Me parece que van a acabar teniendo razón 18 septiembre 2006
Yo, que tengo la tendencia a irme a algún extremo, procuro y me esfuerzo por ser lo más ecuánime posible en mis opiniones. Muchas veces, el hecho de que algo se sitúe en el extremo ya lo hace sospechoso de exageración. Hasta hace nada pensaba que Oriana Fallaci, entre la edad, el desengaño y la enfermedad se había radicalizado sin razón. Hasta hace nada pensaba que mi amigo Oren, entre la amenaza continua, su condición de militar y de judío, también se estaba radicalizando sin razón. Cada vez más me parece que ambos tienen razón. Estamos desarmados moralmente, víctimas de un complejo de viejos colonialistas; sigamos así. A nuestros futuros verdugos les encanta. Es como darle todo lo que pida a un niño para que se porte bien. Cada vez se porta peor. Y no son niños.
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