Son cada vez más frecuentss los hábitats a l aire l i br e , como por e jempl o , el "Cerro de San José" (Alcalá la Rs a l ) , "Torrs de la ngo Andr é s " (J,loclín), "Los Ar s na l e s " y " Si er r a Mar t i l l a " (Lo j a). Al guna s de estas cuevas , a su vez, fueron utilizadas para ent erramientos, como sucedi6 en el "Cerro del Ca s t el 16n " ( Campot éjar ) . ot r a s , como sspulcros, como la "Cueva del Frage " (I znalloz) . Los m,2 numentos funerarios megalíticos son frecue ntes especialme nte s n l a regi6n granadina, . como en la necr6polis de Mont e f r í o .
~- Kl ",y /
En la pr ovincia de J aén sste t i po de ent errami entos apare cen ai s ladamen t e y no forman gran de s con juntos, como por e j empl o lo s de Al calá. la Real y Cerr o Velsta. Enterrami ento en cueva natura l ,
p osib l~
ment e Eneolítico, podría ser la de "Torre del campo", de la que pr ocede el célebrs ídolo del mismo nombre. El Argar, en esta r egi6n, se conoce de una forma aculturiza da y que, en sus comienzos o "Fase A", es de sconocida ( comienz os del I I a .C. mileni o y 1650 apr ox . ) , con cuevas artificiales o con pobl a ciones campaniformes t ardías. A una " Fase B" pueden per t ene cer las s epul t ura s i ndiv i duales en cuevas o recovecos ds Cast illo de Locubín y 18. ci s t a de "Villa-Lobos", en Alcalá l a Real. Resumiendo · lo ant er i or podemos inferir que en el Subbé t i c o Central hubo un asentamiento de poblaciones desde t iempos paleolíticos
9