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de él. En 1992, abuelo se puso bien malito y lo hospitalizaron nuevamente. Recuerdo que eran las vacaciones de semana santa. Por primera vez en años, abuelita no se había podido quedar con él porque ella también estaba enferma. Mi mamá y mi tía se turnaban el cuidado de abuelo. La situación con abuelo no se veía bien.
Abuela tanto estuvo que convenció a mi mamá para poderlo ver y quedarse con él en el hospital. Ese día, a pesar que mi abuelo no respondía ni hablaba desde hacía 4 años, era como si él supiera que su amada, aquella mujer a la cual había elegido como esposa, había llegado por fin a estar con él. Era como si esperara por ella para poder partir con Dios. Luego de eso abuelo murió. El día que lo enterramos ellos hubieran cumplido 48 años de casados. Mirando la vida de mis abuelos puedo ver la expresión de amor desde sus propias identidades, desde sus particularidades y desde quienes fueron llamados a ser en este mundo por 12
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nuestro Creador. Abuela me cuenta que ella guarda con mucho cariño el único regalo que le hizo mi abuelo un día de las madres. Sin embargo, realmente la muestra más grande de amor de mi abuelo hacia todos nosotros no estaba en el dar regalos, estaba en el proveer. Esto era lo que él había aprendido desde muy pequeño cuando se hizo cargo de su mamá y hermanos. Cuando el proveía, el demostraba su amor hacia su familia. Ese era su mayor regalo para nosotros. Por otro lado, mi abuela todo lo ahorra, siempre ha sido soñadora y emprendedora. Siempre visionaria pendiente a oportunidades que se le presentan para desarrollarse, mejorar y prosperar. Además de enseñarnos el valor de ahorrar y soñar en grande su mayor muestra de amor para abuelo y todos nosotros ha estado en el cuidar. Desde que tengo uso de razón he visto a abuelita sacrificarse y cuidar de la salud de mis bisabuelos, sus hermanas, nosotros y por supuesto de abuelo. ¿Por qué les comparto esto? Porque el amor tiene muchas definiciones, no podemos encajarlo dentro de una serie de
“El amor lo cubre todo, lo cree todo, lo espera todo. El amor nunca muere.” P1 Corintios 13