DORA CIFONE Maniquí, s/d Óleo s/madera 197 x 151 Museo Provincial de Bellas Artes Emilio Pettoruti
IV Las ediciones de los distintos certámenes oficiales eran para Crítica una ocasión propicia para oponerse a ciertas instituciones y producciones, y promover e intentar hacer más visibles otras. Por ejemplo, la reseña del Salón Anual de 1924 se dedicó a atacar a la CNBA, al sistema de premiación, las camarillas y la falta de vitalidad que a su criterio presentaba la mayor parte de las obras. El cronista se detuvo en la obra Mis vecinas, de Raquel Forner, destruida posteriormente por la artista: “… la revelación está en el tercer premio, ¡es asombroso que una mujer, probablemente una niña haga cosas que denotan un espíritu varonil y lleno de audacia. Eso es pintura…” (Crítica, 20/9/1924). Algo similar sucedió con el X Salón Anual de Acuarelistas, Pastelistas y Aguafuertistas del mismo año. Allí afirmaron que lo expuesto era “… un conjunto mediocre en las que pocos (sic) se destacan…” (Crítica, 20/5/1924). Entre esos pocos se encontraban las obras de Fray Guillermo Butler, de quien valoraron la serenidad y tranquilidad que transmitían sus telas, especialmente Claustro del convento San Francisco, presente en esta muestra. 109