecas Nacionales de Iberoamérica (ABINIA, 1989)

Funciones: • Reunir con fines de conservación y difusión todos los documentos que se produzcan en un país sea en el soporte que sea. No es más ni menos, que recopilar la colección nacional. Además debe reunir las obras publicadas en el extranjero por autores nacionales y también aquellas obras que traten del país o de su entorno cultural. • Debe recibir el Depósito Legal y responsabilizarse del mismo. • Elaborar la Bibliografía Nacional. • Ser cabecera del sistema bibliotecario nacional y/o coordinadora; por lo tanto, las bibliotecas Nacionales se constituirían en el punto más alto de la jerarquía bibliotecaria estatal debiendo asesorar a las bibliotecas públicas y proporcionar directrices y ayudas en la planificación y desarrollo. • Las Bibliotecas Nacionales serán las encargadas del préstamo internacional e interbibliotecario. • Actuar como centro nacional de información bibliográfica. Además de éstas la Biblioteca Nacional puede tener otras funciones dependiendo del país donde se encuentre y así pueden formar al personal bibliotecario o actuar como biblioteca pública o gubernamental o redactar normas bibliotecarias o ser el centro del catálogo colectivo nacional.

B i b l i o t e c a N a c i o n a l A r g e n t i n a La Biblioteca Pública de Buenos Aires -antecesora directa de la Biblioteca Nacional- fue creada por decreto de la Primera Junta, el 13 de septiembre de 1810. Su primera sede estuvo en la Manzana de las Luces, en la intersección de las actuales calles Moreno y Perú. Pocos meses antes, el propio Moreno y Cornelio Saavedra firmaban la orden de expropiar los bienes y libros del obispo Orellana, juzgado como conspirador contra la Junta. Así se constituyó el primer fondo de esta Biblioteca, enlazada desde el comienzo con la lucha independentista y la refundación social. También integraron el primer acervo las donaciones del Cabildo Eclesiástico, el Real Colegio San Carlos, Luis José Chorroarín y Manuel Belgrano. Sus primeros bibliotecarios y directores fueron el doctor Saturnino Segurola y Fray Cayetano Rodríguez, ambos hombres de la Iglesia. Luego, vendrían Chorroarín y Manuel Moreno, hermano y biógrafo del fundador. Los nombres que se suceden son hilos de una trama histórica y cultural: Marcos Sastre, Carlos Tejedor, José Mármol, Vicente Quesada, Manuel Trelles, José Antonio Wilde. La adquisición por parte de la Biblioteca del carácter de Nacional, recién en los años 80 del siglo XIX, guarda inequívoca correspondencia con la evolución de las instituciones del país. En el momento de efectiva formación del Estado nacional, la Biblioteca se erigió como reservorio patrimonial y cultural. Paul Groussac protagonizó el nuevo período de modernización y estabilización, acorde con el clima general de la época. Por gestión de su director, la Biblioteca Nacional obtuvo un edificio exclusivo en México 564. La gestión de Groussac duró más de cuarenta años, y entre otras cosas logró que la Biblioteca fuera un punto de referencia para el pensamiento argentino, en especial en temas históricos y de crítica literaria, que se expresó incluso en prestigiosas publicaciones. Además se duplicaron los fondos patrimoniales, se creó la Sala del Tesoro. Durante el siglo XX hubo dos largas gestiones recordadas por razones diversas. La primera, fue la de Gustavo Martínez Zuviría, autor de libros de venta masiva y difusor de posiciones antisemitas. Al frente de la Biblioteca durante un cuarto de siglo, desplegó una vasta labor de compras bibliográficas, publicación de documentos e intervención en los debates culturales. La otra presencia capital en la Biblioteca Nacional, fue obviamente la de Jorge Luis Borges. El autor de "La Biblioteca de Babel" supo erigir a la Biblioteca como tema de pensamiento y literatura, y gestionar la institución junto con el subdirector José Edmundo Clemente, quien asimismo fue muy activo en la construcción del nuevo edificio, situado en la manzana que antes había alojado a la residencia presidencial en que habían convivido Juan Domingo Perón y su esposa Eva Duarte. La Biblioteca fue objeto de una prolongada empresa arquitectónica que abarcó desde la concepción de la necesidad de un nuevo edificio en 1960, cuando la ley 12.351 destina tres hectáreas para su construcción, entre las avenidas del Libertador General San Martín y Las Heras, y las calles Agüero y Austria, hasta su inauguración, recién en 1993.. Su estilo a veces llamado "brutalista" -sin duda una de las variantes del expresionismo del siglo XX-, es siempre motivo de interrogación y estudio por los estudiantes de arquitectura. Irrumpe en los estilos arquitectónicos del tejido de la ciudad que la aloja, con una fuerte voz irreverente, escultórica y pampeana, que no deja hasta hoy de formar parte del acervo de las discusiones culturales argentinas. Un año más iba a demorar el complejo traslado del material bibliográfico y hemerográfico desde la antigua sede de la calle México. Un fondo que, como puede apreciarse en los catálogos, no se limita a la producción nacional -aunque éste es, sin dudas, su centro-, sino que incluye importantes ediciones extranjeras. La Biblioteca cuenta con un patrimonio de 2.000.000 de ejemplares, entre la biblioteca en si y la Hemeroteca, que es la más importante de América Latina. En la Sala del Tesoro guarda entre sus 11.000 ejemplares, obras incunables del siglo XVI y XVII, y entre las que se destaca una de gran valor histórico: un folio original de la Biblia de Gütenberg, el primer libro impreso de la humanidad. Aún en proceso su ansiado momento de ponerse a la par de los horizontes de modernización característicos de la época contemporánea, la Biblioteca Nacional de la República Argentina sin embargo posee un patrimonio cuya calidad es de excelencia, indispensable para considerar la bibliografía y la hemerografía de la historia nacional en sus más variados aspectos, y particularmente rica en lo que hace a los antecedentes remotos o más mediatos de la formación social, económica y simbólica de la nación. CELORA, SUSANA

