DIBUJO

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DIBUJO & CREACIÓN PLÁSTICA Hugo & Alejandro Viana


-I“...ni un solo día sin una línea...” Apeles de Colofón - II “...por esto es todavía más conveniente que prestes atención a estos cuerpos que se ven agitarse en los rayos del sol, porque tales agitaciones revelan que hay ocultos también en la materia movimientos secretos e invisibles...” Lucrecio

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En el proceso de desciframiento del dibujo como un lenguaje plástico particular, no es posible desligarlo de la tan aclamada formación académica, con todo su engranaje metodológico-sistemático, para comprender desde una óptica físicomecánica, es decir, desde los preceptos netamente racionalistas, la configuración de las dimensiones espaciales a partir del sistema diédrico, con la geometría y el dibujo descriptivo. Aquella herencia netamente clasicista, que tiene no sólo los orígenes en el remoto confín del pensamiento helénico de físicos, presocráticos, sofistas, estoicos y pitagóricos, todos ellos fundamentados en una visión del mundo basada en la naturaleza, la medida y el número como conocimiento racional, que pone en evidencia la construcción de un orden y una proporción en torno a “figuras ideales”, planteadas entre otros más por Heráclito y Aristoxeno, tal como el Canon de Policleto, de marcada influencia pitagórica, además de figuras inigualables como las del sabio Ctesibio, inventor y matemático de la Alejandría ptolemaica, heredero del mítico Dédalo, padre del artilugio. Y posteriormente, bajo la figura de Vitrubio, tratadista del siglo I a.C., maestro albañil y arquitecto de Julio Cesar, quién logró inspirarse en los estudios y los conocimientos de aquellos sabios de la antigüedad para estructurar su grandiosa obra intitulada De Architectura, ofreciendo una visión antropométrica de la realidad física y del cosmos, ya replicada bajo las portentosas mentalidades del renacimiento italiano con Filippo Brunelleschi, Leon Battista Alberti, Lorenzo Ghiberti, Donatello y Masaccio. Este legado, producto del conocimiento de la antigua civilización occidental, en su gran mayoría perdido, censurado u olvidado y que alcanza grado sumo con la genialidad de Leonardo da Vinci y Michelangelo Buonarroti, desde el albor del renacimiento europeo, ofrece y deja entrever, en nuestra mentalidad amodorrada, la configuración de una forma de concebir y ver “el mundo”.

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Este renacimiento, desde una óptica de la razón, abrió las puertas a una concepción de la naturaleza un poco más humana y menos divinizada, dejando atrás el pensamiento patrístico y escolástico, para adentrarse en el estudio natural según el método científico abonado por René Descartes y Nicolás Copérnico. Una concepción o una cosmovisión anticipada de las formas ideales, mecanicistas y autonomistas. Sin embargo, tras siglos de tradición, bajo los preceptos de la teoría de la representación y de la construcción lógico-sistemática de la realidad, se visionó de nuevo otra manera de concebir el universo a escala humana, fuera de los actualmente conocidos “modelos académicos”, difundidos desde el siglo XVII en tratados y manuales técnicos, fundamentales en la instrucción artística imperante. Dicho sisma pudo ver la luz en un siglo no muy estable, cambiante, visionario y completamente caótico, donde nació una verdadera modernidad, proyectada por todas direcciones, trascendiendo su momento histórico a la mayor empresa de la destrucción en nuestras sociedades contemporáneas. La aprehensión del mundo que dejó de ser regida por unos cánones establecidos y jerarquizados, emprendió una nueva manera de análisis más autonomista y experimental, sin esa metafórica idea de avistamiento de lo real a partir del modelo de la naturaleza y el canon ideal, acotado por la perspectiva lineal desde un “punto de fuga”, sino todo lo contrario, una verdadera “línea de fuga”, entrelazada en multiplicidades, en dimensionalidades y en temporalidades. Aquella máxima del pensamiento ilustrado, así deja de lado la concepción restringida de las formas del mundo, de la manera de ver, para devenir en un horizonte inconcebible, ilimitado e inexplorado. Allí es que verdaderamente y fuera de una filosofía de la historia, ha muerto el arte como “modelo regulatorio y unidireccional”, según el anteriormente citado “episteme”, expandiéndose por el nuevo panorama multidireccional de “las formas humanamente posibles e ideales del mundo”.

