reconocimiento a todas las abuelas, esposas y madres, valoremos ese papel tan importante que desempeñan. Comienza ya nuestra particular carrera. El primer toque de la campana marca a los más de treinta estantes del nuevo trono, el sonido que tanto han esperado durante todo el año. Como portador y después cabo de andas, experimentas sensaciones distintas, difíciles de describir.
intentado, ni por la torpeza de no encontrar las palabras adecuadas, sino porque aún no existen en nuestra rica lengua, nada con que describir ese sentimiento. Una emoción aumentada cuando observas el rostro de los portadores, que reciben con gusto su labor, al fijarte en las filas de penitentes que nos acompañan, en nuestros mayordomos, cuando ves a nuestro pelotón infantil, nuestras semillas para el futuro, unidos por la compañía del nazareno. Es para mí un orgullo, que mis compañeros de Junta Directiva, confiasen en mi para ocupar desde el año 2011, el cargo de Hermano Mayor, relevando a mi buen amigo Fernando Pinar Bermúdez, que tanto me ha ayudado. Un fraternal grupo, que realiza un esfuerzo continuado durante el año entero. Hablo de vosotras, Puri y Vicenta Gambín, Trini Pastor, María Segura y hablo de vosotros, Onofre Segura, Ángel Almela, Joaquín Bravo Mirete, Tomas Cavas, Francisco Javier Fernández Vélez, Juan José Asís y Pepe Dolera, es también gracias a vosotros amigos, por lo que estoy hoy aquí. Es admirable vuestra dedicación y trabajo incansable, fruto del fervor que profesáis, fomentando la devoción a Nuestro Padre Jesús. Auténticos sentimientos cofrades de mis compañeros, que os invito a vivirlos en primera persona, a experimentarlos en algún momento de la vida. Sed participes de nuestras procesiones. Ya se aleja Jesús con su pesada Cruz y su discípulo más amado, le sigue fiel, no lo abandona. IV Estación: El encuentro con la Virgen. Encuentro que también fue con San Juan, no se separará de ella en todo el trayecto. El único apóstol presente al pié de la cruz. No tuvo miedo como el resto, la juventud no conoce el miedo. Juventud que ha caracterizado siempre a la Cofradía de San Juan. Nacida en 1954, tiene la fortuna de poseer una de las tallas escultóricas más impresionantes que tenemos, realizada nuevamente por Bernabé Gil Riquelme. Una dulce y lampiña expresión, que refleja su temprana edad.
Inicia su andadura el nazareno por la Vía Dolorosa. Sale impecablemente ataviado por su camarera, María José Martínez Vicente. Su postura, su pie ligeramente levantado, crea una ilusión óptica haciendo que ese caminar, parezca real, acompasado por el movimiento de su túnica morada. Cuanta belleza derrocha ¿cómo describir este momento? Perdonadme, por no poder transmitir las sensaciones que vive un cofrade de Nuestro Padre Jesús cuando comienza la carrera y no es por no haberlo
Hermandad comprometida al máximo desde siempre. Una gran familia que desde su fundación, ha unido a muchos alguaceños en torno a la figura del apóstol. Desde niño, he sentido un especial encanto hacia vosotros sanjuanistas, ya que cuando mi altura no reunía los mínimos para llegar siquiera a rozar el anda, tenía la ilusión de cuando creciese, poder seguir la senda de los jóvenes alguaceños llevando a hombros su imponente trono pero, el destino me llevó por otros derroteros. Enhorabuena por el gran trabajo que hacéis, felicitar a su