L a s b i b l i o t e c a s c a r c e l a r i a s ¿Qué es una biblioteca carcelaria? Las bibliotecas carcelarias son aquellas que se encuentran dentro del ámbito penitenciario, son consideradas también como bibliotecas especializadas por el tipo de material que poseen, el contexto en el que están insertas, atención que brinda y hasta del tipo de usuario que posee. En 1996 en nuestro país se promulga la ley 24.660, el artículo 140 de dicha ley es el que dispone que en todo establecimiento penitenciario funcionará una biblioteca para los internos, adecuada a sus necesidades de instrucción, formación y recreación, debiendo estimularse su utilización. A estas bibliotecas no es común hallarlas en un sitio adecuado para su funcionamiento; sino que son dispuestas para su actividad habitaciones que no siempre cumplen con los requisitos para la conservación de material y la plena atención al usuario. El material que poseen las mismas debe ser variado entre todas las ciencias del conocimiento humano; desde el nivel primario hasta uno terciario y/o universitario. Por último, el personal que allí trabaje debe poseer conocimientos extras, como pedagogía, impartir enseñanza, asesoría legal, y sobre todo debe ser poseedor de buen sentido del humor. MORASSI, ANGELINA Imagen extraída de: http://www.ffyh.unc.edu.ar/alfilo/26/jornadas-bibliotecas-penitenciaras.html

L a s b i b l i o t e c a s p a r a p e r s o n a s c o n d i s c a p a c i d a d v i s u a l : Características generales. El análisis del entorno interno es un estudio fundamental en el proceso de la planificación de un servicio bibliotecario de una biblioteca pública para usuarios con discapacidad visual. A este tipo de personas en especial se les debe permitir el acceso a la información, ya que si carecen de ella, no podrán recibir la educación que les permitirá moverse en una sociedad tan compleja como la actual. De ahí que la provisión de un acceso adecuado al edificio de este tipo de bibliotecas es un asunto que debe tenerse en consideración, como es el caso de los espacios libres exteriores del edificio que deberán cumplir ciertas normas que rigen el desarrollo del planeamiento urbanístico. En el caso de existir escaleras en la entrada de la institución, deberá haber una rampa, un elevador o alguna entrada accesible como alternativa. Es indispensable una adecuada señalización en el momento de acceder a la misma. Se debe colocar un cartel informador, especificando la clase de institución que se encuentra en el edificio, esta información debe ir en macro caracteres en tinta y alto relieve y además información básica en braille. Otro factor importante es el nivel de iluminación, para lo cual se debería evitar las luces de elevada intensidad que produzca destellos y sombras que puedan desorientar y confundir a las personas. El mobiliario, deberá evitar situar muebles y otros objetos en las líneas de desplazamiento. Las sillas deben ser cómodas, seguras y resistentes, deben tener reposabrazos que permita sentarse con comodidad. Y las mesas tendrán que ser sólidamente construidas para soportar el peso de una persona sin apoyo. El personal que se encuentre al frente del servicio de referencia, debe tener en consideración ciertas cuestiones, como el ser natural al atenderlos, dirigirse directamente al usuario, ofrecerle ayuda, ser paciente en el trato con ellos, intentar integrarlos a todas las actividades de la biblioteca, en especial a los programas de fomento a la lectura, etc. GONZÁLEZ, SELENE Imagen extraída de: <http://www.con-tacto.org/page/galeria>


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l i b r o s

N u e s t r a r e l a c i ó n c o n l o s l i b r o s t i e n e u n a h i s t o r i a t a n a n t i g u a c o m o e l h o m b r e y q u e n o s s o b r e v i v i r á , h e a q u í u n h o m e n a j e a n u e s t r o s c o m p a ñ e r o s d e v i a j e . . . Un placer... Un vicio... Una necesidad...

