A celebración de su primer cumpleaños como duquesa de Sussex no pudo ser más especial. El sábado 4 de agosto, el mismo día en el que Meghan Markle cumplía 37 años, se casaba uno de los mejores amigos de Harry. Se trata de Charlie van Straubenzee, a quien el príncipe conoció cuando era niño en el colegio Ludgrove Prep School en Berkshire. La amistad entre ellos hoy en día sigue siendo tan sólida que el novio escogió a Harry como padrino del enlace con su novia, Daisy Jenks.
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La relación entre el príncipe Harry y el novio es tan cercana que fue el padrino de boda.
‘Look’ de boda Por este motivo, Meghan y el hijo menor del príncipe Carlos llegaron por separado a la boda, que tuvo lugar en la iglesia St. Mary the Virgin, de la localidad de Frensham, en el condado de Surrey. La duquesa de Sussex fue la primera en llegar al templo y mientras esperaba que su marido hiciera su entrada acompañando al novio, conversó animadamente con los allí presentes.
Los grandes ausentes fueron los duques de Cambridge, íntimos de la familia del novio
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Meghan eligió para la ocasión un elegante vestido de la firma Club Monaco, cuyo precio ronda los 400 euros, compuesto por una falda midi plisada franjas en cuatro tonos, adornada con un cinturón. Su look se completaba con un clutch de la firma Kayu y zapatos de Aquazzura a juego. Pero los duques de Sussex no fueron los únicos miembros de la familia real británica invitados al enlace. También estuvieron presentes Eugenia de York (27) y
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