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Así el arte, sucesor del humanismo y la ilustración, empieza nuevamente a transitar otros caminos, que para muchos de los artistas contemporáneos, van en busca no sólo de una visión fuera de las artes y las tecnologías de la visión, sino que van más allá de nuestra historia, y en este caso, al encuentro de nuestros arcaísmos, de nuestras interioridades, según las mismas figuras enigmáticas exploradas y catalogadas por Carl Gustav Jung como “arquetípicas”, siendo estas mismas, nuestras imágenes colectivas más arcaicas, cargadas de un sentido y un poder psicológico profundo, y por las cuales, socavamos la propia idea y condición de seres humanos. Esa es una ruta que hemos asumido, a partir de una lectura contemporánea, de lo que puede ser el conjugar el dibujo como una herramienta fundamental del “pensamiento plástico”, en la medida en que al dibujar se puede excavar, y a la vez, concebir posibles dimensiones en un dibujo, propiamente. Tal es la premisa que hemos tratado de seguir conscientes, en la concepción de un dibujo que no pierda ese sentido de autonomía y de propiedad intelectual, de creación y de plástica, aunada a muchos autores, sin deprimirse en un modelo restringido, reconstruido, amañado, impropio e inusual a la propia naturaleza, en donde habita un orden desconocido en su mayor extensión y siempre predomina la variedad, la unicidad y multiplicidad, indeterminada hasta el momento. Una forma expandida del dibujar, es la que nos ofrece la posibilidad de plantearnos diversas dimensiones plásticas en el dibujo, partiendo de la mente activa y su acción recreadora, soportada por su propio cuerpo sensitivo y emotivo en continua percepción y correlación quinésica y cenestésica con el mundo fenomenológico, y que a la par, pueda configurarse en un soporte o en múltiples soportes, y en ninguno, porque también eso es dibujar. El dibujo en este caso, se dibuja y desdibuja, se traza, gesta, piensa y articula a nuevas arquitecturas, que ahora mismo, tienen su propia ecología.

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Según lo expuesto anteriormente, podemos aseverar que los artistas dejamos de dibujar una vez ingresamos a la formación e instrucción academicista, tras el advenimiento y adopción de un régimen escópico instaurado a partir de los preceptos teóricos de la representación y abstracción geométrica, pero al salir de ella, logramos continuar nuestra andadura por la subversiva dimensión del dibujo de autor, por el cual, resurge como ave fénix el dibujo propiamente. Lo que aporta la academia es simplemente un dibujar conforme a un “estilo instrumental” o un “modelo instaurado de verdad”, aun cuando el “dibujar” sea en su extensión misma “acción indeterminada”. Al visualizar en una línea de tiempo este maravilloso e ilimitado proceso del dibujo, a través de sus más remotos indicios antropológicos y culturales, desde los estratos de las sociedades paleolíticas hasta alcanzar los de nuestra época contemporánea, el dibujo y su acción misma del dibujar, emerge como una manifestación plástica verdaderamente abierta y no cerrada, tanto así, como la más arcaica y la más postmoderna de todas las estructuras gráficas existentes. El dibujo, evidencia entonces, poco menos una “técnica” y más una “tecnología”, por cuanto el dibujar trasciende su propia materialidad. El dibujo es indicio y existencia reflejada de nuestra humanidad, como una proyección a “contra luz” del ser humano y su propia sombra, al igual que la luz es medida de todas las cosas, en la vastitud del espacio y la inmensidad del tiempo. Por esto, decimos que el dibujo es a la luz como su imagen analógica lo es de su imagen digital. Por tanto, esta manifestación del dibujo, como creación plástica, continúa siendo táctil.