"El autor sólo escribe la mitad del libro. De la otra mitad debe ocuparse el lector". Josep Conrad

Una oportunidad... Una felicidad... ¿Por qué leemos? ¿Para qué leemos? ¿Qué es la lectura? Estas podrían ser algunas de la preguntas a contestar hoy. Mucho se ha dicho sobre el leer. Incluso el dramaturgo y narrador inglés Douglas Jerrold afirmó que "hay dos clases de lectores: los que cuidadosamente pasan a través de un libro, y los que con igual cuidado dejan que el libro pase a través de ellos". Sí, es verdad. Y esa importancia de la lectura la resumió Goethe en una frase: "Cuando se lee no se aprende algo; se convierte uno en algo". Y parte de eso lo describió entusiasta Mario Vargas Llosa: "La lectura, los libros, son el más asombroso principio de libertad y fraternidad. Un horizonte de alegría, de luz reflejada y escudriñadora, nos deja presentir la salvación, la ilustración, frente al trivial espacio de lo ya sabido, de las aberraciones mentales a las que acoplamos el inmenso andamiaje de noticias siempre las mismas, porque es siempre el mismo nuestro apelmazado cerebro. Los libros nos dan más, y nos dan otra cosa". Sobre esa devoción y el auge de la lectura, Edith Wharton escribió el excelente artículo 'El vicio de escribir', que se recoge varias piezas de la escritora en Escribir Ficción (Páginas de Espuma). La autora de obras como La edad de la inocencia empieza así su artículo: "Eso que llaman 'difusión del conocimiento' que habitualmente se incluye, junto a la máquina de vapor y el sufragio universal, en la categoría de logros de la modernidad, ha traído consigo la existencia de un nuevo vicio: el vicio de leer. Ningún vicio es tan difícil de erradicar como los que se suelen considerar virtudes. Entre ellos, el vicio de leer es uno de los más destacados. Que leer basura es un vicio es algo generalmente aceptado; pero leer per se -el hábito de leer- nuevo como es, está ya a la altura de virtudes tan arraigadas como ser ahorrador o sobrio, levantarse temprano o hacer ejercicio regularmente. (...) ¿Qué es leer? en un análisis definitivo, no es más que un intercambio de pensamientos entre escritor lector. (...) El valor de los libros está en proporción con lo que podría llamarse su 'plasticidad', es decir, su cualidad de serlo todo para todos los hombres, de ser moldeados de maneras diferentes por el impacto de nuevas formas de pensamiento. (...) Leer no es una virtud, desde luego. Pero leer bien es un arte, un arte que solo el lector nato puede adquirir". Fuente: por Winston Manrique Sabogal

E l c u l t o a l l i b r o c o m o o b j e t o "De los diversos instrumentos inventados por el hombre, el más asombroso es el libro; todos los demás son extensiones de su cuerpo... Sólo el libro es una extensión de la imaginación y la memoria". Jorge Luis Borges Vale la pena, entonces, recordar el culto que muchas personas le han rendido y rinden, ya sea por su contenido, como artilugio y forma ejemplar de leer o por su formato sin más. Son muchos los escritores que desde la ficción o el ensayo se han referido a esta cuestión. Valga como ejemplo nuestro más próximo y universal y querido amador y amante de libros, Jorge Luis Borges que, entre otras cosas, dijo lo que he puesto en el epígrafe de esta entrada. Más adelante aparecen textos de Flaubert, Chesterton, Dickinson y Calvino. Recordemos que la primera forma del libro fueron las tablillas, hacia el año 3.500 antes de Cristo; luego el rollo de papiro, hacia el 2.400 a. de C.; después el códice, que aunque se escribía a mano, se montaba con tapas de diferente material (madera, etcétera). Finalmente, hacia el año 1.450 salió de la imprenta el primer incunable, el libro impreso más antiguo: Misal de Constanza (apropiado para estas fechas). Esa es la cuarta forma de libro impreso y el pariente más próximo tal como lo conocemos hoy. A partir de ahí, cinco siglos de transformaciones y perfeccionamiento sobre el mismo sistema. Ahora somos testigos privilegiados de un tiempo especial de cambio y búsqueda en la creación artística y nuevos soportes. Un tiempo de impás que se aprecia en la literatura en sus múltiples exploraciones creativas y sus diferentes formas de llegar al lector que ha despertado o renacido el amor al libro como objeto, ante los augurios que hablan de su desaparición. Porque así como un día fueron las tablillas, y a éstas siguió el papiro, y a éste el códice, y a éste el estampado en imprenta, y a éste el electrónico y digital, y a éste... Lo cierto es que el reinado del actual formato ha sido largo, y las nuevas formas de crear, adquirir y divulgar arte y conocimiento están cambiando de forma vertiginosa. Un caso extremo de adoración al libro lo recreó Gustave Flaubert en el cuento Bibliomanía: "Esas noches, febriles y ardientes, las pasaba metido en sus libros. Se adentraba en sus almacenes, recorría las galerías de su biblioteca con éxtasis y embelesamiento, y luego se detenía, con la cabellera revuelta, los ojos fijos y brillantes. Sus manos temblaban al tocar los libros de las estanterías. Cogía un libro, pasaba las páginas, tocaba el papel, examinando las doraduras, las cubiertas, las letras, la tinta, los pliegues y el arreglo de los diseños para la palabra Fin. Después, lo cambiaba de sitio. ¡Oh! ¡Era tan feliz, este hombre! Feliz en medio de toda esa ciencia, de la que apenas comprendía el alcance moral y el valor literario (...) Amaba el conocimiento como un ciego la luz. No era, en absoluto, el saber aquello que adoraba: era su forma y su expresión. Amaba un libro porque era un libro: amaba su olor, su forma, su título". El cuento está incluido en la antología Libropesía y otras adicciones, con prólogo de Alberto Manguel, y editado por Libros del Silencio. Sobre ese fetichismo G. K. Chesterton escribió en un artículo hace 110 años, cuyas palabras podrían adaptarse a este nuevo umbral vivido entorno al mundo del libro: "Una descripción general de la locura podría ser que consiste en preferir el símbolo a lo que éste representa. (...) Mas los libros son también un símbolo; representan la impresión que el hombre tiene de la existencia, y puede sostenerse al menos esto: que el hombre que ha llegado a preferir los libros a la vida es un maniático del mismo tipo que el avaro. Un libro es, sin duda, un objeto sagrado. En él están las mayores joyas encerradas en el cofre más pequeño. Pero eso no altera el hecho de que cuando se valora más el cofre que las joyas ha empezado la superstición. Éste es el gran pecado de idolatría contra el que la religión nos ha advertido tanto. (...) Esto es idolatría: la preferencia del bien incidental sobre el bien eterno que éste simboliza. (...) En este sentido, la bibliomanía puede convertirse en una especie de ebriedad". Este artículo de Chesterton esta incluido en Los libros y la locura, y otros ensayos, editado por El buey mudo. Otra cosa es como consideraban esa influencia o hechizo autores como Italo Calvino para quien "cualquier libro es un objeto mágico, el espejo del caos cuya búsqueda puede entrelazarse con nuestro propio destino". Resuenan, entonces, las palabras de Emily Dickinson: "Para llevarnos a tierras lejanas no hay mejor fragata que un libro". Una aproximación al libro en sus diferentes variantes, de éste como objeto o protagonista, está recogido de manera muy bonita, en Libro de libros (451 Editores), una antología coordinada por Javier Azpeitia con textos de grandes autores, e ilustrado con una exquisita selección de obras de arte, entre las que figura la que acompaña este post, El ratón de biblioteca, de Carl Spitzweg. Fuente: por Winston Manrique Sabogal Selección de textos e imágenes: PART, OSCAR


