MENSAJE DEL PRESIDENTE
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aludos Hermanas y Hermanos. Me honra dirigirme a ustedes como trigésimo presidente del Sindicato Internacional de Albañiles y Artesanos Aliados (BAC). Mi obligación así como la obligación de mis colegas en la Junta Ejecutiva de promover nuestro Sindicato, nuestra artesanía y nuestra industria es considerable, y la aceptamos con entusiasmo. El BAC se fundó hace más de 150 años para promover el sustento, la salud, el bienestar y la seguridad de los artesanos de la albañilería y sus familias. Y aunque nuestro Sindicato ha logrado mucho a lo largo de los años, estas metas siguen siendo tan centrales para nuestra misión hoy en día como lo fueron en aquel entonces. Nuestro Sindicato sigue dedicado a la propuesta de que es solamente cuando los artesanos de nuestros oficios se organizan con el propósito explícito de obtener beneficios, ayuda y protección mutuos que podemos lograr tales objetivos. De hecho, durante la actual pandemia del COVID-19, la solidaridad de los trabajadores es más importante que nunca. La convicción de que cada trabajador tiene el derecho de regresar sano a casa desde el lugar de trabajo ha sido un principio rector para el BAC desde nuestra fundación. Sin embargo, uno de los desafíos centrales que enfrentan los trabajadores de la construcción y sus familias durante la pandemia actual
es equilibrar su sustento con los desafíos de salud que plantea el virus. Al carecer de una guía o dirección clara de OSHA u otros recursos federales, el BAC, en coordinación con el consejo Nacional de Oficios de la Construcción (National Building Tardes) y el Centro de Investigación y Capacitación en Construcción (Center for Construction Research & Training), ha desarrollado un estándar nacional para las prácticas de control de la exposición a enfermedades infecciosas para las obras de construcción. Este marco para el control de la exposición (véase la página 3) describe los elementos de planificación e implementación junto con estándares mínimos sólidos para las obras de construcción. De hecho, en muchos lugares de América del Norte, nuestros sindicatos locales, contratistas y propietarios de proyectos ya han implementado muchas de estas prácticas de control de la exposición (véase las páginas 13-14). En lugar de esperar la acción de los líderes federales que tardan en responder a esta crisis, el BAC está elevando el listón para todos los trabajadores de la construcción. La respuesta del BAC a esta crisis no se limita al lugar de trabajo. En las páginas de este Journal encontrará numerosos ejemplos de sindicatos locales del BAC en América del Norte que responden a sus comunidades en este momento
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de necesidad. Ya sea con la donación de equipo de protección personal (EPP) a los trabajadores de la salud en la primera línea de lucha contra la pandemia, o el apoyo al personal de servicios de emergencia en su comunidad, o asegurando que los proyectos vitales de infraestructura de edificios continúen durante esta crisis, los miembros del BAC están allí para hacer frente a la necesidad (véase la página 18). Es la dedicación de los miembros del BAC a su oficio, a sus comunidades y a sus compañeros sindicales lo que ha caracterizado nuestra membresía a lo largo de los años. Estos valores centrales siguen siendo la fortaleza de nuestro sindicato, tanto en la mesa de negociación como en la esfera pública. Porque donde los sindicatos están más firmemente organizados es donde los derechos de los trabajadores son más respetados. La pandemia del COVID-19 es una crisis de proporciones históricas que amenaza con desafiar los derechos de los trabajadores en todo el mundo. Si bien la trayectoria y el horizonte de tiempo de esta pandemia siguen siendo inciertos, el BAC se mantiene firme en su compromiso de luchar en todos los niveles de nuestro Sindicato para garantizar que los artesanos del BAC, sus familias y sus comunidades emerjan en un camino seguro y próspero. //