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HUGO VIANA Dibujos


- Los Rastros -

El trazo se quiere menos figura y más gesto, sin embargo la figura surge tenuemente, pero surge, como fantasma del viaje emprendido, como rastro de las geografías recorridas, de tal manera que representación y acto de representar se encuentran en un duelo franco, ¿a favor de quién se resolverá el disparo final?, ¿habrá acaso tal disparo?. Los fantasmas de Hugo, sus modos de apantallarse, guardan similitud con los seres de las zoologías fantásticas, de las “naturales” incluso; especies de dinosaurios metafísicos, metafóricos también, se encuentran, a veces, cruzando como humo las columnas de un remoto país que podríamos nombrar Dáctilus, región de dedos erguidos, arquitectura dactilar entre la cual escabullirse. “Mis dibujos son un trasegar en la búsqueda del ser, en su depuración”, dice Hugo sobre su propia obra. El cuello largo y suelto de sus fantasmas en la actitud del mirar, del pasar, del autopasarse y en el fondo paisajes orgánicos, vegetales, o de espuma, bocanadas de materia que se saben en tránsito, ellas mismas transitadas. Paisajes en fuga, estados del ser y del estar de los fantasmas que se encuentran en el paso vertiginoso, en la actitud de viaje. Fondo y figura, ser y espacio, se hallan de tal modo que tienden a disolverse, a identificarse en una textura continua, en un mismo plano y condición. Los viajes se emprenden por el propósito de fusión entre viajante y ámbito de viaje y el ámbito de viaje es, sin embargo, el resultante de la intervención y disposición del viajante. En la jerarquía de lo alto o “al final” de una obra encontramos la espiral, posibilidad para Hugo de habitar tiempos circulares, en eterno retorno, posibilidad de la disolución de la marcha, en el descubrimiento de que la propia, es la eterna y continua fluctuación de las cosas, dentro y fuera de sí mismas. El resto, soltura hacia el gesto, hacia la ruptura de los límites entre representación y quien representa, entre dibujante, mano, lápiz y soporte.

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Dibujo 1. Grafito / Papel - 27,5 x 21,5 cm. 10