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c i n e

l a l e c t u r a , l o s s e n t i m i e n t o s y e l c i n e El filme francés de Jean Becker Mis tardes con Margueritte que habla sobre lectura, lectores y literatura. “-De pronto se ven todos los defectos, los agujeros, se ve uno mismo. Con usted he intentado aprender… pero duele. Estaba mejor antes, todo borroso, simple…"

Escenas del filme donde Germain Chazes, el personaje que encarna Depardieu, le lee a su amiga Margueritte y (debajo) es humillado en su niñez por su profesor de letras.

En este pasaje de la película el personaje principal Germain Chazes (Gérard Depardieu) refleja su crisis al verse alterado por la experiencia de la lectura, compartida con su nueva amiga Margueritte (Gisèle Casadesus), y por la inseguridad que le generan los nuevos interrogantes que se abren frente a él en las páginas de los libros. Germain entra en conflicto con sus traumas y dificultades para poder leer y comprender, originados en su niñez por una educación en letras severa y humillante y la actitud de rechazo y agresión de su madre. El título original en francés del filme La tête en friche, novela homónima escrita por Marie-Sabin Roger, proviene de la expresión francesa: la terre en friche (la tierra no cultivada). Esta historia fue adaptada y llevada al cine por el realizador Jean Becker, un director francés que recorre constantemente el camino de trazar puentes entre la literatura y la pantalla grande, como con sus anteriores trabajos: Dialogue avec mon jardinier (2007), de la novela de Henri Cuenco y con Deux jours à tuer (2008) de la novela de François d'Epenoux. Jean es hijo del director Jacques Becker y hermano del director de fotografía Étienne Becker, y compone un cine que según las palabras del propio Gérard Depardieu está en extinción: "pertenece a una tradición cinematográfica cuyos miembros han sido, en cierto modo mis progenitores… uno de los pocos cineastas que conservan y hacen vivir ese espíritu perteneciente a un tipo de cine popular que va desapareciendo". Y agrega: "Jean es un hiperemotivo patológico. Quiere que la verdad se palpe en sus películas, que no sea cine. Forma parte de los realizadores que no siempre consiguen formular lo que quieren conseguir. Pero los artistas son ellos, porque el arte no se traslada mediante la palabra. Es algo parecido a lo que encuentro en un vino o una escultura, hay que ser mago para conseguirlo. No puede explicarse."

Germain acude a una biblioteca en busca de un libro “que cuente una historia...”

