Kardec, allan el libro de los espiritus

Page 67

«La visita a la tumba es un modo de manifestar que se piensa en el espíritu ausente; es una imagen. Ya os he dicho que lo que santifica el recuerdo es la oración, y si ésta se hace de corazón, poco importa el lugar». 324. Los espíritus de las personas a quienes se erigen estatuas o monumentos, ¿asisten a la inauguración y las miran con satisfacción? «Muchos, cuando pueden, acuden; pero son menos sensibles al honor que al recuerdo que se les tributa». 325. ¿De dónde puede proceder el deseo de ciertas personas, que quieren que se las entierre más bien en un lugar que en otro? ¿Acuden a él de mejor grado después de la muerte, y esta importancia atribuida a una cosa material, es señal de inferioridad del espíritu? «Afecto del espíritu por ciertos lugares; inferioridad moral. ¿Qué importa este o aquel rincón de tierra al espíritu elevado? ¿No sabe que su alma se unirá a los que ama, aunque fuesen desparramados sus huesos?» -La reunión de los restos mortales de todos los miembros de una misma familia, ¿debe considerarse como cosa fútil? «No; es un uso piadoso y un testimonio de simpatía hacia aquellos a quienes se ha amado, y si semejante reunión importa poco a los espíritus, es útil a los hombres, pues los recuerdos están más acumulados». 326. Al regresar de la vida espiritual. ¿es sensible el alma a los honores hechos a sus restos mortales? «Cuando el espíritu ha llegado ya a cierto grado de perfección no tiene vanidad terrestre, y comprende la futileza de todas esas cosas; pero ten entendido que con frecuencia hay espíritus que, en el primer momento de su muerte material, experimentan sumo placer con los honores que se les tributan, o enojo por el descuido de su envoltura; porque conservan aún algunas de las preocupaciones de la tierra». 327. ¿Asiste el espíritu a su entierro? «Con mucha frecuencia; pero a veces no se da cuenta de lo que ocurre, si se encuentra aún en la turbación». -¿Se envanece de los asistentes a su entierro? «Más o menos según el sentimiento con que concurren aquellos». 328. El espíritu del que acaba de morir, ¿asiste a las reuniones de sus herederos? «Casi siempre. Dios lo quiere por su propia instrucción y castigo de los culpables, pues entonces juzga lo que valen sus protestas. Para él todos los sentimientos están patentes, y el desengaño que experimentan, viendo la rapacidad de los que se reparten sus ahorros, le ilustra sobre los sentimientos de éstos; pero ya les llegará su hora». 329. El respeto instintivo que en todos tiempos y pueblos siente el hombre por los muertos, ¿es efecto de la intuición que de la vida futura tiene? «Es su consecuencia natural, pues a no ser así, ese respeto carecerá de objeto». CAPÍTULO VII REGRESO A LA VIDA CORPORAL Preludios del regreso. - Unión del alma y del cuerpo. Aborto. - Facultades morales e intelectuales del hombre. - Influencia del organismo. - Idiotismo, locura. - De la nfancia. - Simpatías y antipatías terrestres. - Olvido del pasado PRELUDIOS DEL REGRESO 330. ¿Los espíritus conocen la época en que se reencarnarán? «La presienten, como el ciego siente el fuego a que se aproxima. Saben que han de volver a tomar cuerpo, como sabéis vosotros que habéis de morir un día, sin saber cuándo sucederá». (166) -¿Es, pues, la reencarnación una necesidad de la vida espiritista, como la muerte lo es de la vida corporal? «Justamente es así». 331. ¿Todos los espíritus se ocupan de su reencarnación? «Los hay que ni siquiera piensan en ella, ni la comprenden, lo que depende de su naturaleza más o menos adelantada. Para algunos es un castigo la incertidumbre en que están de su porvenir». 332. ¿Puede el espíritu apresurar o retardar el momento de su encarnación? «Puede apresurarlo, solicitándolo con sus oraciones y puede también retardarlo, si retrocede ante la prueba; porque entre los espíritus los hay cobardes e indiferentes; pero no lo hace impunemente, pues sufre en consecuencia, como el que retrocede ante un remedio saludable que puede curarle». 333. Si un espíritu se considerase bastante feliz en una condición mediana entre los espíritus errantes, y si no ambicionase elevarse más, ¿podría prolongar indefinidamente semejante estado? «Indefinidamente no, pues el progreso es una necesidad que tarde o temprano experimenta el espíritu. Todos deben ascender; este es su destino». 334. La unión del alma a tal o cual cuerpo, ¿está predestinada, o sólo en el último instante se hace la elección? «El espíritu está destinado con antelación. Escogiendo la prueba que quiere sufrir, el espíritu solicita encarnarse, y Dios, que lo sabe y ve todo, ha sabido anticipadamente que tal alma se unirá a tal cuerpo». 335. ¿Tiene el espíritu la elección del cuerpo en que ha de entrar, o solamente la del género de vida que le ha de servir de prueba?

67


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.