Dibujo 2. Grafito / Papel - 27,5 x 21,5 cm. 11


Dibujo 3. Grafito / Papel - 27,5 x 21,5 cm. 12


Dibujo 4. Tinta / Papel - 20 x 15 cm. 13


Dibujo 5. Tinta / Papel - 20 x 17 cm. 14


Dibujo 6. Tinta / Papel - 25 x 20 cm. 15


Dibujo 7. Grafito / Papel - 27,5 x 21,5 cm. 16


Dibujo 8. Grafito / Papel - 27,5 x 21,5 cm. 17


Dibujo 9. Grafito / Papel - 27,5 x 21,5 cm. 18


Dibujo 10. Grafito / Papel - 27,5 x 21,5 cm. 19


Dibujo 11. Grafito / Papel - 27,5 x 21,5 cm. 20


Dibujo 12. Grafito / Papel - 27,5 x 21,5 cm. 21


Dibujo 13. Grafito / Papel - Variable Dimensions. 22


Dibujo 14. Grafito / Papel - 21,5 x 17 cm. 23


Dibujo 15. Grafito / Papel - 21,5 x 17 cm. 24


Dibujo 16. Grafito / Papel - 21,5 x 17 cm. 25


Dibujo 17. Grafito / Papel - 21,5 x 17 cm. 26


Dibujo 18. Grafito / Papel - 21,5 x 17 cm. 27


Dibujo 19. Grafito / Papel - 21,5 x 17 cm. 28


Dibujo 20. Grafito / Papel - 21,5 x 17 cm. 29


Dibujo 21. Grafito / Papel - 21,5 x 17 cm. 30


Dibujo 22. Grafito / Papel - 21,5 x 17 cm. 31


Dibujo 23. Tinta / Papel - 51 x 33 cm. 32


Dibujo 24. Tinta / Papel - 35 x 25 cm. 33


Dibujo 25. Tinta / Papel - 35 x 25 cm. 34


Dibujo 26. Tinta / Papel - 25 x 35 cm. 35


Dibujo 27. Tinta / Papel - 25 x 35 cm. 36


Dibujo 28. Tinta / Papel - 25 x 35 cm. 37


Dibujo 29. Tinta / Papel - 25 x 35 cm. 38


Dibujo 30. Tinta / Papel - 25 x 35 cm. 39


Dibujo 31. Tinta / Papel - 25 x 35 cm. 40


Dibujo 32. Tinta / Papel - 25 x 15,5 cm. 41


Dibujo 33. Tinta / Papel - 25 x 15,5 cm. 42


Dibujo 34. Tinta / Papel - 21 x 13 cm. 43


Dibujo 35. Tinta / Papel - 21 x 13 cm. 44


Dibujo 36. Tinta / Papel - 21 x 13 cm. 45


Dibujo 37. Tinta / Papel - 21 x 13 cm. 46


Dibujo 38. Tinta / Papel - 21 x 12 cm. 47


Dibujo 39. Tinta / Papel - 21 x 11,5 cm. 48


Dibujo 40. Tinta / Papel - 21 x 11 cm. 49


Dibujo 41. Tinta / Papel - 21 x 11 cm. 50


Dibujo 42. Tinta / Papel - 21 x 11 cm. 51


Dibujo 43. Tinta / Papel - 21 x 11,5 cm. 52


Dibujo 44. Tinta / Papel - 21 x 10 cm. 53


Dibujo 45. Tinta / Papel - 21 x 10 cm. 54


Dibujo 46. Tinta / Papel - 21 x 13,5 cm. 55


Dibujo 47. Tinta / Papel - 21 x 13 cm. 56


Dibujo 48. Tinta / Papel - 21 x 17,5 cm. 57


Dibujo 49. Tinta / Papel - 21 x 18 cm. 58


Dibujo 50. Tinta / Papel - 21 x 16,5 cm. 59


Dibujo 51. Tinta / Papel - 27,5 x 21 cm. 60


Dibujo 52. Tinta / Papel - 27,5 x 21 cm. 61


Dibujo 53. Tinta / Papel - 27,5 x 21 cm. 62


Dibujo 54. Tinta / Papel - 27,5 x 21 cm. 63


Dibujo 55. Tinta / Papel - 27,5 x 21 cm. 64


Dibujo 56. Tinta / Papel - 27,5 x 21 cm. 65


Dibujo 57. Tinta / Papel - 27,5 x 21 cm. 66


Dibujo 58. Tinta / Papel - 61 x 42 cm. 67


Dibujo 59. Tinta / Papel - 51,5 x 33,5 cm. 68


Dibujo 60. Tinta / Papel - 51,5 x 36 cm. 69


Dibujo 61. Tinta / Papel - 41,5 x 34,5 cm. 70


Dibujo 62. Tinta / Papel - 51,5 x 35 cm. 71


Dibujo 63. Tinta / Papel - 61 x 43 cm. 72


Dibujo 64. Tinta / Papel - 61 x 43 cm. 73


Dibujo 65. Tinta / Papel - 61 x 43 cm. 74


Dibujo 66. Tinta / Papel - 61 x 43 cm. 75


Dibujo 67. Tinta / Papel - 28 x 22 cm. 76


Dibujo 68. Tinta / Papel - 28 x 22 cm. 77


Dibujo 69. Tinta / Papel - 28 x 22 cm. 78


Dibujo 70. Tinta / Papel - 28 x 22 cm. 79


Dibujo 71. Tinta / Papel - 28 x 22 cm. 80


Dibujo 72. Tinta / Papel - 28 x 22 cm. 81


Dibujo 73. Tinta / Papel - 28 x 22 cm. 82


Dibujo 74. Tinta / Papel - 28 x 22 cm. 83


Dibujo 75. Tinta / Papel - 28 x 22 cm. 84


Dibujo 76. Tinta / Papel - 28 x 22 cm. 85