El filme trata directamente los temas y conceptos abordados por las teorías sobre lectura literaria y subjetivación; como la capacidad de la lectura en voz alta, la experiencia significativa de un mediador de la lectura, la ampliación del lenguaje y el progreso del lector y la aparición de diferentes puntos de vista para pensarse a sí mismo o la relación conflictiva con su grupo de amigos cuando éste adopta diferentes rutinas y actitudes. Todo esto presentado con mucho humor, ironía y poesía visual; Germain Chazes, experto en bautizar palomas, en cultivar tomates o en trabajos rudos, conoce a Margueritte una anciana muy dulce que lo iniciará en la literatura a través de la lectura de La Peste de Albert Camus. Margueritte lee en voz alta y Germain cierra los ojos intentando imaginarse los hechos; de repente la imagen tierna de las palomas desaparece y brota un río de ratas malolientes que salen de la profundidad de una ciudad gris y contaminada. Jacques Becker al ser entrevistado sobre la elección de Depardieu para el palpel de Germain relata que esa elección fue previa incluso a escribir el guión de la película: "Di la novela de Marie-Sabine Roger a Bertrand de Labbey, mi amigo y mi agente. Él sugirió el nombre de Depardieu y me preguntó si podía darle el libro. Gérard me llamó al cabo de tres días y me habló de la historia y del personaje durante más de una hora, profundizando muchísimo. Me parece que conoce el libro tan bien o incluso mejor que yo; eso explica la fluidez de su interpretación. El profundo amor que sintió por la historia hizo que aumentaran mis ganas de hacer la película. Y luego está la alegría que supuso reunirle con esa anciana, una actriz extraordinaria de 95 años, Gisèle Casadesus. Después de una proyección, alguien me dijo: 'Esos dos estaban hechos para encontrarse'. El comentario me gustó mucho porque refleja exactamente la película." Cuando le preguntan cómo es su puesta en escena, Jean Becker responde: "Me gusta hacer un cine simple. Mi padre me repetía a menudo que una buena puesta en escena es la puesta en escena que no se nota. Si sobresale, va en detrimento de la historia porque el espectador se fija en algo que no es esencial. Para mí, la puesta en escena consiste en acompañar la evolución de los personajes durante el transcurso de la intriga, y siempre con el mismo objetivo: para que el espectador no salga de la sala exactamente igual que entró.”

El director Jean Becker dialogando con sus actores Gérard Depardieu y Giselè Casadesus durante el rodaje.

CAROSSI, SEBASTIÁN Bibliografía: Boletín de Cine Club Santa Fe. 59º temporada, función Nº15, jun-jul 2011. Entrevista a Jean Becker: Extraída de <http://www.sosmoviers.com/2010/08/entrevista-jean-becker-mis-tardes-con-margueritte/> (accedido el 06 de noviembre 2011)

l i t e r a t u r a R o b e r t o A r l t Autor de las Aguafuertes Porteñas, una visión peculiar del mundo y la vida dentro del ámbito bonaerense, publicadas en el diario El Mundo, El juguete rabioso, Los siete locos, Los lanzallamas (ficciones), El jorobadito y otros cuentos, El criador de gorilas y otros cuentos, Las ciencias ocultas en la ciudad de Buenos Aires (ensayo) y algunas obras de teatro como Noche terrible, Severio el cruel, El fabricante de fantasmas y La fiesta de hierro, entre otras. Hijo de inmigrantes, genio soñador, inventor frustrado; siempre buscándose un futuro mejor, siempre cuestionándose sobre las actitudes y el pensamiento del ser humano, buscando en la oscuridad un haz de luz… incomprendido, eterno enamorado, pensador incansable, hizo de su vida misma una ficción, mentía cada vez que alguien le preguntaba sobre su fecha de nacimiento; frontal y petulante, con un toque de arrogancia y otro tanto de carisma, fue un escritor de vanguardia y un experto al desempeñar su arte. Le tocó vivir en la Buenos Aires de principios de siglo XX, le tocó vivir entre el crisol de inmigrantes venidos de Europa, le tocó la pobreza y el hambre, le tocó el acercamiento con criaturas bajas, y le tocó tener la capacidad y la astucia para absorber todo aquel mundo y preguntarse hasta el cansancio: ¿porque todo aquello era así?. Mientras que con sencillez y profundidad no paraba de observar para responderse a así mismo y a su vez formularse más preguntas.

