Por otro lado, Diego Angulo vinculó, en los años sesenta de la pasada centuria, un lienzo con las imágenes de San Pedro y San Pablo de la colección de doña Narcisa Sanz con un cuadro del mismo tema que aparecía en el testamento de Murillo; sin embargo, lo consideró más conectado con la escuela de Ribera que con el pintor sevillano. Juan Luís Ravé también atribuye un cuadro de la Asunción, que se encuentra en una colección particular marchenera, a Sebastián Gómez, el mulato, discípulo de Murillo.
La Asunción. Sebastián Gómez. MURILLO EN MARCHENA / 45