Dibujo 77. Tinta / Papel - 28 x 22 cm. 86


Dibujo 78. Tinta / Papel - 28 x 22 cm. 87


Dibujo 79. Tinta / Papel - 28 x 22 cm. 88


Dibujo 80. Tinta / Papel - 28 x 22 cm. 89


Dibujo 81. Tinta / Papel - 28 x 22 cm. 90


Dibujo 82. Tinta / Papel - 28 x 22 cm. 91


Dibujo 83. Tinta / Papel - 28 x 22 cm. 92


Dibujo 84. Tinta / Papel - 28 x 22 cm. 93


Dibujo 85. Tinta / Papel - 28 x 22 cm. 94


Dibujo 86. Tinta / Papel - 28 x 22 cm. 95


Dibujo 87. Tinta / Papel - 28 x 22 cm. 96


Dibujo 88. Tinta / Papel - 28 x 22 cm. 97


Dibujo 89. Tinta / Papel - 28 x 22 cm. 98


Dibujo 90. Tinta / Papel - 28 x 22 cm. 99


Dibujo 91. Tinta / Papel - 28 x 22 cm. 100


Dibujo 92. Tinta / Papel - 28 x 22 cm. 101


Dibujo 93. Tinta / Papel - 28 x 22 cm. 102


Dibujo 94. Tinta / Papel - 28 x 22 cm. 103


Dibujo 95. Tinta / Papel - 28 x 22 cm. 104


Dibujo 96. Tinta / Papel - 28 x 22 cm. 105


Dibujo 97. Tinta / Papel - 28 x 22 cm. 106


Dibujo 98. Tinta / Papel - 28 x 22 cm. 107


Dibujo 99. Tinta / Papel - 36 x 25 cm. 108


Dibujo 100. Tinta / Papel - 36 x 25 cm. 109


Dibujo 101. Tinta / Papel - 43 x 23,5 cm. 110


Dibujo 102. Tinta / Papel - 43 x 23,5 cm. 111


Dibujo 103. Tinta / Papel - 43 x 17 cm. 112


Dibujo 104. Tinta / Papel - 50,5 x 16,5 cm. 113


ALEJANDRO VIANA Dibujos


- El Taller Ficcionado A la silla, al perro, a una especie de alter ego a la vez que genérico de la figura del artista y al taller, debe Alejandro el desarrollo de su serie de dibujos. La silla presentada como excusa para que en el espacio sucedan cosas, como principio de ubicación, como eje de referencia para que cualquier monotonía espacial se convierta en la fluctuación del tiempo vivido, en acontecimiento. Ante la permanencia de la silla, la mutabilidad del entorno. Los dibujos de Alejandro se resuelven, más que en el campo de la innovación formal, desde el desarrollo de los temas, en el juego de los motivos, de símbolos que aluden a una especie de presente mitológico donde el artista (objeto de representación) o aquel alter ego del que hablábamos, debe arreglárselas en el taller con gárgolas, esfinges y otros seres teratológicos que le acosan o le asisten en las jornadas de realización del deseo o de la desesperación. El taller se hace así dibujo dentro del dibujo. El artista en los dibujos de Alejandro, es una figura que apresa sus objetos, primero desde la representación, desde la captación que en la intimidad de la mano y el lápiz se apropian de su objeto, para que luego el taller se convierta en teatro de realizaciones; la modelo, la musa, la idealización, se convierte en amante, luego de ser apresada desde el soporte. El motivo de la representación (dentro de la representación claro está), el sueño o la pesadilla, pasan al ámbito de realización del taller. Dibujo autorreferencial que toma por motivo al artista y su entorno, pero sobre todo, figuración simbólica, donde nada es lo que parece o en otros términos, nada aparece como es. Hemos dejado para el final la figura enigmática y omnipresente del perro, éste hace en las obras una aparición reiterativa que acosa la interpretación. Por lo general apacible, resultaría ser algún can escapado de la rabiosa jauría de tíndalos, apostada habitualmente en los portales del infierno, que guardia ahora los umbrales de la ficción entreabiertos en el estudio del artista.

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Dibujo 1. Carboncillo / Papel - 50,5 x 33,5 cm. 116