Retrato de Roberto Arlt por Ricardo Carpani (1930-1997)

En su tesoro literario (compuestos de una obvia sustancia biográfica) es evidente el matiz de personajes frustrados y humillados; el hombre es impotente ante la sociedad burguesa que lo oprime y absorbe su individualidad; entonces para salvarse de la inexistencia y el olvido, la única fórmula que poseen esos hombres es arrogar sus ensueños y delirios contra los otros hombres. Arlt llena sus páginas con una visión particular del siglo XX convirtiéndose en referente de una narrativa y una estética que se anticipa a los planteos contemporáneos e influirá a escritores y artistas argentinos posteriores, creando también a partir de esta visión algunos de los personajes inolvidables por la literatura: Silvio Astier, Erdosain, Ergueta, La coja, Irene, El astrologo, El rufián melancólico o Barsut. Morassi, Angelina


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h i s t o r i a L a s p r i m e r a s b i b l i o t e c a s p ú b l i c a s d e S a n t a F e d e l a V e r a C r u z La primera "biblioteca pública de Sudamérica" El 22 de febrero de 1774, el Cabildo de Santa Fe, luego de inspeccionar los edificios que habían pertenecido a los padres jesuitas, resolvió "...que la Biblioteca del Colegio fuera común, pero reservada a los eclesiásticos... seculares y religiosos, con obligación de que allí se han de registrar y tomar sus apuntes, sin sacar afuera…" y que el maestro de gramática o latinidad Dr. Francisco Javier Troncoso que fuera el encargado de administrarla.1 Tiempo después, el 5 de julio de 1776, los integrantes de la Junta de Temporalidades "...con consulta al Sr. Procurador General dijeron que en atención a que la librería que corresponde al Colegio de estas Temporalidades puede ser útil al público de esta ciudad corriendo con ella el Maestro de Gramática, Dr. D. Francisco Javier Troncoso, porque así podrá éste y el Maestro de primeras letras servirse de los libros que necesitaren y de la misma conformidad otros cualesquier eclesiásticos que quieran ocurrir a leerlos en dicha librería, se la pase la llave del cuarto donde ésta se halla para que se haga cargo de su cuidado y de que se valgan de los libros las personas que los quisiesen leer sin sacarlos de aquel cuarto. Su Señoría, el Presidente aprobó esta determinación y mandó que se ejecute y cumpla conforme va acordado."2 El 6 de marzo de 1787, Melchor de Echagüe y Andía, Presidente de la Junta de Temporalidades de Santa Fe, se dirigió a Don Manuel de Arredondo, Presidente de la Junta de Temporalidades Provincial, colegiados encargados, en cada una de sus respectivas jurisdicciones, de la administración de los bienes dejados por los seguidores del soldado de Loyola y le aseveró que "...esta librería nunca se abolió, porque a representación del Cabildo de esta ciudad resolvió esta Junta Municipal que quedase a beneficio común"3, es decir destinada "... a ser útil al público de la 4 ciudad..." "... a fin de que se valgan de los libros las personas que los quisiesen leer sin sacarlos de 5 aquel cuarto"

Recomendación clara y suficiente colocada al frente de la biblioteca

El 24 de abril de 1787, Francisco Aguayo solicitó a la Junta local el pago de la confección del índice de la biblioteca.6 En cumplimiento de lo dispuesto, el "1° de junio de 1790 el Procurador de la ciudad, Juan Crisóstomo Pérez negóse a enviar los libros a Carcarañá, desde donde los pedían los Padres Franciscanos, que allí acababan de establecerse en la vieja casona de los 7 jesuitas," la antigua estancia San Miguel, en la cual debieron encontrar 26 obras, entre las que se destacó el Florilogio medicinal en un tomo de pergamino en cuarto que valía 4 reales.8 Tres años después, cuando los Padres Mercedarios se hicieron cargo de la infraestructura jesuítica de la ciudad de Santa Fe de la Vera Cruz, hallaron la biblioteca en el peor de los estados: "... el polvo, la telaraña y la humedad que no escaseaban allí, nos causó horror y apenas manejamos una que otra vejez de esas, mayormente cuando nuestras manos y el pobre traje que vestíamos iba 9 tomando cierto cariz que no era el propio y natural." El 17 de setiembre de 1798, una Real Cédula datada en San Ildefonso, dispuso que los bienes 10 dejados por los jesuitas en su extrañamiento pasaran al patrimonio real. También tuvieron interesantes conjuntos bibliográficos los Conventos de San Francisco - que aún conserva numerosos libros antiguos - y de Santo Domingo -de cuya desarticulada biblioteca sólo queda como muestra una edición de la célebre Guía de pecadores, de Fray Luis de Granada, de 1676.11

La segunda biblioteca pública de la ciudad, 1849 Como ya dejamos establecido, el Gobernador Estanislao López y, en el marco de su gestión educativa, creó el Instituto Literario San Jerónimo de instrucción superior que articularía con la enseñanza elemental del Gimnasio. Años después, su sucesor en el Gobierno de la Provincia, el Dr. Pascual Echagüe, creó, dentro de Instituto y por decreto del 16 de junio de 1849, una Biblioteca Pública y nombró para dirigirla al Dr. José de Amenábar por considerar que "... uno de los medios importantes para proteger el progreso de la instrucción en la juventud es el establecimiento de una biblioteca..."12 Según lo dispuesto por el primer mandatario, el fondo bibliográfico podía ser utilizado por los alumnos del Instituto y se destinaba "... para la ilustración de los ciudadanos todos franqueándose al 13 público... la librería perteneciente al Estado, que se hallaba al servicio de religiosos mercedarios." Se designó como bibliotecario a Marcos Sastre quien había encontrado refugio en Santa Fe escapando de Don Juan Manuel de Rosas a través del Uruguay y Entre Ríos. Además de encargarse de la Biblioteca Pública, el exiliado porteño integró, junto al Ministro de Gobierno Francisco J. Niklison y al Capellán del Gobierno, Pbro. Nicasio Romero, una comisión de censura que debía decidir las dudas que se suscitaban en la pacata sociedad santafesina sobre libros, pinturas y obras de teatro.14 La base de la biblioteca fue la que habían debido abandonar los jesuitas a la hora de su extrañamiento en julio de 1767, administrada, por entonces por la Junta de Temporalidades, de la cual ya hemos mencionado algunas de sus vicisitudes y que ahora podían perder, gracias al Dr. Echagüe, el polvo que los cubría cuando los encontraron los mercedarios. El Auditor de Guerra y Asesor de Gobierno, Dr. Severo González fue el encargado de levantar el inventario de la antigua "librería que perteneció al Colegio de regulares jesuitas y mercedarios".

Tal como esta página de una obra de Erasmo tachada por la censura, habrá sido la tarea llevada a cabo por la comisión de marras?