Dibujo 2. Carboncillo / Papel - 50,5 x 33,5 cm. 117


Dibujo 3. Carboncillo / Papel - 50,5 x 33,5 cm. 118


Dibujo 4. Carboncillo / Papel - 50,5 x 33,5 cm. 119


Dibujo 5. Carboncillo / Papel - 50,5 x 33,5 cm. 120


Dibujo 6. Carboncillo / Papel - 50,5 x 33,5 cm. 121


Dibujo 7. Carboncillo / Papel - 50,5 x 33,5 cm. 122


Dibujo 8. Carboncillo / Papel - 50,5 x 33,5 cm. 123


Dibujo 9. Carboncillo / Papel - 50,5 x 33,5 cm. 124


Dibujo 10. Carboncillo / Papel - 50,5 x 33,5 cm. 125


Dibujo 11. Carboncillo / Papel - 50,5 x 33,5 cm. 126


Dibujo 12. Carboncillo / Papel - 50,5 x 33,5 cm. 127


Dibujo 13. Carboncillo / Papel - 50,5 x 33,5 cm. 128


Dibujo 14. Carboncillo / Papel - 50,5 x 33,5 cm. 129


Dibujo 15. Carboncillo / Papel - 50,5 x 33,5 cm. 130


Dibujo 16. Carboncillo / Papel - 50,5 x 33,5 cm. 131


Dibujo 17. Carboncillo / Papel - 50,5 x 33,5 cm. 132


Dibujo 18. Carboncillo / Papel - 50,5 x 33,5 cm. 133


Dibujo 19. Carboncillo / Papel - 50,5 x 33,5 cm. 134


Dibujo 20. Carboncillo / Papel - 50,5 x 33,5 cm. 135


Dibujo 21. Carboncillo / Papel - 50,5 x 33,5 cm. 136


Dibujo 22. Carboncillo / Papel - 50,5 x 33,5 cm. 137


Dibujo 23. Carboncillo / Papel - 50,5 x 33,5 cm. 138


Dibujo 24. Carboncillo / Papel - 50,5 x 33,5 cm. 139


Dibujo 25. Carboncillo / Papel - 50,5 x 33,5 cm. 140


Dibujo 26. Carboncillo / Papel - 50,5 x 33,5 cm. 141


Dibujo 27. Carboncillo / Papel - 50,5 x 33,5 cm. 142


Dibujo 28. Carboncillo / Papel - 50,5 x 33,5 cm. 143


Dibujo 29. Carboncillo / Papel - 50,5 x 33,5 cm. 144


Dibujo 30. Carboncillo / Papel - 50,5 x 33,5 cm. 145


Dibujo 31. Carboncillo / Papel - 50,5 x 33,5 cm. 146


Dibujo 32. Carboncillo / Papel - 50,5 x 33,5 cm. 147


Dibujo 33. Carboncillo / Papel - 50,5 x 33,5 cm. 148


Dibujo 34. Carboncillo / Papel - 50,5 x 33,5 cm. 149


Dibujo 35. Carboncillo / Papel - 50,5 x 33,5 cm. 150


Dibujo 36. Carboncillo / Papel - 50,5 x 33,5 cm. 151


Dibujo 37. Carboncillo / Papel - 50,5 x 33,5 cm. 152


Dibujo 38. Carboncillo / Papel - 50,5 x 33,5 cm. 153


Dibujo 39. Carboncillo / Papel - 50,5 x 33,5 cm. 154


Dibujo 40. Carboncillo / Papel - 50,5 x 33,5 cm. 155


Dibujo 41. Carboncillo / Papel - 50,5 x 33,5 cm. 156


Dibujo 42. Carboncillo / Papel - 50,5 x 33,5 cm. 157


Dibujo 43. Carboncillo / Papel - 50,5 x 33,5 cm. 158


Dibujo 44. Carboncillo / Papel - 50,5 x 33,5 cm. 159


Dibujo 45. Carboncillo / Papel - 50,5 x 33,5 cm. 160


Dibujo 46. Carboncillo / Papel - 50,5 x 33,5 cm. 161


Dibujo 47. Carboncillo / Papel - 50,5 x 33,5 cm. 162


Dibujo 48. Carboncillo / Papel - 50,5 x 33,5 cm. 163


Dibujo 49. Carboncillo / Papel - 50,5 x 33,5 cm. 164


Dibujo 50. Carboncillo / Papel - 50,5 x 33,5 cm. 165



HUGO & ALEJANDRO VIANA

Artistas plásticos y visuales, realizaron sus estudios de formación académica en la Escuela de Bellas Artes de la Universidad de Caldas (Manizales-Col.), la Academia Superior de Artes de Bogotá de la Universidad Distrital Francisco José de Caldas (Bogotá D.C.- Col.) y en la Escuela de San Carlos de la Universidad Politécnica de Valencia, España. Su proyecto de arte, ha profundizado en la pintura, el dibujo, los medios escultóricos, el video, las instalaciones multimedia y las intervenciones espaciales, con marcados componentes intimistas, simbólicos y antropológicos, abarcando una continua reflexión sobre las categorías estéticas convencionales o restringidas y las categorías estéticas expandidas dentro del panorama de las artes plásticas y visuales contemporáneas. Su participación, tanto individual como colectiva, ha sido meritoria dentro de programas curatoriales nacionales e itinerancias artísticas internacionales. Asimismo su obra se encuentra catalogada e incluida en colecciones públicas y privadas de Argentina, Colombia, Méjico, Cuba, Estados Unidos, Suecia, Bélgica, Alemania, Francia, Italia, España, entre otros países.

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DIBUJO Producción Artística: Hugo & Alejandro Viana Curaduría: Alejandro Viana Crítica de Arte: Mauricio Vásquez Alejandro Viana Diseño Visual: Hugo & Alejandro Viana Museografía: Pinacoteca Escuela de Bellas Artes Universidad de Caldas Galería Estrella Allianza Francesa Centro Cultural Universidad del Tolima Museo de Arte del Tolima Colombia - Suramérica Copyright 2017 ©



DIBUJO Hugo & Alejandro Viana