La tarea que se llevó a cabo en setiembre de 1847 y permitió comprobar que el fondo de seis mil volúmenes con los que, según algunos autores, llegó a contar la Biblioteca, setenta años después de la expulsión de los jesuitas se había reducido a la décima parte y un número considerable de obras estaban destruidas o truncas, al punto que lo que quedaba de una de las bibliotecas más importantes de la colonia cabía en seis estantes arrumbados en una pieza abandonada del Convento de los Mercedarios que incluso hacía un tiempo, se había quedado sin estos frailes porque el último de los que tuvo la orden en Santa Fe, Fray José Plácido Camacho, ya había muerto,15 legando a la vieja biblioteca jesuítica los libros que le habían pertenecido a los mercedarios santafesinos. El inventario levantado por el Dr. González permitió no sólo comprobar la merma que había sufrido la "… librería que perteneció al Colegio de los Regulares Jesuitas y Mercedarios", si no el estado desastroso en que se encontraba, situación que coincidía con lo anotado por los últimos monjes: "El total desquiciamiento y desorden en que se hallaban las obras, su estado ruinoso y de abandono y otras circunstancias notorias de esta librería, demandaron ímprobo trabajo para llegar al punto de poderse presentar un cuadro prolijo de sus autores, materias, idiomas y calidades."16 Según el mismo inventario que obra entre los documentos de la Sección Archivo del Gobierno del 17 Archivo General de la Provincia de Santa Fe , el número de volúmenes era de 693 distribuidos en cuarenta cajones que se colocaron en cuatro estantes; las obras pasaban de 470, de las cuales más de 120 estaban truncas por pérdida de algún tomo. El propio evaluador tradujo los títulos desde el latín y los inventarió en español por autor, sin pie de imprenta ni número de páginas. Incluyó obras en español, portugués, italiano y francés. De la Biblioteca Escrituraria, Canónica, Teológica, Moral y Expositiva se conservaban 16 volúmenes en latín y el Calepino en 8 idiomas. De Fray Eusebio Nieremberg: Diferencia entre lo temporal y lo 18 eterno; Teología moral de Lacroix, el Curso filosófico de Francisco Suárez. La mayoría de las obras descriptas eran de autoría de los escritores de la Compañía de Jesús, teólogos y exegetas, naturalistas y filósofos de primer nivel. Poca lectura para profanos. Los libros de Medicina eran escasos y ya los hemos mencionado; de Derecho se contabilizaron algunos más, tales como 11 tomos in folio de Códigos Civiles y un Compendio de los juicios civiles de autor anónimo; de Matemática se conservaba aún el Tratado de Tangentes, secantes y logaritmos de Antonio Ulac y la Geometría de Juan Pérez Moya. De Historia figuran Guerras de Alejandro de Quinto Curcio; Vida de Claudio y robo de Proserpina, en latín; Antigüedad y grandeza de Madrid de Quintana; una Historia de los Reyes de Aragón de Abarca. Y en el rubro literatura merecen mencionarse: Cartas de Santa Teresa de Jesús; 1 tomo de las Poesías Varias de Virgilio, Autos sacramentales poéticos de Calderón de la Barca y Guía de pecadores de Fray Luis de Granada. Finalmente se registró el Prontuario del Ejército y maniobras de la Infantería, impreso en Buenos 19 Aires y que, según Busaniche, debió haber ingresado a la biblioteca después de la expulsión. A su vez, el Rector del Instituto solicitó al apoderado en Buenos Aires el envío de una remesa de libros que debieron ser destinados, con seguridad, a los estudiantes del Instituto pero debieron poder ser consultados por el público en general y cuyo listado nos da una idea de lo que se consideraba que, por entonces, debía poseer un centro educativo. Así, se remitieron: 40 ejemplares del Arte de Nebrija, primera gramática escrita para la enseñanza del castellano, aún casi latinizada y su Gramática Latina de uso en los preparatorios universitarios. 10 "Calepines" de Sala: pequeña enciclopedia o diccionario de Ambrosio Calepino, publicada en 1502 por el lexicógrafo italiano y un siglo después corregido y aumentado por Sala; era muy utilizado en escuelas de España y América. 12 ejemplares de Quinto Curcio Rufo, historiador latino cuya obra sobre la vida de Alejandro Magno, se utilizaba como texto de historia y de lectura en cursos adelantados. 4 ejemplares del trabajo de Cicerón utilizado para los cursos de retórica y humanidades. 11 "Requejos", o sea la obra de Valeriano Requejo, S.J. que se utilizaba para la enseñanza del latín y el castellano. 14 ejemplares de la obra de Cornelio Nepote, historiador romano del S.I a.C., creador de la fórmula biográfica utilizada para la enseñanza clásica. 2 diccionarios de la Academia Española, de la edición de 1817 con las últimas - para entonces -, reformas ortográficas. 1 Imitación de Cristo de Tomás Kempis ó Thomas von Kempen, texto de religión del místico alemán en boga en los cursos de latinidad y de uso para la meditación y el consejo. 2 diccionarios latinos. Según S. Reinares, esta bibliografía hace suponer un plan de estudios con funcionamiento de cursos menores e intermedios, preparatorios para llegar a la universidad.20 "Ignoramos el tiempo que permaneció abierta esa biblioteca y el fin que tuvieron los libros que la componían. Tal vez desaparecieron con la clausura del Instituto Literario al que estaba incorporada."21 Pero, "Es indudable que la biblioteca tuvo vida efímera, pero no se perdió del todo"22 En 1860, cuando Ernesto Quesada anduvo por Santa Fe de la Vera Cruz tuvo oportunidad de verla y luego escribir con el seudónimo Víctor Gálvez en sus "Memorias de un viejo": "En la Iglesia de la Merced... recorrí el patio de este convento, entonces sin frailes; sus corredores eran muy tristes, bajos, de tejas y las celdas parecían sin luz. Visité la biblioteca, de la que andando el tiempo desaparecieron muchos libros sobre la historia de América..." Entonces, tal vez para que lo que quedaba no desapareciera para siempre, "...el 17 de mayo de 1864, el Gobernador Dr. Nicasio Oroño al crear, por decreto, otra biblioteca pública estableció que 'se compondrá... de los libros que existen el Colegio de la Concepción Inmaculada, que pertenecieron al extinguido Convento de la Compañía y de los que se adquiriesen por donaciones espontáneas...'23 y agregó en el artículo 4° de la norma, que sería dirigida "... por los padres de la Compañía de Jesús"24 completando el fondo bibliográfico con la adquisición, en Buenos Aires, de varias colecciones. Prof. Graciela González Trabajos citados: 1 BUSANICHE, José Carmelo: La primera biblioteca pública, op. cit. 2 A.G.P.: C.S.F. Junta de Temporalidades, f. 365 v.-366. 3 FURLONG, Guillermo: Bibliotecas..., op. cit., p. 65 4 VITTORI, Gustavo José: Libros y bibliotecas de Santa Fe. EN: EL LITORAL. Santa Fe de la Vera Cruz, 15 jun. 1978. p. 13, col. 4. 5 ROVERANO, Andrés A.: Santa Fe de antaño. Santa Fe de la Vera Cruz, Anaquel [1973]. (70 pp.) 6 A.G.P.: C.S.F. Junta de Temporalidades, f. 426 v.-428 7 Id. 8 CERVERA, Federico Guillermo: Historia de la medicina en Santa Fe. Santa Fe, Gobierno de la Provincia, 1973. (386 pp.], p. 350. 9 Id., p. 525 10 A.G.P.: C.S.F.: Junta de Diezmos. f. 81-84 v. 11 VITTORI, Gustavo José: op. cit. 12 SANTA FE DE LA VERA CRUZ, LEYES, DECRETOS, ETC.: REGISTRO OFICIAL DE LA PROVINCIA DE SANTA FE (en adelante R.O.), t. 1. 13 Ibidem 14 POZZO, J. Hiram: Bosquejo histórico de la enseñanza superior en Santa Fe. Santa Fe de la Vera Cruz [U.N.L.] 1940. (118 pp.), p. 34 15 BUSANICHE, José Carmelo: La primera biblioteca... op. cit., p. 96 16 Ibidem 17 A.G.P. Sección ARCHIVO DEL GOBIERNO (en adelante A.del G.), t. 10, 1847-1857, leg. 8, corresp. Nº 7, 1848 18 Ibidem, f. 409 19 Idem. 20 REINARES, Sergio: Santa Fe de la Vera Cruz…. Op. Cit. 21 ZAPATA, Floriano: La ciudad de Santa Fe, sinopsis para la obra del censo. [Santa Fe de la Vera Cruz] [Nueva Época] 1899. (139 pp.] p. 112 22 POZZO, J. Hiram: op. cit. 23 Ibidem, p. 34-35 24 Idem


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